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dimarts, 17 de maig del 2016

La conferencia de Mataró



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Gracias a los desvelos y la pericia de Oriol de Mataró, ya está en Youtube la conferencia del otro día en Mataró. La entidad que me invitaba era Ómnium Cultural y el tema que me habían pedido, una reflexión sobre la democracia participativa en Europa hoy. Era un ciclo dedicado a la construcción de la República Catalana, pero yo no estaba seguro de si lo que se esperaba de mí era un tratamiento académico o algo más informal. Al final me decidí por una mezcla. No podía soslayar el aspecto académico porque el título era muy sugestivo, incide en una cuestión controvertida y, al final, la cabra tira siempre al monte. Pero, al mismo tiempo, trataría de acercarlo a la situación actual en España y en Cataluña y, al final es lo que hice. Me puse un poco pesado con las cuestiones teóricas y conceptuales y, luego, enfoqué ya la cuestión candente de la actualidad. Digo esto para que, si alguien quiere mirarlo, pero no dar una repaso a las categorías de la democracia, la representación, el sufragio, etc., puede avanzar en el vídeo y llegar al último tercio, más o menos, en que se tratan esas cuestiones.

dijous, 5 de maig del 2016

La conferencia de Valladolid

Una asistente, Beatriz Castañeda, a la conferencia de Palinuro en la Facultad de derecho de Valladolid hace unos días ha subido al boletín de la Universidad vallisoletana un resumen de mi intervención. Con algún que otro error terminológico y conceptual y la inevitable simplificación de cuestiones a veces enrevesadas, propio de los apuntes y notas en estas ocasiones, la verdad es que el resumen está bastante bien, refleja lo que dije y, a falta del streaming, da una idea del contenido de la conferencia que también reproduzco aquí:

“España nunca ha sabido lo que es. El problema de la organización territorial de nuestro país está ligado a la conciencia española”, comenzó diciendo Ramón Cotarelo García, politólogo y escritor español que protagonizó otra conferencia de las Jornadas ‘Proceso Constituyente: Caminando hacia una nueva constitución’, organizadas por Ateneo Republicano en la Facultad de Derecho. El pasado 20 de abril y bajo esta afirmación, realizó un recorrido por la historia española para concluir que el problema, aún sin resolver, de la organización territorial parte del desconocimiento de lo que comprende y abarca el Estado Español.

Ramón Cotarelo, catedrático de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), es autor de numerosas obras, como Del Estado del Bienestar al Estado del Malestar. Además es ciberactivista, con más de 36.000 seguidores en Twitter, y protagoniza un blog de crítica política titulado Palinuro.

El politólogo comenzó la conferencia ‘Organización territorial e instituciones regionales’ lanzando a los asistentes una pregunta que se antoja vital a la hora de dividir el territorio español: “¿Cuándo empieza España?”.

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De la fuerza de Viriato a la derrota de Napoleón

Los historiadores tienden a localizar la fecha de nacimiento de España siglos atrás. Personajes como Viriato, Séneca o Pelayo son comúnmente designados bajo el adjetivo de españoles. “España, patria de emperadores”, comenta con sarcasmo Cotarelo. Sin embargo, ni el territorio ni la civilización predominante en aquellas épocas coincide con lo que hoy creemos considerar como “nación española”. Además, no consiguen ponerse de acuerdo en la fecha exacta en la que puede considerarse a España como tal.

A pesar de ello, el politólogo observa una coincidencia en los análisis de todo historiador: España y catolicismo están unidos. Cotarelo pone de ejemplo el imperio de Al-Ándalus para afirmar que, a pesar de que todos los personajes que los preceden son considerados españoles, los islamistas que coparon nuestro territorio durante más de 800 años no pueden serlo, es inimaginable. “Somos un país gobernado por los curas”, resume. Por tanto, la creencia común de que España comienza con los Reyes Católicos también es desmentida por el conferenciante, quien recuerda la cantidad de reinos que ocupaban la península en aquella época. “¿En nombre de quién navegaba Colón? De Castilla, no de España”, reitera.

La época más tardía entre los historiadores para fechar el nacimiento de España es la Guerra de la Independencia y la Constitución de 1812. “Ahí sí estábamos todos”, bromea Cotarelo. Es entonces cuando nace la idea de nación, término que proviene en realidad del lenguaje francés. “Menuda nación que tiene por nombre un término del enemigo”, reflexiona el politólogo. Para los franceses, nación ampara que son libres e iguales, no esclavos. El conferenciante cita entonces el artículo 12 de La Pepa, en el que se define a la religión católica como la única religión oficial del Estado, para afirmar que el concepto de nación español poco tiene que ver con el francés al que imita. Desde aquella constitución firmada en 1812, todas han dotado de primacía a la religión católica y la han eximido de pagar impuestos. “No tienen dinero en Panamá, toda España es Panamá”, comenta con amargura, “si esa es una nación no es mi nación”.

Entonces Cotarelo rememora la Constitución de Bayona como la primera que hubo en España, a pesar de que pocos historiadores hablen de la misma. En ella se establece la separación de la Iglesia y el Estado y era válida también en América. Pero no es la única que incluye territorios que ya no son considerados españoles en la actualidad, desde la constitución de 1812, que incluía en su territorio ambos hemisferios, el tejido territorial español no ha dejado de variar. En todas las constituciones españolas ha sido necesario especificar “¿qué es ser español?”, algo que en la mayor parte de países es inconcebible. “Así llegamos al siglo XX: no sabemos qué es España, no sabemos cuál es su origen”, afirma Ramón Cotarelo.

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La Solución de la Segunda República

Tras el desastre del 98, España sigue sin saber cuáles son sus dimensiones. En la sociedad española se traslucían reflexiones como aquellas que manifestaba Ortega y Gasset en las que se preguntaba qué pasaría si los españoles seguían perdiendo territorios como había ocurrido con Cuba. En el seno de estas preocupaciones, llega la Segunda República.

En la constitución de 1931 se declara que España es un Estado Integral, lo que suponía que determinadas regiones gozaban de Regímenes de Autonomía. Es entonces cuando Cataluña proclama el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. Sin embargo, tras el golpe de estado franquista se instaura una dictadura centralista en la que incluso hablar en otra lengua distinta al castellano estaba penado. “Los catalanes llevan intentado lo mismo que hicieron los cubanos desde el siglo XIX”, comenta Cotarelo.

La soluciones de la transición

Tras la dictadura franquista se firma de nuevo una constitución, la Constitución de 1978, que el monarca impuesto por Francisco Franco no juró nunca por haber jurado previamente los principios del Movimiento Nacional. “Nos hizo tragar la Monarquía sin una consulta porque, de lo contrario, no teníamos opción de disfrutar de libertades ni de partidos políticos”, recuerda con indignación el conferenciante.

La Constitución de 1978 consigue resolver el problema porque, entre sus redactores, no se hallaba ningún vasco y tan solo dos catalanes. De esta forma, se divide el territorio español sin tener una representación total de toda su ciudadanía. “El Estatuto de las Autonomías está en crisis desde que empezó”, afirma Cotarel.

Y esto nos lleva hasta la situación actual. Una España en la que el problema territorial sigue sin estar resuelto. Una España en la que regiones como Cataluña ya han iniciado un proceso de independencia. Y, a pesar de que el Tribunal Constitucional se haya abogado el derecho a decidir qué es una nación y qué no lo es, Cotarelo recuerda que Cataluña tiene un gobierno con una hoja de ruta “clarísima” y con apoyos en el extranjero donde “son top priority en todas las cancillerías”. Además, el Tribunal Internacional ya ha determinado, en ocasiones anteriores, que no se encuentra nada en el Derecho Internacional que impida una declaración unilateral de independencia. “Así que, cuando están gentes dicen muy felices: ‘¿a dónde van con una declaración de independencia?’, que sepan que van muy lejos”, resume Cotarelo.


Una Convención Constitucional

“Viendo el panorama español actual, solo cabe hacerse una pregunta: ¿qué hacemos para evitar la independencia de Cataluña? Porque, no sé qué pensarán ustedes, pero yo no quiero que Cataluña se independice, yo quiero que puedan ejercer su derecho a la autodeterminación. No quiero formar parte de una nación que obliga a otra nación a formar parte de ella en contra de su voluntad”, comienza diciendo el conferenciante antes de proponer su solución para evitar que se produzca tal evento.

Para ello, propone hacer a los catalanes una oferta, una oferta que debe pasar por el inicio de una república en España, dado que los independentistas son, antes de nada, republicanos. Sin embargo, dadas las condiciones actuales de la política española, el conferenciante ve poco factible que esto se produzca pronto. “No se cuál de las dos repúblicas será antes, pero a la primera que haya yo me apunto, yo cruzo el Ebro. Yo soy nacionalista español, pero antes que eso soy republicano. Quiero ser ciudadano, no súbdito”, reivindica.

