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dissabte, 14 de maig del 2011

La blogosfera en dique seco.

Hay millones de blogueros en el mundo. De ellos, la mayoría nos alojamos en Blogger que combina sencillez de manejo (hasta puede manejarlo Palinuro) con gratuidad y buena presentación. Este es el primer fallo que le conozco. Pero ha sido como un terremoto. Muy distinto del de Lorca sobre la que se ha abatido de forma imprevista una catástrofe en vidas humanas, destinos rotos, devastación material de tales proporciones que estamos todos conmocionados. Para mayor desgracia, ahora parece que los que quedan a la intemperie son los inmigrantes que carecen de redes familiares de refugio. Son los pobres de los pobres y es de esperar que la ayuda que el Estado debe prestarles no se convierta en nudo de discursos xenófobos que, para vergüenza nuestra, van siendo frecuentes.

No, el terremoto de la blogosfera no es comparable al de Lorca. Pero ha sido un terremoto. De pronto los blogueros han sentido que la "plataforma" no es segura, como no lo es la tierra y que, cuando menos se espera, puede abrirse y tragarse los blogs de millones de personas. Una de las formas más frecuentes de comunicación global se paraliza, desaparece. Los primeros en detectar el problema fueron los periódicos, todos los cuales tienen blogs o se conectan con blogs, si bien reducían el daño a unas "decenas de miles". Pero en realidad son millones porque los blogs están interconectados, forman la blogosfera, la red dentro de la red, como lo es Facebook que, a su vez, también está conectado con la blogosfera. Con la blogosfera en turbulencia.

Para restablecer el servicio Blogger suprimió todas las entradas y comentarios desde el día once de abril, con lo que los pobres blogueros no sólo se encontraban inermes sino que veían que se les arrebatan las memorias. Y de un modo radical. Blogger también había vaciado los cachés. Las bitácoras estaban desorientadas.

dilluns, 14 de febrer del 2011

Goyesca.

La gala del cine español tuvo ayer su noche con todos los requisitos de rigor, empezando por la imitación de la ceremonia de los Óscar, alfombra roja incluida, así como en mojigato, sous-développée y provinciana. Es verdad que Hollywood tiene la paternidad y maternidad del cine y es justo que se le rinda tributo. Pero no es imprescindible imitarlo. Si el Óscar es aquí Goya, la fiesta quizá pudiera tener un aire más goyesco. Podían hacerla en una romería, por ejemplo; o llevarla al anfiteatro de Mérida o a la plaza de toros de Ronda. Para eso los tenemos, cosa que no pasa en Hollywood. Los medios acudirían igual y la atención sería la misma, puede que superior. También los títulos podían ser algo más castizos: Buried es casi tagalo y Biutiful, impresentable. Parece que no pero los títulos también son arte y debiera haber un Goya para ellos. Pa negre es lo más recio que ha habido, lo más goyesco. Lo dice todo.

Aun así hubo bastante esencia nacional. Eso de tener a una ministra en el acto no como convidada de piedra sino activa por ser del gremio es un punto. Luego dicen que los sociatas comunican mal. Lo que sucede es que el personal no las pilla. ¡Una ministra vestida de gala de cine! Con un glamour (como dicen los especialistas) discreto. Eso vale algo.

La ministra, además, enconada con el director saliente, Alex de la Iglesia, que se ha largado un discurso de gran interés. Y mira que el hombre ha salido mal parado en la lluvia de premios. Le han dejado dos de consolación: maquillaje y efectos especiales que a mí me parecieron detestables por la cantidad de casquería. Y tampoco se lo hubiera dado al título. Pero sí le hubiera dado algún otro que ha ido a parar a otras pelis.

En su discurso, por cierto muy ágil y con sentimiento, De la Iglesia se ha rendido a lo evidente: internet que, dice, es el presente, está cambiándolo todo. Pero eso es obvio desde hace años. Añade el ya exdirector de la Academia que la considera (internet) como la gran oportunidad para los cineastas, para el cine. Pero no dice cómo y, además, da la impresión de que dimite porque no ha conseguido un resultado favorable a su punto de vista en las negociaciones de la Ley Sinde. Lo que sucede es que su punto de vista no está claro. Y esto no es un reproche. De la Iglesia es un hombre honrado y viene a reconocer que las circunstancias lo superan. Llega hasta decir que hay que cambiar el modelo de negocio. Pero como él no es un negociante, el asunto le es ajeno.

Entre tanto, la gala se vio oscurecida o iluminada (según puntos de vista) por la presencia de los miembros o seguidores de Anonymous que, tras haber tumbado las páginas de la Academia y de los Goya, se llegaron hasta el Real a armar bulla en pro del acceso gratuito a la cultura, cosa en principio loable siempre que se resuelva previamente el modus vivendi de los creadores que son esos que, por tener genio, suelen estar condenados a la miseria unas veces por una causa, otras por otra, como Modigliani, Balzac, Van Gogh, etc.

Hay en este elemento del anonimato de Anonymous un aspecto moralmente dudoso. El anonimato es el santo y seña de la red. Pero el activo, el eficaz. Me explico: el anonimato ha sido, es y será el destino del 99 por ciento del género humano. Lo que hay de nuevo es que se trata de anónimos que pueden hacer daño y no dan la cara. Ellos dicen que no se identifican por prudencia, porque tienen declarada la guerra a la cienciología y esa secta amenaza de muerte a quienes la combaten. Es posible, pero los pobres Goya no tienen nada que ver con una secta. Entonces, ¿por qué se mantiene el anonimato? ¿Puede haber alguna otra razón que la de hacer daño a terceros impunemente? Y eso, se defienda lo que se defienda, no es de recibo. Es una parábola: el ataque al glamour de las candilejas viene de la sombra. De la sombra que las propias candilejas proyectan.

No obstante, el capitalismo no sería lo que es si no tuviera capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias creadas precisamente por su evolución. Esta resistencia numantina de los partidarios de los derechos de autor durará el tiempo que tarde el capitalismo en encontrar la forma de conseguir beneficios de y en internet. Y los piratas durarán el tiempo que tarde el mercado en encontrar fórmulas para obtener beneficio de la libre navegación en la red. Esos beneficios se materializarán el día que los costes de perseguir la piratería se hagan prohibitivos.

Porque el beneficio es la diferencia entre el coste y el precio. Ahora puede estar en una relación de veinte a uno. Si vigilar tiene un coste muy elevado, puede empezar a resultar atractiva una relación de dos a uno, teniendo en cuenta que los clientes se multiplican por millones. 500 millones de usuarios de FaceBook hacen que el servicio sea gratuito y un negocio próspero, sumamente próspero. Ese es el camino. Para el cine también.

dimarts, 18 de gener del 2011

iTúnez

¿Cómo se saca a decenas de miles de personas a la calle a manifestarse en todas las ciudades de un país, un día tras otro, y a hacer frente a una policía que dispara a matar? ¿Cómo se consigue que vuelvan y vuelvan y vuelvan a pesar de que la cantidad de muertos y heridos aumenta vertiginosamente, que hay toque de queda, que la policía detiene arbitrariamente y tortura en los centros de decisión? ¿Cómo? Es obvio: sólo se consigue cuando se cuenta con una organización estructurada y un líder revolucionario, como eran el clero chiita iraní y el Ayatollah Jomeini que derrocaron al shah Reza Pahlevi en 1979, por mencionar un ejemplo de revolución islámica aunque no árabe.

¿Y si no hay organización estructurada, clero que valga ni lider indiscutible como sucede en Túnez? Entonces hay que confiar en el espíritu, el hartazgo de la gente y su espontaneidad. Pero los movimientos espontáneos rara vez aguantan en el tiempo, sobre todo si están dispersos. Como muy bien sabían sus principales teóricos, Rosa Luxemburg y Anton Pannekoek, después del estallido espontáneo de las masas, una organización debe ocuparse de dirigir el movimiento o éste perece. ¿Y si no hay organización, como en Túnez, en donde la oposición era irrelevante? Alguien toma el relevo. ¿Quién? La red, los blogs, Facebook, Twitter, la infinita capacidad de la multitud para organizarse en tiempo brevísimo de modo improvisado y espontáneo, La capacidad de movilización instantánea de la que ya hay suficientes pruebas empíricas.

Ayer traía el Financial Times un extenso reportaje, señalando la función directiva de internet en la resistencia al régimen en Túnez y exponiéndola con todo lujo de detalles, algo visible salvo que uno crea que, si no hay un bolchevique asaltando un palacio de invierno, no hay revolución. Y dentro de internet se atribuye importancia capital (aunque no única) a los efectos de las revelaciones de WikiLeaks. Si hay alguna duda, aquí puede verse otro reportaje de Le Monde mostrando cómo WikiLeaks puso en evidencia a los predadores tunecinos.

