Más manifas. 25.000 (o 45.000, según a quién se haga caso) ciudadanos salieron ayer a la calle en Bilbao, a protestar porque los jueces hayan citado a declarar al Lehendakari Ibarretxe. Se quejan los manifestantes de que esté habiendo un acoso judicial al Ejecutivo de Vitoria y que se esté atacando a la división de poderes. Los organizadores (PNV, EA, EB, Aralar) quisieron que el acto fuera unitario, pero Batasuna se desmarcó, afirmando que se trataba de una convocatoria ¡partidista! Siempre me han caído simpáticos estxs chicxs de Batasuna pero, desde el bombazo de sus primos hermanos en la T4, parecen sonadxs. Teniendo en cuenta que sus señorías quieren empurar a Ibarretxe por reunirse con el villano de la peli, Otegi, podía éste ser algo más elegante y darse un rulo por la manifa, que no han de caérsele los anillos abertzales.
A su vez, la reserva espiritual de Occidente (REO), la derecha política y mediática, anda vociferando que el PNV acosa a los jueces y ataca a la división de poderes. Es la "táctica del espejo" consistente en acusar a los demás de lo que hace uno. Porque quien judicializa todos los procesos políticos, se querella día y noche por un quítame allá esta declaración, y echa a los jueces encima de todo lo que se mueva es la derecha. Lleva años haciéndolo porque hay una coincidencia de fondo (muy profundo fondo, perdido en la noche de la noche española) entre la derecha y la judicatura. Por no poner más que un ejemplo: el señor Aznar llegó a la presidencia de Castilla y León -su trampolín para la política nacional- llevando previamente a los tribunales a su antecesor, el socialista Demetrio Madrid quien resultaría absuelto...años después. Y así han seguido.
¿Quien ha presentado la querella ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) para empurar a Ibarretxe? El Foro Ermua, parte estratégica de esa derecha política compuesta por el PP, la AVT, Basta Ya, el Foro Ermua, la FAES. "Todo es PP"; igual que para el PP "todo es ETA". El mismo Foro Ermua que ha solicitado de la Consejería de Interior de Vitoria que prohiba la manifa en apoyo a Ibarretxe. Estos no solamente acosan al Ejecutivo vasco y a su presidente, sino a los propios ciudadanos de la CA vasca, a los que quieren limitar sus derechos fundamentales, entre estos, el de manifestación. Ellos, que tienen ya convocada la enésima contra el gobierno del señor Rodríguez Zapatero el próximo 3 de febrero, D.v.
En esa otra manifa contra el gobierno actual ya se ha pedido que acudan los pancarteros con muchas banderas rojigualdas. Es lo que caracteriza a la derecha española, lo que la hace peligrosa y la diferencia de las derechas civilizadas de otros países, la costumbre de emplear en su beneficio los símbolos y las instituciones comunes. Y ello al tiempo (táctica del espejo) que acusa a los demás de hacerlo. Lo hace con la bandera, en el siglo pasado lo hizo con el ejército y en éste lo hace con los jueces. La táctica es bien clara: consiste en lanzar a la judicatura contra la izquierda, contra el nacionalismo vasco y catalán, contra todo lo que no sean sus intereses. Sólo el hecho de que el PP impida que se renueve el Consejo General del Poder Judicial, cuya composición refleja la mayoría absoluta del PP de la pasada legislatura, hoy inexistente, pone de manifiesto de qué se está hablando aquí, de configurar un contragobierno de jueces al servicio del PP.
¿Alguna duda? Con una altanería que sólo admite atenuación si se debe a ignorancia, el presidente del TSJPV recordó hace un par de fechas al Lehendakari Ibarretxe que "en España, ninguna autoridad está por encima de la ley". ¿Cómo que no? El señor magistrado falta a la verdad. El artículo 56.1 de la Constitución dice:
"La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad."De modo que sí hay una autoridad por encima de la ley. O el Rey no es autoridad (cosa imposible por cuanto es el depositario de la auctoritas, ya que no de la potestas) o el señor magistrado del TSJPV no sabe lo que dice. O lo sabe muy bien y lo dice como parte de ese designio de constituir en España una especie de gobierno de "facto" de los jueces que pueda contrarrestar las veleidades moderadamente izquierdistas del electorado; y de gobierno arbitrario porque si el Tribunal Supremo no ve delito en que unxs u otrxs políticxs se reunan con el estigmatizado Otegi, ¿a santo de qué admite este otro Tribunal Superior, pero inferior al Supremo, a trámite esta querella? De nuevo ¿alguna duda? A santo de entorpecer la labor del ejecutivo de Vitoria e interferir en ella y de hacerlo gratis pues nadie va a reclamar después responsabilidades a estos magistrados.
Porque uno de los aspectos más irritantes de esta instrumentalización de los tribunales al servicio de una facción política es el hecho de que el poder judicial sea el único que no se legitima mediante el voto del ciudadano. Sería conveniente que el PSOE acordara ir a las próximas elecciones legislativas con un proyecto de clara reforma de la estructura del Poder Judicial español. Ya está bien de que una judicatura claramente conservadora se ponga al servicio de proyectos políticos partidistas sin tener que dar cuenta de sus actos.