Establecida esta condición, Cotarelo propone comenzar una convención constitucional de carácter territorial donde todas las naciones del pueblo español puedan decidir dónde y cómo desean vivir. “Pido una federación, aunque no me importa una confederación. Lo único que tengo claro es que el Estatuto de Autonomía está muerto”, afirma. Por último, con la mirada firme y desafiante que lo ha gobernado durante toda la conferencia se despide de los asistentes diciendo: “Confío en que los catalanes quieran quedarse, pero voluntariamente, porque, si no es así, ni ellos ni la gente como yo lo vamos a permitir”.

divendres, 29 d’abril del 2016

"Un Estado dentro del Estado". Entrevista republicana a Palinuro

POR Francisco J. García Fernández
22 abril 2016






Ramón Cotarelo: "En España la iglesia es un estado dentro del Estado"

Dentro de las jornadas "Proceso constituyente: caminando hacia una nueva constitución", que conforman el grueso de la programación de este mes de abril del Ateneo Republicano de Valladolid, intervino el catedrático emérito de Ciencia Política y de la Administración de la UNED, Ramón Cotarelo García, que se encargó de exponer el tercero de los cuatro actos: 'Organización territorial e instituciones regionales'. En la conferencia pronunciada en el Salón de Grados de Derecho, Cotarelo, que fue presentado por Virginia Hernández, alcaldesa de San Pelayo, hizo referencia al concepto de 'Estado Integral' de la II República, revisó el fracaso del Estado de las autonomías de la Constitución de 1978, del que dijo no puede esperarse nada -"Está muerto"- . Expuso su visión de la futura organización territorial de una hipotética III República, teniendo en cuenta que antes habrá que ver qué sucede con Cataluña y sino será más probable que, antes de la III República española, haya una República catalana. "No quiero que Cataluña se independice, pero tiene derecho a decidir. Soy nacionalista español pero primero soy republicano. Si hay una República catalana antes que la española yo me apuntaría a la catalana. No quiero ser súbdito". El politólogo madrileño descartó un Proceso constituyente -por los condicionantes constitucionales- y planteó como salida una Convención constitucional de carácter territorial.

-Comencemos por el principio, y nos vamos a Grecia. ¿Hemos aprendido todo lo que podíamos de las enseñanzas filosóficas, políticas y democráticas que nos dejó Aristóteles?

-No, claro. Los clásicos son clásicos porque siempre se aprende de ellos; pero no solamente porque sean un pozo sin fondo, sino porque cada generación hace una lectura distinta, y por lo tanto estamos obligados a convivir con ellos.

-En los dos últimos cursos que dictó Michel Foucault antes de morir, situó como piedra de toque su idea del decir veraz y libre, del hablar franco y con coraje, en su acepción griega, de la parrhesía. Hay una pregunta que parece obvia, ¿cómo conseguir que nuestros representantes políticos pongan en práctica ese término?

-Prescindiendo de ellos. Foucault tuvo la mala suerte de morirse un poco antes de que se celebrara una reunión que habrían previsto entre él y Habermas sobre Kant, sobre la ilustración de Kant, así que nos hemos quedado sin saber que se dirían el uno al otro. Pero, está claro que en términos del discurso, y el intercambio, Habermas tiene mucho que decir, y justamente por eso era interesante, porque la teoría de Habermas está basado también en el supuesto de que los hablantes somos veraces y somos sinceros. En eso está también basado el desideratum de Foucault.

-Para muchos juristas y politólogos españoles son imprescindibles el trabajo y la obra realizados por la filósofa política alemana Hannah Arendt, destacando su libro "Sobre la violencia", del que extraigo una frase: "Nunca ha existido un Gobierno exclusivamente basado en los medios de la violencia. Incluso el dirigente totalitario, cuyo principal instrumento de dominio es la tortura, necesita un poder básico -la policía secreta y su red de informadores-". Con el paso de los años, con dictaduras o con democracias, ese poder secreto ¿ha ido ganando o perdiendo importancia en los gobiernos?

-Pues yo creo que ha ido ganando, pero porque ha cambiado de sujeto. Si metemos a otro teórico aquí en danza que sería muy complementario, que sería Marcuse, en general toda la teoría crítica y de la escuela de Frankfurt, te diría que una parte importante de la represión la tenemos asumida y la ejercemos nosotros mismos, y eso descansa a los aparatos del estado que no necesitan contratar tantos policías porque ya ejercemos nosotros esa función; y, por lo tanto, la respuesta es ha aumentado, pero no en el sentido material inmediato de que haya más aparatos represivos, sino porque la capacidad de autorepresión de la población ha aumentado.

-El expresidente de Perú, Alberto Kenya Fujimori Fujimori, actualmente se encuentra cumpliendo condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad y delitos de corrupción. Su hija Keyko, estuvo a un paso de convertirse en la presidenta de Perú en las elecciones del año 2011, y ahora nos encontramos en la misma situación; ¿por qué la gente sigue apoyando a personajes y familias de este tipo? o ¿Cómo es posible que un campesino colombiano desplazado por los paramilitares pueda votar al expresidente Uribe?

-Eso es uno de los misterios más profundos de la naturaleza humana; quien pueda revelar eso será considerado como un genio a lo largo de la historia y hasta el fin de los tiempos. Pero, recomiendo una lectura muy ilustrativa de Étienne de La Boétie, "El discurso de la servidumbre voluntaria"; eso ilustra mucho.

-El precandidato demócrata a la Casa Blanca Bernie Sanders ha dicho esta semana que la política intervencionista de Estados Unidos en Latinoamérica debe terminar para abrir un nuevo periodo basado en el “respeto mutuo”. “Tenemos que ser honestos. La historia de Estados Unidos hacia Latinoamérica ha sido la de una nación poderosa con el Ejército más fuerte del mundo diciendo: ‘No nos gusta este Gobierno, vamos a derrocarlo'”, dijo el senador por Vermont, que puntualizó que el “caos” y las “masacres” han sucedido a estos golpes de Estado. “Estados Unidos no puede seguir interviniendo en Latinoamérica y derrocando Gobiernos o tratando de desestabilizarlos por razones económicas”. Si Sanders llegase a ser presidente de los Estados Unidos y tuviese voluntad de acabar con el intervencionismo, ¿podría llegar a hacerlo, o encontraría muchas trabas en su país?

-Cuando el señor Obama se presentó a las elecciones prometió acabar con Guantánamo; está a punto de marcharse y Guantánamo sigue ahí. Pues eso lo mismo con América Latina.

-Por citar a un politólogo de prestigio internacional, es conocido el trabajo que realizó la fallecida politóloga estadounidense y premio Nobel de Economía en 2009, Elinor Ostrom, sobre todo en lo referente a los bienes comunes. ¿Puede contarnos algo sobre su trabajo? ¿cuál es la importancia de los bienes comunes?

-Pues es toda, y como el trabajo de la citada, fundamental. Es toda, pero en el ámbito puramente ideal. Los bienes comunes es una variante, moralizante, de lo que los economistas han llamado siempre bienes públicos, y se caracterizan porque no pueden ser de apropiación privada, y nadie puede ser excluido de su disfrute. La concepción del bien común, de la economía del bien común supone dar preferencia a este tipo de producción sobre los bienes puramente mercantiles. Pero lo que me parece a mí es que todas estas personas, que gozan desde luego de mi simpatía, olvidan que la economía no es una ciencia normativa y, por lo tanto, no es posible intervenir en ella, en la economía, como una realidad con una intencionalidad moralizante. No es posible, y quizá no sea deseable, pero ese es otro asunto que nos llevaría muy lejos. En todo caso, me fio más del viejo médico inglés Bernard de Mandeville cuando decía que "las virtudes públicas salen de los vicios privados".

-¿Es Miguel Ángel Revilla, el presidente de Cantabria, el símbolo falangista de la izquierda española?

-No sabría decirte porque no conozco al personaje. Es uno que aparece mucho por televisión y yo es que no veo la televisión; pero, al margen de eso, las veces que le he oído hablar, sí está bien visto eso; tiene como un talante así joseantoniano ciertamente llamativo.

- Vuelvo con Miguel Ángel Revilla, y meto también a Esperanza Aguirre, porque ambos han sido tildados de practicar el populismo ¿en qué consiste el populismo? ¿son ellos dos buenos exponentes del mismo?

-En el caso de Revilla no lo sé, porque insisto que lo conozco muy poco, aunque da la impresión desde luego. Y en el caso de esta señora es muy complicado porque ya de entrada el término populismo es impreciso, y claro, tendríamos que decir de qué populismo hablamos; por ejemplo, a los de Podemos no les repugna nada que los llamen populistas, porque como Ernesto Laclau creía que había un populismo como de izquierdas... el populismo de los rusos, de la voluntad del pueblo, el Naródnaya Volia de Vera Zasulich, pues a lo mejor tampoco era tan malo, no lo sé. En todo caso, el caso de la señora Aguirre es especial, porque al margen de que sea o no populista, que insisto tendríamos que ponernos de acuerdo, lo que es es una cínica de tomo y lomo, porque siendo nacional católica a machamartillo, franquista total, de una herencia fascista de una sola pieza, practica al mismo tiempo un discurso neoliberal que aparentemente está por encima de esto siendo nacional católica. Pero además, y lo que es peor de todo, es que dando esos gritos patriótico fascistas sobre el origen de la nación española etc. es dama de la orden del imperio británico, que son los propietarios de Gibraltar. Si yo anduviera por ahí dando gritos sobre la nación española y el patriotismo español, jamás sería miembro de una orden británica.

-Históricamente, ¿qué significa, o significará, que Manuela Carmena sea la alcaldesa de Madrid (venciendo a Esperanza Aguirre), o Ada Colau la alcaldesa de Barcelona, o que aquí el cabeza de lista de Valladolid Toma La Palabra, la candidatura participada por Izquierda Unida y EQUO, Manuel Saravia, sea el teniente de alcalde?

