Completo el análisis del post de ayer, La moción de censura, reafirmando que, se busque la configuración que se quiera, la que propone Sánchez no servirá para nada en lo que afecta a la cuestión esencial hoy en el Estado español que es el conflicto España/Cataluña. Esto no quiere decir que Palinuro vea con indiferencia la destitución de Rajoy. En absoluto. Es una elemental decisión de higiene política librar al país de esta asociación de delincuentes presidida por un mangante que cobraba sobresueldos en negro y en la que hay matones y jayanes estilo Hernando, falsificadores como Cifuentes, truhanes como Zaplana y suma y sigue. Pero se trata de cuestiones que a quienes estamos interesados en la construcción de la República Catalana nos interesan moderadamente. Solo en la medida en que España sigue siendo la metrópoli que aún conserva capacidad para enmarañar, boicotear y dificultar la marcha de Catalunya hacia la independencia. Cuando esta lamentable circunstancia desaparezca, los líos del país vecino, España, nos interesarán bastante menos y, si acaso, solo porque puedan afectar a parientes y amigos en tierras de España.
Parece lógico que hasta un redil tan lleno de obedientes ovejas como la política española haya algo, poquito, de indignación por el hecho de ver el país gobernado por un partido condenado por los tribunales como asociación de malhechores y delincuentes. Palinuro lleva años pidiendo una moción de censura porque lleva también años diciendo que el PP no es un partido político sino una banda de ladrones. Ahora esto se ha llenado de yoyas, o sea los listos de "yo ya lo decía" y que hasta que no se han pronunciado los jueces no habían abierto el pico para condenar a esta asociación de chorizos y su gobierno de indeseables, presidido por el cobrador de sobresueldos.
Desde que la piedra de la moción de censura cayera en la ciénaga política española las ranas no han hecho más que croar. Sánchez comienza a tener una rebelión de sus barones más franquistas, como Bono quien, según dice, no está dispuesto a ir ni a misa con Bildu y los indepes catalanes. Muy propia metáfora de este meapilas que se la pasa en la iglesia dándose golpes de pecho, como todos los fariseos. Línea roja al secretario general: si ha de haber moción de censura (cosa que los más reaccionarios del PSOE, González, Rubalcaba, Redondo, etc., etc., lamentan profundamente), que no se cuente con los indepes vascos y catalanes. No le es difícil convencer al oportunista de Sánchez que, con tal de llegar al poder es capaz de engañarse a sí mismo. Nada de aliarse a la "Antiespaña", que diría el genocida Franco y repiten sus minúsculos herederos. Y Sánchez, que a saber qué prometió a los de ERC y PDeCat, le faltará tiempo para dejar caer a los indepes para abrazarse a Podemos y C's.
Tal es la alianza con la que los socialistas sueñan para su moción de censura: PSOE, Podemos, C's y quizá alguno del grupo mixto. La aritmética, muy favorable. Con 183 diputados, ningún problema para echar al Sobresueldos y su banda de facinerosos. Pero esa fórmula PSOE, Podemos, C's es exactamente la misma que se negó a avalar Iglesias en diciembre de 2015. Votando contra ella no solo impidió que Sánchez fuera gobierno sino que llevó al país a unas elecciones seis meses después en las que Iglesias creía que habría Sorpasso del PSOE (su verdadero enemigo pues es el verdadero enemigo de su maestro Anguita) y Podemos pasaría a hegemonizar la izquierda. No hubo nada parecido, Podemos perdió un millón de votos y no se acercó al gobierno ni en sus ratos libres. El resultado fue tres años más de desgobierno de la banda de ladrones que, para muchos, en realidad era la verdadera intención de Iglesias.
Según parece, los indepes catalanes, cuya ayuda a la moción no complace nada a Sánchez, colaborarían con la idea y ofrecerían su apoyo a la investidura del Sobresueldos, siempre que este simpatizara (o algo así) con los presos políticos. No gastemos mucho toner: Sánchez tiene una idea mucho más nacionalista española cuartelaria que la derecha. Por eso dice que no negociará los apoyos de los catalanes; espera que se le den a cambio de nada. Ignoro si alguien de ERC o PDeCat admitiría este trato humillante. Espero que no. Si Sánchez quiere ser presidente del gobierno, que lo sea con los votos de C's, que es más propio. Y ya tenemos muy perfilado el triunvirato de Sánchez (el fatuo Pompeyo), Iglesias (el inútil de Craso) y Rivera (un César muy tocado y falto de todo crédito y responsabilidad), unos 183 escaños, dispuestos a intensificar la dictadura del 155 en Catalunya.
Y esa es la cuestión: la moción de censura quizá consiga un cambio en la gobernación de España que ha llegado a una situación de colapso con un gobierno de ladrones perfectamente inútiles salvo para expoliar el tesoro público y oprimir a los catalanes. Pero no tendrá utilidad alguna para resolver el conflicto España-Cataluña, porque, entre otras cosas no lo entiende ya que en el consejo de ministros se sientan las cabezas de los muy y mucho españoles que, según el poeta, "embisten".