Y con WikilLeaks el mogollón de blogueros árabes que se ha encargado de demostrar que las peores tiranías sólo resisten días cuando la multitud coordina su acción compartiendo información a una velocidad que ningún régimen puede controlar. Ese ha sido el elemento decisivo en la revuelta tunecina y en las que probablemente seguirán. ¿Una prueba? Slim Amamou, el bloguero más conocido en el comienzo de los disturbios, detenido unos días después de iniciarse éstos y puesto en libertad dos antes de la marcha de Ben Ali, forma hoy parte del nuevo gobierno tunecino como subsecretario.

¿Qué temen los dictadores del mundo árabe? Está claro: el contagio. Por eso el domingo pasado el compañero Muammar al-Gaddafi que lleva 42 años haciendo la felicidad de su pueblo, cerró Youtube y ayer salió por la televisión (que es tan suya como la italiana de Berlusconi) a denunciar una conspiración de WikiLeaks en Túnez, muy en la línea de las teorías de la conspiración del iraní Mahmud Ahmadineyad. WikiLeaks, dicen, es un truco de la CIA para hacer pasar por verdades las mentiras de los embajadores gringos. O sea, no es cierto que Ben Ali se haya llevado tonelada y medio de oro en su camino al exilio saudí.

Pero estas maniobras son inútiles. La red no se puede cerrar y ahora mismo echa humo en todo el mundo árabe que está celebrando la revolución en Túnez con ánimo de que se extienda a Jordania, Egipto, Yemen, Mauritania, etc. Apunta en esa dirección el hecho de que estén reproduciéndose los casos de autoinmolaciones según el ejemplo de la de Mohamed Bouazizi, la chispa que prendió la revuelta tunecina.

Así pues, ¿qué temen los piadosos dictadores del mundo árabe, sean reyes, presidentes o líderes ínvictos? Supongo que la repitición de un ejemplo y un ciclo histórico. Una vez que los alzados descubren que estos regímenes corruptos son insospechadamente frágiles y no pueden aguantar la presión de la calle sublevada e informada a través de la red, ¿por qué no se producirá en el mundo árabe un efecto dominó similar al que derrocó las dictaduras comunistas europeas en los años noventa del siglo pasado? Una perspectiva que asusta a los interesados y a sus aliados y amigos en el resto del planeta. Sobre todo porque algunos de estos países nadan en petróleo.

(La primera imagen es un pantallazo del Twitter del abogado y bloguero marroquí que firma como Ibn Kafka. La segunda, una imagen de un blog de estudiantes tunecinos que con sus cuerpos componen la expresión "No al asesinato" en árabe).

dimecres, 22 de desembre del 2010

Sindeología.

¡Qué batacazo, Ministra! Primero te cargas la ley estrella de la segunda legislatura de Zapatero, la Ley de la Economía Sostenible (LES), metiéndole una disposición final segunda medio de tapadillo que obligó a retrasar año y medio su aprobación, y luego te cargas esa misma disposición por no saber negociarla. O, lo que es peor, negociándola con los gringos para que estos presionaran a los partidos españoles que finalmente te han dado la espalda.

Probablemente el espíritu de la Ley Sinde sea correcto y lo menos que se puede pedir: proteger la propiedad intelectual y cerrar páginas de descargas, previa decisión judicial. Pero la forma de defenderlo y plasmarlo en ley ha sido tal chapuza que cabe preguntar si Sinde no es un submarino del Partido Pirata. Aunque hay decisión judicial y ésta es previa (cosa que los internautas piratas niegan con notable descaro), es posible que la provisión de que la decisión judicial se tome a instancias de un expediente administrativo no dé buena espina aunque, en definitiva, no es grave: la decisión es del juez y si hay ciudadanos que crean estar por encima de las decisiones judiciales, que lo digan claramente.

Pero lo más chapucero de todo ha sido ir de tapadillo, como el ladrón en la noche, en una disposición final de otra ley, aprovechando la conocida querencia del Pisuerga. Lo que se hace a hurtadillas canta a la luz pública y la única forma de camuflarse es con la mayoría. En fin, notable fracaso, victoria para el bando pirata que ha conseguido presentar su causa no como un expolio de la propiedad intelectual, sino como la defensa de la libertad (de expresión, de navegación, de información). Alejandro Sanz twitea que los políticos españoles son unos cobardes porque no van a votar (y no han votado) la Ley Sinde porque es impopular. No sé si son cobardes o no; pero sí me parece que no saben bien lo que hacen.

Legislar sobre internet tiene muchos inconvenientes y uno de ellos es que el legislador no sabe lo que dice. Para convencerse basta con examinar las habilidades de los diputados como internautas. No todos tienen blog y muchos de los que lo tienen más valdría que no lo tuvieran. Los hay que no leen el correo electrónico y de las redes sociales no se hable. Cabe dudar de que calibren de lo que hablan quienes desconocen el funcionamiento mismo y el alcance de aquello sobre lo que hablan.

Porque hablar, hay que hablar, a ser posible sabiendo lo que se dice. Tomar en cuenta la opinión pública, consensuar con los otros partidos. Dada la importancia y consecuencia de aquello sobre lo que se quiere legislar (la propiedad intelectual y derechos directa o indirectamente afectados como el de autor, el de expresión, el de información, el de circulación, etc) habría que iniciar un proceso de reforma legislativa específico. Esto no se arregla con una disposición final segunda en otra ley.

(La imagen es una foto de Casa de América, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 21 de desembre del 2010

La descarga de la brigada ligera.

Ayer la red hispánica echaba bombas y hoy ya no quiero ni pensarlo. Quien fuera ayer a algunas de las páginas de visualizar o descargar más populares se encontraba el letrero de la izquierda escrito con contundente retórica política de movilización. Lo sé porque lo leí, así como otras interesantes informaciones, en el blog Trending Topics que, a pesar del título, está en español pues habita en El País. Es más, su subtitulo es lo más caliente en la red.

Y caliente está la red. Hubo ataques a las páginas de la SGAE, del Congreso de los Diputados, del PSOE, del PP, del PNV. La llamada "Ley Sinde" no gusta nada a los internautas, que se han movilizado en su peculiar estilo guerrillero en una batalla más de la ciberguerra que empezó con el asunto WikiLeaks. En realidad no es una ley, sino la disposición final segunda de otra ley (la llamada de Economía Sostenible) y que lleva el prolijo título de Modificación de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información, el Real Decreto legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual y la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la jurisdicción contencioso-administrativa, para la protección de la propiedad intelectual en el ámbito de la sociedad de la información y de comercio electrónico. En realidad: norma contra las descargas. Obviamente es más fácil Ley Sinde

Por dónde se ha llegado a algo tan rocambolesco como regular una actividad social de gran impacto económico a través de una disposición final en otra ley que no tiene nada que ver se explica al parecer por las presiones de la embajada de los Estados Unidos que actúa en defensa de las grandes industrias yankies. Era algo que se suponía pero que con los cables de WikiLeaks ha quedado perfectamente demostrado, para que luego digan los enterados de siempre que Assange es un agente de la CIA. Por cierto, en esas maniobras entre bambalinas del procónsul gringo con los políticos españoles, haciendo un lobby descarado (chantajes y amenazas incluidos), los gobernantes quedan mal pero la oposición no queda mejor. El embajador Solomon dice que Rajoy le explicó que, aunque su opinión era favorable a la "Ley Sinde", por razones electorales tenía que manifestarse en contra. Lo sabíamos pero ilustra leerlo.

Los internautas se quejan de que la Ley Sinde permite el cierre de páginas web por decisión administrativa ya que los jueces no tienen claro si las descargas P2P son o no delito y, de momento, parecen inclinarse por el "no". En contra de lo que se dice, la Ley no se ha hecho para saltarse este requisito ya que exige expresamente decisión judicial. La disp. final segunda, siete, 1 dice: La ejecución de las medidas para que se interrumpa la prestación de servicios de la sociedad de la información o para que se retiren contenidos que vulneren la propiedad intelectual, adoptadas por la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual en aplicación de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico, requerirá de autorización judicial previa de conformidad con lo establecido en los apartados siguientes. Es posible que esto no parezca suficiente a los internautas o no crean en ello. En todo caso, doctores tiene la Iglesia y, si la ley se aprueba, siempre se podrá recurrir por inconstitucional o, imagino, cuando se le aplique a alguien en concreto, por la via del recurso de amparo.

Pero también es posible que la ley no se apruebe. El ciberespacio anda muy revuelto con el caso WikiLeaks y muy aguerrido. Los apoyos y alianzas del Gobierno empiezan a flaquear. Todo el mundo teme al ciberlobo y en CiU, como en el PNV hay poco ánimo de enfrentarse al sector más dinámico de la sociedad: los internautas con sus ciberguerras, dirigidos por su hackers.

