dilluns, 21 de juliol del 2008

Los expertos en crisis.

Parece que a mediados de esta semana el señor Rodríguez Zapatero se reunirá con un grupo de distinguidos economistas con el fin de que lo ilustren acerca de ese asunto al que todo el mundo menos él y sus más íntimos colaboradores llama crisis. Teniendo en cuenta que el estallido de las subprimes, que se da como comienzo de la historia, se produjo en el verano de 2007, puede decirse que ha necesitado un año para percatarse de la complejidad de un fenómeno sobre el que tanto él como su gobierno llevan doce meses hablando e incluso estableciendo calendarios y fechas. Que si los precios se estabilizarán en dos o tres meses, que si habremos tocado fondo a fines de año y a continuación comenzará la recuperación o que si ya hemos dejado atrás lo más grave. Una de las opiniones más insólitas es la del ministro Sebastián quien, por razones de todo punto incomprensibles, tiene de antiguo el oído presidencial y el año pasado aún auguraba que el asunto quedaría en una "anécdota de 2007", como el que habla de una inundación o un incendio fortuito. Un año para reconocer que su gente no sabe lo que se trae entre manos ni cómo abordarlo por lo que ahora viene a ser necesario recurrir a expertos externos. Como si dijéramos, un outsourcing de conocimientos económicos.

Además de ver cómo se solventan las inevitables pelusas que con esta decisión se suscitarán entre los expertos internos quienes ven que se menosprecia su trabajo y los puentean con afuereños, la cuestión reside en averiguar por qué el parecer de estos habrá de tener más peso que el de los otros en materias perfectamente opinables. Es más, si todos estos convocados son como el economista representante de Cajamadrid, que tiene pillados mil millones de euros en un crédito a esa empresa Martinsa en concurso de acreedores a base de una tasación inflada hecha por una filial suya, casi fuera mejor que el señor Rodríguez Zapatero se hiciera asesorar por un grupo de sacerdotes de Manitú.

El mismo presidente no parece abrigar mucha confianza en el resultado de su decisión y la ha coronado con otra insólita en estos pagos, consistente en reunir el Consejo de Ministros el catorce de agosto, en mitad de sus bien ganadas vacaciones, para ponderar cómo pinten por entonces las cosas con vistas al comienzo del curso político en septiembre. He tratado de entender qué sentido tenga esa convocatoria y no le encuentro ninguno, aparte del muy obvio de insinuar que es tal la solícita preocupación del Gobierno con los cientos de miles de familias que están pasándolo mal que interrumpe sus vacaciones para hacer una especie de reflexión colectiva o tertulia veraniega pues tampoco parece que por esas fechas, con el país entero en periodo vacacional, pueda hacerse mucho más que promesas.

Resulta patente que en la parte más hispánica de la crisis, esto es, lo concerniente al ladrillo y la actividad abusiva de las empresas constructoras que han estado forrándose en todos estos años a costa de la gente, el Gobierno está dividido entre quienes quieren ayudar a los empresarios y quienes pretenden que el mercado efectúe los ajustes de rigor, sin comprometer dineros públicos. Los primeros parecen estar encabezados por el ministro Sebastián, verdadero representante del que podríamos llamar "socialismo de los ricos" que consiste en que las construtoras e inmobiliarias privaticen los beneficios y socialicen las pérdidas. Le acompañan las ministras de la vivienda pasadas y presentes que deben de tener el record en disparatadas declaraciones siempre a favor de los empresarios/especuladores y en contra de los intereses de la gente. Es un grupo de presión muy fuerte en el Gobierno cuya idea, en definitiva, consiste en resolver el problema del pinchazo de la burbuja inmobiliaria provocando otra. Frente a él se encuentra el otro grupo menos irresponsable, encabezado por el señor Solbes y partidario de no hacer nada. No es que sepa mejor que el primero cómo salir de la situación pero, cuando menos, tiene claro que no a base de huir hacia delante.

No estoy muy seguro de por cuál de los dos grupos de inclina el ánimo del presidente del Gobierno, aunque temo que por el primero, que parece caerle más simpático. De forma que si los expertos externos convocados a mediados de semana también son de ánimo alegre, que Dios nos coja confesados porque la reunión del catorce de agosto será para llorar.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).

Teruel, los Amantes y Cotarelo.

Después de participar en las jornadas de TICs y comunicación política, en el que también ha intervenido el senador Iñaki Anasagasti a cuenta de su blog de nombre Iñaki Anasagasti, nos fuimos a recorrer Teruel, a contemplar las magníficas torres mudéjares como la de San Martín, aquí a la izquierda, que le han valido a Teruel la designación de "patrimonio de la Humanidad", de la UNESCO, ese estúpido galardón que no puede tenerse de pie ante cualquier consideración crítica, por mínima que sea, pero que todo el mundo codicia con ahínco para fomentar su negocio turístico o reclamar subvenciones de acá o de allá. Y digo que es estúpido porque, sobre no añadir nada al valor artístico o paisajístico o cultural de los objetos que designa, pretende adjudicar una especie de propiedad o titularidad sobre un bien que jamás de los jamases ha estado en duda. Todo lo que laUNESCO designa patrimonio de la Humanidad era ya patrimonio de la Humanidad antes de que la UNESCO naciera. Y lo que no designa, también. Así que la organización podía haberse ahorrado la molestia y el ridículo, ya que el expediente sólo sirve para que los funcionarios internacionales justifiquen sus emolumentos y sus dietas y viáticos en los viajes a los lugares a los que van a "agraciar" con sus gracias.

Mucho menos conocido y celebrado que el mudéjar también el arte modernista (una especie de spill over catalán sobre las tierras de la Corona de Aragón) tiene dignos representantes en la capital del torico. No incluyo reproducción porque prefiero reservar el espacio para una de los célebres amantes en su mausoleo que fuimos a visitar, cómo no, porque es lugar casi obligado cuando se va con niños a los que hay que aleccionar desde chicos en los misterios del amor. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que en nuestra visita hay también un curioso elemento como de desagravio pues en la secular controversia acerca de la historicidad de los amantes, Juan Martínez de Marzilla e Isabel de Segura, el autor que asestó el golpe crítico más contundente y devastador a la leyenda fue precisamente mi bisabuelo don Emilio Cotarelo, en un ensayo titulado Sobre el origen y desarrollo de la leyenda de los amantes de Teruel, de 1903, publicado después como libro en 1907.

Desde entonces llevan los amantistas luchando denodadamente por demostrar de forma fehaciente que don Emilio estaba equivocado y que la leyenda tiene el riguroso origen histórico que ella se autoatribuye con fecha en 1217. Al respecto es de señalar que han hecho grandes avances puesto que descubrimientos documentales posteriores a la obra de mi antepasado, así como progresos en la lingüística histórica y disciplinas afines, permiten asegurar que ya se han levantado casi todas las objeciones de don Emilio; pero queda ese fatídico "casi". Aunque es parecer general entre los eruditos y estudiosos más solventes que ya "casi" cabe asegurarse la historicidad de los célebres amantes, sobrevive, ya digo, el "casi". Y mientras ese "casi" no esté eliminado, se mantendrá la hipótesis de mi bisabuelo de que la leyenda es una reelaboración de uno de los episodios del Decamerón, de Giovanni Bocaccio.

En el fondo, qué quieren Vds., el asunto no me parece muy relevante pues la leyenda me gusta en sí misma, como una variante de las de amores desgraciados, si bien en este caso con cierta impronta beatorra en la sumisión filial de Isabel y fijación con la virginidad, muy propias de la época, claro es. Y no hace falta decir que, cuando se descubra la prueba fehaciente de la tal historicidad, la leyenda no habrá ganado ni perdido nada porque el valor de las leyendas es de otro orden. Pero deseo que ese fin se alcance cuanto antes para que se cierre de una vez la herida en la negra honrilla turolense que, si bien no fue obra de mi antepasado (pues ya antes otros críticos pusieron en duda la historicidad de los personajes) sí alcanzó proporciones de llaga con su erudito estudio. Obsérvese cómo concluye el suyo un gran filólogo de Teruel, Conrado Guardiola Alcover, en una obra, La verdad actual sobre los Amantes de Teruel, Cartillas Turolenses, Instituto de Estudios Turolenses, 2004 (1ª ed.1998) en la que resume el estado reciente de la cuestión:

"De los seis puntos en que basó Cotarelo su teoría, cuatro han quedado desmentidos por la crítica moderna: la mención medieval que pedía existe; los documentos que despreció han salido a la luz con su nitidez original y han resultado auténticos; las obras literarias del siglo XVI no son la primera mención del tema amantístico; los estudios décimonónicos han sido superados por unos trabajos actuales que tienen, en su mayoría, todas las garantías exigibles. Sólo dos de sus argumentos pueden mantenerse y únicamente si se adopta una actitud rigurosamente positivista, como, en realidad, debe hacerse en toda cuestión tratada con seriedad científica. Es cierto que las momias no ofrecen la seguridad deseada para su identificación, pero el uso de este elemento como prueba ha perdido vigencia. Es exacto también decir que no hay en Teruel ni en España ningún texto ni referencia a los Amantes anterior a la fecha del Decamerón, 1350, pero los estudios comparativos e históricos han llegado a resultados que invalidan teóricamente las argumentaciones de Cotarelo. Por lo tanto, se puede afirmar que sus devastadoras conclusiones están hoy superadas en lo esencial, aunque todavía quede algún aspecto que deba explicarse con mayor firmeza." (p. 67)

Nada me alegrará más que, cuando mis hijos, los mayores y los pequeños, vuelvan a Teruel, vean que por fin se ha explicado "con mayor firmeza" lo que queda de las objeciones de su tatarabuelo en 1903.

