dimecres, 4 de juliol del 2012
Banqueros, políticos y ladrones.
divendres, 22 de juny del 2012
El no rescate ya tiene precio.
dimecres, 6 de juny del 2012
La gran estafa
dimecres, 30 de maig del 2012
El inevitable hundimiento de España.
dimarts, 29 de maig del 2012
Los ladrones deben comparecer. Bankia: la estafa del siglo del PP.
(La primera y tercera imágenes son una foto de gobierno.edomex, y la segunda de Brocco Lee, ambas bajo licencia de Creative Commons). |
dissabte, 26 de maig del 2012
Recordad que, además de ladrones, son mentirosos.
(La imagen es una foto de http://www.bankia.com/Portal/Home/cruce/0,0,84722%24P1%3D601,00.html, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 25 de maig del 2012
Un gobierno de ladrones.
dimarts, 15 de maig del 2012
El Estado de corrupción en España.
Artículo publicado hoy en el diario publico.es
dijous, 10 de maig del 2012
Bankia: la nacionalización como rescate
Bankia. La nacionalización como rescate.
Ramón Cotarelo
dimecres, 9 de maig del 2012
La banca o la vida.
(La imagen es una foto de bsterling, bajo licencia de Creative Commons. En ella, según la leyenda, se encuentran los tres bancos emisores: Bank of China, HSBC (Hongkong and Shanghai Banking Corporation), y Standard Chartered Bank.- Eso sí que es un nuevo mundo).
dimecres, 28 de març del 2012
Citius, altius, fortius.
El lema olímpico se ajusta como un guante a la situación española. O, mejor, como un dogal que nos hubieran puesto al cuello, apretándolo progresivamente. Recortes más rápidos, más altos (o más bajos, según como se mire), más fuertes (o más graves, según también cómo se mire); más, más. Va a ser cosa de someter a referéndum las salidas de Rajoy al extranjero porque, cada vez que sale, nos aprietan más el dogal y nos echan más carga sobre los hombros.
Incidentalmente, vaya foto la de la portada de El País. ¿Qué le estará diciendo Rajoy a Obama con el dedo levantado, como un maestro? ¿Algo así como: "Ojo, Obama, que la próxima vez entenderé todo lo que dices"? Por cierto, ¿soy el único que tiene la inquietante impresión de que nuestros políticos, todos, suelen estar out of tune cuando andan por el exterior? Les falta naturalidad, están envarados (lo que casa con el prejuicio general de que los españoles somos pomposos y estirados como borgoñones) y sus limitaciones lingüísticas no contribuyen a hacerlos populares.
El caso es que España se ve sometida a una especie de acoso muy mal recibido en el interior. ¿La prueba? Esa huelga general convocada para mañana que estoy convencido haría hasta el propio Rajoy si la gente pudiera hacer lo que cree justo. El obispo de Ciudad Real critica con dureza la reforma laboral que defiende a capa y capelo su jefe, Rouco Varela. Vamos que hasta iría a la huelga. No se lo piense dos veces, monseñor: es justa. Todo el mundo sabe que la reforma es un ataque sin precedentes a los derechos de los trabajadores y los retrotrae a las condiciones de principios de siglo y, si alguien lo duda, que eche una ojeada al anuncio de una academia a la derecha en la que, por 690 euros, reputados expertos en derecho del trabajo y materias afines, muestran a los empresarios cómo sacar el máximo partido (fortius) a la reforma laboral, cómo rebajar el coste del despido, cómo despedir más rapidamente (citius), como bajar los salarios desde ya y, claro, como elevar (altius) los beneficios. Da un poco de grima, pero es la realidad del mercado.
La huelga está superjustificada y es de esperar no se haga violencia a la voluntad de los trabajadores que quieren seguirla como un derecho que es. Los empresarios, ya se sabe, quieren restringirlo para el futuro pero, al decirlo, admiten que hoy por hoy es un derecho y los derechos no se limitan arbitrariamente.
De hecho, lo que se está haciendo es practicar la doctrina del shock, o sea acogotar al personal con el apocalipsis. Montoro dice que, con su presupuesto (que ha retenido hasta la fecha a ver si ganaban en Andalucía) España se juega el ser o no ser. Vale. ¿Qué opinión merece un ministro de Hacienda que aplaza una cuestión de vida o muerte hasta después de unas elecciones autonómicas? En verdad, es pasmoso.
