dimarts, 20 de març del 2018

La válvula de la transición

Se entiende el drama del PSOE. Fue co-protagonista de la Transición, pero se ve hoy obligado a criticar, si no repudiar, su propia obra. De ahí que las explicaciones de Adriana Lastra sean tan confusas. Cuestión de "seguridad jurídica" e importancia de la Ley de Amnistía como base del relato de la transición . Con las dos había tropezado Rodríguez Zapatero (González ni se planteó la cuestión en catorce años) cuando se vio obligado a abrir paso a la memoria histórica y la justicia postransicional, sobre la que tan atinadamente escribe Paloma Aguilar. Lo que le salió fue la enteca norma conocida como Ley de la Memoria Histórica, de reducidísimo alcance y actualmente en el limbo fuera del presupuesto.

La seguridad jurídica que el PSOE no se atreve a especificar es, sin embargo, muy sencilla: cuestionar el franquismo es cuestionar el fundamento jurídico mismo de la España de hoy porque el rasgo esencial de la dictadura es que, en cuarenta años, conformó la sociedad a su imagen. La sociedad se hizo franquista y, muerto el dictador, siguió siéndolo. Estructuralmente franquista y administrada por franquistas o sucesores de franquistas (como los de ahora) en todos los poderes, estamentos y recovecos del sistema en su conjunto.

Por eso no puede el PP condenar el franquismo, porque es condenarse a sí mismo. Y por eso el PSOE no se atreve a condenar ni no condenar lo que equivale a no condenar. 

La cuestión última de la falta de legitimidad del franquismo afecta a la transición y la postransición como continuidades de aquella ilegitimidad primera, que no ha sido remediada (lo del referéndum de la Ley para la Reforma Política no pasa de ser una argucia) y afecta de pleno a la Monarquía, directa heredera de la dictadura. 

Ese es el problema de fondo del sistema de la III Restauración, que no parece tener solución si no es con la apertura de un proceso constituyente, posibilidad tan remota como la segunda venida del Mesías.

dilluns, 19 de març del 2018

España; al borde del ataque de nervios

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El vídeo que se mostró ayer en Ginebra sobre el conflicto España/Cataluña.

El constitucionalismo aquí y allí

En ningún aspecto es más claro el enfrentamiento entre España/Castilla y Cataluña que en el de la prensa, avanzada de las ideologías. 

Tratamiento de la manifestación por la unidad de España de ayer domingo por la unidad de España en dos medios uno digital català digital y el otro El País. 

El digital incluye una panorámica del conjunto de la manifestación en toda su extensión. El País un interesante, animado y colorido vídeo de 1'29''.

El titular del digital es una referencia burlona a la cifra de asistencia aportada por la Societat Civil Catalana (SCC). El de El País, una interpretación ideológica del acto y sus excelsas cualidades: el Constitucionalismo se manifiesta unido. Y, en efecto, muy unido; está hasta el tabarnés. Quizá no sea muy numeroso. Cita la cifra de la Guardia Urbana (7.000) y la de la SCC (200.000). Pero el vídeo es muy entretenido: imágenes de la cabecera de lejos y de cerca y las banderas al viento, incluso las de Tabarnia que dan al conjunto un aire como de torneo medieval; entrevistas a la gente, a las líderes y lideresos; tomas de los discursos de las personalidades de la vida civil, la cultura, etc.; pero ningún plano general. Aunque la noticia viene a reconocer resignadamente la cifra más baja insinuando que el bendito 155 y la acción de la justicia (sic) han apagado las movilizaciones anteriores, mucho más numerosas. 

Pues no ya los 200.000 de la SCC; ni los 7.000 de la Guardia Urbana. Según el tuitero Jesús Rodríguez, que aplica un procedimiento prácticamente exacto, 5.317. Y eso contando los viandantes, transeúntes, espectadores, comerciantes, personal de la SCC y policías. O sea, que tampoco es tanto el mérito de que el constitucionalismo esté unido ya que es algo escaso.

Por cierto, a El País, cegado por el brillo de los discursos constitucionalistas, se le olvida mencionar que el día anterior, sábado, la misma SCC hubo de desconvocar otra manifestación igual en la Plaza de Colón de Madrid bajo el lema "dos colores, un sentimiento". La justificación, el mal tiempo. La razón: no fue casi nadie. El medio digital, en cambio, no se priva de hacer malévola referencia al hecho o, mejor dicho, no hecho.

No es de extrañar que esté enfrentado un país cuyos medios lo ven tan incompatible. El constitucionalismo español no parece dispuesto a bajar de las banderas en los balcones a la calle en la capital y en Barcelona, aun sumando los sectores frikies, carece de fuerza de movilización, aunque habrá quien diga que carece de fuerza por incluir a los frikies. El independentismo catalán, en cambio, inunda las calles de Catalunya. De color amarillo pero también de muchos otros colores y formas de una sociedad en movimiento que está planteando el conflicto en todo tipo de foros internacionales.

diumenge, 18 de març del 2018

El pueblo contra la banda de ladrones

Tenía que pasar, tenía que pasar, era imposible que no pasara...Por fin, el ejemplo de Catalunya, la lucha de los catalanes, sus movilizaciones pacíficas, masivas, democráticas, día a día, mes a mes, any rere any, acabaron prendiendo en el resto del Estado, entre las gentes de otras partes de la península. Hacían estas como que no veían, que no se enteraban. Al fin y al cabo, son catalanes, muy suyos; nada en común con los demás; hablan una lengua extraña.  "A por ellos" gritaban algunos descerebrados.

Pero, en sus casas, en sus trabajos, en sus familias, poco a poco iba penetrando la idea de que los catalanes luchaban por lo que era suyo, por su dignidad, su libertad, su patrimonio. Algo que todo el mundo entiende y, en el fondo, aplaude. Y poco a poco, empezaron a interesarse, a considerar la posibilidad de hacer lo mismo. Dar un paso al frente, salir a la calle, protestar.

Empezaron los jubilados convocando su primera manifa y haciendo realidad esas preciosas líneas de Juan Leyva: En el 68 fueron los estudiantes/en el 2018 los jubilados./Es decir, los mismos. Pero cometieron el error de convocarla el 1-O y, claro, el referéndum catalán la borró del mapa mediático. No obstante, muchos aprendimos de ese error: la banda de ladrones que gobierna España está dispuesta a todo, literalmente a todo, con tal de seguir robando. Si en la salvaje represión del 1-0 no hubo muertos fue de casualidad. Pero ahora ya lo sabíamos: Emepuntorajoy (a) El Sobresueldos y su pandilla no pararán en barras, sobre todo con el 155 y la tiranía de hecho que les garantiza. 

Entre tanto, las mujeres salieron a la calle. Víctimas de mil y un agravios, tenían sobradas razones: violencia machista, brecha salarial, abusos de todo tipo, etc. Y se hicieron ver y oír. Tanto que los políticos (y políticas) de la derecha, que se habían reído de la convocatoria y, como siempre, habían insultado a las feministas, acabaron luciendo lacitos morados y balbuciendo mentiras sobre lo mucho que apoyaban la causa de las mujeres, ellos, que suelen ser unos macarras y ellas unas siervas de los sietemachos. Sin sentido del ridículo ni dignidad algunos. Solo por los votos.

Volvieron luego los jubiladas, llenaron calles, plazas, avenidas para protestar por el robo de las pensiones perpetrado por el hatajo de sinvergüenzas del gobierno que condenaron a los viejos ya en 2013 a la paulatina erosión de sus ingresos con la fórmula de revalorización automática, lineal y única del 0,25 que es un escarnio. Pero ningún partido de la oposición dijo ni hizo nada a pesar de que este atraco se basaba en desvincular las pensiones del IPC y, por tanto, romper el Pacto de Toledo. Ni palabra. Si los jubilados no protestaban, a la oposición le iba bien.

