dimecres, 1 de juliol del 2009

Malas noticias para los correveidiles de ETA.

Por fin es ya evidente, es verdad judicialmente establecida, lo que todo el mundo sabía: que Batasuna, Herri Batasuna, Herritarren Zerrenda y todas cuantas organizaciones, coaliciones, grupos, pandillas y peñas ha ido inventándose la izquierda abertzale para burlar la ley de partidos son correas de trasmisión de ETA, parte del entramado terrorista; que ilegalizarlas y prohibirlas no solamente no es antidemocrático sino que es el modo de proteger la democracia frente a quienes quieren acabar con ella; que la ley de partidos no solamente no atenta contra los derechos fundamentales sino que es un instrumento esencial para defender la democracia y el Estado de derecho de los ataques de sus enemigos los terroristas y sus correveidiles, los que les bailan el agua y que por más logomaquias y sofismas que empleen sobre si condenan o no condenan esta o aquella violencia, también la falta de condena al terrorismo, en ciertas circunstancias es recriminable.

Al mismo tiempo, según el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, España es un Estado de derecho y una democracia en todos los sentidos del término y hace muy bien en protegerse del ataque del entramado etarra que, a través de organizaciones-tapadera como las citadas, trata de estar en las instituciones para condicionar su funcionamiento y, en la medida de lo posible substituir la democracia por algún tipo de dictadura "popular", que es lo que gusta a los terroristas y su mariachi.

Y todo lo anterior no lo dice la Audiencia Nacional, órgano de excepción continuador del siniestro Tribunal de Orden Público, ni el Tribunal Supremo del podrido reino borbónico, ni el Tribunal Constitucional, instrumento al servicio del fascismo español. No. Lo anterior lo dice un tribunal de siete jueces presidido por un danés y compuesto por magistrados de Estonia, República Checa, Alemania, Liechtenstein, Mónaco y España. O sea, lo dice el mundo.

Se acabó el rollo de atacar a la democracia con el cuento de la libertad de expresión reprimida por el fascismo español; se acabó la monserga de que la interpretación del juez Garzón de que ETA es también su entorno que la sostiene, ampara, financia, ayuda y encubre, es un atropello; se acabó el cuento de que las ilegalizaciones del Tribunal Supremo eran atentados contra los derechos fundamentales; se acabó la melopea de que el Gobierno español pretenda asfixiar el debate independentista en el País Vasco. Ahora ya estamos todos al cabo de la calle.

Quienes en el pasado sostuvimos que había que ilegalizar todo lo que sirviera directa o indirectamente a ETA y que se hiciera con todas las garantías del Estado de derecho y de protección a los derechos de los ciudadanos, estamos de enhorabuena. Ya no tendremos que escuchar más insultos de los majaderos "izquierdistas", esos para quienes un sinvergüenza y un asesino, si dice ser de izquierda, ya no es un sinvergüenza ni un asesino.

Como comprendo la decepción de los justificadores, embellecedores y animadores de ETA y de todos los "izquierdistas" peninsulares que les hacen el juego, les ofrezco algunas vías discursivas para salir del atolladero en el que están: 1ª) en realidad, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) está compuesto por fascistas y enemigos del pueblo vasco; 2ª) los jueces del TEDH son una manga de prevaricadores comprados por los agentes españoles al servicio del Borbón; 3ª) los verdaderos jueces del TEDH han sido secuestrados por los fascistas españoles y en su lugar han puesto estos clones, dispuestos a justificar el genocidio de España en el País Vasco. Que por fabular no quede.

No obstante, como frente a esta decisión de sala del TEDH queda una vía de recurso ante el pleno del Tribunal, es de esperar que los estrategas que han conseguido este exitazo judicial la pongan en marcha. De esa forma quedarán en evidencia por segunda vez como lo que son: correveidiles de ETA.


(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia de Creative Commons).