divendres, 18 de setembre del 2009

Alejaos de la política.

Es lo que ha recomendado SS Benedicto XVI a los obispos del Brasil del Noreste II de la Conferencia Episcopal de Brasil, en visita vaticana ad limina apostolorum. Dice el Papa, por cierto en perfecto portugués, que hay que evitar la "secularización del clero y la clerización de los legos" y que así como los legos deben participar en política los sacerdotes deben permanecer afastados de um engajamento pessoal na política. Y esto lo dice uno que es jefe de Estado, de un poderoso Estado en lo espiritual (que es, a la postre, material) que actúa internacionalmente como tal, que tiene un Gobierno, una curia con el equivalente a ministros, embajadores, gobernadores, etc; uno que ejerce un cargo para el que ha sido elegido mediante un sistema electoral único en el mundo de eleción indirecta a través de compromisarios que nunca se equivocan al decidir porque están iluminados por el Espíritu Santo; un monarca electo, al estilo de los francos merovingios; uno que está en relaciones políticas con medio planeta parte importante del día, que negocia el grado de vitriolo que vierten sus emisoras en uno u otro país, que administra parte del sistema educativo de distintos Estados; uno que está en relaciones económicas también con medio planeta y dispone de un banco que se llama del Espíritu Santo (por cierto, banco de inversiones, como los de la crisis); uno que tiene las competencias de un jefe de Estado normal, incluida una excepcional: es infalible cuando habla excathedra o tal cosa dicen creer los católicos.

La contradicción no es tal si uno entiende esta recomendación o deseo del Santo Padre en el sentido de gallega ironía con que Franco recomendaba a sus ministros que hicieran como él y "no se metan en política". Si esto es así no merece ulterior comentario. Sí, en cambio, si la expresión se entiende en función de aquellos a quienes se dirige el Papa de Roma: los obispos del Brasil, patria de la Teología de la Liberación. Obsérvese que así como el Pontífice no dice nada de alejarse de la política cuando habla con monseñor Rouco Varela, es lo primero que suelta al encontrarse con sus queridos hermanos en el apostolado del Brasil. Que los curas no se metan en política y que, en cambio, lo hagan los legos. Estamos ya lejos del non expedit de Pío IX; los fieles deben dar testimonio de la verdad cristiana en la participación política; los curas, no. Los rojos, se entiende; los otros, que hagan de su capa un sayo.

El Papa dirige otra recomendación a la jerarquía brasileña que la prensa española no refleja: el celibato, bendito sea el Señor, el celibato, algo muy necesario desde el punto de vista católico pero que, al parecer, no es de arduo seguimiento en América Latina, continente de volcanes. Al presidente del Paraguay, Fernando Lugo, antiguo obispo católico, se le arraciman las mujeres que dicen que tuvieron un hijo con él cuando ejercía au autoridad episcopal. Y parece que el caso no es excepcional sino, al contrario, regular o normal, y en Brasil ya ni hablamos. Con todos mis respetos de todas las doctrinas neuróticas que tiene la Iglesia católica esta del celibato es la peor, la más neurótica. Es, además, muy peligrosa porque, cuando no follan, los hombres piensan y hacen disparates. Y cuando follan, también; pero de otra índole, menos agresiva. (La imagen es una foto de Sospensorio, bajo licencia de Creative Commons).

Unidad de discurso.

¿Quién dijo que habían desaparecido los partidos de clase? ¿Quién que lo habían hecho las propias clases? Analícense los enunciados recientes de los representantes más caracterizados de la clase capitalista y póngase luego en relacion con el último dicurso del PP.

Dice el banco suizo USB, el más afectado por la crisis actual, que para salir de la recesión España debe reducir los salarios un diez por ciento. Los salarios. No las rentas del capital ni los beneficios de las empresas ni los dividendos de las sociedades ni las primas de los banqueros. Sólo los salarios. Ser suizo tiene pinta de ser una condición cognitiva. Ser banquero suizo lo más cerca que cabe imaginar de la sapiencia absoluta. Para los suizos que vienen de vacaciones los españoles debemos de ser un pueblo primitivo que vive por encima de sus posibilidades y gasta un dinero que no es suyo. No es de extrañar. No hace mucho que todas las chachas de Ginebra eran españolas.

Item más: dice el señor Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal epañola, que hay que abaratar el despido, disminuir las cotizaciones empresariales a la seguridad social y eliminar funcionarios. Añade que jamás ha pedido el despido libre pero ¿no es cierto que el despido más barato es el libre? Lo de eliminar funcionarios es una manera desdeñosa de reducir el gasto público.

Otrosí: añade el señor Juan Manuel Quintás, presidente de las cajas de ahorros, que con esta crisis tan bestial convendrá adelantar las elecciones a fin de tener la fuerza política necesaria para aplicar medidas drásticas.

Comparése lo anterior con el contenido del discurso del PP en boca de la señora María Dolores de Cospedal cuando no difama o insulta, que es casi siempre. Dice la secretaria general del PP que hay que adelantar las elecciones pues el PP está presto para gobernar. No sé de ninguna ocasión en que, habiendo perdio las elecciones, el PP no pida de inmediato elecciones anticipadas.

Entre exabrupto y exabrupto, la señora de Cospedal añade que el PP piensa gobernar bajando los impuestos y reduciendo el gasto público. Reducir el gasto público, sobre todo el social, es reducir la parte de la renta que el Estado redistribuye en especial a los sectores más necesitados, es reducir una forma de salario es especie.

Cuando no está ocupada en enjaretar disparates, como ese de que el señor Zapatero es un "fundamentalista" y que le "falta coraje", la señora De Cospedal culmina su disertación augurando que el PP hará la correspondiente "reforma estructural" (despido libre, sin comillas) de acuerdo con los agentes sociales, sindicatos y patronal. Y si no hay acuerdo, añade Palinuro, se acude al procedimiento del "decretazo", que es el más contundente a la par que dialogante.

Se observará una notable coincidencia, de hecho una unidad de discurso entre el partido y sus partidarios.

(La imagen es un dibujo de Georg Grosz, Gegensätze, que se encuentra en la colección gráfica de la Staatsgalerie, Stuttgart, Alemania.

dijous, 17 de setembre del 2009

El Presidente lo tiene crudo.

Segunda andanada de El País en forma de editorial, llamado El embrollo fiscal en contra del presidente del Gobierno. Esta vez el periódico denuncia la errática política fiscal del señor Rodríguez Zapatero y augura que o se corrige el rumbo o el país lo pagará muy caro. En realidad, todo cuanto ha hecho el Presidente desde el comienzo de la crisis parece producto del desconcierto, empezando por el hecho de negarse obstinadamente a reconocer su existencia con lo que se perdió un tiempo precioso para precavernos de ella. Pero no recuerdo editoriales de El País poniendo en solfa esta actitud. Parece como si los malos pasos y los defectos del Gobierno socialista sólo se hubieran hecho visibles desde este verano, cuando aquél inclinó el fiel de la balanza entre dos grupos mediáticos afines en lo ideológico pero competidores en lo empresarial a favor de uno y en contra de los intereses del otro, que reultó ser Prisa. Ya se habló de esto en una entrada anterior de Palinuro. Lo que ahora se produce es una confirmación de lo dicho: El País se rige en sus opciones políticas por sus intereses de empresa. En el fondo, como todo el mundo, si bien el diario lo disimula con tacto exquisito pareciendo tan solo preocupado por la marcha general del país y el bienestar de sus habitantes.

La pregunta inevitable en este caso es si el Gobierno conseguirá sobrevivir en una situación tan difícil, sin mayoría parlamentaria garantizada y con casi todos los medios escritos del país en actitud de franca hostilidad. Añádase que las reformas aplicadas en radiotelevisión, uno de los grandes proyectos de l señor Rodríguez Zapatero, se han llevado a cabo con bastante fortuna y hoy sería impensable que, al menos este Gobierno, diera marcha atrás y empezara a emplear de nuevo los medios públicos como gabinete de imagen, cual hace il Cavaliere. De momento no es así y la mejor prueba de ello es que la oposición está callada en este terreno cuando no pararía de denunciar una situación de uso gubernamental de esos medios, aunque sólo fuera la décima parte del que el PP de Madrid hace con Telemadrid, un puro servicio de propaganda de la señora Aguirre. De forma que si el Gobierno sobrevive en tal desamparo ideológico y el PSOE vuelve a ganar las elecciones de 2012 con la economía y los medios en contra, ya puede decir el señor Rodríguez Zapatero que lo suyo no era incompetencia sino carisma.

(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).

El color de la piel de Obama.

Dice el expresidente Carter, un hombre de convicciones, que buena medida de las agrias acusaciones y los insultos que está recibiendo el señor Obama se debe al color de su piel porque todavía queda un poso de racismo en la sociedad gringa. Responde, sin embargo, el interesado diciendo que no es así, que el Presidente está inmerso en la habitual batalla política y el racismo tiene poco que ver con ello.