Para respaldar el gori-gori tremebundo se aportan números fulminantes: en los dos primeros meses del año el déficit se ha ido al 1,9%. Hacienda, la Hacienda del ministro hamletiano, dice que los dos primeros meses no son significativos. Claro, ¿qué va a decir? ¿Sálvese el que pueda? Algún consuelo hay entre tanto negro augurio: al menos no se podrá acusar a los españoles de que falsean las cuentas, como se ha venido acusando a los griegos. Pero no sé si es un consuelo.
dijous, 27 d’octubre del 2011
El baile de los millones.
Hacia 1975 traduje al español La filosofía del dinero (*), de Georg Simmel, su obra principal, junto a la Sociología. En ella, el ilustre filósofo, a quien la Universidad guillermina negó el acceso a la cátedra hasta poco antes de su muerte por ser judío, estudiaba el dinero desde el punto de vista histórico, filosófico, psicológico y sociológico. Todos menos el económico. Me consideré entonces suficientemente informado para seguir averiguando sobre tan abstruso tema y pronto descubrí que, cuanto más aprendía, menos sabía. El dinero es algo especialmente incomprensible. Por un lado es una realidad, una sustancia, tiene forma. Es más, puede tener todas las formas, desde un puñado de sal hasta un doblón castellano de a ocho, desde una vaca a una letra de cambio o una tarjeta de plástico. El dinero es proteico, tiene todas las formas y, por lo tanto, no tiene ninguna. Algo que resultaba fascinante para Simmel, el maestro del formalismo.
Se da además la circunstancia de que las formas dinerarias, en sí mismas, pueden ser insignificantes. Lo que vale en un billete de quinientos euros no es el papel en que están impresos sino esos quinientos euros que no son otra cosa que un enunciado, un titulo; es decir, el valor nominal que, para más lío, puede no coincidir con el valor real.
La indagación sobre el dinero es también problemática porque, a diferencia de otros objetos de estudio, se pega al estudioso como si fuera su piel y no permite el distanciamiento de otras investigaciones. El botánico sólo entra en contacto con sus plantas cuando va su laboratorio o sus cultivos; el que estudia el dinero lo lleva todo el día en el bolsillo y, mientras calcula millones, paga el colegio de los niños o compra una camisa. Y no solamente es como la piel del investigador; también incide en su mundo interior, levanta pasiones, ciega, impulsa a la locura o al crimen. Su objetividad es nada comparada con su subjetividad y no hablemos de su intersubjetividad.
El dinero no tiene definición porque decir, como hace el DRAE, que es la "moneda corriente" es tocar el agua con la punta del dedo. El dinero es un medio de cambio, el medio de cambio universal, el que permite comparar los valores de las cosas por lo que, en principio, no debiera añadirles ni restarles nada, igual que sucede con el número uno, que es divisor y multiplicador universal y no añade ni resta nada. Cualquier número multiplicado o dividido por uno sigue siendo él mismo. Con el dinero, sin embargo, eso no sucede. Por muchas veces que se multiplique un número por uno sigue siendo ese número, pero, por utilizar un estupendo ejemplo de Simmel, si subo el precio del billete de unos vagones de un ferrocarril sin que haya diferencia alguna con los otros, esos vagones pasan a ser "de primera" y tienen más valor y valor real, por ejemplo, el hecho que señala Simmel de que quien compra ese billete sabe que el vagón no estará abarrotado. ¿Qué ocurre? Que, además de una realidad sin forma, de la moneda corriente y del medio de cambio, el dinero es también una relación social.
El dinero, como la distancia, puede ser infinito y, por lo tanto, incomprensible. Todos vivimos en un mundo de magnitudes inteligibles. Sabemos la distancia de casa al trabajo; de Madrid a Segovia; de Pekín a California. Pero si un astrónomo dice que una estrella está a tres mil millones de años luz, la magnitud deja de tener sentido. Lo mismo que cuando los políticos dicen que el fondo de rescate tendrá un billón de euros, algo tan difícil de entender como las distancias siderales. Pero con una diferencia sustancial: las distancias están ahí; no van ni vienen, pero los billones sí, vienen de algún sitio y van a alguna parte. En ese momento la incapacidad de comprender se convierte en un abuso, un latrocinio, una injusticia.