Esta batalla debe librarse en la red porque ha surgido de la red. Los derechos de autor han sido de siempre objeto de ataque de falsificadores y plagiarios. El caso más extremo que conozco de falsificación es el Quijote de Avellaneda por el cual éste pretendió arrebatar a Cervantes no sólo los derechos de autor sino su misma condición de autor. La red introduce un elemento de masificación y simplificación inimaginable: música, cine, vídeos, libros, todo se puede hoy bajar y apropiar sin coste. Hasta el extremo de que los ataques a la propiedad intelectual se designan como piratería; es más, son industrias lucrativas. Hay partido piratas. Alguno, como el sueco, cuenta con dos eurodiuputados, aunque ningún parlamentario en el interior. Este término de piratería tiene más sentido del que parece si se recuerda que internet puede (y quizá deba) verse bajo un principio análogo a la de libertad de navegación.

Los partidos piratas tienen un programa de abolición de la propiedad intelectual y el derecho de patente. Supongo que eso sería admisible si también se aboliera el resto de los derechos de propiedad. Si no me parece injusto que un músico no sea propietario de su música y un zapatero sí de sus zapatos. Da la impresión de que ésta sea también la opinión de los internautas que no son del partido pirata, esto es, hay que llegar a un acuerdo para respetar los derechos de autor y facilitar, generalizar, democratizar el acceso a los bienes intelectuales, a las creaciones. Eso está en interés de todo, en primerísimo lugar los creadores.

En este terreno el argumento del ciberespacio me parece muy convincente. Lo que la Ley, según ellos, defiende no son los intereses de los artistas ni los de los consumidores sino los de los intermediarios, las discográficas, los cinematográficas, etc. Estos no están dispuestos a variar su modelo de explotación atendiendo a las nuevas posibilidades de difusión, sino que pretenden censurar para mantener sus privilegios, el más irritante de los cuales es el de sus márgenes abusivos que repercuten en precios demasiado altos. La tendencia a la gratuidad propia de la red implica que quien quiera hacer negocio en ella debe reducir sus márgenes o no hará nada. Cuando esto sucede, la idea es negocio. Las empresas que explotan el streaming, como Netflix para vídeos y Spotify para música son exitazos. Netflix se ha cargado el emporio Blockbuster. Pero, claro, son éxitos con unos márgenes menores. No están orientadas a la explotación de los artistas y los creadores.

dimecres, 8 de desembre del 2010

WikiLeaks: la revolución en marcha.

Hasta de la crisis se han olvidado. Todos los medios, todos los focos se concentran hoy en la figura del activista detenido ayer en Londres. Los gobiernos no gobiernan; las bolsas, los bancos han pasado a segundo plano. Hay una crisis del euro en marcha y no consigue captar la atención. La batalla es ahora por el alma, el corazón mismo de la cultura y la civilización humanas; es por la libertad de expresión. O sea, por la libertad a secas, esa que, al decir de Azaña, nos hace hombres, esa por la que la vida se ha de dar, según don Quijote. Es una revolución, pero no es nueva sino una batalla más en la larga lucha de la humanidad por liberarse a sí misma de sí misma. A un lado, la Grecia clásica, la revolución inglesa, la Ilustración, el racionalismo, el positivismo, internet; al otro, las diversas formas que los despotismos han ido tomando a lo largo de la historia, desde las tiranías griegas o persas hasta los totalitarismos del siglo XX, pasando por la Inquisición o la Santa Alianza. A un lado Platón (en la Apología de Sócrates), Milton, Locke (el padre espiritual de los Estados Unidos), Mill, Russell, Assange y al otro Aristófanes, Jerjes, Filmer, Torquemada, Calvino, De Maistre, Stalin, Hitler y Bolton, el ex-embajador yanqui en la ONU que traía Palinuro ayer, un hombre tan enterado que piensa que se puede cerrar internet "apagándole los electrones".

Sé que suena algo grandielocuente, pero esos son los stakes. Ya lo ha dicho Naughton: o aceptamos vivir en un mundo transparente o cerramos internet que es como apagar el mundo. Ahora que se estaba poniendo apasionante. De un golpe como de relámpago, en menos de seis meses, con más de 400.000 documentos en diversos grados de secreto circulando en el ciberespacio, ha quedado clara la verdadera naturaleza del poder de los EEUU, un Estado al que cabe clasificar de Estado que fomenta el terrorismo de acuerdo con su propia definición. La verdad, siente uno tristeza por esos sesudos analistas que llevan años estudiando la naturaleza del poder de los EEUU, como Joseph Nye y su bendita teoría del "poder suave o blando", frente al "poder fuerte o duro" que, de todas formas tampoco era tan nueva. Ya el bueno de Teddy Roosevelt, a comienzos del siglo XX, decía que había que hablar suavemente y blandir un buen garrote. Lo que WikiLeaks ha puesto en claro es la esencia de ese garrote o de esa suavidad: todo tipo de trampas, chanchullos, ilegalidades y delitos. Para los EEUU el Estado de derecho, the rule of law es una filfa.

A estas horas, la peripecia personal de Assange, su via crucis legal, sigue su curso. Porque el hombre, respetuoso con la ley, se ha entregado pero no quiere que lo extraditen a Suecia pues tiene fundadas sospechas de que la causa sueca no es más que un montaje político en el que están involucrados los EEUU a través de sus organizaciones anticastristas. Veremos qué sucede pero vaya por delante que Assange no es un delincuente sino un desobediente civil que acata las decisiones de la justicia. Esto es muy importante para que sepamos cómo valorar en su justa medida la avalancha de criminalizaciones e invitaciones al asesinato de que Assange ha sido víctima en los últimos días, algo increíble.

Y, sin embargo, por bochornosa, inquisitorial y odiosa que sea esta persecución contra un hombre y una organización que están defendiendo la libertad de expresión, lo más llamativo del asunto es que, además, es inútil. En este terreno, el baranda mayor del mundo y sus agentes, lacayos y palafreneros tienen perdida la guerra.

He salido de dudas: es imposible silenciar WikiLeaks en la red y mucho más eliminar los tropecientos mil documentos probatorios. En este mismo momento cualquiera puede recorrer los cables, debidamente clasificados por fechas, países, etc, en The Guardian, El País o en la página de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia y en infinidad de sitios, desde Islandia a Vuanatu.

Esa guerra está perdida para los Estados. ¿Para qué quieren a Assange? ¿Para hacer un mártir de él? ¿Para dar a un movimiento ya imparable un rostro humano? Porque cabe preguntarse si no será posible acabar con WikiLeaks y todo lo que representa por otros medios. A este respecto, Der Spiegel hace un estudio minucioso de la situación que se llama No es posible frenar WikiLeaks. Ningún otro mecanismo va a funcionar. Cerrar los sitios WikiLeaks carece de sentido ya que hay centenares de réplicas y cada vez más. Ahogarlo financieramente, supuesto que se pueda, con bancos (suizos), cartas de crédito o Paypal, no impedirá que cada vez le llegue más dinero, a través de alguna fundación (esta la he sacado de Der Spiegel) u operando en países en que WikiLeaks no esté prohibido, como Francia. Tampoco es posible eliminar el movimiento en favor de WikiLeaks en Twitter o Facebook porque eso pondría a los millones de clientes en contra. Twitter es el canal por el que WikiLeaks está presente en todo el mundo en todo momento.

Esta guerra está perdida: liberad a Assange, contad la verdad a la gente acerca de los gobiernos, los de primera y los de vigésima séptima (¡qué espectáculo, voto a tal, el de ese ministro lloriqueando a Condoleeza Rice!), obligad a los bancos a decir la verdad, a las grandes farmacéuticas, las petroleras, abrid los paraísos fiscales. El mundo va a cambiar de base.

¿Que queda la China? Desde luego, con ese cordón de acólitos que ha formado para abuchear al premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, para una vez que se lo dan a alguien que parece merecerlo. La China puede hacer lo que quiera. Tendrá que adaptarse. Y lo hará.

(La primera imagen es una foto de The /G/TM; la segunda,una foto de alyceobvious, ambas bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 7 de desembre del 2010

La realidad no soporta la realidad.

Este de la izquierda, Julian Assange, a quien Palinuro considera Un héroe de nuestro tiempo, resulta ser el enemigo público número uno. Un enemigo público global, como corresponde a la época. No es raro que los enemigos públicos sean vistos como héroes.

