Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Parlamento.. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Parlamento.. Mostrar tots els missatges

divendres, 8 d’abril del 2016

El pito del sereno

Estos del Parlament tienen dos cosas que faltan en el orgulloso cogollo mesetario: ideas claras y sentido del humor. No crean que son tan dispares. Las ideas están claras: el Parlament se reafirma en la declaración independentista del 9 de noviembre pasado. Quiere la independencia. Pero no aturulladamente, así que la cámara ha votado afirmativamente la propuesta de la CUP, pero quitándole dos astas peligrosas que podían dar pie a que las autoridades españolas empurasen a los votantes por incitacióna la desobediencia, o sedición. Una, el propósito de no obedecer las decisiones de las autoridades legales españolas y otra el de inducir a los funcionarios armados de la Generalitat a no realizar las funciones que esas autoridades les encarguen. Supongo que desde el exaltado punto de vista de la CUP, esta prudencia demuestra el carácter burgués y timorato de los otros independentistas de ERC y CDC. Es posible. Todos tienen sus puntos de vista y el miedo guarda la viña.

Además, la decisión parlamentaria muestra sentido del humor. El Tribunl Constitucional había anulado la primera declaración independentista del 9 de noviembre y ahora tendrá que anular está también y por los mismos motivos, porque el Parlamento ha decidido ignorar la presencia del dicho Tribunal. Puede parecer un poco estrafalario que un Parlamento ignore un Tribunal Constitucional. La verdad es que ese Tribunal Constitucional en concreto no goza de especial simpatía ni autoridad o prestigio en Cataluña. Su actividad se ha limitado a cumplir diligentemente los deseos del gobierno que, careciendo de iniciativa política frente al nacionalismo catalán ha preferido hacer como que judicializaba el conflicto, lo cual es falso porque el Tribunal Constitucional no es un órgano judicial, sino político.

El sentido del humor de los parlamentarios catalanes que, al parecer, se toman las decisiones del dicho tribunal por el pito del sereno, adquiere su auténtica dimensión cuando se observa que, a diferencia del catalán, el Parlamento español ve con gran respeto el Tribunal Constitucional y acude a él en un conflicto de competencias con el gobierno central que, a su vez, se toma el Parlamento por el pito del sereno y sabe que ese conflicto no va a parte ninguna porque el Tribunal Constitucional imparte la justicia que place al príncipe.

Porque, en el fondo, el Parlamento y el Tribunal Constitucional españoles son dos pitos del sereno.

dissabte, 26 de març del 2016

El 15M "no nos representaban". ¿Y ahora sí?

Pues no, tampoco. Ahora incluso menos. Recapitulemos: el gobierno desprecia al Parlamento, se niega a comparecer y rendir cuentas, se ríe de la soberanía popular, hace un corte de mangas a los diputados y sigue desgobernando el país a su antojo, justificando -o beneficiándose directamente- del expolio general a manos de la asociación de presuntos malhechores que llaman Partido Popular.

Y, frente a ello, ¿qué hacen los representantes del pueblo?

De los 350 diputados del Congreso, los 123 del PP, no cuentan a estos efectos. Su función es aplaudir todo lo que haga su gobierno. Incluso si les ordenara tirarse a un río lo harían siempre que fuera el Manzanares, claro.

Pero ¿y los demás? ¿Los 69 de Podemos y confluencias? ¿No dicen ser los herederos del 15M, del no nos representan? ¿No iban a cambiarlo todo, a asaltar los cielos? ¿No dicen que han traído aires nuevos, nuevos conceptos, ideas nuevas? Toda esa bambolla ¿consiste en qué? ¿En amamantar un rorro en el escaño? ¿En echar cal viva sobre el de la otra izquierda? ¿En no llevar corbata? Ni uno de ellos ha protestado frente a la chulería del gobierno, ni uno ha planteado decir o hacer algo en representación de la dignidad humillada de sus electores que no los pusieron ahí para callarse mansamente cuando un puñado de macarras decide saltarse la ley. Estos ¿nos representan?

¿Nos representan los dos de IU, uno de los cuales, Garzón, también se apunta en su curriculum siempre llevar el "espíritu del 15M" al Congreso? Su protesta ha consistido en firmar como borregos ese conflicto de competencias que la Cámara enviará a un Tribunal Constitucional presidido por un exmilitante de PP y que le debe su puesto a Rajoy. ¿Estos nos representan?

¿Los 17 independentistas catalanes y los 8 del PNV y Bildu? Estos dirán que el asunto no reza con ellos porque se trata del Parlamento de un país vecino. Vale pero, entonces, ¿qué pintan en él? ¿Representan algo? Si no, ¿por qué no se van? Si sí, ¿van a tolerar que un puñado de forajidos se ría de ellos?

Entre los 90 del PSOE, además de los paniaguados de siempre, dispuestos a hacer lo que se les ordene sin preguntar, hay algunos -lo sé porque los conozco- sensibles a la dignidad del cargo que tienen y leales a la voluntad de las gentes que los ha votado. O esos alzan la voz en defensa de la democracia o irán a sumarse a los que no representan a nadie.

Hasta los 40 de Ciudadanos tienen ahora la ocasión de demostrar que sus discursos regeneracionistas de la democracia significan algo.

Que firmen todos una moción de censura a este gobierno de tiranos de vía estrecha y lo depongan sin ceremonias. Luego, si los "representantes" son incapaces de ponerse de acuerdo para que permanezca el gobierno de la moción, que se limite a convocar elecciones anticipadas cuando se juzgue oportuno. ¿O es tal la cobardía de esta gente que van a dejar que sea un gobierno en rebeldía el que convoque las elecciones?

La historia está llena de ejemplos edificantes de cómo los parlamentos supieron estar a la altura de su misión y poner coto al poder despótico de los gobernantes: el Parlamento inglés durante la revolución del siglo XVII ejecutó al Rey/tirano, Carlos I. El Parlamento francés, en la revolución del XVIII ejecutó al Rey/tirano Luis XVI. Por no citar más que los ejemplos más señeros. En otros países, como siempre.

Este Parlamento es incapaz de hacer frente a un gobierno que se ha declarado abiertamente fuera de la ley.

No sé si los representa a ustedes. A mí, no.

divendres, 25 de març del 2016

Un gobierno de macarras

El final del mandato del Sobresueldos está siendo tan estrambótico y pintoresco como su comienzo, cuando aparecía en plasma  jurando que es una persona honrada que no está en política por dinero, aunque ha demostrado fehacientemente que no está por otra cosa tanto para él como para sus allegados, sus familiares, su mismo padre, sin ir más lejos.

Esta vergüenza de presidente se ha pasado los cuatro años de la legislatura haciendo y diciendo disparates y tonterías, amparando la corrupción en todas sus manifestaciones, obstaculizando la acción de la justicia siempre que ha podido, dando pruebas de una catalanofobia de psiquiatra que ha hecho más en favor del independentismo que todos los alegatos de ERC.

Cuatro años gobernando por decreto, ignorando al Parlamento, engañando y mintiendo sistemáticamente en todas sus comparecencias públicas, un embustero compulsivo y un hombre cuya palabra no vale nada.

Ahora, para rizar el rizo, se ha declarado en rebeldía frente al Parlamento. Ya pueden los diputados poner en marcha los mecanismos reglamentarios a su alcance para reclamar su presencia a rendir cuentas, como es su obligación. No piensa hacerlo. No reconoce autoridad al Parlamento para controlar su acción de gobierno porque acaricia la idea de que, con un poco de suerte, acaban nombrándolo dictador perpetuo, que es lo que le gustaría.

Con todo, lo importante de este percance no es que el sobresueldos con su comportamiento de macarra, muy al estilo de la época y de su gente (basta ver una comparecencia de su portavoz, Hernando), se haya declarado en rebeldía; lo importante es que los diputados están aborregados y son incapaces de reaccionar. 

Parece mentira que los representantes, con una abrumadora mayoría en contra del PP, no se atrevan a  adoptar una actitud más enérgica frente a la evidente desobediencia del gobierno que plantear un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional, presidido por un exmilitante del PP que le debe el puesto a Rajoy. Con ese recurso cubrirán el expediente, pero el gobierno del sobresueldos seguirá tratándolos como siervos o esclavos, sin derecho a reclamar nada.

Si los parlamentarios tuvieran un poco de coraje y apreciaran la relación que los une con sus votantes, plantearían una moción de censura a este gobierno de macarras. Es fácil de presentar y fácil de sacar adelante por mayoría absoluta en la Cámara. 

Digno colofón de una legislatura vergonzosa:  con un presidente declarado persona non grata a todos los efectos por el órgano depositario de la soberanía popular.

dimarts, 22 de març del 2016

Parece mentira

Y dan ganas de llorar. A tres meses de las elecciones generales y veinte días de la primera investidura fracasada estamos igual que entonces. O peor, porque queda menos tiempo. No hay negociaciones. Hay bravatas, amenazas, burlas. Pero no negociaciones, ni principios de acuerdos. Y muchos se preparan para las nuevas elecciones que se convocarán automáticamente el 2 de mayo y se celebrarán en junio.

