Hacía tiempo que no se veía la bandera fascista de España en una manifa del PP y ayer volvió a salir, como se ve en la foto que saco de El plural, de un artículo de Luis Marchal. Ya están de nuevo en la calle, en las manifas de la AVT-PP, en donde luego el señor Rajoy no las ve, enmarcando la demagogia más desaforada. Porque lxs convocantes y quienes hablan encendidamente en los discurso finales poniendo de relieve la injusticia de que un asesino de 25 personas esté dándose el vidorro en San Sebastián, mienten a mansalva. El asesino de 25 personas ya cumplió su pena y carece de sentido pedir más justicia para él, salvo que se trate de la "justicia de Peralvillo", que es de la que entienden estos agitadores profesionales. El que está dándose el vidorro donostiarra es el De Juana que fue condenado (injustamente, a juicio de muchxs, entre ellxs de este bloguero) por publicar dos artículos bastante malos en Gara. Por lo tanto, quien debería manifestarse hoy en todo caso sería la señora Gallizo, directora general de prisiones y algún otro a quienes, según la sentencia, amenazaban aquellos indescriptibles artículos.
No merece la pena molestarse en explicar lo evidente: en esas manifas en nombre de las víctimas y en contra de De Juana, ni De Juana ni las víctimas cuentan. Esas manifas son algaradas callejeras del PP contra el Gobierno y, a estas alturas, bastante ridículas, con gamberros de postín y sacristía.