Pero ¡qué cacería! Hay verdadera furia. Quieren declarar terrorista a Assange, WikiLeaks, lo que sea; asesinar al hombre; expulsarlo de la red; ahogar el portal; terminar con esta pesadilla. El mundo no soporta verse como es. Todos los actores políticos de todos los países quedan muy por debajo de la imagen que les gusta proyectar de sí mismos. Todos los equilibrios internacionales, hechos de pactos, chanchullos, componendas están saltando en explosión incontenible. Por eso, cuando se escucha al Fiscal General de los EEUU, Eric Holder, decir que están haciendo lo que pueden para contener este flujo de información a uno le suena a una situación mucho peor que lo de las fugas de petróleo en el Golfo de México. Mucho peor porque este "flow of information" ya no hay quien lo pare. Está en la red y multiplicándose por miles cada minuto a través de los mecanismos P2P. Así que ese planteamiento es erróneo.

A su vez, la señora Clinton ya dijo en su día que la difusión de los cables fatídicos era un ataque a la Comunidad Internacional. Es pintoresco que hable de ataque a la Comunidad Internacional quien supuestamente ordenó que se espiara al Secretario General de las Naciones Unidas. En fin, espiar no es atacar; sólo es prepararse para hacerlo. El que ataca es quien revela el espionaje y con él no debe haber piedad. Lo que suena algo ridículo.

En el frente de la persecución personal del australiano la cosa parece decidida: hoy lo tendrá Scotland Yard en aplicación de una orden europea de extradición y lo llevará de inmediato al juez. La causa en Suecia es muy sospechosa: se presentó, se retiró y volvió a presentarse por otro lado. Acusaciones de violación y abusos sexuales. Tiene toda la pinta de un montaje, pero hecho en un terreno muy delicado para la sensibilidad de la época. Con ello no solamente parece pretenderse encarcelar a Assange sino desprestigiarlo también. Eso de la violación tiene muy mala prensa. Es de esperar que el activista salga bien librado de ésta.

Porque en el mundo no parece que haya lugar para él. Ha atacado todos los Estados descubriendo sus secretos y los Estados están coaligándose en su contra. Como quiera que los Estados ocupan todo el planeta, va a serle difícil encontrar un hueco. De momento se trata de si el Reino Unido lo extradita a Suecia; pero puede haber más demandas de extradición y el propio Reino Unido puede abrir una causa penal contra él invocando siempre el principio del secreto oficial y la defensa nacional. No es difícil. Otros están haciéndolo, por ejemplo Australia, su país de origen.

Se trata del primer objetor de conciencia a escala global, un objetor en nombre de la conciencia del mundo. Es una objeción que los Estados, especialmente los Unidos, no van a tolerar. Assange tiene pinta de ser la primera víctima de la guerra digital entre internet y los Estados.

Así que lo que interesa es entender esa guerra. El Guardian, que está haciendo una cobertura del WikiLeaks extraordinaria, publica hoy dos artículos que representan los dos polos entre los que se juega esta guerra; porque es una guerra y va en serio. Uno de ellos es de John Bolton, titulado Cables de WikiLeaks: Barack Obama es un peligro mayor. Suena un poco a discurso de Rajoy en España: Zapatero es culpable de todo. No es de extrañar. Este Bolton, a quien le parece que sobra la ONU y que fue, claro, embajador en la ONU en tiempo de Bush, dice sin ambages que hay que perseguir penalmente a Assange, cerrar WikiLeaks y sacar de la red todo el material dañino. Lo que sucede es que el gobierno de Obama, que es como un Zapatero, no tiene agallas. Discurso típico de halcón.

El The Guardian publica asimismo otro artículo de John Naughton titulado Vivid en un mundo wikilikeable o cerrad la red. Depende de vosotros. Se dirige a los políticos, claro. No se da punto medio, como no se da entre la libertad y la tiranía para un alma noble: si hay red, es libre. Lo mejor es que no la haya. Pero ¿puede haber un mundo sin red? Me parece que no. Y si es que no, está claro que nadie podrá contener ese condenado flood of information. Es imposible que los Estados prevalezcan en un mundo de trasparencia total. Así que si quieren sobrevivir tendrán que reinventarse porque las cosas ya no son como antes.

(La imagen es una foto de biatch0r, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 6 de desembre del 2010

Creced y multiplicaos.

Ahora que los controladores están marcando el paso y como se descuiden comen las uvas en el calabozo, y que es poco probable que vuelvan a cometer tamaño desafuero en un tiempo razonable, podemos regresar al asunto de verdad candente de nuestros días que es la aventura de WikiLeaks. Me preguntaba en una entrada anterior si sería técnicamente posible sacar a alguien de la red, excomulgarlo, excomunicarlo, desaparecerlo del ciberespacio. Parece que, en principio, es posible hacerlo cuando se tiene el poder de los Estados Unidos para ir presionando a servidores y portales a fin de que no alberguen WikiLeaks; así lo han echado de Amazon y, como los yanquies son pragmáticos, también han ido a cegarle la fuente de financiación consiguiendo que Paypal le cierre la cuenta. Un buen momento para que todos cuantos apoyamos WikiLeaks nos demos de baja en ambos lugares. A su vez, el servidor que alojaba su DNS también lo ha quitado con lo que WikiLeaks ha tenido que refugiarse en Suiza.

Este procedimiento, el de la persecución sitio por sitio, es muy primitivo y siempre habrá algún lugar que acoja al proscrito. No tengo muy claro qué pueda hacer la ICANN pero empiezo a sospechar que nada. Entre tanto Assange ha sabido moverse y se ha curado en salud de un posible black out por el curioso procedimiento de multiplicar el sitio WikiLeaks a través de un sistema de réplicas, de espejos, como en La dama de Sanghai. En el momento de escribir esto WikiLeaks estaba funcionando en 208 sitios. Es más hay una página que rastrea de modo automático las nuevas réplicas, lo que permite acceder a ella en los servidores más extraños. De ese modo ya no es necesario aprenderse la dirección IP de la organización aunque, por si acaso, es ésta 213.251.145.96, al parecer cedida por un dirigente del Partido Pirata suizo.

Así pues lejos de desaparecer del ciberespacio WikiLeaks está por doquier al grito de hagamos que los gobiernos sean abiertos. Es decir los Estados Unidos con esa ingente potencia militar que tampoco les sirve para ganar guerras no consiguen acallar la voz de un hombre solo que anda exponiendo sus más tristes vergüenzas a la luz pública. Bueno, el hombre es la cara de una organización que está haciendo una revolución en el ciberespacio desde el momento en que pone en práctica lo que muchos han formulado en la teoría pero no hecho realidad: que en la era de internet no puede haber nada secreto, que no hay forma de impedir la libre difusión de la información. Viene inevitablemente a la memoria el archicitado dictum de Kant de que nada que no pueda hacerse público es justo. Curiosa paradoja la de que los mayores traficantes de secretos sean los poderes públicos.

En todo caso, si es imposible acallar a alguien en la red y no hay forma de guardar secretos, que son las peanas de las mentiras, el mundo va a dar un giro espectacular y a una velocidad de vértigo. Si alguien lo duda lo invito a que, volviendo un poco la vista atrás compare el Obama de 2008 y el de 2010, el Zapatero de 2008 y el de 2010. Es lamentable que hayan de ser estos dos izquierdistas moderados de buena fe los que tengan que salir en defensa del sistema capitalista, de sus latrocinios, corruptelas y delitos, como si fuera un dechado de virtud democrática. La vida es dura pero la razón y la verdad están del lado de quienes desafían al Estado en nombre de la revolución de hoy, la de la transparencia total.

Frente a estas pretensiones es poco lo que el mundo tradicional y las gentes de bien pueden hacer y lo poco que pueden ya están haciéndolo: amenazar de muerte a Assange. Algunas de esta amenazas y peticiones de que lo asesinen proceden de las elites gobernantes estadounidenses, de donde se sigue con claridad que estamos gobernados por asesinos. Por ello Assange toma sus precauciones poniendo en manos de mucha gente un archivo cifrado con información sobre el asunto de BP en el golfo de México y el de Guantánamo. En el caso de que le suceda algo los poseedores de la información recibirán la clave de inmediato.

Puede que Assange sea detenido hoy. La cuestión es si se lo extraditará a Suecia cuenta habida de que parece confirmarse que la oscura causa judicial que allí se le ha abierto es un montaje político en el que se instrumentaliza a unos jueces proclives o poco escrupulosos para acabar con Assange. Algo parecido a lo que sucedió con Garzón en España. Acabar con Assange quiere decir entregárselo después al gran Inquisidor, los Estados Unidos. Si en el Reino Unido queda un adarme de respeto por the rule of law no se extraditará al australiano, haya o no euroorden, en tanto no quede claro que Suecia está tratando el asunto con la exigible legalidad y respeto al habeas corpus, cosa que no parece. Porque si los suecos ya colaboraron como siervos en los famosos vuelos de la CIA, ¿por qué no iban a hacerle ahora el trabajo sucio a los gringos?

