(En este post no habrá ilustraciones por respeto a las víctimas de la barbarie del 11m).
Desde el 11 de marzo de 2004 las fuerzas de seguridad del Estado, la administración de justicia, un sinfín de funcionarixs de otros servicios públicos y empleados de empresas privadas, una parte de los medios de comunicación, algunos partidos políticos y asociaciones de la sociedad civil y una cantidad ingente de ciudadanxs (espero que la inmensa mayoría) hemos hecho lo que hemos podido por sentar a los culpables en el banquillo y porque se haga justicia. Todxs sabíamos que, cuando arrancara la vista oral, sería como un vendaval que barrería con los hechos probados la enmarañada sarta de embustes, insidias, falsedades e intoxicaciones que se ha venido fabricando en estos tres años, conocida bajo el nombre de teoría de la conspiración, consentida, si no alentada, por el PP, alimentada por sus medios de comunicación afines, y coreada por sus auditorios. Pero creo que nadie previó la impresión que causarían las declaraciones de la víctimas.
El hecho es que ayer depusieron las seis primeras y se hizo un silencio estremecedor en la sala y fuera de la sala. Varias de ellas exigieron la responsabilidad política del gobierno anterior. Y es el caso que a este momento, más de seis horas después de las declaraciones, el PP no se ha manifestado al respecto siendo así que, en otros asuntos, responde a velocidad de relámpago. Es de esperar que a lo largo del día de hoy haya una declaración institucional en la que este partido tendrá que pronunciarse sobre la petición de responsabilidades políticas. Probablemente habrán pasado toda la noche pergeñándola y será digno de oírse lo que tengan que decir.
Y silencio también en sus medios. Hasta Libertad Digital titulaba el asunto del siguiente modo (y en cuerpo menor, dando cuerpo mayor a algo absolutamente irrelevante): La Asociación de Manjón pide responsabilidades al Gobierno del PP a través del testimonio de sus víctimas, que tiene mala uva, pero mucha menos de lo que es habitual en el medio.
Esa petición de responsabilidad política, formulada por gente cuya vida (o la de sus allegadxs) ha sido detrozada tiene una fuerza moral inmensa. La cuestión, pues, no es ella misma, sino cómo se lo van a tomar lxs directamente aludidxs. Por Libertad Digital ya tenemos un indicio: desacreditándola, tratando de mostrar que está motivada por intereses políticos. Y, lo dicho, ya veremos cómo reacciona el PP.
¿Y qué esperanza hay de que quienes han probado ser unxs irresponsables asuman responsabilidad alguna? Escasa a mi entender, pero es bueno que quede de manifiesto. Porque ahora han dado en la flor de decir que ellxs (esto es, el PP y todxs y cada unx de sus dirigentes) jamás compartieron la "teoría de la conspiración". La verdad, da un poco de vergüenza ver con qué desparpajo mienten la señora Aguirre y lxs demás. Todo el mundo ha visto que llevan tres años esgrimiéndola y no se inmutan al negar la evidencia.
Desde luego, pueden afirmar contra toda evidencia no haber estado en la teoría de la conspiración. Lo que no pueden negar es que gobernaban el 11m y en los años anteriores y que las pruebas de que aquel gobierno fue un desgobierno son ya abrumadoras.
En qué están los medios de la derecha se sabe de sobra: en seguir con la susodicha teoría en cualquiera de sus fantásticas versiones. Me precio de haber avisado, a la vista de la última entrevista de ETA, que el párrafo sobre los "ataques armados" del 11m llevaba mala baba e invitaba a intervenir a los de la conspiración, dando a entender que, despúes de todo, pudiera haber alguna implicación etarra. Y este finde el señor Ramírez ha cogido la invitación al vuelo y nos ha enjaretado la enésima versión de la fábula, con una prueba incontrovertible que se ha sacado de la memoria. La conexión mental ETA-Ramírez ha funcionado a la perfección. Pero la exigencia de responsabilidad política retroactiva es una carga de profundidad. Porque hasta lxs irresponsables son responsables. Con razón trataron por todos los medios de que no se celebrase la vista oral. Van a salir escaldadxs.