dissabte, 12 de setembre del 2009

Nadie la quería.

Me refiero a la unificación alemana. Va para diez años que cayó el muro de Berlín, aquella vergüenza tras la que se ocultaba la mentira del comunismo, la mejor orquestada y más duradera del siglo XX, un muro que se había erigido para impedir que la gente escapara de la tiranía del partido único pero que oficialmente se justificaba como medida en contra del espionaje. Va para diez años que empezó el fin de la división de Alemania impuesta por los vencedores de la guerra y surgen ahora nuevas voces del pasado que prueban que los contemporáneos trataron como pudieron de frenar un proceso que los atemorizaba. Vuelve desde ignotos archivos la voz de la señora Thatcher diciendo a Gorbachov que no le gustaba la idea de la reunificación alemana y que no quería "desestabilizar" Europa ni la URSS. Puro miedo a los alemanes, producido por los recuerdos de la segunda guerra mundial. Lo mismo que pasaba en Francia. Miterrand, entonces presidente de la Vª República, desenterró el viejo e ingenioso dictum de François Mauriac: "Quiero tanto a Alemania que prefiero que haya dos". Hasta muchos alemanes estaban asustados. Basta repasar lo que escribieron entonces gente como Habermas o Grass en contra de la Wiedervereinigung.

Nadie en el fondo quería la unificación alemana. Todos se habían acomodado a la injusta reparticiòn del continente después de la guerra. Para los alemanes era cuestión de suerte: si habías nacido del lado equivocado del muro, tanto peor. Para el resto de los europeos el asunto parecía decidido: si te había tocado nacer del lado equivocado del telón de acero, tanto peor. Pero no había que mover las cosas. Los rusos convocaron en 1973 la llamada Conferencia de Paz y de Seguridad en Europa (antecedente de la actual OSCE) con el paladino fin de conseguir la aceptación expresa del statu quo posterior a la guerra que oficialmente no estaba reconocido aunque todos lo habían interiorizado. En aquella situación de esquizofrenia general, cuando en 1975 por fin se firmó el acuerdo de Helsinki con su tercer cesto y el reconocimiento de las fronteras de la posguerra en Europa faltaban cuatro años para que todo el edificio de mentiras se viniera abajo y de dichas fronteras no quedara ni el recuerdo. Al menos, al Este del Oder-Neisse.

Y con aquel derrumbe general se fue el comunismo un par de años después por el escotillón de la historia dejando tras de sí las sociedades más anómicas, desestructuradas, conflictivas y peligrosas de los últimos tiempos. Los paraísos del "hombre nuevo" eran predios de la insolidaridad y la guerra de todos contra todos en los que arrancó la nueva forma de acumulación salvaje de capital que todavía continúa y cuya muestra palpable es la oleada de eslavos que se desparramó por Europa en los años subsiguientes, dedicados a la delincuencia organizada, la mafias, el blanqueo de dinero, la trata de blancas.

Y todo empezó con la caída de aquel muro que dio paso a la unificación de las dos Alemanias. Por cierto, como las cosas no son nunca maniqueamente simples, algo de justificación tenían aquellos inútiles temores y prevenciones frente a una Alemania fuerte, unificada en Europa. Aunque nadie sabía bien cómo formularlos aceptablemente, razón por la cual no fueron operativos y los cascotes del muro se llevaron por delante el equilibrio de la posguerra dando paso no solo al fin del comunismo, sino al mundo global que hoy vivimos. Ternura, melancolía, nostalgia despiertan hoy los discursos sobre el famoso "dividendo de la paz" que jamás se materializó.

Tengo mi teoría sobre la razón y la sinrazón de ese inútil temor europeo a una Alemania fuerte: se origina, en mi modesta opinión, en la diferencia que hay en los dos conceptos de "nación" y "Estado" que manejamos los alemanes por un lado y el resto de los europeos occidentales por el otro. Los segundos, o sea, nosotros, creemos tenerlos claros (nación/Estado español, nación/Estado francés, nación/Estado italiano, etc) aunque luego descubrimos en el interior de cada cual que no lo están porque todos esos binomios incorporan excepciones y conflictos con otras naciones sin Estado que aspiran a conseguirlo. El caso alemán es distinto pues nunca en su historia han coincidido los dos conceptos salvo por razones de oportunidad diplomática. Esto es, nunca ha habido coincidencia entre la nación alemana y el Estado alemán. Ni ahora. Por eso no hay en Alemania, como en el resto de Europa, partidos regionalistas, nacionalistas, independentistas fuera de la CSU bávara que tampoco lo es. Y de ahí que los alemanes no vieran, ni vean hoy, la caída del muro de Berlín como los demás europeos occidentales: para ellos se trataba de unificar dos fragmentos de la nación alemana y no de restaurar un hipotético Estado alemán que, además, jamás había existido antes. Por eso pasaron de hablar de "reunificación" a hacerlo de "unificación". Siempre hay, siempre habrá, en Europa pedazos de la nación alemana fuera del Estado alemán. Ese es el sentido contradictorio de que Alemania sea el corazón de Europa, que no se reconcilia con sus propios límites. Exactamente lo mismo que sucede con la Unión Europea, que tampoco sabe en dónde termina eso que llamamos Europa. Europa, la inventora del Estado y su sepulturera.

Todo eso nos lleva demasiado lejos. Lo esencial ahora es que el hundimiento del muro de Berlín fue el comienzo del fin del comunismo y sus patrañas para alumbrar un mundo que ha generado sus propias injusticias, a veces mayores que las que vino a remediar. Sin ir más lejos, hoy hay muros de Berlín, muros reales, tangibles, de cemento, alambradas, focos y muerte, por ejemplo, en Río Grande (EEUU), Cisjordania o Melilla y muros intangibles pero no menos infranqueables en muchas otras partes del mundo; entre ellas, irónicamente, en la misma Alemania.

(La imagen es una foto de GothPhil, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 11 de setembre del 2009

Palinuro entrevista a Berlusconi.

Palinuro tiene enchufe con el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Así capitaliza el abundante jabón que le da en su blog. Gracias a ese enchufe ha conseguido "incrustarse" en el equipo zapateril que se ha desplazado a la isla de Cerdeña, en donde Il Cavaliere tiene su Villa Certosa y ya veremos cuántos y cuáles ministros españoles acaban pasando allí el finde. El colmo del delirio berlusconiano sería pasarlo a solas con la ministra Aído pero parece que las únicas "rosas" del Gobierno español presentes en la cumbre hispano-italiana con Fernández de la Vega, Chacón y Salgado y no es fácil la cosa porque cualquiera de estas tres sabría ponerlo en su sitio. Aído también, por cierto, pero es el caso que no estaba.

Palinuro "incrustado" en el equipo al modo en que los periodistas gringos estaban "incrustados" (embedded) en las tropas de su país que invadieron el Irak hace seis años para derramar sobre él las bendiciones de la civilización y la democracia. Incidentalmente, no comprendo porqué se ha aceptado que la traducción de embedded sea "incrustado" cuando lo que dice el inglés exactamente es "encamado", algo que define mucho mejor las funciones de los periodistas en la invasión del Irak puesto que en realidad van de putas de los militares, para decirlo de un modo a lo Berlusconi.

El presidente del Consejo de Ministros me hace esperarlo en una especie de coqueto gabinete que hay en el palacio en que se celebra la cumbre y finalmente se reúne conmigo terminada la rueda de prensa con el presidente Rodríguez Zapatero a quien el señor Berlusconi considera como un Balilla, de recia tradición genovesa.

Palinuro: Cavaliere, muchas gracias por haberme recibido para esta entrevista.

Silvio Berlusconi: no las tiene, no las tiene. ¿De qué periódico es Vd.?

P: no es un periódico, es un blog pero claro es periódico; periódico pero no diario. O sí, también diario.

SB: ya veo que los españoles, como los italianos, definen con concisión y rapidez. Bueno, el caso es que no es Vd. de El País.

P: no, presidente, en España hay más periódicos además de El País.

SN: lo espero con tutto il cuore porque pienso destruir a esa repugnante muestra de prensa falsaria, refugio de comunistas. Destruirla es borrarla de la tierra, como otros periódicos de Italia que sólo imprimen mentiras sobre mi persona.

P: destruir un medio de comunicación, sobre todo un nombre de éxito, es complicado.

SB: Vd. no sabe lo que se consigue con dinero.

P: no, no lo sé.

SB: ya lo veo. Todo, se consigue todo. Y yo tengo mucho dinero. Puedo aguantar procesos prolongados, pagar abogados, comprar testigos, eliminar pruebas, sobornar jueces...

P: no, no puede.

SB: ¡sí, puedo y lo hago!

P: quiero decir que no debe.

SB: eso es otra cosa. El deber, ¡ah, el deber! El único deber que conozco es el deber dinero.

P: así que Vd. gobierna como quiere.

SB: exactamente, joven; llegará Vd. lejos, Palinuro, un hombre duro, un hombre puro; por un hombre juro: ¡Palinuro! Gobierno como quiero. Mi gobierno hace lo que yo quiero, los medios dicen lo que yo quiero

P: y, si no, les cierra la boca con dinero.

SB: o los compro, o los destruyo, o los convierto en una pizzeria a domicilio. Así es la vida.

P: Y ¿cree Vd. que la gente, los italianos, apoyan esta forma de ser?