Realmente parece mentira. La dirigencia política española es un espectáculo de pura incompetencia. Porque si no hubiera acuerdo en la prioridad de preferencias, podría comprenderse esta parálisis en la que los líderes no negocian, ni se hablan. Sin embargo, el orden de prioridades está claro para todos ellos: hay que echar a esta banda de ladrones antes de que termine de expoliar el país. La Gürtel, la Púnica, Taula, Valencia, Matas, son jalones de una aventura colectiva: una serie de amigos montó una organización para delinquir y le llamaron "partido político", en concreto, Partido Popular. Ese partido que, según Aznar era incompatible con la corrupción y ha resultado sr la corrupción misma, viene desgobernando y esquilmando el país desde hace años, arruinándolo al extremo de que, como sucede en Valencia, la gente tardará decenios en pagar la deuda pública. Hay que echarlos como medida urgente y categórica. No se puede permitir que sigan corrompiéndolo todo y en todos los órdenes. No se puede tener un presidente del gobierno, condensación suma de la inepcia, que es el hazmerreir en el exterior y en el interior.

La necesidad de liberarse de un gobierno de apandadores, de expoliadores de lo público, de arruinadores de la gente tendría que haber provocado ya la formación de una gobierno de coalición de una u otra forma. Pero no es el caso. Y sigue al mando un personaje que debía haber dimitido hace años y que ahora, a mayor abundamiento, lleva su actitud tiránica al extremo de declararse públicamente al margen de la fiscalización parlamentaria. Más o menos, un grupo de forajidos.

Ese es el objetivo prioritario número uno. El que domina todo lo demás con carácter de urgencia. Ni un minuto más con esta sarta de sinvergüenzas que siguen riéndose de la gente en sus barbas a base de embustes, patrañas e insultos. Individuos de la catadura de Cospedal, Barberá, Hernando y, por supuesto, el propio Sobresueldos que no podrían aparecer en público en ningún país civilizado de nuestro entorno.

Y los políticos de la oposición son incapaces de ponerse de acuerdo ni para encontrar una solución urgente y transitoria, con la finalidad de echar a Mariano Garrapata como medida inexcusable si se quiere que el país empiece a recuperarse de estos cuatro años alucinantes de saqueo, represión e imbecilidad. Luego ya se vería qué alcance tendría la posible alianza. Es tal la parálisis que, ante la última provocación de los forajidos, ni siquiera se atreven a presentar una moción de censura.

Y tampoco es tal la hipotética variedad de opciones que paralice y/o suspenda el ánimo porque no hay más que tres posibles (con variantes menores): 1ª) Gran coalición PP y PSOE; 2ª) coalición "ucedea", PSOE y Ciudadanos con abstención de Podemos; 3ª) coalición izquierdista (PSOE, Podemos) con la abstención de Ciudadanos. Por supuesto, cada maestrillo tiene su librillo y cada analista tendrá unas preferencias sobre otras. Desde siempre, la preferencia de Palinuro ha sido el "bloque de la izquierda" (PSOE, Podemos, IU e indepes catalanes), pero no se le oculta que la coalición "ucedea" también consigue el objetivo estratégico de echar a estos sinvergüenzas. Y, en la medida en que lo consiga, bienvenida sea. 

Lo que es absurdo en que ninguna de ambas posibles coaliciones cuaje pudiendo hacerlo cualquiera de las dos. Absurdo y descorazonador porque quiere decir que sigue habiendo actitudes viscerales, venganzas, personalismos. Sin duda, llama la atención qué sometido al parecer del IBEX35 está Ciudadanos, pero no más de lo que parece estar Podemos por las obsesivas vendettas de Anguita.

El PSOE se deja querer por ambos lados, aunque no pueda mirarlos como si hubiera una simetría y él fuera imparcial. No lo es. No lo es nadie. Y es lógico que las razones que se aducen en las alianzas sean de peso distinto y así se entiendan. De forma muy complicada por lo que los vetos jamás serán admisibles. Es verdad que el veto de Podemos al pacto del PSOE con Ciudadanos no es de recibo. Pero el PSOE no puede presumir cuando, él, a su vez, tiene vetado al PP (y hace bien, por cierto).  Y Ciudadanos, a su vez, a Podemos con quien asegura no poder ir en el mismo barco. Todos se vetan a todos, cada uno a cada uno. 

En definitiva, la prioridad de la preferencia es tan inexcusable que no se entiende cómo no se ha llegado a alguna, la que fuere. De forma que casi podría echarse a suertes. Donde no hay necesidad, el azar es lo más inteligente. 

Pero lo  esencial es quitarse esta plaga de encima.

dimecres, 16 de març del 2016

¿Se puede ser más cobarde?

El rebaño de mansas ovejas baladoras llamadas diputados acaba de descubrir lo que todos sabíamos hace días: que el gobierno se ha declarado en rebeldía frente al Parlamento. Bien, que un gobierno de presuntos ladrones, franquistas y meapilas ignore al Parlamento no es nada nuevo. Lleva cuatro años haciéndolo con su mayoría absoluta. Está en la naturaleza de las cosas que los fascistas desprecien la representación popular.

Lo asombroso es la reacción de los diputados. Aterrorizado, el presidente de la Cámara escribe un abyecto ruego a la ratita hacendosa que funge de vicepresidenta del gobierno pidiéndole que "reconsidere" su actitud. Sobra decir que esta vicepresidenta, que lo que tiene de soberbia lo tiene de ignorante, contestará con un par de estúpidas leguleyerías.

En previsión de ello, el portavoz de los socialistas, Antonio Hernando, otro pusilánime, como su secretario general, que ha aprovechado para esconderse, amenaza con un conflicto de competencias ante... el Tribunal Constitucional. Sí, ese órgano sin prestigio ni autoridad, poblado de individuos complacientes con el príncipe y presidido por un antiguo militante del partido del gobierno.

Esto es una pura vergüenza y una humillación al conjunto del electorado. Si no tenéis coraje para poner a los fascistas en su sitio, idos a vuestras casas y no pidáis nunca jamás el voto a quienes os hemos puesto ahí creyendo que érais personas rectas y valerosas. Sánchez, Iglesias, Rivera, por si no lo sabéis, detrás de vosotros hay millones de personas esperando que cumpláis con vuestro deber y hagáis frente a esta provocación de franquistas, que no os arrodilléis ante este golpe de Estado perpetrado por un puñado de granujas, dirigido por un presunto mangante y que han decidido romper el Estado de derecho.

Presentad ya una moción de censura. Demostrad que tenéis el valor que se os supone y merecéis el salario que os pagamos.

Si no lo hacéis seréis cómplices de esta última ignominia.

dimarts, 15 de març del 2016

Moción de censura

Palinuro pasó buena parte de la legislatura anterior pidiendo a la oposición una moción de censura contra este gobierno inenarrable de corruptos, neofranquistas e ineptos. Pero no lo consiguió. La oposición mayoritaria (PSOE) en aquella legislatura era un puñado de cobardes y medio cómplices con las barbaridades del gobierno contra la gente. Para ocultar sus miedos, algunos decían que era inútil presentar una moción de censura (MC) porque se perdería al tener el PP mayoría absoluta, como si no fuera evidente que la importancia de la MC no era que se ganara, sino que se pudiera hablar al país con un discurso nuevo y poner en evidencia al Sobresueldos.

La diferencia con la situación actual es que hoy la MC se gana si, como es de esperar, se presenta ya, proponiendo como presidente a Pedro Sánchez (el que suscita mayor consenso) con el acuerdo de PSOE, Podemos, C's e IU, en total, 201 diputados. Si de verdad, los cuatro grupos quieren poner término a esta vergüenza internacional, con el okupa de La Moncloa, basta con que firmen la moción y, con 201 diputados, Mariano Garrapata tendría que ir a presentar su dimisión al Rey y Sánchez quedaría automáticamente nombrado presidente del gobierno. Sería el comienzo de la regeneración de España. Los pactos para la gobernación podrían venir después y hasta resultarían más fáciles. Pero first things first: librar al país de esta peste de presuntos malhechores.

Porque ese comienzo de regeneración democrática no es creíble mientras el turbio personaje, cobrador de sobresueldos, siga maltratando la lengua y diciendo disparates, okupando La Moncloa. Por el bien de todos, incluso de él mismo, cuanto antes se vaya a ocuparse de su futuro procesal, mejor. Habiéndose descubierto un escandalazo de blanqueo de capitales en el PP valenciano, se entiende que el apoyo del PP en esta comunidad anegada de latricinio y corrupción, fue decisivo para que Rajoy ganara un dificil congreso del PP y la nominación a candidato a la presidencia del gobierno y se entiende que esto lo ha dejado hipotecado de por vida a esta banda de presuntos delincuentes.

¿Motivos para presentar la MC? Que el okupa de La Moncloa y Maribárbola, la ratita hacendosa, han decidido declararse en rebeldía y no dejarse fiscalizar por el congreso. Un gobierno en un Estado de derecho que no responde ante el órgano de la soberanía popular porque no le da la gana. Tal es, en definitiva, la "razón" que estos neofranquistas aducen para no respetar las normas mínimas de la democracia parlamentaria en donde no hay nadie por encima del Parlamento.

