El día de Navidad suele ser estéril a efectos informativos. Y siempre que hay penuria de noticias, aparece la serpiente del lago Ness, especialmente en verano. Ahora es más difícil porque el tiempo no acompaña; no obstante, si se navega por la red, se observará que ayer el mundo, habitualmente noticiable parecía haberse parado, como si de la canícula se tratara y el campo informativo aparecía plagado de noticias extrañas, sorprendentes, como aquellos fenómenos que los coleccionistas conservaban antaño en sus gabinetes de cosas cuasi milagrosas que, según dicen los expertos, fueron el origen de los actuales museos. Traigo dos. En la primera se dice que el Papa, en su misa de Navidad dedicó un recordatorio especial a la infancia, a los niños que padecen hambre y miseria en el mundo, a los que son objeto de tráfico ilícito y, sobre todo, a los niños soldados, como el de la foto. Grande alma la del Papa. Si, en efecto, los niños son víctimas especialmente indefensas en este mundo de violencia y crueldad. Pero ¿es la Iglesia católica la más adecuada para salir en defensa de unos niños a quienes los adultos han despojado de la inocencia y de la infancia o es otra prodigiosa metedura de pata de este Papa y ya van tres o cuatro? Porque una iglesia cuyos sacerdotes tienen pendientes decenas de causas penales sólo en los EEUU, y cientos de millones de dólares de daños y perjuicios por pederastia, carece de autoridad moral para referirse a la cuestión. Ya su putativo fundador insistió una y otra vez en el aciago destino de quien escandalizare a uno de aquellos "pequeñuelos" (Mat. 18, 6; Mar. 9, 4; Luc 17,2), con lo que no habría ruedas de molino suficientes para atarlas a los pescuezos de tanto presunto (siempre presunto, ¿eh?).
En la segunda, el servicio central de inteligencia francés, DGSE, avisado, al parecer por el equivalente de los EEUU, ha alertado sobre un posible complot terrorista para hundir el famoso chunnel, que une Gran Bretaña al continente por debajo del Canal de la Mancha. Algo muy apropiado para sembrar la inquietud, si no el pánico entre las buenas gentes y predisponerlas a aceptar mayores recortes de sus libertades civiles y derechos fundamentales. La base para tan ominoso aviso es un aumento de actividad en los "chats" musulmanes, especialmente en los paquistaníes en los últimos tiempos. Vamos que, al igual que otros avisos tremendistas en diversas ocasiones en Alemania (supuesto complot para volar un tren) o en el Reino Unido (supuesto complot para reventar no sé cuántos aviones en vuelo valiéndose de unos u otros líquidos), parece ser pura especulación policial que luego no deriva en responsabilidades penales de forma que los presuntos autores ven pasar días y semanas en las cárceles sin que se formule contra ellxs acusaciones concretas, cosa que tampoco parece importar mucho a la opinión pública que, a base de dejarse contagiar por la histeria antiterrorista desatada por nuestros Estados a raíz del 11/sept., no parece especialmente sensible a las violaciones de derechos y garantías procesales de la población de color aunque sea ·del país".
Serpientes de invierno, que raramente son inocentes.