SB: la adoran. Todos quisieran ser como yo; me bendicen en sus casas. Por supuesto, hablo del popolo italiano, l'uomo semplice della strada, no de los resabiados intelectuales, profesores, izquierdistas envidiosos, masones, judíos, maricas, hippies y drogotas. Esa es la minoría que me odia y que hace oír mucho su voz porque dispone de maquinaria, empresas, tecnología y el noventa por ciento del terreno mediático en Italia, destinado a mentir a mansalva. Conmigo eso se ha terminado.

P: o sea, según Vd., como los medios izquierdistas más radicales, los grandes medios de información son en realidad medios de desinformación y manipulación.

SB: exactamente. Una curiosa coincidencia, por lo demás.

P: ...y Vd. propone terminar con ellos para establecer un ámbito mediático sin desinformación ni manipulación.

SB: ¡no, bambolotto, eso es lo que dicen los medios de la izquierda radical, que son todos gilipollas, como dicen Vds.! Lo que yo quiero es sustituirlos por mi forma de desinformar y mi modo de manipular.

P: pero eso, en el fondo, indica un profundo desprecio por su país y su gente.

SB: ma, cosa dice? ¿Cómo voy a despreciar al país europeo que produce le piú belle donne del mondo?

P: eso será si nos olvidamos de Dulcinea.

SN: ¿cómo? ¡A, sí! Dulcinea, la amada del Quijote, que no existía en verdad. Eso le pasaba al Quijote por no follar, que se le calentaron los sesos. A nuestra edad, mi joven amigo, hay que follar y a ser posible, con chavalas que son las que tienen fuerza. Las otras están ya desvencijadas.

P: tiene Vd. una habilidad extraordinaria para sacar de quicio a las feministas.

SB: esas viragos... Desde luego, desde luego y a los maricas también. Hay que acabar con el predominio de maricas y comunistas en la vida pública italiana, sanearla.

P: ahi es donde está la cosa, se dice que no distingue Vd. entre lo público y lo privado.

SB: ni falta que hace; soy el hombre más rico del país, poseo los medios de comunicación más poderosos, ¡soy el propietario del país! Caramba, estudia la historia, chaval: los reyes absolutos tampoco distinguían entre lo público y lo privado porque todo era suyo y no por eso dejaron de funcionar los Estados; al contrario, alcanzaron su apogeo: Felipe II en España, Iabel I en Inglaterra, Luis XIV en Francia... ¡Monarquía absoluta!

P: Pero esas orgías con veline en su condición de Presidente del Consejo...

SB: claro, es lo que ellas quieren. A las mujeres les encanta follar con presidentes y no con el señor tal o el señor cuál. Pregunte a mi amigo Sarkozy. Les encanta follar con presidentes que traten a presidentes que les cuenten cosas de Mr. Obama o de Frau Merkel.

P: esos mandatarios empiezan a considerarlo a Vd. como un problema.

SB: eso es lo que dicen en público pero luego les encanta venir y no te digo lo que hacen en privado porque sale luego cualquier snvergüenza contando mentiras de paparazzo.

P: pues lo calla Vd., o lo compra.

SB: veo que aprendes rápido, chaval, tú tienes porvenir.

P: ¿con Vd.?

SB: habría que verlo; ver lo que vales de verdad, no lo que parece que vales.

O: déjelo, era una broma. Oiga, se dice que sus fiestas eran con putas a las que pagaba.

SB: ¡qué pesados! Ya he dicho que yo no pago por follar,

P: pueden pagar otros.

SB: Pueden, pero no soy yo. Yo soy el Jefe. El mejor Primer Mnistro de Italia en 150 años y soy el mismo Berlusconi que atiende a sus empresas.

P: o sea, el capitalista Berlusconi, el empresario sin escrúpulos se ha convertido en el político Berlusconi con iguales características y, además, el poder político, esto es, el poder de legislar lo que más le interese.

SB: que es lo que hago. Me he blindado procesalmente si no a estas horas sería pasto de cualquier juez comunista de los que hay a patadas en Italia. El parlamento aprueba la legislación que yo quiero porque los diputados de mi partido son en realidad mis empleados, los pago yo, porque la listas electorales se complementan muy bien con mujeres. ¿No quieren cuota?

P: pero es que Vd. sólo quiere mujeres guapas.

SB: Y ¿qué? Las mujeres guapas dan votos. Mire, lo importante es tener una idea, un rumbo, un objetivo y atenerse a él. Si la gente se da cuenta de que es así, cambia de actitud y empieza a dar lo mejor de sí misma y surgen esas manifestaciones que exaltan el epíritu.

P: ¿cómo cuáles?

SB: las patrullas ciudadanas.

P: pero eso es algo pensado en contra de los inmigrantes.

SB: sólo de los ilegales. Es desagradable pero es necesario. Italia es nuestra casa común y a nadie le gusta que entren sin permiso en su casa. ¡Pues tampoco en la común!

P: por ahí es por donde dicen que anda Vd. bordeando el fascismo.

SB: ya ves; simplemente por decir la verdad. Y la verdad es también que no todo fue malo en el fascismo. El fascismo tuvo cosas buenas. Había sentido de la unidad de la Patria, la nación italiana. ¡Ahm qué tiempos! Giovinezza, giovinezza, primavera di belleza.

(La imagen es una foto de lordcima que lleva por título Berlusconi Cambieremo la giustizia dalle fondamenta, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 10 de setembre del 2009

El debate vacío.

El debate de ayer no tuvo la agresividad y vistosidad de otros, pero dejó en evidencia dos estilos distintos y opuestos de hacer política. De un lado, el del presidente del Gobierno quien, aun no teniendo puntos firmes de apoyo, ni mensaje concreto que trasmitir, no trayendo nada específico y suficientemente desarrollado, sabe dosificar la información de que dispone, organiza su proyecto y se adapta a las circunstancias. De otro el del señor Rajoy, también carente de estructura y de datos concretos y tangibles y ayuno de toda responsabilidd por poner en práctica lo que se dice ya que no se dice nada. Las intervenciones del señor Rajoy, intemperante, condescendiente, a veces despreciativo y con muy escaso margen para enderezar es el ejemplo perfecto de lo que no hay que hacer. Sobre todo en los momentos polémicos.

Ciertamente, el señor Rodríguez Zapatero es liviano y, si alguna vez tuvo eso que llaman carisma -basado en el hecho de ser una persona bien educada que no salta a la yugular del interlocutor- ha mucho tiempo que lo perdió y cuya mejor defensa es el hecho de que su contrincante y pretendiente a la vez es el señor Rajoy quien jamás en seis años que llevan frente a frente, ha conseguido no ya superar al presidente en aprobación popular sino simplemente acercársele.

Eso en cuanto a las formas. En cuanto al fondo el resultado es igualmente anodino: el presidente estaba seguro de que los ciudadanos entenderemos que aumente la presión fiscal "moderadamente" a la vista de las circunstancias catastróficas por las que atravesamos. Como, al mismo tiempo, no dio datos específicos de quiénes pagarían cuánto más, estaba en lo cierto al presumir aquiescencia. En cuanto al dirigente de la oposición mayoritaria, se limitó a elaborar su habitual discurso negativista, hipercrítico y tremendista, sin advertir que, aunque el presidente no conseguía generar una corriente de apoyo o simpatía en la cámara, menos lo hacía él y, de este modo, el debate consistió en un intercambio de vaguedades e inconcreciones entre dos mónadas leibnizianas ambas ajenas al mundo exterior. No obstante, el señor Rajoy consiguió bordar su número más característico, el que prueba que los dioses no lo han llamado por el camino que tan inútilmente se empeña en seguir, el de la política: tocó a rebato, llamó la atención, hizo su altisonante oferta de acuerdo y diálogo... y la vinculó a una condición que de antemano sabía tanto él como la audiencia que era imposible de cumplir: acuerdo de ambos partidos para acometer la crisis y reducir el gasto público... a condición de no subir los impuestos que era, precisamente, todo el contenido del debate de ayer.

(La imagen es una foto de guillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons).

El alcance de la expresión el entorno de ETA.

Francia acaba de extraditar al etarra Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, acusado en España, entre otros crímenes, del asesinato del periodista José Luis López de Lacalle. Me he quedado mirando el retrato del presunto asesino sin saber muy bien porqué, quizá en la esperanza de encontrar alguna pista o clave que me ayude a entender aquel crimen tan absurdo como odioso. Sin éxito, por supuesto. Ese rostro anodino, de mirada vacuna y ausente y expresión tarda corresponde a alguien que asesinó (si lo hizo él) a quien le dijeron que asesinara, sin saber nada de su víctima. Probablemente lo ignoraba todo acerca de José Luis López de Lacalle.

Pero yo no. Conocí a José Luis en el año 1968 en el penal de Soria en el que cumplía condena por asociación ilícita pues era miembro del Partido Comunista de España mientras que yo lo hacía por propaganda ilegal y manifestación no pacífica y no pertenecía a partido alguno. A pesar de nuestras discrepancias políticas nos hicimos amigos rápidamente porque era un hombre abierto, inteligente y franco y un luchador antifascista. Y me cayó bien.

Nunca entendí porqué lo asesinaron y la contemplación del rostro de su presunto asesino no me acerca a dicha comprensión. José Luis era un demócrata y un hombre de izquierdas. Esto no quiere decir que sí entienda los asesinatos de otras personas que no sean demócratas y/o de izquierdas. Ningún asesinato de ETA es inteligible. Pero el de José Luis me afecta personalmente porque era un amigo mío.

