dimarts, 21 de juliol del 2009

El Perú: presidente Ollanta.

Aprovechando el paso del señor Ollanta Humala por Madrid, unos amigos de izquierda moderna me invitaron a una especie de coloquio entre él y un reducido número de interlocutores, así que me apunté, a ver qué dice este exmilitar que ya fue candidato frente a Alan García en 2004. La biografía de nuestro hombre es la de un típico caudillo pero de izquierda. Hasta estudió en el Escuela de las Américas (SOA en inglés), la academia estadounidense para los oficiales latinoamericanos. Por lo demás, el exmilitar perpetró una asonada en contra del gobierno de Fujimori, se entregó al caer éste y fue amnistiado por el Congreso.

Ollanta ("el guerrero que todo lo mira", según Wikipedia) preside un Partido Nacionalista del Perú que hace hincapié en lo del "nacionalismo" en el sentido de que ve su acción como la vía para la creación de un Estado nacional peruano. Ese Estado nacional es como una brillante regeneración de la especie, el fin del camino de la acción de Humala, esto es, la creación de algo que se parece mucho al Estado comercial cerrado de Fichte. El propio Humala denuncia airadamente la globalización y hace hincapié en la importancia de los Estados nacionales, o sea, del nacionalismo en un mundo curiosamente agitado por una crisis económica de carácter universal en la que el razonamiento que más se oye es que las recetas liberales han fracasado. La cosa huele a nacionalismo a la vieja usanza. Él dice que eso tiene sentido en su país y por eso la gente lo vota. Supongo que por eso y por el indigenismo. No sé si más nacionalismo es la respuesta adecuada a la globalización pero, en todo caso, los peruanos tienen derecho a intentarlo. Es algo parecido a lo que sucede con Chávez. Muchas de las cosas que hace no me gustan ni me convencen; pero tiene derecho a intentarlas porque su poder es legítimo. Lo mismo sucedería con Ollanta.

Se añaden unas orientaciones de izquierda en lo político, económico y social. Casi todo se orienta a que el Perú recupere el control de sus recursos naturales para lo cual pretende crear empresas nacionales con mezcla de capital público y privado. El problema no suele ser crear empresas públicas; el problema suele ser que funcionen. También postula combatir el neoliberalismo mediante una creciente intervención del Estado con una política fiscal redistributiva que las clases dominantes, supongo, llamarán "confiscatoria". Es decir, propone crear un Estado del bienestar en un país con ocho millones de personas por debajo del umbral de la pobreza y hacerlo en un contexto de emancipación política de los indígenas a los que reconoce voz. Es un objetivo ambicioso.

En las cuestiones exteriores, que son prolongación de las interiores, integración del Perú en todo lo supranacional que haya en el continente, incluido el ALBA, claro es y con una propuesta que matiza su nacionalismo peruano y suena muy sugestiva, aunque utópica: unificación política de todo el continente, de toda América Latina.

En fin, es un hombre simpático, suena sincero, trasmite lo que quiere y es posible que gane las elecciones presidenciales de 2011. Algo que sentará fatal a don Mario Vargas Llosa.

(La imagen es una foto de José Cruz/ABr, 2006, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 20 de juliol del 2009

La conjura.

¡Estos sociatas no tienen remedio! Cuando están en el gobierno se conchaban con los otros poderes del Estado, singularmente con los tribunales de justicia, y algunos medios de comunicación, para aniquilar a los partidos políticos. Así lo hicieron en tiempos del mandato de Felipe González, cuando le serie de escándalos económicos y de terrorismo de Estado les permitió filtrar selectivamente las noticias en el diario El mundo que, a pesar de los secretos sumariales, traía scoops diarios que ponían los pelos de punta. Y todo para aniquilar al PSOE porque, en su frenesí totalitario antipartidista, los socialistas no reparan en si se trata de su propio partido o del del vecino.

Menos mal que, en esta ocasión, anda el PP vigilante para impedir un atropello como el que se cometió en los años de Filesa-Malesa-Time Export + los GAL. Ahora, la conciencia exquisitamente democrática de la derecha española hace lo que, inexplicablemente, no hizo entonces: salir al paso de la nueva conjura. La declaración institucional hecha pública ayer por el PP es un bálsamo para las heridas inferidas por el totalitarismo socialista contra los valores democráticos y los principios del Estado de derecho como la presunción de inocencia, el secreto de las comunicaciones o la inviolabilidad del domicilio. Estén tranquilos los ciudadanos que el poderoso brazo del PP los protegerá frente a los ataques dictatoriales de esta izquierda insaciable.