(La imagen es una foto de biatch0r, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 2 de desembre del 2010

La ciberrevolución.

La historia se les repite a los estadounidenses como una pesadilla: un solo menda, oculto en Dios sabe dónde, está ganándoles una guerra. Julian Assange, refugiado en algún lugar desconocido, se encuentra presente permanentemente en la red en todos los rincones del planeta con bastante más eficacia que el otro terrorista solitario, Ben Laden, en el supuesto de que exista. De que Assange exista a su vez, de que lo haga WikiLeaks, nadie tiene duda alguna y todos miran en torno suyo como los paseantes en una ciudad sorprendida por un terremoto. Caen cascotes por doquier: la Argentina y las Malvinas, Putin y el Estado mafioso, algún sátrapa periférico cometiendo masacres, los ministros, fiscales y altos mandatarios españoles en muy desairada posición de menestrales obsequiosos del Imperio. Es más de lo que el orden internacional, un poco pantouflard desde el fin de la guerra fría, puede soportar.

Tras el pasmo inicial que dejó a todos los dignatarios balbuciendo incoherencias se han desatado las furias de los cielos y los avernos en rugiente coyunda en contra del querubínico neozelandés. Después de que algunos miembros del Partido Republicano pidieran que se declare terroristas a Assange y WikiLeaks, el presidente Obama nombra a un supercomisario de protección de datos para que no vuelva a pasar lo que ha pasado. Al mismo tiempo, las autoridades estadounidenses están viendo por dónde pueden encausar criminalmente al ciberactivista. De momento tiene la Interpol detrás en cumplimiento de una extraña orden de busca y captura de la justicia sueca a causa de una muy poco clara denuncia por abuso sexual y violación interpuesta, al parecer por dos ciudadanas. Incluso me parece haber visto que los tribunales suecos archivaban el caso. Tiene toda la pinta de ser un montaje de los servicios secretos más que nada por lo inverosímil, pero a Assange no le quedará más remedio que responder ante la justicia. Por supuesto, si se declara en rebeldía, el ritmo de esta revolución se acelerará, pero es de temer que su protagonista corra mayores peligros.

Su ataque a los Estados lo ha colocado en el punto de mira de los más poderosos que están dispuestos a recurrir a los métodos que precisamente ha revelado el dumping de WikiLeaks. Escuchando al asesor del gobierno del Canadá, un científico, pidiendo que alguien asesine a Assange es evidente que el contenido de los 250.000 cables se queda corto. Y nadie, al parecer, se acuerda de que incitar a la violencia contra las personas es delito. No quiero ni pensar en lo que se estará proponiendo en el ciberespacio de la derecha: que lo troceen por lo menos. El cielo y el averno.

Amazon ha echado a patadas la web de Assange de su servidor y Assange se ha ido a Suecia país en el que se le busca por la mencionada denuncia. Esto cada vez se parece más al peregrinar de Trotski de exilio en exilio. Pero como Assange tiene sentido del humor, el twitter de WikiLeaks resumía la situación con una chanza: si Amazon está tan a disgusto con la primera enmienda (libertad de expresión entre otras) debiera dejar de vender libros. Además, el mismo Twitter de WikiLeaks colgaba una declaración por la que se ve claramente que este terremoto lo está provocando una organización (cuya cabeza visible es Assange); una organización que considera estar haciendo una revolución: WikiLeaks es el primer movimiento Samizdat global. La verdad emergerá incluso ante la amenaza de una aniquilación total. Es fuerte, ¿verdad? A los de mi generación esto nos recuerda mucho los años sesenta. Por ejemplo, el Ejército Simbiótico de Liberación, de Patricia Hearst, que nadie sabía a quién quería liberar. Samizdat es el símbolo de la revolución antisoviética. Un blog, este blog, es parte del Samizdat global. Y hay millones, cientos de millones de blogs. Ahora el desconcierto es todavía mayor. El sistema internacional parece estar entrando en una fase de locura cuando todo el mundo sabe cuáles son las intenciones que animan a los demás y cuán poco cabe aquí fiarse de nadie.

Los poderes de la tierra, los políticos, los económicos, los religiosos tienen que encontrarlo porque, si no lo hacen, este hombre y su organización revolucionan el mundo. Al mismo tiempo no pueden ser tan estúpidos que ignoren que acabar con Assange no es acabar con el problema ni mucho menos en una era en que nada ni nadie puede ya contener la difusión universal de la información. De toda la información. Hay cientos de gentes y sitios en todo el mundo que pueden hacer, y lo harán, lo que hace Assange. Eso habla en pro de que se sosieguen los ánimos y de que no sirve de nada perseguir al activista (salvo que las acusaciones de delitos comunes sean ciertas).

Porque, aunque lo persigan y lo encuentren, el problema tampoco se resolverá. Vamos a suponer que la justicia encuentra a Assange antes de que lo hagan los servicios secretos o una organización de killers profesionales y que, para procesarlo y por su propia seguridad, van a encarcelarlo. Tendrá que ser en un penal especial porque mezclado con otros reclusos ese hombre está en peligro. Y ¿de qué sirve tenerlo en la cárcel? ¿Van a prohibirle el acceso a internet? ¿Eso es admisible?¿Estamos dispuestos a restaurar la Inquisición para proteger lo que creemos que son nuestros intereses?

(La imagen es una foto de adamfeuer, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 24 de novembre del 2010

Un poco de autobombo.

Quizá algún amable y desocupado lector recuerde que cuando un 29 de noviembre del año pasado, con gran dolor de mis entretelas, cerré Palinuro, decía que el blog me llevaba mucho tiempo, que estaba escribiendo dos libros y temía no poder terminarlos. Asimismo decía que "Ello no quiere decir que el cierre sea definitivo sino transitorio y durará el tiempo que tarde en acabar las dos obras en cuestión; pueden ser meses y pueden ser años.". Al final fueron meses; exactamente nueve meses y veintiún días. El cómputo exacto trasluce que, como buen bloguero, siento la lejanía del blog como una enajenación, un exilio de mi reino, de mi doble Palinuro, a quien tanto debo. Alejar a un bloguero de su blog es como separar dos amantes, esa tragedia que tan morbosa como lúcidamente analiza Igor Caruso; en el extremo, motivo de muerte. Por suerte o por desgracia ese rasgo de pasión y genio me ha sido negado así que en lugar de suicidarme aproveché para reflexionar sobre el bloguerío y dentro de poco emborronaré una entrada con mis últimas meditaciones sobre el susodicho.

Se cumplió por fin el propósito de la separación y escribí los dos libros, al tiempo que traduje otros dos. De los dos escritos por mí, uno de ellos está ya en la calle y es el de la imagen. Sus detalles pueden ir a verse en la güeb del editor, Tirant lo Blanch, en donde cabe leer algunas páginas de la edición que se encuentra disponible en papel y como descarga en la red. La obra trata de lo que dice el título y mi propósito ha sido sistemático: la incidencia de internet en las instituciones y actores de la política contemporánea; la relación entre la red y los demás medios de comunicación; y el replanteamiento de las grandes cuestiones políticas (la guerra, el feminismo, el ecologismo, el multiculturalismo y el individualismo) en el ciberespacio, que es un supraespacio público en el que lo colectivo se mezcla con lo particular y privado para dar una mezcla de incalculables consecuencias. Sería estúpido que hablara de la calidad de la obra, de forma que aquí dejo el asunto.

El otro libro, Memoria del franquismo, está en imprenta y tiene prevista salida en la editorial Ramón Akal en febrero de 2011. Ya hablaré más por entonces. Además de éste también se han publicado las dos traducciones, ambas asimismo en Tirant lo Blanch, Introducción a la Teoría Política, de Andrew Heywood y La transformación del Estado, de Georg Sorensen, dos muy apreciables textos de distintas materias que vienen muy bien en la Universidad. El baranda de Tirant, Salvador Vives, es el editor con el que sueña todo escribidor: toma decisiones, corre riesgos, es académico y expeditivo.


EL PAPA EN VALLEKAS

El otro día participé en el debut de un programa político de Tele K llamado La tuerka en formato tertulia. Pero no de esas tertulias de cadenas consagradas y TDTs de lujo en las que corre el vino y el verbo incendiario, sino más de tipo tele marginal con sillas de sky y mejor voluntad que comodidades. Por no tener no tienen ni maquillaje con lo que los cinco que intervinimos estuvimos al crudo natural. Menos mal que, como los focos tampoco eran muy potentes, la cosa no ofende. Aparte del presentador, Pablo Iglesias, un joven profesor de Políticas de fuerte espíritu fáustico, los participantes éramos Leo Bassi, el bufón al que quieren triturar en los



tribunales los sólitos furibundos defensores de Covadonga, Roncesvalles y el 18 de julio; Rosario Segura, representante de Europa laica; Alberto Hidalgo, de la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB); y yo, que sólo me represento a mí mismo y no siempre con gran convicción.