-A mi modesto entender significa que la gente va despertando. Ada Colau sustituye a Trías, por cierto. Manuela Carmena sustituye a Botella. Como madrileño que he tenido que sufrir la alcaldía primero de Ruiz Gallardón y después de Botella, no puedo más que felicitarme profusamente, y esperar que el gobierno de la izquierda en Madrid tire, levante las alfombras, y exija las responsabilidades políticas y penales, que no tengo la menor duda de que las hay, penales, en los gobiernos anteriores. No creo que sea lo mismo en el caso de Barcelona, pero no me cabe la menor duda tampoco de que la señora Colau tiene mucha personalidad; aunque he de confesar que para mí no es tan simpática como Manuela Carmena. Luego en el caso de la alcaldía de Valladolid, pues felicitar a los vallisoletanos de que se hayan podido liberar de la plaga y la vergüenza de tener a un machista repugnante de representante municipal.

-Una de las preguntas que todo el mundo se hace más de una vez en su vida, las encuestas ¿sirven para algo? ¿realmente marcan tendencias? ¿la cocina las devalúa totalmente?

-No porque las encuestas son un arma más en los combates electorales. Muchas veces se hacen no para reflejar un estado de opinión, sino para crearlo. Y en ese juego dialéctico, no es posible decir si la opinión crea la encuesta o la encuesta crea la opinión. Lo que sí es cierto, es que hay encuestadores y empresas demoscópicas honrados, y hay sinvergüenzas como en todas partes; exactamente igual que se hay jueces justos y jueces venales, igual que hay profesores cultos y que atienden a su deber y sinvergüenzas; pues aquí lo mismo. Y el daño que hacen los sinvergüenzas que utilizan las encuestas y la demoscopia con fines perversos, es un daño inmenso, pero es que en la política intervienen todos: las gentes honradas, las gentes sinceras, las gentes desinteresadas, y los sinvergüenzas granujas a sueldo de otros.

-¿Cuáles son los dos principales problemas del Estado de las autonomías de la Constitución de 1978?

- Yo lo reduciría a uno: Cataluña.

- Uno de los temas más actuales en España es Cataluña, y algo que tiene que ver un poco con eso es el derecho a la autodeterminación de los pueblos, aunque hablar de eso suponga que a la gente se le pueda ir la cabeza al País Vasco. ¿Por qué Euskadi sí habló del derecho de autodeterminación y Cataluña no? ¿Tantas diferencias hay entre el plan Ibarretxe y el planteamiento de Convergencia o Junts Pel Sí?

-No, no hay ninguna diferencia. La única diferencia es que el de Ibarretxe fue derrotado y los catalanes aprendieron de esa derrota y pretendieron que no se les derrotara de la misma manera. El plan de Ibarretxe traía en su prefacio una sinonimia entre derecho a decidir y derecho de autodeterminación. Decía que el derecho a decidir de los vascos emanaba del derecho de autodeterminación de los propios vascos. Los catalanes han aprendido la lección, y han pretendido que no se les derrotara igual que se derrotó a los vascos, y han sustituido el derecho de autodeterminación por el derecho a decidir, pero en el fondo es un puro eufemismo, y además, su derrota ya se ha producido, porque exactamente igual que el plan Ibarretxe fue rechazado a primeros del siglo por una mayoría abrumadora, hace unos años, dos o tres, el parlamento, las cortes, también han rechazado por una mayoría también absolutamente abrumadora la declaración de independencia y el derecho a decidir de los catalanes, así que, en esas estamos. Yo soy partidario del reconocimiento del derecho de autodeterminación de todas las naciones.

-Recambio, cambio, y transformación. ¿Se pueden asignar estos términos a alguno de los partidos políticos actuales?

-Buena pregunta. Pues... estaba pensando pero no, en realidad no. Ninguno de los partidos que se presentan, de los partidos que se presentan a escala del estado, implica un cambio; sea caso Izquierda Unida y ya veremos lo que sale. Hablan todos de cambio, eso sí; de cambio hablan todos porque cambio es la palabra de moda, pero, en realidad, no implica mucho cambio. Había dicho Izquierda Unida..., en un principio Podemos también traía en sus maletas una promesa de cambio, pero me da la impresión de que se está quedando en agua de borrajas; todo lo que era su estructura asamblearia, espontánea, democrática... se está quedando en una estructura jerárquica, piramidal de culto a la personalidad. Luego sí, el caso de Ciudadanos parece un recambio bastante claro, se trata de lavarle la cara al PP; eso me da la impresión. Y después, el caso del PP, pues como la tumba, o la momia, de Tutankamon, ahí está sin moverse.

-Vamos ahora a los derechos, al terreno más cercano, el municipal. Hablemos también de algunos servicios que parece que no deben de emplearse para ganar dinero, y aun así algunos ayuntamientos intentan sacar rédito con ellos (unos están privatizados y otros no): el ciclo integral del agua, el transporte público, la recogida de residuos... ¿todo vale para llenar las arcas?

-Sí, claro; depende de lo sinvergüenza que se sea. Todo vale para llenar las arcas. También vale la malversación, el expolio... lo que han estado practicando los señores de la derecha en los últimos 20 años ¿no? que consiste en descapitalizar los servicios públicos; a continuación decir que no funcionan porque los han descapitalizado, y vendérselos a sus amigos para hacer negocios. Se puede caer en la tentación, de hecho han caído muchos ayuntamientos y parte de la crisis que tenemos viene de ahí, se puede caer en la tentación de utilizar la legislación en materia de suelo urbanizable, no urbanizable, para efectivamente llenar las arcas públicas, a través de medidas absolutamente arbitrarias que es lo que han estado haciendo: recalificaciones etc. Lo que sucede es que una vez que se ha entrado ya por la senda de la ilegalidad y la delincuencia, probablemente la cosa no tenga límites y acaben haciendo las barbaridades que han estado haciendo en Valencia, o las que han estado haciendo en Madrid; un atajo de sinvergüenzas, ladrones y chorizos.

-Dejo una frase del jurista internacionalista Antonio Remiro Brotóns: "Estamos viendo que la Europa que se está construyendo, si es que se está construyendo algo, es una Europa que a mí, personalmente, no me interesa en absoluto. Una Europa insolidaria, una Europa de los mercaderes renovados, una Europa de los mercados, una Europa de los capitales, una Europa de los banqueros... esa Europa a mí, personalmente, no me interesa nada. Y si esa es la Europa, yo estoy fuera de ese proyecto y de ese proceso; una Europa así..."

-Visto así, nadie con un poco de sentido común querría formar parte de un proyecto como ese ¿Esta es la Europa que se ideó en el siglo XX? Supongo que no. Supongo que en el proyecto originario de los tratados de Roma, Schumann y Monnet etc. el ideal era otro. Pero, con todo mi cariño a Antonio, si yo fuera español, y soy español, no hablaría así de Europa. Sea lo que sea Europa, nosotros dentro; que ya tendremos ocasión de cambiarla de acuerdo con los nobles ideales que Antonio y yo profesamos. Pero a ver si nos vamos a pasar de listos, y después de pasarnos doscientos años fuera de Europa a la fuerza, ahora vamos y decidimos nosotros que no nos interesa estar. Claro que nos interesa estar, para cambiarla, pero estar, estar. No estamos de acuerdo con que esta Europa... pero la pregunta sería, además, otra todavía más problemática; supongo que Antonio estará de acuerdo, y yo por supuesto también, que todos los demás intentos de unificar Europa han sido todavía peores porque han sido por las armas: el intento de los romanos, el intento de los españoles, el intento de los franceses, el intento de los alemanes; han sido siempre unificar Europa militarmente. Ahora la unificación ha venido por la vía comercial y la vía de los negocios etc. Eso tiene sus partes buenas y sus partes malas. Ahora estamos viviendo la mala pero ¿cuándo ha conocido Europa una etapa de más prosperidad, tranquilidad, sosiego y bienestar que entre el año 50 y el año 75? Y eso es Europa. Lo que hay que hacer es volver a esa Europa.

-En uno de los cómics más leídos y apreciados, Astérix y Obélix y sus convecinos de la aldea gala resistían siempre al invasor, los romanos, gracias a la poción mágica que les preparaba el druida Panorámix. Los ciudadanos, sobre todo los estados, el estado español, ¿tenemos alguna poción mágica para resistir a las políticas de recortes y miseria impuestas desde la Unión Europea y otros organismos? ¿qué otras enseñanzas, poción aparte, nos dejan las aventuras de Astérix y Obélix?

-Las enseñanzas muchísimas. Yo he aprendido como todo el mundo, mucho, sobre todo como se hacen mejunjes, los bardos, los druidas con sus mezcolanzas y tal, estaba muy bien. Luego he tomado una perspectiva distinta porque claro, como buen español he sido educado en el respeto a la tradición latina y para mí, desde el bachillerato, Vercingétorix había sido siempre un rebelde hasta que he comprendido que era un defensor de su pueblo frente al invasor latino. ¿qué nos sucede? pues que nos guste o no nos guste esta es la complejidad de Europa. Tenemos que reconocer que fuimos conquistados, pero que esa conquista fue una civilización. Todos hablamos latín, corrupto, pero latín, y si los romanos no nos hubieran conquistado manu militari, pues ahora cada uno de nosotros estaría hablando esas adorables lenguas que forman parte de la riqueza que dice la gente pero que se han perdido. Y en cuanto a Europa no, no creo que nosotros podamos resistir las imposiciones europeas, entre otras cosas, porque somos parte de Europa, y tendremos que aceptar lo que colectivamente decidamos. Lo que hay que hacer es procurar que nuestras decisiones, que las decisiones que se adopten, no sean especialmente lesivas para nuestros intereses, pero sin olvidar que Europa es un sitio donde todo el mundo va a defender sus intereses, pero alguien tiene que defender los intereses de Europa también.