Está bien que los diputados se pongan de acuerdo para exigir la rendición de cuentas del gobierno ante el Parlamento, pero conviene no darse por satisfechos con esta medida parcial por naturaleza. El gobierno de Rajoy está en rebeldía frente al Parlamento y el Parlamento debe destituirlo ya, sin más explicaciones ni premisas. Si él no se retira voluntariamente porque no está en la naturaleza de las garrapatas renunciar a su presa, oblíguesele por decisión de la mayoría absoluta del Congreso. De este modo, el Parlamento recuperaría algo de la dignidad perdida durante cuatro años de sumisión a las arbitrariedades de una mayoría absoluta de neofranquistas.

diumenge, 13 de març del 2016

El desastre hispánico

A casi tres meses de las elecciones del 20 de diciembre y diez días del fracaso de la investidura de Pedro Sánchez, España sigue sin gobierno y las cosas están como al principio. O peor, porque ahora ya se ha comprobado la inviabilidad de las opciones más habituales sin que las hipotéticas alternativas tengan mejor pinta. Aquí mi artículo para elMón.cat sobre esta situación sin salida, este impasse en que se pudre el sistema político de la tercera restauración borbónica. Suficientemente claro está ya que los partidos de la oposición son incapaces de hacer el trabajo por el que los pagamos. Los diputados con tal cobrar sus fantásticos salarios, sus subvenciones, subsidios y prebendas de todo tipo y, según parece unos subsidios de paro alucinantes, se dan por contentos y no quieren saber nada más del Parlamento. Es tal su falta de valor y de dignidad que, aunque el gobierno del Sobresueldos ha perdido su mayoría parlamentaria y se encuentra en minoría, se declara en rebeldía frente al Parlamento y se niega exprofeso a que este lo controle o fiscalice con especiosas razones de sofista. Es decir, es tal su falta de valor y dignidad que no se atreve a poner al gobierno en su sitio. No se atreve a presentarle una moción de censura. Los únicos que saben lo que hacen y siguen con su trabajo en pro de la independencia son los catalanes. Los españoles no saben ni en dónde están.

Aquí, la versión castellana:

Y la nave va.

Mientras el Parlamento catalán trabaja discretamente en el marco normativo que ha de hacer efectiva la desconexión llegado el momento, el conjunto del Estado aparece paralizado por la falta de gobierno. Una situación que fue previsible cuando, a raíz de las elecciones del 20 de diciembre quedó claro que en España, se abriría un periodo de incertidumbre en el cual el tradicionalmente torpe aparato del Estado tendría dificultades añadidas para reaccionar porque, por falta de liderazgo, no sabría en qué dirección. Esa oportunidad fue un cálculo añadido que aceleró el acuerdo entre los independentistas catalanes para la formación de un gobierno. Un gobierno que aprovechara el vacío en el centro mismo del poder, hoy impotente. Y es lo que está haciendo.

La parálisis, el desconcierto, la incertidumbre del Estado con la monarquía a la cabeza resultan patentes: un gobierno en funciones, sin legitimidad ni autoridad, literalmente comido por la corrupción, pero que se niega a marcharse y cifra su esperanza de continuidad en la superior incompetencia del resto de las instituciones. El ocupante accidental del poder, además pretende actuar libre de todo control parlamentario aduciendo sofismas seudojurídicos para justificar su pretensión de gestionar el gobierno de modo dictatorial. Rajoy no quiere dar explicaciones que repugnan a su autoritarismo franquista y porque es incapaz de hilar dos frases en su idioma materno que tengan un mínimo sentido. De este modo, el panorama político estatal, a casi tres meses de las elecciones y diez días de la votación de investidura es de putrefacción, una verdadera necrosis del sistema político de la tercera restauración borbónica.

La oposición parlamentaria mayoritaria, consumida por una inopia y una inactividad frenéticas no consigue articular una opción de recambio que podría clarificar la situación y sanear la podredumbre en un abrir y cerrar ojos. Con algo de sinceridad y sentido común, así como voluntad real de cambio, con menos narcisismo y una actitud menos engreída, los diputados de PSOE, Podemos, Ciudadanos e IU podrían llegar a un acuerdo que sumaría 201 escaños para librar al país del peso muerto de este gobierno de ineptos, apoyado en un partido presunta asociación de malhechores. Es más, de hacer caso a los delirios españolistas de Felipe González, que no ve diferencias entre Podemos y el PP a la hora de los pactos, la suma alcanzaría los 324 escaños. ¡Esa sí que sería una mayoría absolutísima que solo dejaría en las tinieblas exteriores a los diputados nacionalistas, especialmente a los catalanes! Por fin el sueño de un Parlamento que representara a los españoles y mucho españoles y redujera a Cataluña a la irrelevancia, a punto de que el procónsul Albiol suspendiera la díscola autonomía catalana.

Esta opción, sin embargo, es irrealizable porque hasta los neofranquistas tienen sentido del ridículo. Pero podría ponerse en marcha una coalición de izquierdas entre PSOE, Podemos e IU (161 escaños) que disfrutaría de una mayoría absoluta razonable de 178 diputados si aceptara algo tan democrático como el referéndum de autodeterminación de Cataluña. Tanto DiL como ERC han explicitado su voluntad de apoyar ese gobierno español de izquierda si acepta el referéndum. ¿Por qué no se hace y se sale de una vez de este marasmo de corrupción e inactividad en España? Porque el PSOE no quiere y, aterrorizado Sánchez ante la posibilidad de que los elementos demócratas y de izquierda de su partido (que los hay) lo empujen hacia el acuerdo con Podemos y los independentistas catalanes, ha decidido vincular cerradamente su destino con el de Rivera del mismo modo que Ulises se hizo atar al mástil del navío para resistir la seducción de las sirenas. De los independentistas catalanes el mucho español Sánchez no quiere ni el apoyo.

Pero, quiéralo o no, se lo han ofrecido. Nadie puede acusar a los independentistas catalanes de no colaborar lealmente a la gobernación del Estado y de no hacerlo en concreto en favor de un gobierno de izquierda. Pero lo que no pueden estos hacer es, además, dar clarividencia, determinación y audacia a los líderes españoles responsables de las decisiones que han de tomarse y que, a todas luces, obsesionados con mirarse el ombligo socialdemócrata o podémico, carecen de ellas.

Resultado: nadie hace nada y la situación se deteriora día a día. Basta ver el profundo descrédito en que está sumida la monarquía, con un rey emérito, gigoló septuagenario on the run, una hermana del Rey que lo que tiene de infanta lo tiene de tonta acusada de varios delitos y una pareja real cultivando las amistades de hampones de guante blanco según las tradiciones de la familia. Ni la cerrada defensa de los medios cortesanos y los partidos dinásticos consigue evitar que la verdadera miserable naturaleza de la monarquía sea visible a los ojos de todos cuando invoca la mierda que lleva en el alma.

Solo la nave catalana va, con la sala de máquinas funcionando a todo rendimiento aunque en sordina, por no despertar las suspicacias de los últimos del imperio desde sus decrépitas almenas. Y va hacia la república catalana, el único programa político vivo y prometedor en este mar de los sargazos del Estado español.

Por no ser capaz, la oposición española ni siquiera lo es de defender los poderes y competencias del Parlamento frente a la usurpación del gobierno y de ponerse de acuerdo para presentar una moción de censura que libre al país de este puñado de indeseables.

dissabte, 12 de març del 2016

El okupa de La Moncloa, se declara en rebeldía

Ya solo le falta decir que gobierna porque le sale de las gónadas, que no le da la gana rendir cuentas a nadie y que, como nos descuidemos, él y la banda de presuntos ladrones que dirige, establecen una dictadura porque sí. Es puro estilo Rajoy el de los sobresueldos, que no sabe ni hablar su propia lengua pero sí retranquearse en la poltrona, marrulleando, mientras sus mandados salen a dar la cara por él.

El jueves fue un petimetre secretario de Estado a anunciar en sede parlamentaria que Mariano Rajoy no piensa comparecer porque, al estar en funciones, no tiene por qué dejarse controlar por este Parlamento. Ayer, viernes, fue la ratita hacendosa, la que, con la sabiduría que da ser abogada del Estado, hiló una sarta de sofismas y patrañas para justificar la rebeldía del gobierno y su manifiesto golpe de Estado al negarse a comparecer en el Congreso. El argumento es el mismo que el del cuentista del jueves: este Parlamento no ha dado su confianza al gobierno y, por tanto, no puede controlarlo. Y, como elemento de peso, añadía que en ninguna Comunidad Autónoma en que se ha dado situación similar se ha controlado parlamentariamente al gobierno saliente y/o en funciones. Como si esos ejemplos quisieran decir algo. Como si el hecho de que en ningún país democrático del mundo un personaje con la ejecutoria de Rajoy podría ser presidente hubiera valido para que tampoco lo fuera aquí

"El Parlamento" decía la acrisolada doctrina constitucional británica, la más sólida y respetable del mundo, "puede hacerlo todo excepto convertir un hombre en una mujer". Y como hoy eso ya es también posible, se sigue de ello que el Parlamento puede hacerlo todo, porque es el órgano supremo de poder del Estado. Por supuesto que puede controlar al gobierno, a cualquier gobierno, esté en funciones o de vacaciones o mangoneo, como está este desde que empezó su tarea de demoler España cuatro años antes. Le basta con dar las órdenes oportunas, incluido el gobierno, que ha de acatarlas y cumplirlas.