Como no vieron la manifa del 1-O porque estaban todos acobardados con el referéndum catalán (que, por cierto, fue un éxito) no vieron a los pensionistas. Así que, cuando estos reaparecieron en masa, todos los partidos dinásticos (es decir, todos los de ámbito estatal) se sumaron a la manifestación y algunos hasta trataron de atribuírsela con todo el morro. 

En el ínterin, los catalanes seguían con su lucha solitaria, en defensa de su derecho de autodeterminación, la República Catalana y la libertad de los presos, el retorno de los exiliados, la devolución de los patrimonios embargados, etc. Y la banda de forajidos en el gobierno incrementaba la dureza de su represión: 155, más porrazos, detenciones, bandas de fascistas por las calles, etc. Represión que saltó fuera de Cataluña y se cebó durante semanas en Murcia y luego en el Lavapiés, en Madrid. Se cumplía la profecía de Martin Niemöller: cuando fueron "a por" los catalanes, los demás no se movieron; después fueron "a por" los demás.

Entre tanto, en el Parlamento, la clase política -toda ella, extrema derecha, derecha, centro y centro izquierda- mostraba su alma más vil y ruin en el debate sobre las pensiones. Los diputadas de los 4 partidos dinásticos "nacionales", todas ellos con salarios estratosféricos, canonjías, prebendas, complementos y subvenciones que pueden totalizar diez, doce, quince mil euros al mes (año y medio o dos años de pensiones/basura) y con jubilaciones de cine, regateaban unos euros a nueve millones de depauperados pensionistas y se reían de ellos. Dos ejemplares de auténticas vergüenzas morales, como Celia Villalobos y Fátima Báñez, pretendían burlarse de los jubilados en su estilo de sacristía hipócrita .

Así que los pensionistas volvieron ayer a la calle a decenas de miles para vergüenza de una izquierda egoísta que solo se atrevió a sumarse a la manifa con algún vano y desvergonzado intento de capitalizarla. Por fortuna no pueden porque los viejos no son los ingenuos del 15M, a los que los espabilados de Podemos casi consiguieron engañar.

Al mismo tiempo, salía también a la calle la gente en contra de la Ley Mordaza. Esa que la oposición se había comprometido a derogar hace dos años y que ahí sigue en vigor, enviando a la cárcel a gente que no ha hecho nada salvo tener la honradez y el valor de decir lo que todos pensamos. Lo que los de izquierdas, cortesanos y tiralevitas del zángano real, no se atreven a decir porque ya forman parte de este sistema corrupto. 

En el colmo del cinismo granuja el Sobresueldos, presionado por una calle movilizada, se atreve a prometer que, si "sigue la recuperación económica" subirá más las pensiones. Como si fueran suyas, le salieran del bolsillo o tuviera el mínimo derecho a hacerlo. Y nadie en la izquierda protesta y explica que las pensiones son un derecho de los trabajadores y que nadie, gobernante o no gobernante tiene derecho a subirlas, bajarlas o tocarlas si no es con el acuerdo de los propios jubilados.

Porque tanto la lucha de los pensionistas como la de los catalanes, las mujeres y los ciudadanos por la libertad de expresión se encuentran al albur de unos desaprensivos y mangantes que, mientras se forran con lo que no es suyo, pretenden dictar normas y medidas que afectan a los demás y a lo que no tienen derecho alguno. 

Fuera las zarpas de los partidos dinásticos de Catalunya, de las pensiones, de la libertad de expresión. Libertad para Jordi Cuixart, Jordi Sánchez, Oriol Junqueras y Joquim Forn.

dissabte, 17 de març del 2018

Los ladrones de pensiones y de todo lo demás

Ayer salía el atildado y manicurado petimetre que ejerce de portavoz de la banda de mangantes a soltar las habituales mentiras tras el consejo de ministros presidido por Emepuntorajoy (a) Sobresueldos. Entre las trolas y necedades de rigor, habló del gran respeto del gobierno por nuestros mayores y jubilados, cosa que demuestra robándoles hasta los gayumbos. Y no solamente robándoles, sino despreciándolos, como se demostró cuando, preguntado por cómo pensaba el gobierno cumplir concretamente su promesa de alzar las pensiones más bajas demostró no tener ni idea porque no sabe siquiera qué cálculo va a hacerse -si va a hacerse alguno- con el IPC. Es un desprecio porque el cursi regordete y sus compinches no tienen la menor voluntad de cumplir la promesa. Los pensionistas les dan igual igual e incluso menos que igual. Lo único que quieren son sus votos y, de no ser por estos, cuanto antes se mueran, mejor. 

Tienen por los jubilados el mismo respeto que por los jóvenes, los parados, los dependientes, las mujeres, los inmigrantes, los pobres, los trabajadores. Ninguno. Para ellos solo son seres humanos ellos mismos y sus amigos. Los demás, materia explotable y despreciable y, por supuesto, apaleable. Precisamente por eso acaban se subir el sueldo a los policías y guardias civiles que lanzan contra la población pacífica como matarifes. Para usarlos como arietes en protección de un hatajo de sinvergüenzas y corruptos. Y los matarifes se emplean a fondo en defensa de sus pagas

Hasta alguien con tan obvias carencias psíquicas, intelectuales y de educación como el Sobresueldos se cree listo y por encima de la media del país. Del resto de la cuadrilla del gobierno y el partido mejor es no hablar. Casos como Fátima Báñez, Rafael Catalá o María Dolores Cospedal desafían todo intento de comprensión en las escalas morales e intelectivas básicas. 

Esta banda de presuntos malhechores (dicen los jueces) ha entendido que su función al llegar al poder es vaciar el erario metiéndose el dinero de todos en los bolsillos o los de sus amigos. Lo llaman "privatización". Sus ideólogos, unos descerebrados neoliberales, sostienen que es mejor para el progreso general que los sectores públicos del Estado del bienestar. Sus televisiones, sus periódicos, sus profesores a sueldo, sus periodistas, sus curas, sus charlatanes y predicadores explican que la gente es tanto más rica cuanto más se la explota, según ellos entienden a Adam Smith. Se trata de poner el dinero en manos de un cogollo de parásitos que viven de los trabajadores en activo robándoles la plusvalía del momento y de los trabajdores en pasivo robándoles sus pensiones. Para nada. Para emplearlo en francachelas o esconderlo en las islas Caimán.

Porque el mismo sinvergüenza que en 2012 afirmaba que no tocaría las pensiones no solamente las ha reducido de hecho y de derecho, sino que ha esquilmado el fondo de reserva  para rescatar a los bancos que, por supuesto, no devuelven ni un céntimo, ha destrozado el sistema de aportaciones y ha tenido el morro de avisar a los actuales trabajadores de que hagan planes privados de pensiones. Él piensa seguir destrozando el sistema público hasta que no le quede un solo jubilado y estén todos al albur de las cuentas de resultados de los fondos buitres. La distinción entre "fondos buitres" (condenables) y "bancos" (no condenables) es una mera hoja de parra: no hay un solo banco en el mundo que no sea un "fondo buitre".

Esta manga de ladrones franquistas es tan estúpida que, por su codicia desenfrenada, está destruyendo el sistema del que se aprovecha. Como todos los parásitos. Han robado y siguen robando a los pensionistas afirmando que no hay dinero para las jubilaciones. Al tiempo, incrementan el paro, bajan la base de cotizaciones, suprimen impuestos y garantizan la ruina del sistema de pensiones. No es que no haya dinero. Es que lo han robado y siguen robándolo. Pero, justamente, ese dinero de las clses pasivas ayudaba a mantener a flote a las familias en paro, así como su capacidad adquisitiva. Al descender o desaparecer esta, se reduce y aniquila la demanda agregada y la producción sigue cayendo, profundizando la crisis. Hace falta ser muy idiota y muy mala persona para negarlo.

