¡San Ignacio nos ampare! El espíritu de Sabin Arana guíe nuestros pasos. Nunca se vio tanta osadía maketa en las sacras tierras vascas. El Tribunal Supremo es-pa-ñol ha fallado que las autoridades autonómicas vascas están obligadas a izar bandera rojigualda en todos los edificios públicos de la Comunidad Autónoma, según preceptúa la vigente Ley 39/1981, de 28 de octubre por la que se regula el uso de la bandera de España y el de otras banderas y enseñas. El Gobierno vasco se ha apresurado a decir que acatará la sentencia y cumplirá la Ley, como si se quitara un peso de encima. La verdad es que ya la fundamentación de su recurso era débil. Afirmar ante unos jueces que se ha estado ventiseis años incumpliendo la Ley porque se pensaba que, al no haberse cumplido en ventiseis años, estaba en desuso y no hacía falta cumplirla es como llamar pollino a Pitágoras.
Así que de ahora en adelante en todos los edificios públicos vascos ondeará la vieja enseña de los Borbones junto a la ikurriña, diseñada por Sabin Arana. A ver qué sucede a continuación. Las viejas piedras de sobrio gris de verde y nube del País Vasco, mancilladas por los chillones colores del maketo. Un baldón que identificará a los edificios oficiales como comisarías cipayas. Vaya, que acabaremos sustituyendo el Eusko Gudariak por "Suspiros de España". No hay que pensar en sustituir nada, pero sí conviene estar abierto a otras sensibilidades. Por ejemplo, si se le da una oportunidad a "Suspiros de España", se descubre que es un cacho pasodoble, uno de los mejores, lleno de fuerza, de garbo y donaire. Lo dejo aquí, por si alguien quiere escucharlo en una versión muy ortodoxa del grupo "Cuando el Río Suena" hace algo más de un mes.
Y ya veremos qué pasa en los edificios municipales del suprascrito País Vasco en que haya corporaciones de la izquierda abertzale. Cabe observar cómo la famosa "guerra de las banderas" que se producía en los veranos hace ya uno o dos decenios vuelve a animar las fiestas de mano de las decisiones judiciales. Está claro que un país que sólo puede desplegar la bandera dentro del territorio nacional por decisión judicial y protección de la fuerza pública tiene un problema. Está claro que, si eso es lo que dice la ley, los tribunales han de ampararla. Como también está claro que vamos a tener follón garantizado.