En un mundo en el que 1.000 millones de personas pasan hambre, 1.100 millones no tienen acceso a agua potable y 2.000 millones carece de servicios sanitarios;
en una Europa que no consigue aprobar una estructura constitucional mínima que permita no ya continuar avanzando en la unificación europea sino mantener el enteco grado de unidad que se ha conseguido hasta la fecha;
en una España que tiene más de cuatro millones de parados, en torno al 17 por ciento de la población activa que duplica con creces la tasa europea de desempleo;
en una Comunidad Autónoma como la de Madrid que es la que genera mayor desempleo de toda España y donde uno de cada tres jóvenes no tiene trabajo;
en una Caja de ahorros que es la cuarta entidad bancaria española pero no ha comenzado siquiera el proceso de fusión con otras imprescindible para su supervivencia;
la señora Esperanza Aguirre no tiene otro pito que hacer que torcer el brazo del señor Rajoy para que éste tome medidas disciplinarias con un sicario de segunda por unas declaraciones que reputa injuriosas de hace más de tres días. Entre tanto la Caja Madrid sin gobierno, la Comunidad de Madrid sin gobierno y España sin oposición;
porque detrás de la batalla por la hucha y el madroño se oculta el combate por determinar quién manda en el PP, partido que asiste antre atónito y avergonzado a una sucesión de acontecimientos y revelaciones de intrigas y gabinetes tan insólitas como peregrinas.
(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).