Menuda racha lleva el Movimiento Vasco de Liberación Nacional e dos grandes expressos europeus. La detención de los tres últimos presuntos etarras es un palo. Sobre todo por ese tal Maiza, jefe del negociado de logística de la organización, o sea, el baranda de intendencia.
Desde la ruptura de la tregua a primeros de junio pasado estamos esperando algún atentado de ETA, y no solamente no se ha producido ninguno sino que las fuerzas de seguridad del Estado y la gendarmerie han puesto a buen recaudo a un puñado de supuestos terroristas que parecían tener las peores intenciones y a los que han detenido en los puntos más distantes entre sí de la Península: Santander, Huelva y Castellón, que yo recuerde. El de Castellón anda huido de momento. Esta dispersión geográfica debe de querer decir que ETA trata de atentar en donde pueda...y no lo consigue. De ser cierta esta suposición, se imponen algunas conclusiones.
Si la banda aprovechó la tregua para reorganizarse, ha fracasado y no está en situación de hacer ninguna de las suyas. Si puede, matará a alguien para hacerse notar, pero estos dos meses aproximadamente sin atentados prueban que ya no es tan fácil.
La ruptura de la tregua fue un desatino. Cegó la última posibilidad de salida negociada del conflicto para nada porque, perdida ya la batalla política, la "militar" es cosa de tiempo. Y tiempo, el Estado lo tiene todo. No solamente fue un desatino la ruptura de la tregua. Tampoco el intento de utilizarla para obtener réditos políticos montando una campaña de embustes e insidias con la inapreciable ayuda de la oposición de derechas y la agitación de Batasuna ha servido para nada salvo para lo contrario, esto es, para levantar la moral de la sociedad española contraria a la vía del asesinato.
Los de Batasuna que se den con un canto en los dientes con los concejales que sacaron en las municipales a través de ANV y los milloncetes que les caerán por ello. Así que no alzarán mucho la voz porque los ilegalizan o encarcelan sin que puedan ya confiar en la respuesta popular. Han acabado con la paciencia de todo el mundo a fuerza de presumir de iniciativa cuando queda claro que no son sino el negociado político de los pistoleros.
El señor De Juana Chaos ya no hace más huelgas de hambre porque su perspectiva sería ver pronto a Dios. El señor Otegi sigue en la cárcel y aquí no pasa nada, no hay indignación popular ni arde la calle. Sus amigos y correligionarios han colgado una página web arnaldoaskatu.org en la que piden la liberta para el mahaikide en euskera, español, inglés y francés con los más peregrinos argumentos, y solicitan firmas para apoyar su petición. Vamos, como cuando se firma para que no lapiden a una adúltera en algún país musulmán.
El PP va a tener que encontrar argumentos para hacer una oposición medianamente pasable. Ya está claro que:
1º) El señor Rodríguez Zapatero no se rindió ante ETA.
2º) El Gobierno no tiene compromiso alguno con ETA o sus monosabios.
3º) ETA no está más fuerte que antes, sino menos.
4º) La seguridad de los españoles está mejor garantizada que con el PP.
5º) En política, ETA no cuenta ni avala el estatuto catalán ni condiciona nada.
6º) ETA no tiene nada que ver con el 11-M, haga lo que haga el señor Del Pino.
Así que ¿por qué no preparan sus maletas los señores Acebes y Zaplana? Entiendo que el señor Rajoy es necesario aún porque alguien tiene que perder las próximas elecciones generales, pero ¿por qué no despacha a esos dos genios cuya manifiesta incompetencia está en razón proporcional a los gritos que pegan hablando de la del señor Rodríguez Zapatero?