El Parlamento hace y deshace la ley, ¿sabe, señora abogada del Estado? Y en nuestro Estado rige el principio del imperio de la ley. Nada por encima de la ley; todo por debajo, incluido su "gobierno en funciones" que, según usted, solo puede ser controlado por los tribunales. Por supuesto, para lo que haga mal penalmente, que también lo habrá. Pero es controlable políticamente también por el Parlamento. Basta con que en este haya, por fin, una oposición digna de ese nombre, una oposición de gente con principios, responsabilidad y determinación, capaz de llamar a capítulo a esta banda de presuntos malhechores sin contemplaciones. Una oposición en serio y no la manga de inútiles acobardados que hubo en la legislatura anterior, capitaneada primero por el reaccionario Rubalcaba y luego por este Sánchez que no se atrevió a rechistar ni a presentar una moción de censura.

Es de esperar que los diputados del PSOE, de Podemos, de C's, pero también los demás, todos los que no sean del PP (incluso deberían sumarse algunos del PP, si tuvieran agallas) reaccionen como manda la costumbre parlamentaria de una democracia digna de ese nombre. Es de esperar que demuestren a este hatajo de sinvergüenzas y pillastres que quiere irse de rositas sin rendir cuentas a nadie quién manda aquí y que no es el hombre de los sobresueldos y sus cuates apandadores sino el Parlamento, depositario de la soberanía nacional y representante de todo el pueblo.

Y ¿saben cómo? Muy sencillo: presentando ahora la moción de censura que la oposición no tuvo valor de presentar en la legislatura anterior. De ese modo y, por decirlo a la pata la llana, se hace una carambola: se compone por fin gobierno para sacar al país del atolladero en que está y nos libramos de esta Mariano Garrapata de una vez. El trámite es muy simple: PSOE, Podemos y C's se ponen de acuerdo en firmar y presentar la moción de censura. El único requisito es proponer un presidente de gobierno que, como es lógico, debe ser Pedro Sánchez. Cinco días más tarde se debate la moción, se gana por mayoría absoluta y Mariano Rajoy tiene que presentar su dimisión al Rey. De esta forma nos ahorramos la agonía de unas negociaciones que, dada la manifiesta falta de competencia de nuestra clase política, es poco probable que lleguen a buen puerto.

divendres, 11 de març del 2016

Engaños del poder

Los análisis políticos suelen ser muy ideológicos, pero también pueden ser puramente lógicos. Es cuestión de ver lo que hay y no lo que uno quiere que haya.

Mariano Rajoy no quiere someterse al control del Parlamento. Es lógico para alguien que no lo ha hecho en los últimos cuatro años ya que su mayoría abolutísima lo liberó de esa tortura democrática y la inutilidad de la oposición en la oposición hizo el resto. Y ello sin contar con su comprobada tendencia a la holgazanería. Pero esta lógica, siendo humana, no es admisible porque falta a la lógica institucional. En un sistema parlamentario ningún poder del Estado puede estar libre de la fiscalización del Parlamento, que es el órgano supremo de poder. El gobierno no puede decidir por sí mismo sus normas de organización; eso compete al Parlamento. Esa tontería del informante del gobierno de que pedir explicaciones a Rajoy sea como pedírselas a Felipe González da verdadera vergüenza. Felipe González es un ciudadano privado (aunque, como se ve, sigue ganando batallas después de muerto) mientras que Rajoy es el presidente del gobierno. Del gobierno. Y el Parlamento es competente para controlar al gobierno. Al gobierno, esté en funciones, en disfunciones (lo que es más probable) o en su lugar descansen. Es el gobierno y tiene que hacer lo que el Parlamento ordene. Si no fuere así, el Parlamento podrá declararlo en rebeldía y privarlo de sus funciones políticas, además de pedir a los jueces que decreten su prisión.

Los Reyes pronuncian la palabra de seis letras, como su modelo Ubu. Y los cortesanos pierden el culo por recordar que siempre han señalado cuán cercanos, cuán próximos a los ciudadanos, a ti y a mí, al común de los mortales, son los Reyes. Son seres normales, de carne y hueso, como tú y como yo. Y por eso dicen "mierda", como tú y como yo, porque nada humano nos es ajeno. Sí, pero no. La justificación no funciona. La Reina no puede escribir "mierda" se ponga como se ponga. Porque mira el escándalo y eso con trabajo de ocultación cortesana. Los medios, los partidos, no hablan de esto. Eso demuestra que lo de la igualdad es falso. Y es lógico que lo sea: si la Reina es igual a nosotros, a ti y a mí, y al señor de la esquina, ¿por qué es Reina? Claro, esto afecta a la lógica misma de la Monarquia, que todavía tiene menos defensa.

Los diputados cobran subsidios de paro de escándalo. Mato, Madina y los otros sesenta y tantos, si de verdad están en paro, que se apunten al paro, como cada hijo de vecino. Y eso suponiendo que estén desempleados porque toda está gente se mueve en un profuso entramado de amistades, enchufes, influencias, favores mutuos y, si quiere, encuentra trabajo de lo que quiera y, además, sin hacer nada. La política representativa no es un oficio ni un empleo sino un cargo voluntario, no genera relación laboral ni su carencia supone derecho a percibir ningún tipo de subsidio. Y mucho menos esas cantidades desorbitadas con las que vivirían familias enteras. La vida activa de los políticos implica una serie de privilegios y tiene su lógica que también lo implique la vida pasiva. Es logico, por un lado, según la lógica pedestre de que "quien tuvo, retuvo", pero es muy irritante por otro.

Los amigos de Podemos sin saber qué hacer con los pactos. Es muy arriesgado criticar a Podemos, incluso ahora que forman parte del poder y ya no son contrapoder, porque salen los verdaderos creyentes de debajo de las piedras, una horda de fanáticos, a linchar críticos, todos ellos submarinos del PSOE y otras fuerzas del mal. La orden hoy es cerrar filas negando que haya tensiones internas en la organización. Solo que sea preciso negarlas ya quiere decir algo. Pero si se observa que la organización no sabe qué va a hacer con las negociaciones, si seguir con ellas o cortarlas en seco, se echa de ver que esas tensiones internas que no existen consumen muchas energías. Porque todavía han de pronunciarse sobre si aceptan negociar o dan un puntapié al tablero y lo mandan todo a nuevas elecciones. Negociar es lógico; ir a nuevas elecciones, también. Lo que no es lógico pretender ambas cosas al mismo tiempo.

Los del PSOE tienen que decidir entre el PP y Podemos. Al menos, a Felipe González le da igual cualquiera de lo dos. Y es lógico. Para González. Y probablemente para mucha más gente. Pero no toda. Otros encontramos preferible que el PSOE elija a Podemos. También es lógico. Así que, en virtud de esa lógica sería estupendo que hubiera un gobierno de izquierda en España y ya se sabe que tampoco será muy de izquierda. El problema es si lo que quiere Podemos es cargarse al PSOE y no aliarse con él. En ese caso es lógico que vaya a nuevas elecciones. Aunque puede ser la lógica del Rey Creso de Lidia quien preguntó al oráculo en Delfos qué sucedería si cruzaba el Halis y atacaba a Persia, a lo que la Pitia contestó que "destruiría un gran imperio", sin precisarle que sería el suyo. 

Es la llamada lógica délfica.

dijous, 3 de març del 2016

La hoja de parra

Después del primer "no" al pacto PSOE/C's, amplío las reflexiones de primera hora de la tarde. Efectivamente, Rajoy y Sánchez son antiguo régimen. Rajoy en sentido estricto un autoritario insufrible con chistes y prepotencia de casino, al frente de una asociación de presuntos mangantes que llevan cuatro años destruyendo el país. Sánchez, una hechura de Rubalcaba, aunque con menos luces, remachado en el engolamiento progre de los años 80, con tanta voluntad de mandar como incapacidad para hacerlo. Iglesias, un revenant comunista con una pátina de falsa modernidad, cuyo odio atávico al socialismo democrático lo lleva a insultar y difamar  a quien necesita convencer a toda costa. Rivera, la sorpresa de la mañana, el más ágil, flexible y rápido. Probablemente un depredador neoliberal extremo, un auténtico peligro para sus adversarios, incluido su aliado socialista coyuntural a quien ha parasitado. Tardá, a todas luces el mejor, el único capaz de hilar un discurso con brío, fondo, serio y humorístico al tiempo, en cuyo planteamiento se adivina la agonía de esta España incapaz de recuperarse de los 4 últimos años de involución neofranquista.

