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dilluns, 8 de juny del 2009

Europa se escora a la derecha.

Aún es pronto para calibrar los resultados de las elecciones europeas de ayer pero algunos datos apuntan ya tendencias. El más llamativo de todos, el del permanente aumento de la abstención que en esta ocasión ha alcanzado un máximo de casi el 57 por ciento. Desde el 33 por ciento a que llegó en 1979, en las primeras elecciones directas al Parlamento, ha aumentado en veinticuatro puntos porcentuales y eso de modo continuo, sin oscilaciones, como puede verse en el gráfico más abajo. En consecuencia, nada dice que la abstención haya de detenerse en estos últimos datos sino que puede seguir descendiendo. No es mi opinión pero hay mucha gente que sostiene que las altas tasas de abstención deslegitiman a los sistemas políticos. Obviamente, es el caso de la Unión Europea.

En segundo lugar, no se confirma la idea de que en las elecciones europeas se castigue al gobierno. Mirando los resultados y, salvo error por mi parte, me salen doce países en los que es el (o los) partido(s) del Gobierno quienes han ganado las elecciones (Bélgica, Chequia, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Italia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal y Rumania), once en los que ha ganado la oposición (Austria, Bulgaria, España, Estonia, Grecia, Hungría, Irlanda, Letonia, Malta, Suecia y Reino Unido), tres en los que Gobierno y oposición han empatado (Chipre, Dinamarca y Eslovenia) y el caso especial de Alemania que, al formar los dos grandes partidos coalición de Gobierno y habiendo ganado uno (la Demcoracia Cristiana) y perdido el otro (Partido Socialdemócrata) no cabe hablar de Gobierno y oposición.

Al margen de la cuestión de la abstención, el tercer dato es el triunfo de las candidaturas de derecha y extrema derecha. En el Parlamento anterior, la distancia entre los diputados del Partido Popular Europeo (286) y los del Partido de los Socialistas Europeos (215) era de setenta y un diputados. En el que se eligió ayer puede llegar a ser de ciento diez a favor de los primeros. El resultado para el Partido de los Socialistas Europeos ha sido bastante malo. Es verdad que sube el grupo de los Verdes pero bajan los demás como el de los liberales, el Unitario de izquierda o la Unión Europea de la naciones, mientras que aumentan los de los euroescépticos y la extrema derecha. Parece como si, con esto de la crisis y las incertidumbres institucionales europeas, la gente se echara más a la derecha, a las opciones conservadoras.

En lo que hace a las elecciones en España, el resultado sigue la tónica general europea aunque con algunas variantes específicas. En primer lugar destaca que la participación haya sido substancialmente la misma que en 2004, aproximadamente un cuarenta y cinco por ciento y dos puntos por encima de la media de los veintisiete. Triunfa la oposición del PP y pierde el Partido Socialista en el Gobierno, pero en cantidades más reducidas a las de las medias europeas. De hecho, los socialistas se consuelan de su derrota diciendo que son el grupo nacional de los suyos más numeroso en el seno del Parlamento europeo, cosa cierta luego del fracaso electoral del socialismo europeo. Es opinión extendida que el Gobierno español ha pagado los destrozos de la crisis ecónomica. En contra de este razonamiento suele formularse el de que si el PSOE ha pagado los excesos de la crisis, el PP también debe de haber pagado por los casos de presunta de la corrupción recientemente descubierta. Seguramente. Lo que sucede es que la crisis tiene en España un efecto mucho más destructor que en los otros países europeos, cosa que se deja ver en la tasa de desempleo, el doble que la media europea y la más alta del continente (18,1 por ciento). Inmediatamente detrás vienen los países bálticos: Estonia, 13,9 por ciento; Letonia, 17,4 por ciento y Lituania, 16,8 por ciento, así como Irlanda (11,1 por ciento) y Eslovaquia (también 11,1 por ciento). El resto de países está por debajo del diez por ciento.

Lo interesante de España es la interpretación que los partidos hacen del resultado. Para el PSOE se trata de una advertencia que han dirigido los ciudadanos con ánimo de conseguir que el Gobierno se emplee más a fondo en las políticas que viene aplicando para salir de la crisis. Para el PP, en cambio, el resultado es un portento del ánimo favorable al "cambio" que hoy es imprescindible en España. Conociendo el estilo de la derecha española nos esperan meses escuchándola que hay que hacer elecciones anticipadas.

Ciertamente si lo que el PP quiere es substituir al PSOE en el Gobierno, más rápido y directo que las elecciones anticipadas tiene a su alcance la moción de censura. Esta es harto improbable porque, si bien quizá se encontraran votos suficientes (ha de ser mayoría absoluta) para echar al señor Zapatero, es muy poco probable que los haya para apoyar al candidato contrario. De ahí que los del PP seguramente preferirán la política de la reiteración, y la contumacia. Y pueden llegar a ser más pesados que una vaca en brazos.

Quizá para evitar una situación de bloqueo lo más recomendable fuera que el presidente del Gobierno decidiera someterse a un voto de confianza. Es la única forma segura de averiguar qué respaldo parlamentario real tienen sus políticas.

dissabte, 6 de juny del 2009

Si mañana gana el PP.

  • Pedirá elecciones anticipadas.
  • Pedirá despido libre.
  • Querrá aumentar la jornada laboral.
  • Querrá bajar los impuestos a los más ricos.
  • Pedirá elecciones anticipadas.
  • El señor Camps se considerará exonerado por las urnas.
  • El señor Fabra se considerará exonerado por las urnas.
  • Los espías presuntamente a sueldo de la Comunidad de Madrid se considerarán exonerados por la urnas.

  • FUNDESCAM no dará explicaciones sobre sus pagos en tiempos electorales.
  • Pedirá elecciones anticipadas.
  • Las CCAA del PP seguirán boicoteando la legislación del Estado.
  • Pedirá la restricción del aborto.
  • Querrá suprimir los matrimonios homosexuales.
  • Pedirá elecciones anticipadas.
  • Querrá que sólo gobiernen los que los empresarios consideren "cojonudos/as".
  • Querrá privatizar la sanidad pública.
  • Querrá privatizar el Canal de Isabel II.
  • Pedirá que bajen los sueldos de los funcionarios.
  • Pedirá elecciones anticipadas.
  • Querrá congelar el salario mínimo interprofesional.
  • Querrá congelar la todas las pensiones
  • Querrá recortar el gasto público.
  • Pedirá mayor desregulación financiera.
  • Pedirá elecciones anticipadas.
  • Querrá conceder más privilegios a la Iglesia Católica.
  • Obstaculizará la ley de dependencia.
  • Obstaculizará la ley de paridad.
  • Pedirá elecciones anticipadas
Así que, si eres tonto de los cojones, ya sabes lo que tienes que hacer.

dijous, 4 de juny del 2009

Todos contra el PSOE.

Estuvo bien el programa de debate de anoche en la TV1 entre cinco representantes de las cinco listas electorales que obtuvieron representación parlamentaria en las elecciones anteriores. Fueron los cabezas de listas de Coalición por Europa (CiU, PNV, Bloc Nacionalista Valencià, Uniò Mallorquina, Uniò Menorquina, Coalición Canaria y Partido Andalucista), Ramón Tremosa; Europa de los Pueblos (ERC, BNG, EA, Chunta Aragonesista, Confederación de los Verdes),Oriol Junqueras; Izquierda Unida, Willy Meyer y los segundos del PSOE, Ramón Jáuregui y del PP, Luis de Grandes. El formato de 59 segundos es muy eficaz porque obliga a los intervinientes a ser concisos y claros, no deja a nadie fuera y es muy vivo.

Si tuviera que ordenar a los candidatos por la impresión que me causaron, la jerarquía sería: Jáuregui, Junqueras, Meyer, Tremosa, De Grandes. Jáuregui es un gran político y gran parlamentario, un hombre que habla bien, con un discurso inteligente y flexible. Junqueras tuvo intervenciones muy brillantes. En especial una en que señalaba la contradicción del Gobierno español, que habla de europeísmo pero luego pretende que España entre en el G 8 o G 20 como España, no dándose por satisfecho con la representación institucional de la UE. Willy Meyer argumentó bastante bien las propuestas de IU respecto a la UE si bien es poco probable que vaya a aplicarse alguna ya que su Grupo Confederal de Izquierda Unitaria, tiene en torno a un 0,5 por ciento de los escaños. El señor Ramón Tremosa (CiU) tiene un discurso en el que mezcla el soberanismo con el pensamiento conservador. Don Luis de Grandes dio la impresión de no haberse preparado el programa en absoluto. No tomaba notas de lo que decían los demás ni les contestaba y se limitaba a reproducir el argumentario del PP, viniera o no a cuento. Ese argumentario en lo esencial es: cuatro millones de parados; siete mil parados por día; España fabrica tanto paro como Italia, Francia y Alemania juntas siendo así que, en tiempos del PP, fabricaba tanto empleo como los tres países juntos; el PP salvó al país de la ruina en 1996 y lo dejó en prosperidad en 2004; el PP pidió un crédito para pagar las pensiones en 1996 porque el PSOE había dejado la seguridad social en la quiebra; el PP creo cinco millones de puestos de trabajo; el PP puso a España en el mapa del mundo, mientras que con Zapatero España es irrelevante; etc. El señor De Grandes saltaba de uno a otro y los reiteraba pero su discurso no se ajustaba a lo que se discutía; su sola obsesión era negar todo al PSOE.