El caso es que lo pasé muy bien. Desde que, al ganar las elecciones el PP en 1996, me echaron de todos los medios por abominable felipista, no había vuelto a pisar un plató, de esos desde los que ahora se lanzan procacidades. Y aunque el de Tele K es más plato que plató, fue un interesante reencuentro.

El programa era muy ágil, estaba muy bien cronometrado, Pablo lo llevaba como si no hubiera hecho otra cosa en su vida, hubo vídeos simpatiquísimos, y mis contertulios dijeron cosas muy sensatas y verdaderas, de esas que no se escuchan por las teles al uso. Lástima que Tele K sea tan insignificante ante la gran tanga mediática como Joseph K ante su proceso. El programa debería llegar al Vaticano. El Papa debiera visionarlo. Tendría otra idea de su misión en la tierra. Respetuosa pero crítica.

diumenge, 19 de setembre del 2010

Palinuro vuelve al blog.

A fecha 30 de septiembre de 2009, hace diez meses y veinte días, con una entrada titulada Palinuro echa el cierre, interrumpí temporalmente este blog con gran pesar mío. Los compromisos editoriales me agobiaban, no daba abasto y temía acabar haciendo lo que más odio en este mundo, incumplir promesas. Contaba entonces que estaba escribiendo dos libros y no tenía tiempo para el blog. No quería parecer presuntuoso pero la verdad es que estaba escribiendo dos libros y traduciendo otros dos y andaba algo nervioso. Las traducciones están hechas y los libros escritos. Su estado es el siguiente:


  • una traducción (Introducción a la teoría política, de Andrew Heywood, ya publicado por Tirant lo Blanch, Valencia.

  • un libro original, La política en la era de internet, también publicado ya en la misma editorial

  • otra traducción: La transformación del Estado, de Georg Sorensen, en prensa, que aparecerá en diciembre de 2010, siempre en Tirant lo Blanch, Valencia.

  • otro libro original, Memoria del franquismo, en prensa, que aparecerá en febrero de 2011 en Ramón Akal, Madrid
  • .

Habiendo cumplido los compromisos regreso al blog y espero poder administrarlo juiciosamente, de forma que no vuelva a jugarme una mala pasada. Caso de ser así, tendría que interrumpirlo de nuevo porque, a pesar de los vaticinios que me atrevo a formular en el libro sobre Política en la era de internet, Gutenberg sigue mandando mucho, aunque cada vez menos.

Apenas si hay alteraciones en el diseño de la bitácora. La imagen de portada sigue cambiando cada mes. Éste le ha tocado a Turner, que anda de exposición en el Prado de Madrid con un tema palinúrico: Ulises escapa de Polifemo. Añádense las consabidas actualizaciones en la barra de la derecha. No abro la opción de comentarios. Ya sé que para algunos es un fastidio pero otros, entre ellos yo mismo, me lo agradeceremos. En el apartado Sobre este blog de la derecha se dan las razones que, en definitiva, se basan en sostener que un blog de autor no es el diván del psiquiatra. En lo demás todo sigue igual, excepto el autor, que es casi un año más viejo.

Y como ya está bien de asuntos personales, invito al respetable a leer una crónica de la visita de Benedicto XVI a Gran Bretaña.


(La imagen es una foto de inju Kevin Lim, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 29 de novembre del 2009

¿Por qué no hay que cebar al troll?

  • Porque es insaciable.
  • Porque es lo que quiere.
  • Porque es viscoso y marrullero.
  • Porque va de mala fe.
  • Porque pretende imponer sus criterios.
  • Porque quiere sabotear la comunicación.

  • Porque introduce agresión, desprecio y mala baba.
  • Porque es más falso que Judas.
  • Porque obedece órdenes.
  • Porque trata de distraer y embarullar.
  • Porque aprovecha el espíritu discursivo para envenenar.
  • Porque es un enfermo y, por tanto, debe estar a régimen.
  • Porque odia cuanto ignora o no comprende.
  • Porque es un ególatra.

dissabte, 7 de novembre del 2009

El peaje de la libertad. Trolls.

Hasta en el feraz reino de los trolls funciona la distinción izquierda derecha. Tengo observado que hay trolls de derechas y de izquierdas. Es falsa esa idea que circula por la blogosfera de que los trolls son lectores u oyentes de medios de derecha que, recibida la consigna del día, se lanzan al ciberespacio a difundirla al precio que sea. En lo esencial, sí; pero no sólo. También hay trolls de izquierda que presentan alguna variante, claro, con los de derecha. Por ejemplo, no precisan su ración diaria de doctrina; a estos ya los adoctrinaron de golpe para toda la vida de adolescentes y jovencitos y ahí siguen. Su doctrina, por lo demás, es tan elemental como la de la derecha: lo que no sea alabar sin cuento ni medida lo que les parece bueno es una traición odiosa y una muestra de torpor mental y bajura moral. Otra diferencia es que mientras el troll de la derecha suele ser parsimonioso y aleccionador y desgrana sus argumentos pensando más en su nivel mental que en el de quienes escuchan, el troll de izquierda es rápido, sucinto, le basta con enunciar una consigna y condena a quien no la cumple con un insulto breve y lapidario como "embellecedor del capitalismo", lacayo del imperialismo y similares.
No obstante, aceptado, el troll por antonomasia es de derecha furibunda. Otra cosa es que lo diga ya que, como todo su razonar es instrumental al servicio de una causa, si cree que le interesa, se hace pasar por votante socialista "arrepentido", un especimen al que recurre mucho. Le apasiona entrar en las páginas de la izquierda, críticas, progresistas, etc a tratar de monopolizar el debate y, si puede, desviarlo. Por eso, muchas páginas llevan una advertencia que reza: "Don't feed the troll" (No eches de comer al troll). El discurso del troll reproduce fielmente los giros, expresiones y puntos de vista de sus gurús y alimentadores espirituales. He acabado rindiéndome a la evidencia de que con los trolls no funciona ese escrúpulo que tenemos otros mortales de formular a nuestro modo nuestros pensamientos; no al modo ajeno los ajenos pensamientos. Por sorprendente que parezca la disciplina es una actitud mental antes que un comportamiento objetivo.
El razonamiento del troll suele ser ad hominem contra el responsable o autor de la página que esté "trolleando" y amparado en el respeto a la libertad de expresión que la derecha invoca siempre siendo así que ha luchado también de siempre contra ella y que su propia acción como troll, en el fondo, lo que busca es precisamente eso, obstaculizar la libertad de expresión de opiniones que le digustan. La primero que cuestiona el troll es la condición personal del bloguero al que ataca, tratando de deslegitimar su razonamiento en función de presuntos intereses. De no conseguir su finalidad hace una valoración general del discurso que quiere torpedear lo empaqueta como "crítico con la oposición", por ejemplo, con independencia de sus razonamientos y de inmediato pide otro crítico con el gobierno porque da por supuesto que hay que equilibrar, ya que en ello está la virtud. Corona su operación planteando algún otro tema que nada tiene que ver con el de la entrada de la página que ha invadido, a ver si consigue desviar la atención. En el ínterin si puede insultar a algún comentarista previo para concentrar sobre sí la atención, no dejará de hacerlo.
Por último, el troll, cuya conciencia de la propia importancia (aunque firme como anónimo) es tan alta que es imposible compartirla, pretende denodadamente un engagement directo y personal con el bloguero al que parasita. Trata de singularizar la relación y entrar a ser posible en un "cuerpo a cuerpo" con el fin de agotar las energías del bloguero en debates insulsos, cuando no directamente absurdos; lo interpela y lo requiere de modo sistemático para tenerlo entretenido en el terreno que el troll escoge y en los términos, generalmente elementales y disparatados, que él dispone.
Pero la blogosfera no sería un territorio tan divertido si los trolls no existieran. Por eso, no los echéis de comer pero pasadlo bien con sus ocurrencias.

(La imagen es una foto de Thom Watson, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 8 d’agost del 2009

Meditación de bloguero, II.

En este llevar el diario, el cuaderno de bitácora de cada cual, los comentarios de los lectores tienen un lugar relevante. Hay blogs en los que los lectores forman foros y dialogan entre ellos que suelen ser seguidores de un mismo bloguero; esto se da mucho entre periodistas que tienen sus blogs insertos en la página web del periódico edición online. Los fans y los detractores escriben libremente en el blog sus opiniones, sobre su bloguero favorito o se enzarzan entre ellos. Hay mucho comentarista que vuelve varias veces al blog sólo a ver qué respuestas ha motivado su último comentario y luego replica. Se forman así diálogos que a veces duran días y otras minutos y los comentaristas acaban conociéndose. No descarto la posibilidad de que encontrándose como seguidores de un mismo bloguero, una pareja decida formalizar sus relaciones y casarse. Incluso le ponen a sus hijos nombres relacionados con su bloguero preferido.

