El artículo que publicaba ayer Josu Jon Imaz en El País requiere algún comentario. Supongo que no levantará entusiasmos en los círculos del abertzalismo radical, a quienes el señor Imaz achaca supeditación a ETA, pero es el artículo que los españoles querríamos leer de un presidente del PNV: lo primero, acabar con el terrorismo; luego, ya se verá.
La situación está ya tan clara que asombra cómo los de las pistolas no han conseguido cambiar de una vez y cesar en su actividad. En todo caso, es un asunto suyo y que ellos lo diriman. A los demás nos basta con saber que elpresidente del PNV y el PNV están en contra de la violencia de modo claro y contundente y nada de ambigüedades y sobreentendidos. Habiendo traspasado la línea roja de la última tomadura de pelo de la tregua tan unilateralmente rota como declarada, esta actitud del PNV, más acorde con los tiempos de lo que fue el Pacto de Lizarra, es exactamente lo que se necesita para terminar con ETA en el terreno policial y judicial. En el político hace ya algunos años que ETA es un cadáver.