Es inevitable que, siendo el partido del Gobierno, el PSOE concite la inmensa mayoría de las apelaciones, de forma que más que un "multílogo" el debate fue un diálogo sucesivo en que el PSOE fue uno de los dialogantes en cerca de un 75 por ciento de las intervenciones. Por eso ha sido tan importante que el representante fuera el señor Jáuregui, curtido en estos menesteres quien expuso las políticas del Gobierno mejor que éste.

Los dos catalanes/catalanistas coincidían claramente en lo referente al autonomismo/soberanismo pero diferían muy agudamente en política económica y política social. Ello probablemente explica por qué fracasó la oferta de ERC de hacer una lista catalanista conjunta con CiU.

Por último, la obstinada táctica de Willy Meyer de fundamentar la teoría anguitista de las "dos orillas", con una alianza permanente de PSOE/PP en un lado e IU en solitario en el otro, era evidentemente errónea porque permitía visualizar un desequilibrio monumental pues ¿adónde van los 41 diputados del grupo Confederal de Izquierda Unitaria frente a los 501 de los grupos popular y socialista?

dimarts, 2 de juny del 2009

El aborto y la pederastia.

Hasta el señor Mayor Oreja parece haber comprendido que relativizar el delito de la pederastia para ir en contra del aborto como han hecho él y el obispo Cañizares no es una muestra de inteligencia. Lo ha comprendido hasta el señor Mayor Oreja que ayer introdujo una nota de insólita sinceridad cuando decía en el debate de la tele que no estaba haciendo comparaciones y que lo que él más detesta es la pederastia. Se sabe cuánto aborrece las comparaciones porque suelta otra de inmediato. Y, si no, vayan al señor Mayor Oreja y pregúntenle a quien salvaría entre dos personas en peligro, un pederasta y un abortista. A ver qué sale.

De una vez por todas: el pederasta destroza una o varias vidas; el abortista es el que evita que haya vidas destrozadas. En el primer caso el mal se identifica de inmediato, en el segundo el bien no es evidente. De ahí que se siga discutiendo.

El debate de la tele fue un muermo y ninguno de los dos candidatos hizo nada espectacular pero si de algo cabe hablar es de ese intento del señor Mayor Oreja de hacernos creer que el modo actual de "hacer" Europa consiste en ir a los organismos europeos a defender exclusivamente "los intereses de España". Si todos hicieran lo mismo, no habría Unión Europea. ¿Es tan difícil de entender?

dilluns, 1 de juny del 2009

Falcon pest.

A estas alturas de la programación debería estar clara la táctica que emplea la derecha en la confrontación política; sobre todo porque es siempre la misma. Consiste en buscar un punto de escándalo en el adversario, sea cierto o no, grande o pequeño, directo o indirecto. A continuación se amplía y se magnifica como si de él dependieran los pilares del mundo. Luego se pone a todos sus medios (que son legión) y a sus políticos, con o sin imperio, a repetir la cantinela sin parar, sin dar tregua, día y noche, hasta convertir el punto de escándalo en el tema central, único, exclusivo, del debate y dejar arrinconado todo lo demás, por crucial que sea, por ideológico, europeo o esencial que sea. Sólo cuenta ese punto de escándalo sobre el que hay que macerar hasta dejarlo a punto de derrota electoral. De esta forma se lleva al PSOE a un terreno incómodo para él porque lo fuerza a defenderse que es siempre posición más débil que la del ataque y, además, se consigue ocultar los puntos flacos de la propia derecha que, en no pocos casos, son de la misma naturaleza y envergadura que los que denuncian.

Se dirá lo que se quiera y la izquierda es muy dada a encontrar razones rocambolescas para los asuntos más simples, pero el hecho desnudo es que, desde el punto de vista de la comunicación, el marketing, la propaganda políticos, la derecha está a años luz de la izquierda, al menos en España. Con el agravante de que esta última no ha conseguido contrarrestar esa fortaleza del adversario, descolocarlo, obligarlo a defenderse. Probablemente porque su fortaleza resida en su vacuidad, en su inanidad ideológica, en su carencia de principios reales (no de los invocados) en su pobreza mental; en lo que se quiera, pero fortaleza.

La derecha lo hizo durante toda la legislatura anterior con sus delirios sobre la autoría de los atentados del 11-M, delirios que siguen funcionando porque son útiles para sacarlos a la luz cuando escasean otros motivos de ataque que resulten más a la moda. También lo hizo con el proceso de paz, presentado como una rendición ante el terrorismo, que puso al Gobierno en una situación embarazosa. Igualmente recurrió a este procedimiento en las elecciones gallegas, con el asunto del automóvil del señor Touriño, con lo que estuvieron batiendo el cobre hasta hartarse sin que nadie en la izquierda respondiera que ellos hacen lo mismo.

Y viene ahora el asunto de los aviones Falcon que usa el presidente del Gobierno y que el PP ha conseguido situar en el centro del debate con lo que nadie se para a considerar que el partido de la derecha está metido hasta los corvejones en diferentes asuntos de corrupción desde la trama Gürtel hasta los espionajes en la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM). Sin embargo, de eso sería de lo que tendrían que hablar sin pausa alguna los candidatos del PSOE en la campaña. El PSOE no debiera comenzar acto público o mitin alguno sin pedir la dimisión de los señores Fabra, Camps, Bárcenas y Trillo y sin exigir una comisión de investigación que averigüe en qué se gasta el dinero la Fundación Fundescam, presidida por esa aristócrata goyesca (o sea, con su pizca de verdulería), la señora Aguirre.

Responder a la acusación sistemática de los aviones sólo tiene sentido si, como propugna Felipe González, se hace para probar que los gobiernos del PP actuaron con verdadera alegría en la gestión del patrimonio común, para lo cual yo empezaría por rememorar la boda faraónico-imperial de la hija de Aznar en El Escorial, con empleo de abundantes recursos públicos sabiamente administrados por el presunto delincuente señor Correa. De no ser así, el PSOE no debiera tener otro discurso que el de pedir la dimisión de los citados presuntos corruptos y del señor Trillo, a quien sería muy razonable declarar "persona non grata" en la actividad política ordinaria. Al fin y al cabo, lo del avión Falcon es anecdótico mientras que el hecho de que un porcentaje nada desdeñable de altos cargos del PP esté imputado en procedimientos de corrupción o, incluso, pese sobre alguno de ellos ya petición de pena no tiene nada de anecdótico sino que es estructural. Al PP le interesa ocultarlo y al PSOE descubrirlo para que la gente sepa a quién vota.

dissabte, 30 de maig del 2009

Estilos de campaña.

Estamos a mitad de camino de las elecciones al Parlamento europeo y ya están acuñados los estilos de las respectivas campañas de los partidos que compiten. Será raro que cambien en el último tramo. Innecesario decir que los dos más visibles son el PSOE y el PP, a gran distancia de los demás. Ello se debe a que los espacios y los tiempos en los medios públicos se conceden en relación directamente proporcional a la representatividad que ostentan y es así que entre el PSOE y el PP suman más del noventa por ciento de los parlamentarios en el Congreso de los Diputados y en torno al noventa y dos por ciento del cupo de diputados españoles en el Parlamento europeo. Puede ser más o menos justo, pero es el criterio que se aplica a la hora de determinar los tiempos de las opciones políticas y, por lo tanto, su visibilidad.

En su campaña el PSOE ha confinado la línea de ataque a su adversario a los vídeos electorales mientras que ha concentrado más las comparecencias públicas, los mítines y los discursos en Europa y las cuestiones de la Unión europea y sólo en segunda instancia ha contestado a los ataques que recibe del PP. La campaña tiene puntos muy acentuados sobre los que se machaca con persistencia acerca de la dimensión internacional de la crisis, las medidas en contra adoptadas por el Gobierno, el traslado de éstas a Europa y la decisión porque la Unión Europea sea también agente en el combate contra la crisis. Sólo secundariamente dedican tiempo a responder a los ataques del PP.

Éste, en cambio, ha orientado toda su artillería en los mítines, discursos y comparecencias públicas a hablar de asuntos de política interna española y a exacerbar su enfrentamiento con el PSOE a través de sucesivas acusaciones por supuestos escándalos en cuestiones de gestión gubernativa. En este territorio, los estrategas de campaña conservadores tienen sobre todo muy en cuenta que los ataques al Gobierno no puedan volverse contra ellos. Esto explica por qué, aunque las noticias sobre las corruptelas municipales socialistas hayan arreciado en los últimos días, el PP no las convierte en tema de campaña, por temor a que se aireen las suyas (trama Gürtel, caso Fabra, Fundescam, etc), mucho más enmarañadas y de peor cariz que las de los sociatas.