Han tenido que salir los propios pensionistas a defender sus derechos para que los delincuentes peperos empiecen a ponerse nerviosos y con ellos sus cómplices del PSOE y Podemos, habiendo hecho suyo ambos el discurso típicamente hipócrita y falso de que este saqueo no es una cuestión política sino técnica. Se trata simplemente de eliminar las barreras a la inmigración, lo cual es una decisión típicamente política. Es verdad que, en teoría no se puede hacer tal cosa cuando se tiene tan alta tasa de paro interna. Pero es que también la tasa elevada de paro es una cuestión política, una deliberada decisión política antiobrera y no una cuestión técnica.

Si el movimiento de los panteras grises que hoy sale a la calle en más de 100 convocatorias coge buen ritmo sería estupendo que arramblaran con todos los peperos que llevan meses, años, decenios, robando y que no hacen otra cosa que robar. Y no solo a los pensionistas. A todo el mundo.

De hecho, tienen el país en pie de guerra: además de los pensionistas se movilizan las mujeres, los murcianos y los del Lavapiés y, además, Catalunya se va. Los políticos franquistas solo saben robar y para todo lo demás son auténticos zotes.

Pero, no tengan cuidado; no les pasará nada porque los "izquierdistas" españoles que, con los indepes catalanes, son mayoría parlamentaria y podrían echar a los franquistas, no lo hacen. Prueba evidente de que aun son más zotes que estos.

Hoy, Palinuro en Poblenou y Tremp

Dos actos el mismo día. Primero, a las 12.00, en el Centre Moral i Cultural del Poblenou, con los amigos Jaume López (El derecho a decidir) y Ricardo Romero de Tejada (¿Cómo hemos llegado hasta aquí?). Palinuro, por no ser menos, presenta también su nuevo libro, España quedó atrás  (Barcelona, Ara Llibres, 2018).

Hay que venir a Poblenou para encontrar un lugar que se llame "Centre Moral i Cultural", sin duda relacionado con la tradición icariana del lugar, iniciada a mitad del siglo XIX por los discípulos de Narçís Monturiol. El único sitio de la península ibérica, creo, en el que cristalizó un intento de utopía terrenal.

Mis dos contertulios han publicado sendos libros que espero comentar en breve en el blog sobre el tema de los temas: el derecho a decidir y la perplejidad por saber cómo ha sido posible que hoy nos encontremos en donde estamos en Catalunya. Quizá porque ya hemos decidido, supongo que diría Jaume. Habrá interesante debate. Los dos autores son amantes de la controversia filosófico-política. El "aquí" de Ricardo, en realidad, es un nuevo punto de partida. Ya estamos en un terreno nuevo, el terreno de consolidación de la República y, para ello, habrá que seguir decidiendo porque, según el autor, el derecho a decidir no es una escopeta de un solo tiro, sino un derecho continuado en el tiempo. Decidimos ser libres y ahora estamos decidiendo cómo en concreto.

Allí nos veremos.

Luego, por la tarde, en el espacio cultural "La Lira" con mi buena amiga Bea Talegón para hablar del asunto que nos han encomendado de "Com ens veu Espanya?" Me las prometo muy felices y estoy seguro de que Bea tendrá respuestas originales y frescas a la preguntita de las que todos aprenderemos mucho y serán de ayuda. Digo porque mi contestación a bote pronto sería responder con un adverbio ras i curt: ens veu malament. Un ejemplo de lo que podría ser la inversa del famoso verso de Machado: "el ojo que ves no es ojo porque lo veas; es ojo porque te ve". Aquí, al revés: el ojo que te ve no es ojo porque te vea; es ojo porque lo ves." 

Y no lo pierdas de vista, por la cuenta que te trae, por es un mal ojo y echa mal de ojo.

También hablaremos de eso tan interesante de cómo nos vemos las unas a las otras.

Y, luego, un sopar obert, para seguir mirándonos.

divendres, 16 de març del 2018

Mañana Palinuro a Barcelona i Tremp

Dos actos el mismo día. Primero, a las 12.00, en el Centre Moral i Cultural del Poblenou, con los amigos Jaume López (El derecho a decidir) y Ricardo Romero de Tejada (¿Cómo hemos llegado hasta aquí?). Palinuro, por no ser menos, presenta también su nuevo libro, España quedó atrás  (Barcelona, Ara Llibres, 2018).

Hay que venir a Poblenou para encontrar un lugar que se llame "Centre Moral i Cultural", sin duda relacionado con la tradición icariana del lugar, iniciada a mitad del siglo XIX por los discípulos de Narçís Monturiol. El único sitio de la península ibérica, creo, en el que cristalizó un intento de utopía terrenal.

Mis dos contertulios han publicado sendos libros que espero comentar en breve en el blog sobre el tema de los temas: el derecho a decidir y la perplejidad por saber cómo ha sido posible que hoy nos encontremos en donde estamos en Catalunya. Quizá porque ya hemos decidido, supongo que diría Jaume. Habrá interesante debate. Los dos autores son amantes de la controversia filosófico-política. El "aquí" de Ricardo, en realidad, es un nuevo punto de partida. Ya estamos en un terreno nuevo, el terreno de consolidación de la República y, para ello, habrá que seguir decidiendo porque, según el autor, el derecho a decidir no es una escopeta de un solo tiro, sino un derecho continuado en el tiempo. Decidimos ser libres y ahora estamos decidiendo cómo en concreto.

Allí nos veremos.

Luego, por la tarde, en el espacio cultural "La Lira" con mi buena amiga Bea Talegón para hablar del asunto que nos han encomendado de "Com ens veu Espanya?" Me las prometo muy felices y estoy seguro de que Bea tendrá respuestas originales y frescas a la preguntita de las que todos aprenderemos mucho y serán de ayuda. Digo porque mi contestación a bote pronto sería responder con un adverbio ras i curt: ens veu malament. Un ejemplo de lo que podría ser la inversa del famoso verso de Machado: "el ojo que ves no es ojo porque lo veas; es ojo porque te ve". Aquí, al revés: el ojo que te ve no es ojo porque te vea; es ojo porque lo ves." 

Y no lo pierdas de vista, por la cuenta que te trae, por es un mal ojo y echa mal de ojo.

También hablaremos de eso tan interesante de cómo nos vemos las unas a las otras.

Y, luego, un sopar obert, para seguir mirándonos.


Si no se encuentran las pruebas, se fabrican

En un país en el que el ministro del Interior practica la guerra sucia contra el independentismo y difunde noticias falsas contra sus adversarios. En el que el centro oficial del "inteligencia" y espionaje no aclara cuál es su relación con un confidente policial al que se acusa de haber planeado un atentado contra civiles indefensos. En el que diversas autoridades del partido del gobierno están acusadas de falsificar documentos y de financiarse ilegalmente. En el que el presidente del gobierno, sospechoso de cobrar sobresueldos en B, envía mensajes de ánimo a los delincuentes y presuntamente miente en sede judicial al declarar como testigo. En el que los jueces no necesitan pruebas para encarcelar a la gente. En el que las autoridades roban, mienten y abusan a mansalva. En que los fiscales se inventan los delitos. En el que el gobierno impone el veto a los debates del Parlamento. En el que se filtran documentos falsos para incriminar a partidos de la oposición como Podemos una y otra vez. En el que los gobernantes amenazan directamente a los ciudadanos con echarles encima unos jueces que obedecen lo que dice el poder. En el que unas pruebas incriminatorias contra los gobernantes desaparecen misteriosamente de las dependencias oficiales y en el que otras son destruidas a martillazos. En el que se falsean todos los datos estadísticos. En el que se encarcela arbitrariamente a tuiteros, titireteros o cantantes por expresar opiniones. En el que policías de paisano agreden a ciudadanos pacíficos. En el que los gobernantes acusan a las víctimas de la violencia policial de haberla empleado en contra de la policía. En el que las fuerzas del orden ocultan su identificación y falsifican las actas de detención y registro.

En ese país, ¿qué seguridad tienen los ciudadanos de que, cuando la Guardia Civil entra en las sedes de la Generalitat y Ómnium, en busca de pruebas de delitos, no es ella misma la que las pone?