-¿En España hay presos políticos?

-Hasta ahora estaba el señor Otegui. Ahora me parece que está el señor Cañamero. Creo que hay un señor que se llama Alfon, que está por una cosa que tiene una pinta fatal, de una especie de presunto montaje de la policía. Sí; aquí y allí, y probablemente entre los numerosos presos de ETA haya algunos que no estén por delitos de sangre estrictamente sino que estén por cuestiones de conciencia, y si son gente que están por cuestiones de conciencia, sean de la ETA o de lo eto, serán presos políticos.

-¿Qué político de la historia española ha sido el que mejor se ha comportado como debería de ser un político? ¿y de Estados Unidos?, ¿y de toda la historia mundial?

-De España Prim. De los Estados Unidos Lincoln. De toda la historia mundial, Julio César.

-Sheldon S. Wolin es un importante politólogo estadounidense, profesor emérito de la Universidad de Princeton y uno de los más reputados especialistas de la democracia en el ámbito teórico anglosajón. Su obra "Democracia S. A. La democracia dirigida y el fantasma del totalitarismo invertido" propone la tesis de que la democracia de los Estados Unidos de América no ha estado nunca verdaderamente consolidada y que a comienzos del siglo XXI muestra preocupantes signos de estar controlada por un totalitarismo invertido que es ejercido por un superpoder. ¿Eso podría ser extrapolable a España? ¿Cuál sería aquí ese superpoder?

-Extrapolable a España de los Estados Unidos prácticamente no hay nada. En general de ningún otro país, porque el superpoder en España es la iglesia católica, y el poder de los curas. España ha pasado de ser una teocracia, en tiempos de los visigodos, a ser una hierocracia, gobiernan los curas hoy; de forma que eso en los Estados Unidos es impensable porque en los Estados Unidos la democracia aparece pervertida si se quiere, o manipulada por las grandes corporaciones y los poderes económicos y hay una separación rígida entre la iglesia y el estado. Es verdad que todos los gobernantes norteamericanos son unos beatos y unos meapilas, eso es verdad; y que están todo el día hablando de Dios, y que probablemente muchos de ellos creen que la tierra es plana y que el sol gira alrededor de ella, no lo sé, pero me da la impresión; pero la iglesia está separada del estado de un modo total; mientras que, en España, la iglesia es un estado dentro del estado, y gobierna exactamente igual que gobernara antes de que el pobre Azaña dijera que España había dejado de ser católica, cosa que, por cierto, nos costó una guerra civil.

- Le dejo una frase de un artículo de hace ya tiempo de un politólogo más o menos conocido, y que ha sido ponente en las mismas jornadas que le han traído a usted a Valladolid, Víctor Alonso Rocafort: "Si no empezamos a analizar la monumental crisis ética en la que estamos inmersos, al menos con la misma intensidad que hemos hecho con las crisis económica y política, será difícil que salgamos de este lodazal". ¿Realmente vivimos una crisis ética monumental? ¿Si fuera cierto, podemos poner algún remedio que sea eficaz a corto plazo?

-Sí. Yo creo que sí. Yo creo que además, esa crisis ética, tenemos una clara conciencia de ella desde hace muchísimos siglos. La visión que tenemos los españoles de España es la visión de un país en decadencia y en decadencia moral. Se viene diciendo desde el siglo XVII, no estamos descubriendo gran cosa; se viene diciendo desde el siglo XVII que la fibra ética de la sociedad española es deficitaria. Lo que no se viene diciendo, porque hay una colusión de intereses entre los críticos y los criticados es que el principal responsable de eso es la iglesia católica; es el hecho de que España haya identificado su condición nacional con el hecho de ser un país católico. Cualquiera que conozca la Compañía de Jesús, que es la pura esencia del catolicismo, sabe que la raíz de su reflexión ética es el casuismo. Y el casuismo es elevar la inmoralidad a principio fundamental de acción; es creer firmemente que el fin justifica os medios, y por lo tanto, ser un profundo inmoral que es lo que son los jesuitas. Y, claro, si el núcleo y el alma del catolicismo es la inmoralidad jesuítica, y el catolicismo es el puro casuismo, que hace, por ejemplo, para entrar en un territorio bien práctico ¿no?, en los primeros años de la posguerra los curas no solamente señalaran a la gente a la que había que fusilar, sino que participaran directamente y con fruición en los fusilamientos y en las torturas, eso dice claramente que la crisis ética española es secular; y por supuesto claro venir a decir ahora, pues es urgente, conviene ponerle coto, sin ningún tipo de dudas; lo que sucede es que hay que verla en toda su profundidad. Para que haya una regeneración ética en España, hay que poner a la iglesia católica en su sitio, y me temo que el sitio de la iglesia católica es fuera de las fronteras.

-Para terminar, le voy a decir una serie de diez nombres, de diez personajes, y me dice una palabra, un adjetivo que se le ocurra, sobre cada uno de ellos:

 Fiódor Mijáilovich Dostoyevski (novelista de la Rusia Zarista; autor de Crimen y Castigo):

-Pasión.

- Paul Bruce Dickinson (vocalista de la banda de heavy metal Iron Maiden):

-Vocación.

- Ramón José Simón Valle Peña, Valle-Inclán (Escritor):

-Genio.

- Hannah Arendt (filósofa política alemana):

-Fidelidad.

-Rafael Correa Delgado (presidente de Ecuador):

-Hipocresía.

- John Towner Williams (compositor de bandas sonoras):

-No conozco.

- Angela Merkel (presidenta de Alemania):

-Giro copernicano.

- Paul Gauguin (pintor posimpresionista francés):

-¿A dónde vamos?.

- Pedro Manuel Guerra Mansito, Pedro Guerra (cantautor español):

-Mansedumbre.

- Subcomandante Marcos (ideólogo, portavoz, y mando militar del EZLN):

-La ley de Herodes.

dimecres, 20 d’abril del 2016

Hoy, Palinuro hablando sobre la República en Valladolid

Hoy, en el salón de grados de la Facultad de derecho de la Universidad de Valladolid, convocado por el Ateneo Republicano, me cabe el honor de pronunciar una conferencia sobre "La organización territorial y las instituciones regionales". En nuestra época casi ningún partido admite que la disyuntiva Monarquía/República sea una cuestión de actualidad. No lo hacen los partidos de la derecha porque, entre otras cosas, sus militantes y votantes son en buena proporción gentes que se beneficiaron de la sublevación facciosa, la guerra civil que siguió y los cuarenta años de dictadura posterior. Se entiende muy bien que los descendientes biológicos o ideológicos de los franquistas no quieran ni oír hablar de la República. Tenía razón Jaime Mayor cuando decía que por qué iba él a condenar el franquismo, con lo bien que había vivido. Añado yo: que había vivido bien sobre las fosas comunes en donde los suyos habían enterrado a 130.000 compatriotas tras haberlos asesinado y, en ocasiones, sin haberlos rematado. 

Mucho menos clara es la razón por la que tampoco los partidos y organizaciones de izquierda quieren plantear la cuestión. Al contrario, siempre que se les pregunta contestan que "no es el momento", que es un asunto inoportuno. Hace más cuarenta años que el criminal Francisco Franco nombró sucesor suyo "a título de Rey" al padre del actual monarca, que había jurado fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional o sea, a la legislación fascista, y que se saltó el principio dinástico, elemento esencial de la legitimidad de toda monarquía, pues accedió al trono dejando sin reinar a don Juan que, al parecer, era demasiado liberal para la mentalidad de Franco. Pero, según el PSOE y Podemos, no es el momento. Nunca es el momento de defender el último régimen democrático y legítimo que ha habido en España. Pero siempre es el momento para bailar el agua al Borbón, para defender esta Monarquía impresentable, para ocultar las fechorías de la familia real, para ejercer de cortesano y lacayo "simpático " con el rollo ese de "juego de tronos".

En cuanto al tema, haré una referencia al concepto de "Estado integral" de la II República, revisaré de pasada el fracasado Estado de las autonomías de la Constitución de 1978 y me explayaré en cómo veo la futura organización territorial de una hipotética IIIª República, teniendo en cuenta, como es obvio, que antes habrá que ver qué sucede con Cataluña y si no será más probable que, antes de la IIIª República española, haya una República catalana.

Y, si tal cosa sucede, esa será la mía, pues no quiero morir siendo súbdito de nadie, sino ciudadano libre.