Teniendo en cuenta lo anterior resulta incomprensible que los conservadores se hayan lanzado a toda máquina en contra del uso que de aviones militares hace el presidente del Gobierno para asistir a actos de su partido. La respuesta del Gobierno ha sido dejarlos arremeter con fuerza y sacar luego a la luz los papeles que prueban que, con el PP en el poder, estos usos poco canónicos de los medios públicos de desplazamiento eran mucho más frecuentes que ahora. El señor Aznar se iba de vacaciones a las Baleares en aviones militares y usaba helicópteros del ejército para hacer visitas a monasterios en provincias; el señor Trillo -no podía faltar el inefable señor Trillo, habitual allí donde haya un doble rasero u opere la ley del embudo- iba a su tierra, al parecer, en aviones militares. Y hasta el perpetuamente escandalizado señor Rajoy usó un avión del ejército para ir a soltar un discurso en una campaña electoral en las Baleares. Luego ha tratado de jutificarlo sosteniendo que fue a un acto institucional como presidente del Patronato del Patrimonio Nacional, cargo que no obstentaba y reunión que es poco probable que se realizara.

Parece claro que este estilo de campaña boomerang es un desastre porque causa un efecto muy negativo en el electorado que comprueba una vez más que el acusador tiene la casa más sucia que el acusado. Queda por averiguar por qué sin embargo se recurre a él. Según ciertas interpretaciones porque resulta desmovilizador ya que los votantes caen en el prejuicio del "son todos iguales" y se refugian en la abstención. Como quiera que este comportamiento se presume más propio de los electores de izquierda que de derecha viene a decirse que la campaña no es tan estúpida como pueda parecer. Sin embargo, este razonamiento deja sin explicar porqué el PP no ataca por la vía de la corrupción ya que esta prudencia sólo es comprensible con la razón de evitar que haya una respuesta contundente. Ello me hace pensar en que las acusaciones de doble moral al PP tienen fondo sólido, un fondo que descansa sobre la prepotencia y la arrogancia de unos políticos (los de la derecha) que se creen con títulos preternaturales a la gobernación de España por los siglos de los siglos, porque piensan que es suya; España, digo, como el Congo para Leopoldo II. Que otro partido de izquierda tenga la desfachatez de ocupar el Gobierno es algo que los conservadores ven como una usurpación y de ahí que traten a sus adversarios con tal falta de respeto y crean que ellos están legitimados para hacer cosas que, si realizadas por el adversario, se convierten en faltas y hasta en delitos.

En estas condiciones y según vienen los sondeos y pronósticos, es muy difícil predecir el resultado del 7 de junio. No obstante, una observación: esa situación de empate técnico que se vaticina entre PSOE y PP es en realidad una muy buena noticia para el primero porque, con la que está cayendo de crisis -que siempre se hace pagar al partido del Gobierno-, una situación de empate con intención directa de voto más a favor del PSOE que del PP quiere decir que este último tiene más difícil la victoria de lo que parece. Y, si no gana por amplio margen, las repercusiones internas en forma de distintas frondas pueden ser de importancia. Aun mayor, casi catastrófica si pierde.

dimecres, 27 de maig del 2009

El fantasma de la abstención.

Todo el mundo está al cabo de la calle de que las elecciones al Parlamento europeo no se plantean como una verdadera confrontación por asuntos europeos sino como una especie de sucedáneo de unas elecciones en clave de discusión interna, doméstica, de andar por casa. El saber convencional quiere asimismo que, al no tratarse de votar por el Gobierno o la oposición reales del país, los electores aprovechen para castigar al partido gobernante a lo que algunos añaden que, en el fondo, en las elecciones europeas no se vota a favor de unos si no en contra de otros.

Ello tampoco tiene mucha importancia dado que todo el mundo espera una abstención altísima, entre diez y veinte puntos porcentuales superior a la de unas elecciones legislativas ordinarias. El cuerpo electoral considera estas elecciones europeas como "elecciones de segundo orden" según las llaman los especialistas y se siente menos llamado a votar. Así que las abstención y la participación es el elemento decisivo de la convocatoria. Tanto que el llamado "partido de la abstención" puede acabar siendo el verdadero ganador al que determinadas orientaciones críticas, generalmente de izquierda, alientan con el fin de deslegitimar el sistema democrático, al partir de la idea de que, cuantos más se abstengan de ir a votar, más claro estará el rechazo al conjunto. Por supuesto esta posición, aparentemente radical, de ningún compromiso con la farsa electoral de la burguesía, se rompe en el momento mismo en que quien la adopta presenta su candidatura en una u otra lista de "auténticos", "verdaderos", "genuinos" izquierdistas. En tal caso, los aplausos al abstencionismo se convierten en trompeteos a favor de la participación en un mensaje cuya pobreza intelectual sólo es comparable a su ralea moral: abstenéos a no ser que me votéis a mí.

Efectivamente, la participación (y la abstención, por tanto) es un elemento decisivo en el funcionamiento de los sistemas democráticos que están basados en la idea de que la soberanía reside en el pueblo quien la ejerce a través del voto. Negarse a depositarlo vendría a ser, según ciertas interpretaciones escasamente aceptables a mi entender, como deslegitimar el conjunto del sistema democrático. Ello equivale a igualar abstención con voto en blanco o, incluso, voto en contra, lo que es demasiado igualar. La abstención no es interpretable a favor o en contra de nada ni deslegitima nada. Considérese el cuadro más arriba. En él consta la participación país por país en todas las elecciones al Parlamento europeo habidas desde las primeras en 1979 en todos los países de la Unión. En algunos casos (1987, 1995 y 2007) ha habido elecciones al Parlamento en ciertos países que acababan de efectuar su ingreso ya con una composición dada del Parlamento. Se puede ver que la abstención ha llegado a alcanzar cantidades sorprendentes en algunos países del antiguo bloque comunista como Eslovenia o Polonia en donde ronda el ochenta por ciento de los electores. O Eslovaquia o Bulgaria, en donde ronda el setenta por ciento. Y a nadie se le ocurre negar que en estos países reine una opinión pública muy europeísta. No es extraña tampoco una abstención en torno al setenta o setenta y cinco por ciento en países como Gran Bretaña. La alta abstención no deslegitima nada porque lo importante del procedimiento no es su aspecto cuantitativo sino el hecho incontrovertible de que las elecciones sean libres y, por supuesto, voluntarias. Hay muchos países (pocos ya en Europa y algunos más en América Latina) en los que el voto es obligatorio, lo que parece un contrasentido porque es confundir un derecho (algo de lo que puedo prescindir libremente) con un deber.

En todo caso, convirtiendo los datos anteriores en un gráfico (en el que solamente se reflejan los años "oficiales" de elecciones al Parlamento, no los de by elections en países específicos), puede verse en la última ilustración que la media de participación en las elecciones al Parlamento Europeo ha descendido de modo constante en unos veinte puntos porcentuales en los veinticinco años que van desde 1979 (67,19 por ciento) a 2004 (47,78 por ciento). No resultaría sorprendente que en 2009 la abstención media llegue al cincuenta por ciento y que en España rebase dicha cantidad.

El carácter caprichoso, a menudo incoherente y en muchas ocasiones demagógico del discurso político se observa en el razonar sobre este fenómeno de la abstención. El mismo dato (escasa participación) que demuestra que la Unión Europea tiene un problema de legitimación por no contar con el suficiente apoyo popular se lee como un veredicto inaplazable e incontrovertible del electorado a favor o en contra de su respectivo Gobierno a nada que la distancia entre los resultados de un partido lleven una ventaja de cuatro a más puntos porcentuales sobre los del partido rival y por más que, en definitiva, sólo haya votado escasamente el cincuenta por ciento. Y no se hable ya de los candidatos de las opciones radicales e independentistas: el mismo dato que prueba la manipulación y el revolucionario rechazo de las masas trabajadoras al sistema corrupto de la burguesía fascista a través de la abstención se convierte en un decidido mazazo de la conciencia revolucionaria y emancipadora de las masas proletarias a nada que el interviniente haya presentado su candidatura y su lista haya conseguido el 1,3 por ciento del voto y obtenido un representante que será el 1/50 de la representación española y el 1/736 del conjunto de la europea.

No, la abstención no deslegitima por alta que llegue a ser siempre que el voto sea libre. Lo que deslegitima es la altísima participación allí donde, sin embargo, el voto no es libre. En democracia el que no vota es porque no quiere y el que calla otorga.


dimarts, 26 de maig del 2009

El debate de los trasuntos.

Quizá me equivoque pero en el debate de ayer en TV1 uno tenía la impresión de que no eran los candidatos mismos del PSOE y el PP en las elecciones europeas quienes debatían sino otros. Por sus gestos, su entonación, su ritmo y, sobre todo, por el fondo y la forma de lo que cada uno decía, Juan Fernando López Aguilar sonaba talmente como el señor Rodríguez Zapatero y Jaime Mayor Oreja... como el señor Aznar López. Así es: fue un debate entre Zapatero y Aznar por persona interpuesta. No hace falta decir que el encuentro lo perdió generosamente el dueto Mayor/Aznar y lo ganó por goleada el Aguilar/Zapatero; aunque, en definitiva, el verdadero perdedor, como siempre, fue el señor Rajoy, a quien un candidato atacó sin que el otro lo defendiera.