La inmensa mayoría de la gente calcula el dinero en cientos o miles de euros, ni sueñan con hacerlo en millones y los billones supera lo imaginable. Pero todos barruntan que esos miles de millones, billones, salen de la riqueza de las sociedades, de los sueldos, los ahorros, las pensiones, los seguros de todos y desaparecen en el torbellino de una inacabable crisis bancaria en la que quienes han causado las mayores catástrofes se llevan sueldos y pensiones estratosféricos mientras más y más familias se hunden por debajo de la línea de la pobreza y la gente pierde sus casas a miles. Ese frenesí recapitalizador de la banca muestra la intención de los gobernantes europeos de socializar las pérdidas de Grecia haciendo que la quita de su deuda la financien los impositores de los bancos. La incompetencia y la codicia de estos los ha llevado a convertirse en lo contrario de lo que debieran ser porque los bancos están para financiar y hacer crecer la economía, no para estrangularla.
De ahí ese incomprensible baile de miles de millones que penden sobre los europeos con la amenaza de colapso del euro, ese dinero artificial que quizá tenga tantas posibilidades de consolidarse como el esperanto de ser la lengua universal.
Adjunto un vínculo a un interesante artículo/reportaje sobre esta crisis devastadora y aparentemente incomprensible, aparecido en Periodismo humano, bajo el titulo ¿Quién entiende esta crisis y quién se la explica a Europa?, del que es autora Luna Bolívar. En él Palinuro larga en abundancia en compañía de otros académicos que valen más que él. Lectura provechosa.
(*) George Simmel (1975) Filosofía del dinero, Madrid, Instituto de Estudios Políticos. Hay una reimpresión más reciente, Georg Simmel (2003) Filosofía del dinero, Granada, Comares.
(La imagen es una foto de Howard Lake, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 14 d’octubre del 2011
Formas de saquear.
Esas gentes que se han asignado pagas extras por arruinar una entidad semipública que está siendo rescatada con dineros de los contribuyentes, debieran encontrarse ya a buen recaudo. Porque aquí no hay que investigar gran cosa en busca de pruebas. Están todas por escrito en las actas, los documentos, las decisiones, las órdenes para que se apresten y se libren las cantidades. Es un comportamiento tan indigno que produce vergüenza hablar de él. Uno se pregunta qué tipo de personas son las que toman estas decisiones, especialmente en estos momentos.
Pero no son las personas lo que aquí interesa. Allá se lo guisen ellas en sus conciencias. Lo que aquí interesa es saber hasta qué punto están generalizadas estas prácticas en el sector bancario español y mundial, por cierto. Las cantidades de los sueldos, pensiones, primas, bonos, de los banqueros son estratosféricas y quizá provengan de decisiones como la de la CAM. La mala fortuna de ésta es que la han pillado. Las personas son como todas y hacen lo que todas. La cuestión es el sistema que posibilita esto.
Es posible que el capitalismo sea compatible con la ética y la equidad; incluso que sea un sistema ético y equitativo. Hay gente que lo sostiene de buena fe. Y la vieja visión calvinista y puritana del capitalismo primitivo fue una realidad y puede volver a serlo. Pero, mientras lo es, el capitalismo da abundantes pruebas de ser un sistema inmoral y muy injusto, según la tradición del pensamiento occidental que siempre ha considerado que la polarización entre unos pocos muy ricos y unos muchos muy pobres es inmoral e injusta.
A la inmoralidad y la injusticia del capitalismo puede añadir o quitar el poder político, el Estado (al que Hegel consideraba manifestación de la eticidad), según las medidas que tome. Si María Dolores de Cospedal restringe o retira subvenciones a los sindicatos pero no a la patronal está aplicando un criterio político que sólo puede justificarse demostrado fehacientemente que los sindicatos disfrutan de unas subvenciones indebidas, y eso será difícil por cuanto la capacidad de los sindicatos de autofinanciar su organización es mucho menor que la de la patronal. Suele decirse que los sindicatos tienen muy baja afiliación y que no son representativos. Pero eso mismo puede decirse de los partidos políticos que, al no poder financiarse por su cuenta, precisan de fondos públicos. ¿Por qué los partidos sí y los sindicatos no?
También suele contestarse que los partidos, además de los militantes, tienen los votantes, porque se presentan a las elecciones. Pero lo mismo podrían hacer los sindicatos dado que la Constitución dice que los partidos son instrumento fundamental para la participación política. Pero no único. A lo mejor cabe plantearse una reforma del sistema representativo que dé entrada a intereses transversales a los partidos. Mientras los sindicatos (que también están constitucionalizados) no puedan defenderse de medidas políticas como la citada de suprimir subvenciones, las medidas serán tan injustas como las de la CAM. Otra forma de saquear.