La dictadura del B155 y la banda de ladrones sestá pidiendo ya a gritos la intervención de la comunidad internacional para proteger a la población civil frente al maltrato y el expolio practicado por la asociación con ánimo delictivo que llaman PP o partido del gobierno. 

La banda de ladrones y la violencia de su policía

Facturas falsas, elecciones financiadas ilegalmente, sobresueldos Gürtel, pagos en negro, dineros blanqueados, robo a mansalva de dineros públicos, sobrecostes de millones en las obras, malversación a raudales, despilfarro, embustes, mentiras, enchufes, obra pública otorgada como precio de la corrupción, atraco a los pensionistas, hospitales descapitalizados que se caen a trozos, manejo de dinero en negro. La labor de gobierno de la organización de malhechores llamada PP es la ruina de una España saqueada por una banda de ladrones bendecida por la iglesia católica, que se lleva un buen pellizco del saqueo.

Para ocultar todo este latrocinio generalizado la banda de sinvergüenzas que se hace llamar "gobierno", los gobernantes más corruptos de España desde la muerte del genocida, siguiendo su ejemplo, envían a la policía a aterrorizar a los ciudadanos y, a ser posible, detenerlos sin pruebas o con pruebas falsas.

Empezaron con los catalanes; siguieron con los murcianos; continúan con los madrileños de Lavapiés.

Cuando los de Podemos y los del PSOE quieran darse por enterados irán también por ellos.

Y se lo tendrán merecido por cómplices y cobardes

dijous, 15 de març del 2018

Las falsas promesas

La comparecencia de Emepuntorajoy ayer en el Congreso fue la habitual lluvia de embustes y patrañas de un gobierno y un presidente que pueden cometer todas las irregularidades que quieran, pues nadie va a investigarlos, ya que gozan de impunidad blindada. Los ladrones gobiernan España hace ya bastantes años y lo primero que hacen estos es dictar leyes y manipularlas sin parar, ponerlas a su servicio y exigir a los demás cumplir lo que ellos no cumplen. Y, si eso no sucede a su gusto, acuden a los jueces a su servicio para atacar a quienes no se les someten.

El mismo pájaro que, hace ocho o nueve años, afirmaba con humildad de monja hipócrita que "no tocaría las pensiones" porque nuestros mayores, bla, bla, bla, es el mangante que les ha robado el fondo de las pensiones y el que ha dictado una norma tan miserable como insultante de subidas automáticas de 0,25%; de hecho, una reducción anual. El mismo sinvergüenza que decía preocuparse por nuestros mayores es el que solo se preocupa de su padre, dependiente total cuyos cuidados financia con cargo a unos fondos públicos que niega a quienes no tienen recursos. El mismo que favorece las pensiones privadas en beneficio de una banca vampira que nunca había hecho tan buenos negocios con tan escasos gastos. Un negocio redondo que enriquece a los ricos y roba a los pobres lo poco que les queda. 

Es el mismo presunto delincuente de los sobrecillos de gurtelina a quien gustaría subir las pensiones pero no puede "porque no hay dinero" y "no podemos gastar lo que no tenemos", viejo y estúpido cliché que viene utilizando desde 2011 sin que ninguno de los 600 -seiscientos- asesores que tiene a dedo muchos de ellos sin el bachillerato, pero cobrando 100.000 € al año, le haya advertido de es una profunda estupidez propia de un ignorante sin remedio porque toda la economía capitalista descansa precisamente sobre este hecho de gastar lo que no se tiene. Se llama crédito y, aunque es palabra difícil de pronunciar, quizá consiga M. Rajoy entender su mecanismo si alguien se lo explica en términos sencillos de "un plato es un plato y un crédito, un crédito". La oposición le mostró ayer que todos sabemos en dónde está el dinero que "no está": en el robo de los 60.000 millones del fondo de pensiones; en las amnistías fiscales a los sinvergüenzas patrióticos de las cuentas en Suiza; en comprar medios y periodistas; en construir obras faraónicas al servicio de la megalomanía del cacique pepero de turno; en rescatar autopistas ruinosas para entregárselas a los amigos a que hagan otro negocio seguros de que, cuando vuelvan a fracasar, el gobierno obligará a los contribuyentes -a los pensionistas- a rescatarlas de nuevo;  en comprar armamento complicado que los militares españoles no saben manejar; en robarlo directamente, a través de sobresueldos de la caja B.

En la ssión parlamentaria de ayer, la oposición domesticada se atrevió a alzar tímidamente la voz y muy orgullosa, señala las intervenciones de Iglesias como si estuviera retando valientemente a las potencias del averno cuando solo estaba diciendo con toda timidez  la centésima parte de lo que este asaltacaminos merece y todo el mundo en el país conoce: que es un truhán sin escrúpulos que consagrado como principio el gobierno impune de un puñado de franquistas ladrones e imbéciles. Para lo primero, basta con mirarlo a él; para lo segundo a cualquiera de sus pintorescos ministras y ministros.  Las promesas de este embustero compulsivo han acabado en el mayor y más injusto ataque a los pensionistas que estos han padecido nunca porque están indefensos, no tienen partidos políticos y los que hay, aunque digan lo contrario, no se ocupan de ellos. Emepuntorajoy, el de los sobresueldos, ha transferido las rentas del trabajo y las pensiones a los empresarios y financieros, en la expectativa de que los jubilados se resignarían y, tras algunas manifestaciones, la calle se calmaría.

Y la calle no se calma porque la banda de ladrones del Sobresueldos no ha dejado de robar. Los pensionistas vuelven a manifestarse y los policías y jueces al servicio del PP tratan de distraer la atención de la sublevación gris empapelando independentistas con una causa general de estilo franquista contra el 155. La oposición mayoritaria  en el Congreso es incapaz de tumbar leyes inicuas de la legislatura anterior, como la reforma laboral, la Ley Mordaza y otras vergüenzas de este jaez. Y ni siquiera apoya una mera reclamación frente a una injusticia sangrante. Que la mayoría -sí, la mayoría de diputados de la izquierda- sea incapaz de obligar al gobierno a dejar de torturar a los presos políticos y sus familias y niños, acercándolos a sus lugares de residencia muestra que, por muy ladrón que sea el gobierno del PP, cuando se trata de machacar a los catalanes, cuenta con el vergonzoso silencio de sus sedicentes críticos, sean del PSOE o de Podemos.

La banda de ladrones y criminales en sus diferentes destinos podrán considerarse como un solo ministerio, alimentado por fondos de reptiles procedentes del blanqueo de dinero y el robo pero esto no es suficiente para su narcisismo y megalomanía. Necesitan la mentira como base esencial del equilibrio personal. La mentira es el verdadero fundamento del gobierno pepero. La mentira como base de su discurso. La derecha mintió con la barbarie de la guerra del Irak, la guerra civil posterior; miente todos los días y a todas horas del día con sus aparatos de propaganda audiovisuales y su prensa lacaya; miente en todo lo que tiene que ver la corrupción de la que se han beneficiado el PP colectivamente y algunos de sus miembros individualmente que son los que (más) se forraron.

Mentira, también, de arriba abajo todo lo que tiene que ver con Catalunya. Todo lo que el gobierno y sus medios dicen sobre CAT es falso, como todo lo que dicen sobre sondeos y encuestas y, sobre todo lo demás.  Como sus estadísticas, sus declaraciones y su postverdad. En CAT eso puede superarse mediante una sencilla medida: endavant cap a la República Catalana.
Donec perficiam.

Nuestra República



Hoy nos veremos en Hostalric, a hablar un rato  sobre la República que estem a fer entre totes, exactament com els espanyols diuen que van fer amb una constitució que els va donar la divina providencia. 