Ciryl Connolly decía que ambicionaba escribir un libro que durase más de diez años, que era en donde tenía él fijado el grado de clásico. Si esto es así, don Emilio es diez veces clásico.

(La imagen de la torre de San Martín es una foto de Ángel de Olavide y la de los amantes una de Benet Joan Darder, ambas bajo licencia de Creative Commons).

Por la justicia

Pillo en el blog Viramundeando una campaña por la justicia y la libertad de las personas a la que me sumo de mil amores. Ignoro por qué la juez titular de Illescas ha impuesto una fianza de 133.333 € al alcalde de Izquierda Unida de Seseña, señor Manuel Fuentes, fruto de la querella que ha interpuesto contra él el señor Francisco Hernando (a) "el Pocero". Todo hace suponer que, a diferencia del anterior alcalde del lugar, el socialista José Luis Martín, procesado por prevaricación y que, al parecer, no ha sabido explicar el origen de su repentina fortuna, este otro es honrado y no se pliega a presiones ni chantajes, razón por la cual está ya ante los tribunales. Llevamos tanto tiempo pensando que la administración local está corrompida que si encontramos un alcalde honrado no nos lo creemos. Pero, además de sorprendernos, hay veces en que es necesario actuar y ésta es una de ellas si queremos que el alcalde honrado Manuel Fuentes pueda seguir gobernando ese municipio.

2105-0036-11-1242029983.

Es el número de cuenta que Izquierda Unida ha abierto en Caja Castilla-La Mancha para hacer frente a la citada fianza de 133.333 euros impuesta por la titular del juzgado nº4 de Illescas. Se nos pide solidaridad y se nos dice que, cuando se celebre la vista, se nos devolverán los cuartos que ahora entreguemos. Incluyo el número por si alguien decide hacer una aportación. Todo ayuda, Fuenteovejuna. Yo ya la he hecho y por eso animo a ello.

(La imagen es una foto de Samu73, llamada "colmenas humanas" bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 20 de juliol del 2008

Els catalans.

El señor Rodríguez Zapatero clausura hoy el congreso de los socialistas catalanes. Una prueba más de la centralidad del PSC en la vida política española. Porque no ha ido a la clausura de otros congresos socialistas, como el Aragón o Extremadura. Ciertamente, con sus veinticinco diputados en el Congreso y el hecho de ocupar la presidencia de la Generalitat, los socialistas catalanes son cruciales en la gobernación de España y la presencia del señor Rodríguez Zapatero es resultado de ese hecho obvio y conocido.

Pero precisamente tal centralidad catalana hace que las relaciones entre el PSC y el PSOE no estén exentas dificultades. Por lo demás algo habitual en el encaje de la "sección catalana" (por así decirlo) de cualquier partido español de ámbito estatal. Así sucedió tradicionalmente entre el Partido Comunista de España y su vertiente catalana, el Partit Socialista Unificat de Catalunya, cuando los partidos comunistas eran alguien en Europa y así está sucediendo (con sus pertinentes connotaciones) con el PP y el PPC. En resumen, la cuestión es siempre la misma: no hay modo de saber si el partido catalán es filial, asociado o sección del partido de ámbito estatal o es un partido federado o, incluso, una formación independiente que sólo coincide con el otro en el nombre. Una situación que refleja también la ambigüedad del encaje territorial de Cataluña en España, nunca enteramente resuelta.

En las relaciones entre el PSC y el PSOE, la ambigüedad es patente. El PSC no es una mera federación regional del PSOE, pero tampoco es un partido independiente. En el congreso, el secretario general, señor Montilla, ha dicho que los socialistas catalanes y Cataluña tendrán "voz propia" en España, en Europa y donde quiera haya que levantarla . La voz, dice el señor Montilla, "més exigent". La fórmula concreta de tener esa voz propia en España es constituir un grupo parlamentario propio en el Congreso, cosa que el de los socialistas catalanes ha vuelto a plantear, aunque sólo para dejarla en hibernación de momento. Se estará de acuerdo en que ser un único partido pero disponer de dos grupos parlamentarios (situación que ya se dio en el pasado) no es fácil de entender desde el punto de vista del principio tradicional de identidad que dice que A no puede ser A y no A al mismo tiempo.

Sucede que, para no ser un segundón sempiterno en la política catalana y hacer realidad su vocación de gobierno, el PSC se ve obligado a competir con la fuerza nacionalista más poderosa que es CiU en el terreno de esta misma, esto es, el nacionalismo. Así, los catalanistas en el seno del PSC han acabado imponiéndose y, gracias a ellos, está el PSC en la Generalitat. Pero ese giro tiene unas consecuencias. La más importante es la radicalización nacionalista de CiU, que se ha hecho soberanista, lo cual obliga al PSC, ya en esta dinámica, a contrarrestar la opción soberanista cosa que ha hecho el PSC declarando ser una nación con territorio, lengua y cultura propios y pidiendo una reforma constitucional en un sentido federalista lo que, en principio, no tiene por qué molestar al PSOE que es un partido que dice ser "federalista".

Ahora bien, el asunto sigue sin ser de fácil acomodo. En primer lugar porque no es el federalismo la opción que propicie CiU, a quien fastidia el tono general igualitario del federalismo convencional, en donde todas las entidades subestatales son iguales. El catalanismo no es federalista pero sí es posible que, a cuenta de la reivindicación federal, CiU radicalice aun más su discurso en un sentido independentista.

Y todo para nada porque, estas alturas del desarrollo autonómico, la reforma federal de la Constitución será problemática (ya que la gente tiene asociado el federalismo al peligro de la desintegración de España) pero no variará sensiblemente la planta autonómica del Estado que es, de hecho, un Estado federal. Es decir, la solicitud de reforma federalista habría de entenderse en el sentido de que los socialistas más catalanistas han colocado un "brindis al sol" en su Congreso, de no ser porque los tales socialistas no suelen hacer brindis al sol.

En efecto, lo que verdaderamente traduce el espíritu de la propuesta federalista es la ambigüedad de que se hablaba más arriba. En el fondo, la petición de Cataluña es a ser tratada en el conjunto deEspaña como un aeque pincipaliter, lo cual deja poco lugar a federalismo alguno y se abre más a la idea de iberismo que se ha resucitado a raíz de que en una encuesta no hace mucho en Portugal, el40% de los encuestados dijera que quería una unión con España. No ha lugar a unificación alguna porque, en contra de lo que creen muchos portugueses difícilmente se encontrará un 40% de españoles partidario de esa uniòn.

Y, en definitiva, el iberismo ¿qué es? Cuestión nada trasparente porque significa cosas distintas para los distintos autores pero sí se podrá decir que, sea lo que sea, lo que es indudable es que es una forma de organización confederal. Y esa sí que tiene peligros para España.

(La imagen es un cartel en las recientes elecciones en Italia, un cartel de la Lega Nord, cuyo obetivo final es la independencia del norte de Italia a lo que llama "la Padania")

La fuerza de la ironía.

Dejamos a nosa terra galega con harto dolor de nuestro corazón y nos trasladamos a Teruel, capital del mudéjar, en el ánimo de participar en unas jornadas de la Fundación Aragón XXI sobre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en la comunicación política, y de dejarnos caer después por la Expo de Zaragoza. Pero antes visitamos algunas exposiciones en A Coruña de las que me gustaría dejar cumplida cuenta y así iré haciendo en sucesivas entregas. La primera fue una de dibujos de Castelao, de su época de as cousas da vida, que recogen sus aportaciones satíricas, costumbristas, críticas, un poco amargas, para las publicaciones de los años veinte, más o menos contemporáneas de su época macabrista del olho de vidrio.

En el fondo de mi educación, no galleguista, pero sí de culto familiar al galleguismo de mi abuelo Armando hay dos gallegos que ocupan un lugar preferente: Rosalía y Castelao; la poética de la primera, cuyos versos rezuman la magia de un paísaje exterior que reproduce la melancolía del interior y el valor, la crítica, la sátira y sobre todo la ironía fatalista del segundo con sus dotes de publicista que participó activamente en la guerra civil del lado republicano y le costó morir en el exilio.

