El señor Albert Boadella ha escenificado en su estilo de comediante el rechazo que le producen los medios catalanes al haber ignorado al nuevo partido Ciutadans en sus informaciones. Ese espíritu comediante, de irrespetuoso goliardo, ha impregnado al partido entero, cuyo secretario general, señor Rivera, se hizo fotografiar en bolas en el cartel electoral. Quizá una buena idea en su momento. Lo que sucede es que las campañas no se ganan teniendo la mejor primera idea, sino la última. Es posible que ésta del señor Boadella lo sea, quién sabe. Es una forma de reflexionar.
Su rechazo lo muestra el señor Boadella dando a entender en público que se limpia el culo con recortes de periódicos. Quien quiera ver el video, que tiene gracia, que vaya al blog de Arcadi Espada. Pobres periódicos de papel, siempre en primera línea de combate. Porque tiene difícil el señor Boadella escenificar de modo similar su rechazo a los medios audiovisuales que también han ninguneado a Ciutadans. Además, el rechazo debiera abarcar a los partidos catalanes, que se han atacado los unos a los otros durante la campaña sin dignarse insultar al del señor Boadella. Una falta de tacto.
Es más, ni lo han invitado a hacerse la foto del fin de campaña, que reproduce la clásica de la construcción del rascacielos del Rockefeller Center. La foto que se han hecho los cinco dirigentes catalanes (ignorando al señor Rivera) puede verse en Periodista digital. Es graciosa, merece la pena porque canta. Los dos dirigentes que señalan con el dedo hacia delante y arriba (y a la izquierda), cosa de mucho simbolismo, son los señores Carod y Saura, la izquierda, mientras que los otros tres, señores Montilla, Mas y Piqué miran a dónde señalan los dos primeros. Ante eso, palidece la astucia del señor Mas de situarse en el centro.