divendres, 30 de novembre del 2018

Borbonia

El rey sabe que eso es mentira. Salvo que no lea los periódicos, vea las teles o hable con alguien. Y aun así, estará en las redes, tendrá whatsap, echará una ojeada al Tuiter.  Hoy no es posible no estar informado. Sabe que miente. 

Los sofistas y los retóricos enseñaban a componer discursos convincentes en favor de causas falsas o inmorales o imposibles. Enseñaban a mentir. Pero sse esforzaban. Lo mismo que los asesores de comunicación hoy. Aunque, con el Borbón lo tienen fácil, pues lo trae aprendido de casa. Lo colocan cabe una mesa de caoba taraceada y una bandera de España cuyo escudo se come la europea y este hombre puede decir lo que quiera, que no lo escucha nadie. Solo hay que avisarle de que no se ría. 

Porque dice mentiras como los elefantes que su padre cazaba. Aunque un obsequioso Vargas Llosa compare su discurso con el del progenitor cazapaquidermos el 23 de febrero y haya quien lo iguale al de Lincoln en Gettysburg, no pasa de ser un conjunto de vacuidades, sinsorgadas y puras fantasías. 

¡Vamos, que España es vista en el exterior como un país serio! El hombre no ha mirado ni una de esas encuestas de autoevaluación cruzadas por países que se hacen een Europa. España es consistente número uno en país para ir de vacaciones; en fin; y no sigo. En cuanto a los derechos humanos, con nueve personas encarceladas más de un año sin juicio, está dicho todo. 

El resto del bavardage real mueve a risa. Sobre todo porque se hace en un acto de boato en el marco del cuadragésimo aniversario de la Constitución de 1978 que están ya celebrando al uso hispano, quizá coronado con algún desfile. Una Constitución que nos dimos entre todos,que nadie cumple, que se suspende de vez en cuando con el 155, que todos quieren reformar, si no derogar y promulgar otra, y cuyos más acérrrimos defensores son quienes en su día votaron en su contra. Lógico, ¿verdad?

Por cierto si, por fin hay reforma de la Constitución, sugiero la inclusión de una cláusula transitoria para cuando Gibraltar forme parte de España, que diga algo así como: "Cuando Gibraltar se reintegre al seno de la Madre Patria se garantizarán a los llanitos los mismos derechos y libertades que al resto de los españoles".