Según parece el acto en memoria del señor Polanco en el Círculo de Bellas Artes, con el que coincidimos cuando fuimos a ver Cravan vs Cravan, transcurrió como un servicio en la sinagoga, con los asistentes rezando sus cumplidas oraciones en público pero murmurando por lo bajo sobre la "guerra del futbol" entre Sogecable (o sea Prisa, o sea el difunto Polanco) y Mediapro (o sea los de Público, o sea los amigos del señor Rodríguez Zapatero) que es el tema de los mentideros capitalinos.
Por su parte el señor González, suelta lo del "fuego amigo" que, dice, no le gustaría nada a Polanco. A nadie le gusta el fuego amigo o enemigo. Matan igual. Pero con la idea de "fuego amigo" viene aparejada la certidumbre de que se trata de bajas causadas por equivocación e involuntariamente. Y creo que esos son los rasgos que faltan en este "fuego amigo" que, en realidad, es "fuego enemigo". Fuego enemigo desde las propias filas.