Se me ocurre meterme en el Confidencial Digital y me encuentro que su noticia de portada es que Finlandia ofrece a los periodistas un boletín de noticias en latín, además de inglés y francés, tras las quejas de Alemania. Y efectivamente, ECD reproduce una página de la red con un boletín en latín que me parece más medieval que clásico, pero doctores tiene la Iglesia y nunca mejor dicho. Total, que me fui a la página de la presidencia finlandesa y, en efecto, allí está el Conspectus rerum Latinus 1/2006 que se ve en la imagen y en el que se da cuenta de la decisión de la Presidencia de seguir con la costumbre que ya inició en 1999 de publicar resúmenes de prensa con las actividades de los órganos comunitarios en latín. Se explica, además, quiénes redactan el texto, dos profesores de la materia que, a su vez, desde 1998 vienen publicando un boletín de noticias en latín para la radio pública finlandesa que se llama, claro, Nuntii Latini y se emite en programación nacional e internacional.
Estaba a punto de tirar la toalla, pensando que tenía que escribir algo sobre Rajoy y el 11-M, puf, puf, puf y, mira por dónde, los finlandeses me han salvado la noche. Porque, el que haya entrado en la página de ECD se habrá reído de ver que al "grupo de los 12" (los 12 del euro, claro), se le llama Grex euronis, el "rebaño del euro"; que me parece un peligroso neologismo y siembra confusión entre el euro y el eurus, que era el nombre del viento del SE.
Pero esto son minucias comparado con la sorpresa que siempre deparan los europeos; a veces en el cálido sur, como la metopa de un templo de Palermo (¡ah, la Magna Graecia!) hacia el 550 a.d.C. con el rapto de Europa, a veces en el gélido norte con el latín de la presidencia finlandesa, siendo así que el finés no sólo no es lengua romance, sino que no es indoeuropea. Hay una nación europea, pero se manifiesta de estas formas tan insólitas Y ¿qué decir de esa advertencia de que se publica en la "página web" (paginis interretiariis) de la Presidencia? Sale los miércoles.
Parece que los alemanes se quejaron de que los comunicados estuvieran sólo en inglés y francés y los finlandeses, con mucho sentido del humor y del ahorro, dicho sea de paso, añadieron el latín. Aquí, en el fondo, resurge la vieja rencilla entre Francia y Alemania. En realidad, sobra la versión francesa. Si los órganos comunitarios hablasen en inglés -que es el latín de hoy- todos ahorraríamos mucho. Pero eso no puede tolerarlo el orgullo francés: ha de ser inglés y francés. Y los alemanes se rebotan. Buena solución la del latín. Como cualesquiera otras. Lo único que no apoyo -y ya he visto por ahí- es el uso del Esperanto. La Babel europea no se arreglará añadiendo otra lengua que, además, no se habla en ninguna comunidad territorial.
UN CONCURSO NUEVO.
En el blog de Periodismo Incendiario, de Manuel Rico, que es muy divertido, han abierto un concurso para premiar al "Imbécil con columna" del año. Ya van a tener trabajo para discernirlo, dada la cantidad de ellos que se están proponiendo. Si no recuerdo mal, hace tiempo los periodistas parlamentarios daban un premio al "tonto del año", que solía recaer en algún político. Ahora, premiadores y premiados son periodistas. Siempre que asisto a estos rifirrafes me acuerdo de un cuento espléndido de Mark Twain, que se llama "Cuando fui periodista en Tennessee". Si lo encontrara en la interretiaria, lo colgaría aquí, porque se harta uno a reír leyendo cómo las rencillas entre periodistas en Tennessee se saldan a tiros o con bombas de mano.