Al poco tiempo de este crimen, Pepe Rei, editor de Ardi Beltza, publicó un vídeo sobre el País Vasco haciendo especial hincapié en los asuntos de ETA y la represión policial. Lo más desagradable de la cinta es el momento en que, basándose en las declaraciones de un presunto periodista cuyo rostro se oculta, cuya voz se desfigura y cuyo nombre se falsea (con lo que puede ser una invención) viene a decirse que José Luis era un confidente de la policia. Estoy sguro de que no era así y, aunque lo fuera, ello no haría mejor su asesinato; pero es que no lo era y el vídeo no aporta prueba alguna, sino que se limita a arrojar sospechas, insinuaciones, basura, sobre el nombre de José Luis.

Esta coincidencia ilustra a la perfección la justeza de la teoría garzoniana del "entorno de ETA", cosa que señalo para todos aquellos que se escandalizan y simulan no entenderla cuando está bien clara: unos asesinan y otros, los chivatos, los correveidiles, legitiman los asesinatos y señalan nuevas víctimas; unos matan y otros hacen el trabajo no menos sucio de justificar las muertes y, de paso, advertir en el mejor estilo mafioso, a todo el mundo de que eso puede pasarle a cualquiera. Unos asesinos te roban la vida y otros carroñeros el buen nombre. Y están todos coordinados.

¿Se entiende ahora qué significa "entorno de ETA" y por qué hay que proceder policial y judicialmente contra él?

dimecres, 9 de setembre del 2009

El puño cerrado.

¡Qué fuerza tiene lo simbólico! ¡Cómo pega la imagen! Ha sido ver a las señoras Pajín y Aído puño en alto y se ha disparado el cutrerío conservador más carcunda, dando al traste con cuidadas componendas ideológicas absolutamente inverosímiles como que la señora Aguirre sea o pueda jamás ser "liberal" en el sentido ordinario, gaditano mas escocés del término. Todos soltando sapos y culebras y cubriendo de improperios el gesto del puño cerrado en alto: antiguo (no deja de tener guasa que un conservador considere que lo antiguo sea reprobable), trasnochado, amenazador, triste. Hasta la izquierda nacionalista, todavía más cutre y paleta, sale diciendo que el señor Rodríguez Zapatero "marca paquete obrerista" o alguna grosería de este jaez. ¡Qué mal llevan todos el radicalismo del gesto con el atractivo de quienes levantan el puño!

Y podrían, pues tan patrióticos son, reconocer que el puño cerrado es otra gran aportación española al lenguaje (gestual en este caso) político internacional, como "liberalismo", "junta" y "guerrilla". Y si no es original español, que no estoy seguro, se generaliza en el mundo entero a partir de la guerra civil española. El famoso cartel de Joan Miró de 1937, símbolo del arte de vanguardia de entonces dio la vuelta al mundo. ¿Qué amenaza hay en ese campesino catalán? ¿Qué en el texto ingenuo pero ciertísimo a largo plazo de Miró "Dans la lutte actuelle, je vois du côte fasciste les forces périmées, de l'autre côte le peuple dont les immenses ressources créatrices donneront à l'Espagne un élan qui éttonnera le monde"?

En el gesto de los hombres del pueblo en el cartel del Frente Popular, probablemente de 1938, ya hay más agresividad. Pero estábamos en mitad de una guerra que habían desencadenado las derechas, parte importante de las cuales (y todas después de la guerra) saludaban a la romana, como los fascistas italianos. El puño cerrado de los izquierdistas fue la respuesta al saludo cesarista, ese sí totalitario que en alemán se acompañaba de un estentóreo Heil Hitler! y en español de un ¡Franco, Franco, Franco! El puño cerrado ha sido siempre símbolo de todas las izquierdas, socialistas, comunistas, anarquistas, etc. Y es bastante absurdo acusar a los anarquistas de totalitarios.

Símbolo para toda la izquierda siguió siendo después de la guerra civil española, difundido en el mundo entero probablemente por los voluntarios de las Brigadas Internacionales que sobrevivieron. Y así estuvo hasta que resurgió con nuevos bríos a raíz de 1968, ese año al que los conservadores tanto odian, por ejemplo el señor Sarkozy que quiere acabar con el "espíritu del sesenta y ocho". Cosa no tan fácil. El puño cerrado ocupa un lugar muy visible en la imaginería sesentayochera, es el sello de Lucha continua y conoció diversas manifestaciones gráficas. Es una recuperación de un viejo símbolo revolucionario para señalar tres elementos del movimiento: su radicalismo, su antiburocratismo y su internacionalismo. El recurso al lenguaje simbólico de las manos es la opción típica del internacionalista. Porque casi todos los signos de las manos son inteligibles de inmediato en todas las latitudes y culturas del planeta. Por supuesto, hay un "casi" en que esto no es así y es preciso explicarlo. En el lenguaje simbólico, el puño cerrado está asociado a determinación y unidad; nada se dice de qué determinación y cuya sea la unidad.

Palinuro tiene una especial debilidad estética por este gesto, cada vez más infrecuente pero que en los años siguientes al sesenta y ocho y en los setenta y adelante apareció entre los movimientos radicales independientes. Lo usaron las mujeres de la Organización de Nacional de Mujeres (NOW) y otros movimientos concebidos según parámetros no habituales hasta la fecha, conservacionistas y pacifistas.

Famosos son los dos puños en alto enfundados en sendos guantes negros de los Panteras Negras. El gesto de Tommie Smith y John Carlos, oro y bronce en 200 metros lisos en los juegos olímpicos de México en 1968 fue la sopresa del mundo. Los dos atletas iban descalzos en memoria de la pobreza de los negros y llevaban una especie de cíngulo en torno al cuello en recuerdo de los ahorcamientos de negros en los Estados Unidos.

El tercero, plata, un australiano, lleva un distintivo en pro de los derechos humanos contra la Unión Sudafricana, que participaba en los juegos a pesar de practicar el Apartheid por lo que no traía atletas negros. Tres o cuatro días después el COI los despojó de sus medallas pretextando que habían introducido la política en lo JJOO. Que el gesto será muy amenazador pero los que sacuden de verdad son los otros, los de la mano levantada. Y eso en la misma megaciudad en que, unos meses antes, las fuerzas de seguridad del llamado "gobierno democrático" perpetraron la matanza de la Plaza de las Tres Culturas en la que murieron quién sabe cuántos estudiantes, muchos de cuyos cadáveres siguen sin aparecer.

Una de las últimas manifestaciones del puño en alto que conozco es la de los fabulosos Furry Freak Brothers, famosos por la sentencia de "el chocolate te ayuda a pasar las épocas sin dinero mejor que el dinero las épocas sin chocolate" Como dice el ministro español del Interior, señor Rubalcaba, ignoro con cuánta retranca; que "cada cual levante lo que quiera". O lo que pueda. Los tres hippies gringos drogotas recuperan el lenguaje de las manos: Freewheelin' Franklin el dedo corazón tieso, Fat Freddy el puño revolucionario de siempre y el judío de Brooklyn, Phineas R. Freakears, la uve de la victoria. El triunfo de la Revolución de "que le den". Habrá quien sostenga que los hijos de estos, que sólo creen ya en el dinero, son los que han provocado la mayor crisis del capitalismo jamás vista.

En fin, si la señora Aguirre no se convence de que aquí no hay más amenazas que las que ella profiere, le dejo una estrofa de la Canción del esposo soldado, de Miguel Hernández:


Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,

envuelto en un clamor de victoria y guitarras,

y dejaré a tu puerta mi vida de soldado

sin colmillos ni garras.

¿De qué hablan estos tipos del Armani, Vuitton, Milano, Jaguar, Lacoste y náuticos Camper?

Esos jueces fascistas.

Fascistas con todas las letras. ¿En dónde están esos jueces que administraron la "justicia" de Franco? ¿En dónde los que dictaron sentencias en el Tribunal de Orden Público conculcando sistemáticamente los derechos humanos? ¿En dónde los jueces de instrucción ante los que comparecían personas que habían sido torturadas pero jamás abrieron causa alguna por tortura? En definitiva, ¿en dónde están los fascistas en general, los cientos de miles, quizá millones, de ciudadanos que apoyaron aquella vergüenza de la Dictadura, los franquistas? Cada uno en su sitio. Los catedráticos en sus cátedras, los curas en sus iglesias, los jueces en sus tribunales pues aquí no se depuró a nadie. Y siguen en lo suyo. Quienes no se hayan jubilado continuarán administrando justicia Ahora es la de la democracia y, por supuesto, son más demócratas que nadie, aunque a su manera. ¿Pueden ser los que han condenado a Jaume d'Urgell por hacer algo que muchos ciudadanos hubiéramos hecho también pues creemos que es obligado devolver al republicanismo el uso de sus símbolos, secuestrados por los fascistas y los acomodaticios? ¿Pueden ser los que se aprestan a juzgar al juez Garzón por haber intentado instruir una causa por genocidio en contra del franquismo? ¿Qué puede pasar aquí si el único juez que ha tenido el coraje, la honradez y la decisión de hacer justicia a la víctimas del genocidio franquista, hombres y mujeres secuestrados, torturados y asesinados, niños robados, es a su vez procesado por prevaricación?

No quiero ni pensarlo.

(La imagen es una foto de Carolonline, bajo licencia de Creative Commons).

Más dura será la caída.

Ay, ay, ay, señor Camps, señor Camps, ¡que lejos andan la conducta y la moral! Tu forma de mentir es plana y trasluce desprecio hacia tus conciudadanos. "Yo me pago mis trajes". Y no es verdad. "No conozco de nada al Bigotes". Y es tu amigo del alma.