En mi modesta opinión lleva la razón el Presidente. Sin duda la barbaridades, procacidades, denuestos e insultos que sufrió el pasado fin de semana tienen su origen en la concentración de ultraderechistas, supremacistas blancos y simples orates que se celebró en esa fecha como parte del programa de movilizaciones de la extrema derecha en contra de la reforma del sistema sanitario. Por supuesto el color de la piel de Obama es importante y racismo hay un rato largo en Gringolandia y no sólo un poso, pero el objeto esencial del odio de la derecha está en las políticas del Presidente y muy especialmente en la dotación de un sistema integral de atención sanitaria en los Estados Unidos.

Para la derecha estadounidense, cuya representante más acabada debe de ser la exgobernadora de Alaska, la señora Sandra Palin (a quien no conviene infravalorar pues puede llegar a su vez a presidenta del país), el señor Obama, además de negro, es un socialista, cuando no un furibundo bolchevique. Este tipo de exageraciones, similar al que hace la derecha española al tildar de "radicales" al señor Rodríguez Zapatero y sus colaboradores, es muy típico de las posiciones políticas simples y maniqueas, pero tiene mucha fuerza propagandística y en un país en el que hay millones de armas de fuego en manos de otros tantos ciudadanos, extraordinariamente peligroso.

El "socialismo" del señor Obama se reduce a la pretensión de que los estadounidenses disfruten de lo que para la inmensa mayoría de los europeos occidentales constituye uno de los pilares del Estado del bienestar que da por supuesta, esto es, una cobertura sanitaria universal, cosa que también la derecha europea está tratando de destruir, como se evidencia en las políticas privatizadoras de la sanidad del gobierno de la señora Aguirre en Madrid.

El mismo Mr. Obama subrayó hace poco que los EEUU son la única democracia avanzada que no tiene un sistema similar. Los dos programas en vigor, Medicaid, para los pobres de solemnidad y Medicare para la población anciana, siendo muy necesarios, apenas pueden pasar por algo parecido a los sistemas europeos y deja desprotegida, sin seguridad médica a más de la sexta parte de la población. Este proyecto de reformar la sanidad gringa haciéndola pública y, a ser posible, gratuita, ha sido la piedra en la que han tropezado algunos intentos, el último, el del señor Clinton, merced a la feroz oposición de la mencionada derecha, en buena medida sostenida y financiada por las poderosas empresas de seguros médicos y las farmacéuticas. El negocio sanitario mueve un porcentaje apreciable del PIB estadounidense y no es de esperar que quienes se benefician de él, faciliten la tarea de hacerlo accesible sin coste o con costes mínimos a los que más lo necesitan. Esa es la razón última de la feroz oposición al señor Obama y no su negritud, aunque su negritud pueda servir también para descalificarlo ante ciertos auditorios.

Finalmente, la Comisión de Asuntos Financieros del Senado ha presentado una proposición de ley que rebaja algo las pretensiones del Presidente (singularmente, la implantación de un sistema público de salud) pero atiende a su objetivo último de conseguir la universalización de la atención sanitaria con cargo a una nueva batería de impuestos (que gravarán sobre todo a las aseguradoras, compañías farmacéuticas, médicas, etc) y racionalización del gasto de forma que, aunque el coste sigue siendo elevado, no aumentará el abultado déficit estadounidense. La administración se hará facilitando la contratación de seguros privados a través de subvenciones y ayudas para las familias que no puedan permitírselos y poniendo en pie una red de cooperativas sin ánimo de lucro. Todas las familias estarán obligadas a suscribir cobertura médica por estas vías bajo amenaza de una importante penalización económica; sólo quedarán fuera los inmigrantes ilegales, calculados en unos doce millones de personas. La ley regula de modo más estricto a las aseguradoras privadas de forma que no puedan recurrir a prácticas perversas para maximizar beneficios como la de excluir a aquellos asegurados que contraen enfermedades caras y prolongadas.

En resumen, un sistema flexible que pretende conjugar universalidad con sistema privado, todavía muy alejado de los públicos europeos pero que la prensa gringa ya celebra como un eco de la revolucionaria ley que estableció la seguridad social en la era Roosevelt, en 1935. Y por esto, que es algo de justicia elemental, la derecha berrea que el señor Obama es un peligroso comunista. Un negro comunista o un comunista negro.

(La imagen es una foto de C4Chaos, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 16 de setembre del 2009

Grupo, manada, jauría.

Dejado a sí mismo el ser humano aislado es capaz de las mayores heroicidades o las mayores villanías indistintamente y sin que sea posible determinar de antemano cuál será su comportamiento. Agregado a otros de su naturaleza y condición, convertido en parte de una masa, en muchedumbre, ese mismo ser humano parece perder la capacidad heroica y sólo comete atrocidades, siendo posible predecir con relativa certidumbre su comportamiento: salvas excepciones, el hombre en grupo tiende al mal. Es como si, al interrelacionarse, las personas unificaran su comportamiento de acuerdo no con los ideales más nobles sino con las pautas más brutales que entre ellas se den. Las cazas de brujas, las lapidaciones colectivas, los pogromos, los tormentos y ejecuciones públicas, los linchamientos son fenómenos gregarios, de psicología de masas, de esas que movieron estudios como los de Le Bon, Reich y otros, allí donde el juicio moral, que es siempre individual, parece esfumarse en una embriaguez colectiva que lleva a la gente a las barbaridades que ya retrataba Eurípides en Las Bacantes, atribuyéndoselas al maligno imperio de Dionisos.

Si lo anterior es cierto desde tiempo inmemorial y referido al trato que unas personas dispensan a otras, ¿qué no sucederá con los animales? La festividad del Toro de la Vega, en Tordesillas, consistente en que una manada de bípedos implumes alancea hasta la muerte a un toro confundido, aterrorizado, agonizante entra de lleno en las consideraciones anteriores, es ejemplo palpable de los abismos de estupidez e inmoralidad en que se precipita el hombre cuando, reunido en manada y animado por los efluvios dionisiacos, alcanza la condición de jauría. Las escenas (las menos sangrientas) que se observan en el vídeo siguiente muestran claramente en qué consiste la diversión del rey de la creación cuando se anima en público y deja claro que así como llevamos ante el juez a esos imbéciles que apalean a alguien en grupo y lo graban en vídeo, habría que procesar a esa jauría de energúmenos sin mayores explicaciones. Urge reformar la legislación penal e incluir el delito de tortura a los animales.


No es necesario insistir ni malgastar el tiempo discutiendo con quienes defienden estos usos y prácticas invocando la tradición, los festejos populares y la conservación de las especies. Basura argumental para consumo de zoquetes. Sólo quisiera añadir una consideración: ¿se han fijado en que todos los que acosan al toro en el vídeo son hombres? ¿Se han fijado en que, a diferencia de Las Bacantes euripideanas, casi todos los participantes en estas brutalidades son hombres?

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

Crímenes de guerra.

El informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU concluye que posiblemente el ejército israelí cometió crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en su reciente campaña de bombardeo de Gaza. Añade que también los de Hamas se pasaron, en un prurito de imparcialidad que mueve a risa. Estos informes no sirven para nada si los Estados sobre los que versan no quieren tomar medidas. De momento, el israelí ha dicho que lo estudiara con atención y, sin duda, lo archivará también con atención, como ha hecho con los anteriores. Pero está bien que se hagan, que la opinión sepa qué nombre tienen los actos de cada cual, que los Estados Unidos, con a sin Obama, se retraten una vez más en el Consejo de Seguridad vetando cualquier decisión que pueda poner en apuros a Israel, que la Unión Europea muestre también su entraña manteniendo relaciones privilegiadas con un Estado que comete crímenes contra la humanidad.

Por cierto, quede claro que llamar genocida al Gobierno o al ejército israelíes no tiene nada de antisemita; es un simple enunciado de hecho.

(La imagen es una foto de claudia vieira, bajo licencia de Creative Commons).

Los impuestos y la pañolada.

La medida de subir los impuestos para salir de la crisis y por solidaridad puede ser más o menos acertada. El señor Rodríguez Zapatero puede estar perdiendo el oremus, como sostiene El País que cada vez lo ve con peores ojos o atinar en la diana, según parecen sostener sus admiradores, pero esas señorías del PP que recurren a la pañolada en la sesión de control del Gobierno ayer en el Senado, pidiendo la oreja para ZP como en un coso taurino, dan la medida del espíritu de la derecha, su capacidad retórica y su sentido de la dialéctica.

dimarts, 15 de setembre del 2009

Periodismo de trinchera.

Es muy difícil, por no decir imposible, que un medio de comunicación de respetable audiencia renuncie a la pretensión de influir sobre el gobierno de un país en defensa, sobre todo, de sus intereses como empresa. Será raro que se reconozca tan crudamente y la relación de influencia se disfrazará de defensa de unos u otros valores, sugerencias acerca de cómo servir mejor a la causa de la libertad, del bienestar del pueblo, o los avances del socialismo pero en el fondo del vaso aparecen siempre los intereses materiales de la empresa que, si no obtiene los favores del gobernante actual es porque espera conseguirlos del siguiente, razón por la que aquella se integra voluntariosamente en el frente crítico en forma de oposición.