López Aguilar es un hombre de nuestro tiempo, con un lenguaje llano y preciso que todos entienden y a quien su acento canario ayuda notablemente por ser tan distinto del áspero peninsular. Fue el único de los dos que se refirió a la Unión Europea en varias ocasiones y con consistencia, ilustró la importancia de la Unión para España y, sobre todo, elaboró un discurso trabado que enlazaba y armonizaba las políticas nacionales con la europea, dando la impresión de una unidad de acción del partido en el Gobierno que defiende en Europa lo mismo que defiende en España. Le dio tiempo a explicar (por cierto, mucho mejor de lo que ha hecho el Gobierno hasta la fecha, a mi entender) el sentido de las políticas económicas y sociales para salir de la crisis, se zafó del martilleo constante de su adversario con los cuatro millones de parados y supo atacarlo poniendo de manifiesto tres aspectos: a) la carencia de propuestas del PP en todos los órdenes de la política española; b) la labor de zapa del PP en los foros internacionales, singularmente en Europa en contra del Gobierno de España; y c) la deficiente ejecutoria del señor Mayor Oreja como europarlamentario y su impresionante palmarés de votaciones sistemáticamente en contra de cualesquiera medidas progresistas que el Parlamento haya considerado.

A su vez, el señor Mayor Oreja es mucho menos telegénico. Su porte, actitud y ademán son engolados, enfáticos y vacuos; parece un personaje salido de una galería de antigüedades. En todas sus intervenciones no hizo una sola propuesta positiva, salvo decir que para resolver el paro es preciso vincularlo a la educación, lo que no es nuevo ni brillante. Se empleó a fondo con los cuatro millones de parados, repitiendo la cifra una y otra vez , como si fuera una batería de campaña castigando un objetivo y reconduciendo todos los temas a esa acusación que, debía de pensar, estaba demoliendo a su adversario. Lo que no fue hablar de los cuatro millones de parados fue repetir al pie de la letra algunas de las consignas más bombáticas del señor Aznar como la de "la nación se diluye" o esa panacea para salir de la crisis y resolver Europa que consiste en propugnar "más España", signifique esto lo que signifique, o la de que hay crisis de valores, pérdida de la centralidad de la familia y otros agüeros que tienen tanto que ver con Europa y con la crisis como con el viaje a la luna.

Imagino que hoy los periódicos darán ganador a uno u otro debatiente según su orientación ideológica, como acostumbran. De hecho, ya he visto algunos titulares que dan risa aunque, en el fondo, todos los titulares dan risa.

Por mi parte, qué más quisiera que poder escribir algo a favor del candidato del PP pues me gusta el exotismo; pero es imposible. Ha sido el debate entre un hombre con empuje, arranque, ideas, contemporáneo, articulado, pegado a la realidad y de su tiempo y un estafermo ayuno de ideas, sin propuestas, sin gran contacto con la realidad, que vive de administrar lugares comunes muy grandielocuentes pero vacuos y de atacar al Gobierno en todos los frentes pero sin proponer nada alternativo.

Juan Fernando López Aguilar es un dirigente de segundo orden perfectamente sintonizado con el Gobierno, con su partido y con la realidad en la que vive. Hay una clara unidad de acción entre su discurso y la acción del Gobierno socialista. Jaime Mayor Oreja es un dirigido de segunda. Mejor dicho, un teledirigido de segunda. Quien lo teledirige no es el señor Rajoy sino el señor Aznar.Y no hay la menor unidad de acción entre el programa para las elecciones europeas y el de un hipotético "gobierno en la sombra" del PP porque tales programas no existen.

Todo eso quedó muy claro ayer.

Los sondeos vaticinan la victoria del PP y sólo difieren, al parecer, en el margen de la derrota. De ahí la importancia de la campaña, para que los indecisos se decidan.

dilluns, 25 de maig del 2009

La Inquisición y la derecha.

¿Así que un ciudadano español sometido a un procedimiento judicial con todas las garantías procesales del Estado de derecho resulta ser víctima de una persecución inquisitorial? Y esto lo dice uno que aspira a ser presidente del Gobierno de España. Y, encima, de derechas. Este disparate demagógico, propio de alguien que no piensa mucho lo que dice, si es que piensa en absoluto, se puede considerar desde dos puntos de vista por lo demás complementarios:

Primero, lo que es evidente. Todo el respeto y acatamiento que la derecha afirma tener por los órganos judiciales y la administración de justicia se convierte en clara animadversión cuando los órganos judiciales se interesan por uno de los suyos. Es entonces cuando los tribunales civiles ordinarios dejan de cumplir sus funciones en la administración de justicia y pasan a ser dicasterios del Santo Oficio. El mensaje subliminal en esta actitud está bien claro: dado que el Tribunal de la Inquisición fue algo que hubo que erradicar y contra cuyo regreso estaría justificado alzarse en armas, lo que se está diciendo es que también cabe la resistencia frente al Estado de derecho democrático. En todo discurso de la derecha hay siempre un elemento golpista.

La segunda nota derivada del exabrupto rajoyiano tiene que ver con las convicciones ideológicas de la derecha y su capacidad camaleónica para aparecer con el color que más convenga, porque esta idea de asociar la Santa Inquisición con el mal es propia de la ilustración, de la modernidad, del progresismo décimonónico y de la izquierda actual, heredera de los anteriores. En principio no tiene sentido que se la atribuya el pensamiento reaccionario ni el de derechas. Esta derecha es la de los Reyes Católicos y, con ellos, todo lo que de bueno, en su opinión, hicieron para España, entre otras cosas, el establecimiento del Santo Oficio para la detección de judíos, moriscos, falsos conversos, relapsos y otros precitos. Es la derecha que no condena el franquismo que, de habérselo permitido el Vaticano, hubiera restablecido el Tribunal de la Inquisición en busca esta vez de masones y comunistas. En el imaginario colectivo de la derecha española el Santo Oficio fue una gran cosa que no debe presentarse con malos colores como ha hecho el desafortunado señor Rajoy.

La derecha española presenta varios casos de disonancia cognitiva de Leon Festinger entre lo que le gustaría ser y lo que sabe que es. Este uso "progre" del término Inquisición es prueba de su éxito en apropiarse del mundo conceptual de la izquierda cuando ya no puede oponerse a él. Es el clásico If you can't beat them, join them porque, originariamente, esta derecha se habría opuesto en su día a la abolición de la Inquisición, igual que hoy se opone a todo aquello que sea aumento de derechos de los ciudadanos. Dentro de otros cincuenta años la Iglesia habrá admitido el matrimonio entre homosexuales, el matrimonio de sacerdotes y sacerdotisas y lo pondrán como ejemplo de algo que las potencias del mal tratarán siempre de destruir, cosa que no consiguen gracias al denodado esfuerzo en pro de la libertad de los escudos eclesiásticos.

diumenge, 24 de maig del 2009

Euroelecciones.

El señor Otegi pide el voto en las elecciones europeas para la candidatura de Iniciativa Internacionalista que es esa candidatura internacionalista formada por nacionalistas y partidos nacionalistas; presidida por quien, caso de salir elegido, dimitirá, dando paso a la segunda de la lista y dedicada a cantar las églogas de la verde Euskadi feliz. Está bien que los independentistas abertzales, los abertzales de izquierda, o sea, los independentistas de izquierda (que todos esos nombres usó el señor Otegi para que el rebaño no se le despistara), sepan a quién tienen que votar, incluso aunque no sepan bien quiénes son ellos a juzgar por los nombres que enuncia Otegi.

El señor Rajoy propone para Europa que dimita la señora Chacón por la guerra biológica que el ejército español lleva contra un colegio de niños. Habla en Baleares, cuyo primer presidente del PP, señor Cañellas, incurrió en un delito de soborno que no recibió castigo por haber prescrito y cuyo segundo presidente, señor Matas, está imputado en otro proceso penal. Y en Baleares dice que es muy difícil poder con el PP intentado mezclarlo en asuntos de corrupción, siendo así que lo está en medio país.

El señor Rodríguez Zapatero sostiene que el PP carece de guión y de plan de Europa, sin duda, que es lo que le pasa a él. Sostiene asimismo que el PP es la "derecha de la derecha" europea, lo cual parece bastante cierto y le deja a él libre el cubículo de la "derecha menos derecha", que es de lo que le acusan las pintivariadas izquierdas a la izquierda del PSOE.

El sañor Cayo Lara, a quien sus enemigos llaman "Lacayo Lara", harto de la deriva neoliberal de la socialdemocracia española, quiere llevarse para Izquierda Unida a los votantes desencantados o desengañados del PSOE. Es una brava propuesta de regeneración del "voto útil". Consiste en hacerlo inútil del todo.

La señora Rosa Díez, una versión española de lo que los anglosajones llaman un/a político/a maverick, dice que los partidos nacionales se comportan como partidos "nacionalistas" en un juego mental que ya huele a delirio porque hay que preguntar: nacionalistas ¿de qué nación? Porque la española-una-grande-libre-a-mucha-honra se la ha reservado ella.

Estas elecciones al Parlamento europeo prometen.

dissabte, 23 de maig del 2009

Las elecciones europeas y la corrupción.