Tras el almuerzo, los intervinientes, Garzón, Baldoví, etc, han estado bien, a pesar de la impresentable desbandada de los diputados peperos. Y, hablando de desbandada, que el Parlamento haya adelantado una hora la votación porque había partido de fútbol muestra que, en efecto, este ridículo país no tiene salvación. La intervención crucial de la tarde fue a cargo de Homs, de DiL cuando dijo que, si se admitía el referéndum, DiL (y, sin duda, ERC) apoyarían al gobierno. Quedó así claro que, en contra de lo que decía Sánchez, sí hay mayoría de izquierda en el Parlamento (según el propio Homs), en concreto, 178 diputados (90 de PSOE, 69 de Podemos y confluencias, 17 de DiL y ERC y 2 de IU), aunque, a la vista de la mala baba de Iglesias, sea difícil de visualizar. Pero, en principio, hay mayoría de izquierdas.

La cuestión, la única cuestión, es el referéndum. Lo que condiciona la vida parlamentaria y política española es el referéndum catalán.

El argumento de los socialistas de la pinza entre Podemos y el PP es una excusa. La verdadera pinza en materia de "no" al referéndum, operativa y a la vista de todo el mundo, es la de PP + PSOE + C's; esa que Felipe González, nacionalista carpetovetónico, alienta.

Si el PSOE acepta el referéndum, hay mayoría de izquierda. El bloqueo es el del PSOE. Ahora, la pregunta es: ¿por qué no lo acepta?

Hay varios motivos; razones, ninguna.

El primer motivo, porque el partido está dirigido por nacionalistas españoles que comparten con la derecha la bambolla patriótica de los restos de un imperio fracasado al que simulan considerar nación una, grande, libre contra toda evidencia y derechos de las minorías nacionales aquí existentes.

El segundo es el pretexto del respeto a la legalidad vigente. Si la ley positiva (que, por lo demás, hacen y deshacen a su antojo los dos partidos dinásticos sin consultar con nadie, especialmente el más reaccionario de los dos) tuviera siempre preferencia sobre la democracia, la voluntad y los derechos de las minorías nacionales y el principio de legitimidad, este país nunca hubiera salido del franquismo, ni la esclavitud se hubiera abolido en el mundo, ni los afroamericanos hubieran alcanzado la plena ciudadanía, ni las mujeres derecho de voto, ni... La sacralización del derecho positivo es como la hoja de parra con la que los meapilas y los hipócritas cubren las desnudeces del arte clásico.

El tercero, relacionado con el anterior, es la ignorancia y el desprecio de los derechos de las minorías nacionales, en contra del espíritu democrático, como se prueba leyendo las recomendaciones del recientemente fallecido constitucionalista Rubio Llorente y los antecedentes de Escocia/Gran Bretaña y Quebec/Canadá, países de sólida trayectoria como democracias y Estados de derecho.

El cuarto, la presión que los caciques y barones del PSOE, generalmente beneficiarios de una distribución de recursos económicos e influencia política injustos, ejercen sobre su Secretario General para que no se mueva un statu quo que juzgan beneficioso para sus intereses.

El quinto y último es que, como decía ayer Joan Tardá, Pedro Sánchez y sus asesores no tienen ni idea de lo que pasa en Cataluña. Así que llegará un momento de movilización ciudadana catalana y una confrontación, siempre democrática y pacífica, que no podrán reprimir. Y estos ignorantes se caerán del burro al ver que el referéndum al que en su ceguera han cerrado la puerta, les entra por la ventana, impuesto por la Unión Europea, que tendrá que mediar en un conflicto que los españoles son incapaces de resolver.

Entre tanto, y visto que Podemos no quiere gobernar con el PSOE sino destruirlo en cumplimiento del inevitable cuanto ridículo mandato de una Ananké de hace 100 años, y que el PSOE es incapaz de entender el sentido del respeto a los derechos de las minorías, empezando por el de autodeterminación, habrá nuevas elecciones en junio. Si las hay, mi vaticinio es: se hundirá el PP; crecerá Ciudadanos (que lleva todas las trazas de ser la derecha liberal y moderada que aquí se necesita); crecerá también el PSOE (en definitiva, los dos partidos que han tenido la responsabilidad de sacar al país del atolladero en que lo había metido la irresponsabilidad del presidente de los sobresueldos) y Podemos volverá a los porcentajes tradicionales de IU que son los que le corresponden a tenor de su discurso. Los independentistas se quedarán como hoy o crecerán.

La única posibilidad de evitar esa situación es un gobierno de gran coalición a dos (PP y PSOE) o a tres (PP, PSOE y C's) que, visto lo visto, no es imposible ni mucho menos. Ya me dirán ustedes.

dimecres, 2 de març del 2016

Mis impresiones sobre el debate de esta mañana

A vuelapluma porque tengo mucho trabajo. Luego, por la noche, argumentaré algo más estas impresiones telegráficas:

1) El PP y el PSOE, Rajoy y Sánchez son el pasado. Rajoy el pasado medieval; Sánchez el pasado de la transición. Pero los dos pasados, convencionales, sin originalidad, ni empuje, ni siquiera gracia. Amortizados y mojamas. El primero debe irse ya; el segundo puede esperar un par de meses a que lo echen.

2) La intervención de Pablo Iglesias, lamentable. El odio al PSOE lo consume.La referencia a Anguita y Gerardo Iglesias lo sitúa en donde está y no sabe salir: la casposa revancha comunista. Lo de la cal viva, un golpe bajo e indigno y, además, estúpido, porque se ha equivocado de adversario.

3) Rivera, la revelación del día. Se ha comido a Sánchez. Él es el verdadero autor del pacto y él, el auténtico adversario al que Iglesias debería lanzar las críticas. Su reivindicación del centro y sucesor de Suárez es una buena jugada para absorber el electorado del PP y restar voto al centro izquierda.

4) Joan Tardá, la sola voz de un político y parlamentario de altura europea, capaz de hablar con gracia y contundencia del auténtico problema de Estado en España: Cataluña. Frente a él, Rajoy, Rivera y Sánchez forman la confusa amalgama del "no" sin razones, sin proyecto, vacíos.

Luego vuelvo.

diumenge, 28 de febrer del 2016

Una semana en Luna Park

El programa de mano está repartido y los intérpretes tienen sus partes bien aprendidas, así como el público. Si nada se tuerce, el próximo martes, 2 de marzo, habrá una primera votación sobre la investidura de Pedro Sánchez con resultado negativo. Desde ese momento a la segunda votación, el jueves, 4 del mismo mes, trnscurrirán 48 horas de frenéticas negociaciones: llamadas de teléfonos, whatsaps, mails, todo echando humo para conseguir la abstención de alguno de los otros dos grupos de peso en la cámara, el del PP (122 escaños) y el de Podemos (65 escaños). Solo con una de esas abstenciones y la correspondiente de ERC-DiL (17 escaños), Sánchez podría salir investido presidente de un gobierno minoritario con 130 escaños de apoyo. El argumento que más se utilizará para intentar convencer a Podemos será el de la pinza con PP, al que Palinuro ha dedicado un par de posts sosteniendo que no tiene validez. Es legítimo que Podemos vote "no" porque, a diferencia de las intenciones del PP, la suya no es solo impedir que el PSOE gobierne con el apoyo de C's, sino forzarlo a una negociación mejor planteada y más pausada para una coalición de las izquierdas en condiciones de consenso y mutuo acuerdo, sin imposiciones ni trágalas.

El argumento de que, si no gobierna Sánchez, gobernará Rajoy es falso y trae efluvios de esa misma disyuntiva, a la que es muy aficionado el Sobresueldos, cuando dice que se debe escoger entre él y el caos. En este caso viene a ser algo parecido: o Sánchez o Rajoy y recuérdese que hay razones suficientes para sospechar que la gestión de este es peor que el caos. No es cierto que, si no gobierna Sánchez, gobernará el de los sobresueldos. Rajoy está amortizado y solo para asuntos de trámite.

Pasado el tiovivo de las dos votaciones y recuperado el tempo de estas actividades, sin atosigamientos, comenzará una interesante etapa de política parlamentaria a la que los españoles están poco acostumbrados. Lo primero -lo señalamos en su momento- es adquirir conciencia de que, siendo una situación nueva, insólita, la de un Parlamento sin gobierno, hay que adoptar actitudes nuevas y no regirse por criterios pensados para otras situaciones. No hay gobierno, pero sí hay Parlamento constituido con arreglo a derecho y en pleno uso de sus competencias. Debe, pues, ejercerlas y no abrir un compás de espera hasta ver si hay gobierno o elecciones y cuál sea el resultado de estas que, según se dice (aunque lo dudo) será similar al actual. Ejercerlas quiere decir empezar a legislar ya. 

Sería oportuno que, al margen de las negociaciones para la formación del gobierno, los grupos de izquierdas comenzaran a presentar sus iniciativas. Una moción de derogación inmediata de la Ley Mordaza, derogación igualmente inmediata de la LOMCE o Ley Wert, las dos normas más representativas de la involución  antidemocrática de los cuatro años de la derecha. Denuncia de los Acuerdos de 1979 con la Santa Sede, supresión de los aforamientos, prohibición de amnistías físcales, abolición de las tasas judiciales, etc. 

España es un sistema parlamentario. El Parlamento es el órgano supremo de poder del Estado y, en puridad de los términos, el gobierno no es otra cosa que una comisión suya. Él es quien, en teoría, debe tomar las decisiones. Pero la deformación presidencialista contemporánea en todos los países ha consolidado la falsa creencia de que el órgano más importante es el gobierno. Y no es así. Es el Parlamento. Pero es preciso que la gente se dé cuenta de ello y que los políticos actúen en consecuencia. Espero que los diputados de la izquierda pongan ya en marcha las iniciativas mencionadas.