Una propuesta así huele a corporativista. Pero se reconocerá que el sistema actual es ya corporativista desde el momento en que los grupos de presión se valen de los partidos y así encuentran eco parlamentario la Iglesia, los empresarios, los banqueros, los militares. ¿Por qué cargar contra los sindicatos?
divendres, 16 de setembre del 2011
El torbellino del capitalismo.
Apenas veinticuatro horas después de que los países emergentes, los BRICs, esto es, el Brasil, Rusia, la India y la China anunciaran que estaban dispuestos a acudir en auxilio de Europa y el euro comprando deuda soberana, sale la división acorazada del capitalismo financiero mundial a anunciar que es ella la que va a salvar a los europeos. El anuncio conjunto de la Reserva Federal de los Estados Unidos y los bancos centrales de Inglaterra, el Japón, Europa y Suiza desató la euforia en las bolsas que se fueron todas al alza, tras las amarguras bajistas de las jornadas anteriores. Probablemente esto no quiera decir nada en sí mismo. En la situación de volatilidad existente, las bolsas suben como cohetes y se desploman acto seguido como castillos de naipes que es lo que en buena parte son.
Al parecer los mercados no tuvieron tiempo de calibrar ambas medidas por su carácter insólito e imprevisto. Pero ya lo harán y caerán en la cuenta de que la oferta de los BRICs no era unitaria (Rusia se desmarca), ni estaba libre de condiciones, ni era una decisión firme sino una especie de amago en busca de una negociación que no está nada clara. La justificación era salvar el euro para evitar el contagio. Lo importante, salvar el euro.
El consorcio de bancos centrales trae otra propuesta. No comprar deuda soberana europea sino posibilitar que pueda seguir comprándose en dólares. En principio más parece una operación para salvar el dólar y, de paso, convertir a esta divisa en triunfante en su pugna con el euro. Es el órdago que lanzan las potencias del viejo orden capitalista frente a los emergentes y la infeliz Europa que tuvo la quimérica idea de dotarse de una moneda única sin un poder político que la respalde. Porque estos bancos centrales (excepción hecha del europeo, que tampoco cuenta porque sus transacciones son en euros) son bancos de los Estados. Más o menos independientes, pero bancos políticos al fin y al cabo. El hecho de que el Reino Unido aparezca una vez más vinculado a los extracomunitarios y desligado de la Unión Europea es una vieja melodía ya muy conocida. ¡Qué ojo tenía De Gaulle cuando se oponía al ingreso de Inglaterra en la Comunidad Europea!
Es un golpe político y parecería como si, por fin, la política se hubiera impuesto a los mercados demostrando quién manda aquí. Parecería. Demos tiempo a los mercados a calibrar a su vez qué crédito merece la división acorazada en el cumplimiento de sus compromisos. Porque de esos países, dos, los Estados Unidos y el Japón, están tan hundidos en la crisis como Europa, a Inglaterra lo ocurre más o menos lo mismo y el único por encima de toda sospecha es Suiza que probablemente no podrá salir garante de los otros, aunque no sea más que por su tamaño. La amenaza de un colapso de las transacciones por falta de dólares en el mercado suena como el efecto de la Ley de Gresham que tendría el euro como "moneda mala". Y, si esto es así, inundar el mercado de dólares a lo mejor no es la solución. Lo sabremos en los próximos días con las sucesivas reacciones de las bolsas y el comportamiento de la deuda. Si la crisis se reproduce todo lo que tendríamos serían más países absorbidos por el torbellino europeo, pateando en el lodazal de la crisis de la deuda soberana. En algunos casos, sangriento. Por ejemplo, en el del Japón, que se enfrenta a posibles catástrofes que ponen los pelos de punta. ¿Qué sucedería si tuvieran que evacuar Tokio a causa de las radiaciones nucleares? No me lo invento; lo he leído: dan la evacuación por imposible. En otros casos más de opereta; por ejemplo, en el de los ingleses que, según The Spectator, debieran abandonar la UE.
En España, el último rugido del torbellino ha sido la aprobación del impuesto sobre el patrimonio que, tras muchos cálculos y recálculos, queda en una previsión de unos 160.000 paganos con patrimonios superiores a los 700.000 euros y una recaudación estimada de mil y poco pico de millones de euros. Después de tres años de andar arañando los ingresos de los más desfavorecidos, los pensionistas, los parados, los trabajadores en general, los hipotecados, de rebajar el sueldo a los funcionarios, de subir los impuestos indirectos, ya era hora de que los más ricos de la comunidad aportaran algo tangible. Aun así, muerto de miedo el gobierno por tocar la bolsa al millonetis, promete que la vigencia del tributo será de un año, 2012. Cuando, en realidad, habría que haberle afeado que sea tal su codicia que no tuvo ni el gesto de los ricos franceses o gringos de pedir que les suban los impuestos.