Porque aquí no hay una trama gigantesca de supuestos ladrones desorejados, los principales de ellos en la cárcel, que se lo llevaban crudo a base de comprar presuntamente a alcaldes, concejales y diputados autonómicos del PP, muchos ya dimisionarios y a disposición del juez con fianzas de cientos de miles de euros. Eso es un montaje de la prensa masona y de izquierdas, alimentada con ficciones inventadas en las covachas del ministerio del Interior. Tampoco es cierto que la misma trama de posibles sinvergüenzas, presuntos blanqueadores de dinero, untaran a un presidente de una Comunidad Autónoma, una alcaldesa y altos cargos de la administración autonómica, todos del PP, a base de regalarles trajes y bolsos para obtener contratos millonarios por medios fraudulentos. Otro infundio de los mismos medios izquierdistas, El País y Público, dos diarios dedicados en cuerpo y alma a la destrucción del PP, cebados con fabulaciones del ministerio del Interior filtradas por el siniestro Rubalcaba. Mucho menos lo es que los mismos supuestos granujas tuvieran a sueldo presuntamente al tesorero del PP con la finalidad de forrarse a base de magnánimas concesiones, a pesar de las pruebas que el juez de instrucción dice haber acumulado que, como todo el mundo sabe, son infundios, bulos y calumnias puestas en marcha por el aparato de propaganda de la izquierda con la finalidad de aniquilar a la oposición. Muchísimo menos es verdad que los supuestos mangantes de la trama hayan entregado cantidad alguna al que fuera secretario personal del señor Aznar sino que estamos ante otra infamia urdida por las mismas sabandijas antidemocráticas que sólo quieren enfangar el buen nombre del PP y su acrisolada honradez. En resumen: aquí no hay delito ni presunto delito alguno, aquí no hay causa judicial que valga, ni materia penal. Aquí sólo hay una vasta confabulación de la izquierda radical en el gobierno de consuno con la prensa terrorista para aniquilar la única esperanza de salvación que queda a los españoles.

Por fortuna el principal partido de la oposición, conjunto de gentes altruistas, dedicadas por entero al servicio del interés público, está vigilante para impedir que cuaje dicha conjura, apoya sin fisuras a sus militantes acusados, imputados, procesados y los secunda en sus actividades de defensa personal, como en el caso de la señora Barberá, dispuesta a querellarse contra el lucero del alba a raíz del asqueroso infundio de que el Bigotes llevaba cuatro años comprándole bolsos de Louis Vuiton. O como en el caso del señor Camps, vilipendiado y arrastrado por el fango por unos trajecillos que cualquiera podía haber recibido incluso sin darse cuenta.

Nunca será suficiente nuestro agradecimiento por los desvelos del PP, el único que puede impedir que el PSOE en el Gobierno nos devuelva a "épocas pasadas con métodos propios de un Estado policial" de las que el PP sabe la tira ya que su fundador fue ministro en tal Estado policial a cuyo jefe indiscutible, el dictador Francisco Franco siguen rindiendo pleitesía muchos de sus militantes y cargos públicos que se oponen con uñas y dientes a que se le arrebaten los honores y privilegios concedidos en aquellos tiempos de "dulce placidez", cuando nadie se metía en política, la izquierda estaba en donde debe estar, en la cárcel, y las gentes de pro podían hacer negocios sin la atosigadora presencia del fiscal.

(La imagen es una foto de sergis blog, bajo licencia de Creative Commons).

Discurso sobre la violencia.

Algo tiene la violencia que de tal modo fascina a los intelectuales o, a la inversa, algo hay en los intelectuales que los atrae hacia la violencia al menos como objeto de estudio con la fuerza de la luz a las polillas. Quizá sea su concentración en la vida contemplativa al margen de la vida activa, una distinción a la que Hannah Arendt sacó mucha punta, ella que también había dedicado un copioso ensayo a este fenómeno de la violencia. ¿Y cómo olvidar las Reflexiones sobre la violencia, de Georges Sorel? O quizá no se trate de cuestión tendencial alguna sino del hecho de que todos los intelectuales que se ocupan de asuntos políticos (y son legión) tarde o temprano tienen que habérselas con la violencia pues forma parte esencial de la política en la medida en que ésta es la reflexión y la acción del poder cuyo fundamento último es, precisamente, la violencia. Siendo así, siendo la violencia una forma especial de ejercicio del poder, puede decirse que su atracción sobre los intelectuales es, en el fondo, la del poder sobre estos, algo tan antiguo como los dos términos de la relación, intelectuales y poder.