Los dibujos de Castelao son siempre de trazo limpio y simple, en la línea modernista con claras aportaciones expresionistas. Me recuerda mucho a Bagaria con algunos toques de Penagos y la influencia de las vanguardias de la época, singularmente la catalana de los Rusiñol y Casas, la más abierta a Europa. Eso en cuanto a la forma. En cuanto al fondo Castelao reedita aumentada la tradición ilustrada española de crítica al atraso de la patria a causa de sus defectos de gobierno y organización, a causa de la desigualdad, los abusos, el caciquismo, la desidia económica, la desorganización hacendística, la incuria administrativa, la mano alta del clero. Se refleja así un panorama de abandono y decadencia cuyos resultados son la miseria, la ignorancia, la opresión y, como único modo de escapar a todo ello, la emigración, recurso muy típico de la Galicia de su tiempo y que tanto contrasta con la situación actual de la inmigración en España. El dibujo de la derecha (Aprende, Xan, de 1923) del señoritingo cacique que habla español mientra que el otro fala galego, casi parece una continuación del "vuelva Vd. mañana" de Larra, socialmente empeorado. Toda la serie de as cousas da vida se lee como un largo lamento del regeneracionismo español y específicamente el gallego de cuya profunda esencia resignada y fatalista da cuenta el autor con ironía, a veces dramática, a veces festiva pero siempre con carga social.

Al estallar la guerra civil Castelao se radicalizó, como si el conflicto le hubiera insuflado una nueva fe en la posibilidad de revertir aquel secular e injusto estado de cosas que llevaba años denunciando. Por ello, aunque Galicia cayó pronto en las garras de los sediciosos, él siguió la lucha y puso su fogosa publicística y su arte al servicio de la República y de la denuncia de las barbaridades de los fascistas. Algunas de sus obras más célebres y de mayor fuerza (por ejemplo, A derradeira lección do mestre que nadie me quita de la cabeza que inspiró la magnífica La lengua de la mariposa) datan de esta época. No están en la exposición que sólo versa sobre los fondos de As cousas da vida que tiene la Caixa Galicia, a quien hay que felicitar por esta exposición, pero aprovecharé la primera oportunidad que tenga para dar cuenta de ellas.

dissabte, 19 de juliol del 2008

El autor intelectual.

Daba servidor por supuesto que, al conocerse la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 11-M, cesaría la payasada de los bulos de los de la kangoo, el bórico, la cadena de custodia, la dinamita y el Conde de Montecristo. Era mucho dar por supuesto. Me entero leyendo El Plural de que ayer hubo zafarrancho de combate en la COPE, en donde llamaron a las cosas por su nombre y declararon que el "régimen" ha dejado de ser un Estado de derecho. Si no es un Estado de derecho será una dictadura y una dictadura de los jueces dado que lo que enfurece a estos genios de la conspiración es una decisión judicial. ¡Caramba!

¿No será que, conmemorándose ayer el deciocho de julio, aniversario del Glorioso Alzamiento Nacional, a los intervinientes en el programa se les disparó la lengua? ¡Ah! ¿Quién lo diría? Setenta y dos años ya y aquí estamos, como en el primer día, dispuestos a cambiar de régimen. Con la Iglesia se cuenta, pero no con los militares ¡Malhaya la OTAN, cuna de masones, que ha convertido a los militares españoles en una especie de militares-civiles! Si no es por la OTAN ya estarían los cuartos de banderas en los cuarteles en ebullición. Ahora hay una expectativa razonable de carrera por los meandros de la Alianza y los oficiales más fogosos, que quieren entrar en acción, se apuntan a las misiones humanitarias, para llevar una vida de milicia posmoderna.

En fin, que dictamina el señor Trillo que nos quedamos sin saber quién fue el "autor intelectual" de la barbaridad del 11-M. Es que no es fácil encontrar "autores intelectuales" distintos de los materiales. ¿Quién fue el autor intelectual del asesinato del archiduque Francisco Fernando, en 1914? Quizá pueda decirse que el del atentado de Mateo Morral fuera Francisco Ferrer, aunque el tal Morral actuaba por su cuenta, pero ¿quién fue el autor intelectual del asesinato de Carnot, de Cánovas del Castillo o de Abraham Lincoln? ¿Quién el de la matanza de Peterloo? ¿Quién el del Paso de las Termópilas? Los autores intelectuales separados de los materiales no caen del cielo. Por lo general, quien realiza los hechos es quien los ha pensado y planeado previamente, porque suele ser el único de quien él mismo puede fiarse al cien por cien. Véase el caso del Solitario. Planeaba sus operaciones por escrito, como si fueran acciones militares, que en cierto modo lo eran.

Por lo demás, lo único que interesa al Derecho es la autoría material que ya contiene suficiente autoría intelectual en sí misma dado que los seres humanos son responsables de sus actos salvo algún caso excepcionalísimo que no se da aquí. ¿Que, además de esa responsabilidad genérica se quiera ver otra específica, una influencia inductora maligna, como una especie de mesmerización? No creo que nadie se niegue apriori a comprobar cómo efectivamente algún fenómeno paranormal resulta real. Pero hay que demostrarlo; hay que probar que las mesas se mueven solas, las cucharillas se doblan también solas, las velas se apagan sin aire y el ácido bórico, además de matar cucarachas, mata cristianos. En tanto no suceda tal cosa, los que han puesto las bombas son los que pensaron en poner las bombas, que no es necesario ser muy excéntrico para admitir inferencia tan baladí.

La fábula de la crítica a la "versión oficial" es que ni siquiera es una historia alternativa medianamente creíble. Es más, en algunos momentos ha llegado a ser de cine, como esa "explicación" según la cual los cuerpos de los suicidas de Leganés no son el resultado de la explosión sino que ya estaban allí cadáveres antes de la deflagración habíendo llegado congelados, como un pescado de la empresa criogesa. Francamente resulta difícil de comprender que gente mayor de edad interrumpa sus vacaciones para atorrar el espacio radioeléctrico con ese tipo de majaderías u otras de similar jaez. A lo mejor es que echan tan en falta el "autor intelectual" porque son ellos los que lo necesitan y no lo encuentran; alguien que razone por ellos.

Curiosamente es algo parecido a lo que sucede con los gobernantes, especialmente estos, que tratan de escabullirse de la realidad a base de circunloquios y de anatematizar palabras. Llega un momento en que se quedan sin discurso, como los conspiranoicos, y les vendría bien un "autor intelectual". Está claro que ponerse frente al Gobierno con decisión y firmeza y mucho optimismo tiene buena prensa, pero no basta. Luego hay que decir algo con sentido y, si no se puede echar la culpa al ácido bórico, habrá que buscar algo. El tacto, la buena mano y un poco de suerte ayudan, pero conviene no aburrir al auditorio que tiene tendencia a dormitar. Lo que sucede es que eso que los del ácido bórico tienen que lograr a base de reescribir La guerra de los mundos, el Gobierno lo tiene gratis a cuenta de una realidad turbulenta que lo supera a cada telediario. Es bueno tener las audiencias pendientes de uno pero llega a ser peligroso que vivan en un sobresalto, en zozobra, sin saber qué será de ellas en la siguiente media hora, esto es que vivan en una crisis permanente.

¡Ah, caramba! ¿Quién será el autor intelectual de la crisis? Creo que el presidente Rodríguez Zapatero, muy preocupado por hallarlo ha hecho lo que hace siempre en estos casos: nombrar una comisión de expertos. Como con la tele. Luego de seis meses, cuando la crisis sea pasado, la comisión dictaminará, como suele, que un caballo es un dromedario y la crisis no más que una aceleración coyuntural de la desaceleración del crecimiento contrario al crecimiento negativo. O sea, para entendernos, el ácido bórico.

Las mágenes son tres dibujos del Pére Ubu, del mismo Alfred Jarry, de 1903, 1896 y 1897.

divendres, 18 de juliol del 2008

Se acabó la payasada.

Sabido es que en los procesos penales, en donde se enfrentan intereses contrarios, la única verdad que puede quedar razonablemente establecida es la verdad judicial que, por regla general, nunca deja enteramente satisfecha a ninguna de las partes, pero que es la única que un orden social racional puede admitir. Ante toda sentencia que cierra un caso y sin contar con la eventualidad, siempre posible, de un error, la verdad habrá de ser la que digan los tribunales que ha sido. Frente a ella siempre será posible sostener hipótesis distintas más o menos fundadas o fantásticas, siempre se podrá decir que la sentencia no condena a todos los culpables o no todos los condenados son culpables, pero esas especulaciones no pueden gozar de operatividad social alguna.

En el caso del 11-M, la sentencia que ayer dio a conocer el Tribunal Supremo cierra el proceso definitivamente con unos condenados, unos absueltos y una interpretación de los hechos razonablemente fundamentada que atribuye el atentado a una célula yihadista y excluye toda participación de otras instancias delictivas, ETA, policías corruptas, el PSOE o cualesquiera otras tenebrosas conjuras que los partidarios de la llamada teoría de la conspiración han venido proponiendo durante años desde las páginas de El Mundo o Libertad Digital. No obstante es curioso comprobar cómo los mismos medios sostienen que la sentencia no prueba lo que prueba sino lo contrario, esto es, que no se conoce al "autor intelectual" del atentado y que las sucesivas memeces que se fueron argumentando a lo largo del proceso siguen en pie, que si la cadena de custodia, la kangoo o la dinamita utilizada. Por no hablar del uso torticero que se hace de la muy fundada observación del Supremo acerca de que los trenes se destruyeron demasiado pronto, precluyendo la posibilidad de posteriores exámenes, que viene a presentarse como la prueba del nueve de que el proceso es una chapuza. La sentencia pone fin a la payasada pero los payasos quieren seguir con la función, entre otras cosas porque es muy duro quedar tan evidentemente en ridículo.