La República Catalana está ya in fieri, va haciéndose poco a poco, con cada acto de resistencia, cada manifestación, cada protesta, cada día de cárcel de nuestros presos, cada decisión del Parlament, cada exilio, cada porrazo, cada auto del inefable juez Llarena. Sale de lo más profundo de un movimiento que se mantiene firme y vigilante y evita que los políticos a su vez desfallezcan o se disgreguen.

Y es ya el acontecimiento más importante a escala europea que se sigue con gran interés en todo el continente. De aquí que haya sido un gran acierto internacionalizar el  conflicto con los exilios de Puigdemont y Gabriel. Ahora, Ponsatí retorna a Escocia. Ya tenemos otro punto de fricción con el Reino Unido. Y, además, Puigdemont ha pedido y logrado el permiso de las autoridades suizas para viajar al país y mantener en él actividades políticas, la primera de las cuales, sin duda, será reunirse con Anna Gabriel y continuar coordinando la acción exterior de la República. 

Esta echa a andar en condiciones muy difíciles, pero nunca serán lo bastante para acabar con ella y con el movimiento independentista. Quienes ha resistido 300 años de intento de aniquilación cultural y nacional, pueden resistir diez más; quienes han resistido el mismo intento reforzado en los últimos 10 años, desde el nuevo asalto a partir de 2008, pueden resistir diez meses más; quienes han resistido diez mesess, pueden aguantar diez semanas más a partir de ahora hasta que el inicuo e ilegítimo poder central admita su impotencia y acabe desistiendo y entendiendo que el restablecimiento de la "normalidad institucional" en la que tan interesados están solo se logrará reconociendo el resultado de las elecciones del 21 de diciembre, permitiendo la investidura del presidente legítimo, Puigdemont, liberando a los presos políticos y facilitando el retorno de los exiliados y negociando civilizadamente con una Generalitat comprometida con el mandato recibido el 1-O.

Aunque a veces la impaciencia nos acicatee, el tiempo trabaja a nuestro favor por una serie de razones de las que hablaremos hoy en Hostalric. Allí nos vemos.

dimecres, 14 de març del 2018

Via lliure a la República.

Hoy, Palinuro estará en la cárcel en Mataró. Pero, gracias a la infinita misericordia de los patrióticos carceleros españoles, cuenta con estar libre luego por la noche,  o todo lo libre que se puede estar en un país en el que hay gente en la cárcel por cantar, por hacer chistes, por discutir en un bar, por manifestarse pacíficamente o por lo que les dé la ganas a los jueces. Una vez, pues, moderadamente libre, viajero incansable, mañana se acercará a Hostalric, a hablar un rato con los amigos sobre la República que estem a fer entre totes, exactament com els espanyols diuen que van fer amb una constitució que els va donar la divina providencia. 

La República Catalana está ya in fieri, va haciéndose poco a poco, con cada acto de resistencia, cada manifestación, cada protesta, cada día de cárcel de nuestros presos, cada decisión del Parlament, cada exilio, cada porrazo, cada auto del inefable juez Llarena. Sale de lo más profundo de un movimiento que se mantiene firme y vigilante y evita que los políticos a su vez desfallezcan o se disgreguen. 

Y es ya el acontecimiento más importante a escala europea que se sigue con gran interés en todo el continente.

De todo ello hablaremos mañana.

La República, como el camino, se hace andando, companys

Aquí mi artículo de hoy en elMón.cat, titulado Las instituciones y las conviciones. Sí, una paráfrasis de la dualidad de Francesco Alberoni, Movimiento e institución, con más sentido político y menos histórico. El resumen resumidísimo, azoriniano y gracianesco al tiempo del artículo es sencillo: las instituciones de la Monarquía española no aguantan el movimiento independentista. Le crujen las cuadernas y en cualquier momento se irá a pique con toda su tripulación de ratas diputadas con sus estratosféricos sueldos de seis, siete, ocho mil euros al mes (más canonjías, privilegios, subsidios, enchufes y regalos) en un país en el que muchos niños y viejos pasan hambre, los jóvenes no pueden siquiera emanciparse y una clase política de ladrones y sinvergüenzas parasita los recursos de todos, los roban y se los entregan a la banca. Y he dicho el movimiento independentista, el único capaz de hacerlo. Los demás, todos los demás, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) viven de un sistema corrupto que los ha alzado en donde están por su insuperable incompetencia y colaboran con él, unos porque son él mismo y otros porque no saben nada mejor que hacer. 

Ayer, la podrida nao de la monarquía borbónica (esa que entusiasma al "republicano" Pedro Sánchez), chocó con el escollo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que decidió que quemar la bandera del propio país no es delito y está amparado por la libertad de expresión. Eso ya lo había dicho en 1989 el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en el caso Texas v. Johnson. La enmienda primera de la Constitución (free speech) entre otras cosas, protege el derecho de los ciudadanos estadounidenses a quemar la bandera nacional en público. 

En Estados Unidos. En 1989. Hace casi 30 años. Y en Europa, ayer.

Pero no importa: la gran nación española de Emepuntorajoy, Neoprimo de Rivera y el repunárquico Sánchez, prodigio de modernidad y libertades, sigue sosteniendo que insultar a esto, aquello, lo otro o lo de más allá que estos tres cantamañanas respetan es un delito. 

Así que en España sigue siendo delito decir lo que se piensa, como en tiempos de Quevedo y la Inquisición, con jueces siervos del poder despótico y políticos que, si no son ladrones o macarras, son franquistas, o las tres cosas a la vez.

En fin, aquí la versión castellana de la pieza. Y perdón por el desahogo. Espero se entienda que un país que encarcela a Valtonyc, Pablo Hasel, Junqueras, los Jordis, Forn, etc (todos presos políticos) y deja en libertad a Urdangarin, Rato, la Borbona, Albiol, Villalobos, Hernando, etc es basura. 


Las instituciones y las convicciones
                                                                                                              
Las instituciones tienen una dinámica; las convicciones, otra. La República Catalana carece de instituciones y se ve obligada a desarrollarse en el marco institucional del Estado. Por eso, parecida a la crisálida, no se mueve, no se agita, acepta las imposiciones institucionales del 155 y aplaza sus convocatorias, en tanto va adquiriendo los caracteres de la imago adulta a golpe de convicciones.

El independentismo, el movimiento del que surge esa república, cuyos representantes más eximios están en el exilio o en la cárcel, es el campo de las convicciones. Son estas las que están en juego frente a las instituciones del Estado. Por eso, al no poder ir este en contra de unas instituciones republicanas inexistentes, persigue las convicciones, las ideas. Por más que quiera disimularse, los presos independentistas son presos políticos porque son presos de conciencia.  

Pedir que acate la legalidad y la Constitución de un Estado alguien que cuestiona la base misma de legitimidad de esa Constitución, es pedir lo excusado si todo el mundo se atiene a su palabra. Se puede decir que si, en verdad, objetar a la legitimidad de una norma es cosa seria, no puede considerarse como un derecho y menos de una persona o grupo de personas. Ningún ordenamiento jurídico sobreviviría si los ciudadanos pudieran decidir libremente si obedecen o no a la ley, según sus convicciones.

Se recuerda entonces que el cuestionamiento de la legitimidad del orden constitucional no es una manía de una persona, un grupo o un partido (que podrían serlo) sino una reivindicación de millones de personas, en Catalunya, prácticamente la mitad de la población y una mayoría absoluta en el Parlamento. Por eso se ha dicho siempre que la cuestión no era judicial ni de orden público sino de naturaleza política y de crisis constitucional, siendo necesario resolverla por la vía de la negociación política.

No hay otra salida. Si la mayoría del Parlament rechaza los supuestos básicos institucionales sobre los cuales está constituido ese Parlament, todos sus actos serán contrarios a la legalidad vigente e impugnables por naturaleza. La mayoría del Parlament rechaza la legitimidad de las instituciones españolas porque la mayoría de la población hace lo mismo. Si los tribunales de esas instituciones piden a los dirigentes acatamiento a una Constitución que rechazan, habrán de pedírsela a todos los independentistas y, si encarcelan a aquellos por razón de sus convicciones, tendrán que encarcelar a todos los que las compartan.