En uno de los diferentes procesos que el señor Carlos Fabra tiene abiertos por la presunta comisión de diversos delitos, el fiscal pide para él dos años de prisión por falsedad en documento público. Y esa es la punta del iceberg de lo que este presidente de la Diputación de Castellón y "ciudadano ejemplar", según el señor Rajoy, tiene pendiente con la justicia. Se substanciará este y otros procesos, el señor Fabra dará con sus huesos en la cárcel, pero seguriá siendo un "ciudadano ejemplar" y presidente de la Diputación.

A su vez, el de la Generalitat de Valencia, señor Francisco Camps, está imputado por presunto cohecho en la parte valenciana de la trama Gürtel, la mayor concentración de políticos corruptos y presuntos delincuentes por metro cuadrado de moqueta del universo mundo. El señor Camps, al parecer, se ganaba buenos trajes de excelente paño a cambio de garantizar adjudicaciones por licitación a la dicha trama. Aunque su caso y algunas andanzas han estado en los periódicos, el señor Camps ha mantenido un obstinado silencio ante amigos, detractores y, por supuesto, los electores. Sostenía que estaba deseando comparecer ante el juez para dar las explicaciones pertinentes y restablecer su buen nombre. Compareció ante el juez y no solamente no dijo nada que lo exonerase ni aportó prueba alguna, sino que reconoció haber mentido a la ciudadanía cuando aseguraba no saber quién es don Álvaro López, "El Bigotes", siendo así que lo "quiere un huevo". También aquí terminará el proceso, el señor Camps será condenado pero seguirá siendo presidente de la Comunidad Autónoma.

En la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) se concentra el grueso del aparato de corrupción del PP, en el que pululan decenas de militantes y cargos del partido en todos los órdenes de la administración: municipal, autonómica y nacional. Y, dentro de la CAM, el meollo en el que se entrecruzan los distintos vectores de la corrupción es el Gobierno autonómico. En Madrid hay abiertos dos procesos penales en los que están involucrados distinguidos miembros del partido como alcaldes, concejales, consejeros o exconsejeros, diputados autonómicos y diputados nacionales. En uno de ellos se dilucida un oscuro caso de espionaje ordenado por alguien del Gobierno de la Comunidad y cuyo objeto eran otros políticos de su mismo partido. En el otro se lleva cuenta de las trapacerías hechas por los militantes y cargos del partido en relación con la trama Gürtel. La principal beneficiaria indirecta de esta trama corrupta en Madrid es la presidenta de la CAM, doña Esperanza Aguirre, cuya colaboración para esclarecer los hechos de los tres procesos es nula y hasta obstruccionista: dio carpetazo sin tiempo para averiguar nada a la comisión de investigación parlamentaria sobre los famosos espionajes. De otro lado está en el centro de la movida del caso Gürtel en la CAM que afecta a un buen puñado de alcaldes, concejales, exconsejeros de la Comunidad etc. sin que ella haya hecho gesto alguno de dimitir. Al contrario, recientemente, el diario Público ha destapado otra nueva trama en relación directa con el PP de la CAM, consistente en financiación privada del partido y probablemente irregular por cientos de miles de euros. Hasta la fecha la señora Aguirre, con su desparpajo característico, sugiere que quien quiera averiguar algo, que le pregunte a Pío, pío, pío. Llegará un momento en que quizá se acabe inculpando asimismo a la señora Aguirre pero ésta seguirá siendo inocente de toda culpa.

La corrupción no desprecia ningún nivel de la estructura del Estado y partido: la trama Gürtel tiene tocado, entre otros, al tesorero nacional del PP, señor Bárcenas, asimismo acusado de cohecho. El panorama del PP para las elecciones europeas es bastante sombrío. Está carcomido por la corrupción y, sin embargo, funciona para difundir los mensajes de esta derecha reaccionaria y meapilas, disfrazada de liberal que hay en España. Puede llegar un momento en que el Partido se debata en dos o tres conflictos muy agudos y, sin embargo, gane las elecciones al Parlamento europeo con lo que España será el país que más presuntos envíe a la Eurocámara, convirtiéndola en una especie de Santuario.

Por ultimo, tal como se desarrollan los hechos, no es inimaginable que el día de mañana aparezca imputado el mismo señor Rajoy. Momento en el que seguramente saldrá elegido presidente del Gobierno.

Hace unos años a los españoles les fastidiaba el uso de un lema de los tiempos del franquismo que se empleaba como atractivo del turismo: Spain is different. Y es que lo es y, desde luego, el PP, un partido en el que nadie dimite nunca, nadie acepta su responsabilidad y todos se llaman andana, como en el caso del señor Trillo.



(La imagen es una foto de Periódico La Democracia, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 22 de maig del 2009

Euroelecciones: empate

Según el sondeo preelectoral del CIS, al comienzo de la campaña electoral, los dos grandes partidos están empatados y la campaña es un reñidero de gallos. Ese empate puede resultar sorprendente a quienes han seguido otras encuestas que vienen dando ganador al PP, pero en realidad no lo es o no debiera serlo porque si en algo pueden estar pensando las gentes cuando hablan del PP es en la corrupción. Se dice eso de que el electorado del PP es a prueba de escándalo y vota a su partido haya hecho lo que haya hecho. Pero parece un juicio muy severo, probablemente movido por prejuicios y que contradice el sentido común. A nadie le gusta que su representante sea un ladrón y la corrupción tiene que estar pasando ya factura al PP. Eso explica por qué, a pesar de la crisis y de que ésta tiene que estar haciendo mella en los apoyos electorales del Gobierno, también está haciéndolo en los de la oposición. Es literalmente imposible que la impresión de tupida red de corrupción en que se encuentra sumido el PP en Valencia y Madrid no produzca efectos desmovilizadores. Tengo la impresión, por lo demás, de que este empate no es sino un cambio de tendencia a favor del PSOE que bien puede ganar las europeas.

Otro asunto, relacionado con lo anterior es el vídeo negativo del PSOE. Los del PP, como siempre, han lanzado las campanas al vuelo, han empezado a hablar de doberman y acusan al PSOE de extraordinaria agresividad. Pero no se ve por parte alguna. Lo que llaman agresividad intolerable, etc consiste en una serie de personas de diferentes aspectos que dicen lo que un votante medio del PP, en el fondo, lo que piensa el PP en su conjunto sobre los asuntos en debate en la política española, los derechos de las minorias, la cuestión de la inmigración, etc. Lo curioso es que se exciten de esa manera cuando les ponen un espejo delante. Al fin y al cabo si lo de Rdríguez Zapatero era "buenismo" a juicio de Rajoy, lo de Rajoy bien puede ser "malismo" al de Rodríguez Zapatero.


(La imagen es una foto de freshwater 2006, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 19 de maig del 2009

La ilegalización.

Hoy trato el asunto de la ilegalización de la candidatura Iniciativa Internacionalista en un artículo en Público, titulado Una ilegalización compleja en el que defiendo que dicha ilegalización es lógica en tanto los componentes de la candidatura se obstinen en no cumplir la Ley de Partidos, y que en España no se ilegalizan ideas (como sostienen falsamente quienes critican la ilegalización) sino comportamientos y hechos delictivos.

Ayer fue un día frenético en las redacciones de los diarios. Después de la ilegalización hubo la acostumbrada oleada de reacciones en pro y en contra. Ambas destilaban pasión; las primeras de alegría y las segundas, de ira. Pero la coalición estaba ilegalizada por decisión del Tribunal Supremo e ilegalizada iba a quedarse. Entonces, al final de la jornada, empezó a rumorearse que la coalición iba a condenar el uso de la violencia para conseguir fines políticos, iba a condenar a ETA; en definitiva, iba a cumplir la Ley de Partidos que es la condición que los independentistas se han negado a aceptar en diez ocasiones. Los alientos se contuvieron y, en efecto, por la noche llegó el comunicado de Iniciativa Internacionalista condenando taxativamente la violencia. Algo muy de felicitarse. El articulo mencionado más arriba ya recoge este giro de los independentistas y se felicita por él, formulando el deseo de que ojalá surta efectos políticos y jurídicos.

Porque ese es el problema ahora. Obviamente, los estrategas de Iniciativa podían haberlo pensado antes y no dejar que las cosas se pudrieran hasta la ilegalización del Tribunal Supremo. La explicación probablemente es que, en el fondo, no creyeron que el alto tribunal fuera a excluirlos y, al encontrarse con que sí lo hacía, tuvieron que improvisar un plan B a fin de no quedarse fuera de las instituciones, y que incluía los términos que hemos citado. Pero el hecho es que el fallo del Tribunal Supremo ilegalizando la formación es ya firme y el Tribunal Constitucional no puede hacer nada contra eso dado que las decisiones firmes del Supremo son para él "cosa juzgada", intangible. Algo distinto es que quepa el recurso de amparo por vulneración de derechos fundamentales que la candidatura ha interpuesto. En apoyo de esta queja viene la feliz decisión de condenar la violencia, que supone un giro de 180 grados en la actitud de Batasuna y los suyos. Pero la cuestión es si el Tribunal Constitucional puede otorgar el amparo cuando la supuesta vulneración que se aduce tendría que haberse producido no para llegar al fallo del Supremo sino después de dicho fallo, lo que se entendería, porque así sería, como un fraude de ley.