Se comprende que quienes han estado cuatro años torpedeando el procedimiento hasta el momento mismo de la vista pública no están interesados en el descubrimiento de verdad alguna distinta de la que insidiosamente llaman "versión oficial" porque saben de sobra que no existe y que frente a la dicha "versión oficial" sólo tienen una serie de brumosas insinuaciones que ofrecer (y que la sentencia denuncia de forma meridianamente clara) cuya finalidad es deslegitimar el proceso, paralizarlo y dejarlo en el limbo de que todo sea posible para justificar retrospectivamente aquel delirio del Gobierno del PP en el año 2004 de colgar el atentado a ETA con el doble fin de escurrir el bulto por el disparate de la participación de España en la guerra del Irak y de ganar las elecciones.

Lo asombroso no es que unos orates o aprovechados hayan intentado colocar una historia de ufología para lo cual han dispuesto de medios escritos abundantes y hasta de un canal de televisión como TeleMadrid, puesta a su servicio por entero y de la difusión de todas las patrañas imaginables que pudieran obstaculizar la labor de la investigación, y que hayan intentado hacerlo en sede judicial; lo asombroso es que haya habido gente que diera crédito a semejante sarta de majaderías y, sobre todo, que éstas llegaran a ser esgrimidas por defensas y letrados en el curso del procedimiento en una vergonzosa falta de ética profesional.

Que los citados medios de la conspiración seguirán proponiéndola como "explicación" es muy de esperar por cuanto entra dentro de la mitología (de hecho ya lo han apuntado) según la cual corresponde a la prensa "de investigación" (que maldito lo que ha investigado en esta caso) la tarea de cumplir las funciones que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no cumplen. Por descontado, es una prolongación de la misma payasada; pero no cesará de repente sino que, como los viejos soldados, irá fading away.

(La imagen es una foto de Don Fulano, bajo licencia de Creative Commons).

La objetividad y el asesino.

Dice una noticia de Insurgente que la única conclusión a que se llegó en una intervención de su redactor Iñaki Errazkin en mi curso de la UIMP sobre el ciberespacio es que no existe la objetividad en el periodismo. Como si quisiera demostrarlo de modo práctico, el mismo Errazkin publica una crónica de Gara al respecto en el mismo medio, InSurGente, y aprovecha para llamar "preso político" a un asesino con veinticinco vidas sobre su conciencia.

El ejemplo viene como anillo al dedo. En brevísimo resumen la historia es la siguiente: algo así como dos años o año y medio antes de que el asesino De Juana estuviera a punto de salir a la calle por haber cumplido su condena, el Gobierno socialista puso en marcha un proceso indigno a base de retorcer leyes y procedimientos para conseguir contra todo derecho y justicia que el dicho asesino no pudiera salir en libertad. Las correspondientes instancias judiciales, en una muestra de abyecto servilismo a las órdenes políticas, condenaron al tantas veces citado criminal a una pena monstruosa por un supuesto delito que a todas luces no era tal. Recurrida la sentencia ante la instancia superior ésta corrigió el dislate de la primera pero no del todo, es decir, rebajó la pena mas no la anuló, que era lo que correspondía a la vista del atropello jurídico que significaba una condena retroactiva. Para el conjunto de los aparatos del Estado, instancias judiciales y fiscales que perpetraron el atropello, sus decisiones fueron “objetivas”. Para quienes denunciamos el atropello no fueron tal sino una muestra de abuso e injusticia disfrazados de legalidad judicial.

Para los amigos de De Juana éste no era un asesino injustamente tratado por los poderes públicos españoles sino un “preso político” que en un acto de “suprema dignidad”, habíase declarado en huelga de hambre para luchar por sus derechos. Esta visión sectaria e inmoral, consistente en embellecer la figura de un despiadado criminal era “objetiva” para ellos.

Entre tanto, en efecto, el señor De Juana habíase declarado en huelga de hambre en lucha por sus derechos, conculcados por la justicia que, al menos en su caso, estaba siendo injusta. Y algunos, como he dicho más arriba, denunciamos el atropello de que era víctima sin caer en la trampa de quienes pretendían presentarlo como un mártir, haciendo olvidar sus asesinatos. Porque el asunto no es inocente: llamar "preso político" a este criminal es denigrar a los miles de presos políticos que ha habido y hay en l mundo, gente que padece persecuión y cárcel por sus ideas, sin haber causado mal a nadie; es una infame extensión de significado, un abuso.

Hoy se repite aquella situación en buena medida y la raya entre lo objetivo y lo subjetivo pasa por el mismo lugar. El asesino De Juana ha cumplido ya su segunda condena y corresponde ponerlo en la calle sin dilaciones ni subterfugios porque tal es su derecho y defenderlo es una obligación moral.

Pero sin deslizarse hacia el campo de defensa del asesino, al punto de insinuar que no es tal. El señor De Juana tiene derecho a estar en libertad sin restricciones incluso en contra del parecer de las autoridades. Pero que eso no se le permita por la razón que sea, no lo convierte en un “preso político”, sino que seguirá siendo un criminal a quien quieren hacer una faena. Nada más. Eso es la objetividad. Para los de la milonga del “preso político”, la objetividad consiste en ocultar la criminalidad de su protegé, incluso a riesgo de cometer la injusticia con sus víctimas.

Un asesino es un asesino, incluso cuando alguien pretende cometer una injusticia con él.

(La imagen es una foto de Insurgente).

dijous, 17 de juliol del 2008

Retratos franquistas.

Según parece el señor José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, se niega a retirar los retratos de los tres servidores franquistas que presidieron las Cortes de 1942 a 1975. Aduce Bono que esos tres sujetos son ya historia, que forman parte de la de España, que ésta es un precipitado de lo bueno y de lo malo y que hay que quedarse con lo malo como nos quedamos con lo bueno, lo primero para que nos sirva de escarmiento y lo segundo de ejemplo.

Es lo que tienen los sistemas democráticos, que siempre que se pretende depurarlos, separándolos de posibles excrecencias, sale alguien tratando de moderar la depuración y hasta de eliminarla, aduciendo pretextos como el que esgrime el señor Bono. Por supuesto que estos tres individuos (más arriba puede verse a don Esteban Bilbao con el cardenal Pla y Deniel saludando ambos al estilo que les gustaba y a la derecha a don Antonio Iturmendi Bañales, el siguiente presidente, de 1951 a 1969) forman parte de la historia de España, como la forman Torquemada, Francisco de Asís de Borbón o Millán Astray, pero eso no nos obliga a poner sus retratos en los lugares públicos.

Se dice sin embargo que se trata de presidentes de las Cortes nos guste o no. Esto es una falacia: sin duda, los tres mendas fueron presidentes de algo que se llamó "las Cortes" como se pudo llamar Cámara de lameculos, con perdón, porque el órgano que presidieron no era una cámara legislativa y mucho menos representativa. Que no era representativa se echa de ver en que no se elegía por sufragio universal ni nada que se le pareciera. Que no era legisltiva se observa en la exposición de motivos de la Ley Constitutiva de las Cortes, de 17 de julio de1942 que dice textualmente que: "Continuando en la Jefatura del Estado la suprema potestad de dictar normas jurídicas de carácter general, en los términos de las Leyes de 30 de enero de 1938 y 8 de agosto de 1939, el órgano que se crea significará, autolimitación para una institución más sistemática del Poder". Dicho a las claras, el poder legislativo residía en el delincuente dictador; las Cortes no pintaban un pimiento.

A la izquierda el tercero de estos sujetos, Alejandro Rodríguez de Valcárcel quien presidió la cámara de los aplausos entre 1969 y 1976. Así pues, si estos tres no fueron presidentes de cámara legislativa ni representativa algunas, ¿por qué conservar sus retratos en lugar de mandarlos a algún lugar de la memoria donde estén más en su contexto, por ejemplo, en una galería de fascistas? Al fin y el cabo este Rodríguez de Valcárcel decía de sí mismo que: "La falange fue mi razón de ser; en ella nací a la vida de participación y de acción pública y a ella debo el principal bagaje de mi pensamiento».

¿O es que el señor Bono se siente idenificado con la tradición que representan estos esforzados servidores del Caudillo?

dimecres, 16 de juliol del 2008

Y no pasa nada.

1.- ¿Está Usted de acuerdo en apoyar un proceso de final dialogado de la violencia, si previamente ETA manifiesta de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la misma de una vez y para siempre?

2.- ¿Está Usted de acuerdo en que los partidos vascos, sin exclusiones, inicien un proceso de negociación para alcanzar un Acuerdo Democrático (sic) sobre el ejercicio del derecho a decidir del Pueblo Vasco (sic), y que dicho Acuerdo (sic) sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010?

