Es curiosísimo el intento del periódico Gara de fabricar noticias como parte de una especie de plan general de emancipación o liberación del País Vasco. Un plan que tiene sus combatientes en otros frentes y en el de los medios de comunicación, también. A la hora de la liberación de la patria, cualquier cosa vale. Lo mismo dicen los grandes patriotas del nacionalismo español.
Hace unas fechas Gara amenazaba con publicar los compromisos que había adquirido el Gobierno y/o el PSOE en el curso del proceloso proceso. Acto casi seguido cumplió su amenaza, pero resultó que no había tales compromisos y, en todo caso, el Gobierno negaba haber adquirido alguno. Ahora no se habla de "compromisos" sino de reuniones o charlas que puedan haberse celebrado. Aparte de que reunirse y charlar con quien sea para ver de qué va la otra parte es lo más lógico del mundo, la cuestión es por qué este hecho haya de ser una noticia. En principio parece lógico pensar que de lo que se trata es de perjudicar al PSOE porque se supone que reconocer la existencia de estos contactos será embarazoso para él.
Quizá sí, quizá no. Si el periódico admite que no llegaron a nada porque el Gobierno se empeñaba en que cualquier acuerdo había de darse dentro de la legalidad española, eso hará ganar muchos puntos al Gobierno, que da la imagen que la gente pide, esto es, dispuesto siempre a negociar pero no a ceder.
Una vez que el Gobierno niega, cual ha hecho ya, la cosa se convierte en su palabra contra la de Gara y que cada cual crea a quien quiera. A mí, después de lo de los famosos "compromisos", creer a Gara me resulta algo difícil. La intencionalidad de la noticia, por llamarla de algún modo, es demasiado patente.
De todas formas, Gara tiene fácil probar sus afirmaciones. Puesto que, según dice, hubo testigos de organizaciones internacionales (o algo así), le bastará con nombrarlos y que ellos digan si hubo o no hubo las dichas reuniones.