En 2009, con esa facundia que caracteriza al personaje cuando miente, o sea, siempre, Rajoy decía que “Nadie podrá probar que Bárcenas y Galeote no son inocentes”. Tres años después asegura que no le temblará la mano si se demuestra que ha habido algún comportamiento impropio en el PP. Quiere decir, algún delito y quiere decir también que se demuestre más de lo que ya está demostrado. En el ínterin, Bárcenas, el de los sobres, ha seguido manejando sus negocios desde su despacho en la calle Génova, sede del PP, a donde ha estado yendo con más asiduidad que Cospedal quien, sin embargo, asegura que jamás lo ha visto, sin duda por la misma misteriosa razón por la que la ministra Mato tampoco veía en el garage de su casa el Jaguar con el que, al parecer, los mangantes de la Gürtel habían retribuido los servicios de su marido. Marido, por cierto, enchufado por Rajoy luego de perder su puesto al ser imputado. Hay cierta solidaridad entre estos pájaros para taparse mutuamente sus fechorías.
Esa solidaridad es la que Bárcenas cree que se ha roto, desde el momento en que el PP no ha conseguido evitar que se le procese. Desde luego, ha hecho todo lo posible, incluso condenar en firme al juez que instruyó el propio caso delictivo. Pero no ha sido suficiente. Así que, si Bárcenas no quiere comerse solo el marrón, tiene que seguir tirando de la manta. Nueva revelación: Aznar y también Rajoy recibían sobres. Jurídicamente hablando, esto no significa mucho pues los posibles delitos han prescrito. Pero políticamente es una bomba. Si son ciertos los cobros, Rajoy debe dimitir ipso facto y Aznar desaparecer del escenario eo ipso.
Es literalmente incompresible que el presunto delincuente Bárcenas tenga despacho en Génova a no ser que haya un claro factor de extorsión. El cántabro sabe tantas cosas de Rajoy, Aznar y resto de compinches que no se puede enfadarlo porque muchos irían camino del trullo. ¿Qué se siente cuando se sospecha que el gobierno es una asociación de delincuentes sometida al chantaje de un mafioso que lo tiene agarrado por los cataplines? Nada bueno, desde luego.
Con todo, este pringoso asunto de los dineros negros que presuntamente vienen cobrando lo peperos desde hace años debe encajarse en la debida perspectiva. Porque tener un gobierno de delincuentes es grave, sí; pero no puede hacernos olvidar que solo es la punta del iceberg:
- los sobres de Bárcenas se suman a la pastuqui robada por decenas de peperos en la Gürtel.
- La corrupción es generalizada y sistemática en el PP en Valencia.
- Y en Baleares.
- Y en el aeropuerto de Fabra, el del gordo de la lotería permanente.
- Y en todo el levante urdangarinesco.
- Y en la satrapía ourensana de Baltar, el de los mil enchufes.
- Y la corrupción de la Comunidad Autónoma de Madrid, que se revela con el Tamayazo, sigue por la gestapillo, FUNDESCAM, las privatizaciones y el ático de Ignacio Glez; porque se trata de otro gobierno presidido por otro supuesto delincuente, muy vulnerable a los ataques y chantajes de sus cómplices, al cual hay que exigir bien alto y claro una AUDITORÍA independiente de su gestión.
(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia Creative Commons).