En principio, no tengo nada que objetar a la medida, porque a todos nos interesa acabar con el spam y otras técnicas abusivas, aunque quizá debieran mejorar los sistemas de detección porque ocurre un poco como esas sirenas de alarma de vehículos, que saltan cuando los tocan y se pasan cinco minutos dando la tabarra al vecindario sin que haya modo de detenerlas ni el estrépito sirva para nada. Aquí sucede algo igual. No está mal que se bloqueen blogs sospechosos en tanto se dilucida su carácter. Pero debieran anunciarlo en el propio blog, para que nadie se llame a engaño. Como están las cosas, el único que se entera de que un blog está bloqueado es el mismo bloguero. Mas como no se le deja entrar en él, no tiene modo de avisárselo a sus lectores, con lo que algunos de estos deducirán que el bloguero descuida su trabajo de actualización, lo que es injusto.
En el fondo, me vino bien, porque tenía un trabajo pendiente que he de entregar antes del 31 de este mes y he podido concentrarme en él. Pero cuando uno se ha acostumbrado a soltar todas las noches sus rumiaduras, se siente uno un poco desvalido si no puede hacerlo. Que el hombre es un animal de costumbres.
No hace falta que diga que hoy, miércoles, me han desbloqueado. Pero, como no es cosa de soltar ahora la murga, me limito a esta explicación y una primicia en el post siguiente. Para que se vea que, aunque a Dios le falte la puntería, es justo y tiene sus compensaciones. Me bloquearon, sí pero, al mismo tiempo.... taaaaachínnnnn, taaaaachínnnn....