En cuanto al vodevil de ls negociaciones para formar gobierno, la situación esperable es que el PP siga sin conseguirlo, si bien es posible que, dada su mentalidad marrullera, Rajoy el de los Sobresueldos, vuelva a presentar su candidatura. Solo para marear la perdiz. Rajoy, desde luego, tendría perfecto derecho a presentarse al frente de una alianza PP-C's, que contaría con 163 diputados y, aun así, es casi seguro que cosecharía calabazas. Es maravillosa la unanimidad de la clase política española a la hora de considerar a Rajoy como un desastre sin paliativos. A esta dirección en todo caso apunta C's, cuyo líder natural, el barbilampiño Rivera, ha avisado de que si el PSOE se da una castaña, él considera a C's desligado del acuerdo del cambio y el progreso.

Por supuesto, las izquierdas podrán sentarse a negociar y hablar en serio. Por fin llega el giro lingüístico a la lamentable política española y los líderes se enteran de que ya no pueden decir lo primero que se les pase por la cabeza sino que tienen que pensarlo muy mucho. Unas negociaciones que estén presididas por dos principios esenciales, el mutuo respeto y la lealtad a los acuerdos, llevarán a la formación de un gobierno de la izquierda.  Ya veríamos con qué composición, con permiso de los furrieles de Podemos. 

No sería desmesura pedir la abstención de C's para un gobierno de izquierda, al menos a tenor de lo reiteradamente expuesto por Rivera de propiciar la estabilidad y la gobernación del Reino de España bien unida. En la misma medida sí podría serlo pedir la de ERC y DiL ya que, si se cuenta con la abstención de C's es porque  el referéndum está prohibido. ERC y DiL quizá se abstuvieran si el gobierno de la izquierda se comprometiera a realizar el referéndum. Pero, en tal caso, perdería el apoyo C's.

La política parlamentaria es siempre muy complicada. 

dissabte, 6 de febrer del 2016

El golpe de Estado del Sobresueldos en Cuaresma

La vicepresidenta, a la que algunos llaman "Menina" y otros, más pérfidos, Maribárbola, anunció ayer, viernes, en rueda de prensa posterior al consejo de ministros, que el gobierno no pensaba comparecer en el Congreso a petición de este porque no está obligado a hacerlo pues fue investido por una Congreso anterior que ya no existe. De ahora en adelante, los conflictos que se den entre gobierno y Congreso habrán de dirimirse en la juisdicción contencioso-administrativa.

Es decir, la portavoz del gobierno se declaraba abiertamente en rebeldía y se ponía por encima del Congreso. Daba un golpe de Estado, al negarse a reconocer la competencia del Parlamento, constituido con arreglo a derecho, para controlar el gobierno.

El Sobresueldos, al amenazar a los catalanes (lo único que hace últimamente) los avisó de que, aunque el gobierno estuviera en funciones, la Constitución estaba plenamente vigente. Y la Constitución dice con toda claridad que el gobierno responde solidariamente ante el Congreso de los diputados. No este gobierno o aquel, no un gobierno en funciones o de pleno derecho. El gobierno. Punto. O sea, el órgano que preside el Sobresueldos y vicepreside Maribárbola.

Este gobierno no ha comparecido mucho ante el Parlamento al que, por su talante franquista, desprecia, ya que de 105 peticiones de comparecencia de la pasada legislatura solo respondió a cinco. Pero ahora, en efecto, se trata de otro Parlamento, uno que, es de esperar, muestre mayor dignidad y valor a la hora de defender sus prerrogativas frente a un gobierno que, según doctrina universalmente admitida, no puede ser otra cosa que un comité gestor de asuntos de la cámara. En su título V, la Constitución vigente obliga al gobierno en su conjunto y a cada uno de los ministros por separado a comparecer cuando la cámara lo reclame reglamentariamente. 

Es fácil de entender que para esta asociación de presuntos malhechores y franquistas palmarios, que se hicieron con el poder ilegítimamente, mintiendo en las elecciones de 2011, respetar los usos parlamentarios de una democracia es sumamente incómodo. Para ellos es más sencillo un sistema en el que el gobierno hace lo que le da la gana, ignora el órgano legislativo, actúa mediante decretos-leyes y no da cuentas nunca a nadie porque no. Es su estilo. El de Franco. El que han mantenido estos cuatro años, aprovechándose de una mayoría absoluta de diputados serviles en el Congreso, dispuestos a aplaudir y no cuestionar.

Pero las cosas han cambiado tras el 20D. El Parlamento se ha constituido y está en funcionamiento en pleno derecho. El gobierno esta en funciones, precisamente porque el Parlamento anda en la tarea de sustituirlo por otro que refleje mejor su composición. Pero, por estar en funciones, no queda libre del control parlamentario y sigue siendo un órgano con derecho a actuar siempre que goce de la confianza de la cámara.

Al declararse en rebeldía y negarse a comparecer, el Sobresueldos y Maribárbola se sitúan fuera de la legalidad constitucional y dan un verdadero golpe de Estado.

Ahora veremos si toda la cháchara de los partidos sobre el cambio, el progreso y la regeneración sirve para algo o es pura pantomima. Ante el reto franquista lanzado por esta banda de presuntos malhechores, todas las demás cuestiones pasan a segundo plano. El Parlamento no puede tolerar este desacato y tiene que actuar en contundencia. A ver si, por fin, recupera algo de la dignidad que perdió durante cuatro años, convertida en una cámara de tiralevitas.

Como el ataque es contra la Cámara en su conjunto, lo primero sería un pleno extraordinario con una moción de reprobación del gobierno en pleno y un aviso de que, de no comparecer a rendir cuentas en el plazo que se le indique y sobre lo que se le indique, el Parlamento comenzará los trámites para destituir al gobierno en un procedimiento extraordinario justificado por la rebeldía del ejecutivo.

Señorías: el Parlamento es el órgano máximo de poder del Estado. Es depositario de la soberanía popular. Puede hacerlo. Y debe.

divendres, 5 de febrer del 2016

Además de ladrones, fascistas

Dice la vicepresidenta, tratando de salvar a su jefe, el de los sobresueldos, que el gobierno no tiene por qué responder ante el Parlamento porque cuenta con la confianza del anterior y este es nuevo. Hace lo que acostumbra ya que, como no tiene ni idea de política ni sabe lo que es una democracia, recurre a una triquiñuela de rábula, tratando de enredar las cosas. Cualquier contencioso entre el gobierno y el Parlamento, dice, ha de ir por la vía de lo contencioso. Es decir, hay que sentarse y esperar.

¡Qué mal perder tienen los tramposos y sinvergüenzas! Todavía veremos espectáculos más lamentables que mostrarán la calaña de la tropa que ha estado cuatro años destruyendo este país.

A lo que vamos. Diga lo que diga la ratita hacendosa, la Constitución vigente, en su título V sobre las relaciones entre el gobierno y las Cortes generales es taxativa y en su artículo 108 lo dice con toda claridad: "El Gobierno responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de los diputados". Sin excepción ni salvedad alguna. No dice si el gobierno es el de antes, el de ahora o el del valle de Josaphat y tampoco si el Congreso de los Diputados es el de ahora, el de ayer o el de mañana. Es el Gobierno. Es el Congreso de los Diputados.

Y que todos sepamos, el propio Sobresueldos lo dijo hace un par de días: que el gobierno estará en funciones y tendrá competencias limitadas, pero la Constitución está en pleno vigor y el ordenamiento jurídico también. Lo dijo, como siempre, para amenazar a los catalanes y, el muy ruiz se calló que eso con él no rezaba.

Es decir, el gobierno se ha puesto fuera de la Constitución y se ha declarado en rebeldía. Es más, lo que está haciendo es un intento de golpe de Estado con el fin de establecer una dictadura.

Vamos a ver si ahora el Parlamento tiene la decencia y el coraje que faltaron al anterior, convoca un pleno extraordinario y retira su confianza al gobierno o lo censura o lo destituye sin más. Vías puede encontrar las que quiera. El Parlamento es depositario de la soberanía popular y máximo órgano de poder del Estado. No puede tolerar un gobierno sin control parlamentario, un gobierno fascista.

Y si lo hace, sus señorías solo serán merecedoras del desprecio de la ciudadanía y deben dimitir de una responsabilidad a cuya altura no están.

dimecres, 3 de febrer del 2016

Para luego es tarde

España es un sistema parlamentario. En este sistema, el Parlamento es la más alta instancia de poder del Estado. Depositario de la soberanía popular. Con monopolio legislativo supremo. Conviene recordarlo porque el sainete que ha montado el de los sobresueldos con su no-candidatura a la presidencia del gobierno, además de ser propia de Alicia en el país de las maravillas, es un anacronismo.