Por otro lado parece bastante claro que el diario El País, elemento estelar del grupo PRISA que ha crecido y se ha desarrollado en estrechas relaciones con el poder, ha tomado ya decididamente el rumbo de la descalificación. Aquellas relaciones fueron favorables en los primeros gobiernos socialistas, de enemistad frontal y a muerte en los gobiernos del PP y matizadamente a favor que fueron luego variando hasta convertirse en una oposición al asalto con el señor Rodríguez Zapatero. Como por otro lado hay acuerdo general respecto a la alta calidad del periódico nos encontramos con un hecho muy original en el caso de El País: que se trata de prensa de referencia con una concepción más ágil y más nueva de los medios, esto es, que no se trata de un tabloide, dispuesto a recurrir a cualquier medio para realzar su oferta informativa. El famoso "diario global en español" se concibe como prensa de calidad, reflexiva, crítica, distanciada y acostumbrada a beneficiarse directamente como empresa de la acción del Gobierno.

Esta situación se ha roto recientemente. El Príncipe parece contar con otro asesor o informante, o defensor, lo que ha provocado una reacción de despecho y celos en El País que ha ido escalando a una situación de enfrentamiento claro. La cuestión en litigio, la TDT de pago que el Gobierno ha autorizado mediante Decreto Ley en agosto, cuando Franco subía el pan, para evitar las protestas sociales y que PRISA considera en detrimento de sus intereses.

Rompió el fuego indignado el señor Cebrián con un artículo el 21 de agosto de este año titulado Un desatino en el que esgrime como arma crítica la escasamente novedosa teoría de que el recurso del Ejecutivo a los procedimientos legislativos es perjudicial para la democracia; que el gobernante que se vale de decretos leyes no es un demócrata, vaya. Podía haber llevado el tropo hasta sostener que el señor Rodríguez Zapatero es como los zares, pues gobierna por ukase, esto es, decreto en ruso. Siguió el el 29 de agosto el señor Peces-Barba, referente icónico del grupo PRISA para el socialismo moderado, centrado, asumible por la empresa, con un artículo titulado Un compendio de errores y engaños en el que pone a caldo al Gobierno del señor Rodríguez Zapatero, reponsable de tremendos errores y engaños el principal de los cuales es prescindir alegremente de la sabiduría de las canas para echarse en brazos de veleidosos jovenzuelos. Sólo se salva el señor Tomás Gómez, jefe del socialismo madrileño que ha tenido la presciencia de encomendar su programa electoral al señor Peces-Barba. Por contra el pobre señor Caamaño, ministro de Justicia, recibe una buena tunda a cuenta de su ignorancia jurídica.

Recientemente, los ataques ya no son solamente en la sección de opinión sino que encarnan en la información misma de portada del rotativo. Ayer el diario contaba en primera que El desconcierto se extiende en el PSOE a raíz, además, de la resignación del acta de diputado del señor Pedro Solbes, varias veces ex-ministro. Esta dimisión se une a las de otros próceres también ex ministros y sirve al diario para concluir que cunde el desánimo en el socialismo español, conclusión que, de seguir siendo buenas las relaciones entre el Gobierno y el diario hubiera sido muy distinta, alabando la modernidad de un partido que renueva sangre y vigor desprendiéndose de los jarrones chinos a cambio de gente motivada y preparada.

El grupo PRISA maniobra ahora mismo para evitar que el Congreso convalide el Decreto-Ley de agosto y lo inevitable se convierta en ley. Pero no está claro que lo consiga. Parece que, de momento, cuenta con el voto negativo del PP. Extraña cómo los perspicaces gestores de PRISA no se dan cuenta de que airear ese voto es el método más seguro de no conseguir ningún otro de los que necesitaría para impedir que la propuesta de Zapatero tenga mayoría absoluta y se convierta en ley orgánica pues afecta al derecho fundamental a la información. Si tal cosa sucede puede que la siguiente información sea que hay una insurrección en el PSOE en contra del autoritarismo zapateril.

(La imagen es una foto de Micora, bajo licencia de Creative Commons).

Palinuro entrevista a Franco.

No bien se supo la noticia de que en la Basílica de Cuelgamuros, en el Valle de los Caídos, dejaba de oficiarse la misa que tradicionalmente se decía por el eterno descanso del alma del Generalísimo cuando Palinuro se dijo que aquello tenía que tener efectos en el más allá. De este modo, se agazapó en la cripta de la basílica, cabe la tumba de José Antonio, dejó que pasara el día y los curas cerraran el templo y se dispuso a esperar, convencido de que algo sucedería.

Efectivamente, al filo de la media noche oyóse un estrépito como de arrastrar de cadenas y pudo entreverse el alma en pena de Francisco Franco, vagando en las tinieblas y lanzando suspiros y gemidos desconsolado por haber perdido aquellas misas que eran como una renta que había venido pagando al Altísimo a cambio de estar instalado en la Gloria. Palinuro se armó de valor y le salió al paso:

Palinuro: general, permítame una pregunta.

Francisco Franco: ¿cómo? ¿No estoy solo? ¿Quién es Vd., atrevido mortal? General, general, ¿ya no se me llama Generalísimo o Excelencia?

P: soy un español parte de cuya vida transcurrió en España bajo su dictadura de Vd. Nunca lo llamé Generalísimo y menos Excelencia. Había quien lo llamaba "Excremencia", pero yo no lo hacía. Así que dese con canto en los dientes que no lo llamo "Paco el dictador", entre otras cosas porque a los ojos de los republicanos Franco perdió su condición de militar en una decisión del gobierno de la República.

FF: ¿He oído bien? ¿Aún quedan republicanos en España? Creí haber termninado con ellos acusándolos a todos del delito de rebelión contra el Estado.

P: que fue justamente el que Vd. cometió.

FF: lo nuestro no fue un delito sino un Alzamiento, un Movimiento Nacional. O sea, que quedan republicanos. ¿No hace bien su trabajo el Príncipe de España...?

P: sí, general, pero a su manera...

FF: estoy enterado, estoy enterado. Sé que Juancarlitos ha tenido que hacer algunas reformillas menores en los Principios del Movimiento Nacional, me lo contaba mi fuel López Rodó en sus oraciones.

P: ¿reformilla? General, no ha dejado ni rastro. Se ha deshecho hasta del brazo incorrupto de Santa Teresa que siempre estuvo con Vd.

FF: ¡caramba! ¿Y quien lo protege ahora? Bueno, ya me decían algunos que no me fiara de un Borbón, que son esencialmente desagradecidos. Uno de los que más insistían era Fraga, un hombre muy competente pero al que tuve echar porque se empeñó en airear el Caso Matesa.

P: ¿Ya había entonces caso Malesa?

FF: no, no, Matesa, un asunto de subvenciones a la exportación en la que estaba pringado el Opus y Fraga quiso quitárselo de encima. Hombre impulsivo el tal Fraga. Espero que ese sí me haya sido fiel.

P: fidelísimo, General, lo que pasa es que no puede hablar mucho de Vd. porque hoy en España, eso está mal visto salvo que sea para vituperar su memoria.

FF: ¡cómo cambian los tiempos! No quise resucitar al tercer año, como me recomendó mi leal seguidor Vizcaíno Casas y al final veo que el país se despeña de nuevo por la pendiente. Cuando hasta la Iglesia, a la que yo convertí en pilar del Estado nacional católico, escatima los rezos por mi alma, cabe esperar muy poco.

P: la Iglesia es otro asunto, general. La Iglesia, como la Patria, no tiene amigos ni enemigos sino intereses. Ahora defiende los suyos, que son los mismos que con Vd., pero a su manera, con sus armas.

FF: ¡ah, pero tiene armas! Eso me tranquiliza.

P: armas espirituales, general, medios de comunicación, fundaciones, seguidores en los partidos políticos.

FF: ¿ve Vd. qué podrida está España que ya ha vuelto a ser devorada por el cáncer de los partidos políticos? ¿No ha echado raíces la doctrina de mi ministro de Obras Públicas, aquel empollón de Fernández de la Mora, de la partidocracia y la implantación de un Estado de obras?

P: en absoluto, general, España es hoy un hervidero de partidos. Ya sabe Vd. cómo son los españoles: cada uno con su partido.

FF: bueno, pero habrá alguno admisible, alguno mandado por Gil Robles...

P: ciertamente, el PP, mandado unos años por el señor Aznar.

FF: ¿Aznar Zubigaray? Un gran tipo. Un poco tocado, como casi todos los vascos, pero excelente persona, capaz de abandonar la enfermedad del nacionalismo vasco y hacerse reciamente español.

P: no, no, Aznar López, el nieto de Zubigaray. Precisamente tuvo que vérselas con el nacionalismo catalán y el vasco a la hora de la formación de su gobierno; se convirtió en su esclavo. .