Ay, ay, ay, señor Camps, señor Camps, ¡que lejos andan la conducta y la moral! No todos los jueces son tus amigos del alma. No todos archivan las causas que te son enojosas. Algunos se empecinan en hacer justicia y reclaman los papeles de los contratos de tu gobierno con la trama corrupta que llevas meses sin entregar.

Ay, ay, ay, señor Camps, señor Camps, ¡que lejos andan la conducta y la moral! Cuidado con el Supremo que está alto y lejano y sus magistrados no esperan nada de ti. ¡Qué disgusto te darían anulando la inicua decisión de tu amigo el juez De la Rúa!

Ay, ay, ay, señor Camps, señor Camps, ¡que lejos andan la conducta y la moral! Hasta el Fórmula 1 se empeña el contubernio masónico en aclarar para hacer zapa en tus nobles esfuerzos por elevar la dignidad de tus conciudadanos de informados a mentidos.

Ay, ay, ay, señor Camps, señor Camps, ¡que lejos andan la conducta y la moral! ¿Cuándo te darás cuenta de que un pato cojo no puede gobernar? ¿Cuándo de que, si no te vas ya, caerás sin querer y contigo caerá el buen nombre de lo que dices defender?

(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 8 de setembre del 2009

Velando las armas.

En vísperas de la comparecencia parlamentaria del señor Rodríguez Zapatero para explicar las medidas anticrisis las posiciones respectivas del Gobierno y el mayor partido de la oposición no pueden estar más enfrentadas. Ello pertenece a la lógica del sistema democrático y no es necesariamente malo; al contrario, lo sospechoso sería que hubiera acuerdo y complacencia en las actuaciones de ambos. Las medidas del Gobierno y las razones para adoptarlas serán mejores o peores, igual que las críticas de la oposición y sus motivaciones y ya veremos luego quién resulta ganador a los ojos de la opinión pública, igual que veremos también con qué grado de interés siguió ésta el encuentro.

No obstante hay en el debate de mañana un añadido que considero característico español, en especial de la derecha española y que queda claramente definido con la expresión de "mala fe". Entre las críticas de la oposición al Gobierno de tono y alcance diverso destacan especialmente las acusaciones de comportamiento delictivo sin pruebas en lo referente a las imaginarias escuchas telefónicas que demuestran claramente dicha mala fe: si las imputaciones son infundadas; si se mantienen frente a la persistente negativa del Gobierno; si se reiteran ad nauseam de forma machacona pero no por ello más verosímil, pues sigue sin haber pruebas; si se pretenden falsear éstas, presentando como tales hechos irrelevantes de conocimiento común; si declaradamente se omiten las vías judiciales ordinarias para estas acusaciones y se insiste en su carácter político pero exigiendo responsabilidades jurídicas; si, como hace la señora De Cospedal con irritante impudicia, se reclama que el Gobierno adopte medidas basadas en la mera formulación de imputaciones sin pruebas ni fundamentos, es evidente la mala fe en la actuación de la oposición. Una mala fe que impide todo diálogo democrático y que puede convertir la primera sesión parlamentaria del curso político en una reyerta de jayanes. Al menos por una de las partes.

Entre los analistas políticos, especialmente los de izquierda, se da el prurito de la equidistancia y el anhelo de mantener cierto equilibrio en las críticas a los dos actores fundamentales del proceso parlamentario. Digo en los de izquierda; los de derecha no tienen estos escrúpulos pues van directamente al degüello del adversario político en el entendimiento de que sus lectores, su audiencia, son sus cómplices y no gustan de remilgos de objetividad. En la izquierda, en cambio, que cuenta con una audiencia hipercrítica, ésta es una obsesión que a veces obliga a compensar los reproches a un lado con los del otro, aunque sea al coste de cierta injusticia. Se reparten así a prorrateo entre los dos responsabilidades por supuestas deficiencias y errores... y se hace un flaco servicio a la justicia y a la verdad. El actual gobierno de España tiene muchas insuficiencias y defectos y Palinuro no se queda corto en señalarlos pero para encontrar una oposición de tan mal estilo, con tan nulo respeto al Estado de derecho y con tan cerrada mala fe hace falta salirse del planeta.

¿La explicación? La inveterada, tradicional, atávica y falsa creencia de la derecha española de que la gobernación del país es suya por derecho natural y/o divino, que todo gobernante que no sea ella es un usurpador, que contra él todo vale, desde la amenaza hasta la calumnia y que si, para desbancarlo, hace falta mover los cimientos del sistema democrático (cosa que ya reconoció ella misma con motivo del asalto al "felipismo"), se mueven. El franquismo, que es el venero de la derecha española actual como se muestra en sus reiterados intentos de obstaculizar por todos los medios el ajuste de cuentas con la Dictadura a través de la memoria histórica, es la quintaesencia y resultado final de dicha actitud. Nada de eso puede decirse de la oposición practicada por el PSOE, ni siquiera en la época de mayor virulencia en la segunda legislatura de Adolfo Suárez y por lo tanto toda igualación entre ambas es injusta y mendaz; aparte de cobarde.

(La imagen es una foto de guillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons).

Pozuelo borroka.

Aunque Palinuro esté de mudanza, como ya advirtió en una entrada hace unos días, aún figura avecindado en Pozuelo de Alarcón, motivo por el cual se ve afectado por los últimos acontecimientos de violencia callejera en este municipio que tiene la renta por habitante más alta de los de España y en el que convive una mayoría de autóctonos con dos numerosas minorías de dominicanos y marroquíes. Es un verse afectado de carácter simpatético porque resulta fácil de entender que ni por aficiones, tendencias, condición civil, situación familiar o amistades sea probable encontrar a Palinuro confraternizando con jóvenes y adolescentes borrachos a las cuatro de la madrugada en mitad de la vía pública.

Siempre que se produce uno de estos estallidos en lugares urbana y socialmente determinados generalmente originados en una intervención policial, solicitada o directa, proporcionada o desproporcionada, los medios se llenan de sociólogos a la violeta dando explicaciones causales que suelen tener un poco de cierto y un mucho de fantástico. Un repaso a todas ellas permite apuntar a las siguientes: a) la socialización de la juventud y de la adolescencia; b) los hábitos de la clase media-alta; d) la venta masiva de alcohol en la vía pública; e) la cultura social de los españoles en general y los castellanos en concreto en relación con los festejos; f) la generalizada mala educación; g) las pautas y valores que trasmiten los agentes sociales, singularmente la televisión; h) cierta permisividad familiar en lo atingente a comportamientos en público. Supongo que, de haber una explicación (cosa siempre problemática en estos comportamientos en donde lo irracional acaba primando) estará localizada en la interacción de estos factores con algún otro elemento que pueda haber olvidado, pero no se minimice en esto el efecto del alcohol corriendo a raudales por la calles.

No sé hasta dónde se podrá llegar con estas aclaraciones de carácter teórico. Lo que sí puedo aportar es mi experiencia empírica a pie de calle precisamente de la zona en que se dieron los hechos, el Camino de las Huertas, por donde anduve circulando con mi familia unas seis horas antes del estallido y puedo asegurar que, en cierto modo, el asunto estaba ya en el aire: muchos de los integrantes de las peñas en manifiesto estado de embriaguez dándole al bombo, armando bulla y buscando bronca. Imagino que la policía aplica protocolos de actuación que toman en consideración varios de los factores apuntados pero sólo sé decir una cosa que también es fácil a toro pasado: se veía venir. Incluso comenté algo con mi familia. Igual que después se veía venir que alguien, el alcalde singularmente, hablara de los "venidos de fuera" como si el mundo se dividiera en mala gente y pozueleños.

(La imagen es una foto de R. Duran, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 7 de setembre del 2009

Improvisar.

En la contienda política y en la vida en general las cosas no son buenas ni malas en sí mismas sino de acuerdo a cómo cada cual quiera interpretarlas. Vivir, relacionarse socialmente, es dialogar, proponerse interpretaciones unos a otros. Ganar, triunfar, es conseguir que otros, los más, acepten tus interpretaciones y te den su confianza. Perder es quedarte en minoría, incluso solo. A su vez las interpretaciones pueden ser -de hecho, suelen ser- visiones contradictorias de un mismo acontecimiento, empleos conflictivos de los mismos términos que dan contenido radicalmente distinto a nuestros actos.

Viene lo anterior a cuento del intercambio de acusaciones que se da entre la oposición y el Gobierno últimamente. La oposición sostiene que el Gobierno carece de un plan, de un proyecto, de un modelo, en definitiva, de un hilo conductor en su acción y que todo lo fía a las "ocurrencias" y a la improvisación. A su vez, el Gobierno sostiene, como ha hecho el señor Rodríguez Zapatero en Rodiezmo, que no improvisa ni tantico así, que todo lo tiene madurado, pensado, proyectado, planeado, decidido.

La verdad es que uno se queda perplejo ante esta forma de razonar de ambas partes y llega uno a preguntarse si sus representantes están a la altura del siglo en el que viven. En primer lugar es falso que el Gobierno tenga plan alguno, proyecto que le permita elegir, que no improvise. Basta con echar una somera ojeada a su comportamiento en los últimos dos años para darse cuenta de ha tomado medidas no suficientemente contrastadas, oscilantes, dubitativas y que, si bien orienta su acción rigiéndose por unos principios a los que se mantiene fiel, plano, proyecto específico, blueprint, carece de él.

