Muy gráfico, el caso está muy bien visto y es uno de los más conocidos de un juego de suma no cero, lo que vengo diciendo modestamente que es este proceso de negociación, el conocido como el "juego del gallina" (chickie run), que se juega con coches, como en el ejemplo de Ortiz: dos en el mismo sentido, pero en direcciones contrarias. Pierde el primero que se aparta.
En Rebelde sin causa, la famosa peli de Nicholas Ray, de 1955, con James Dean, Natalie Wood y Sal Mineo (en el poster de la izquierda, que tomo de Wikipedia, suscribiendo la declaración de fair use) , hay una chickie run con una variante: dos coches en el mismo sentido y la misma dirección, en una explanada que acaba en un barranco hacia el que se dirigen. Pierde el primer conductor que salte del coche antes de éste se precipite al vacío. Es un modo dramático de hacer visible ese concepto un poco abstracto de "juegos de suma no cero".
No cero porque, además de darse el supuesto de "suma cero" (lo que uno gana es lo que el otro pierde), puede darse el de suma no cero (los dos ganan o los dos pierden). Los dos jugadores pueden perder la vida. El otro ejemplo famoso que suele ponerse del chickie run es la crisis de los misiles soviéticos en Cuba en octubre de 1962, el momento en que el mundo estuvo más cerca de una guerra nuclear, con una flotilla de navíos soviéticos cruzando el atlántico y una flota estadounidense que rodeaba a Cuba encargada de impedir que los rusos llegaran a la isla. Fueron los rusos los primeros que se apartaron, ordenando a los buques dar media vuelta.
Nadie dijo que este proceso fuera a ser: a) rápido, b) un éxito.