FF: Eso es lo que más me molesta de la situación de nuestra patria, que retornn los nacionalismos, los separatismos.

P: supongo que así es. Ahora presionan para que haya referéndums de autodeterminación para independizarse, separarse de Espña.

FF: se entenderá ahora porqué empecé el Glorioso Movimiento Nacional porque, recuérdelo, la preferíamos roja a rota. Para evitar la ruptura de España.

P: no, si no crea. Ahora la derecha se pasa el día hablando de que España se rompe.

FF: ya ¿y qué hace para evitarlo? Nada. Nada de nada. Nosotros hicimos una guerra. Nominalmente era contra el comunismo, que era lo que impresionaba a los judíos ingleses y yankees pero, en el fondo, era contra el separatismo. Redujimos todas lazs categorías políticas, anarquismo, socialismo, republicanismo, a comunismo y les cortamos las cabezas. Pero el objetivo final del Alzamiento, lo que siempre tuve presente, fue la unidad nacional española. Si esa se pierde, se pierde España.

P: lógicamente, general, lógicamente. Aunque hay quien dice que el que verdaderamente rompió España fue Vd. con su centralismo cuartelario.

FF: no siga hombre, que me da Vd,. un disgusto, además del que ya me han dado los curas. ¡España troceada! ¿Para eso la sembramos de cadáveres a lo largo de todas sus cunetas? ¿Para eso devolvimos a las entrañas de la tierra a sus malos hijos, los españoles rebeldes y los españoles que no querían ser españoles? ¡Ah! ¿Qué hace el Ejercito? ¿En qué piensa?

P: con el Ejército ya no se puede contar. Está integrado en varios organismos internacionales, no es obligatorio, se ha llenado de mujeres y anda por ahí sembrando la paz.

FF: ya no soporto más. Déjeme volver a mis penas en esta cripta, olvidado hasta de las oraciones de la Madre Iglesia. ¡Siglo desagradecido!

P: gracias por esta conversación, general.

Pero sólo respondió el silencio.

(La imagen es una foto de desighwllah, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 14 de setembre del 2009

Disonancia.

El primer barómetro del curso político de la Sexta hecho público ayer domingo da resultados que son un ejemplo perfecto de disonancia cognitiva. El PP aventaja al PSOE en dos puntos porcentuales y medio en intención de voto. Dadas las circunstancias y el hecho de que la crisis arrecia en España más que en otros países del entorno, el resultado es explicable en función del viejo criterio de que la culpa de todo la tiene el Gobierno, especialmente cuando se trata de gestionar una crisis económica. Un criterio bastante razonable por cuanto es el Gobierno quien tiene posibilidades reales de acción en tanto que a la oposición quedan reservadas la crítica y la formulación de alternativas si las tiene.

Así las cosas, vista la inexistencia de alternativas del PP, que se limita a criticar, insultar y difamar cuando a sus a sus dirigentes se les calienta la boca, lo que sucede con frecuencia, muy mal tiene que estar haciéndolo el Gobierno para que el 43,6 por ciento del personal diga que votará al PP en las próximas elecciones. Y no a un PP cualquiera sino al PP que lleva meses protagonizando el caso Gürtel, probablemente el mayor escándalo en asuntos de corrupción de los últimos tiempos. Tanto es así que muchos analistas empiezan a pensar que la corrupción de los políticos (de sus políticos) es asunto que moviliza a favor al electorado conservador.

Sucede, sin embargo, que preguntada esa misma gente sobre qué partido prefiere que esté en el Gobierno para afrontar la crisis, el PSOE gana de calle al PP por 11,5 puntos, una distancia que no suele verse salvo en contadas ocasiones. La pregunta además refuta específicamente la suposición de que la causa de la menor intención de voto del PSOE sea la gestión de la crisis y la respuesta deja un toque enigmático que sólo tiene sentido si se aduce una especie de masoquismo colectivo: como preferimos al PSOE frente al PP a la hora de gestionar la crisis, anunciamos que pensamos votar al PP más que al PSOE. Otra posible explicación sería que la gente no se sintiera directamente afectada por la crisis, pero esto no es así ya que el barómetro incluye una cuestión concreta acerca de la situación económica de cada cual en la que el 50,4 por ciento dice que es "regular" (lo que en español de uso quiere decir tirando a insatisfactoria) y un 23,8 por ciento dice que es mala o muy mala mientras que el 25,6 por ciento asgura que es buena o muy buena.

Quiere la doctrina que los sondeos sean fotos fijas del estado de oipinión en un momento concreto, instantáneas opinativas. En este caso, la foto, la instantánea está confusa o borrosa o bien, lo cual parecería más probable, refleja un caso de espiral del silencio. Es tal la bronca que monta el PP que los encuestados mienten y ocultan su voto al PSOE. Esta conclusión viene asimismo avalada por el índice de valoración comparativa de los dos principales políticos del país en el que el señor Rodríguez Zapatero aventaja en 0,73 puntos al señor Rajoy, lo que en un sistema parlamentario como el español con tan fuerte deriva presidencialista, no es asunto baladí.

En todo caso la única conclusión válida a mi entender es que, acercándonos al ecuador de una legislatura muy accidentada, no hay nada decidido.

El resultado de Arenys de Munt.

Después de toda la movida, la falta de tacto de las autoridades españolas con sus declaraciones contrarias titubeantes cuando no balbucientes, y la publicidad que todo ello ha dado al caso tanto en España como fuera de ella, el resultado de la consulta informativa de Arenys de Mundt, movida por una asociación privada sobre la independendencia de Cataluña ha dado un abrumador 96,1 por ciento favorable a la secesión, habiendo votado más del 33 por ciento de la población con una participación sobre el censo del 41,01 por ciento, más alta que en el referéndum del estatuto y que en las elecciones europeas, aunque no tanto como en las generales y autonómicas.

Es obvio que la consulta carece de toda consecuencia práctica, que el censo no es válido entre otras cosas por incluir a personas de más de dieciséis años y que su carácter informativo, festivo, folklórico ha animado a mucha gente a votar en un sentido que no sería el de su voto en una consulta con todas las de la ley. Pero tiene una gran valor simbólico pues pone de manifiesto el avance del espíritu independentista en Cataluña y abre la vía a una multiplicación de consultas de este tipo en otros municipios de la Comunidad Autónoma con los que las fuerzas nacionalistas CiU y ERC confían en ir preprando el terreno para hacer una demanda soberanista allí donde menos se espere.

No quiero llevar el agua a mi molino del reconocimiento del derecho de autodeterminación a todos los pueblos o naciones de España por no aburrir más a la peña, pero está claro que el proceso, muy en el sentido de la marcha de los tiempos posmodernos, es imparable y de nada o muy poco servirán marrullerías conceptuales como las que abundan en el artículo de hoy en El País del señor Peces-Barba, titulado ¿Estatuto 'versus' Constitución? y en el que el autor parece retroceder de su reconocimiento anterior de España como "nación de naciones" a una aceptación rebajada de Cataluña como nación siempre que sólo lo sea culturalmente y que renuncie al "viejo, obsoleto y desacreditado principio de las nacionalidades de que toda nación tiene derecho a ser Estado independiente". Viejo, obsoleto y desacreditado a sus ojos, naturalmente.

En fin, no me parece necesario insistir en un asunto que, como se ve, guste o no a los nacionalistas españoles monocromáticos, sean de izquierda o de derecha, no solo persevera sino que se ahonda y extiende hasta el momento en que sea incontenible en el marco de un Estado democrático de derecho. Sólo quiero dejar constancia de un dato que sale siempre que se menciona la posibilidad de la independencia de Cataluña y su petición de ingreso en la Unión Europea como Estado independiente (y que también está subrepticiamente presente en el citado artículo del citado autor), cuando se dice que España tiene derecho de veto y, en consecuencia, impedirá el ingreso de Cataluña. Será con mi voto en contra y, espero, con el de muchos otros ciudadanos que no tenemos animadversión a que los demás ejerciten sus derechos y no nos gusta amenazar para impedirlo ni vengarnos una vez que lo hayan hecho.

Prostitución

Visto lo visto, las dudas, vacilaciones, cacaos mentales, mentiras, sofismas y simple hipocresía como el de esos diarios nacionales que tuercen el gesto gazmoño cuando se habla de putas y putos pero hacen negocios imprimiendo anuncios por palabras, va a tener razón el señor Blanco cuando pide "alguna decisión" sobre la prostitución porque el asunto urge.

Está visto que el legislador y sus cientos de asesores oficiales y oficiosos son incapaces de alcanzar un acuerdo mínimo para tratar de un asunto de tan complicados entreveros morales y en el que, por activa o por pasiva, estamos todos pringados, pero conviene ir dándose cuenta de que, mientras decidimos si son galgos o podencos, los proxenetas, los chulos, las mafias, las madamas sin escrúpulos están sometiendo a terrible y humillante explotación a una cantidad considerable de personas que, en cuanto a derechos y su protección por los tribunales son ciudadanas/os no de segunda sino de últimísima categoría.