De todos los comentaristas los más curiosos me parecen los anónimos y, dentro de estos, los agresivos. Ya se sabe porque suelen explicarlo algunos comentaristas a menudo dos y tres veces diarias que entre el anónimo y un nick no hay mucha diferencia, como si fuéramos tontos que no supiéramos distinguir un anónimo de un pseudónimo. Un pseudónimo es un anónimo con un nombre ficticio que permite identificar a los que dialogan pero no por sus identidades reales (aunque no se descarte) sino por las virtuales que son más rápidas y eficaces. Con todo, siendo lo anterior verdad, lo cierto es que los nicks pueden acabar como verdaderos mecanismos de reconocimiento.

Los que me interesan son los "anónimos" de siempre y a ser posible, los agresivos. Tienen un elemento de misterio: quién puede quererte tan mal que se moleste en ponerlo por escrito pero resguardando su personalidad. Hay gente; hay gente. Cuando estaba en Onda Cero, con Luis del Olmo recibía de vez en cuando anónimos por correo. El más característico era un escrito normalmente desde Málaga que el autor escribía a mano, con lápiz, una lista de insultos completa, sin argumento alguno y aprovechando los espacios más inverosímiles de su escrito. ¿Qué sentido tiene insultar a alguien sabiendo que el insultado no puede averiguar quién lo insulta? Ésta es una pregunta muy elaborada que implica capacidad para ver el mundo desde distintas partes del diálogo. Pero eso al anónimo no le interesa: lo único que le interesa es vomitar su odio por entero y dejarlo ahí a la vista del público. El anónimo, probablemente, como el majara de Málaga, se considera a sí mismo una especie de dios cósmico, de señor universal del desastre desde el momento en que su voz puede llegar a todas partes. Héteme aquí que el bloguero está siempre a la vista del dios que no necesita llamarlo por su nombre pues siempre lo tiene ante sí y a su merced. O tal cosa se piensa el anónimo insultador que normalmente no está mejor de las neuronas que el de Málaga.

(La imagen es una foto de florian kuhlmann, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 15 de juliol del 2009

Amo Italia.

A pesar de Berlusconi, Italia sigue siendo un país de ingenio, inventiva y audacia. Aunque muchos ciudadanos, demasiados para mi gusto, voten al Cavaliere, que es como cuando aquí votaban a Aznar, su amigo y gracias a quien el partido de Berlusconi ingresó en el Partido Popular Europeo (PPE), muchos otros son originales, atrevidos y capaces de empresas nuevas que alegren la vida.

El cómico Beppe Grillo, un artista de la talla de Nanni Moretti y con similar tendencia de izquierda, quiere ingresar en el Partido Democrático (PS), esto es, el gran partido de la izquierda italiana, en el que se agrupan los restos del naufragio de los comunistas con los socialistas, socialdemócratas y varias personalidades y tendencias. Y quiere hacerlo para presentarse a las primarias y optar a la secretaría general del partido. Cuando la izquierda italiana se encuentra en sus horas más bajas, incapaz de articular una defensa frente al avance imparable de la mezcla de reaccionarismo, populismo, machismo y simple mal gusto que representa Berlusconi, la pretensión de Grillo equivale a una provocación en toda regla.

Al menos así lo entiende la dirección del PD que publica una artículo en su página web titulado Mi si nota di più se li insulto o se mi candido? en el que se rechaza indignadamente la intención del cómico, recordando que lleva años "insultando" al PD, que sólo busca publicidad, y que el partido es una cosa "seria" y no cabe burlarse de sus militantes y votantes. Cita a tres dirigentes (Fassano, Melandri y Bersani) cada uno de los cuales niega que el PD sea un taxi, en el que cabe subirse pagando un precio, un travía o un autobús. Lo que ha llevado a Grillo a la tesis de que no sabemos qué sea el PD sino solamente que no es un vehículo de motor. Pero nada más. El partido está desarbolado y votar por Franceschini, como antes por Veltroni o Dalema, políticos de vieja escuela, sin ímpetu, no sacará a la izquierda del marasmo.

Pero el PD se ha decidido oficialmente: no permitirá la inscripción de Grillo lo que, a mi modesto entender no es una decisión inteligente, aunque sea constitucional. Se entiende la incomodidad de los políticos a la antigua usanza partidista; pero no es justificable. Grillo es un revulsivo y las organizaciones que no pueden integrar revulsivos, están muertas. El cómico aportaría aire fresco al discurso político, puntos de vista originales y atrevidos, como ya lo viene haciendo, y ayudaría a la izquierda italiana a recuperar una voz y un prestigio que lleva años perdiendo. Supongo que habrá gente que lo apoye, especialmente en la blogosfera. Al menos desde aquí recomiendo al señor Grillo que trate de conseguir la afiliación vía internet registrando sus datos en la sección Tesseramento online. Y veremos qué sucede.

Ojalá prospere la candidatura de Grillo o, en caso contrario, sirva para promover un debate en la izquierda italiana que saque a ésta y, con ella, a la europea, de su modorra. Y espero asimismo que la blogosfera tenga también aquí una actitud relevante, como la que ha tenido al convocar la primera huelga de blogueros del mundo, que se produjo ayer, catorce de julio. Protestan los cibernautas italianos contra el proyecto de ley del ministro Alfano que endurece y, sobre todo, encarece el ejercicio del derecho a la libertad de expresión al establecer una obligación de rectificación y elevadas multas en el caso de rectificación. Me sumo a la protesta y coincido con la opinión de los blogueros italianos más decididos: basta con el código penal para prevenir y castigar los posibles delitos de injurias, calumnia o contra el buen nombre o el derecho a la intimidad.

(La primera imagen es una foto de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 14 de juliol del 2009

Meditación de bloguero.

Decir de un blog que es un diario es decir una vulgaridad que está en boca de todos. Es un diario del que cada cual hace el uso que quiere en cuanto a su periodicidad. Hay gente que escribe cada día y gente que lo hace de cuando en cuando. La diferencia real, sin embargo, es que el blog es un diario en público. Según van escribiéndose las entradas, se van publicando y las leen unos lectores, ojos ajenos, quizá de otros países. Los diarios escritos se mantienen privados (o, todo lo más, accesibles a algún miembro de la familia) hasta el momento en que su autor decide publicarlos y son entonces públicos como los del blog pero no entrada por entrada sino todas de golpe.

Esta observación no pretende demostrar la importancia o el interés de los blogs sino reseñar el aspecto de estos que me parece más digno de atención: el intercambio público, la exposición pública de algo escrito en el ámbito privado. Lo de intercambio viene a propósito de que el blog, como todo cuanto habita el ciberespacio cuenta asimismo con la ventaja de la llamada interactividad, esto es: las entradas y apuntes del diario no sólo se hacen públicos de inmediato sino que l@s lector@s pueden comentarlos ipso facto, produciéndose así a veces situaciones de animada controversia.

Hace un par de semanas, cuando estaba gestándose el último golpe de Estado de Honduras, se me ocurrió colgar una entrada poniendo en solfa al señor Zelaya y diciendo que, en el fondo, era él quien estaba rompiendo la legalidad que, por otro lado, era la de una república bananera. Los acontecimientos se precipitaron y en esa misma noche, el ejército hondureño pasó a la acción y dio un golpe de Estado también de república bananera, cogiendo al mandatario legítimo y deportándolo en pijama a El Salvador. Mi entrada quedaba ligeramente descolocada e, inmediatamente, el ejército de salvación de censores de la moralidad de la izquierda me bombardeó con comentarios diciendo que estaba justificando el golpe de Estado y salió por ahí trompeteando mi "justificación" en la habitual escandalera de gazmoños de pensamiento único.

No era cierto, pero a la vista de tan bronca interactividad, los insultos y la petición de linchamiento, consideré oportuno retirar la entrada en cuestión y sustituirla por otra condenando sin ambages el golpe de Estado real. En días posteriores fui elaborando más mi posición, consistente en condenar, desde luego, la intentona golpista de los milicos pero explicando al mismo tiempo por qué me parecía que la situación era de república bananera y por qué el señor Zelaya, un oligarca reaccionario convertido de la noche a la mañana en "socialista del siglo XXI", "progre" y "chavista" de estricta obediencia, no era pájaro de mi devoción.

