Es una vieja nana inglesa que ha ido reapareciendo aquí y allá, por sorpresa. La reaparición más célebre, la segunda parte de Alicia, A través del espejo; otra más cercana a estos pagos, La segunda muerte de Ramon Mercader. Y hay más. Humpty Dumpty (HD) es un huevo que, si se cae desde una valla, no hay quien lo recomponga. HD es un repositorio de metáforas. La propia nana es una, pues en ningún momento se dice que HD sea un huevo. Así se ha usado para representar muchas cosas más o menos altisonantes. ¿Por qué no la monarquía? Si cae desde lo alto de la valla (algo que, según muchos hizo Felipe VI el 3 de octubre de 2017), ya no podrá recomponerse, igual que no hay forma humana de volver un huevo roto a su prístino estado.
Bueno, tratándose de los Borbones, quizá no opere esta ley de la física. Los Borbones son especialistas en caer de la valla, hacerse trizas contra el duro suelo y resucitar de estas como el ave Fénix del fuego. Pulverizados quedaron Carlos IV y su infame hijo, Fernando VII, ambos de rodillas ante Napoleón; pulverizada la mujer del segundo, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que hubo de marchar al exilio dos veces; pulverizada su hija, Isabel II, la reina castiza, obligada a exiliarse a su vez; pulverizado Alfonso XII que, pronto finado, dejaba el reino en manos de la segunda y feroz Maria Cristina; pulverizado el hijo de Alfonso, Alfonso XIII quien, siguiendo ya consolidada tradición familiar, se exilió; pulverizado su hijo, Juan, que quedó hibernado en el exilio por voluntad de un general felón; pulverizados el hijo y nieto de Juan Sin Reino, que deben el trono a un golpe de Estado del dicho general, tres años de guerra, cuarenta de postguerra y otros cuarenta de propina. El HD borbónico es capaz de conseguirlo y rebotar. Lleva más de doscientos años haciéndolo. Los Borbones siempre vuelven.
Al HD de la nana no le sirven de nada All the king's horses and all the king's men ("todos los caballos y todos los caballeros del rey") para recomponerse. ¿Y a los Borbones? Los caballeros y damas del rey han acudido a Marivent con ánimo constructivo, conciliador, a ver si no se da el fatal destino de que no puedan recomponer a Humpty Dumpty. O sea, al rey. Y se han esforzado, mucho. Es la llamada "política de altos vuelos" o "sentido de Estado", también muy socorrido.
Baltasar Picornell, presidente del parlamento balear y militante de Podemos, anuncia públicamente que el rey está dispuesto a dialogar con los partidos independentistas, a tender puentes, a buscar soluciones. No es cosa de sacar punta a lo que no la lleva, pero ¿qué tiene esto de extraordinario? Dialogar, tender puentes,s buscar soluciones es su obligación de rey. ¿Anuncia el rey a través de su caballero que está dispuesto a ejercer de rey? ¿Quiere decir que antes no lo hizo?
Pues no, no lo hizo. El 3-O no lo hizo. Y ese es uno de los agravios, el más reciente, que el independentismo tiene frente a Felipe VI y por el que le exige disculpas. ¿Se pretende decir que la voluntad de diálogo, esto es, el cumplimiento del deber, equivale a una petición de disculpas? Exactamente, ¿qué mérito tiene que un caballero del rey diga que el rey está dispuesto a dialogar con los que representan a los miles de apaleados el 1-O? Más o menos el que tiene la reiterada oratoria dialogante del gobierno de Sánchez. Ninguno. Los hechos desmienten las palabras antes incluso de que se las lleve el viento.
La dama del rey, Francina Armengol, presidenta del gobierno de las islas y socialista, también ha echado una mano a ver qué puede hacerse por recomponer a Humpty Dumpty. El monarca debe sentirse más seguro porque ha cambiado el clima desde la llegada del PSOE con sus flamantes 84 diputados y su ilustrado afán por decir a los catalanes lo que pueden y no pueden votar.
Es comprensible la urgencia que sienten las damas y caballeros del rey (PSOE y Podemos) por colaborar al entendimiento entre España y la díscola Catalunya. La restauración, vamos, hoy llamada normalidad. Aquí interviene el elemento balear; esa urgencia es menor en las Castillas. Con todo los dos visitantes han respondido a una cuestión planteada a ambos que traduce bien la fe de la opinión en los intentos restauradores. ¿Y si se pide un referéndum monarquía/república? (Pues sí que están sólidos los puentes). Los dos le darán paso. Muy cucamente, ambos no declaran el sentido de su voto, aunque Picornell insinúa que es republicano.
Pues sí, estaría bien que España despertase a la necesidad de corregir el rumbo y se plantease la forma de Estado política y territorial en lugar de dar por buena la inútil y corrupta estructura heredada del franquismo. Estaría bien que los españoles se decidieran a decidir algo, por ejemplo, monarquía o república. Aunque eligieran monarquía, habrían salvado una pizca de dignidad al haber decidido algo alguna vez.
Estaría bien. Pero conviene aclarar algo: la República Catalana puede ser la partera de la española, pero no su melliza. La idea de vincular la República española a la catalana es ilusoria en España e irrisoria en Catalunya. La cuestión no es solo cronológica sino también política. La República Catalana va muy por delante. La República no es un objetivo, como en España, porque Catalunya, si es, es republicana. Solo necesita la independencia. Y ese es un tema en el que los independentistas saben que la reacción de monárquicos y republicanos es siempre la misma: No.
Por eso es bueno que las dos repúblicas sigan sus respectivos caminos.
Por eso es bueno que las dos repúblicas sigan sus respectivos caminos.