De los vencedores del Congreso del PP. Ganaron éste, pero no supieron (o no pudieron) hacer una candidatura integradora. Habitualmente entiéndese por tal un órgano colegiado compuesto por personas que se odian y a la primera ocasión reventarán el órgano en el que están si creen que ganan algo con ello. Sea como sea, con órganos compuestos tan solo por gente del botafumeiro vamos mal. No hace falta decir que se llama gente del botafumeiro a los que alaban al enemigo; quienes nos alaban a nosotros son fríos y distantes analistas que saben ver la verdad allí donde se encuentra: en la casa de mi Padre, decía Cristo, modelo de objetividad.
La señora Aguirre, una de las más botafumeirizadas de la historia, aprovechó la hora de medianoche, que es cuando las hadas convierten carrozas en calabazas y suaves sedas en paño basto para echar de sus chollos a los señores Lamela (el del Cristo del Severo Ochoa) y un tal señor De Prada que no parece haga la pelota a la jefa, cual se la hacen todos lo pelotas que la rodean como rodean a todo gobernante: muy bueno lo tuyo, jefe; qué precioso niño, ¿Qué hay de lo mío?
La señora Aguirre es "la cólera de Dios". No reposa, es rayo que no cesa ni acepta un no como respuesta. Esa permanente sonrisa sobre la que acecha una mirada de águila, fría, exacta, distante, que no soltará su presa. La señora Aguirre vuela alto y quiere que se le reconozca y de lo demás no se preocupa. Es una política audaz estilo Napoleón: primero, los hechos; las explicaciones, justificaciones, ideologías, después.
Una invitación a la lucha que la dirección nacional del PP no puede ignorar. Así que la señora Aguirre mantendrá enhiesta la bandera española en la CA de Madrid y, al final, antes de las elecciones de 2012, presentará su candidatura. De aquí a entonces, el PP será un partido dividido de hecho en dos, con una amenaza de secesión que sólo se mitigará en la medida en que salga elegido el sector de Aguirre, que es el más belicoso, ya que el otro, a fuer de moderado, no es capaz de llevar el conflicto a la escisión.
Difícil presidencia la de los vencedores del congreso.
(La imagen es una foto de Chesi - Fotos CC, bajo licencia de Creative Commons).