Estamos en el polideportivo de La Palma de Cervelló, una pequeña localidad cercana a Barcelona. Podríamos estar en cualquier otro lugar de Cataluña o de la misma Barcelona. Los colegios, las escuelas, los centros culturales, la mayoría de los designados para mesas electorales están ocupados por la gente, la ciudadanía catalana para evitar que los cierre y los precinte la policía. Sabemos que en cualquier parte tendríamos amigos, pero hemos venido aquí porque lo tenemos cerca. En esta noche reemerge la fraternidad de la lucha, pues todos compartimos una convicción: es un momento decisivo para el país y también en nuestras vidas. El referéndum depende de nuestra capacidad para mantenerlo frente al aparato represivo del Estado.
La llegada al Cervelló ha aliviado algo la irritación que me produjo esta mañana una tertulia que compartí en RAC 1 con Suso de Toro, Jesús Maraña y Jesús Cintora, uno que va de izquierda a lo Podemos (o sea, presunta y no real) llamando al referéndum "movilización", según consigna de los Morados. Sostiene que la situación es muy, muy, muuuuy compleja, que requiere soluciones muuuuuy matizadas, que son precisas soluciones muuuuy "políticas" en las que estemos todos, que debemos dialogar, que el gobierno del PP es corrupto pero qué vamos a decir del famoso 3%. O sea todo el argumentario del nacionalismo español de izquierda, idéntico al de derecha. Aunque estas falacias suelen caerme mal, las hubiera aguantado de no ser porque vino atacando y acusando al programa de falta de imparcialidad y de ausencia de otras sensibilidades. Esperé a ver si el presentador protestaba por la falta de respeeto a su profesionalidad y, como no lo hizo, lo hice yo y aprovecho la tribuna de Palinuro para dejarlo en claro: que venga un tipo de Madrid, con acceso prácticamente irrestricto a unos medios que son un oligopolio de enchufismo, manipulación y caciquismo, en donde no solo no hay imparcialidad, sino que hay listas negras y censura total a atacar a los medios catalanes, mucho más plurales que los de Madrid, empezando por los del propio Cintora, no hay por donde cogerlo.
Y ahora sigo con la "falta de sensibilidad" de un polideportivo en el Cervelló en donde a las 03:00 de la madrugada se están defendiendo los derechos cívicos y políticos de todos frente al ataque de los neofranquistas y sus cómplices de la "izquierda". Una sala de fútbol, baloncesto, balonvolea y otros deportes, ocupada por los padres y madres de los colegios cercanos, algunos con sus hijos, vecinos del lugar y algún afuereño como Palinuro y un su amigo periodista colombiano, guerrero de muchas batallas, que vino a hacerme una entrevista y decidió quedarse con nosotros para mantener abierto el centro hasta la hora de empezar a votar. Tenemos conciencia de retén de guardia. Somos unas cincuenta personas que aguantamos los nervios y la espera como podemos. Unas juegan al balón, otras tocan la guitarra, otras forman corros. Hay un par de mesas con víveres, zumos, galletas, bizcochos, etc., que han traído de sus casas. Algunos duermen en sacos y sobre colchonetas. Otros no pueden por el nerviosismo. Parece que la Policía Nacional y la Guardia Civil empezaron a salir de los barcos Piolín entre las diez y las doce de la noche en sus negros vehículos, bien armados y probablemente enfurecidos por los diez días que llevan en cuarentena. Son entre 6.000 y 10.000. Los esperamos en cualquier momento. Traen orden de presentarse en los centros de votación a requisar urnas antes de las seis de la madrugada. Son las tres. Sobre las cinco esperamos más gente. Se trata de parar la agresión de modo pacífico, no violento. No dejarles que secuestren las urnas. Si es posible, no dejarlos entrar.
La mayoría de la gente es joven y algunos de la CUP. Varios me han dicho que, si mañana se vota, será la primera vez que lo hagan en su vida. Les digo que deben hacerlo para evitar que sea la última. Otros tienen más edad y suelen ser de la ANC o de ERC. También hay ancianos que aportan recuerdos y experiencias. Somos la gente, defendiendo nuestro derecho a votar. Todas las profesiones y andaduras de la vida. Compartimos una experiencia que no hemos buscado, que se nos ha impuesto por la arbitrariedad de un gobierno corrupto y una oposición cómplice, incapaces ambos de encontrar alguna solución que evitara esta vergüenza de que seamos la ciudadanía quien tengamos que luchar por nuestros derechos y nuestra vida ya que nuestros representantes en el gobierno y en el Parlamento españoles no sirven para nada, aparte de cobrar sus jugosos emolumentos.
Todo son conjeturas. Nada es seguro. No sabemos qué pasará dentro de unas horas. Tenemos el nerviosismo y el orgullo de estar desobedeciendo a un orden tan injusto que, bien a la vista está, es un desorden, un desorden de robo, saqueo, latrocinio, engaño, injusticia, abuso, impuestos por una asociación para delinquir y tolerada, si no animada, por una oposición que ha entrado en el juego, sea PSOE, sea el bluff de Podemos. Los dos esperan su turno para beneficiarse de un poder que solo les sirve a ellos, pero es inútil para la ciudadanía, cuando no contrario a sus intereses.
Lo dicho, no sabemos qué pasará dentro de unas horas. Pero algo es evidente: ya hemos ganado. El referéndum se celebrará este domingo, hundiendo aún más en el ridículo y el desprecio a este sistema político incapaz de reaccionar con una conciencia mínimamente democrática y ética. Y si, empleando la fuerza bruta (porque de otro modo, es imposible) consiguieran vencernos e impedir que la consulta se celebrara, se hará en un mes, en dos, en tres más; cuando sea. Y seremos nosotros mismos, los que hemos protegido esta noche las urnas, quienes lo organicemos. No serán, en cambio, los mismos quienes estén enfrente. Sus amos habrán despedido a estos incompetentes para poner a otros.
Y la República catalana será.
Donec perficiam