En este libro (Slavoj Zizek (2009), Sobre la violencia. Seis reflexiones marginales., Paidós, Barcelona, 287 págs), el autor, un interesante filósofo postmarxista, parecería tratar la violencia como un fenómeno aislado, hipostasiado, una extraña pulsión sin soporte material a la vista. Pero no es así sino que, al contrario, construye su ensayo -concebido como una pieza musical, con diferentes tiempos en los distintos capítulos con predominio del adagio, o sea, con tendencia a lo solemne- partiendo ya en su misma entrada de una distinción entre violencia objetiva (a la que también puede llamar sistémica) y violencia subjetiva que viene a reconocer ese carácter de categoría relativa al poder de la violencia. La distinción, muy familiar en general a la tradición del pensamiento de izquierda cuando trata de legitimar el recurso a la violencia (como respuesta a la objetiva, la que llama Galtung "estructural", en definitiva, como una forma de legítima defensa) permite a Zizek articular sus brillantes reflexiones sobre el fenómeno distinguiendo el que es inherente al orden social del que brota en la contestación a éste y hacerlo, como dice él mismo, mirándolo "de soslayo" ya que le resulta sobrecogedor mirar a la violencia de frente (p. 12).

Su primera reflexión, SOS Violencia afirma que hay una especie de ceguera frente a la violencia objetiva movida por una ideología totalitaria cuyas raíces encuentra Zizek en El manifiesto comunista, Rousseau y hasta Platón, una frase musical que recuerda mucho las ideas de Popper sobre los enemigos de la sociedad abierta. Y quizá sea éste uno de los aspectos más interesantes del filósofo: su fabuloso sincretismo que le permite mezclar referencias de muy distintos universos teóricos como, en este caso, el marxismo y el racionalismo popperiano. Argumenta en este capítulo la existencia de los que llama los "nuevos comunistas liberales", esto es, los Bill Gates, George Soros, la IBM, Intel, EBay (p. 27) cuya característica esencial es que son capaces de cohonestar su misma existencia como productos del orden de violencia capitalista con una actitud pragmática de crítica del mismo, de rechazo de todo enfoque doctrinario y hasta de aprecio de las tradiciones del sesenta y ocho (p. 31). El capitalismo ya no puede reproducirse a sí mismo sino que necesita la caridad extraña para sostener el ciclo de la reproducción social (p. 36). Ejemplifica la aldea liberal comunista en la película The Village, de M. Night Shyamalan. Incidentalmente, los razonamientos de Zizek suelen descansar en referencias cinematográficas generalmente muy bien traídas y muy útiles. En este caso concreto emerge la tradición marxista en su valoración final de esta curiosa imagen de los "comunistas liberales" al sostener que estos y las explosiones de rabioso fundamentalismo de nuestras sociedades son las dos caras de la misma moneda. Los comunistas liberales son los enemigos de cualquier lucha progresista hoy día (p. 52).

El segundo ensayo, ¡Teme a tu vecino como a ti mismo! es una reflexión sobre la reacción típica frente a la violencia: el miedo. Sostiene el autor que la biopolítica actual es postpolítica y que ésta implica dejar atrás luchas las luchas ideológicas, sustituidas por la administración y la gestión a cargo de expertos (p. 55). No veo bien qué tenga esto de novedad. La prédica de la tecnocracia, hija directa de la doctrina del fin de las ideologías de mediados del siglo XX ,conoció sus mejores momentos mucho antes de que Foucault acuñara el concepto de biopolítica. Parece que la función actual de la tecnocracia consiste en insuflar en la gente diversos tipos de miedos como el miedo a los inmigrantes, al crimen, a la depravación sexual, a los excesos estatales, a la catástrofe ecológica o al acoso (p. 56), pero tampoco creo que esto sea especialmente audaz si uno recuerda que ya desde el venerable Hobbes sabemos que la justificación del poder (y del poder absoluto) es librar a los súbditos del miedo que se tienen unos a otros y, más en nuestros días, el miedo es la única consecuencia lógica que se me alcanza del manoseado concepto de la "sociedad del riesgo", de Beck. Zizek prolonga su reflexión al respecto con una consideración bastante ingeniosa de la reacción de los musulmanes a la publicación de las caricaturas de Mahoma en un periódico danés en otoño de 2005, llegando a la conclusión de que el furor que se produjo no tenía como objetivo las caricaturas en sí mismas sino la imagen de Occidente que percibe el Islam (p. 77). Se encuentra aquí ya una característica del libro en comentario: el ser una mezcla de reflexiones originales y a veces sorprendentes sobre asuntos de la actualidad de los últimos años sobre los que han corrido ríos de tinta: las caricaturas de Mahoma, el atentado a las Torres gemelas, los incendios de coches de los arrabales de París, las torturas de Abu Ghraib, etc.