El Rey aquí no pinta nada (en opinión de Palinuro, tampoco lo hace en ningún otro punto del planeta... como Rey) y la investidura del presidente del gobierno debiera hacerse sin contar con él. Que el Rey proponga un candidato es una reliquia de los tiempos de liberalismo doctrinario, cuando los gobiernos tenían que tener la doble confianza, del Rey y del Parlamento porque ambos compartían la soberanía. Pero eso se acabó. La soberanía reside solo en el Parlamento y debiera ser este quien, a través de su presidente, que ya está ejerciendo, propusiera un candidato a la presidencia del gobierno. Así se visualizaría el carácter "civil" de la investidura y el Rey podría dedicarse a dar de comer a los patos de la Casa de Campo.

Si no pasa así es porque la clase política española es un manojo de pusilánimes que no se atreve a poner la dignidad del legislativo por encima de los demás poderes del Estado, como le corresponde.

Sin embargo, con esta medida que el Congreso anuncia de iniciar la derogación de las leyes más arbitrarias, injustas, antipopulares y estúpidas de Rajoy, en especial, la Ley Mordaza, la LOMCE, la reforma laboral, aunténticos atropellos basados en el abuso de poder de los últimos cuatro años, puede estar recuperando algo de la autoridad y el prestigio perdidos. Y eso no es más que el comienzo. Conviene, sin embargo, que la labor derogatoria sea rauda pues, si se retrasa, se corre el peligro de que en las próximas elecciones gane lo más retrógrado y nacionalcatólico que enseguida pondrá de nuevo en vigor estas barbaridades.

Por cierto, aprovecho la situación para apoyar una reivindicación gremial que considero justa. Según la normativa vigente (sin duda impuesta por la banda de presuntos malhechores que ha desgobernado este país) los escritores, los intelectuales, los artistas jubilados no pueden compatibilizar sus magras pensiones con sus ingresos por derechos de autor. Dos consideraciones al respecto y una petición urgente al Congreso:

1ª consideración: Hacienda persigue, como siempre, a los trabajadores y gente menuda, pero tolera y ampara la corrupción general, con políticos con pensiones increíbles, que compatibilizan con todo.

2ª consideración: los carcundas del PP no solo han desmochado la investigación científica en España, descapitalizándola, sino que también impiden la labor creativa. Que la gente no pueda disfrutar de una novela o una composición musical o una pieza de teatro porque, al estar realizadas por jubilados, lo prohiben los inspectores de Hacienda.

Petición urgente al Congreso: incluyan en la obligada derogación las normas que contribuyen a esta barbaridad autoritaria, muy propia del páramo intelectual del presidente de los sobresueldos, lector del Marca
.

dimarts, 19 de gener del 2016

Agrupémonos todos

A estas alturas dudo de que haya alguien que entienda el confuso lío organizado por Podemos, sus franquicias y los grupos parlamentarios (GP). Ni ellos mismos. Y hoy por la tarde se cierra el plazo de presentación de peticiones.

Pero en esta historia hay algunos momentos decisivos que sirven como jalones para ir entendiendo de qué se trataba aquí.

I.- En la misma noche electoral del 20D estuvo ya claro que los resultados eran una bomba de efecto retardado. Podemos salió celebrando a bombo y platillos sus 69 diputados. Palinuro lo advirtió esa misma noche en un post titulado "Todos pierden menos los catalanes" y en el que se decía que los líderes de Podemos creen que, con 42 diputados son alguien. Sus fieles más pelotas (por ejemplo, García Ferreras, de la Sexta) suman a los 42 diputados propiamente dichos de Podemos, los 27 más de las confluencias, o sea, los de Beiras, Ada Colau y Mónica Oltra. Y eso es mucho sumar, además de que, con 69 escaños tampoco pintan gran cosa. Y la bomba estallaría con la constitución de los grupos parlamentarios, como ha sucedido.

II.- Podemos sabía que las franquicias no podrían constituir GP propios. Lo dijo Bescansa meses antes de las elecciones. Pero no les importó. Todos estaban a aprovecharse de todos (Podemos de los partidos locales; los partidos locales de Podemos) y esperaban luego forzar la mano en el Congreso.

III.- El Reglamento de la Cámara, que es taxativo, activó la bomba o pinchó el globo. Todo era mentira. El propósito de Iglesias de quedarse señor de un grupo único de 69 diputados saltaba por los aires. La superchería, al descubierto. De ahí su desproporcionada reacción. No solo no podía cumplir su promesa sino que se veía que ya sabía que no podría cumplirla cuando la hizo.  

IV.- Los innúmeros intentos de hacer alguna chapuza que permita mantener la patraña de los 69 diputados no han servido de nada. La realidad se impone: un grupo de Podemos, con sus 42 y los que se vayan de las franquicias (ocho o diez)  y los demás, tendrán que incluirse en otros grupos  o irse al mixto o formar uno único propio si reúne las condiciones. La desbandada ha comenzado ya.

V.- ¿A qué recuerda eso? Está clarísimo, al negociado habitual de IU, en donde siguen los referentes intelectuales de los líderes de Podemos, según su propia confesión. Por eso, la persecución a que los morados han sometido a los dos diputados de IU hasta el último momento tiene un carácter edípico muy fuerte.

VI.- La acariciada (y asimismo oculta) intención de Podemos de ir a nuevas elecciones porque, en el fondo, lo que pretende es el sorpasso del PSOE ya no está tan clara. Pretendían repetir los comicios culpando a los socialistas de todo, incluso de que ellos no puedan incumplir el Reglamento y contaban con que les saliera bien. Pero los territorios se les han sublevado, su patraña ha quedado al descubierto y es altamente improbable que puedan repetir las confluencias en ellos. Es decir, si van a nuevas elecciones no ganarán; perderán. Y esta vez, no podrán disimularlo.

VII.- En definitiva, ¿a qué ha venido Podemos? A dividir más a una ya exhausta y fragmentada izquierda y hacer más posible un gobierno de la derecha. Como siempre. 

VIII.- Al final habrá unas elecciones que nadie quiere pero de las que, paradójicamente, puede salir beneficiado el partido al que los sondeos auguran peor resultado: el PSOE. Tiene bemoles. Hasta en eso mantiene el antiguo partido de Pablo Iglesias (el de verdad) la centralidad política. Y por ello quiere el nuevo partido de Pablo Iglesias (el del plagio) ocupar su sitio.

dilluns, 18 de gener del 2016

Rajoy, no; el PP, tampoco

Cinco segundas figuras de los partidos con mayor representación parlamentaria se vieron ayer las caras en el plató de el objetivo de Ana Pastor en la Sexta. E hicieron poco más que verse las caras porque entre lo que ellos se interrumpían recíprocamente y lo que les interrumpía el mando pastoril apenas pudieron decir gran cosa. 

Ignoro si la señora admite sugerencias, pues parece bastante pagada de sí misma, pero, por si acaso, ahí va una: suprima esas morcillas de la "maldita hemeroteca" y otras triquiñuelas aparentemente objetivas. Sirven para que ella se luzca, sí, pero: a) desestructuran el programa dando una patada innecesaria a una de las tres unidades del teatro clásico; b) son una parodia manipuladora. Ayer fue patente que se trataba de destrozar la imagen de Sánchez en provecho de la de Iglesias. Pero, aunque fueran menos manipuladoras, serían igual de inútiles porque ese trabajo de contraste (y contexto) no puede hacerse en el medio televisivo. No puede hacerse en serio, claro, aunque sí cabe montar esa ridícula chirigota para solaz de necios.

De lo poco que cupo entender a los contertulios -que no se dejaban hablar, por cierto- se sigue una conclusión evidente: nadie quiere al PP y mucho menos a Rajoy. Me atrevo a sospechar que ni Monago. Por supuesto, la cuestión de los pactos y las nuevas elecciones es un verdadero lío. Pero el terreno firme está claro: Rajoy no.

El presidente de los sobresueldos ya sabe que su coalición preferida, su propuesta estrella  (PP+PSOE+C's) no va a salir. La invoca por si cuela, pero en su fuero interno, la voz interior de Husserl lo tiene convencido de que es imposible  y prefiere que no haya coalición alguna y se convoquen nuevas elecciones. Por eso, en lugar de contactar con los otros líderes parlamentarios prefiere trabajarse a su partido para ser el candidato otra vez .

El PP no puede pactar con el PSOE ni con nadie porque, diga Monago lo que diga, después de este desastre de cuatro años de abuso, robo, dislate y corrupción y todo ello a la brava, por ordeno y mando, nadie quiere ni acercársele. Además, ¿cómo iba a gobernar una hipotética coalición PSOE+PP sabiendo que hay que derogar todo lo que el PP ha hecho en cuatro años? Sería ridículo hasta para los políticos españoles.

La pelota de la famosa centralidad política está en el tejado del PSOE. El pacto más natural, el que Palinuro siempre ha defendido es el de PSOE+Podemos. Tampoco llega a la mayoría absoluta. Tendría que sumar los 2 de IU y quizá los 6 del PNV y seguiría en minoría. Tendría que contar con la abstención de los catalanes. Tal es el punto neurálgico de este problema, como siempre. El PSOE no está dispuesto a pactar nada con partidos independentistas y tampoco con quienes defienden el referéndum de autodeterminación en Cataluña o, en palabras de Suzana Díaz y Rajoy al alimón, "quienes quieren romper España". En el caso de C's más rechazo, si cabe,  

O sea, el gran obstáculo es el referéndum catalán. Si Podemos se obstina en mantenerlo (cosa bastante razonable porque esa propuesta es muy sensata), no habrá gobierno de coalición en España. Si lo retira, perderá una cantidad imprecisa de votos de las franquicias (entre 10 y 15) y sus flamantes 69 diputados se reducirán a 55 más o menos. Aun sumando los 2 de IU y los 6 del PNV, necesitaría de nuevo la abstención de los independentistas catalanes.