Al contrario el orfeón ideológico ya ha aireado todos los seudoargumentos, las falacias, las patrañas, los cuentos con que estos lumbreras pretenden demostrar que la clarísima causa de que pague más quien más tiene es falsa, incluso contraproducente pues va, ¡en contra de los pobres! El capital paga bien este tipo de teorías pero, a la vista de los resultados, quizá debiera emplear el dinero en otra cosa. Porque estos argumentos no pueden ser más pobres. Incluso son irrisorios. Los resume muy bien Escolar en cinco falacias fiscales.
dissabte, 18 de juny del 2011
Crónicas de la revolución indignada (II). En el templo de Mammon..
Preparándose para el gran día, el showdown, del momento, la manifa del 19-J. Los indignados reiteran su pacifismo en términos casi angélicos, aunque no carentes del sentido del humor. Los indignats catalanes piden a los provocadores que se abstengan de ir. Eso recuerda la famosa anécdota según la cual cuando el ministro de la Gobernación de Franco llamó al embajador británico preguntándole si quería que le enviara más policías para contener una manifestación frente a su embajada, el diplomático, con flema, le dijo que prefería que enviara menos manifestantes.
El Gobierno, esto es, el ministro del Interior, que es ya el que habla por todos, anuncia que habrá firmeza si "alguien lo hace mal". Está claro, es una amenaza, pero es una amenaza prudente. Nadie está interesado en que en la manifa del 19-J en Madrid pase algo. Rubalcaba se juega su candidatura a la presidencia del Gobierno y el 15-M la legitimidad de su actuación.
En algún lugar he leído (cuando lo encuentre, pondré el enlace) que los indignados valencianos planean una marcha a pie hasta Madrid supongo que con fines de presencia mediática que, con su intensa vida y capacidad de improvisación el movimiento tiene asegurada. Por cierto, al hilo de la crónica, a lo mejor estoy equivocado pero en el País Vasco no veo indignados, seguramente porque los indignables vascos llevan indignados desde los tiempos de Sabin Arana.
Pero lo más notorio que este cronista debe reseñar es el hecho de que los indignados leyeran un manifiesto durante la reunión de la junta de accionistas del Banco Santander; un manifiesto en el que se acusa a los banqueros de destruir los sueños de la gente. ¿No es hermoso? Nada de ir allí en plan de experto, economista, sabelotodo, a explicar a estos tiburones por qué no deben seguir zampándose los peces más pequeños, sino en plan indignado, poético, radical. Lo bueno es que la intervención se ha producido porque un accionista ha cedido a un indignado su derecho de palabra. Eso es pragmatismo típicamente bancario. Hay que escuchar a todos. Luego se hará lo que nos convenga. Los políticos podrían aprender. ¿Qué costaría invitar a algún representante del 15-M a hablar en alguna comisión del Congreso? Se convoca a todo tipo de personas, ¿por qué no a un indignado?
Y dicen que no es una revolución. No hay más que ver la reacción de los partidos. Los de la izquierda extraparlamentaria (por ejemplo Izquierda Anticapitalista) pero también sectores de Izquierda Unida quieren sumarse a ella, si no dirigirla y eso provoca continuos conflictos. El PSOE no sabe qué hacer, entre otras cosas porque tiene la responsabilidad del orden público en buena parte del territorio. Y el PP y la derecha mediática están furibundamente en contra. O sea, es una revolución.
La derecha compara el 15-M con Hitler, Mussolini y Franco. Lo de Hitler es un obvio tributo pagado a la Ley de Godwin, lo de Mussolini debe de ser por la marcha sobre Madrid y lo de Franco es asombroso teniendo en cuenta que según la Real Academia de la Historia fue un gobernante autoritario, no totalitario y, además, católico, inteligente y moderado. Cunde el nerviosismo mientras los indignados apuntan ahora a la Monarquía.
(La imagen es una foto de RinzeWind, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 18 de setembre del 2009
Unidad de discurso.
¿Quién dijo que habían desaparecido los partidos de clase? ¿Quién que lo habían hecho las propias clases? Analícense los enunciados recientes de los representantes más caracterizados de la clase capitalista y póngase luego en relacion con el último dicurso del PP.