La decisión debe partir del reconocimiento de un hecho social con claros ribetes delictivos no tanto en el ejercicio como en el consumo, debe ser lo más protectora posible de los derechos de las prostitutas y prostitutos como trabajadores, debe castigar a quienes trafican ilícitamente con seres humanos y/o se lucran con ello y a quienes frecuentan el negocio en la situación actual y debe gozar del mayor consenso parlamentario posible. Y si nos equivocamos en la regulación, hemos de estar dispuestos a reformarla. Quizá erremos y quizá demos en el blanco pero ambas cosas sólo son posibles si lanzamos la flecha.

(La imagen es una foto de LEETS, bajo licencia de Creative Commons).

diumenge, 13 de setembre del 2009

Aspavientos.

El transfuguismo es un comportamiento tan condenable como difícil de erradicar ya que consiste en servirse de un bien público (el puesto de representante político) en beneficio privado lo que, por cierto, es la definición misma de corrupción. El transfuguismo está en el núcleo de la corrupción política y hacen muy bien los partidos en precaverse frente a él mediante pactos y acuerdos entre caballeros porque es un fenómeno que va en contra de sus intereses y amenaza a su misma existencia. La cuestión es que estos pactos y acuerdos no suelen servir de gran cosa precisamente porque se trata de cuestiones de intereses y porque no es posible dotarlos de fuerza coactiva y ya Hobbes decía que "Pactos sin espadas son meras palabras".

La fuerza del transfuguismo reside en la permanencia de la doctrina del mandato imperativo, sostenida a rajatabla por el Tribunal Constitucional, según la cual el representante, sea concejal o diputado, que abandona el partido en cuya lista fue elegido conserva su acta como si fuera su propietario o lo hubiera ganado en unas oposiciones. Y los partidos no pueden hacer nada en contra salvo no presentarlo en las listas de las elecciones siguientes. Según algunos, sobre todo los propios partidos, esta situación es perversa porque alienta el transfuguismo, sobre todo en las corporaciones locales, en las que se ventilan muchas veces intereses inmediatos con diferencias de uno o dos escaños en la mayorías lo que siempre abre la posibilidad de compraventa de voluntades. Según otros, sin embargo, es una situación mejor que la contraria porque si los representantes perdieran el escaño al abandonar el partido o ser expulsados de él, el predominio de los partidos sería ya absoluto y sí cabría hablar de partitocracia con mucho más fundamento de lo que se hace ahora.

Por estas razones los partidos no tienen posibilidad efectiva y real de erradicar el transfuguismo y en cada legislatura se dará algún caso, según cómo sean las composiciones numèricas de las ditintas corporaciones, especialmente las municipales, aunque también se da el fenómeno ocaisonalmente en las otras. Y por eso también recurren a los gentleman's agreements, aunque un cínico podría decir que un gentleman's agreement entre partidos sea un oxímoron. En consecuencia, carece de sentido montar la gresca calderoniana cuando se produce un caso de transfuguismo como el del ayuntamiento de Benidorm. Lo que procede es aplicar el pacto por el que los partidos se comprometen a no beneficiarse de la finalidad buscada por el tránsfuga. Cosa, sin embargo, que no puede llevarse a la práctica cuando como ha sucedido en la villa alicantina quienes se valen del tránsfuga abandonan voluntariamente su partido antes de que éste los expulse en aplicación del pacto.

Es decir con mayor motivo resulta absurdo armar la de Dios es Cristo como está haciendo el señor Rajoy anunciando "el fin del talante" y la traición del pacto antitransfuguismo cuando es así que éste ha funcionado hasta donde razonablemente cabe exigir, esto es, el PSOE como partido no se ha beneficiado del gesto del tránsfuga. Como ello es evidente para mantener esa indignación jupiterina con que el señor Rajoy carga todas las tardes contra el Partido Socialista venga o no a cuento tiene que hacer una profecía sosteniendo que ya se verá cómo la mitad de los concejales que han abndonado el partido retornan en sus listas en las próximas elecciones. Lo que tiene tanto valor como si yo digo que en las elecciones de 2012 el señor Rajoy encabezará las listas de Batasuna.

Tal es la naturaleza de la oposición ejercida por el PP bajo la dirección del señor Rajoy: puro gesto grandielocuente, pura fanfarria, pura teatralidad. Hasta la expresión empleada de "algo huele a podrido en Benidorm" delata la afición por la dramaturgia barata. Efectivamente, algo huele a podrido en Benidorm al menos desde los tiempos del alcalde Zaplana.

Porque a esa tendencia a lo declamatorio se une la irritante costumbre de la proyección en los actos de los conservadores, consistente en criticar a los demás lo que ellos hacen con fruición. No menos de veinticuatro veces en los últimos años se ha beneficiado el PP de casos de transfuguismo sin que se hayan tomado medidas, según un cálculo hecho por la señora Leire Pajín, hija, por cierto de una de las concejales benidormenses que han abandonado el PSOE para materializar la moción de censura que arrebate la alcaldía al PP.

(La imagen es una foto de fenriquedice, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 12 de setembre del 2009

Ni por cortesía.

Eso no se hace, Presidente. Ni por cortesía ni por nada. Y no pretexte Vd. sorpresa ya que, al estar convocada la cumbre hispano-italiana en Cerdeña, era clara desde el comienzo la intención del señor Berlusconi de llevar a Vd. y a quien se terciara al huerto, a visitar la Villa Certosa de las orgías con la clara intención de capitalizar después la imagen, la foto, la invitación, la presencia de mandatarios extranjeros. ¿Todavía no se ha enterado Vd. de que este pájaro gestiona el gobierno de su país como su empresa personal? ¿No tiene tiempo de leer los periódicos en los que se informa abundantemente de la confusión berlusconiana entre lo público y lo privado? Después de casi seis años en La Moncloa y no sé cuántos en la política, es Vd. un ingenuo al que un caradura se la da con queso. ¿O es una muestra más del tradicional apocamiento de los españoles ante un europeo, cualquier europeo, incluido este indeseable sin escrúpulos dedicado a amordazar a los medios y perseguir inmigrantes en su país?

Ya tiene difícil pase que tanto Vd. como sus ministros (y, sobre todo, ministras) asitieran "con cara de circunstancias" al aluvión de imbecilidades rijosas con que les obsequió el señor Berlusconi nada más echárselos a la cara. En fin, vamos a atribuirlo a la timidez producida por la tradicional incompetencia también española en el dominio de lenguas extranjeras, aunque, la verdad, tanto la señora Salgado como, sobre todo, la señora Chacón, han defraudado las mínimas expectativas acerca de cuán interiorizado tienen el principio de la igualdad de género. Pero lo inadmisible de todo punto es que aceptara Vd. poner el pie en la villa de marras. ¿O no se da cuenta de que con su pie, entra allí el de todos los españoles? Eso de "por cortesía" suena a lo que es: a excusa de pobre pardillo con el que ha jugado un truhán de este jaez. Acompañado como iba por el señor Moratinos (de quien no quiero ni imaginar que pudiera haber reído ni uno solo de los comentarios y chistes de esa desgracia pública de primer ministro italiano), ¿no pudo éste explicarle el sentido de las llamadas "enfermedades diplomáticas"?

Todo antes que prestarse a justificar la ignominia berlusconiana.

Francamente, ni Vd. ni ninguno de su equipo han estado a la altura de las circunstancias. Se ha portado Vd., más o menos, como cuando a Felipe González se le fue la cabeza y se subió al Azor, esto es, con una falta de dignidad que abochorna.

(La imagen es una foto de guillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons).

Nadie la quería.

Me refiero a la unificación alemana. Va para diez años que cayó el muro de Berlín, aquella vergüenza tras la que se ocultaba la mentira del comunismo, la mejor orquestada y más duradera del siglo XX, un muro que se había erigido para impedir que la gente escapara de la tiranía del partido único pero que oficialmente se justificaba como medida en contra del espionaje. Va para diez años que empezó el fin de la división de Alemania impuesta por los vencedores de la guerra y surgen ahora nuevas voces del pasado que prueban que los contemporáneos trataron como pudieron de frenar un proceso que los atemorizaba. Vuelve desde ignotos archivos la voz de la señora Thatcher diciendo a Gorbachov que no le gustaba la idea de la reunificación alemana y que no quería "desestabilizar" Europa ni la URSS. Puro miedo a los alemanes, producido por los recuerdos de la segunda guerra mundial. Lo mismo que pasaba en Francia. Miterrand, entonces presidente de la Vª República, desenterró el viejo e ingenioso dictum de François Mauriac: "Quiero tanto a Alemania que prefiero que haya dos". Hasta muchos alemanes estaban asustados. Basta repasar lo que escribieron entonces gente como Habermas o Grass en contra de la Wiedervereinigung.

