dijous, 26 d’octubre del 2006

DOS PASEOS.

UNO POR EL PASADO.

Quienes sigan este blog desde el verano recordarán que dediqué un post en julio a lo que llamaba "dobles victimas". Lxs demás tendrán que creerme porque he quitado los posts de julio y agosto, ya que no me gustaban, y he empezado de nuevo en septiembre. Se hablaba esos días de las víctimas de la guerra civil y del franquismo. A mi vez, por "víctimas dobles" entendía aquellas que habían sufrido la persecución y/o la violencia de los franquistas y de los comunistas al mismo tiempo durante la dictadura de Franco; un asunto poco conocido porque, claro, salvo las propias víctimas y sus allegadxs más inmediatxs, nadie está interesadx en airearlo.

Decía que en noviembre publicaría un artículo sobre el asunto en el que tenía un interés personal. El artículo está publicado. En él menciono los casos de Heriberto Quiñones, Gabriel León Trilla y Jesús Monzón, comunistas torturados y asesinados por los franquistas y calumniados y vilipendiados por los comunistas; en el de Trilla, asesinado, según parece, por los mismos comunistas en 1945. Dobles víctimas. Ahora puedo decir que mi interés en el asunto radica en que dos de esas víctimas dobles fueron mis padres (aunque no a los anteriores extremos), a quienes vemos en la foto como exiliados en Francia, en 1940. A su regreso a España, los dos sufrieron persecución y encarcelamiento por los franquistas y calumnia y vilipendio por parte de los comunistas. Calumnia y vilipendio que, en el caso de mi madre llega al día de hoy en la reedición de un libro mendaz (1ª ed., 1981) de Pablo Lizcano sobre los acontecimientos de 1956, muy celebrado por quienes se lo han dictado, y que repite una de las infamias de aquel tiempo. En el artículo respondo a la calumnia pero, como no quiero aburrir con asuntos que tienen mucho de personales, quede aquí también por escrito que el señor Lizcano es un calumniador (bueno, es más cosas, todas ellas malas, pero no hacen ahora al caso) y quien quiera acceder a la historia con todos sus pormenores que pinche aquí. Es un artículo de El Catoblepas. Tengo también sendos enlaces puestos a la izquierda: al artículo en concreto ("El 56, el franquismo...") y al conjunto de El Catoblepas. Porqué se publica antes de lo que yo había previsto es también una curiosa historia que dice mucho sobre nuestro país, y que contaré en su momento.

Y OTRO POR EL PRESENTE.

Efectivamente, lamentable la sesión del Parlamento de ayer. Lo que hubiera debido ser un pronunciamiento unánime de la Cámara, que afirmara el espíritu europeo, el compromiso con la libertad, la paz, la democracia, se convirtió en un espectáculo increíble, un debate sin altura y una serie de triquiñuelas y cuestiones formales vergonzosas que, al final, dieron paso a una decisión raspada, por la mínima, bastante miserable. Nadie tuvo un gesto, nadie estuvo a la altura, aunque, por supuesto, las bajuras fueron distintas. Una prueba, me parece, de que esa es la conciencia general es que ningún periódico importante europeo, a excepción de los españoles, se ha hecho eco de la votación, a pesar de que fue muy reñida y dividió a la cámara como pocas lo hayan hecho. Al menos, las ediciones digitales de los principales (Le Monde, La Repubblica, Die Frankfurter Rundschau, The Guardian) no hacen referencia a la votación. En España, en cambio, es la noticia.

Y en el País Vasco, la bomba, en sentido figurado, claro. La izquierda abertzale habla exultante de "jornada histórica" porque llevó a unos 500 fervorosos seguidores a exhibir carteles a Estrasburgo y porque, por fin, por fin, el problema vasco se europeizaba, se le prestaba atención en el Parlamento Europeo. Será estupendo que estas gentes vayan comprendiendo qué útiles son las instituciones para resolver los problemas civilizadamente. Ahora ya sólo falta que sus amigos, los de las pistolas, devuelvan los dos centenares de ellas que han sustraído (si han sido ellos) para que los demás nos tomemos en serio la voluntad de encontrar soluciones y nos nos veamos de nuevo enfrentados con esa estúpida pretensión de los ventajistas de jugar a dos barajas: en las instituciones, debatiendo y en la calle, a bombazos.

Alguna pequeña corrección a las informaciones de la "histórica jornada". Se dice que el PPE se ha quedado solo frente al bloque en torno del PSE que ha ganado por fin. No exactamente. El PPE marchó gallardamente a la derrota de la mano del Grupo Unión por la Europa de las Naciones (populistas y extrema derecha, UEN en la ilustración) que apoyó su primera moción. A su vez con el PSE tampoco fueron todos, pues el grupo Independencia/Democracia (IND/DEM en el gráfico) no apoyaba la moción, como se ve en los ajustadísimos resultados publicados por el Parlamento Europeo y en os que, es de suponer, apenas hubo volatilidad entre la primera y la segunda votaciones.

En todo caso, la izquierda ha ganado y la derecha ha perdido.Y ambas han perdido y ganado algo más que una votación raspada. Para mí es una ganancia que el señor Martin Schulz, presidente del Grupo Socialista afirme que el problema vasco es un problema "político". Porque, a la hora de resolver problemas, conviene empezar llamando a las cosas por su nombre.