Quienes sigan este blog recordarán la serie de estampas de l'Épinal de Caperucita roja con la que intenté amenizar la saga del señor De Juana Chaos. Fue larga, pero más larga está siendo la saga en cuestión, que no parece tener fin. El caso es que llegué al final del relato y al señor de Juana le habían bajado la condena de una petición original de noventa y seis años a doce y medio que quería encasquetarle la Audiencia Nacional y a tres con que lo dejó el Tribunal Supremo, sin que el hombre haya abandonado la huelga de hambre.
Alguien, sin embargo, se ha hecho eco del cuento de Caperucita Roja. Quien quiera comprobarlo, que pinche en Kaperutxita Blanca para ver una variante divertidísima de la historia en un video de ETB.
(Eskerrik asko, Pepe)
Actual, ¿eh? El picolobo feroz está genial y el señor juez, estupendo. Gracias a él, encarnación del Estado de derecho, volvió anteayer la abuelita Rodríguez Zapatero a establecer las condiciones para la normalización del País Vasco: cese de la violencia y colorín colorado.