Condenar unas convicciones no puede hacerse en nombre del derecho y de la justicia, sino en nombre de otras convicciones. ¿Cuáles? En este caso, las de los gobernantes, los jueces del Supremo y la mayoría de la oposición parlamentaria, esto es, las de una idea de España que todos estos han heredado del franquismo y consagrado legalmente. No son jueces. Son comisarios políticos a las órdenes del mando. Y comisarios muy poco duchos en sus tareas judiciales.

Si organizar un referéndum como el del 1-0 es un delito, votar en él es otro y, salvo negligencia culpable, los tribunales españoles tendrán que abrir una causa general contra el independentismo, como hizo Franco con los republicanos. El independentismo es un delito, como el arrianismo era una herejía. Ese es el nivel de las instituciones franquistas al que se oponen las convicciones de los independentistas catalanes que son independentistas, entre otras cosas, por respeto a la democracia.

Frente a la convicción democrática del independentismo se da el cerrado franquismo de las instituciones españolas que heredan –y ejercen- el espíritu de la dictadura, ayer gracias al alzamiento militar de unos delincuentes; hoy gracias al art- 155 impuesto por otro. En realidad, la única diferencia entre el franquismo del 18 de julio y el del 155 es que este último también está apoyado por un partido, el PSOE que, en tiempos de la dictadura, decía estar en la oposición.

No es fantasía, aunque pueda parecerlo. La respuesta de los partidos dinásticos del régimen (PP, C’s y PSOE) a la reciente sentencia del TEDH sobre la quema de retratos del rey deja claro el interés de estos por reconstruir el franquismo en toda su extensión. Y, de paso, deja claro que, agotada la vía del acatamiento a unas instituciones tiránicas, solo queda desarrollar las republicanas con la fuerza de las convicciones independentistas, basada n la democracia y el Estado de derecho frente a la dictadura del 155.

Hoy en la cárcel de Mataró

Magnífica iniciativa la de Ómnium y la ANC. El nombre, un poble empresonat, está muy bien elegido. Los presos políticos independentistas (hay otros presos políticos en el Estado, pero lo son por otros motivos) son representantes populares o dirigentes de asociaciones legales. Al encarcelar a sus representantes, se encarcela a todo un pueblo. Y este lo hace notar y protesta por ello. 

Quienes han encarcelado a los dos Jordis, Junqueras y Forn calcularon que el hacerlo no ocasionaría actos, protestas, manifestaciones más allá de algunas simbólicas y de breve duración. Unos días de jaleos y protestas y, después, retorno a la normalidad de la vida cotidiana en la que el recuerdo de los presos iría desvaneciéndose poco a poco.

Sin embargo, desde el inicio del encarcelamiento, no ha pasado día en que, de una forma u otra, no se haya recordado a los presos o se les hayan mandado mensajes de solidaridad y apoyo. Actos institucionales de todo tipo, omnipresencia del amarillo por doquier, frecuencia de los lazos de ese color, actos, manifestaciones, veladas, conciertos. Los presos están permanentemente rodeados del afecto de la población.

La idea de este acto de varios días de duración, del miércoles 14 al domingo 19, es mostrar la solidaridad de un pueblo con sus dirigentes secuestrados. Es un procedimiento empático consistente en una especie de jaulas con barrotes, celdas que se instalan en mitad de la Plaça de Santa Anna y en las que nos encierran durante un par de horas en que, así encerrados, si no he entendido mal, departimos con el público. A Palinuro le corresponde de 19:00 a 21:00 y compartirá "cautiverio" con Mireia Boya en la celda contigua. 

El acto tiene también un elemento lúdico hecho de música, arte, butifarrada, etc. Que no todo ha de ser penar por la causa. 

dimarts, 13 de març del 2018

Mañana, en la cárcel en Mataró

Magnífica iniciativa la de Ómnium y la ANC. El nombre, un poble empresonat, está muy bien elegido. Los presos políticos independentistas (hay otros presos políticos en el Estado, pero lo son por otros motivos) son representantes populares o dirigentes de asociaciones legales. Al encarcelar a sus representantes, se encarcela a todo un pueblo. Y este lo hace notar y protesta por ello. 

Quienes han encarcelado a los dos Jordis, Junqueras y Forn calcularon que el hacerlo no ocasionaría actos, protestas, manifestaciones más allá de algunas simbólicas y de breve duración. Unos días de jaleos y protestas y, después, retorno a la normalidad de la vida cotidiana en la que el recuerdo de los presos iría desvaneciéndose poco a poco.

Sin embargo, desde el inicio del encarcelamiento, no ha pasado día en que, de una forma u otra, no se haya recordado a los presos o se les hayan mandado mensajes de solidaridad y apoyo. Actos institucionales de todo tipo, omnipresencia del amarillo por doquier, frecuencia de los lazos de ese color, actos, manifestaciones, veladas, conciertos. Los presos están permanentemente rodeados del afecto de la población.

La idea de este acto de varios días de duración, del miércoles 14 al domingo 19, es mostrar la solidaridad de un pueblo con sus dirigentes secuestrados. Es un procedimiento empático consistente en una especie de jaulas con barrotes, celdas que se instalan en mitad de la Plaça de Santa Anna y en las que nos encierran durante un par de horas en que, así encerrados, si no he entendido mal, departimos con el público. A Palinuro le corresponde de 19:00 a 21:00 y compartirá "cautiverio" con Mireia Boya en la celda contigua. 

El acto tiene también un elemento lúdico hecho de música, arte, butifarrada, etc. Que no todo ha de ser penar por la causa. 

Un país amordazado

Al día siguiente de su triunfo electoral con mayoría absoluta en las elecciones del noviembre de 2011, el gobierno puso en marcha sus dos líneas fundamentales de acción con contundencia: 1ª) desmantelar el Estado del bienestar, hacer pagar la crisis a las clases trabajadoras, permitir mayor acumulación a la banca, reducir las pensiones de jubilación, etc. 2ª) eliminar los derechos de todo tipo de la ciudadanía, desde el derecho al aborto, hasta la libertad de expresión. Del éxito obtenido en la primera línea dan fe las manifestaciones de jubilados. Del de la segunda, este informe de Amnistía Internacional.

En lo referente a la libertad de expresión (y otrtos derechos concomitantes, como manifestación, reunión, etc), la saña del gobierno ha sido absoluta. De un lado, ha monopolizado el discurso público desde el primer momento, poniendo los medios audiovisuales públicos a su servicio incuestionable, como un verdadero aparato de propaganda y valiéndose de las arbitrarias subvenciones para comprar a los medios privados, singularmente los periódicos. Expresarse en estos medios en este momento solo es posible a favor del gobierno y vociferando. Y así como alienta y financia (sobre todo, financia, con dineros públicos) la ideología de la derecha, que es una mezcla de neoliberalismo de amigotes y nacionalcatolicismo, reprime con dureza toda manifestación contraria.

La reforma del código penal de 2015 y la promulgación de la Ley Mordaza ese mismo año que, a pesar de las muchas promesas de la oposición, sigue injustamente en vigor eran como un manto plomizo sobre las libertades ciudadanas, en especial la de expresión. Conjuntamente con otras medidas coadyuvantes, como el aumento de las tasas judiciales, se trataba de someter a la población por el temor. Los puntos que denuncia Amnistía Internacional, la indeterminación de los tipos delictivos, la excesiva cuantía de las multas, dejan a la ciudadanía en una situación de indefensión,agudizada por la naturaleza esencialmente interpretable de algunos delitos como el "enaltecimiento del terrorismo".