Nadie en el fondo quería la unificación alemana. Todos se habían acomodado a la injusta reparticiòn del continente después de la guerra. Para los alemanes era cuestión de suerte: si habías nacido del lado equivocado del muro, tanto peor. Para el resto de los europeos el asunto parecía decidido: si te había tocado nacer del lado equivocado del telón de acero, tanto peor. Pero no había que mover las cosas. Los rusos convocaron en 1973 la llamada Conferencia de Paz y de Seguridad en Europa (antecedente de la actual OSCE) con el paladino fin de conseguir la aceptación expresa del statu quo posterior a la guerra que oficialmente no estaba reconocido aunque todos lo habían interiorizado. En aquella situación de esquizofrenia general, cuando en 1975 por fin se firmó el acuerdo de Helsinki con su tercer cesto y el reconocimiento de las fronteras de la posguerra en Europa faltaban cuatro años para que todo el edificio de mentiras se viniera abajo y de dichas fronteras no quedara ni el recuerdo. Al menos, al Este del Oder-Neisse.

Y con aquel derrumbe general se fue el comunismo un par de años después por el escotillón de la historia dejando tras de sí las sociedades más anómicas, desestructuradas, conflictivas y peligrosas de los últimos tiempos. Los paraísos del "hombre nuevo" eran predios de la insolidaridad y la guerra de todos contra todos en los que arrancó la nueva forma de acumulación salvaje de capital que todavía continúa y cuya muestra palpable es la oleada de eslavos que se desparramó por Europa en los años subsiguientes, dedicados a la delincuencia organizada, la mafias, el blanqueo de dinero, la trata de blancas.

Y todo empezó con la caída de aquel muro que dio paso a la unificación de las dos Alemanias. Por cierto, como las cosas no son nunca maniqueamente simples, algo de justificación tenían aquellos inútiles temores y prevenciones frente a una Alemania fuerte, unificada en Europa. Aunque nadie sabía bien cómo formularlos aceptablemente, razón por la cual no fueron operativos y los cascotes del muro se llevaron por delante el equilibrio de la posguerra dando paso no solo al fin del comunismo, sino al mundo global que hoy vivimos. Ternura, melancolía, nostalgia despiertan hoy los discursos sobre el famoso "dividendo de la paz" que jamás se materializó.

Tengo mi teoría sobre la razón y la sinrazón de ese inútil temor europeo a una Alemania fuerte: se origina, en mi modesta opinión, en la diferencia que hay en los dos conceptos de "nación" y "Estado" que manejamos los alemanes por un lado y el resto de los europeos occidentales por el otro. Los segundos, o sea, nosotros, creemos tenerlos claros (nación/Estado español, nación/Estado francés, nación/Estado italiano, etc) aunque luego descubrimos en el interior de cada cual que no lo están porque todos esos binomios incorporan excepciones y conflictos con otras naciones sin Estado que aspiran a conseguirlo. El caso alemán es distinto pues nunca en su historia han coincidido los dos conceptos salvo por razones de oportunidad diplomática. Esto es, nunca ha habido coincidencia entre la nación alemana y el Estado alemán. Ni ahora. Por eso no hay en Alemania, como en el resto de Europa, partidos regionalistas, nacionalistas, independentistas fuera de la CSU bávara que tampoco lo es. Y de ahí que los alemanes no vieran, ni vean hoy, la caída del muro de Berlín como los demás europeos occidentales: para ellos se trataba de unificar dos fragmentos de la nación alemana y no de restaurar un hipotético Estado alemán que, además, jamás había existido antes. Por eso pasaron de hablar de "reunificación" a hacerlo de "unificación". Siempre hay, siempre habrá, en Europa pedazos de la nación alemana fuera del Estado alemán. Ese es el sentido contradictorio de que Alemania sea el corazón de Europa, que no se reconcilia con sus propios límites. Exactamente lo mismo que sucede con la Unión Europea, que tampoco sabe en dónde termina eso que llamamos Europa. Europa, la inventora del Estado y su sepulturera.

Todo eso nos lleva demasiado lejos. Lo esencial ahora es que el hundimiento del muro de Berlín fue el comienzo del fin del comunismo y sus patrañas para alumbrar un mundo que ha generado sus propias injusticias, a veces mayores que las que vino a remediar. Sin ir más lejos, hoy hay muros de Berlín, muros reales, tangibles, de cemento, alambradas, focos y muerte, por ejemplo, en Río Grande (EEUU), Cisjordania o Melilla y muros intangibles pero no menos infranqueables en muchas otras partes del mundo; entre ellas, irónicamente, en la misma Alemania.

(La imagen es una foto de GothPhil, bajo licencia de Creative Commons).

divendres, 11 de setembre del 2009

Palinuro entrevista a Berlusconi.

Palinuro tiene enchufe con el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Así capitaliza el abundante jabón que le da en su blog. Gracias a ese enchufe ha conseguido "incrustarse" en el equipo zapateril que se ha desplazado a la isla de Cerdeña, en donde Il Cavaliere tiene su Villa Certosa y ya veremos cuántos y cuáles ministros españoles acaban pasando allí el finde. El colmo del delirio berlusconiano sería pasarlo a solas con la ministra Aído pero parece que las únicas "rosas" del Gobierno español presentes en la cumbre hispano-italiana con Fernández de la Vega, Chacón y Salgado y no es fácil la cosa porque cualquiera de estas tres sabría ponerlo en su sitio. Aído también, por cierto, pero es el caso que no estaba.

Palinuro "incrustado" en el equipo al modo en que los periodistas gringos estaban "incrustados" (embedded) en las tropas de su país que invadieron el Irak hace seis años para derramar sobre él las bendiciones de la civilización y la democracia. Incidentalmente, no comprendo porqué se ha aceptado que la traducción de embedded sea "incrustado" cuando lo que dice el inglés exactamente es "encamado", algo que define mucho mejor las funciones de los periodistas en la invasión del Irak puesto que en realidad van de putas de los militares, para decirlo de un modo a lo Berlusconi.

El presidente del Consejo de Ministros me hace esperarlo en una especie de coqueto gabinete que hay en el palacio en que se celebra la cumbre y finalmente se reúne conmigo terminada la rueda de prensa con el presidente Rodríguez Zapatero a quien el señor Berlusconi considera como un Balilla, de recia tradición genovesa.

Palinuro: Cavaliere, muchas gracias por haberme recibido para esta entrevista.

Silvio Berlusconi: no las tiene, no las tiene. ¿De qué periódico es Vd.?

P: no es un periódico, es un blog pero claro es periódico; periódico pero no diario. O sí, también diario.

SB: ya veo que los españoles, como los italianos, definen con concisión y rapidez. Bueno, el caso es que no es Vd. de El País.

P: no, presidente, en España hay más periódicos además de El País.

SN: lo espero con tutto il cuore porque pienso destruir a esa repugnante muestra de prensa falsaria, refugio de comunistas. Destruirla es borrarla de la tierra, como otros periódicos de Italia que sólo imprimen mentiras sobre mi persona.

P: destruir un medio de comunicación, sobre todo un nombre de éxito, es complicado.

SB: Vd. no sabe lo que se consigue con dinero.

P: no, no lo sé.

SB: ya lo veo. Todo, se consigue todo. Y yo tengo mucho dinero. Puedo aguantar procesos prolongados, pagar abogados, comprar testigos, eliminar pruebas, sobornar jueces...

P: no, no puede.

SB: ¡sí, puedo y lo hago!

P: quiero decir que no debe.

SB: eso es otra cosa. El deber, ¡ah, el deber! El único deber que conozco es el deber dinero.

P: así que Vd. gobierna como quiere.

SB: exactamente, joven; llegará Vd. lejos, Palinuro, un hombre duro, un hombre puro; por un hombre juro: ¡Palinuro! Gobierno como quiero. Mi gobierno hace lo que yo quiero, los medios dicen lo que yo quiero

P: y, si no, les cierra la boca con dinero.

SB: o los compro, o los destruyo, o los convierto en una pizzeria a domicilio. Así es la vida.

P: Y ¿cree Vd. que la gente, los italianos, apoyan esta forma de ser?

SB: la adoran. Todos quisieran ser como yo; me bendicen en sus casas. Por supuesto, hablo del popolo italiano, l'uomo semplice della strada, no de los resabiados intelectuales, profesores, izquierdistas envidiosos, masones, judíos, maricas, hippies y drogotas. Esa es la minoría que me odia y que hace oír mucho su voz porque dispone de maquinaria, empresas, tecnología y el noventa por ciento del terreno mediático en Italia, destinado a mentir a mansalva. Conmigo eso se ha terminado.

P: o sea, según Vd., como los medios izquierdistas más radicales, los grandes medios de información son en realidad medios de desinformación y manipulación.

SB: exactamente. Una curiosa coincidencia, por lo demás.

P: ...y Vd. propone terminar con ellos para establecer un ámbito mediático sin desinformación ni manipulación.

SB: ¡no, bambolotto, eso es lo que dicen los medios de la izquierda radical, que son todos gilipollas, como dicen Vds.! Lo que yo quiero es sustituirlos por mi forma de desinformar y mi modo de manipular.