Estas son las dos preguntas grandielocuentemente redactadas que el lehendakari Ibarretxe pretende someter a consideración de la ciudadanía vasca el próximo veintincinco de octubre. Las incluyo para hacer un análisis somero de su contenido antes de hablar sobre la legalidad de la consulta. Porque parece bastante claro que la primera de ellas pone la llave de la posible solución del "conflicto" vasco en manos de ETA. Se pregunta a los ciudadanos si están de acuerdo en hacer algo si previamente ETA cumple el requisito de manifestar que deja las armas; no de dejarlas de modo eficaz y comprobable, sino de manifestar querer hacerlo de "forma inequívoca". La "forma inequívoca" sólo afecta a la manifestación (o sea, que hablen claro y no tartamudeen, por ejemplo) pero no a la voluntad misma y mucho menos al acto del abandono. A cambio de tan poquita cosa, se hace prometer a la ciudadanía que irá a un "final dialogado", etc. Seguramente el señor Ibarretxe tiene una buena opinión de ETA pues, si son ciertas las últimas noticias, ésta le ha ofrecido una tregua para que trate de sacar adelante su chapuza. Si yo fuera ciudadano vasco me sentiría insultado por esta preguntita que me convierte en criado de ETA.

La segunda pregunta es si la ciudadanía está de acuerdo en cometer una ilegalidad como es celebrar un referéndum de autodeterminación antes de que finalice 2010. Que el señor Ibarretexe llame a su segundo referéndum de autodeterminación "consulta sobre el derecho a decidir" no hace que el referéndum sea menos referéndum. Como tampoco es menos referéndum el primero porque lo llame "consulta". También El Solitario dice por ahí que él no robaba bancos sino que los "expropiaba". La idea de que cambiando el nombre de la cosa cambia su naturaleza sólo puede proceder de alguien que cree que quienes lo escuchan son imbéciles de remate.

Que es la idea general del señor Ibarretxe: que sólo él es aquí el listo y todos los demás son una manga de necios.

Dice el señor Ibarretxe que el recurso del gobierno contra su jaimitada vacía de contenido la autonomía vasca lo cual no es cierto pues la autonomía no le da derecho a él y a sus amigos a cometer ilegalidades.

Dice el señor Ibarretxe que el rechazo de su iniciativa sería un "fraude democrático" cuando lo que es un fraude democrático es precisamente convocar una consulta sin comptencias para ello.

Dice el señor Ibarretxe que negar su consulta sería un ataque a la democracia vasca y a la española. No existe una "democracia vasca" al margen de la española. Sólo esta incapacidad para ver la realidad muestra que el señor Ibarretxe no está enteramente en sus cabales y padece una mezcla de mitomanía y megalomanía que debiera incapacitarlo para el desempño de un cometido.

Dice por último el señor Ibarretxe que el pueblo español no puede decidir por el pueblo vasco. Pero, al parecer, el pueblo vasco sí puede decidir por el español. En efecto, el lehendakari cree que los demás son tontos. Y quien eso cree sólo prueba que el tonto es él. Y mucho.

Fuegos fatuos, baladronadas, jeremiadas: recúrrase la ley de consulta, anúlese ésta y aquí no pasa nada. Igual que no pasó cuando se mandó al trullo a los barandas de Batasuna. Por lo demás, sobra que el ministro señor Bermejo diga que se puede suspender o anular la autonomía vasca. Va de suyo: si las autoridades vascas conculcan la Constitución y violan la ley se aplica el artículo 155 de la Constitución, se suspende la auononmía y aquí no pasa nada.

(La imagen es una foto de Jkarteaga, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 15 de juliol del 2008

Menos mal que no había crisis.

El sábado pasado, el Gobierno de los EEUU intervenía el Indymac Bank, la segunda compañía hipotecaria privada del país, para evitar que se hundiera; el domingo, el mismo Gobierno anunciaba que intervenía otras dos gigantescas entidades financieras con nombres como los de la ovejita Dolly, Fannie Mae y Freddie Mac, ambas con deudas por valor de un billón y medio de dólares. El lunes, ayer, la bolsa neoyorquina seguía en caída por ese efecto piscológico que más de una vez se ha señalado en Palinuro, según el cual, las medidas de salvamento in extremis que toman los gobiernos suelen poner aun más nerviosos a los mercados. Un buen puñado de valores bancarios daban batacazos cuando hace seis meses eran considerados tan inconmovibles como el famoso Northern Rock, que acabó en el desastre. No es para menos si se piensa que, después de todas las diatribas anticomunistas de los barandas estadounidenses y de la hostilidad hacia el Estado que han venido mostrando en los últimos treinta años, ahora resulta que es el Estado el que tiene que rescatar, con dinero de todos, a los bancos a pique de suspender pagos o en suspensión de pagos. Vivir para ver; para ver cómo diecisiete años después del hundimiento de la Unión Sovietica los EEUU están gobernados por unos bolcheviques vcapaces de nacionalizar la banca claro que en interés del capital. "Es transitorio", dicen, "el tiempo de que se recuperen". Será transitorio pero lo que está claro para todo el mundo, excepto para los neoconservores y la manga de idiotas que repiten como papagayos sus sofismas aquí en España u otros países europeos, es que el Estado no es el problema (como decía el señor Reagan que no sabía de lo que hablaba) sino la solución, como se prueba mirando simplemente lo que está pasando allí y que se resumen en dos patadas: si el Estado no interviene con el dinero de todos los ciudadanos, el sistema financiero estadounidense puede colapsarse. Y si interviene quizá también porque lo haya hecho muy tarde o con muy poca convicción.

Y como todo lo que pasa en yanquilandia sucede algo más tarde en el secarral de Bienvenido Mr. Marshall, ya tenemos por aquí otro batacazo de un gigante del ladrillo que ayer suspendió pagos... pagos ¿a quién? A sus acreedores, por supuesto, entre los que se cuentan un par de bancos y alguna caja de ahorros. Si esto sigue así, en determinado momento alguna de estas entidades puede tener problemas lo que quiere decir que los tendrá la población. Añádase a estos datos que el paro sube, que también lo hace la inflación, que los negocios están prácticamente parados, el consumo bajo mínimos y el ahorro inexistente y se tendrá el cuadro para hablar de una crisis y una crisis gorda.

Salvo que sea Vd. ministro/a del Gobierno de España o alto cargo del PSOE en cuyo caso esa palabra de "crisis" no formará parte de su vocabulario. Todavía ayer, el día en que El País publicaba los datos de su encuesta, según la cual el 90% de los españoles piensa que el país está en crisis, la señora Leire Pajín, valor emergente del PSOE, en entrevista en Cuatro en que repitió como una doctrina -pero con mucha voluntad- todos los lugares comunes acerca de la voluntad del Gobierno, etc, etc, evitó escrupulosamente pronunciar la palabra maldita que la entrevistadora no se privó de usar: "crisis". Era una situación tan ridícula que daban ganas de reír. Esto ya no es prudencia, cortedad, apocamiento sino simplemente estulticia.

Sin embargo, debe reconocerse que el Gobierno no está solo en el error o la contumacia; le han acompañado en ellos analistas, economistas, banqueros o simples bocazas que llevan años afirmando que no hay una burbuja inmobiliaria o una amenaza para la economía española. Otro reportaje de El País, titulado ¿Burbuja? ¿Qué burbuja? hace una relación inmisericorde de todas las "autoridades" que en los últimos seis años han venido negando riesgos para la economía española o la existencia de la famosa burbuja y que van desde el señor Botín, presidente del Banco Santander, al señor Caruana, Gobernador que fue del Central, desde el señor Rodríguez Zapatero al señor Solbes. En definitiva una relación que deja bien en claro que los destinos económicos del país están en manos de una pandilla de necios llenos de prosopopeya doctoral.

(La imagen es una foto de Jonaycp, bajo licencia de Creative Commons).

De la Coruña a Bélgica.

Nos hemos venido a La Coruña, en donde dirijo un curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre el ciberespacio y la blogosfera que está siendo muy animado, con intervenciones interesantes de un grupo de diputados mexicanos que se han desplazado a la Madre Patria para debatir estos asuntos. El curso se celebra en la sede de la Fundación Caixa Galicia que es un edificio todo él de diseño elegantísimo, muy confortable y con todos los adelantos precisos para hacer las exposiciones con presentaciones de powerpoint y los demás adelantos tecnológicos.

Por cierto estoy leyendo un libro que ya comentaré en su día, de Núria Almirón y Josep Manuel Jarque sobre El mito digital en el que se hace un ataque en toda línea de lo que los autores consideran el "discurso mítagógico" del digitalismo, una especie de superchería. Es un libro interesante. Los autores no quieren en modo alguno que se los asimile a unos tecnófobos, pero en sus ataques al nuevo mito digital sí parece que hay cierta animadversión a las TICs. Ya lo veremos con mayor detenimiento. En el curso, en todo caso, esztá quedando claro que el ciberespacio y todo lo que tiene que ver con la red está ganando la pelea por KO.

En esta ciudad joven, que se vuelca en las playas cuando hace buen tiempo, me entero de que el Primer Ministro de Bélgica, el democristiano flamenco Yves Leterme, quien llevaba cuatro meses en el cargo después de otros diez en que el país estuvo negociando la composición del gobierno, ha presentado su dimisión al Rey. Parece que la dimisión se debe a un ultimatum de su propio partido.

La pregunta hoy es si el Estado belga, una construcción bastante artificial, resiste este nuevo envite sin quebrarse, dado que ya está al límite de sus posibilidades de descentralización. Y, por todo lo que sé, sus próximos avatares se seguirán con mayor interés en España que en la propia Bélgica.