Pero es que, además, en segundo lugar, es falso que la improvisación y la ausencia de un plan previo sea algo malo en sí mismo. En unas circunstancias como las actuales, caracterizadas por una crisis que nadie previó y en las que nadie sabe qué pueda suceder mañana ya que los datos siguen siendo muy erráticos y confusos, tener la flexibilidad necesaria para adaptarse a las cambiantes circunstancias es reducir las desventajas de los esquemas y criterios fijos, las ideas preconcebidas, los planes establecidos con anterioridad pensando en una realidad que no se ha producido. Saber adaptarse y tener flexibilidad y capacidad de improvisación son aptitudes que permiten sobrevivir frente a quienes se empeñan en aplicar unos recetarios previos, ya hechos. El único al que se le ha ocurrido salir con esta melonada ha sido el genio de Quintanilla de Onésimo, que publicó hace unos meses un recetario para que España saliera de la crisis.

Con esto de la improvisación y la planificación ocurre lo mismo que cuando alguien dice que no ha cambiado de ideas en treinta, cuarenta, cincuenta años y lo tiene a mucha honra para mostrar su consecuencia frente a unos contemporáneos veletas. Vivir así es interesante, pero no lo es menos tener una comprobada capacidad de respuesta ante situaciones inesperadas y cambiar de ideas cuando uno lo estime razonable o, si se prefiere para hacerlo más atractivo, renovarlas de acuerdo con la evolución de los acontecimientos.

Por todo ello no entiendo por qué el señor Rodríguez Zapatero pierde un tiempo precioso en contestar a acusaciones carentes de sentido y hacerlo negando la evidencia misma. Pues claro que el Gobierno no tiene un plan premeditado sino solamente unas criterios orientativos. unos principios que orientan su acción en sentido génerico pero no fórmulas hechas. Lo curioso es que lo mismo le sucede a la oposición. Que muestre el señor Rajoy su plan y que sea distinto de las medidas aisladas y coyunturales que pretende tomar según sea el momento.

(La imagen es una foto de guillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons).

Alemania: Angie.

Los alemanes acaban de entrar en campaña electoral para las elecciones generales del próximo día veintisiete. El resultado es muy incierto. Se presume que ganará la Democracia Cristiana gobernante en alianza con el SPD, el partido socialdemócrata. Pero no está claro si lo hará con el margen necesario para gobernar en solitario o, cuando menos, para cambiar de aliados, de los rojos a los verdes.Deseando llegar a esos resultados, la CDU /CSU ha pensado una campaña centrada en la figura de la canciller, Angela ("Angie") Merkel, que goza de mucha popularidad. Poco debate, ninguna referencia a los adversarios, simplemente la figura de Merkel, sus dotes de estadista, sus intervenciones y poco más. A su vez, Frau Merkel se ha adaptado a una forma de campaña que podríamos llamar 2.0: escenarios ultramodernos, trepidantes, intervenciones rápidas de la candidata y, como música de fondo, Angie, de los Rolling Stones. La canción es preciosa, desde luego, muy camp, de mis años mozos, pero estos alemanes dan la impresión de haberla escogido solo por el título, sin entender su contenido. y, dado su escaso sentido del humor, no creo que lo hayan hecho de broma. Digo esto porque el estribillo de la canción consiste en preguntarse si no va siendo hora de separarse y terminar la relación, justo lo contrario de lo que pretenden quienes hayan ideado la campaña.


Aquí dejo la canción, pura nostalgia y con subtítulos en español.

(La imagen es una foto de cgommel, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 6 de setembre del 2009

El PSOE es la Gestapo.

Lo apuntó Palinuro hace unas entradas y merece la pena explicarlo con mayor detalle. Estallado el caso Gürtel en el que está implicada una cantidad respetable de cargos públicos y militantes de rango del PP, éste optó por responder agrediendo en manifiesta creencia de que la mejor defensa es un buen ataque. Empezó por cuestionar al juez instructor, Baltasar Garzón, al que acusó de "socialista", de parcial, de estar animadverso hacia el PP. A continuación cuestionó la independencia de los jueces y la profesionalidad del Ministerio Fiscal. Más tarde doña María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, acusó al gobierno del PSOE de estar realizando escuchas telefónicas ilegales a destacados dirigentes del PP, tesis ésta del gobierno escuchador que han estado repitiendo otros monagos del mismo partido hasta la saciedad. Hasta la saciedad, pero sin pruebas. De ahí, la señora De Cospedal saltó a calificar al gobierno de Rodríguez Zapatero de Estado policial con las mismas pruebas que tenía de las escuchas, esto es, ninguna. Por último el señor Camps, en un acto público del PP, elevó la estridencia hasta acusar al Gobierno de pretender implantar un "régimen de terror", una expresión vigorosa que descansa sobre idénticas inexistentes pruebas, es decir, un infundio más. Está claro que no es casualidad sino que hay coordinación, un evidente intento de que no se hable de Gürtel sino de las calumnias del PP, basado en el principio de quién la dice más gorda. Por eso, ¿qué tal andar propalando por ahí que el PSOE es la Gestapo? ¿O quizá la GPU?

Voto a tal que no deja de tener su miga que los herederos espirituales de Franco, los neofranquistas del PP, todavía presidido con honores por el señor Fraga Iribarne, acusen a los demás de "Estado policía" y "régimen de terror". Ellos, precisamente ellos. Pero, además de pintoresca, la táctica calumniadora tiene que tener alguna rentabilidad o utilidad. Como todo el mundo sabe y repite sin parar, el PP no habla de Estado policía porque de verdad crea que se trate de tal sino para distraer la atención del asunto Gürtel del que, en principio, parece seguirse que la corrupción es extrema y generalizada en el PP, con tres Comunidades Autónomas seriamente tocadas (Madrid, Valencia y Baleares) y otras en el alero. Y efectivamente, la gente no comenta nada del Gürtel y se entretiene con los infundios del PP. Pero es que, al estar el caso sub iudice, no hay nada que comentar mientras no haya noticias del proceso. Y cuando las hay, ya puede el PP calumniar lo que quiera que se comentan a gusto general. Gracias a eso el señor Bárcenas es un cadáver político y el señor Camps un típico lame duck o "pato cojo" porque, por mucho que lo aplauda el señor Rajoy y llene las plazas de toros, el asunto de los trajes no pagados es tan demoledor moralmente que toda inversión en él es un despilfarro.

En resumen y para que se me entienda: la campaña de infundios como defensa/ataque del PP sirve precisamente para lo contrario de lo que pretende ya que es la que contribuye a recordar el caso Gürtel, un caso de corrupción y financiación ilegal del partido de una trascendencia hasta ahora insospechada y que, de no ser por la campaña del PP, hubiera dormido el sueño de una noche de verano hasta que se reanudase la actvidad judicial después de las vacaciones.

Apostilla a la entrevista a Cayo Lara.

Releyendo la entrevista de Palinuro a Cayo Lara unas entradas más atrás me doy cuenta de que me quedó una pregunta por hacer y que por nada del mundo querría que quedase sin contestar. El señor Lara se precia de haber expuesto al Rey su plan para acabar con la Monarquía y traer la República a España. Y parece que el Monarca lo escuchó con atención cual su obligación. No se imagina uno al Monarca arrojando a algún visitante de La Zarzuela con cajas destempladas.

La pregunta es: ¿importaría al señor Cayo Lara explicarnos a los ciudadanos normales ese plan o proyecto para traer la IIIª República o es solamente para los reales oídos? Estoy seguro de que, si el plan es viable, los republicanos los apoyaremos y haremos lo que nos corresponda por sustituir la Monarquía por una República. Esperamos que no se trate de una receta conspirativa, al estilo leninista, de esas que los comunistas vendían como la "verdadera democracia", que era la del socialismo realmente existente y en donde había tanta democracia como socialismo.

dissabte, 5 de setembre del 2009

Autodeterminación, independencia, secesión.

No se sabe si el famoso referéndum de Arenys de Munt llegará a celebrarse o no. Una juez ha censurado el apoyo municipal a la iniciativa al sostener que no es competencia municipal pero del referéndum en sí mismo nada se dice. La señora vicepresidenta del Gobierno recuerda que la autotederminación no cabe en la Constitución. Notable descubrimiento que debe de querer decir que está construyéndose una base jurídica para proceder en contra de la consulta popular.Como casi siempre que algo se gestiona mal desde el principio, al final el resultado es un galimatías en el campo práctico y nadie sabe bien a qué atenerse.

Sea cual sea el resultado, Arenys de Munt ha tenido una iniciativa brillante que otras instancias abordarán de modo similar pero con otros fines. Aunque la autodeterminación no quepa en la Constitución, si a la gente le da por reclamarla, es poco lo que podrá hacerse por impedirlo.

Por lo demás, el hueso de este asunto está en el campo teórico. Dado que es difícil negar un derecho que es inherente la condición humana, viene a decirse que, en el fondo, sólo oculta el hecho de entender que la autodeterminación es secesión. Y, si fuera así ¿qué? La secesión también es un derecho, aparte de una manifestacióin específica del de autodetrminación. Personalmente jamás entraría a formar parte de ninguna organización de la que no pudiera separarme cuando quisiera.

(La imagen es una foto de antmoose, bajo licencia de Creative Commons).

La fiesta del lagarto.

