Ayer se leyó y escuchó de todo acerca de la questione septentrionale. Una nota muy oída fue la de la decepción: el PSOE sacrifica su espíritu izquierdista en Navarra al sórdido deseo de ganar las elecciones en España. Pues sí, tal ha sido. Salvando de momento el asunto de que lo que surgiera en Navarra fuera un gobierno de "izquierda", que luego se verá, el PSOE cree que la alianza con NA Bai es un handicap para las generales del que se aprovecharía el PP. Que el asunto es un puro cálculo táctico, sin trascendencia ideológica, se observa en el hecho de que el Partido Socialista Galego está gobernando con el BNG, que dice ser de izquierdas. El problema no es, pues, con la izquierda; el problema es con el nacionalismo, con el nacionalismo vasquizante estilo Batasuna. Ignorar eso no es buen punto de partida para entender la cuestión Navarra. Por lo demás, si los de Na Bai están tan interesados en un gobierno de izquierdas, ¿por qué no ceder las reivindicaciones nacionales para ligarse al PSOE? Porque de lo que se trata no es de izquierda/derecha, sino de nacionalismo vasco/español y el canto de sirena al izquierdismo del PSOE sólo pretende ganárselo para que legitime una política de imposición nacionalista en Navarra como la que se ha dado en los últimos 25 años en el País Vasco pero con la mitad de los votos.
El PNV es un partido demócrata-cristiano; o sea, un partido de derechas, si bien no de derechas extremas o cerriles. EA es un partido "socialdemócrata" en el sentido de la socialdemocracia del signore Saragat en Italia en los años cincuenta y sesenta y del señor Fernández Ordóñez en los setenta y primeros ochenta, esto es, un partido de elástica ideología entre el centro izquierda y la derecha y que suele estar en todos los gobiernos; su preponderancia navarra se debe al hecho de que el señor Garaikoetxea es navarro. Siendo eso así, la alianza con Na Bai tiene el espíritu izquierdista que puedan aportar Batzarre y Aralar y que no será mucho desde el momento en que la respuesta que han dado al rebufo nacional (no "madrileño", como dicen ellos, con ánimo de confundir las cosas) ha sido decir que Navarra se gobierna desde Madrid. No que se pierda un gobierno de izquierda, no; eso les importa una higa; el hecho es que Navarra "se gobierna desde Madrid". Lo que es falso. El PSN es parte voluntariamente del PSOE y estas decisiones se toman en los órganos "federales", o sea, para entendernos, "nacionales", igual que, me imagino, la Na Bai de Tudela o de Sangüesa forman parte de la Na Bai navarra, o "nacional". ¿Y cómo le sonara a uno de Tudela que le digan que lo gobiernan desde Pamplona? Pues de lo más lógico, ¿no? En algún lugar tendrá que estar el gobierno.
Hay quien dice que los socialistas navarros han quedado con el culo al aire y que hay que respetar lo que digan. Sí y no. Con el culo al aire han quedado por apuntarse a un órdago sin llevar juego. Respetar lo que digan... si lo que dicen es respetable.
Claro que el PSOE ha hecho un cálculo, un cálculo que puede hacer cualquiera: en Navarra el PSN es la tercera fuerza política; en España es la primera. ¿Alguien arriesgaría ser el primero en lo mucho por ser el tercero en lo poco? El cálculo, lo admito, podría ceder a favor de una cuestión de principios; pero, ¿hay cuestión de principios con los nacionalistas vascos? Si la hay, se basa ¿en qué experiencias? ¿En qué ha beneficiado alguna vez el nacionalismo vasco al socialismo español o a la izquierda o cuándo ha sido leal con ellos? Por lo demás, ¿qué tiene de malo un cálculo electoral? Los partidos ¿no están para gobernar, para ocupar el gobierno, para ejercer el poder? Quienes reprochan al PSOE el abandono del izquierdismo que se consuelen pensando que su cálculo táctico es perfectamente leninista: hay que hacer lo que sea para llegar al poder, que es donde se toman las decisiones. El PSOE ha sustituido el "lo que sea" leninista (en buena medida, compartido por el PP) por "ganar las elecciones". ¿Qué tiene eso de malo?
Sobre todo lo anterior, por una vez en la vida, creo entender a los hombres "del aparato socialista" que son, seguramente, los que han urdido esta salida de dejar el gobierno a la UPN. El PP ha declarado ya que se trata de una solución "constitucional" y sus gentes navarras se aprestan a gobernar, con lo que verán que, en un sistema parlamentario, sólo puedes gobernar en minoría si cumples el programa legislativo de la oposición. Es decir, es bastante posible que en Navarra haya reformas sociales en sentido de izquierda sin tener que pagar el canon de la "construcción nacional" como factor de primera atención.