Dice el banco suizo USB, el más afectado por la crisis actual, que para salir de la recesión España debe reducir los salarios un diez por ciento. Los salarios. No las rentas del capital ni los beneficios de las empresas ni los dividendos de las sociedades ni las primas de los banqueros. Sólo los salarios. Ser suizo tiene pinta de ser una condición cognitiva. Ser banquero suizo lo más cerca que cabe imaginar de la sapiencia absoluta. Para los suizos que vienen de vacaciones los españoles debemos de ser un pueblo primitivo que vive por encima de sus posibilidades y gasta un dinero que no es suyo. No es de extrañar. No hace mucho que todas las chachas de Ginebra eran españolas.
Item más: dice el señor Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal epañola, que hay que abaratar el despido, disminuir las cotizaciones empresariales a la seguridad social y eliminar funcionarios. Añade que jamás ha pedido el despido libre pero ¿no es cierto que el despido más barato es el libre? Lo de eliminar funcionarios es una manera desdeñosa de reducir el gasto público.
Comparése lo anterior con el contenido del discurso del PP en boca de la señora María Dolores de Cospedal cuando no difama o insulta, que es casi siempre. Dice la secretaria general del PP que hay que adelantar las elecciones pues el PP está presto para gobernar. No sé de ninguna ocasión en que, habiendo perdio las elecciones, el PP no pida de inmediato elecciones anticipadas.
Entre exabrupto y exabrupto, la señora de Cospedal añade que el PP piensa gobernar bajando los impuestos y reduciendo el gasto público. Reducir el gasto público, sobre todo el social, es reducir la parte de la renta que el Estado redistribuye en especial a los sectores más necesitados, es reducir una forma de salario es especie.
Cuando no está ocupada en enjaretar disparates, como ese de que el señor Zapatero es un "fundamentalista" y que le "falta coraje", la señora De Cospedal culmina su disertación augurando que el PP hará la correspondiente "reforma estructural" (despido libre, sin comillas) de acuerdo con los agentes sociales, sindicatos y patronal. Y si no hay acuerdo, añade Palinuro, se acude al procedimiento del "decretazo", que es el más contundente a la par que dialogante.
Se observará una notable coincidencia, de hecho una unidad de discurso entre el partido y sus partidarios.
(La imagen es un dibujo de Georg Grosz, Gegensätze, que se encuentra en la colección gráfica de la Staatsgalerie, Stuttgart, Alemania.
dissabte, 4 d’abril del 2009
Blogorismo del agorero. El Banco de España.
Supongo que a la hora de formular esos vaticinios sombríos del futuro que nos aguarda, los expertos y especialistas del Banco de España habrán hecho complicadísimos cálculos aunque, cuando dicen que hay un "alto nivel de incertidumbre", sospechamos que saben tanto del futuro como los sacerdotes romanos que vaticinaban el resultado de una guerra escudriñando entrañas de aves.
Lo que está claro es que los tales expertos, augurando lo peor a las veinticuatro horas de la cumbre de Londres, ignoran la importancia del factor psicológico en el comportamiento económico. Y dado que los datos sobre los que basan sus aciagas previsiones son anteriores a la dicha cumbre, hubiera sido mejor que se callaran. Como están las cosas, sólo han convecido al señor Solbes, a quien me comprometo a convencer a mi vez de que los asnos vuelan.
(La imagen es una foto de Martius, bajo licencia de Creative Commons).
dimecres, 25 de març del 2009
Medidas positivas y negativas.
No tengo grandes simpatías por los bancos. Me parecen quintaesencia del sistema capitalista de explotación. Por eso llevo pidiendo la nacionalización de la banca desde el año pasado (ver la entrada ¿Y si nacionalizamos la banca?) con escasos resultados menester es decirlo. Digo esto para probar que no soy sospechoso de rendirme a los encantos de la banca. Porque si nadie en nuestros países tiene los redaños de nacionalizarla (no de meterle fondos públicos y decir confusamente que eso equivale a una "nacionalización" pues es falso) habrá que reconocer que es ella y sólo ella la más adecuada para tomar las decisiones de restauración del sistema financiero y crediticio porque es la competente y la que tiene experiencia al respecto. A las pruebas me remito: ayer el Banco de Santander anunció una medida práctica, concreta, que será muy útil para ayudar a salir de la crisis. Propone el banco financiar hasta el 100 por ciento de las hipotecas para comprar viviendas a las que los constructores hayan aplicado rebajas del 20 por ciento en los precios. La idea es muy buena y servirá para desbloquear uno de los puntos negros de la actual crisis al asegurar a los constructores que tendrán clientes si rebajan un 20 por ciento los precios porque los bancos harán la financiación completa. Ojalá se generalice porque ese es uno de los caminos. Yo aplicaría un descenso mayor, hasta del 30 por ciento, pues hay margen, pero algo es algo.