(La imagen es una foto de Fieraz01, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 14 de juliol del 2008

Lluvia de querellas.

Hace unos días un tribunal de justicia condenaba por el delito de injurias graves a 36.000 euros al señor Jiménez Losantos, locutor de la COPE, cadena de la Iglesia católica. El condenado ha recurrido la sentencia y, en tanto esperamos el fallo del tribunal superior, el señor Jiménez Losantos se beneficiará de la presunción de inocencia (un derecho que él no ha reconocido a los demás), de forma que, de momento, el presunto delincuente a sueldo de los obispos, es una persona honorable.

Hace poco se ha sabido que otro tribunal de justicia ha dado orden de ir adelante con otra querella por injurias y calumnias interpuesta por don Juan Luis Cebrián contra el mismo presunto injuriador en la cadena obispal. Y, para redondear la operación, ayer se decía en el 20 Minutos que el señor José Antonio Zarzalejos también interpuso en su día querella por injurias contra el citado presunto delincuente, señor Jiménez Losantos al que pide 600.000 euros de indemnización y otras penas accesorias y que, en principio, el señor Jiménez volverá a sentarse en el banquillo el próximo miércoles y con él, quiera o no, la jerarquía eclesiástica que, luego de la primera condena decidió mantener al frente de su radio al presunto, arrostrando la posibilidad de que se la siga vinculando a la repugnante práctica del insulto y el matonismo radiofónicos.

Ignoro qué harán los obispos si, como es probable, el señor Jiménez Losantos es condenado y si seguirán manteniéndolo en su puesto, pero no hace falta que diga que la noticia de los nuevos procesamientos me parece excelente y que ayuda a creer en el Estado de derecho y el funcionamiento de las instituciones democráticas. No porque uno desee la desgracia ajena sino porque el tal señor Jiménez era (y es, en tanto los ciudadanos no le paremos los pies, como están haciendo los señores Gallardón, Zarzalejos et al.) un ejemplo vivo de lo que NO debe hacerse en democracia, esto es, insultar a todo el que no se le someta, agredir verbalmente, hacer irrespirable la atmósfera política, ejercer una especie de terror mediático, de abuso sin límites, amparado en la ventaja que da una radio y un par de millones de audiencia. O sea, para entendernos, una peste, y el que lo dude que eche una ojeada a la cascada de vituperios e insultos que a lo largo de dos años ha dedicado este individuo al señor Zarzalejos, desde "traidor" a "cenutrio" pasando por "detritus" o "escobilla para los restos".

La verdad es que, leyendo esta sarta de dislates y sabiendo los que, al parecer, ha dedicado a mucha otra gente, está uno tentado de enviar al autor no a los tribunales sino al manicomio. Pero es que el presunto injuriador lleva años lucrándose con su insufrible actividad, haciendo negocio y caja a costa de los demás, de su buen nombre y fama y esto ya no es de locos, sino de muy "listos". No es preciso decir, por tanto, que si vuelve a caer resolución condenatoria y si todas llegan a ser firmes, quedará suficientemente demostrado que el señor Jiménez es un indeseable y que está bien que pague sus culpas. Los 600.000 euros que pide el señor Zarzalejos es una cantidad razonable, quién sabe si hasta modesta, teniendo en cuenta el negocio que ha hecho este sujeto a costa de envenenar la vida pública española y encenagar el buen nombre de mucha gente.

Un brindis por los señores Ruiz Gallardón, Zarzalejos y Cebrián que, con sus querellas están haciendo más que nadie por restaurar un clima democrático y civilizado en España. Ojalá consigamos desterrar para siempre de entre nosotros a esta plaga de encizañadores y maledicentes.

(La imagen es una foto de Danny dmcl, bajo licencia de Creative Commons).

Informe sobre el teletrabajo

Add ImageEste libro de Emilio Sáez Soro (El trabajador distante, Valencia, UNED, 2008, 299 págs) es un estudio sociológico sobre un fenómeno nuevo surgido en el mundo laboral al amor de las nuevas tecnologia de la información y la comuniación, muy especialmente internet, el llamado teletrabajo y quienes lo practican, los teletrabajadores, esto es, la gente que, provista de un ordenador, trabaja desde cualquier sitio, no necesariamente el lugar físico en que se encuentre su empresa si es que tiene una empresa y no se trata de un autónomo.

Lo que ha hecho el autor ha sido identificar aquellas profesiones que han integrado en su actividad el teletrabajo, esto es, periodistas, traductores, ingenieros y ténicos de gestión y les ha añadido aquellas otras profesiones que han aparecido gracias al teletrabajo: diseñadores gráficos digitales, periodistas de publicaciones digitales, operadores de telecomunicacones y programadores (p. 293) y ha estudiado sus características a base de una serie de entrevistas en profundidad que ha realizado a una muestra significativa del universo.

El autor utiliza diversos instrumentos analíticos, en concreto cinco hipótesis que le dan la clave del mundo del teletrabajo y que enuncia de corrido en la pág. 274:

  • El teletrabajo se produce sobre todo en sectores profesionalizados.

  • Las dinamicas de control y disciplina orgánica del teletrabajo implican pérdida del componente liberal de las profesiones.

  • La mayor flexibilidad del teletrabajo implica importante pérdida de la privacidad de los profesionales.

  • La despersonalización y virtualización del teletrabajo supone una pérdida del poder corporativo y el status de estos sectores.

  • El mayor disciplinamiento laboral y la pérdida de ciertos referentes producen una mayor proletarización de los teletrabajadores.

    Este último rasgo nos pone sobre a pista de un punto de partida del autor que éste no reconoce explícitamente pero que en verdad opera en su raíz que es su edificio conceptual típicamente marxista.

    Por supuesto, Sáez Soro hace una interesante introducción a la vida del teletrabajo, mencionando a algunos de los autores que más han teorizado sobre las sociedades "postfordistas", como Daniel Bell, Lash y Urry, Negroponte, Castells, Cebrián, Terceiro, etc pero su opinión es que el teletrabajo se ha extendido en la estructura productiva contemporánea por dos motivos esenciales: a) la necesidad de aligerar la estructura del empleo y b) la mejora del control de procesos y reducción de costes (p. 30), en el entendimiento de que "el informacionalismo es una continuación de las formas de producción clásicas..." (p. 53).

    El marco, pues, es el sistema productivo tradicional en el que el trabajo está sometido a explotación y en el caso del teletrabajo este requiere tres características: 1) son actividades centradas en la información; 2) utilizan tecnologías informacionales; 3) tienen un alto grado de especialización espacial (p. 71). Y por supuesto, hay una amplia variedad de teletrabajos: hogareño, móvil, de empresa, descentralizado, a domicilio, diferido, flexible, de servicios, etc (pp. 78-82) pero, en último término, todos ellos comparten un tratamiento y un destino muy similares: la progresiva proletarización de los sectores profesionales, conclusión que hubiera aplaudido Marx.

    El autor denuncia la ideología neoliberal dominante que tiende dar una imagen edulcorada del teletrabajador y pone de relieve de forma convincente cómo muchos de los argumentos con que se ha embellecido este tipo de actividad productiva (el teletrabajo se da en las actividades productivas y no en las relacionales) vienen a ocultar realidades contrarias: se dice que el teletrabajo concede mayor autonomía e independencia del trabajador, pero resulta que es al revés y que éste no solamente está sometido a un mayor y mucho más eficaz control de la empresa (p. 146) puesto que está siempre localizable, sino que tampoco puede diferenciar entre su vida privada y su vida profesional, dado que ésta interfiere permanentemente en aquella y que, por último, ni siquiera puede controlar los tiempos y horarios de trabajo: "el tiempo de trabajo tiende a crecer cuando éste se desarrolla en el hogar con las repercusiones correspondientes en los otros ámbitos de la actvidad privada" (p. 205).

    El trabajador distante es un estudio novedoso de gran interés basado sobre todo en la observación directa de los teletrabajadores, sin base estadística pero con buena cobertura empírica. Quizá la crítica que quepa hacerle es un estilo generalmente premioso, algo repetitivo y muchas veces confuso. Pero se trata de una aportación valiosa en un camino en el que está todo por hacer ya que este del teletrabajo es un mundo desconocido.

  • diumenge, 13 de juliol del 2008

    Congresos

    Durante el fin de semana están celebrándose o se han celebrado cuatro congresos de partidos en España: el PSOE lo ha hecho La Rioja y Andalucía, el PP vasco en Bilbao y Convergència Democratica de Catalunya en Barcelona. El menos relevante ha sido el del PSOE de La Rioja en donde no había cuestiones litigiosas que resolver ni crisis que capear. El congreso riojano no ha sido sino el marco en el que Pepe Blanco, vicesecretario general del PSOE, ha aprovechado para atacar al señor Rajoy acusándolo de trastorno de personalidad múltiple por cuanto éste defiende como ciudadano ejemplar al señor Fabra, capitoste alicantino del PP, implicado en asuntos oscuros de corrupción, al tiempo que asegura que su partido tiene nada que ver con tan feo vicio.