Con abundante mesnada galaico-castellana y rodeado de amigos y clientes, el Señor de los Hilillos decidió pasar al vecino Reino de Valencia, a visitar, es decir, a honrar a su vasallo el Señor de los Trajes y apoyarlo en su noble lucha contra la morisma infiel y taimada. Presente estaría también la musa del príncipe, la muy honrada Dueña Bolsada. Y fue allí, en el coso de la fiel ciudad, en donde el Señor de los Hilillos recibió el juramente renovado de lealtad del de los Trajes y proclamó su alianza, avisando a los malandrines enemigos de la fe de que el poderoso brazo del Señoría de los Hilillos caería sobre todo aquel que osara un nuevo contubernio contra el Señor de los Trajes, difundiendo la inmunda especie de que aquellos atuendos que lucía, hechos de las mejores sedas del Oriente demasquinadas con gusto exquisito no los adquiría de su peculio sino que eran dádivas procedentes de los saqueos de naves en alta mar y traídas a tierra por los piratas berberiscos.

Atronaba los aires la lastimera voz del de los Hilillos que se quejaba de que el príncipe, el leonés Rodríguez Borceguero le hubiera jurado enemistad eterna y lo persiguiera por doquier, espiándolo, escuchando sus conversaciones y presenciando hasta sus momentos más íntimos. Juraba a los cuatro vientos el señor galaico-castellano que el pérfido leonés, confabulado con los veedores del Reino y sus corregidores más fieles tenía en proyecto invadir sus tierras y desposeerlo del poder a través de una conspiración a la que se habían sumado los judíos de Elefantina a quienes el Borceguero había maltratado con antelación en una expedición contra el Turco.

Cantaba victoria el de los Hilillos pues traía con su botín cautivo a un alarife rifeño, experto en construcción de mezquitas partícipe en la conspiración anticristiana que, arrepentido, había pactado una pena leve a cambio de un relato público de cómo el tirano trataba de exterminar a los sectores más dignos y representativos de la comunidad.

Por eso fue tanto mayor la sorpresa y el bullicio cuando, habiendo subido al tablado el alarife con hopalanda de hereje relapso, dijo que, aunque había convenido un relato falso a cambio de su libertad, era incapaz de contar nada más que la verdad ya que su religión le prohibía la mentira. Enhebró así una denuncia de los propósitos del Señor de los Hilillos en connivencia con el Señor de los Trajes y la Dueña Bolsada de tapar sus muchas tropelías y desconciertos hablando de una persecución de desalmados seguidores del Borceguiano, cuyo párrafo principal fue: "no conozco ladrón, estafador o criminal alguno que no diga que la justicia es una farsa, que los jueces se la tienen jurada, que hay una conspiración en contra suya, que las fuerzas del mal pretenden su destrucción, que los jueces y alguaciles sólo buscan su perdición mientras dejan impunes los asaltos en los caminos, los incendios de caseríos y el pillaje en los pueblos".

(La imagen es una foto de thewritingzone, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 4 de setembre del 2009

Palinuro entrevista al Rey.

El éxito de imagen que consiguió el señor Cayo Lara el otro día al entrar en La Zarzuela dando vivas a la IIIª República, dejó a Palinuro pensando en la conveniencia de acercarse él también a entrevistar al Monarca. Pensado y hecho. En La Zarzuela lo recibieron con agrado, el Rey lo invitó a una coca-cola y la conversación, en la que no se permitieron fotos resultó amena y hasta tuvo sus piques de humor. Palinuro: ¿así que dio Vd. audiencia al señor Cayo Lara, notado republicano, que le explicó cómo piensa sustituir la Monarquía por una República?

Rey: claro. En una monarquía democrática el Rey tiene que hablar con todos los sectores políticos, incluso con los contrarios a la institución monárquica.

P: ¿hasta con los que quieren cortarle cabeza?

R: por supuesto; esos, los primeros. Si Luis XVI hubiera hablado con Danton, Marat y Robespierre, podría haber muerto con la suya sobre los hombros.

P: Majestad, habla Vd. mucho de democracia pero la Monarquía es una institución profundamente antidemocrática puesto que niega el principio fundamental de la igualdad de los seres humanos.

R: que la institución no sea democrática no quiere decir que no pueda estar al servicio de la democracia y la libertad. Piensa en el ejército. Nada tan antidemocrático como la milicia y, sin embargo, sin ejército no habría democracia.

P: puede ser pero la democracia es elección y al Rey no lo elige nadie.

R: tampoco a los generales y, si me apuras a los magistrados del Tribunal Constitucional. La Monarquía británica, cuya sangre late por mis venas, como bien sabes, pues soy descendiente de la Reina Victoria, rige sobre una de las democracias más antiguas y acrisoladas del mundo.

P: la inglesa es posible pero la española está llena de deficiencias y alifafes que impiden considerarla democrática.

R: ponme un ejemplo.

P: de entrada, Majestad, a Vd. lo nombró sucesor "a título de Rey" un general rebelde, sublevado, faccioso y ya muerto, F. Franco. Vd. representa lo que se llamó "la monarquía de julio".

R: si, ese es un vicio de origen de mi título que no sé cómo eliminar salvo mostrando la ejecutoria de mi acción política que ha resultado ser lo contrario de lo que el General Franco había previsto.

P: es decir, pretende Vd. que se le tenga como mérito haber traicionado a su mentor.

R: traicionar es un término un poco fuerte.

P: pero es el que es, Majestad, porque Vd. juró fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional que, por su naturaleza eran "permanentes e inalterables". Y por eso no puede jurar fidelidad a la Constitución vigente, que es contraria a dichos principios. Vd. es Rey porque traicionó la legitimidad que acarreaba.

R: pero adquirí la legitimidad democrática, que es la que cuenta hoy día con el referéndum de la Ley para La Reforma Política.

P: me temo que no, majestad. La Monarquía se metió de matute en el articulado de una Ley que los españoles votarían favorablemente por devolver la democracia a España. Para decidir esta cuestión se hubiera necesitado un referéndum especial sobre la forma de Estado en España, cosa que no se hizo y nadie, salvo los republicanos, quiere hacer ahora.

R: ya imagino que en tu criterio lo mejor es no mencionar los asuntos dinásticos.

P: Majestad, ¡ninguneó Vd,. a su propio padre y pasó por encima de su mejor derecho! No hay legitimidad dinástica.

R: alguna utilidad tendré cuando me han designado "alma del cambio".

P: historiadores pelotas, Majestad, bufones al servicio real que tanto gustan en la corte española.

R: esos son los Austrias. Los Borbones somos más racionalistas y cartesianos.

P: pero también es Vd. Habsburgo.

R: ¡caramba! Lo había olvidado. Nadie es perfecto, ¿verdad? Por cierto, deja de acosarme. Algo que no entiendo de cierta izquierda española es por qué os caigo tan mal a pesar de que cómo han ido las cosas de forma que muchos antimonárquicos se han hecho "juancarlistas".

P: tampoco debe Vd. engañarse: siempre hay gente sin bríos ni coraje, dispuesta a justificarse en la peor posición sin decir nada. Fíjese, además, en que "juancarlista" suena a franquista.

R: ¡otra vez! No dejáis a Franco en paz.

P: ese Franco del que no se puede hablar mal en su presencia de Vd. Es decir, ¿no se le puede llamar genocida?

R: nada de nada. Entiéndelo, es un deber personal de lealtad a quien me antecedió en el cargo. Y dime, que no me has contestado ¿por qué me la tenéis jurada en la izquierda?

P: no toda la izquierda, pero sí parte. No sabría decirle lo que que opinan los demás pero por lo que a mí hace y alguna gente a la que conozco, el asunto no es sobre los deméritos de la Monarquía, que son muchos, si no sobre los méritos de la forma de Estado que el país se ha dado en dos procesos democratizadores : la República, cuya legitimidad de origen y ejercicio está fuera de toda duda, pero a la que la Monarquía cierra el paso. No es que no queramos la Monarquía; eso ya lo ha dicho el pueblo español en 1931 y la Monarquía es un régimen zombi. Es que queremos la República.

R: y ¿no es asunto para vosotros el de la oportunidad histórica? Hoy Monarquía sí o no no es tema que preocupe a los españoles. Les preocupan cosas como el terrorismo, la crisis económica, las Comunidades Autónomas. Pero no la Monarquía.

P: es un argumento muy típico de la derecha: que la memoria histórica no interesa a nadie hoy, que el aborto no interesa a nadie hoy. Todo lo que no le gusta juzga que no interesa. Y no sé si lo creerá Vd., Majestad, dada su trayectoria, pero los asuntos de principio interesan siempre y la Monarquía sí o no es asunto de principios.

(La imagen es una foto de SalamancaBlog.com, bajo licencia de Creative Commons).

La corrupción como Gobierno.

El gobierno del señor Berlusconi en Italia es el gobierno del capital. No el de un sistema económico o político puesto que los sistemas no gobiernan, sino el de una persona concreta que en su hacer y deshacer simboliza el espíritu del capitalismo en estado puro, esto es, poner todo, absolutamente todo al servicio de su interés personal. Si por corrupción hemos de entender el hecho de valerse de los bienes públicos en beneficio del interés privado, el gobierno del señor Berlusconi es la quintaesencia de la corrupción, es la corrupción como forma de gobierno.