La contrapartida a esto, viene, cómo no, del lado de los políticos y no de los de izquierdas, de quienes cabría esperar actitudes intervencionistas como las que están mostrando los colaboradores del señor Obama en Gringolandia, sino de los de derechas, esos que se pasan la vida hablando de no intervención del Estado en nada y de privatización general. El desvergonzado asalto que está dando la señor Aguirre a Cajamadrid para someterla a su control político ha merecido el calificativo de "esperpento" y de "intervencionismo público descarado"en un discurso del señor Quintás, presidente de la Confederación. Española de Cajas de Ahorro. La contraposición es bien clara: en un lado, los banqueros haciendo propuestas sensatas y en el otro los políticos, especialmente los de derechas, proponiendo disparates. ¿O no son disparates? Desde el punto de vista del imprescindible crédito que han de tener estas entidades, desde luego, porque da la impresión de que no son autónomas. Desde el punto de vista de los intereses específicos de la derecha quizá no lo sea tanto. Lo que la señora Aguirre y sus migos "liberales" quieren hacer con Cajamadrid es lo que ya han hecho con servicios públicos de salud, educativos, con el agua de Madrid: birlársela a los ciudadanos de la capital y privatizarla para ponerla al servicio de las pintorescas adjudicaciones del señor González, vicepresidente de la Comunidad.
Al lado de los banqueros de verdad estos tipos son un verdadero peligro de expolio de las riquezas públicas que hay que parar antes de que se queden con todo.
La imagen es una foto de Enrique Costa, bajo licencia de Creative Commons).
divendres, 13 de març del 2009
De necesidad, virtud.
Vista la situación actual del PP está uno inclinado a decir que la famosa foto de Fuenteovejuna/Génova 13 de hace unos días fue precipitada. Varios de los que en la imagen constituyen pinceladas de esa idílica unidad están ahora a dentelladas entre sí. Aparecen y desaparecen coches de alta gama, Jaguars, BMWs, etc. Por cierto, el último Jaguar del que oí hablar con insistencia en política fue el que le costó la portavocía del grupo socialista en el congreso al diputado del PSOE don José María Mohedano. Hay cosas con las que no se juega y los jaguars son una de ellas.
El ambiente está lleno de dossieres flotando, sospechas, acusaciones, desmentidos dentro del propio partido y un estilo bronco y agresivo hacia fuera, especialmente hacia la oposición. Las intervenciones de la señora Aguirre son cada vez más agrias, intempestivas, achuladas y faltonas. El aire se hace irrespirable allí por donde ella pasa. Quizá sea importante que alguien recuerde maneras a esta marquesa con toques de verdulera.
Por último también hay lío en lo contencioso administrtivo, a donde ha ido a parar el Ayuntamiento en recurso contra el reglamento de la Comunidad Autónoma de reforma del régimen jurídico de los órganos de representación y control de Cajamadrid, una irresponsable pelea por el máximo control político de la entidad en un momento que pone los pelos como escarpias a cualquiera que vea cómo va la crisis financiera. ¿A qué suena esto? A puro y crudo spoils system o "sistema de los despojos".
La imagen es una foto de 20 Minutos, con licencia de Creative Commons)
divendres, 20 de febrer del 2009
La quiebra del sistema.
Poco a poco va abriéndose paso la idea de que esta crisis mundial carece de precedentes y que puede tener una gravedad hoy insospechada pero que ya comienza a barruntarse con temor en las cancillerías: puede ser una crisis del sistema capitalista en su conjunto. Hace menos de un año el señor Rodríguez Zapatero se negaba a pronunciar la palabra maldita, prefiriendo "frenazo" o algún otro eufemismo. Hoy no solamente no se le cae de la boca sino que tanto él como sus ministros del área económica parecen noqueados en sus comparecencias públicas, casi balbucientes. Como todo el mundo por lo demás. Sólo los imbéciles van por ahí diciendo que saben lo que pasa y tienen el remedio. Hace poco también el inefable señor Greenspan confesaba a un Comité del Senado que estaba estupefacto y que jamás soñó que el mercado fuera realmente incapaz de autorregularse. Este genio de las finanzas ignoraba lo que sabe todo el mundo: que si hay que autorregularse es porque las reglas son necesarias y, lo dicho, todo el mundo sabe que la peor forma de imponer unas reglas es autoimponiéndoselas. Estoy seguro de que a estas alturas, quinientos años después, el buen Sancho todavía no se ha dado ni la milésima parte de azotes que había de propinarse a cuenta del desencantamiento de doña Dulcinea. Y ello sin mencionar los varios miles (creo) que se descuenta el muy pillo dándoselos a un árbol y fingiendo estar recibiéndolos a oídos de don Quijote y cuenta de sus borricos. Que ya Sancho entendía muy bien cómo funciona el mercado capitalista. Mucho mejor que don Quijote.
