Ya era hora. Resultaba ridículo que España se erigiera en juez universal, precisamente a través de una iniciativa del señor Garzón en relación con el señor Pinochet y tuviese su casa sin barrer en asuntos como el genocidio y las violaciones de derechos humanos. Porque si Pinochet fue un criminal el máster se lo dio el general Francisco Franco, otro criminal que se adelantó a su tiempo en materia de persecuciones haciendo palidecer las de la junta militar argentina y otros dictadores latinoamericanos. A su lado todos estos eran honrados gobernantes que se desvivían por su amado pueblo.
A su vez, lo que la oposición derechista va a hacer de inmediato ya no será cuestionar la competencia del señor Garzón sino insistir en el principio de irretroactividad de las normas penales en la esperanza de que el nombre del delincuente Francisco Franco no incurra en el ludibrio y su alambicado sistema de iniquidades y maldades no surja a la luz pública y sea, por fin, condenado treinta, cuarenta, setenta años despúés.
¡Un censo de los desaparecidos, masacrados, asesinados y enterrados de cualquier forma en cualquier parte! Desde luego,lo mejor es que se sepa la identidad de todas esas víctimas y qué sucedio con ellas y si, de paso, se conoce la de los victimarios, mejor que mejor. Será un acto de justicia.
En los años de la transición esto no fue posible ni en broma. Los franquistas seguían en el poder, sobre todo en el militar y el judicial. Los militares hubieran impedido por la violencia que sucediera algo así. No se había hecho nada y ya hicieron una intentona... ¡Cuántas veces escuchamos en aquellos años que lo que los de izquierda pretendíamos era ganar en la paz lo que habíamos perdido en la guerra!
Ahora el ejército ha cambiado mucho, sobre todo desde el ingreso de España en la OTAN y gracias a dicho ingreso, guste o no a quienes pusieron en marcha Izquierda Unida desde la plataforma del OTAN NO. Ya no se puede contar con él para un golpe de Estado. Por eso la derecha se ha concentrado en instrumentalizar el Poder Judicial, que ha cambiado mucho menos que el ejército, si es que ha cambiado algo. Sin embargo, las iniciativas del juez Garzón, inscriben en este ámbito y logran el palmarés de lo más avanzado y progresista. El juez Garzón hace historia y contará con el apoyo entusiasta de toda la gente ecuánime y justa del país. Su decisión traslada la polémica al interior del Poder Judicial, que ya va siendo hora también de que se enfrente a sus responsabilidades durante la Dictadura.
Pero los jueces aplican las leyes, en este caso la llamada Ley de la Memoria Histórica Cuando ésta se aprobó en el Senado con el apretado resultado que se aprecia en la imagen, muchos en la izquierda la saludamos criticándola y pensando que menos daba una piedra. La idea era -y así lo expusimos- dar un primer paso que posibilitara otros posteriores que abrieran por fin ese lóbrego tugurio del miedo y la memoria histórica de los españoles a los aires frescos de la justicia y la reparación. La decisión de zancada hacia este fin. Pero ha sido posible gracias a aquella Ley tan timorata e insuficiente para muchos perfeccionistas del momento.
¡Tres hurras por eljuez Garzón y también por aquellos legisladores!
(La primera imagen es una foto de Carolonline. La segunda, de Jaume d'Urgell, ambas bajo licencia de Creative Commons).