Ahora bien, la importancia de que los independentistas radicales hayan renunciado a la violencia abre tal cantidad de perspectivas que sería muy importante que se encontrara una fórmula política para conseguir que su candidatura estuviera presente en las elecciones del siete de junio. Sería la prueba de que en España no se ilegalizan ideas sino conductas, daría una imagen de normalidad a la vida política, demostraría que los demócratas somos magnánimos y si a la condena de la violencia siguiera la desaparición de ETA, quienes defendemos el derecho de autodeterminación de los pueblos en España podríamos volver a argumentar nuestra posición sin riesgo de que se nos confundiera con asesinos. Pero todo ello depende de que el Tribunal Constitucional decida otorgar el amparo. Y eso no puede prejuzgarse.

divendres, 8 de maig del 2009

Empatados pero no revueltos.

Lo dice el barómetro de abril del CIS. En este momento, 40,8 por ciento de voto para el PSOE y 40 por ciento para el PP. El resto de las puntuaciones, también las esperadas y esperables. Hay que ver qué poco se mueve el electorado en momentos de zozobra, como si quisiera no aumentar los riesgos: IU se sitúa en un 4,5 por ciento, recuperando terreno desde las elecciones de 2008 (3,9 %) pero aún por debajo de las de 2004 (4,9 %) y Unión, Progreso y Democracia un 2,9 por ciento, casi dos puntos por encima de lo logrado en 2008. Las valoraciones de los líderes, las que cabe esperar: el señor Rodríguez Zapatero (4,43) va por delante, y a mucha distancia y detrás de la señora Rosa Díez (4,28) y el señor Durán i Lleida (3,89) se encuentra el señor Rajoy (3,54). En lo que hace a la valoración de líderes tiendo a pensar que el juicio del personal es bastante exacto. El señor Rajoy no tiene ni una de las cualidades de un líder o dirigente popular: no habla bien, siempre dice lo mismo, no resulta convincente y tiene un pasado tenebroso. El señor Rodríguez Zapatero, en cambio, sin hipotecas pasadas, tiene mejor imagen y resulta más natural y espontáneo al tiempo que muestra procupación por las tareas de recuperación de la crisis que es cosa que preocupa grandemente a los ciudadanos.

Lo verdaderamente extraño es que haya empate en las intenciones de voto a los respectivos partidos pues contradice la sabiduría convencional de que en mitad de la legislatura hay más afición a castigar a los gobiernos, sobre todo en medio de una crisis como la actual, de intensidad desconocida. Da la impresión sin embargo de que la gente ha admitido que la crisis tiene su origen fuera de España y que aquí es poco lo que cabe hacer en su contra. Por ello el electorado es benevolente con el Gobierno. Éste ha entendido que lo que le importa es generar imagen de ser activo en contra de la crisis; otra cosa es que esa actividad sea positiva. Pero eso pertenece a un segundo momento. Lo primero es ver que se hace algo. Y en esto, la política de comunicación del Gobierno atina porque un tercio de los españoles piensa, siempre según el barómetro, que son las cuestiones de índole económica de las más se ocupan los gobernantes. Pero, ignorando que la gente atribuye la crisis a origen extranjero, el PP echa las culpas al PSOE, cuando todo el mundo sabe que eso no es cierto. Y no aporta alternativa alguna.

En fin el barómetro es buenas noticias para el PSOE que, dadas las circunstancias podría esperarlas muchísimo peores.

¿Por qué no sube el PP en intención de voto respecto al PSOE? Por la imagen de corrupción que genera y que afecta a todo el partido. Es cosa de la que se habla poco porque al PP (siempre reproductor ampliado de pifias ajenas) no le interesa, y los medios progres no entienden su función como aparato de propaganda de un partido (al que se puede ordenar que traiga la corrupción en portada venga o no a cuento), razón por la cual no se manifiesta hasta qué punto hay una sensación ciudadana de indignación con estos políticos que han constituido un verdadero clan de presuntos mangantes, apropiadores indebidos, de juerga continua a cuenta del contribuyente, haciendo negocios ilegales, viviendo en el lujo, haciéndose regalos deslumbrantes, coches, joyas. Dice doña Dolores de Cospedal que este escandalazo "no es Filesa". Pobre señora, qué infeliz; era muy joven entonces y no se ha dado cuenta de que nadie en la Brunete ha sacado el ejemplo de Filesa, Malesa y Time Export que en los noventa no se les caía de la boca. ¿Por qué ahora no, excepto en el caso de la metepatas oficial señora De Cospedal? Está claro porque Filesa era un caso de financión ilegal del Partido, esto es, se obtenían unos dineros ilícitos y se destinaban a las arcas del partido, aunque en el itinerario, algún aprovechategui se quedara con algo. Pero es que en el caso Gürtel, el dinero era todo para los presuntos sinvergüenzas que, desde las alcaldías, concejalias, consejerías, asesorías, diputaciones parlamentarias y hasta una presidencia de Comunidad Autónoma, estaban hasta ayer supuestamente llevándoselo crudo.

Y luego la gente ve que los imputados, unos dimiten y otros conservan el cargo no en función de criterio honrado alguno a favor de la justicia sino de los intereses procesales de los acusados. Quienes conservan la condición de diputados autonómicos quedan así protegidos por el fuero parlamentario frente a la posibilidad de que la justicia ordinaria les exija cuentas, como a todo hijo de vecino. El comportamiento de esta tropa de presuntos granujas es siempre el mismo probablemente porque está coordinado: dicen que declararán en tiempo y forma y que están deseando hacerlo pero luego no solo no lo hacen (los tres imputados madrileños se han negado a declarar) sino que tratan de impedir que se les pueda siquiera interrogar, como ha intentado hacer el señor Camps solicitando del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que anule todo lo procedido anteriormente y poniendo de manifiesto su sinceridad cuando decía que estaba deseando acudir a declarar al sitio apropiado.

Las preguntas del barómetro sobre corrupción y fraude dan unos resultados irrisorios porque nadie (entre un uno por ciento y 0,4 por ciento) dice que sea un problema lejanamente equiparable al paro, la crisis económica o la vivienda. Sin embargo, lo es. Tardará más, tardará menos pero la lluvia fina de las sucesivas imputaciones en asuntos cada vez más alucinantes (varietés, cruceros por el Mediterráneo...) irá minando los muros de la indiferencia y el electorado no revertirá al PP los votos que no entregue al PSOE a causa de la crisis.

Y ¿a dónde se irá ese voto que se retire del bipartidismo estatal? No creo que a los terceros partidos, en concreto IU y UPyD porque, aunque los dos se pasan el día subrayando que son nuevos o innovados o renovados, los dos son partidos típicos del sistema que critican amargamente. ¿A dónde, pues? A la abstención cosa que, en elecciones al Parlamento europeo es más que de esperar. En las elecciones de 2004, la abstención fue de 54,9 por ciento. En éstas pude llegar al 60 o 65 por ciento. Y no creo que el PP las gane en modo alguno. Ni tendrá buenas perspectivas para 2012.

diumenge, 3 de maig del 2009

Malos datos.

Igual que el Publiscopio de hace unos días, la encuesta de Metroscopia para El País de ayer vaticina un triunfo del PP si hubiera hoy elecciones. La ventaja sigue siendo muy baja, de 1,2 puntos porcentuales. Ello quiere decir que la crisis está pasando factura al Gobierno pero la oposición, lastrada por los escandalazos de corrupción, no sale mejor parada.

Da la impresión de que, si no hay cambio de tendencia, el Gobierno perderá las elecciones al Parlamento europeo. Puesto que el PP, aunque ganador, también apunta a la baja, ¿quizá debamos esperar un aumento del voto a otras formaciones nacionalistas (incluida la nacionalista-española UPyD) o de la izquierda más a la izquierda del PSOE? Estas últimas se presentan en una situación de fragmentación, casi atomización que no augura nada bueno para sus resultados electorales pero si uno lee sus encendidas proclamas se hace patente una actitud de voluntarismo infantil con una fantasia de omnipotencia discursiva que mueve a risa: todas las demás candidaturas son de burgueses o de antiguos izquierdistas vergonzosamente vendidos al enemigo de clase que tiene a la "verdadera" izquierda en estado de sublevación permanente.

En el terreno de las realidades electorales, los malos augurios del Gobierno, descontado el efecto crisis se originan, entiendo, a la vista de qué bajo puntúa el electorado a los ministros que no los conoce ni dios. ¿No habíamos quedado en que habría un cambio de ritmo? Me niego a creer que el cambio de ritmo sea que los ministros están tomándose ahora las vacaciones de Semana Santa a las que hubieron de renunciar para mostrar qué duro trabajan los ministros. Pero ahora están desaparecidos. No solamente no están en dónde debían estar sino que, además, nadie los ha visto ni parece que tengan gran cosa que proponer. Hasta ahora lo único que hemos sabido es que esa inenarrable ministra de la Vivienda, Beatriz Corredor, ha metido trescientos millones de euros en los bolsillos de los construtores para comprar suelo sobre el que construir VPOs. Como todo el mundo sabe, con un stock de un millón de pisos por vender, lo que España necesita es... más pisos.