La Ley Mordaza, inspirada en la concepción del orden público del franquismo, pretende criminalizar la manifestación pública de opiniones y deja a los ciudadanos a merced de la arbitrariedad de la policía que goza de un exceso de atribuciones hasta el extremo de suplantar a los jueces. Y no es pura teoría. Mientras el ministerio perpetraba el proyecto de ley mal llamada de seguridad, la delegación del gobierno de Madrid, dirigida por Cristina Cifuentes, ya aplicaba en la práctica la concepción represiva del derecho de manifestación y la libertad de expresión que luego incorporaría la ley. La primera mordaza la impuso durante su mandato la señora Cifuentes, cuyos policías tan pronto cargaban contra la gente como identificaban a todos los transeúntes a su libre albedrío con las consiguientes multas.

La inseguridad de la vida amordazada llega al paroxismo cuando los jueces aplican una justicia política. Si eso está pasando o no se dilucida comparando cuántos ciudadanos de izquierda han sido procesados por "delitos" de expresión (enaltecimiento del terrorismo, insultos a esto o aquello, humillación de las víctimas, odio, etc) y cuántos de derecha y cuántos de extrema derecha. Cuántos tuiteros, titiriteros, cómicos de izquierda y cuántos de derecha. 

"Justicia" política la que se aplica en materia de ideas, convicciones, ideologías. Por más que los jueces tratan de dar al procesamiento de los independes una forma estrictamente jurídica, es patentemnte una causa política por razones de convicción. Escuchar que el acatamiento de la Constitución es una exigencia jurídica de trascendencia penal lleva a concluir que el procesamiento es inquisitorial y que, si los políticos niegan la libertad de expresión, los jueces van un paso más allá y niegan la libertad de conciencia.

Y ahí, ya estamos perdidos.





dilluns, 12 de març del 2018

Confucio contraataca

En la lucha secular entre el espíritu taoísta y el confuciano en China, el último acaba siempre ganando. Todo el mundo venera el taoísmo como sublime doctrina que predica la anulación del yo por inmersión en otro ente superior que se parece mucho a la nada; la prueba es que es idéntico al camino, al Tao. Pero todo el mundo también se atiene a la vida práctica sabiamente organizada en ritos, a ser posible ancestrales, como recomendaba Confucio. Y Confucio gana. Hubo una especie de débil intento de aprovechar el marxismo oficial en la China para relacionarlo con el taoísmo a través de la dialéctica por aquello de que todo es pasajero, pero cerró la tienda con la Revolución Cultural. Esta trajo trajo un confucianismo de pacotilla con  nuevos ritos contenidos en un Libro Rojo que venía a sustituir a las Analectas. Mao reverdeció al culto a Confucio y el actual presidente o "lider preeminente" cierra el círculo incorporando las enseñanzas del maestro a la Constitución mediante la correspondiente reforma constitucional aprobada, sin grandes debates,  por 2.958 votos a favor, 2 en contra y tres abstenciones. Un resultado así ahorra todo comentario que no sea una tomadura de pelo hablando por ejemplo de que los diputados de la Asamblea Popular Nacional parecen las figuras de terracota de Sechuan, 8.000, por cierto, y ninguna es igual a otra; no como los diputados.

El camarada Xi Jinping es ahora mismo secretario general del PCCh, presidente de la RPCh y presidente de la Comisión Militar Central. Tiene todos los poderes y, como los tiene todos, los usa para perpetuarse en el mando nombrándose presidente vitalicio. Tendencia frecuente en los países comunistas. El de Corea del norte es una dinastía. Putin le va en zaga si bien a este lo del comunismo  le queda ya lejos. El chino, de momento, va para vitalicio. Si también hereditario queda por ver. 

El juicio negativo que este hecho suele recibir (y negativo con matices pues a los chinos no se les critica mucho) es algo hipócrita. La reforma exquisitamente constitucional de Xi implica crear una dinastía de cargos vitalicios. El hilo conductor no es el hereditario ni el voto popular sino uno oligárquico, en cámara, como en el Vaticano para elegir Papa; decide el PCCh a través de la ANP y, en último término, la Comisión Militar, que para eso está.

Puede parecer criticable pero no más que usar el principio hereditario. Es verdad que el hereditario facilita los trámites formales de sucesión mientras que la oligárquica abre un periodo de confusa  batalla interna y juego sucio hasta que alguien se alza victorioso. A cambio tenemos la seguridad de que este ha sido el más hábil en la pelea mientras que tal cosa no puede asegurarse del principio hereditario.

La muerte del dictador

Muy interesante película, desigual en su desarrollo, pero muy rica de contenidos, sugerencias, guiños. Una mezcla de historia real contada en farsa pero muy bien documentada tanto en la forma como en el fondo. Y una crítica devastadora al estalinismo que lo es al comunismo en la medida en que este tenga algo de aquel. El director, Armando Ianucci, es un escocés conocido por sus sátiras políticas como prueba aquí también. La historia es francesa y está adaptada por el director. El resto es un relato cuyo ritmo frenético se apoya en una cámara que no se está quieta jamás, y que va desde unas horas antes de la muerte de Stalin a unas horas después del asesinato (o ejecución, según quién hable) de Laurenty Beria, el jefe de la NKVD.

El clima que la historia trasmite antes y después de la muerte de Stalin es el de una situación de inseguridad y conspiración permanente no solo en la lucha por el poder, sino por sobrevivir. El círculo inmediato de Stalin, el que tiene que bregar con la muerte y cómo "gestionarla", el presidium del Comité Central, son Malenkov, Molotov, Beria, Kruschef, Zhukov, Bulganin, Kaganovich y quizá me deje algún otro. Todos tramando la destrucción de otros, más o menos al estilo que vamos viendo en passant y escuchando en off, de ejecuciones sumarias con disparos a la cabeza en las celdas de la Lubianka.

Incidentalmente, las dictaduras suelen tener un problema a la hora de la sucesión, pues carecen de sucesor predefinido por algún criterio formal. Eso también pasaba a la de Franco, pero este suplió la carencia designando él mismo su sucesor y abriendo línea dinástica hasta el fin de los tiempos. Por eso dijo lo de "atado...". Los soviéticos, en cambio, no podían hacerlo así porque el principio que regía era el de la continuidad del partido pero sin que estuviera claro quién en concreto habría de ocupar los cargos que el finado dejaba. Y ahí se armaba la trifulca correspondiente, con los asesinatos de rigor.

La caracterización de los personajes es magnífica y la ambientación, estupenda. Las moles rusas del Kremlin, la Plaza Roja, San Pablo, los despachos, las salas de reuniones, las dachas, los grandes espacios para solemnidades, la permannete presencia de bustos del camarada Stalin.

En un primer momento se formó una troika entre Molotov, Malenkov y Beria, pero no duró nada porque nadie se fiaba de Beria que andaba siempre con listas de gente asesinable a la mañana siguiente y en las cuales podía estar cualquiera. Kruschef ganó la partida y consiguió el arresto y ejecución de Beria casi en un solo acto, entre otras cosas, para no darle tiempo a hablar. Luego sustituyó a Malenkov como secretario general en 1953 y como presidente del consejo de ministros en 1958. Por entonces ya se había producido el XX Congreso y, gracias a un informe secreto del camarada Kruschef, el mundo se enteró de que Stalin era un asesino. Como si fuera algo ignoto. A él, a su vez, lo sustituyeron antes de tiempo, es decir, antes de morirse de muerte natural o de la otra en 1964.

Pero la película se ceba en las relaciones personales entre los intervinientes, empapadas de un doble lenguaje porque todo cuanto se dice puede ser interpretado de forma torcida, quién sabe por qué. Es fama que en cierta ocasión, en una de las frecuentes fiestas del georgiano Stalin este pidió al ucraniano Kruschef que bailara una danza de su tierra. Cuando luego le preguntaron por qué había obedecido y bailado la danza parece que contestó: "si el camarada Stalin te pide que bailes, baila". 