    El Congreso del PSOE en Andalucía recuerda a aquellas asambleas de los antiguos países socialistas u hoy en Cuba, a las que acudía la gerontocracia en el Gobierno a revalidar sus títulos. Lleva el partido veintiséis años ininterrumpidos en el poder, habiendo ganado ocho elecciones autonómicas todas ellas menos una por mayoría absoluta y seis bajo la presidencia del incombustible señor Chaves, quien ha revalidado el cargo de Secretario General del PSOE de Andalucía con el 93% del voto en rabioso aplauso. Sin duda todo ello es escrupulosamente democrático y nadie puede pedir en serio que se aparte al candidato socialista, sea quien sea, sólo para que el PP pueda ganar al fin unas elecciones en una de las tres regiones de España (Extremadura y Castilla-La Mancha son las otras dos) en que jamás lo ha conseguido. Pero casi veinte años de gobierno ininterrumpido agotan el más rico venero, agostan la más fértil imaginación y convierten la política en una pura rutina. El larguísimo mandato del señor Chaves está tan rodeado de intereses creados que el mero atisbo de intentar buscarle un sustituto casi provocó escenas de nervios entre los congresistas que sólo pudieron calmarse cuando el señor Chaves aceptó de nuevo el cargo y prometió estar "disponible" para 2012. Efectivamente, que nada se mueva y que todo quede como está por otro cuarto de siglo. Ese 93% de aceptación del señor Chaves es un buen índice del grado de aplatanamiento y burocratización del partido en Andalucía.

    En el congreso del PP en el otro extremo de España, en el País Vasco, las cosas han transcurrido de forma mucho menos ritualizada que en el PSOE andaluz. Se ventilaba en él qué grado de aceptación o enfrentamiento encontraría el candidato a presidente bienquisto de la dirección nacional del partido, el señor Antonio Basagoiti. No las tenía todas consigo el señor Rajoy ya que en el País Vasco era en donde habían concentrado su labor opositora los sectores más conservadores del PP y contrarios al giro al centro (o pseudocentro) que él propone, esto es, la señora María San Gil y el señor Mayor Oreja, con el apoyo externo del señor Aznar. Sin embargo, al final, el señor Basagoiti ha salido con el 70% de los votos que, no llegando a las cifras apoteósicas del PSOE (recuérdese que el señor Rordríguez Zapatero pasó del 92% del voto en el último Congreso federal), supera holgadamente el apoyo obtenido por la candidata oficial a la presidencia del PP en Cataluña, señora Sánchez Camacho. Es decir, como siempre, en el País Vasco es más el ruido que las nueeces, incluidas las del señor Arzallus y nunca llega la sangre al río por más que haya continuas amenazas de que, de suceder una cosa u otra, las aguas se teñirán de rojo. El PP vasco se normaliza y a la señora San Gil siempre le quedará la posibilidad de apuntarse a UPyD, para compartir espacio con doña Rosa Díez.

    Por último, el congreso de Convergencia Democratica de Catalunya en Barcelona, el principal partido de la coalición CiU que perdió el gobierno de la Generalitat en 2003 a manos del señor Pasqual Maragall y no ha conseguido recuperarlo hasta la fecha. La consagración del señor Artur Mas como secretario general de CDC es, en realidad, su última oportunidad para ganar las próximas elecciones catalanas de 2011. Para ello, el señor Mas cree necesitar una coalición CiU más sólida, con un socio de Unió Democratica de Catalunya más leal al proyecto nacionalista y, a su vez, una carga más soberanista de ese proyecto, cosas que son difícilmente compatibles. Pero es la encrucijada de CDC: combatir a los independentistas republicanos de ERC en su propio territorio y, al tiempo, conservar el apoyo de los demócratas cristianos de Durán i Lleida, a quienes no placen las aventuras soberanistas.

    (Las imágenes son dos famosos carteles de propaganda del champagne Moët & Chandon, de Alphonse Mucha, 1899).

    Y sondeos.

    Además de congresos, el fin de semana ha traído algunas encuestas de bastante interés. El viernes apareció el Euskobarómetro, el sondeo periódico que hace el departamento de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco bajo la dirección de Francisco Llera, repleto de sorpresas preelectorales. La encuesta se orienta a dilucidar la orientación de voto para las próximas elecciones autonómicas que, de seguir las cosas como hasta ahora, se prevén pronto. El PSE-PSOE da un salto considerable en estimación de voto, situándose en un 30% del voto siendo así que la última estimación de noviembre de 2007 le daba poco más de un 24%; con un PNV estancado en un 34% (medio punto por encima de la estimación de noviembre de 2007), el Euskobarómetro vaticina que el PSE podría superar a los nacionalistas en escaños y, en consecuencia, poner fin al tripartito. Confieso que me haría ilusión que sucediera algo de eso, aunque no sea más que porque se se termine con la experiencia del tripartito que, en mi modesta opinión, ha sido uno de los peores gobiernos del País Vasco en su reciente historia.

    La encuesta siguiente es la del Sociómetro del Gobierno vasco, que suele publicarse a la par con el Euskobarómetro a veces con diferencias interesantes. El dato más curioso de esta entrega es que el deseo de independencia entre los vascos se sitúa en un mínimo histórico de un 22% mientras que un 30% se opone a ella y el resto actuaría según le pareciera. Es un resultado para que el señor Ibarretxe se busque un monasterio de Yuste a fin de retirarse a llorar su manifiesta incompetencia. Nueve años de Lehendakari sólo han dado para presentar un plan ilegal que ya le rechazó el Congreso en la legislatura anterior y que, como los boxeadores sonados, vuelve a salir a la lona a que ahora lo tumbe de un derechazo el Tribunal Constitucional.

    Finalmente, El País publica hoy y mañana una macroencuesta de Metroscopia llena de informaciones interesantes y contundentes. El 90% piensa que España se encuentra en crisis económica y el 75% piensa que el Gobierno no sabe hacerle frente. Estoy encantado de que Palinuro haya sabido adelantar este espíritu generalizado frente a la crisis, que sigue (y seguirá por algún tiempo) sin resolverse. La macroencuesta de El País se concentra en los aspectos religiosos de la acción del Gobierno y muestra que, aunque la mayoría de los españoles prefiere los entierros de marca y boato para los asuntos de Estado, la población es muy laica y quiere eliminar el claro castrense así como la prerrogativas de que los curas han venido disfrutando desde los tiempos del nacionalcatolicismo.

    (La imagen es una foto de Cameijei, bajo licencia de Creative Commons).

    dissabte, 12 de juliol del 2008

    Buscando culpables.

    Ya se puede hablar de crisis, que lo tenía prohido el presidente del Gobierno para que no cundiera el desánimo. En términos de la Guerra Civil, el señor Rodríguez Zapatero sería negrinista, esto es, partidario de decir que la guerra se ganaba y, con las tropas de Franco ya entrando en Madrid, prohibiría que se dijera que la guerra podía perderse, para evitar todo derrotismo. A la victoria se llegaría a base de creer en ella. De la crisis se huirá a base de negarla de palabra.

    Sorprendente cuando basta con mirar lo que sucede (si algo hay en economía son datos, indicadores, tipos, índices) para saber lo que pasa: no se consume (no hay demanda) y esa es la base de toda crisis capitalista antes de que el señor Keynes pisara el planeta. Por eso dijo éste que todo el truco consistía en mantener alta la demanda, cosa que las luminarias neocons, absortas en la ímproba tarea de forrarse, no han calibrado bien y ahora es tarde. El paso siguiente será reducir la producción (ya que no hay ventas) y así entramos en el círculo vicioso de la crisis: menos ventas, menos producción; menos producción, más paro; más paro, menos consumo; menos consumo, menos ventas... O sea, lo peor está por llegar.

    La cosa es tan oscura que ya andan los alguaciles y alguacilillos buscando culpables no vaya a caer sobre ellos la mácula de la crisis. El gobernador del Banco de España, don Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO para los amigos, que no sé si le quedan), un superviviente de la política, ha señalado con dedo acusador los beneficios desaforados de las empresas. De inmediato han saltado los patronos diciendo que eso es mentira y que apenas hay márgenes de beneficios en España. Pueden decir lo que quieran porque así como los salarios están registrados al céntimo, a los beneficios no los controla nadie. Qué morro, Señor, qué morro. No sé en otras industrias, en la construcción, según cálculos de muy distintos analistas, la vivienda está sobrevalorada entre un 20 y un 40%. Y ese sobrevalor ¿a dónde va si no es a beneficios? Un margen del 40% me parece suculento. Cuestión de pareceres. A lo mejor a los empresarios del ladrillo les resulta magro. Con menos de eso, ¿cómo iba a pagar su yate Paco el Pocero?

    Así que MAFO echa la culpa de la crisis al empresariado y el empresariado salta como picado por el alacrán: no quiere que lo responsabilicen. Quiere estar libre de culpa para pedir después que no suban los salarios, pues esa es la verdadera amenaza al bienestar de los trabajadores, como todo el mundo sabe, y enseñan sapientísimos profesores en sus innumerables escuelas de negocios.

