dilluns, 23 de setembre del 2013

Frau Eisenmerkel.


Angela Merkel, triunfadora indiscutible de las elecciones, primera presidenta de gobierno que sobrevive a una votación hace ya años en Europa, desde que comenzó la crisis. Y no solo sobrevive sino que, con 41,5% del voto, supera en 7,7 puntos el que logró en 2009, a su vez el peor para la CDU/CSU desde 1949. De lo hondo, a la cúspide. Mayoría indiscutible con 296 diputados. Pero no mayoría absoluta (300). Los socios liberales de FDP han sucumbido a la cuchilla del 5% por primera vez también desde 1949. El partido que más tiempo ha estado en el gobierno alemán desaparece del gobierno y del Parlamento. Se veía venir. De hecho, la cúpula de la CDU/CSU debatió hace unas fechas la posibilidad de pedir a sus votantes que votaran por el FDP. La decisión fue negativa y los liberales se han quedado de extraparlamentarios. También se ha quedado fuera el partido euroescéptico de reciente creación, Alternative für Deutschland (AfD) que, por cierto, se presenta como el heredero del FDP aunque más parece su sepulturero.

¿Y qué más hay en el Bundestag? Pues, sencillo: tres partidos, el SPD (25,7% del voto), los verdes (8,4%) y La Izquierda (8,6%). La izquierda que suma 302 escaños. Es decir, la izquierda sí alcanza la mayoría absoluta que se niega a la CDU/CSU. Esto tiene yerba para rumiar. Nadie piensa que sea posible una coalición SPD-Verdes-Izquierda (que podría rebautizarse como naranja-verde-roja) y entre las coaliciones posibles de la CDU/CSU, la Izquierda no cuenta. Sin embargo, el líder de esta, Gysi, cuyo contacto con la realidad parece problemático, exultante, dice que, con el 8,6% del voto y 60 diputados son el tercer partido del Parlamento (con 8,4% del voto, los verdes también tienen 60 diputados) y le corresponde dirigir la oposición. Está a 122 diputados del SPD y dos décimas de los Verdes, pero piensa dirigir la oposición antes de saber en dónde estará el SPD.

La intriga es ahora qué coalición se formará. Queda excluida la posibilidad del gobierno en minoría pues Merkel corre peligro de no salir elegida a tenor del artículo 63 de la Constitución; e incluso de ser causa de unas elecciones anticipadas. La coalición es obligada. Pero ¿cuál? Hay tres posibles, según la antigua interpretación de colores: 1ª) negro-rojo; 2ª) negro-verde; 3ª)negro-rojo-verde. Si no puede haber una coalición de las izquierdas por razones que no cabe examinar aquí, Palinuro considera la 3ª opción la menos mala. El predominio alemán se mantendrá. Frau Eisenmerkel recordó en el momento de depositar el voto que los países del Sur de Europa habrán de seguir con la austeridad que tan bien les sienta. Queda la esperanza de si la socialdemocracia alemana y los verdes mitigarán algo la disciplina neoliberal del consenso de Berlín.

La gran preocupación de Palinuro, con todo, es el aprovechamiento que el PP hará de la victoria de la derecha alemana para sus propios fines. Los españoles deben ser tan inteligentes como los alemanes y votar el correlato ibérico de la CDU/CSU alemana. Ya veo los titulares: Votar a Rajoy es votar a Merkel. Éxito seguro.