dissabte, 26 de gener del 2008

Gaza.

Lo que está pasando en Gaza, ¿no es un genocidio? Que el Estado con el mayor y mejor armado ejército de la región que cuenta, aunque no se diga, con armamento atómico, esté exterminando de hambre, sed y necesidad a millón y medio de civiles indefensos, ¿no es una repetición del Holocausto? Que la llamada Comunidad Internacional no pare los pies a los criminales israelíes ¿no es monstruoso? Que se responda con un bloqueo en toda regla a los miserables cohetes katiushas que lanzan los militantes de Hamas, ¿no es una medida cruel, desmesurada y despiadada, ejemplo típico de las demasías nazis? Que Israel no haya cumplido ni una sola de las decisiones de la ONU que le afectan ¿no es una muestra de desprecio al foro mundial y de ánimo delincuente en la vida práctica? Que la Unión Europea siga considerando a Israel un Estado democrático cuando está empeñado en el exterminio de un pueblo, ¿no es tan criminal como hacerlo? Que los Estados Unidos continúen prestando su apoyo militar y económico y su pleno respaldo a la política genocida del gobierno israelí ¿no es una canallada? Que Egipto, supuesto hermano musulmán de los palestinos no sea capaz de reaccionar de otra forma ante la desesperación de esos palestinos que con la represión ¿no es propio de sicarios, cipayos y asesinos a sueldo? Que se haya obligado a los palestinos a realizar elecciones democráticas y luego no se hayan aceptado los resultados, forzándolos a admitir gobiernos que no son los que eligen ¿no es un acto de prepotencia y abuso que nos hace a todos cómplices de la barbarie israelí? Que se siga engañando a los palestinos prometiéndoles hoy una paz anhelada y mañana un Estado propio, mientras los israelíes siguen asesinándolos, robándoles sus tierras, derribando sus casas, en definitiva, exterminándolos, ¿no es una de las grandes vergüenzas, de los grandes baldones que racaen sobre este Occidente civilizado, tolerante y democrático?

Hay que fastidiarse.

(La imagen es una foto de 3arabawy - صَحـَـفي مِصـْـري's photos, bajo licencia Flickr).