    Algo parecido, esto es, búsqueda de culpables fuera del ámbito económico, sucede con el crimen de Yecla. La vicepresidenta del Gobierno, señora Fernández de la Vega, adscribe el asesinato múltiple al tipo de violencia machista o violencia de género, siendo así que el asesino no sólo quitó la vida a su cónyuge sino también a sus dos hijos. Con todo, algo de violencia machista habrá habido, si bien sin antecedentes pero, según los datos que empiezan a llegar, la causa bien pudiera haber sido la desesperación de una situación económica sin salida de la familia y con la que algo tendrá que ver la crisis económica que no sé si suena a la señora Fernández de la Vega pero que es bien real y está golpeando a decenas, centenas de miles de personas con una fuerza inusitada. Algo que hasta ahora sólo ha suscitado comportamientos en los políticos (que por sus ingresos viven ajenos a ella) que oscilan entre la negación de la evidencia en el caso del señor Rdríguez Zapatero, hasta la confusa marrullería del señor Solbes pasando por la estúpida provocación de la señora Aguirre al anunciar que congela su sueldo millonario cuatro meses después de habérselo subido.

    (La imagen es un famoso grabado de Georg Grosz, de 1920-21, titulado Die Besitzkröten; o sea, los sapos propietarios.)


    Llegar aunque sea muertos.

    Si naces en el África, especialmente en la llamada África subsahariana, tienes una esperanza de vida de unos cincuenta años...y ¡qué vida! Según en qué parte de esa llamada África subsahariana te hayan dejado caer los dioses tienes una probabilidad más o menos elevada de contraer SIDA a lo largo de tu existencia, siempre que no lo traigas ya del seno materno; de que te violen o te asesinen o ambas cosas y no necesariamente en ese orden; de que te recluten de niño para ser soldado; de que te mutilen genitalmente; de que te ejecuten por algún tipo de comportamiento sexual; de que mueras de hambre; de que mueras de un sinfín de enfermedades que ya se han erradicado en otros lugares del planeta, desde el sarampión al paludismo; de que te asesinen porque sí los policías de éste o los sicarios de aquel; de que caigas en las redes de alguna mafia que te prometa sacarte de ese infierno y llevarte hasta El Dorado en una patera por trescientos euros.

    Trescientos euros es lo que vale la diferencia entre la muerte y la vida y, para un porcentaje, entre la muerte y la muerte. Trescientos euros. El año pasado iba el viaje a mil. El precio del negro a secas (no del oro negro) es lo único que baja.

    ¿Y nos extrañamos de que estén dispuestos a morir con tal de llegar? No es tan difícil. También nosotros emigramos a cientos de miles hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX y dejábamos atrás, por invivibles, condiciones que a los subsaharianos de hoy parecerían de lujo. Así que podemos comprenderlo perfectamente. Otra cosa es que queramos.

    En principio la libertad de circulación es un derecho de ciudadanía reservado en España a los españoles y, ahora, a los ciudadanos de la UE. Pero, en el fondo, es un derecho humano fundamental y no debiera estar limitado por ley alguna. Según se asegura esto no es posible porque se produciría un "efecto llamada" que España no podría gestionar. La cantidad de pateras y cayucos se multiplicaría; y la de muertos. Todavía no es así y en algunas costas españolas la situación es dramática, por ejemplo, en las islas Canarias en cuyas playas a veces se da la aguda contradicción moral del mundo, la contraposición entre el lujo, la abundancia, el ocio de los ricos veraneantes y la miseria y el hambre de los ilegales. Los del negocio turístico están que trinan. Los clientes no vienen a las islas afortunadas a ver desgracias tan sórdidas. ¿O quizá sí? No seré yo quien niegue la posibilidad de que algún empresario "listo" se le ocurra ofrecer paquetes de vacaciones con percance de patera de ilegales vivos/muertos incluido. De momento, en todo caso, algo hay que hacer para apartar esas imágenes de los televisores a la hora del almuerzo habitualmente en sobredieta. Y ese algo no consiste en abrir de par en par las puertas porque eso no se atreve a proponerlo nadie en Europa.

    Dicen nuestros gobernantes que lo que corresponde hacer es contribuir al desarrollo de la región a fin de dar a los nativos alguna razón para quedarse. Bendita intención. ¿Cuánto hay que "contribuir" para conseguir ese milagro? Porque los ilegales que abandonan sus países, con riesgo de que los revienten por el camino, los estafen al llegar a la costa y los engañen al embarcarlos hacia una muerte casi segura, esos ilegales, digo, saben perfectamente a dónde vienen, lo han visto cientos de veces en televisión. Porque en esos países no hay hospitales ni escuelas ni nada, pero sí hay televisión en la que lo que se muestra es todo producido en Europa o los Estados Unidos. Y viendo lo que hay aquí, los autóctonos allí saben que la distancia entre ellos y nosotros no solamente no se achica sino que se agranda a marchas forzadas. Así que la pregunta es pertinente: ¿cuánto hay que "contribuir" para conseguir el dicho milagro? ¿Podemos permitírnoslo? ¿Queremos?

    NB: tengo idea de haber visto alguna carta o artículo del señor Carlos Carnero, eurodiputado socialista y de algún otro/a de sus colegas protestando airadamente de que se cuestione su ejecutoria de gente progresista y de izquierda por haber votado la directiva "de la vergüenza". Incluso creo haber leído que alguno de esos mendas sigue sosteniendo que la tal directiva es un avance porque justamente convierte a los inmigrantes ilegales en sujetos de derechos en países en que no los tenían. Pero eso simplemente no es cierto: los convierten en sujetos de no derechos, que no es lo mismo. Se los puede recluir sin procedimiento judicial y deportar con una simple decisión administrativa. Es cierto que se admite que los afectados puedan recabar asistencia letrada y judicial pero sólo se conceden en el marco de las disponibilidades de cada cual o sea, puede que nunca. ¿De qué derechos hablarán sus señorías?

    Entre tanto, los muertos siguen arribando a nuestras costas para amargarnos el verano y mezclados con unos vivos medio muertos a los que ahora podremos garantizar el derecho que han proclamado sus señorías de volver allí de donde llegaron para que la próxima vez vengan bien muertos.

    (La imagen es una acuarela de José Aja titulada “sin papeles”, foto de Fotos CNT (en precario), bajo licencia de Creative Commons).

    divendres, 11 de juliol del 2008

    Nubarrones en la derecha.

    Maquillar los problemas no es un buen modo de resolverlos. Durante semanas el Gobierno de España se ha negado a reconocer que la economía está en crisis. Su Presidente evitaba a toda costa pronunciar la palabra maldita y del Presidente abajo ninguno osaba decirla. De forma que la situación era chusca: de un lado el país, la España real, perfectamente consciente de que nos encontramos en una crisis de gravedad y teniendo que bregar con ella; de otro, el Gobierno y las autoridades públicas, la España oficial, negandose obstinadamente a reconocer la realidad y buscando circunloquios para enmascararla como "frenazo", "parón", "ralentización" y otros hallazgos, como si el hecho de no darle a la cosa fea el nombre que le corresponde y de disfrazarla con eufonías pudiera hacer que aquella desapareciera del horizonte.

    Se trata de un fenómeno relativamente frecuente en el caso de los gobiernos (y, por supuesto, otras entidades políticas, en especial los partidos) por el que estos pierden el contacto con la opinión pública y se alejan del común y obvio parecer humano. Pasó con el Gobierno del PP en 2004, cuando se empeñó en que la sociedad diera por buenas sus patrañas sobre una autoría etarra de los atentados del once de marzo. Y vuelve a pasar ahora con un Gobierno que se obstina en negar lo que todo el mundo sabe.

    Algo parecido viene a suceder con el PP. A las dos semanas de haber cerrado su congreso entre mutuos parabienes y felicitaciones de cómo han resuelto sus problemas internos, estos reaparecen y con mayor fuerza. El bloque sólido, frontalmente opuesto al "viaje al centro" del PP (que es el nombre que damos al intento del partido de adoptar una línea política más flexible y moderada) se encuentra en el País Vasco. La señora San Gil, el señor Mayor Oreja y otras personas de su partido, convertidos en Don Pelayos, defensores de los integérrimos principios. Y detrás de ellos se oye ominosa la voz del señor Aznar, advirtiendo de que renovar el partido no significa dividir o restar sino sumar. Los "modernizadores" o "centradores" están lejos de haber ganado la batalla.

    El tumulto vasco se trasmite en forma de intranquilidad o disconformidad al resto del partido, especialmente a territorios en los que soplan vientos contrarios al señor Rajoy como la Comunidad de Madrid, con la COPE agrediendo e insultando diariamente al lider ya al día siguiente de que éste perdiera las elecciones del nueve de marzo. Y no me lo invento. Según leo en El PLural, los insultos del señor Losantos al señor Rajoy son tantos que han dado para que un señor Gérard Malet escriba un libro.

    El episodio catalán que sólo concluyó (de momento) con una presidenta del PP en Cataluña impuesta por la dirección del partido después de que los tres candidatos no se pusieran de acuerdo en uno de consenso y la señora Nebrera, la otra candidata, incluso se negara a retirar su candidatura en favor de la impuesta por los órganos superiores.

    Los nubarrones en la derecha sólo presagian tormenta.

    (La imagen es una foto de Rumyaku, bajo licencia de Creative Commons).