Paradoja: el gobierno de España depende de los votos de quienes quieren romper con España, como señaló Palinuro la misma noche de las elecciones y modestia aparte.

El modo de salir del laberinto sería que el PSOE fuera menos intransigente y menos estirado con el referéndum. ¿Por qué es tan dificil llegar a un acuerdo? Por eso, por la intransigencia y el extremismo. ¿Por qué no pueden PSOE y Podemos llegar a un  pacto en el que el referéndum quede fuera, pero sin que Podemos tenga que renunciar expresamente a él como los judíos tenían que abjurar de su fe en la Inquisición? Porque seguimos siendo tiesos e intolerantes como la Inquisición.

Reúnanse en buena hora PSOE y Podemos; acuerden un programa de gobierno común y especifiquen en hoja aparte sus discrepancias. Por ejemplo, esta del referéndum. ¿Qué inconveniente hay en que Podemos trabaje en su favor en las instituciones sin que ello suponga ayuda o connivencia del PSOE? Al fin y al cabo, las mismas gentes de Podemos piden un referéndum en Cataluña pero advierten de que votarán "no" a la independencia. Hagan asimismo pedagogía con su posible aliado socialista, traten de convencerlo de algo que, por lo demás, es perfectamente honroso y hasta conveniente. En algún momento, cuando el PSOE recapacite, se convencerá de que es lo más razonable.

Y para entonces habremos ganado mucho tiempo en desmontar la bestial involución de cuatro años de PP: reforma laboral, Ley Wert, Ley Mordaza, privatizaciones, todo a la basura. Y, en ese interín, a su vez, el gobierno catalán, que también estará aplicando su hoja de ruta, acabará convocando un referéndum sobre la Constitución de la Repúbica catalana. Sería extraordinario y muestra cierta de que las cosas han cambiado en este país, que el gobierno español se sentara a negociar con el catalán ese referéndum.

divendres, 15 de gener del 2016

"El orden del día"

El agenda setting, que dicen los expertos, es una función decisiva de los medios. Estos deciden de qué se habla. Desde hace días del bebé de Bescansa, de las rastas de un diputado, de las lágrimas de Iglesias y lo que se considera postureo de Podemos.

Voces indignadas, improperios, insultos, recriminaciones. Las-cosas-tienen-un-límite. A dónde vamos a llegar. El buen gusto. No me importa su peinado, pero... Es exhibicionismo, espectáculo, quieren llamar la atención, ser diferentes.

Sí, la verdad, es obvio. No hacen falta tertulianos para eso. Quieren hacerse notar. ¿Y qué? Es el signo de los tiempos. ¿No se han enterado? ¿No han entendido la postmodernidad que tanto predican? Lyotard, su principal gurú, se enfrentó a Habermas en donde más le duele: la manía de la comunicación como consenso que remite a acuerdo, uniformidad, cuando lo que tenemos a la vista es discrepancia, multiplicidad y discursos que ni de lejos se tocan. Tenemos el derecho a la diferencia. Hasta los autoritarios de la derecha se han tragado los matrimonios homosexuales y el derecho a ser distinto.

El derecho a ser distinto, sin jaurías de comentaristas soltando insultos y atrocidades.

Entre otras cosas porque ese consenso, ese acuerdo, esa uniformidad por todos aceptada  consiste en llamar normales a cosas no ya distintas sino verdaderamente estrafalarias. A Rajoy se le pone cara de bellota cuando ve pasar unas rastas, pero luego se va a un desfile de los ejércitos y se cuadra con el Rey a su lado en saludo militar ante una cabra. El bebé de Bescansa tiene ya en sus cinco meses más biografía escrita que los cien mil hijos de San Luis. Eso en un país cuyo ministro del Interior condecora tallas policromadas que él y quienes son de su confesión, adoran y a las que otorgan poderes milagrosos. No veo por qué cuesta tanto imaginar que haya un mundo en donde ver a un ser humano supuestamente racional condecorar un palo pueda considerarse un comportamiento de orate.

En fin, estaría bien que el Parlamento se pusiera a trabajar cuanto antes y cuanto antes se constituyera un gobierno si quieren saber por donde sopla el viento en Cataluña.

dijous, 14 de gener del 2016

Rompiendo moldes

Impresionante el barullo organizado ayer a cuenta del bebé de Carolina Bescansa en el Congreso. Este es un país de cotillas y palurdos en el que algo tan natural provoca escándalo, comentarios jocosos, salidas de tono y consume tiempo en los medios audiovisuales y prensa impresa cuando no tenía que haber sido noticia en absoluto. Tan es así que decidí ajustarme a mi propio juicio y no hablar de ello.

Pero luego me vino otra idea: yo llevo haciendo lo mismo que Bescansa con mis dos hijos desde que eran bebés (hoy tienen 8 y 10 años), esto es, los he llevado siempre a todas partes. A donde ellos no puedan ir, tampoco voy yo. Tenía que mostrar mi solidaridad con Bescansa.

No debe haber lugares exentos de niños.

Y algo más. Leí comentarios repulsivos. Fue el inevitable Hernando, creo, quien se permitió observar que el Parlamento tiene una guardería, como si Bescansa lo ignorara. Es el insoportable autoritarismo de esta derecha antediluviana. Bescansa hace uso de su derecho a no usar la guardería cuando puede y cuidar personalmente de su hijo. ¿O la guardería es obligatoria?

Y una segunda cuestión. Me parece de perlas que el Parlamento tenga una guardería que, claro, pagamos todos los contribuyentes. Espero que sus señorías se comprometan a que las haya también en todas las demás instituciones a donde las ciudadanas y ciudadanos que están criando puedan llevar a sus bebés. Si quieren. Y, si no quieren, que ningún listo venga a enmendarles la plana.

Aplausos a Bescansa. En general, aplausos a todos los que ayer rompieron los ridículos, estirados y falsos moldes de ese lugar que debiera ser templo de la libertad y lo es del comportamiento más falso, hipócrita y filisteo. A ver cuánto dura.

dimecres, 13 de gener del 2016

El oso y su piel

¡Qué dura es la vida! Quienes iban a asaltar los cielos y echar a patadas a la casta, no han llegado ni al entresuelo y son ellos mismos casta. Ya están cambiando cromos: la presidencia de la mesa del Congreso contra cuatro grupos parlamentarios, un puesto en mesa a cambio de que no me armes un lío. Aprenden rápido. Pero les queda un trecho. Ayer mostraron su bisoñez y, por pedir demasiado (un defecto que los caracteriza) se quedaron sin nada, casi sin mesa y sin grupos parlamentarios para sus tres franquicias. Los demás grupos, (PP. PSOE y C's) más avezados, se repartieron las tajadas y dejaron a Podemos el privilegio de patalear ante las cámaras, hablando de que "los tres del búnker comienzan a cabalgar". Es de esperar que cuando adquieran más experiencia acudan a metáforas menos estrambóticas porque eso de ver un búnker cabalgando choca.

¿Qué pasa con esos cuatro grupos parlamentarios que quiere Podemos? El lector encontrará una explicación en un post anterior de Palinuro, El cuarteto de San Jerónimo.

No es un capricho, no; ni un acto de codicia; ni ganas de fastidiar. Podemos necesita los cuatro grupos para sobrevivir y que no se descubra (demasiado) la superchería que ha montado con los 69 diputados que proclama como suyos cuando suyos son solo 42. Los otros 27 son de sus franquicias gallega (6 En Marea; Beiras), catalana (12 En Comú Podem; Colau) y valenciana (9 Compromís Podem; Oltra) y ninguna de las tres quiere formar grupo con Podemos por la muy sencilla razón de que no son de Podemos. Los grupos distintos son para disimular la engañifa, que ya empezó la nocha electoral del 20 de diciembre; engañifa, típica de la vieja política, de vender una derrota como una victoria. Otra prueba más de que se trata de una engañifa es que las franquicias ya están negociando con otros partidos (ERC, IU) la formación de grupos. Todo antes que ir al de Podemos.

Se entiende que los morados, muy nerviosos, amenacen al PSOE con no formar gobierno si no cede en lo de los grupos. Amenazas, cambalaches, negociaciones. Muy nueva política. Pero sea nueva o vieja la política, ¿podrían aclarar los de Podemos exactamente cuántos diputados tienen? No, no pueden porque no lo saben ni ellos. Situación esta no ya pintoresca sino claramente chusca, producida por su inveterada costumbre de vender la piel antes de matar al oso. 

No ganaron las elecciones; las perdieron. E inventarse 69 diputados donde solo hay 42 (dos más que Rivera, el de C's) no les hará ganarlas.