divendres, 6 de juliol del 2007

La soledad del empecinado.

Reverberaciones del debate de política general. El señor Rajoy llevó ayer al grupo parlamentario del PP a uno de sus más sonados éxitos al dejarlo solo pidiendo algo tan insólito como la desclasificación de unas fantasmagóricas "actas" de cuya existencia se ha enterado por el periódico Gara. Y no es la primera vez. El señor Rajoy va a sus soledades y viene de ellas, como Góngora. Se verá a sí mismo como el solitario corredor de fondo, de Sillitoe.

Algunos políticos del PSOE, como la señora De la Vega, lo llamaron "altavoz de ETA". A la hora de escandalizarse por estas comparaciones basta con hacer un breve ejercicio de imaginación: si ETA hubiera podido votar ayer en el Parlamento ¿lo hubiera hecho a favor o en contra de la proposición del señor Rajoy? A favor, ¿verdad? Pues ya está todo dicho. Un exitazo digno de un estratega de mucho futuro. Sostener que "España es lo único importante" y prestar servicios objetivos a ETA no parecen términos conciliables. El corredor de fondo será muy de fondo, pero no sabe a dónde va. El viento de ETA ya no sopla en las velas y el barco no tiene otras formas de propulsarse porque, en los últimos tres años el PP no se ha interesado por nada que no fuera ETA. Para endosarle un atentado, para atacar al Gobierno, para instrumentalizar a las víctimas, para lo que fuera pero ETA y sólo ETA.

Pasemos a otra cosa, otra reverberación del debate. Según el "Pulsómetro" de la SER, el PSOE saca al PP seis puntos en intención de voto, cuando antes del debate eran tres. Las demás magnitudes igualmente desastrosas para el señor Rajoy, que suspende hasta las Marías. Me parece que los maitines van a convertirse en vigilias. Téngase en cuenta que España es un sistema parlamentario. Esto quiere decir que no hay fecha fija para las elecciones. Hay un término que no se puede pasar pero, dentro de él, es facultad del presidente del Gobierno convocarlas cuando quiera. Y ¿cuándo suelen hacerlo los presidentes parlamentarios en Europa? Cuando está terminando la legislatura y los sondeos auguran un buen momento, como ahora en España.

O sea que si, sacando seis puntos de ventaja, el señor Rodríguez Zapatero no convoca elecciones para digamos octubre es porque va sobrado. Todos los grupos parlamentarios menos el PP le piden que agote la legislatura. Incluso ERC que amenazaba no ha mucho con no votar los presupuestos. Sólo el PP otra vez en solitario pide que se adelanten las elecciones.

Francamente, con seis puntos de diferencia en su contra y todos los índices por debajo de la media, algunos muy por debajo, es un misterio por qué quiere el señor Rajoy el adelanto electoral. ¿Quién lo aconseja? Tengo entendido que es uno de esos intelectuales que echan fama como de magos. Sus servicios serán muy apreciados, supongo, ya que da la impresión de que el PP, dirigido por el señor Rajoy, sólo puede ganar las próximas elecciones por arte de magia.