(La imagen es una foto de guillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 28 d’abril del 2009

Demasiado barullo.

A menos de mes y medio de las elecciones al Parlamento europeo los datos del Publiscopio de ayer son negativos para el PSOE y positivos para el PP que se distancia del partido del Gobierno en 2,3 puntos porcentuales, uno más que en marzo. Es sabiduría convencional que el electorado aprovecha las elecciones europeas, llamadas "de segundo orden" para castigar a bajo coste al partido del Gobierno. Si a esta tendencia se añade la acumulación de desastres sobre el PSOE, los cuatro millones de parados, aspecto más feo de la torva faz de la crisis, la posible pandemia de la gripe porcina y el haber cambiado parte substancial del Gobierno recientemente, en verdad lo sorprendente es que el PP lleve tan exigua ventaja a su rival en mitad de este desbarajuste ruidoso. Uno esperaría una distancia de cinco puntos cuando menos. A la hora de valorar eso de que el electorado castiga al partido gobernante en las elecciones europeas hay que admitir que no todo el mundo echa la culpa de la crisis al Gobierno; pero también habrá que aceptar que menos se las echará a la oposición. Y, sin embargo ésta no se distancia de su competidor. Entiendo que hay dos razones que explican la situación: en primer lugar, el PP carece de alternativas. El señor Rajoy dice y redice que el PP sabe la forma de salir de la crisis pero no explica cómo, cual si su partido fuera una especie de taumaturgo que opera por procedimientos milagrosos de los que no tiene por qué dar explicaciones. En cambio, el señor Aznar anda por ahí dando las recetas mágicas concretas a quien quiere escucharlo, todo lo cual contribuye a suscitar mayor desconfianza en el PP. El segundo lugar es que, en efecto, como también muestra el Publiscopio, el PP inspira mucha más desconfianza y rechazo que el PSOE y ese es un dato determinante en unas elecciones generales.

Esto no quiere decir que el PSOE deba dar por perdidas dichas elecciones europeas o ir a ellas con moral de derrota; pero sí que tampoco desorbite su importancia real. Claro que, si las gana, el PP les dará un valor decisivo, sosteniendo que obligan a abrir nuevo periodo electoral. Pero ese es el punto de vista de parte de la oposición. El problema sólo resultará ser tal si se complica la situación parlamentaria del Gobierno, que ya es suficientemente horrorosa, pues no cuenta con compromiso firme de apoyo de ninguna de las otras fuerzas políticas. Sólo entonces a lo mejor es conveniente que el señor Rodríguez Zapatero presente la cuestión de confianza. Es una jugada de riesgo pero, si le sale bien, consolida la posición del Gobierno hasta las próximas elecciones generales. Y, por supuesto, compensaría con creces por la derrota en Europa.

La peor noticia para el PSOE es que cuenta con una fidelidad de votantes muy inferior a la del PP. Le interesa por tanto reconquistarlos. Pero si no puede y si la campaña no consigue dar la vuelta a la situación y el PSOE pierde las elecciones europeas no es el fin del mundo. Al contrario. Quedan tres años hasta las próximas legislativas y un resultado adverso en las europeas puede actuar como un movilizador del voto socialista. La cuestión consiste en mejorar la capacidad comunicativa del Gobierno, sorprendentemente baja, una vez que las nuevas ministras/os hayan comenzado a hacer algo.

Si el PP gana las europeas querrá ver en ellas una especie de moción de censura de la calle al señor Rodríguez Zapatero y pedirá elecciones anticipadas. Es lo que hace siempre. Sin embargo, la situación reintegra la política al ámbito parlamentario. Si el señor Rajoy quiere echar al señor Rodríguez Zapatero, sólo tiene que presentar una moción de censura. Pero no lo hace ni quiere hacerlo porque podría resultar, seguramente resultará, que él mismo, el candidato alternativo que es forzoso presentar tiene menos apoyos que el censurado.

dimarts, 14 d’abril del 2009

Mal empezamos.

Tengo la mejor opinión del señor Ramón Jáuregui. Me parece un hombre inteligente, moderado, honrado y un político clarividente. Estoy de acuerdo con Iñaki Gabilondo cuando dice que no se le ha aprovechado suficientemente. No sé hasta qué punto esta obvia falta de atención dolerá al señor Jáuregui aunque supongo que un hombre de experiencia como él sabrá que las organizaciones no siempre cooptan a los mejores. Muchas veces, el indiscutible reinado de los mediocres y los envidiosos consigue su objetivo de ningunear a la gente de valía, no permitir que sobresalga, hacerla de menos.

Sin embargo, no me parece bien que vaya el número dos en la lista del PSOE al Parlamento Europeo. Es más, me parece mal, rematadamente mal. ¿Para qué diantres estamos legislando sobre paridad? Todos los estudios (y son muchos) hechos hasta la fecha muestran que uno de los mecanismos a que recurre el machismo residual en nuestras organizaciones es a reflejar la paridad en las listas poniendo a las mujeres en la zona inferior. Por eso, el remedio a este atropello es que las listas sean de cremallera. Todas. Siempre. El número dos en una lista electoral encabezada por un hombre tiene que ser una mujer. Y estoy seguro de que al señor Jáuregui, a quien han tenido que sorprender en su buena fe, tanto le da ir de número tres.

Lo contrario es un fraude. Y no solamente un fraude: es una solemne majadería que sólo puede habérsele ocurrido a un majadero porque por ahí se empieza a perder las elecciones. Y lo digo en serio: si la lista no es de cremallera, con mi voto que no cuente.

Que ya está bien.

(La imagen es una foto de Pablo G. Pando, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 13 d’abril del 2009

Las europarlamentarias.

Ya están aquí las elecciones al Parlamento europeo y, según vaticina el Publiscopio de Público El PP parte con ventaja y el PSOE va por detrás, echando el bofe, a más de 4,5 puntos de distancia y al candidato socialista, Juan Fernando López Aguilar, no lo conoce ni dios. Con decir que la gente recuerda más al señor Mayor Oreja, que es el candidato de la contraparte, está todo dicho.

Los especialistas clasifican las elecciones europeas como "de segundo orden" porque en ellas no se debaten asuntos verdaderamente europeos sino cuestiones domésticas de cada país , la participación es muy baja y la gente se las toma como un voto de castigo al Gobierno. Pero precisamente por ello, fungen como un anticipo de las generales subsiguientes. Aquí quedan tres años hasta las próximas legislativas pero en el PP ya andan diciendo que, si el PSOE pierde por mucho en las europeas, habría que disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. Siempre que el PP pierde unas elecciones, al día siguiente está pidiendo que las haya anticipadas. Ahora también, pues no soportan estar en la oposición.

Ambos grupos pierden diputados porque la cantidad adjudicada a España pasa de cincuenta y cuatro a cincuenta y la encuesta citada atribuye tres pérdidas al PSOE y una al PP. Es opinión general que esos 4,5 puntos que lleva de desventaja el PSOE miden el voto del castigo al Gobierno por la crisis. El señor López Aguilar tiene unos dos meses para hacerse más conocido que el señor Mayor Oreja, cosa que no parece difícil, y dar la vuelta a los sondeos. Facha, tiene; telegénico es un montón y encima cultiva el estilo Obama, en mangas de camisa, sin corbata. En cambio, su adversario va vestido de señor mayor. En imagen, la campaña está ganada. Incluso aunque el señor Mayor se haga acompañar por el señor Rajoy, no dejaran de ser un par de señores mayores con barba gris, uno de ellos franquista, para más señas, mientras que si a López Aguilar lo apoya Rodríguez Zapatero, será una pareja más joven, algo más de este tiempo.

En efecto, la campaña está ganada para el PSOE en imagen que ya se sabe que vale por mil palabras. Ahora se trata precisamente de eso, de palabras., cosa nada fácil, vive el cielo, porque no basta con el careto: hace falta tener ingenio. Es preciso que López Aguilar o quienes le asesoren en la campaña, encuentren una o dos, no más, una consigna, algo que se identifique con su rostro y con el programa electoral del PSOE para el Parlamento europeo. Porque ahí es donde se la juega el candidato: en lo que diga. Y dado que, según convicción general, es la crisis la que tiene en horas bajas la fortuna electoral del PSOE, que éste la mencione relacionándola con Europa, algo así como: en Europa para salir de la crisis o a más Europa, menos crisis.

(La imagen es una foto de Pablo G. Pando, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 5 de març del 2009

Europa poliédrica.