Ayer dimitía Dino Boffo director del Avvenire, el diario de los obispos, como resultado de un ataque personal en un periódico de la familia de Berlusconi, firmado por su director, Vittorio Feltri. Feltri es un periodista de rompe y rasga, relacionado de antiguo con Berlusconi, director durante una época del Giornale, propiedad de Berlusconi, tras la salida de Indro Montanelli. Feltri pasó a dirigir su propia publicación hasta que el veintiuno de agosto de este año, en plena guerra contra los medios, Berlusconi lo contrató de nuevo para dirgir Il Giornale con un salario al parecer de potentado, de tres millones de euros anuales, tengo entendido, así como otras gabelas. Su misión es responder desde los medios con artillería pesada a todos los ataques de los medios contra Berlusconi. Parece haberlo dicho él mismo, que su función es mirar entre las sábanas de quienes miran entre las sábanas de los demás. Es una estrategia bien orientada porque se inspira en la sabiduría de dime de qué presumes y te diré de qué careces

Es punto crucial de la democracia que el Estado carezca de medios de comunicación, aquellas figuras de periódicos, radios o televisiones de titularidad pública cuyos partidarios defendían diciendo que el Estado necesita protegerse de los asaltos mediáticos, entre otros. Frente a esto se argumenta que los medios se orientarán al bien común pero, en el fondo, el que se beneficia es el propietario del medio, en este caso Il Giornale. En el fondo, ¿cuál es la diferencia entre esta situación y aquella en la que el Estado era propietario de un medio de comunicación? Ninguna de importancia y aquella fórmula es mucho más creible puesto que el dueño del medio privado es, precisamente, el presidente del Gobierno. La corrupción es completa: el presidente del Gobierno controla los bienes públicos para beneficiarse personalmente. Bienes públicos como la libertad de prensa, a su servicio personal. Se dirá que El Giornale no es propiedad del Estado italiano sino del señor Silvio Berlusconi que lo pone a su servicio que es la base misma de la corrupción.

El ataque de Berlusconi a los medios toma la misma vía que la del Pocero en España: aplastar al contrincante en procesos judiciales, querellas por calumnias, quebrarle el espinazo a base de dinero. Dinero, algo que sobra al señor Berlusconi y que le permite gobernar Italia en provecho propio. Cosa que hará, probablemente, todo aquel que, teniendo poder político, es propietario de medios de comunicación.


(La imagen es una foto de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 3 de setembre del 2009

Pensando en un elefante.

La señora De Cospedal, cuyo próximo enlace matrimonial debe de hacerla tan feliz que pierde el mundo de vista, insiste en el infundio de las escuchas telefónicas cuando ya los otros miembros destacados de su partido, el señor Rajoy y la señora Aguirre, lo han abandonado por estéril. La política castellano-manchega persiste en responsabilizar al ministro del Interior, señor Rubalcaba, de las supuestas escuchas sosteniendo que su negativa no vale nada dado que todos recuerdan que es el mismo que mirando fijamente a la televisión dijo que los GAL no existían. Una línea argumental muy típica de la señora De Cospedal por lo que tiene de tosca. Quiere decir que el señor Rubalcaba miraba fijamente el objetivo cuando se supone que dijo lo que dijo según De Cospedal.

La verdad, no recuerdo al señor Rubalcaba en la citada tesitura pero las palabras de De Cospedal me han traído de inmediato a la memoria al señor Aznar mirando fijamente al objetivo y diciendo que se le creyera que el régimen de Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva. No sé si la secretaria general del PP he tenido un lapsus o si se trata de un ejemplo más de la táctica derechista de la proyección. En todo caso la señora está de suerte de que el ministro sea Rubalcaba y no Berlusconi porque éste ya habría interpuesto una demanda en defensa del honor pidiendo cientos de miles de euros.

Da la impresión de que la señora De Cospedal sea lectora atenta de George Lakoff en su obra No pienses en un elefante en la que éste recurre a la teoría del encuadre en comunicación política para analizar los efectos de las campañas electorales entre los dos partidos en los Estados Unidos. La teoría aquí aplicada sostiene que quien establece los términos del debate tiene éste prácticamente ganado.

En el caso que nos ocupa la señora De Cospedal parece pensar que si consigue que se hable de las hasta ahora falsas escuchas del ministerio del Interior estará encuadrando la situación y consiguiendo que no se hable del caso Gürtel. El problema es que el caso Gürtel, la trama de corrupción que tiene al PP pringado por todas partes, no es un marco de un debate sino un proceso penal que sigue su curso con independencia de lo que en otros foros asegure la señora De Cospedal. De tal modo a ésta le sale el tiro por la culata ya que, cuando hay actuaciones en el proceso, todo el mundo se entera y, en el ínterín, la atención se mantiene gracias a las delirantes afirmaciones de De Cospedal que no mitigan en nada el efecto de dicho proceso en las expectativas de voto, algo que parece haber entendido hasta el señor Rajoy.

(La imagen es una foto de www:ukberri_net, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 2 de setembre del 2009

El referéndum de Arenys de Munt.

Según leo en Público, una asociación privada celebrará un referéndum el próximo 13 de septiembre en Arenys de Munt en el que se preguntará a los seis mil habitantes del pueblo si quieren que Cataluña sea independiente. O sea, un referéndum de autodeterminación. No vinculante, jocosa la cosa, como cultural y festiva, pero autodeterminación.

Supongo que alguien pedirá que se declare ilegal la consulta; los falangistas del lugar están como si hubieran bebido ricino, el señor Rajoy echa las muelas, algún despistado saldrá diciendo que ZP anda troceando España (¡eso y que el trozo más grande que quede sea como Arenys de Munt!) y los de las plataformas de la unidad patria irán a rojigualdear el pueblo.

Nunca entendí por qué la izquierda española dejó de defender el derecho de autodeterminación de los pueblos que habitan España y, en gran medida, pasó a defender lo contrario. El derecho de autodeterminación me parece un derecho fundamental de la persona en su faceta individual y colectiva. Negarlo en la segunda, a veces con razones especiosas, no es convincente. Creo que los españoles debemos implantar el derecho de autodeterminación de las naciones que conviven en el Estado, aceptar que se ejerza y respetar su resultado. En mi modesta opinión esto es la único que podría cimentar una verdadera unidad hispana (incluso ibérica, si los portugueses se unen a la fiesta), esto es, que lo sea voluntariamente.

La cerrada negación del derecho de autodeterminación está fabricando independentistas. Estoy convencido de que si se convocaran hoy referéndums de autodeterminación en Galicia, Euskadi y Cataluña, ganaría la opción española. Pero no me atrevo a decir qué pasaría dentro de veinte años si los nacionalistas españoles siguen dominando el cotarro e impidiendo el ejercicio de la autodetermiación.

A la larga y se llame como se llame, habrá que reconocer ese derecho tal como están las cosas en el mundo globalizado y estarán en el futuro inmediato. Cuanto antes se haga, mejor para todos, menos tiempo perderemos en debatir asuntos oscuros de convivencia que no tendrían por qué estar planteándose sistemáticamente. Espero que no me caiga el habitual chorreo por esto: soy y me siento español; votaría que sí al reconocimiento del derecho de autodeterminación de las naciones en España y votaría que no a la independencia de alguna de ellas. Por supuesto, nada de lo anterior rige mientras exista una banda dedicada a asesinar a la gente entre otras cosas en defensa del derecho de autodeterminación.

Así que será interesante saber qué saldrá en Arenys de Munt y, si gana la independencia, por cuánto.

(La imagen es una foto de PacoR, bajo licencia de Creative Commons).

La reelección de los cargos públicos.

Ruge una agria polémica sobre la conveniencia de la reelección de cargos públicos, singularmente presidentes de República y/o primeros ministros. Hay posiciones rotundamente a favor, posiciones rotundamente en contra y, como suele suceder en la vida, posiciones rotundamente a favor o en contra según que el interesado sea del agrado del posicionado o no. El debate se ha recrudecido con motivo de los recientes intentos de presidentes latinoamericanos de proseguir en el cargo sine die en condiciones democráticas. Esta prolongación ha sido frecuente en el pasado, habiéndolo conseguido, entre otros, a veces con reforma de la Constitución incluida, Alberto Fujimori, Carlos Menem, Rafael Correa, Hugo Chávez y Álvaro Uribe quien anda pendiente de un referéndum para presentarse por tercera vez. Asimismo, era la intención de Manuel Zelaya antes de que lo echaran en el último golpe de Estado de América Latina y primero desde el año 2000. Se prueba, pues, que la querencia por la reelección es algo en lo que coinciden derechas e izquierdas. Algo tendrá.

Se recordará que el asunto viene de la XXII enmienda (1951) de la Constitución gringa que limita a dos los mandatos de los presidentes de la República. Se trataba de evitar otro Franklin D. Roosevelt, que había ganado cuatro elecciones consecutivas (1932, 1936, 1940 y 1944) y que, de no habérselo llevado la muerte en 1945, se suponía que podía llegar a hacer verdad el temor de George Washington de que un presidente de elección indefinida acabaría siendo un Rey, figura de escasa aceptación en Gringolandia. No obstante, a día de hoy, la enmienda XXII es objeto de polémica y hasta hay quien cree que es inconstitucional.

En efecto, aunque pareciera que los partidarios de limitar los mandatos tuvieran razón, el asunto está lejos de ser claro. En principio, si el pueblo es soberano, la decisión de la mayoría obliga como decisión legítima y si la mayoría quiere elegir tres o cuatro o más veces a un candidato, no hay razón válida para impedírselo. Cuando el criterio de no reelección se basa únicamente en el uso o la costumbre, no hay conflicto porque nadie niega a la ley la capacidad de abolir una costumbre. El problema viene cuando la no reelección es un mandato constitucional, como en la XXII enmienda, porque entonces se vive la contradictoria situación de que la decisión de la mayoría, es decir la decisión soberana, no es soberana pues puede ser deshecha por un tribunal constitucional por ejemplo al que es posible que no haya elegido nadie. Un choque de legitimidades que no ha lugar a tratar aquí pero que contiene el núcleo de la controversia sobre si el Tribunal Constitucional español puede ir en contra de una decisión de la mayoría en referéndum en Cataluña.