P: pero eso, en el fondo, indica un profundo desprecio por su país y su gente.

SB: ma, cosa dice? ¿Cómo voy a despreciar al país europeo que produce le piú belle donne del mondo?

P: eso será si nos olvidamos de Dulcinea.

SN: ¿cómo? ¡A, sí! Dulcinea, la amada del Quijote, que no existía en verdad. Eso le pasaba al Quijote por no follar, que se le calentaron los sesos. A nuestra edad, mi joven amigo, hay que follar y a ser posible, con chavalas que son las que tienen fuerza. Las otras están ya desvencijadas.

P: tiene Vd. una habilidad extraordinaria para sacar de quicio a las feministas.

SB: esas viragos... Desde luego, desde luego y a los maricas también. Hay que acabar con el predominio de maricas y comunistas en la vida pública italiana, sanearla.

P: ahi es donde está la cosa, se dice que no distingue Vd. entre lo público y lo privado.

SB: ni falta que hace; soy el hombre más rico del país, poseo los medios de comunicación más poderosos, ¡soy el propietario del país! Caramba, estudia la historia, chaval: los reyes absolutos tampoco distinguían entre lo público y lo privado porque todo era suyo y no por eso dejaron de funcionar los Estados; al contrario, alcanzaron su apogeo: Felipe II en España, Iabel I en Inglaterra, Luis XIV en Francia... ¡Monarquía absoluta!

P: Pero esas orgías con veline en su condición de Presidente del Consejo...

SB: claro, es lo que ellas quieren. A las mujeres les encanta follar con presidentes y no con el señor tal o el señor cuál. Pregunte a mi amigo Sarkozy. Les encanta follar con presidentes que traten a presidentes que les cuenten cosas de Mr. Obama o de Frau Merkel.

P: esos mandatarios empiezan a considerarlo a Vd. como un problema.

SB: eso es lo que dicen en público pero luego les encanta venir y no te digo lo que hacen en privado porque sale luego cualquier snvergüenza contando mentiras de paparazzo.

P: pues lo calla Vd., o lo compra.

SB: veo que aprendes rápido, chaval, tú tienes porvenir.

P: ¿con Vd.?

SB: habría que verlo; ver lo que vales de verdad, no lo que parece que vales.

O: déjelo, era una broma. Oiga, se dice que sus fiestas eran con putas a las que pagaba.

SB: ¡qué pesados! Ya he dicho que yo no pago por follar,

P: pueden pagar otros.

SB: Pueden, pero no soy yo. Yo soy el Jefe. El mejor Primer Mnistro de Italia en 150 años y soy el mismo Berlusconi que atiende a sus empresas.

P: o sea, el capitalista Berlusconi, el empresario sin escrúpulos se ha convertido en el político Berlusconi con iguales características y, además, el poder político, esto es, el poder de legislar lo que más le interese.

SB: que es lo que hago. Me he blindado procesalmente si no a estas horas sería pasto de cualquier juez comunista de los que hay a patadas en Italia. El parlamento aprueba la legislación que yo quiero porque los diputados de mi partido son en realidad mis empleados, los pago yo, porque la listas electorales se complementan muy bien con mujeres. ¿No quieren cuota?

P: pero es que Vd. sólo quiere mujeres guapas.

SB: Y ¿qué? Las mujeres guapas dan votos. Mire, lo importante es tener una idea, un rumbo, un objetivo y atenerse a él. Si la gente se da cuenta de que es así, cambia de actitud y empieza a dar lo mejor de sí misma y surgen esas manifestaciones que exaltan el epíritu.

P: ¿cómo cuáles?

SB: las patrullas ciudadanas.

P: pero eso es algo pensado en contra de los inmigrantes.

SB: sólo de los ilegales. Es desagradable pero es necesario. Italia es nuestra casa común y a nadie le gusta que entren sin permiso en su casa. ¡Pues tampoco en la común!

P: por ahí es por donde dicen que anda Vd. bordeando el fascismo.

SB: ya ves; simplemente por decir la verdad. Y la verdad es también que no todo fue malo en el fascismo. El fascismo tuvo cosas buenas. Había sentido de la unidad de la Patria, la nación italiana. ¡Ahm qué tiempos! Giovinezza, giovinezza, primavera di belleza.

(La imagen es una foto de lordcima que lleva por título Berlusconi Cambieremo la giustizia dalle fondamenta, bajo licencia de Creative Commons).

dijous, 10 de setembre del 2009

El debate vacío.

El debate de ayer no tuvo la agresividad y vistosidad de otros, pero dejó en evidencia dos estilos distintos y opuestos de hacer política. De un lado, el del presidente del Gobierno quien, aun no teniendo puntos firmes de apoyo, ni mensaje concreto que trasmitir, no trayendo nada específico y suficientemente desarrollado, sabe dosificar la información de que dispone, organiza su proyecto y se adapta a las circunstancias. De otro el del señor Rajoy, también carente de estructura y de datos concretos y tangibles y ayuno de toda responsabilidd por poner en práctica lo que se dice ya que no se dice nada. Las intervenciones del señor Rajoy, intemperante, condescendiente, a veces despreciativo y con muy escaso margen para enderezar es el ejemplo perfecto de lo que no hay que hacer. Sobre todo en los momentos polémicos.

Ciertamente, el señor Rodríguez Zapatero es liviano y, si alguna vez tuvo eso que llaman carisma -basado en el hecho de ser una persona bien educada que no salta a la yugular del interlocutor- ha mucho tiempo que lo perdió y cuya mejor defensa es el hecho de que su contrincante y pretendiente a la vez es el señor Rajoy quien jamás en seis años que llevan frente a frente, ha conseguido no ya superar al presidente en aprobación popular sino simplemente acercársele.

Eso en cuanto a las formas. En cuanto al fondo el resultado es igualmente anodino: el presidente estaba seguro de que los ciudadanos entenderemos que aumente la presión fiscal "moderadamente" a la vista de las circunstancias catastróficas por las que atravesamos. Como, al mismo tiempo, no dio datos específicos de quiénes pagarían cuánto más, estaba en lo cierto al presumir aquiescencia. En cuanto al dirigente de la oposición mayoritaria, se limitó a elaborar su habitual discurso negativista, hipercrítico y tremendista, sin advertir que, aunque el presidente no conseguía generar una corriente de apoyo o simpatía en la cámara, menos lo hacía él y, de este modo, el debate consistió en un intercambio de vaguedades e inconcreciones entre dos mónadas leibnizianas ambas ajenas al mundo exterior. No obstante, el señor Rajoy consiguió bordar su número más característico, el que prueba que los dioses no lo han llamado por el camino que tan inútilmente se empeña en seguir, el de la política: tocó a rebato, llamó la atención, hizo su altisonante oferta de acuerdo y diálogo... y la vinculó a una condición que de antemano sabía tanto él como la audiencia que era imposible de cumplir: acuerdo de ambos partidos para acometer la crisis y reducir el gasto público... a condición de no subir los impuestos que era, precisamente, todo el contenido del debate de ayer.

(La imagen es una foto de guillaumepaumier, bajo licencia de Creative Commons).

El alcance de la expresión el entorno de ETA.

Francia acaba de extraditar al etarra Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, acusado en España, entre otros crímenes, del asesinato del periodista José Luis López de Lacalle. Me he quedado mirando el retrato del presunto asesino sin saber muy bien porqué, quizá en la esperanza de encontrar alguna pista o clave que me ayude a entender aquel crimen tan absurdo como odioso. Sin éxito, por supuesto. Ese rostro anodino, de mirada vacuna y ausente y expresión tarda corresponde a alguien que asesinó (si lo hizo él) a quien le dijeron que asesinara, sin saber nada de su víctima. Probablemente lo ignoraba todo acerca de José Luis López de Lacalle.

Pero yo no. Conocí a José Luis en el año 1968 en el penal de Soria en el que cumplía condena por asociación ilícita pues era miembro del Partido Comunista de España mientras que yo lo hacía por propaganda ilegal y manifestación no pacífica y no pertenecía a partido alguno. A pesar de nuestras discrepancias políticas nos hicimos amigos rápidamente porque era un hombre abierto, inteligente y franco y un luchador antifascista. Y me cayó bien.

Nunca entendí porqué lo asesinaron y la contemplación del rostro de su presunto asesino no me acerca a dicha comprensión. José Luis era un demócrata y un hombre de izquierdas. Esto no quiere decir que sí entienda los asesinatos de otras personas que no sean demócratas y/o de izquierdas. Ningún asesinato de ETA es inteligible. Pero el de José Luis me afecta personalmente porque era un amigo mío.

Al poco tiempo de este crimen, Pepe Rei, editor de Ardi Beltza, publicó un vídeo sobre el País Vasco haciendo especial hincapié en los asuntos de ETA y la represión policial. Lo más desagradable de la cinta es el momento en que, basándose en las declaraciones de un presunto periodista cuyo rostro se oculta, cuya voz se desfigura y cuyo nombre se falsea (con lo que puede ser una invención) viene a decirse que José Luis era un confidente de la policia. Estoy sguro de que no era así y, aunque lo fuera, ello no haría mejor su asesinato; pero es que no lo era y el vídeo no aporta prueba alguna, sino que se limita a arrojar sospechas, insinuaciones, basura, sobre el nombre de José Luis.