Hoy, cuando hasta los chavistas más vocingleros empiezan a renegar del señor Zelaya, al que llaman de todo, incluso pataruco o sea, cobarde, afirmando que "Clinton le lavó el cerebro", todo empieza a tomar otro color y yo me arrepiento de haber borrado aquella entrada que, escrita al calor de los acontecimientos y pecando algo de extemporaneidad, decía cosas muy puestas en razón y más de las que estoy empezando a leer ahora entre los mismos comisarios políticos y guardianes de la ortodoxia que entonces me acusaron de justificar el golpe. Por supuesto, éste es execrable, radicalmente condenable y requiere la acción de la Comunidad Internacional para restablecer en su puesto al presidente legítimo, pero ya va quedando claro que el tal presidente legítimo no era trigo totalmente limpio. Cuando termine la mediación de Óscar Arias y se haya llegado a una situación de compromiso, volveré a colgar una entrada comentando las más insignes estupideces que pueda leer y sin duda escribirán los citados guardianes denigrando ahora a quien hace una luna ensalzaban con idéntico conocimiento de causa en ambos casos: cero.

Es una pena que borrara aquella entrada que no estaba nada mal, aunque era demasiado adelantada, porque el borrado fue tan completo que hasta quité el caché, cosa que aprendí a hacer gracias a la inspiración de mi musa informática. Por cierto, si alguien quiere saber cómo se borra un caché de Google, basta con que pregunte.

Salud.

(La imagen es una foto de ¡Qué comunismo!, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 8 de maig del 2009

¿De qué va internet?

Internet es sinónimo de coste cero o gratuidad y ya se ve que todas las broncas que se arman giran en torno a esa cuestión con el conflicto claramente delimitado: unos quieren que otros paguen por acceder a sus productos por internet; otros no quieren pagar por eso. Hasta ahora en el mundo pre online los derechos de autor estaban mejor o peor protegidos, por lo general bien y hasta cuentan con una organización internacional de mucho empaque destinada a protegerlos, la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) que, con la llegada de internet puede acabar en el cuarto de los trastos viejos, junto a la rueca y el huso, como decía Engels que acabaría el Estado. La rueca y el huso, el mundo de la bella durmiente.

En España, la Sociedad General de Autores está dispuesta a que nadie pueda "bajarse" película, vídeo, música algunas sin pagar el correspondiente fielato. Para ello ha incrustado a una de las suyas en el Gobierno como ministra de Cultura. Francamente, una razón más para pedir la abolición de ese ministerio, su incorporación al de Educación o su reducción a una agencia efectiva y autónoma como el Instituto Cervantes. Limitar el acceso en la red a unos u otros productos es muy difícil y, sobre todo, muy costoso y con escasa eficiencia. No solamente porque cuanto más mejoren los mecanismos de control mejores serán las posibilidades de burlarlos, sino porque tampoco hay unidad de criterio respecto al tratamiento de los problemas en internet. Hay muchos creadores que cuelgan sus productos directamente en la red (canciones, música, novelas, etc) para consumo libre y gratuito y lo hacen por diversas razones; una de ellas es que esa es una buena forma de darse a conocer. Para que el sistema de derechos de autor funcione habrá que obligar a quienes quieren ponerlo en abierto a cobrar por sus productos en contra de su voluntad, cosa que no parece viable.

El señor Rupert Murdoch, habiendo echado cuentas de sus negocios de prensa en sus influyentes diarios, llega a la conclusión de que la caída de ingresos de publicidad en el papel obligará a volver a un sistema de cobro de la lectura de periódicos en internet. Eso ya se intentó hace diez años y fracasó. El único periódico español que no es en abierto es El Mundo y no parece que eso compense por la pérdida de popularidad de sus productos. Los periódicos que cobren por acceder en red perderán audiencia. No sé si la alternativa consiste en insistir en el modelo y adecuar los ingresos por publicidad a la realidad económica de los medios en la red, pero lo que está claro es que el intento de cobrar no trata de resolver la crisis de los medios online sino la de los medios de papel que son los ruinosos. Y ese de que paguen justos por pecadores es un mal criterio empresarial. Si el papel no renta hay que cerrarlo o pedir subvenciones, pero no gravar la línea de negocio de los medios online cuya característica esencial es que sus cifras de facturación y negocio son moderadas. Y ese es el problema: que la prensa de papel se había acostumbrado a unos márgenes y beneficios que son insostenibles y, en lugar de adaptarse (si puede), trata de cerrar el chiriguito de la competencia, aunque sea de la misma casa. Pero como eso es imposible porque internet es un mundo abierto, la solución no funcionará.

(La imagen es una foto de Violinha, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 30 d’abril del 2009

Contra la privatización de la sanidad pública.

Los de la Asociación en Defensa del Hospital Severo Ochoa (ADHSO) han puesto en marcha una campaña con el muy noble objetivo de sentar al señor Lamela, responsable de las calumnias al doctor Montes, el banquillo con el titulo de Lamela al banquillo. Quien quiera leer las muy sólidas razones de la Asociación que pinche en Lamela al banquillo

Por lo demás, los de la ADHSO nos piden una módica contribuición de 10 € para ayudar a esta causa que conlleva un proceso costoso en el que la otra parte no dudará en emplear los recursos públicos para defenderse:


Si no estás dispuesto a consentir que nuestra falta de medios económicos permita su impunidad…


Ingresa o transfiere 10 € a la cuenta corriente de
La Caixa: 2100 1745 56 0200090640

Indica en el concepto “Lamela al banquillo”

Igualmente, en el nombre de la cuenta hay que poner ADHSO..

dijous, 23 d’abril del 2009

Democracia mediática.

Ya ha salido la última oleada del Estudio General de Medios con datos de marzo de 2008 a abril de 2009 que son muy esclarecedores de cómo se distribuye la población española a ambos lados del eje izquierda-derecha, ese que según grandes pensadores/as, como doña Ana Botella, ya no funciona en nuestras sociedades y está superado. Consuela que los tres diarios progresistas, esto es, El País, El periódico de Cataluña y Público lleguen a los 3.741.000 lectores, mientras que los periódicos reaccionarios, El Mundo, ABC y La Razón se quedan en 2.456.000, 1.200.000 lectores menos. Como es bien sabido la derecha suele acusar al grupo Prisa (El país) de ser un monopolio. Es obvio que se trata de una mentira. Tres periódicos progresistas contra tres reaccionarios y ello sin contar las demás docenas y docenas de diarios que hay en el país. ¿Qué quiere decir aquí "monopolio"? Obviamente, nada, salvo disimular la envidia y la irritación que, al parecer, se siente cuando uno ve que en un mercado libre, la competencia te gana por un millón doscientos mil lectores. Como no pueden competir en buena lid, recurren al engaño sin que eso les sirva de mucho: la prensa progresista bate a la reaccionaria en proporción de tres a dos. El Estudio General de Medios da también los datos de la audiencia de radio. Y de nuevo es un placer observar que una emisora progresista privada, la cadena Ser, tiene tantos seguidores como las otras dos también privadas y reaccionarias juntas, Onda Cero y la COPE. Pero lo verdaderamente mirífico es que, a pesar de contar con ese locutor talibanizado, dedicado a insultar urbi et orbi todos los días desde su micrófono, la Cope está tercera en audiencia, por detrás de Onda Cero y con un total de oyentes de 1.861.000. Es estupendo porque quiere decir que esa máquina de injuriar y vilipendiar no tiene tanto eco como cree en Madrid y en España en general. Ya me extrañaba.

Ahora bien, hay un dato en este último EGM de especial interés para los blogueros y los internautas de todo tipo, que es el consumo de internet en España. Como se aprecia en el gráfico de la izquierda, que mide el consumo de los distintos medios de comunicación (diarios, cine, revistas, televisión e internet) la serie empezó en 1997 hasta hoy. En ella pueden verse con ligeras variantes, todos los medios tienen una línea de consumo de valores constantes, con ligeros descensos todos más o menos por igual. Sólo la prensa escrita asciende ligeramente en los últimos ocho años, mientras que los suplementos tienen una clara tendencia al descenso. En el caso del cine el descenso también es continuo, aunque gradual, no tan pronunciado como con los suplementos o "colorines". Pues bien, de todos los medios analizados en los últimos doce años, el único que muestra un crecimiento permanente, ininterrumpido y pronunciado es internet que ha pasado de ser algo que manejaban en España unos 900.000 internautas a los 31,7 millones de hoy y seguimos subiendo. Está claro cuál es el medio del futuro (en otros cuadros del EGM se desglosan los consumidores de internet por edades, profesiones, sexs, etc) y no hace falta decir que la inmensa mayoría de los chavales y los jóvenes están conectados a la red. Y esto no hay quien lo pare. Mi periódico, Público que, en edición de papel alcanza sólo 190.000 lectores porque es una aventura empresarial muy reciente, tiene 390.000 en su edición digital. Ahora sí que puede decirse que quien no está en la red no está en el mundo; al menos en el mundo de mañana.