Por cierto, el acto es a las 19:30 y la entrada, gratuita.

dimecres, 6 d’abril del 2016

Vamos a suponer

Esta señora tenía y tiene una cuenta en Panamá. En sí mismo el hecho no es delictivo pero no apunta a nada bueno, ¿verdad? No es delito. El delito se daría si en esa cuenta se hubieran hecho operaciones no declaradas a la Hacienda española. ¿Se han hecho? No lo sabemos. Pero lo sabremos según avancen las investigaciones. Lo más probable es que se hayan hecho. Nadie se toma el trabajo de abrir una cuenta en un banco a 12.000 kms. de distancia para dejarla dormir el sueño de los justos. También se averiguará si, habiéndose hecho las operaciones, se declararon a Hacienda.

Ahora, vamos a suponer algo. Las suposiciones son libres, al menos de momento. Si volviera a ganar el PP y los psicópatas de Interior continuaran habría que ver el destino de la Ley Mordaza. De momento va camino del pudridero, así que las suposiciones son libres.

Supongamos que la Infanta Mercedes sea un testaferro (o testaferra) y que el auténtico titular de la cuenta es Juan Carlos, el ex-rey. ¿Qué pasaría?

Nada.

Por eso pasa lo que pasa.

dilluns, 4 d’abril del 2016

Los Borbones y sus aficiones

El padre del Rey tiene, según la revista Forbes, una fortuna de 2.000 millones de dólares cuyo origen no ha explicado, caza elefantes en Botsuana, mantiene pabellones de caza que pagamos todos y relaciones con princesas que también pagamos todos. La hermana del Rey está metida de hoz y coz en un asunto de mangoneo de pasta pública por un tubo protagonizada por su marido y del que ella era la primera en beneficiarse. La tía del Rey ocultaba una fortuna en Panamá, paraíso fiscal y no explica si declaró ese dinero a la Hacienda de su país por el que todos los Borbones, de sobra lo sabemos, se han sacrificado siempre. No hay más que verlos.

¿Y tienen ustedes alguna duda de por qué los republicanos queremos una República? Para que dejen de tomarnos por idiotas esta manga de apandadores y de reírse de nosotros mientras nos despluma.

Por supuesto El País de hoy, ni palabra de la Infanta Mercedes en portada. Y el PSOE de Sánchez, si acaso, contribuirá a desviar la atención pública de los reyes.

Los siervos protegen a sus reyes, que les escupen encima.

Los ciudadanos queremos nuestra República.

dilluns, 21 de març del 2016

La República catalana

Adjunto el enlace a la conferencia de Olot del sábado de Pascua. Está organizada por la Xarxa d'Entitats de la Garrotxa. Me acompaña en la mesa Montse Costa Marcé, de Ómnium Cultural. No es muy buena grabación porque  los medios no eran los mejores. De hecho, la grabación se hizo con una tablet. Pero se hizo.

Como quien avisa no es traidor, advierto de que toda la grabación (conferencia y posterior coloquio) dura dos horas y 45 minutos.

diumenge, 14 de febrer del 2016

La rebeldía catalana

Aquí mi artículo de hoy en elMón.cat sobre lo que dice el título: la rebeldía catalana. El mundo independentista es complejo, abigarrado y complicado. Hay muchos catalanes deseando romper con España en todos los aspectos y circunstancias, sin matiz alguno. Hay otros que quieren romper con España por lo que España significa, por su historia, trayectoria y forma de estar en el mundo, que quizá no quisieran romper si España fuera de otra forma, más civilizada, abierta, tolerante, democrática.

Pero no es el caso. Y eso se ve con toda claridad en el modo de enfrentarse a la monarquía española. Hay mucha gente en el Estado de izquierda, de tradición republicana pero, hasta la fecha, nadie ha hecho nada por activarla y convertirla en hechos. Al contrario: si alguien plantea la conveniencia de hacer un referéndum sobre Monarquía/República, se echa encima racimos enteros de políticos, personalidades y personajes de la derecha, el centro y la sedicente izquierda sosteniendo que es una iniciativa inoportuna, que "no toca", que no es algo importante para los españoles, etc. Por supuesto: iniciativas institucionales, como la del Ayuntamiento de Arenys de Munt en Cataluña, de declarar persona non grata a Felipe VI, ni hablar; o las de otros ayuntamientos y municipios catalanes, de retirar nombres, nombramientos y honores a laos Borbones, la Corona o el trono. Todavía menos. En España los dos partidos mayoritarios son dinásticos, cortesanos y los republicanos rezongan por los rincones, pero no hacen nada.

En Cataluña sí emerge un sentimiento antimonárquico y republicano con apoyo popular y eso es ya una buena señal para el republicanismo español. Si alguna esperanza tiene este de que llegue una IIIª República, vendrá en la estela de la lucha de la Cataluña republicana.

A continuación, la versión española del artículo.

La rebeldía cotidiana

(A Muriel Casals)

¿De qué está hecha la historia de las naciones? ¿De grandes batallas, tratados, descubrimientos, declaraciones o de actos menores, diarios, habituales? Las bombas destrozan rocas en un instante, derriban murallas que pueden reconstruirse. La lluvia y el viento las erosionan con la fuerza de los siglos, de modo imperceptible y cambian el paisaje para siempre.

Dice Puigdemont que un día los ciudadanos escucharán por la radio la noticia de la independencia de Cataluña. Por la radio, la tele o internet, que los tiempos cambian, President. Pero, para entonces, no será una noticia sorprendente, un scoop, sino la confirmación de una situación de hecho a la que todo el mundo se habrá venido acostumbrando como el normal día a día de la existencia cotidiana. La conclusión de un proceso que había comenzado mucho antes, encarnado en la vida de las personas.

La desconexión de Cataluña no es solamente cosa de las declaraciones solemnes en sede parlamentaria o las medidas de gobierno con sus formalidades, sus proyectos y evaluaciones. Nada de esto serviría si no viniera apoyado en la voluntad firme, sostenida, generalizada, de la población de aplicarla en su vida ordinaria, en el normal quehacer y la rutina diarias.

Arenys de Munt ha declarado persona non grata en su término municipal a Felipe VI. Los historiadores cortesanos ya estarán glosando el insólito hecho del Rey al que sus súbditos rechazan y en cuyos territorios no puede pisar. En la realidad es un hecho que la supervivencia del Estado depende de su libre aceptación por los gobernados y, no dándose esta, de su capacidad de imponerla por la fuerza. Al día de hoy, la Monarquía española no tiene la primera ni puede recurrir a la segunda. Y ello por los actos libres, concretos, cotidianos, de los habitantes, los que crean conciencia.

En otros casos, son las propias personas no gratas las que facilitan la tarea de la desconexión y dejan patente que no hay otro camino, como cuando García Albiol se ausenta con pompa y circunstancia de un acto de la Generalitat porque en él se falta al respeto al gobierno de España. Se va de donde no le quieren y con él se lleva la representación de un gobierno que no estaba invitado, sino expresamente rechazado en la ceremonia porque no había contribuido un céntimo a la inversión que allí se celebraba.

Es la vida cotidiana la que encauza los rumbos divergentes de España y Cataluña. Cuando Puigdemont reúne el cuerpo consular en Barcelona, el presidente del gobierno español gimotea desde el bunker de La Moncloa que se trata de un acto “lamentable e inconstitucional”. Pero no tiene medios de evitarlo porque, en verdad, el Estado hace ya tiempo que ha hecho dejación de sus responsabilidades en Cataluña.

Y no es de extrañar si se calibra adecuadamente la paradójica situación del Estado y la eficacia de sus aparatos represivos e ideológicos cuando se comprueba que los dos partidos dinásticos, mayoritarios en España, PP y PSOE, con el añadido del tercer partido nacionalespañol, C’s, que en total suman más de dos tercios de escaños de la Cámara, no pueden concertar su acción ni siquiera en el único punto en el que están de acuerdo: frenar la independencia de Cataluña, de Cataluña la republicana.

El municipio de Arenys de Munt es un episodio más de un sentir generalizado en Cataluña y que se reitera una y otra vez en la vida de otros ayuntamientos y localidades, cuando se priva al monarca reinante de honores concedidos otrora en condiciones muy distintas o cuando se suprimen los símbolos callejeros de su presencia, de la institución que encarna o los títulos que ostenta. Arenys de Munt es un ejemplo, una adelantada de un sentimiento que ha ha tomado cuerpo en Cataluña entera: en realidad, Felipe VI es persona non grata en Cataluña entera y eso que debe de ser el primer Borbón que, por necesidad, se ha visto obligado a hablar catalán.

Con él, los catalanes rechazan la Monarquía borbónica, tres veces restaurada en España en doscientos años, la última por obra de una pronunciamiento militar fascista que fue dirigido contra la libertad de España y muy especialmente de Cataluña. Y ese sentimiento antimonárquico que se presume en España pero los españoles son incapaces de imponer es el que los catalanes expresan día a día, hora a hora, pacífica y democráticamente, en su vida cotidiana camino de la independencia.




dissabte, 9 de gener del 2016

Gobierno en Cataluña

Mi artículo de elMón.cat. Menuda lección de política de altos vuelos ha dado Mas a todo el mundo. Ya quisiéramos tener en España alguien de esta categoría, alguien capaz de diseñar una salida de este calibre al lío catalán, encauzarlo y poner de nuevo la máquina en movimiento con la elegancia de quitarse del medio. Alguien capaz de explicar el asunto en catalán, español, inglés y francés, a diferencia del pobre hombre de La Moncloa, que no sabe ni expresarse en su lengua. Y alguien capaz de recuperar el movimiento, a toda velocidad y con garantías de estabilidad para llevar a cabo su programa porque, además, ha aniquilado a la CUP. Pero no quiero adelantar el contenido de Palinuro de mañana.

