dilluns, 26 de març del 2007

EUROPO.

Ahí están, los 27 en la foto de familia, con algún añadido, ante la neoclásica Puerta de Brandenburgo, en un paisaje arquitectónico de gusto palladiano. Por ese lugar pasaba hace 25 años el muro que dividía la ciudad de Berlín en dos.

Contémplese la imagen. ¿Algo raro en ella? Efectivamente, sí señora, Europa, la Unión europea, es un asunto de hombres. La única mujer, la anfitriona, Angela Merkel, una de 27, el 3,7% del total. Definitivamente, a la Unión le queda un trecho para alcanzar algo parecido a la igualdad de género que predica.

La celebración del cincuentenario de la UE se ha cerrado con una breve declaración votada por unanimidad lo que significa, según dictamina François Bayrou, candidato centrista a la presidencia de la República francesa, que no dice nada. La doctrina de la Europa-chapuza se confirma. En la declaración con la que, según los medios, se desbloquea el camino de la Unión hacia la Constitución, no se habla de Constitución. De las 710 palabras del texto (he usado la versión francesa) el término unión o su derivados, aparece 20 veces. Casi una fijación. Díme de qué presumes...La libertad y la paz se mencionan expresamente cuatro veces cada una. El aspecto declarativo, por tanto, francamente endeble. El protodispositivo, vagaroso. Los 27 nos comprometemos a tomarnos en serio los "grandes desafíos" que son los conflictos en el mundo, el terrorismo, la delincuencia organizada, la inmigración ilegal, la política energética y la protección del clima. Sobre los acuciantes problemas de hoy, nos proponemos promover la "democracia, la estabilidad y la prosperidad allende nuestras fronteras". Aquí nadie habla de conflictos concretos como el de Oriente Próximo o el Irak. Prometemos asimismo ocuparnos de la "internacionalización creciente de la economía". En Europa, señora, no tenemos "globalización"; eso es un cosa de los yankies.

En cuanto a los firmes propósitos constitucionales, según la fórmula final, acordada tras frenéticos cabildeos hasta el último minuto, compartimos

"el objetivo de asentar a la Unión europea sobre bases comunes renovadas de aquí a las elecciones al Parlamento europeo de 2009".
Es decir, chapuza. Europa no pinta nada en el mundo y la integración está parada. Pero al menos disponemos de dos años para intentarlo de nuevo. La Constitución la frenó Francia en su día. Holanda se sumó más tarde. Será Francia quien la relance a partir de ahora. Por eso son tan importantes las elecciones a la Presidencia de la República cuya 1ª vuelta está fijada para el próximo 22 de abril. Mientras tanto, ha jugado la peculiar diplomacia comunitaria: no iban a dejar a Alemania colgarse la medalla del relanzamiento. Alemania es muy europea, pero Europa no quiere ser alemana.