Todo el episodio del concierto del comienzo de la historia es sensacional. Acabada la interpretación, con el público abandonando la sala y el director de escena secándose el sudor con un pañuelo, el camarada Stalin llama diciendo que el concierto le ha parecido estupendo y quiere la grabación. Grabación que no se ha hecho. La situación acaba siendo tremendamente cómica pero suena en ella un eco de las frecuentes intervenciones de Stalin en la escenificación de teatro u ópera en Moscú. Siempre se menciona una crítica reprobatoria aparecida en Pravda al día siguiente del estreno de Lady Macbeth, de Shostakovich. Todo el mundo sabía que aquella crítica era de Stalin y eso puso las cosas muy difíciles para el músico.

Seguro que cada espectador encontrará referencias que le confirmarán en lo bien documentada que está la peli. Cito una relevante: en su intento de demostrar que el asesino era Stalin y no él, Beria liberó a la esposa de Molotov, Polina Zhemchuzhina, una judía que fue arrestada en 1948 por orden de Stalin y recluida primero en la Lubianka y después una aldea perdida de la frontera sin que su marido supiera nada de ella. Y a pesar de todo, él siguió siendo miembro del presidium y compañero de Stalin. Es difícil entender cómo alguien de la condición de Beria podía aspirar a que le creyeran en nada. Pero más difícil es aun comprender cómo alguien puede compartir gobierno y francachelas con un tirano que tiene secuestrada a su mujer y quién sabe si no la ha asesinado. Esto es lo que hace tan difícil de entender el comportamiento de la gente que ha interiorizado el terror.

La historia mantiene el interés de una compañía que esté preparando febrilmente el escenario antes de alzar el telón mientras, al mismo tiempo, están asesinándose entre sí, como en la tragedia que van a representar. Hay momentos muy divertidos. 

Y aparece el teléfono rojo. Pero nadie le hace caso.


diumenge, 11 de març del 2018

El pueblo y los jueces

Cierta la crítica, con un matiz: el juez no es más importante; tiene más poder; o sea, más fuerza; la fuerza armada. Justo, ese es el nudo de la cuestión porque pone de relieve los dos distintos sentidos de la justicia que manejan las dos partes en este conflicto. Para el nacionalismo español se trata de un conflicto jurídico que oculta otro político; para el independentismo catalán, de un conflicto político que oculta otro jurídico. 

Habiendo derivado el gobierno la cuestión a los jueces se encuentra que estos, apreciando el factor político, le supeditan sus actos que, claro, ya no son de justicia. La razón es muy sencilla: la justicia se administra en nombre de la nación española (o del Rey, que es su símbolo). Por tanto, todo lo que atente contra aquella queda al margen de la justicia por razón de Estado. Privar a Sánchez del derecho de sufragio pasivo e interferir en las decisiones del Parlament no entran en las atribuciones del juez Llarena. Pero eso da igual porque él atiende ahora no a la justicia sino a la razón de Estado. Como se prueba por el hecho de que ni siquiera se preocupe por redactar unos autos con un mínimo nivel de elaboración jurídica. 

Al parapetarse detrás de los jueces, el gobierno deslegitima la función judicial y deja al descubierto la naturaleza política del conflicto. No parece importarle mucho. Lo único que necesita es la pura apariencia. Que las togas vayan por delante de las porras. El gobierno solicita la intervención de los tribunales. Estos acceden a sus peticiones porque coinciden con su punto de vista. La patria está en peligro.

Del lado independentista la situación es la inversa: se plantea un problema político que, en el fondo, requiere una solución jurídica mutuamente acordada. Pero el problema político tiene aristas difíciles de negociar. Es político porque siendo el independentismo republicano, no puede reconocer la base de legitimidad de la Monarquía y consiguientemente, tampoco de su legalidad. Ahí hay un punto de ruptura que solo se puede resolver políticamente pero se ha de consagrar en estructuras jurídicas.

Los indepes no pueden aceptar la supeditación de la justicia en España a la idea de la nación española que tiene casi la totalidad del Parlamento. Por eso apelan a la jurisdicción europea y la mundial en materia de derechos humanos. Por eso también internacionalizan el conflicto. Frente a la razón de Estado, que es la razón de la fuerza se invoca la justicia y la democracia. Son ideales, ciertamente, pero que consolidan la revolución catalana. 

dissabte, 10 de març del 2018

No hay vuelta atrás

¿Por dónde andábamos? Quien quiera seguir las peripecias del conflicto España/Catalunya tendrá que hacerse con una guía Michelin si es de la vieja escuela o trabajarse el Google maps si es de la nueva. En este momento tenemos pendencias con la justicia belga, la suiza y no sé si también hemos tocado la danesa, que no sería de extrañar dada la habilidad diplomática española. La cuestión se discute en el Parlamento europeo, ha llegado a la ONU, el lunes aterrizará en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y tengo entendido que Puigdemont ha recurrido su destitución vía 155 ante algún otro alto organismo judicial.

Lo que en un principio se llamó "internacionalización del conflicto" ahora es ya "globalización". Los catalanes son hoy más famosos en Europa que los hugonotes en las guerras de religión. Catalunya y los països catalans se han paseado por todos los noticiarios de Europa y América. Otro éxito sin precedentes de M. Rajoy, que está encantado de explicar al mundo en las muchas lenguas que domina los esfuerzos de España por mantener la ley y el orden y la monarquía y el Ibex35 y el 155 y proteger a Catalunya contra sí misma, corroída, como está por el virus del separatismo.

El juez Llarena no permite a Sánchez ejercer su derecho de sufragio pasivo. Hace muy bien. Él no está ahí para proteger los derechos del ciudadano Sánchez, sino para proteger los de la sociedad de que el presunto delincuente Sánchez no cometa más delitos de los que se presume haya podido cometer. Si el preso preventivo Sánchez siente que se han coartado sus derechos, es libre de recurrir por la vía que corresponda pues esto es un Estado de derecho. Y, después de un tiempo, el asunto puede recaer en algún juez amigo que... y así hasta el infinito. El Tribunal Supremo actúa como un órgano del gobierno, al igual que el Tribunal Constitucional. Es la unidad funcional de los poderes en situación de suprema urgencia para la Patria. El Parlamento no existe salvo para que los diputados hagan valientes alegatos y se abucheen y aplaudan, como en las peleas de barrio. 

¿A dónde los lleva eso? A nada. Con Sánchez bien encerrado, la CUP votaría una investidura de Turull. Bueno pero, antes, habrá que esperar a la decisión del TEDH. Luego, habrá que estudiarla y actuar en consecuencia. La investidura de Turull en su momento es factible. Para los indepes, todas las investiduras han sido factibles desde el principio, empezando por la muy lógica y legítima de Puigdemont. Son los otros quienes han puesto pegas, distingos, prohibiciones. 

¿Para qué les ha servido? Para nada. Alguien tendrá que ser presidente de la Generalitat. Y alguien del bloque independentista. Y lo será. Y ¿qué hará?

Pedirá el levantamiento del 155, la libertad de los presos políticos, el retorno de los exiliados y la cancelación de las actividades represivas por las vías civil, fiscal y penal de los perseguidos por su independentismo. A continuación pondrá en marcha un proceso materialmente constituyente, lo llame así  o no. El Parlament actuará como órgano soberano, cosa que el Tribunal Constitucional prohibirá según le entre por el whatsap. La Generalitat opondrá una "desobediencia republicana" y ahí surge el conflicto de nuevo. Si la reacción del Estado es la vuelta al 155, más represión y más judicialización, no habrá salida. Por mucho que M. Rajoy invoque el "retorno a la normalidad" esta está tan cerca como la Ultima Thule. La revolución catalana no tiene vuelta atrás. Lo que se puso en marcha el 1-O no se para. 

A lo mejor a alguien se le ocurre que quizá no sea mala idea sentarse a negociar una solución política. Quedamos en que en ausencia de violencia en España podía hablarse de todo. Aquí la única violencia que ha habido la han practicado el Estado y las bandas de extrema derecha. 

Corresponde cumplir la palabra; sentarse y hablar.

¡Ah! Y en público.