De momento, dejo el artículo de hoy, después de haber visto las negociaciones y seguido la rueda de prensa de Artur Mas. A continuación, la versión castellana:

Se va, pero se queda

Un paso al lado es un paso al frente. Un presidente en funciones es un presidente permanente. Un expresidente es un presidente que se hace a sí mismo.

De él se dirá que puso el proceso en marcha, lo sostuvo contra los ataques, fue procesado por él y lo salvó cuando lo necesitaba sabiendo que hacer renuncia a lo formal salvaguardaba lo material y esencial. Se dirá que, llegado el momento de hacer realidad lo que se dice, hay quien lo hace y quién no. Que la prioridad retórica se convierta en realidad.

Se dirá que fue él quien supo poner el país por delante de su partido y de su persona, entendiendo por el país, la gente que lo habita. Toda la gente.

Y sobre todo se dirá que saber convertir una retirada y una derrota fáctica a corto plazo en una victoria política y moral a largo plazo no está al alcance de cualquiera, sino solo de los grandes.

Con su decisión de ayer, Artur Mas ha dejado de ser el presidente en funciones de la Autonomía catalana para pasar a ser el presidente in péctore de la próxima República catalana, su fundador.

Eso en cuanto a los aspectos morales de la decisión de ayer. Pero esta dimensión moral vino encajada en un marco pragmático que asegura que tanta inteligencia y tanto sacrificio, tanto tesón y tanta paciencia no vayan a perderse después en las contingencias caprichosas de la política práctica. Ese marco pragmático consta de los siguientes elementos:

El presidente, Carles Puigdemont, propuesto por el propio Mas, goza de su confianza antes de solicitar la del Parlamento.

Dos diputad@s de la CUP pasan a integrarse en el grupo parlamentario de Junts pel Sí y, actuando al modo de los antiguos rehenes en las guerras del pasado, garantizan la estabilidad del gobierno de la Generalitat para los próximos 18 meses.

En asunción de sus errores, dos diputad@s de la CUP causarán baja y serán substituid@s por otr@s dos como garantía suplementaria de la dicha estabilidad de gobierno.

El grupo parlamentario de la CUP se compromete a apoyar siempre al gobierno de JxS y a no votar nunca en ningún caso con los grupos contrarios al derecho a decidir. Los tres meses de negociaciones hasta la fecha han mostrado qué disfuncionales pueden ser las sorpresas y altibajos en la realización de un proyecto colectivo de todo el país, que no puede estar a merced de lo que decidan grupos movidos por lealtades parciales.

El gobierno llevará adelante la hoja de ruta en los 18 meses hasta preparar el nuevo escenario que, elecciones mediante, pueda alumbrar el camino a la República catalana.

Obviamente, esta decisión –de una complejidad, sutileza e inteligencia notables- aleja el peligro de elecciones nuevas que, como dijo Mas, solo podrían traer caos a Cataluña. Igualmente tranquiliza a la població, especialmente los votantes independentistas, que ven compensadas sus tribulaciones últimas con un acuerdo que, sobre su altura moral, añade una seguridad pragmática que garantiza el cumplimiento del programa previsto.

En ningún momento se ha mencionado que este acuerdo se hace en un contexto de especial debilidad del Estado que carece de gobierno; el que tiene en funciones está absolutamente desprestigiado en el interior y el exterior y no parece que vaya a resolver este desconcierto en el corto plazo por la evidente incompentencia de los políticos españoles que, sumados todos ellos, no dan un Mas. Porque en todo conflicto –y el de Cataluña/España lo es- no basta con que las propias fuerzas estén preparadas y tengan un mando esclarecido. Si, además, el adversario carece de preparación y de mando, la tarea se facilita.

Todo lo anterior se refiere al pasado y sobre todo al presente. Pero la comparecencia de Mas, añadió a su dimensión de político la de estadista que indudablemente tiene y perfiló también el futuro. Habló de los costes y los beneficios de la decisión, tanto personales como institucionales que, por supuesto, están mezclados. Y ese parlamento fue más importante aun que el propio acuerdo que glosaba porque acabó siendo la verdadera garantía del proceso, la que todo el mundo entendió aunque no se formulara: él se va, pero se queda.

Mas no abandona la política, queda como expresidente y, por si alguien duda del alcance de sus palabras, aclaró que las competencias del expresidente las decidiría él mismo. El modelo del dualismo Putin/Medveded quedaba esbozado. El expresidente tutelará el rumbo a la República con todas las consecuencias, incluidas, claro es, las amenazas judiciales españolas.

Además dedicará los 18 meses en cuestión a refundar CDC, muy probablemente a lo largo de la línea de un movimiento con cierto eco gaullista y, al final, deja abierta la puerta a la posibilidad de presentarse a las próximas elecciones como legítimo aspirante a ser el primer presidente de la República catalana de la que ya lo es in péctore desde ayer.

dimarts, 27 d’octubre del 2015

Hoy, la República.


Los dos discursos de Julià de Jòdar y Carme Forcadell dejan claro que este Parlamento acaba de inaugurar la ruta hacia la República catalana. Como se sabe, Forcadell recibió 77 votos, cinco más de la suma de JxS y la CUP y que, obviamente, proceden de Catalunya Sí Que Es Pot, con lo cual se comprueba la opinión de que esa alianza está dividida y no tiene opinión unánime. Otra cosa es que el líder de Podemos, Iglesias, haya entendido el mensaje cuando dice que los cinco votos de su formación a Forcadell no son un respaldo al gobierno de Mas sino una muestra de que Podemos son los únicos que pueden hablar con todo. É ben trovato, pero falso. Está claro que es un intento de hacer de necesidad virtud. Ni siquiera es seguro que el propio dirigente supiera que había cinco votos a favor de Forcadell entre sus diputados. Más legítimamente podremos decir que el independentismo en el Parlament no son 72 diputados, sino 77. Los indepes ganaron el plebiscito.  

Me gusta el título que se ha elegido para la mesa redonda: de la revolució a la República. Me encuentro como en casa. Sin falsa modestia, fui uno de los primeros en calificar el proceso independentista catalán de revolución. Por supuesto, con los consabidos matices de que se trata de una revolución de nuevo tipo y sin precedentes. Y, como republicano acendrado, nada puede agradarme más que un proceso político termine estableciendo una república, esto es, un sistema en el que todos los cargos públicos son electos por los ciudadanos, incluido el Jefe del Estado. Y no quiero mirar a nadie.

Porque la única fuente de legitimidad del poder (en la medida que el poder, cualquier poder, tenga aspiraciones a ser legítimo) procede del pueblo.

Allí nos veremos. El momento es molt interessant.

dilluns, 26 d’octubre del 2015

Mañana, la República.

Mañana, 27 de octubre, Palinuro participará en un acto/mesa redonda con Vicent Partal, director del digital Vila Web, en Barcelona, en el Casinet d'Hostafrancs, c/ Rector Triadó, 53, a las 19:00.

Según el tenor de la declaración que haga hoy el Parlament de Cataluña, el encuentro estará más o menos animado. Mejor dicho: más o menos encendido, porque animado lo estará en todo caso, dados los tiempos que estamos viviendo. 

Me gusta el título que se ha elegido: de la revolució a la República. Me encuentro como en casa. Sin falsa modestia, fui uno de los primeros en calificar el proceso independentista catalán de revolución. Por supuesto, con los consabidos matices de que se trata de una revolución de nuevo tipo y sin precedentes. Y, como republicano acendrado, nada puede agradarme más que un proceso político termine estableciendo una república, esto es, un sistema en el que todos los cargos públicos son electos por los ciudadanos, incluido el Jefe del Estado. Y no quiero mirar a nadie.

Porque la única fuente de legitimidad del poder (en la medida que el poder, cualquier poder, tenga aspiraciones a ser legítimo) procede del pueblo.

Allí nos veremos. El momento es molt interessant.

dijous, 16 de juliol del 2015

La República catalana de Podemos.

La presentación ayer de la lista única ha abierto la caja de los truenos en Cataluña. De los truenos, los relámpagos y otros meteoros, incluso las auroras boreales. Las reacciones se han sucedido en cascada hasta llegar a términos casi de delirio.

Empezó la CUP desmarcándose con muy plausibles razones y clarificando su posición con bastante congruencia. Es una fuerza de izquierda independentista que quiere distinguirse de lo que considera el oportunismo de ERC y, al mismo tiempo, apoyar el proceso soberanista. Y pretende recoger votos entre electores que, no siendo independentistas, son de izquierda y no tragan la alianza con el nacionalismo burgués de Convèrgencia.

Al conocerse los integrantes de los primeros puestos en la lista, especialmente el de Romeva, un estremecimiento recorrió los estamentos de Iniciativa per Catalunya Verds que ahora teme por su integridad. Voces se oyeron llamando "traidor" al exeurodiputado ecologista. Los sentimientos se exaltan con facilidad.

En la movida, la inimitable señora Sánchez Camacho decidió disfrazarse de Cambó al menos nominalmente y pidió "una coalición de la concordia" para afrontar el reto soberanista. Coalición que habrá de tomar la forma de un "frente constitucionalista". De las palabras a los hechos, mucho trecho, porque cuenta para formarlo con los diputados del PP y los del PSC que bien pudieran en total quedarse en ocho, quizá llegar a docena y media si se suman los de Ciudadanos. Y está por ver si consiguen unirse porque, siendo pocos, también están mal avenidos.