Esta coincidencia ilustra a la perfección la justeza de la teoría garzoniana del "entorno de ETA", cosa que señalo para todos aquellos que se escandalizan y simulan no entenderla cuando está bien clara: unos asesinan y otros, los chivatos, los correveidiles, legitiman los asesinatos y señalan nuevas víctimas; unos matan y otros hacen el trabajo no menos sucio de justificar las muertes y, de paso, advertir en el mejor estilo mafioso, a todo el mundo de que eso puede pasarle a cualquiera. Unos asesinos te roban la vida y otros carroñeros el buen nombre. Y están todos coordinados.

¿Se entiende ahora qué significa "entorno de ETA" y por qué hay que proceder policial y judicialmente contra él?

dimecres, 9 de setembre del 2009

El puño cerrado.

¡Qué fuerza tiene lo simbólico! ¡Cómo pega la imagen! Ha sido ver a las señoras Pajín y Aído puño en alto y se ha disparado el cutrerío conservador más carcunda, dando al traste con cuidadas componendas ideológicas absolutamente inverosímiles como que la señora Aguirre sea o pueda jamás ser "liberal" en el sentido ordinario, gaditano mas escocés del término. Todos soltando sapos y culebras y cubriendo de improperios el gesto del puño cerrado en alto: antiguo (no deja de tener guasa que un conservador considere que lo antiguo sea reprobable), trasnochado, amenazador, triste. Hasta la izquierda nacionalista, todavía más cutre y paleta, sale diciendo que el señor Rodríguez Zapatero "marca paquete obrerista" o alguna grosería de este jaez. ¡Qué mal llevan todos el radicalismo del gesto con el atractivo de quienes levantan el puño!

Y podrían, pues tan patrióticos son, reconocer que el puño cerrado es otra gran aportación española al lenguaje (gestual en este caso) político internacional, como "liberalismo", "junta" y "guerrilla". Y si no es original español, que no estoy seguro, se generaliza en el mundo entero a partir de la guerra civil española. El famoso cartel de Joan Miró de 1937, símbolo del arte de vanguardia de entonces dio la vuelta al mundo. ¿Qué amenaza hay en ese campesino catalán? ¿Qué en el texto ingenuo pero ciertísimo a largo plazo de Miró "Dans la lutte actuelle, je vois du côte fasciste les forces périmées, de l'autre côte le peuple dont les immenses ressources créatrices donneront à l'Espagne un élan qui éttonnera le monde"?

En el gesto de los hombres del pueblo en el cartel del Frente Popular, probablemente de 1938, ya hay más agresividad. Pero estábamos en mitad de una guerra que habían desencadenado las derechas, parte importante de las cuales (y todas después de la guerra) saludaban a la romana, como los fascistas italianos. El puño cerrado de los izquierdistas fue la respuesta al saludo cesarista, ese sí totalitario que en alemán se acompañaba de un estentóreo Heil Hitler! y en español de un ¡Franco, Franco, Franco! El puño cerrado ha sido siempre símbolo de todas las izquierdas, socialistas, comunistas, anarquistas, etc. Y es bastante absurdo acusar a los anarquistas de totalitarios.

Símbolo para toda la izquierda siguió siendo después de la guerra civil española, difundido en el mundo entero probablemente por los voluntarios de las Brigadas Internacionales que sobrevivieron. Y así estuvo hasta que resurgió con nuevos bríos a raíz de 1968, ese año al que los conservadores tanto odian, por ejemplo el señor Sarkozy que quiere acabar con el "espíritu del sesenta y ocho". Cosa no tan fácil. El puño cerrado ocupa un lugar muy visible en la imaginería sesentayochera, es el sello de Lucha continua y conoció diversas manifestaciones gráficas. Es una recuperación de un viejo símbolo revolucionario para señalar tres elementos del movimiento: su radicalismo, su antiburocratismo y su internacionalismo. El recurso al lenguaje simbólico de las manos es la opción típica del internacionalista. Porque casi todos los signos de las manos son inteligibles de inmediato en todas las latitudes y culturas del planeta. Por supuesto, hay un "casi" en que esto no es así y es preciso explicarlo. En el lenguaje simbólico, el puño cerrado está asociado a determinación y unidad; nada se dice de qué determinación y cuya sea la unidad.

Palinuro tiene una especial debilidad estética por este gesto, cada vez más infrecuente pero que en los años siguientes al sesenta y ocho y en los setenta y adelante apareció entre los movimientos radicales independientes. Lo usaron las mujeres de la Organización de Nacional de Mujeres (NOW) y otros movimientos concebidos según parámetros no habituales hasta la fecha, conservacionistas y pacifistas.

Famosos son los dos puños en alto enfundados en sendos guantes negros de los Panteras Negras. El gesto de Tommie Smith y John Carlos, oro y bronce en 200 metros lisos en los juegos olímpicos de México en 1968 fue la sopresa del mundo. Los dos atletas iban descalzos en memoria de la pobreza de los negros y llevaban una especie de cíngulo en torno al cuello en recuerdo de los ahorcamientos de negros en los Estados Unidos.

El tercero, plata, un australiano, lleva un distintivo en pro de los derechos humanos contra la Unión Sudafricana, que participaba en los juegos a pesar de practicar el Apartheid por lo que no traía atletas negros. Tres o cuatro días después el COI los despojó de sus medallas pretextando que habían introducido la política en lo JJOO. Que el gesto será muy amenazador pero los que sacuden de verdad son los otros, los de la mano levantada. Y eso en la misma megaciudad en que, unos meses antes, las fuerzas de seguridad del llamado "gobierno democrático" perpetraron la matanza de la Plaza de las Tres Culturas en la que murieron quién sabe cuántos estudiantes, muchos de cuyos cadáveres siguen sin aparecer.

Una de las últimas manifestaciones del puño en alto que conozco es la de los fabulosos Furry Freak Brothers, famosos por la sentencia de "el chocolate te ayuda a pasar las épocas sin dinero mejor que el dinero las épocas sin chocolate" Como dice el ministro español del Interior, señor Rubalcaba, ignoro con cuánta retranca; que "cada cual levante lo que quiera". O lo que pueda. Los tres hippies gringos drogotas recuperan el lenguaje de las manos: Freewheelin' Franklin el dedo corazón tieso, Fat Freddy el puño revolucionario de siempre y el judío de Brooklyn, Phineas R. Freakears, la uve de la victoria. El triunfo de la Revolución de "que le den". Habrá quien sostenga que los hijos de estos, que sólo creen ya en el dinero, son los que han provocado la mayor crisis del capitalismo jamás vista.

En fin, si la señora Aguirre no se convence de que aquí no hay más amenazas que las que ella profiere, le dejo una estrofa de la Canción del esposo soldado, de Miguel Hernández:


Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,

envuelto en un clamor de victoria y guitarras,

y dejaré a tu puerta mi vida de soldado

sin colmillos ni garras.

¿De qué hablan estos tipos del Armani, Vuitton, Milano, Jaguar, Lacoste y náuticos Camper?

Esos jueces fascistas.

Fascistas con todas las letras. ¿En dónde están esos jueces que administraron la "justicia" de Franco? ¿En dónde los que dictaron sentencias en el Tribunal de Orden Público conculcando sistemáticamente los derechos humanos? ¿En dónde los jueces de instrucción ante los que comparecían personas que habían sido torturadas pero jamás abrieron causa alguna por tortura? En definitiva, ¿en dónde están los fascistas en general, los cientos de miles, quizá millones, de ciudadanos que apoyaron aquella vergüenza de la Dictadura, los franquistas? Cada uno en su sitio. Los catedráticos en sus cátedras, los curas en sus iglesias, los jueces en sus tribunales pues aquí no se depuró a nadie. Y siguen en lo suyo. Quienes no se hayan jubilado continuarán administrando justicia Ahora es la de la democracia y, por supuesto, son más demócratas que nadie, aunque a su manera. ¿Pueden ser los que han condenado a Jaume d'Urgell por hacer algo que muchos ciudadanos hubiéramos hecho también pues creemos que es obligado devolver al republicanismo el uso de sus símbolos, secuestrados por los fascistas y los acomodaticios? ¿Pueden ser los que se aprestan a juzgar al juez Garzón por haber intentado instruir una causa por genocidio en contra del franquismo? ¿Qué puede pasar aquí si el único juez que ha tenido el coraje, la honradez y la decisión de hacer justicia a la víctimas del genocidio franquista, hombres y mujeres secuestrados, torturados y asesinados, niños robados, es a su vez procesado por prevaricación?

No quiero ni pensarlo.

(La imagen es una foto de Carolonline, bajo licencia de Creative Commons).