Obviamente la decisión de la mayoría no puede pretender infalibilidad ya que hay decisiones de mayoritarias injustas y hasta odiosamente inicuas. Es lo que los teóricos llamaron "tiranía de la mayoría", el comienzo del fin de la democracia. Piénsese en la posibilidad de una decisión de la mayoría consistente en abolir el principio de decisión mayoritaria, cosa extraña, pero posible. Hasta ahora nadie ha descubierto un mecanismo mejor de defensa frente a la tiranía de la mayoría que la existencia de un tribunal constitucional (sin olvidar las democracias que carecen de él, singularmente el Reino Unido) que tampoco es perfecto. Pero no es admisible decir que la reelección de un presidente por varios mandatos sea una muestra de la tiranía de la mayoría; al contrario, puede ser una decisión justa e inteligente, como sucedió en el caso de Roosevelt. Lo importante es que la elección sea libre y que la decisión sea consciente pues de nada sirven elecciones no libres o decisiones mediatizadas.

Así que, en principio, tan aceptable es la reelección como la no reelección. Si el lector ha tenido la paciencia de llegar hasta aquí, le propongo el único criterio que se me ocurre para tomar cierto partido en un debate tan irrelevante, y es de carácter estético. No está mal en principio que un presidente proponga reformar la Constitución para permitir la reelección de los presidentes; pero es de un mal gusto lamentable hacerlo para quedarse uno.


(La imagen es una foto de sfjalar, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 1 de setembre del 2009

Los perseguidos.

En el PP ya nadie habla de escuchas ilegales excepto la señora Aguirre, probablemente porque las confunde con las que ella practica. Las improbadas escuchas han dejado el paso a una acusación de persecución, tan imposible de probar como las escuchas, pero un concepto mucho más difuso y resbaladizo porque ¿qué se entiende por persecución?

Probablemente cuando a uno le procesan los tribunales a alcaldes, concejales, diputados, presidentes de comunidades y todo tipo de cargos por docenas por presuntos choizos cae uno en la tentación de decir que a uno lo persiguen. Y no sólo puede uno caer en la tentación sino refocilarse en ella al asegurar que esa persecución es obra del Gobierno en pleno o de algunos de sus ministros. La cuestión es, sin embargo, que todas las persecuciones de que se tiene noticia están orientadas por los tribunales y asegurar que estos se pliegan a una política de persecución del PP dictada por el Gobierno es una afrenta a la profesionalidad de los magistrados del Constitucional y de los jueces en general.

En España se persigue a los terroristas y a otros delincuentes, estén en dónde estén ocultos y también a los militantes del PP cuando incurran en comportamientos que interesen a la jurisdicción penal. En tal caso la condición penal prevalece sobre cualquier otra consideración en virtud del interés público. Y cuando los dirigentes del PP vean que la acción de la justicia alcanza a sus compañeros de partido, están obligados a facilitarla por todos los medios y colaborar con ella y no a impedirla, salvo que estén convencidos de que su partido no es un partido sino una asociación de malhechores.

(La imagen es una foto de Contando Estrelas, bajo licencia de Creative Commons).

Palinuro entrevista a Cayo Lara.

Impresionado por el hecho de que alguien se presente en La Zarzuela a explicar al Rey la necesidad de acabar con la monarquía en España en pro de la IIIª República, Palinuro se puso al habla con Izquierda Unida para entrevistar a Cayo Lara, su coordinador general y el hombre que fue a hablar de la República al Rey. El señor Lara recibió a Palinuro en un despacho austero de la coalición electoral que dirige adornado con una bandera republicana.

Palinuro: como republicano a machamartillo se ha ganado Vd. mis simpatías por ir a decirle al Borbón que pretende sustituirlo por la IIIª República.

Cayo Lara: me alegro. Siempre conviene empezar las entrevistas en un clima de cordialidad. ¿Quiere un café?

P: de mil amores.

CL: le advierto de que es de máquina. El presupuesto no da para más y hay que ahorrar.

P: ya veo. Los últimos resultados electorales los han dejado a Vds. a la luna de Valencia.

CL: si yo le contara... También se lo dije al Rey. Este sistema electoral nos hace trizas en provecho de los dos partidos mayores de ámbito estatal.

P: y de los nacionalistas de ámbito subestatal.

CL: exactamente. Por eso insistimos en la necesidad de una reforma del sistema electoral para hacerlo verdaderamente proporcional.

P: algo se puede ir haciendo pero es un tema arduo ya que requiere modificar la Constitución.

CL: sí esa es la excusa que suele utilizarse.

P: se utiliza como excusa pero es un hecho cierto.

CL: si hubiera voluntad política...

P: y si mi abuela tuviera ruedas. Está por ver que dos partidos beneficiarios directos de una situación la reformen en perjuicio propio por mor de la justicia.

CL: pues nosotros seguiremos insistiendo. Es una vergüenza que cada diputado de IU precise siete veces más votos que otro del PSOE. Así se lo expliqué al Rey.

P: por cierto, ¿cómo lo encontró? A lo mejor le hago una entrevista un día de estos.

CL: muy bronceado, barbado, se ve que ha tenido unas espléndidas vacaciones. Además es muy jovial y simpático, tengo entendido que como todos los Borbones.

P: ¿Y fue Vd. allí a decirle en sus reales morros que viva la República?

CL: por supuesto. Hay que aprovechar el tirón mediático del momento para hacer propaganda republicana.

P: y él, ¿cómo se lo tomó?

CL: con campechanía. Me dijo que si quería mandarlo al paro y yo le contesté que tampoco habría gran diferencia con su curro actual. Al fin y al cabo, la Monarquía es puro oropel, representación, pompa y boato.

P: y un sistema anacrónico que priva a los españoles de la ciudadanía plena dejándolos en súbditos.

CL: desde luego. Tuvo que escucharme.

P: entra en su sueldo. La Casa Real y los monárquicos en general entienden que su visita al Rey tiende a legitimar la Monarquía que se hace democrática y abierta a todos.

CL: mentira. La Monarquía es un régimen de desigualdad y mi visita puede legitimar al Rey presentándolo como un demócrata pero el hecho es que es el Rey y la audiencia también ha servido y mucho para dar a conocer el ideal republicano.

P: ciertamente. Hay que aprovechar las ocasiones. ¿qué más cree Vd. digno de mención en su visita a La Zarzuela?

P: nuestra visión de las medidas que hay que adoptar para salir de la crisis.

P: a propósito de esto ayer los periódicos se hacían eco de una entrevista a Julio Anguita en la que hablaba de esta cuestión.

CL: no la he leído. ¿Qué dice Julio?

P: que antes de acabar con el capitalismo hay que tener peparado el socialismo.

CL: muy típico de él que tiene un temperamento más teórico. Nosotros, al menos yo, somos más de pie a tierra y creemos que el movimiento se demuestra andando. El socialismo surgirá de la lucha concreta y práctica contra el capitalismo.

P: pues le queda un tiempo.

CL: el que haga falta. Lo importante es fortalecer y dar contenido a las alternativas de la izquierda.

P: es posible, pero cree Vd. que hay mucho margen para una alternativa de izquierda en Europa que no sea la socialdemocracia?

CL: por supuesto; si no, no estaría aquí.

P: pero es que nadie tiene claro qué proponen Vds. que no sea lo mismo que los socialistas y dos huevos duros más.

CL: es bueno eso de los huevos. Verá: en primer lugar, los socialistas suelen proponer cosas que luego no llevan a la práctica y, en segundo, no está mal tampoco ser más consecuenters y, por tanto, más radicales que ellos.

P: o sea, cuatro huevos duros más. Creo que el problema viene desde el hundimiento del comunismo.

CL: ¿qué problema?

P: el de la falta de un contenido característico de la izquierda que antes se llamaba comunista y ahora se disfraza de cualquier cosa, de demócrata, de verde, de feminista, a costa de perder identidad.

CL: en la historia hay avances y retrocesos.

P: y nos toca retroceso.

CL: a lo mejor. Pero eso no es excusa para que bajemos la guardia y dejemos de defender los intereses de los más desfavorecidos y de luchar por una sociedad más justa.

P: y nada de mirar al pasado. El pasado hay que hacer añicos. El problema es que en el pasado puede estar la clave del futuro.

CL: seguramente pero nosotros vivimos en el presente sin estar condicionados por nostalgias del pasado ni ilusiones del futuro. Queremos la justicia social aquí y ahora. Una sociedad más libre, más justa, más democrática en un mundo más solidario.

P: claro, eso lo quiere todo el mundo. El problema es cómo.

CL: ¿quiere un folleto de IU?

P: luego me lo da. ¿Cree, cuando menos, que conseguirán Vds. acabar con el acusado sentido faccionalista de IU que es uno de sus principales problemas?

CL: en eso estamos trabajando. Tenemos espíritu intregrador y esperamos cohesionar la opción de la coalición en torno a tres ideas fundamentales.

P: ¿cuáles?

CL: República, Estado federal y sociedad del bienestar en un marco progresivo y democrático que permita avanzar hacia el socialismo.

P: y todo eso desde la perspectiva de quien nació y ejerció de alcalde en Argamasilla de Alba, sede de la tradición quijotesca. Señor Lara, muchas gracias por la conversación.