Pero el zafarrancho mayor se ha montado en Podemos. El resumen del artículo de Roger Tugas casi parece un texto de política ficción: El acuerdo político inicial entre ICV, EUiA (o sea, Izquierda Unida en Cataluña), Podem y Procès Constituent (esto es, la plataforma de la monja exclaustrada Teresa Forcades) prevé un proceso constituyente catalán no subordinado que culmine con una Constitución propia y una República catalana que decida en referéndum la vinculación con el Estado. Hay quien se ha acordado inmediatamente de la República Catalana de Francesc Maciá dentro del Estado español. Pero esto es todavía más confuso. Y esa confusión convierte el discurso de Podemos tanto en Cataluña como en el conjunto del Estado en un verdadero galimatías, una especie de trabalenguas conceptual repleto de incongruencias.

El Podemos hostil a toda confluencia con los "pitufos gruñones" de IU en España va del bracete con la IU de Cataluña sin mayor problema y también con otras organizaciones, algunas, cuando menos peculiares, como el procès constituent de Forcades. Y, para más pitorreo, no solo confluye con la IU catalana, sino que lo hace manteniendo todos sus siglas bajo un paraguas común, Catalunya si que es pot. El nombre estará mejor o peor escogido, pero no es Podemos ni Podem, condición sin embargo inexcusable para confluir al sur del Ebro.

El lado catalán de Podemos es un territorio feraz de posibles cuestiones quodlibetales que dejan al descubierto un discurso incoherente. Podemos ha dicho muchas veces que ejercitar el derecho a decidir mediante referéndum no es posible por ahora por ser ilegal. Hay que esperar a unas elecciones y un proceso constituyente (se supone que español) en el que se podrá debatir sobre todo (guiño a los independentistas). No es imaginable, sin embargo, constitución alguna del Estado español en la que sea legal un proceso constituyente catalán no subordinado, sea cual sea el resultado de las elecciones catalanas. Aunque Catalunya si es pot obtuviera el 100% de los votos y de los escaños en el Parlamento catalán, no podría poner en práctica ese propósito por ser mucho más inviable jurídicamente que el referéndum de autodeterminación aquí y ahora. Y no se hable de esa Constitución absolutamente quimérica y esa República Catalana ambas en el seno de la monarquía española. Eso ya es un puro delirio. Mucho más que en el caso de Maciá porque, cuando menos, el coronel esperó a que en España se proclamase la República. Y que este ente fantasmal decida en referéndum su vinculación con el Estado monárquico solamente es pensable en la Freedonia de Sopa de ganso.

Al lado de este conjunto de dislates, que parecen fuegos de artificio, la anodina propuesta federal de los socialistas resulta un catón del buen y prudente gobierno. Pero el problema para Podemos no está en lo pintoresco de sus afirmaciones en el Principado sino en cómo explica a los españoles, a los que anima a constituirse en pueblo y a defender la Patria, popular, por supuesto, pero sin cuestionar la monarquía, que en Cataluña defenderá una república que, a su vez, se apoyará en otro pueblo y, por ende, otra Patria.

Dado que, con este programa en Cataluña, Podemos perderá las elecciones en España, se da la divertida paradoja de que, para poner aquel en práctica en el Principado, el partido de los círculos tendría que proponer o apoyar una declaración unilateral de independencia (DUI), justo lo que propugnan aquellos contra los que Podemos quiere luchar, con los que nunca se abrazaría, los de la lista única por la independencia.

¿No será que esto de Cataluña los supera?

dijous, 16 d’abril del 2015

Juegos propios de la edad.


Podemos no se unió a las celebraciones del 14 de abril, aniversario de la IIª República. Por boca de un@ de sus portavoces había hecho saber que “no es tema prioritario para los españoles.” Pasmosa la velocidad de envejecimiento de la joven organización, poniéndose al paso de los partidos de la casta. Esta afirmación reproduce la que suelen hacer los dos partidos dinásticos. Y también el coro mediático en cuya atronadora polifonía jamás se cuela una sola nota del Himno de Riego: la República es pasado remoto, no interesa nadie y, por supuesto, a nadie interesa que interese a alguien.
 
La República ¿no sale en los medios porque no interesa a la gente o no interesa a la gente porque no sale en los medios? Cautiva la sagacidad que late en la más célebre de las teorías sobre la función de los medios en nuestra sociedad, la del agenda setting, esto es: son los medios los que determinan los contenidos del debate público, los que crean la realidad. Una teoría que se reputa verdadera o falsa según nos interese. Los medios ¿apenas hablan de los chanchullos secretos para cocinar el TTIP? Prueba evidente de que los ocultan porque existir, existen. Los medios ¿callan sobre el aniversario de la República, masacrada por un golpe de Estado fascista? Prueba no menos evidente de que no existe y no interesa a nadie.
 
El pragmatismo tiene estas cosas. La causa de la República está perdida. La prueba más evidente es que no ganó la guerra. Y celebrar una derrota es algo que solo hacen los nostálgicos y los catalanes, como se ve en la Diada. Pero estos de Podemos salen a ganar. Se pasan la vida diciéndolo. Nada de perder. Asociarse con perdedores no es acertado. Desde el punto de vista de la táctica electoral, muy oportuno, voto a tal. Pringan.
 
Palinuro participó el día 14 en un acto en memoria de la República. La edad media de los asistentes, así como la de los que fueron a los otros actos en toda España, convocadas por diversas organizaciones, especialmente IU, rondaba la de la jubilación. Apenas había jóvenes. Dentro de unos años dejará de celebrarse el 14 de abril por extinción física de celebrantes y su memoria ya no obligará a nadie a dar enojosas explicaciones.
 
Sin embargo, el 14 de abril conmemora un régimen derribado injustamente por la fuerza y el crimen. El crimen siempre será crimen y el paso de los años y las generaciones no lo convertirá en otra cosa. Sí se dirá que eso pasa con muchos otros crímenes en la historia: la muerte de los Graco, por ejemplo; la decapitación de Thomas More; la noche de San Bartolomé; la ejecución de Olympia de Gouges, etc. Nadie pide que les dediquemos aniversarios. Es verdad pero es porque sus consecuencias ya no inciden directamente sobre nuestro presente (indirectamente, sí, desde luego) como lo hacen las del trágico fin de la IIª República.
 
En todo caso, admitido, es algo transitorio, efímero y pertenece al fuero interno de cada cual. Podemos practica una transversalidad del discurso que no le permite declararse republicana. No quiere banderas tricolores en sus manifas. Pues sí, asunto del fuero interno de cada cual.
 
Al día siguiente Pablo Iglesias acude a la recepción del Rey en Bruselas. La república, no; la monarquía, sí. ¡Ah, pero no es lo mismo! No fue a rendir pleitesía, como el resto de políticos cortesanos, sino que, según él mismo dijo, rompió el protocolo al regalar a Felipe VI, unos DVDs de Juego de Tronos. Ahí quedaba eso: el protocolo roto por un gesto de audacia que coloca a la monarquía en su debido lugar. A su lado, el de los eurodiputados de IU y grupos nacionalistas de no acudir al pase de revista de Preparao es una chiquillada. Algunos hasta publicaron fotos en Face y Twitter con la bandera republicana. Criaturas.
 
En Juego de Tronos, que el Rey asegura no haber visto, encontrará, según el obsequiante, algunas de las claves de la actual crisis política española. Porque él, evidentemente, sí ve y sigue la serie. Hasta le ha dedicado reflexiones en forma de libro. Y suele tomarla como referente, casi tanto como a Anguita.
 
Podía el secretario general de Podemos haber regalado al Rey algún libro de Eduardo Galeano. Y, si temía que la caverna mediática le sacara punta con el que Chávez regaló a Obama, Las venas abiertas de América Latina, podía haber escogido uno de Günther Grass. Pero ha sido Juego de Tronos.
 
Aquí está el meollo de la cuestión. No en el hecho del regalo, sino en su naturaleza. ¿Por qué Juego de Tronos? Obvio: porque es una serie de TV y una serie muy popular, de gran éxito y difusión, criterios esenciales en Podemos, de alcance epistemológico: si algo está generalizado y es popular, es válido, es verdad. Ahí hay que estar y no en los cenáculos de los derrotados, élites inoperantes. Podemos es un partido mediático. Se encuentra siempre en donde estén los medios que fabrican la noticia. Y luego borda el asunto siendo noticia dentro de la noticia.
 
Fotografiarse con el Rey, aunque sea en camisa es otro juego de lo que los especialistas en negociación llaman win-win o beneficio mutuo: Podemos legitima la monarquía y la monarquía legitima a Podemos. Esto va a la par con la galopante moderación de su programa en puntos esenciales como las nacionalizaciones, el salario universal o las jubilaciones, muy en la línea del programa socialdemócrata tradicional y respetable, ese que el actual PSOE ha traicionado vilmente para mimetizarse con el PP, según vieja doctrina de IU aggiornata por Podemos.
 