La Revista Internacional de Filosofía Política ha dedicado un número monográfico a Europa; no sólo a la Unión Europea, sino también a una perspectiva más amplia a fuer de filosófica de Europa (Identidad y crisis de Europa, nº 31, juio de 2008, Madrid., 320 págs) y de la influencia europea. La coordinación ha corrido a cargo de Jaime Pastor y en él escriben especialistas nacionales y extranjeros de distintos campos del saber, lo que da al número una conveniente pluridisciplinariedad ya que hay perspectivas filosófica, jurídica, política, sociológica y económica. Una visión completa. Los trabajos son desiguales en calidad, aunque la media es bastante alta. Un problema no debe quedar sin mención porque desmerece de la publicación y conviene se vigile en el futuro: las traducciones de los trabajos de estudiosos extranjeros son bastante malas y, en algún caso, en concreto en el del ensayo de Luciano Patruno, tan detestable que consigue hacer ininteligible el texto probablemente porque ya la redacción original era bastante alambicada. Este desprecio de los intelectuales y editores españoles por el resultado de las traducciones sólo revela una lamentable ignorancia que hay que denunciar siempre, guste o no, hasta que se le ponga coto. Otrosí conviene recordar que, siendo la publicación de julio de 2008, probablemente los trabajos se escribieron en 2007 cuando nadie tenía ni idea de la formidable crisis que el mundo en general y Europa en concreto sufrirían a la vuelta de unos meses. Igualmente debe tenerse presente que en ese tiempo ya se sabía que el proyecto de Constitución Europea ha fracasado, pero todavía no que también lo haría (o puede hacerlo) su recuperación a través del Tratado de Lisboa. Es importante recordarlo para poner algunas afirmaciones en el debido contexto.

El número monográfico comienza con el trabajo de Sergio Sevilla, Lecturas filosóficas de Europa que parte de la idea de la reconstrucción de la filosofía en la obra de Husserl que la vincula a lo que llama "la tarea de la cultura europea", idéntica a la teoría de la cultura en general cuya tarea, al paso de su diagnóstico de la crisis europea es una fenomenología eidética en dos momentos: 1º) sólo la ciencia (en definitiva, la filosofía para Husserl) puede proporcionar la teoría de la que depende la reforma racional de la cultura; 2º) cada meditación en profundidad conduce a cuestiones de principio de la razón práctica. Téngase en cuenta que Husserl es el único filósofo que en el siglo XX ofrece una teoría de la razón única que reúne lo verdadero, lo bello y lo bueno en un único sistema del saber (p. 12). La fenomenología es la realización del empeño teórico que constituye la esencia de Europa que entró en crisis en 1911 (p. 14). Procede luego la oposición de Heidegger para quien la nueva fundación de Europa no puede proceder de completar el proyecto de vida que empieza con la filosofía griega y sigue con las ciencias y la epistemología modernas hasta el mundo de la técnica, sino que ha de ser una fundación "post-filosófica" (p. 18). El fracaso del proyecto de Constitución Europea prueba que el ideal filosófico de Husserl no se ha cumplido, sino que lo ha sustituido un pluralismo filosófico. Tomando pie en el análisis que hace Cacciari de esta situación el autor concluye que no se da un sinsentido histórico de la europeización sino que hoy Europa es la organización del vínculo social en los subsistemas económico y político que son la racionalidad realizada (p. 24).

José Antonio González Alcantud (Lo moro revisitado. Dimensión estética, diversidad cultural, función crítica, fantasma social) señala que la presencia del Islam es una constante en la idea de Europa, aunque hoy ésta parezca teñida por la preeminencia de los relatos anglosajones. La realidad multicultural de hoy da lugar a tres discursos típicos en Europa: a) el del multiculturalismo, preferentemente de izquierda; 2) el del rechazo y afirmación de los valores propios; c) y el de la integración basada en el "patriotismo constitucional" (p. 39). Esta multiplicidad de miradas sobre "lo moro" no sólo rechaza las miradas simplificadoras occidentales sino también las que proceden del mundo islámico y tienen el mismo carácter (p. 43).

Françoise Vergés (La memoria como resistencia) es un interesante trabajo, especialmente crítico con Francia. Trata del retorno a la memoria como tema movilizador en Europa. El fantasma que molesta a la conciencia europea es, por supuesto, el colonialismo. El caso francés es proverbial por el carácter "invisible" de la esclavitud hasta el punto de que la autora señala que es el único país que ha tenido que proceder dos veces a la emancipación de los esclavos. En Francia y en Europa en general hay una abrumadora actitud cultural contraria a lo "negro", que está en todas partes, en el lenguaje, los prejuicios, la realidad objetiva, lo negro es lo inferior, lo visto como esclavo, etc (p. 55). El racismo es una condición europea. La autora cifra esperanzas en el valor ejemplificador que pueda tener un proyecto de Casa de las Civilizaciones y de la Unidad Reunionera" (MCUR en las siglas en francés), que quiere servir de base para los trabajos de la memoria en el siglo XXI (p. 62).

Rafael Díaz-Salazar (Laicismos europeos y nuevos debates sobre laicidad) presenta una especie de alegato en favor de la "nueva laicidad", corriente de fresca aparición en Francia. Hay bastantes diferencias entre los países europeos en este territorio pero también se da una base mínima común de "laicidad europea" que según Salazar consta de: a) la neutralidad del Estado; b) libertad de conciencia y libertad religiosa; c) igualdad jurídica de opciones religiosas y no religiosas; d) espacio público que garantiza el pluralismo; e) reconocimento de la dimensión pública de la religión en el ámbito civil; f) diversas formas de cooperación entre el Estado y las confesiones religiosas. Las relaciones entre los Estados y las confesiones religiosas se atienen a tres modelos en el continente: 1) concordato; 2) estatutos específicos de relaciones entre las iglesias y el Estado; y 3) inserción de las confesiones religiosas en el derecho común de asociaciones (p. 69). La "nueva laicidad" francesa cuenta con una serie de elementos entre los cuales los más importantes son: va en contra del orden burgués del laicismo liberal y sus clérigos; busca nuevas formas de socialización moral a la vista de las experiencias; quiere superar el laicismo cientificista; se propugna una "laicidad abierta" a la religión; se crea un nuevo vínculo social intercultural al reconocer identidades diversas y migraciones; se admiten los símbolos comunitarios en el espacio público; se sostiene que la religión no es un asunto privado; se propugna la cooperación entre el Estado laico y las comunidades religiosas; hay una interacción entre la ética pública y la éticas privadas; su defiende una laicidad basada en la ética de la deliberación y el debate; se admite la enseñanza de la religión en la escuela pública; los laicos aprecian la labor educativa de los colegios católicos; hay un trabajo conjunto de organizaciones laicistas y comunidades religiosas (pp. 72-82). Reléase todo lo anterior detenidamente y dígase si no suena a retorno del dominio público clerical so capa de cuestiones propias de la modernidad; o dicho con más contundencia: reconquista clerical de los espacios perdidos gracias a la laicidad. Al respecto es recomendable ver el último trabajo de este número, de Henri Pena-Ruiz que ya previene frente a estos aparentemente racionales y liberales intentos de volver a imponer la religión en la sociedad laica, incluida la enseñanza.

Etienne Balibar (Del cosmopolitismo a la cosmopolítica) procede a un análisis del concepto de frontera que reputa esencial a través de tres desarrollos: 1) antítesis de guerra y traducción o modelos polemológicos y filológicos de la frontera; 2º) la equivocidad de la categoría de extranjero y su reducción a la de "enemigo"; y 3) la "doble alteridad" que afecta a la representación y el estatus de los extranjeros en Europa (p. 89) y ello tras haber equiparado la construcción europea que propone Habermas entre el nacionalismo y el venidero orden político cosmopolita con la disyuntiva que se dió en la Unión Soviética en los años veinte como "socialismo en solo país" y "fase de transición" entre el capitalismo y el comunismo. Comparación ingeniosa, que habla mucho sobre las raíces formativas de Balibar pero no me parece muy productiva. Pueto a hablar de "fronteras" yo hubiera llevado la comparación al tándem Unión Europea- Estados Unidos a través de la muy acrisolada doctrina de la frontera como mecanismo de origen de los EEUU de Frederick Jackson Turner. Los EEUU se forman como Estado merced a una frontera abierta. La unión Europea trata de constituirse en un territorio de fronteras cerradas que, no obstante, son cambiantes.

(La reseña de la RIFP continuará mañana, con trabajos de Zufiaur, Extezarreta, Patruno, Salesse, Núñez Seixas y Pena-Ruiz).

dilluns, 5 de gener del 2009

La autonomía del líder.

Acosado por los sectores más carcundas de su partido, hostigado desde la frontera radiofónica episcopal, baqueteado por lo más retrógrado del columnismo patrio, el señor Rajoy ha dado un puñetazo sobre la mesa y, mostrando su gran independencia de espíritu, ha confirmado al candidato de la reacción, señor Mayor Oreja, como cabeza de lista del PP para las próximas elecciones europeas. De paso ha dejado de nuevo en desairada situación a su fiel escudero, eterno aspirante a más altos designios, el señor Ruiz Gallardón, vara mayor del Reino.

Triste sino el de este dirigente dirigido, lider perpetuamente liderado, que comprobará una vez más en propias carnes el magro negocio que hacen siempre los pusilánimes. Porque si el PP sale airoso de tales elecciones, el mérito será del inefable candidato, y si aquel sucumbe ante el PSOE y queda segundo en la convocatoria, la responsabilidad y culpa exclusivas serán suyas y sólo suyas. Y que se prepare entonces, cuando las aguerridas huestes de ultraliberales de FET y de las JONS tratarán de echarlo por inútil.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).