Las comparaciones con 1929 no se mantienen. Entre otras cosas porque entonces se pudo echar mano a la creación del Estado del bienestar y las políticas keynesianas. Ahora todo eso existe. Y nadie sabe a dónde puede conducir el catástrófico rumbo de la economía global, que encadena los datos macro negativos en razón creciente. Un vendaval que puede arrasar mercados, Estados, organizaciones internacionales. Un vendaval que puede avivar las brasas, nunca muertas en Occidente, del nacionalismo, el proteccionismo, el fascismo, el racismo y otros ismos no menos temibles.
Odio exagerar pero si, hace cinco años, no más, excuso decir veinte, alguien dice que el presidente de los Estados Unidos iba a considerar la posibilidad de nacionalizar la banca de acuerdo con una reciente propuesta de Paul Krugman que tiene bastante consenso entre los propios banqueros ese alguien terminaría la jornada en un frenopático. Hoy, sin embargo, lo consideran y proponen otros estadistas, como Silvio Berlusconi y Gordon Brown, claro que en el caso del señor Berlusconi la condición de estadista no excluye la de frenópata. Hasta el Gobierno alemán tiene planes para nacionalizar bancos cuando se encuentren con problemas como pasa ya con el gigante Hypo Real State (HRS). Bien es cierto que los accionistas gringos del HRS quieren plantar batalla al Gobierno e impedir la incautación.
Se dibuja una línea de conflicto entre los gobiernos y la banca. Esa petición del Gobierno gringo a la banca suiza USB, la principal del país, de que levante el secreto de 52.000 cuentacorrentistas estadounidense es casi un casus belli. El secreto bancario es la base del negocio suizo, como la de todos los paraísos fiscales pues a estos efectos, Suiza, Liechtenstein, Bélgica y Luxemburgo con sus secretos bancarios, son verdaderos paraísos fiscales, razón por la cual USB se niega a levantar el secreto bancario de los 52.000 clientes. Pero localizar ese dinero e impedir el uso de los paraísos fiscales es, al día de hoy, el primer paso de una política creíble de resolución de la crisis y salir de la crisis quizá sea cuestión de subsistencia de los Estados occidentales. El choque, por tanto, es frontal y no se le ve fácil solución. Antes se hacía una guerra, se abrían los puertos del Japón al comercio a cañonazos, por ejemplo; pero ahora eso no es posible o, cuando menos, no lo parece, aunque nunca se sabe.
Y si fueran sólo los bancos... A estas alturas la crisis es tan profunda y virulenta que no sólo los bancos sino los países son los que están amenazados de quiebra. ¿Pueden quebrar los Estados? Por supuesto y unos más fácilmente que otros. Consúltese el gráfico del Frankfurter Rundschau para ver el grado de riesgo de quiebra que tenemos los países de la eurozona (alto en Irlanda, Grecia, Eslovaquia y eslovenia; medio en Portugal, España, Italia, Austria y Bélgica; y bajo en Francia, Alemania, Países Bajos, Luxemburgo y Finlandia) y los de fuera de la eurozona. Los países extraños a la Unión Europea que tienen su propia moneda y es fuerte no suelen tener problema de quiebra porque dan a la manivela de hacer billetes a costa de la inflación que nunca es mala para todos. Lo más fastidioso es lo de los países de la eurozona con problemas porque al no poder devaluar su moneda pues no la tienen, pueden encontrarse en situación de quiebra, de no poder pagar sus deudas. En estas condiciones, ¿cuánto durará la Unión Europea si hay que decir a los ciudadanos que es preciso ayudar a Irlanda, a Grecia, a Eslovaquia, Eslovenia y quién sabe a cuántos más?
Por eso se dice aquí que esta crisis puede tener unas consecuencias impensadas para las cuales, me temo, nadie está preparado. Y nadie es nadie.
(La imagen es una foto de Daquella manera, con licencia de Creative Commons).