Se extiende una impresión, una especie de intuición generalizada de que Podemos ha tocado techo en las expectativas electorales y con la aparición de Ciudadanos y el retorno al aprisco de los votantes socialistas, fascinados en un primer momento por el fulgor retórico de los nuevos, comienza el declive. Es decir que, llegadas las elecciones del 24 de mayo, es posible que la organización quede en un porcentaje similar al de la vieja IU, a quien en realidad ha venido a sustituir.
 
No sé cómo corresponderá el Rey al obsequio. Supongo que los reyes no están obligados a reciprocidad de regalos porque no está en su papel agasajar a los plebeyos. Pero, por si acaso le diera por romper también él el protocolo, podía hacer llegar al secretario general un ejemplar de la Anábasis, de Jenofonte.

dimarts, 14 d’abril del 2015

Honi soit qui mal y pense.

Es el lema de la Orden inglesa de la Jarretera, que aparece también en el escudo de armas de Gran Bretaña. “Avergüéncese el mal pensado”, podría ser una traducción aceptable. El episodio histórico es conocido: el honor de una dama principal, trasferido ahora al de todo un reino. Caiga la vergüenza sobre quien sea mal pensado. Es una expresión que contradice de plano la sabiduría convencional corriente por estos pagos: “piensa mal y acertarás”. ¿Con cuál nos quedamos, con la fórmula culta o con la popular? Eso lo decidirá cada quién en su fuero interno.
 
Hoy celebramos el aniversario de IIª República. Palinuro participa en un acto de Izquierda Socialista de Guadalajara bajo la advocación del socialismo republicano. Dice un amigo mío que la expresión es redundante pues el socialismo es republicano o no es socialismo. Así deben de pensar también los de IS pues se sienten obligados a subrayar el carácter republicano del socialismo. ¿Por qué? Seguramente porque el PSOE como partido, salvo que Palinuro ande errado, no tiene prevista actividad alguna de conmemoración de este 84º aniversario de la República. Probablemente haya actos aislados aquí o allá, de IU o del mainstream del partido; pero no del partido como tal. El 14 de abril es un día como otro cualquiera. La República es historia y no podemos celebrar todas las efemérides posibles porque entonces no haríamos nada. Menos de lo que habitualmente hacemos.

¡Pobre República, qué triste es tu sino! Destruida por un golpe de Estado delictivo que provocó una guerra civil de tres años y una dictadura clerical-fascista durante 35. Negada y vilipendiada su memoria por decenios de propaganda fascista, historiografía mendaz y mercenaria al servicio de la dictadura. Todavía hoy falsamente acusada de vicios y crímenes propios de quienes se alzaron en armas contra ella. Difamados y calumniados sus principales protagonistas, muchos de los cuales murieron en el exilio o en las cárceles, fusilados o, simplemente, asesinados en una cuneta. Perdida su memoria simbólica, sustituida por una inundación atosigante de iconografía fascista que en buena medida perdura al día de hoy. Abandonada y olvidada por todos, por quienes la destruyeron manu militari y sus descendientes y también por los de quienes la defendieron de palabra y obra y en incontables casos murieron por ella.

Hoy sigue bebiendo el amargo cáliz del olvido, las aguas del río Leteo. No tendrá homenajes, ni banderas, himnos y grandes discursos. Si acaso los que le haga IU, los grupos de izquierda del PSOE, los fieles círculos republicanos, los laicos, los cuatro masones del Reino y los amantes de las causas perdidas, como Palinuro. Con la precisión de que no todas las causas perdidas le parecen dignas de defensa sino solamente aquellas animadas por la razón, la justicia y el sentido de la humanidad. La de los nazis también fue una causa perdida y muy bien y justamente perdida. No es el caso de la República, una causa injustamente perdida.

Pero nadie quiere reparar en ello ni comprometerse a nada. Será causa injustamente perdida, pero está perdida. Lo mejor es no remover memorias amargas. Que los muertos entierren a los muertos. Los que puedan, porque aún quedan más de 100.000 tirados en fosas comunes y no se sabe quién querrá enterrarlos.
 
Pero honi soit qui mal y pense. El día a día tiene exigencias urgentes. Vivimos en siglo XXI, nos enfrentamos a otros problemas. La política de la memoria es política de la nostalgia y la nostalgia es emoción propia de los perdedores. Y aquí nadie está dispuesto a perder. Todos quieren ganar. Primero, las elecciones; luego, el gobierno; después, la fama y la gloria; y, por último, la memoria imperecedera para el futuro. No podemos enredarnos con la del pasado ni admitir que también sea imperecedera. Algún día los gritos de esos muertos sin sepultura se acallarán para siempre. El silencio caerá sobre la memoria y el olvido sobre la República. Pero no se piense mal, por favor. Nadie cuestiona el ejemplo de los valores de aquel régimen de libertad con el que sus enemigos acabaron a sangre y fuego.

Hay que ganar las elecciones. No se pueden perder votos asustando a los sectores a quienes la República asusta. No es el momento. Tiempo llegará. Y, si no llega nunca, tampoco pasará nada. El PSOE no tiene previsto acto conmemorativo, pero mañana se reunirá con el Rey en una visita de este al Parlamento europeo en la que hablará con todos los eurodiputados españoles. No con todos. Se autoexcluyen los de Izquierda Plural y asimilados. Supongo que también, aunque no estoy seguro, los nacionalistas, pues no se consideran españoles, pero nunca se sabe. Asistirán, probablemente, PP, PSOE, Podemos, UPyD, C’s y algún otro.

El espíritu republicano late, pues, en Izquierda Plural. En los otros, PSOE y Podemos, entiéndase, no es que no lata sino que tienen otros latidos más fuertes. No se piense mal. Lo dicho: hay que ganar las elecciones y no arriesgar la derrota por reproducir memorias antañonas. Me parece bien. Cada cual actúa según le dicta su conciencia.

Palinuro tiene una sola pregunta a ambos partidos. Los dos se afirman partidos de la nación española. Con matices diferenciadores sustanciales, pero con una identidad de fondo: la nación española. La pregunta reza: ¿qué nación es la que no honra a sus muertos? Cierto, ni hoy ni mañana se conmemora algo que tenga que ver con los muertos. Solamente el aniversario del régimen por cuya defensa esos muertos fueron asesinados.

Por fortuna esta pregunta no necesita respuesta. La justicia que esos asesinados esperan de la nación española hace cuarenta años ya no depende de la nación española sino de la conciencia moral y jurídica internacional, de la justicia universal, de los tribunales argentinos, de la ONU, quizá también de la Unión Europea. Pero honi soit qui mal y pense. Nadie tiene nada contra la República y los republicanos asesinados. Sería absurdo equiparar la desidia y el desinterés por la República y los republicanos con la evidente mala fe y el obstruccionismo de las fuerzas políticas herederas ideológicas de quienes se rebelaron contra el orden constitucional republicano, lo destruyeron por la fuerza de las armas y asesinaron después a miles y miles de compatriotas desarmados acusándolos de la misma rebelión que ellas habían protagonizado. Asoma la oreja el refrán de piensa mal y acertarás. Pero sería absurdo acertar aquí, ¿verdad?
 
Absurdo...

dilluns, 13 d’abril del 2015

La República.

Los amigos de Izquierda Socialista de Guadalajara me han invitado a participar en un acto en conmemoración de la Segunda República, según  puede verse en el  cartel de la izquierda en el que, además, han tenido la generosidad de añadir un castizo José a mi nombre.
 
Mi cometido en este acto es el que se marca a la derecha: "visión general de lo que representó la II República". Lo tengo fácil. La II República fue el último régimen legítimo que tuvo España. Los 40 años de dictadura del general golpista y genocida, fueron una ignominia. La segunda restauración borbónica que le ha sucedido, primero en la figura de Juan Carlos I (llamado Campechano) y luego en la de su hijo, Felipe VI (llamado Preparao)tampoco es enteramente legítima. De las tres legitimidades que cabe aducir aquí, esto es, la franquista, la dinástica y la popular, solo operan las dos primeras. La tercera brilla por su ausencia. Franco nombró sucesor "a título de Rey" a Juan Carlos I, después de que este jurara fidelidad a los principios del llamado Movimiento Nacional. Es decir, tanto él como su hijo cuentan con la legitimidad del 18 de julio, un golpe de Estado militar-fascista en contra de su propio pueblo. Y con ella siguen.
 
Habiendo abdicado en su hijo Juan Carlos I, su padre, Juan, le confirió la legitimidad dinástica. Y esa es la que este régimen tiene porque carece de la popular. Nunca se sometió a referéndum ni consulta democrática la existencia de la monarquía en España, sino que entró de matute en el referéndum de la Ley para la Reforma Política de 1976. La trampa consistía en que, si se votaba "no" a esa ley, se votaba "no" a la democracia. Al votar "sí" a la democracia, la gente tuvo que tragar la figura del Rey. Más miserable, ruin y ramplona no puede ser la forma de restablecer a los Borbones en España.
 
Por mi parte, entiendo que el espíritu de la II República y lo que esta trajo a España se resume en tres grandes apartados: a) avance en la emancipación de las mujeres; b) reformas civil, militar, religiosa y agraria; c) expansión y consolidación de un sistema educativo universal  público y gratuito.
 
Los republicanos sabían y sabemos hoy que la educación es el puntal de una sociedad moderna, avanzada y libre. Por eso la suprimieron los fascistas y por eso tratan de suprimirla de nuevo sus herederos ideológicos, los gobernantes de la cleptocracia actual.