El tercer ensayo, La oleada sangrienta se ha desatado, reflexiona sobre las quemas de coches en la banlieu parisina en 2005 y llega a la conclusión de que lo que los manifestantes querían era ser reconocidos como ciudadanos franceses ordinarios (p. 97). Paralelamente no se priva de recordar que ya Nietzsche y Freud habían compartido la idea de que la justicia como igualdad está fundada en la envidia (p. 111). Esta idea, que pertenece al acervo del pensamiento conservador y reaccionario de siempre bajo el aquilatado nombre de "la envidia igualitaria" parece interesar especialmente a Zizek probablemente porque le muestra un territorio que nunca tuvo en cuenta en sus años marxistas. Es también quizá lo que explique su alta valoración de las conclusiones antirrevolucionarias de Peter Sloterdijk.

El cuarto trabajo, Antinomias de la razón tolerante toma ejemplo en las antinomias de la razón pura de Kant y se atreve a decir algo que también yo pienso pero nunca antes he visto escrito, esto es, que el conflicto entre palestinos y judíos no tiene solución (p. 146) salvo que, como sospecho (aunque no lo he leído en el ensayo de Zizek) por solución se entienda la subyugación o el exterminio de los palestinos. Abre luego el autor el ángulo de sus consideraciones y, tomando pie en la reacción estadounidense al ataque del 11 de septiembre (ahora que somos víctimas podemos atacar nosotros a nuestra vez) (p. 153) sostiene que, aunque la razón tolerante viene a decir que la agresividad no está en la religión sino en el fundamentalista que la practica y que todas las religiones son respetables, lo que provoca el comportamiento violento y agresivo de los fundamentalistas es la creencia misma en un más allá y en lo sobrenatural (p. 162). Dando la vuelta a la famosa expresión de Dostoievsky ("si Dios no existe, todo está permitido") recuerda a San Agustín de Hipona para sostener que es justo al revés: es la creencia en Dios lo que nos permite todo ("Ama a Dios y haz lo que te plazca") (p. 164); aunque no sé si este punto de vista casa bien con su interesante advertencia de que la sociedad judía (en la que un 70 por ciento dice no creer en dios alguno) es la más atea del mundo (p. 150) salvo que se esté diciendo que dicha sociedad judía no es violenta. Hay aquí una interesante última reflexión acerca de cómo la vía para escapar a este dilema de la violencia y la religión reside en una creencia en Dios por encima de todo utilitarismo que él ejemplifica en una leyenda en relación con San Luis y un fragmento del islam sufí y que a un español trae inmediatamente a la memoria el famoso soneto "No me mueve mi Dios para quererte...", etc, formulación mucho más bella y rotunda que las anteriores.

El quinto ensayo, La tolerancia como categoría ideológica, es una reflexión sobre el choque de las civilizaciones de Huntington y el fin de la historia de Fukuyama (p. 170) sobre los cuales es difícil decir algo nuevo. No obstante Zizek consigue hacer un enunciado provocativo e interesante al interpretar las torturas de Abu Ghraib (a las que compara con las que ordenaba Sadam Husein) como la forma en que los occidentales, los estadounidenses en este caso, hacen patente al mundo musulmán, a la otra civilización, el fundamento mismo de la nuestra y de nuestros valores (p. 206).

El sexto ensayo, Violencia divina, una interesante pieza que comienza poniendo en paralelo el conocido pasaje de Walter Benjamin son el Angelus Novus con el "punto de vista de Dios" en el asesinato del detective Arbogast en Psicosis para enlazar luego con una reflexión sobre los dos puntos esenciales de la de Peter Sloterdijk: la de que el nazismo y el fascismo pudieron ser reacciones frente a la amenaza del comunismo (con la correspondiente referencia a la opinión de Nolte) y la concepción del "fascismo de izquierdas" para referirse al pensamiento marxista/revolucionario (p. 222), reconociendo por lo demás que la expresión se origina el en exabrupto habermasiano de 1968 cuando los estudiantes ocuparon el Instituto de Investigaciones Sociales. Todo el proyecto emancipatorio global, según Sloterdijk es producto de la envidia y el resentimiento (p. 230), una tesis interesante que Zizek parece suscribir sin más y que, sin restarle un ápice de ese interés, no tiene mayor alcance que la idea de que la historia es el despliegue de una intencionalidad cualquiera, divina, humana, estructural...

Concluye su obra Zizek sosteniendo tres conclusiones que, simplemente expuestas, son: 1ª) anatematizar la violencia como algo "malo" es una opción ideológica; 2ª) resulta harto difícil practicar la violencia; 3ª hay una relación compleja, intrincada, entre la violencia objetiva, sistémica, y la violencia subjetiva. Entiendo que estas tres conclusiones tratan de configurar una unidad discursiva de la obra siendo así que ésta había comenzado presentándose como "seis reflexiones marginales". Es como una especie de prurito de unidad sistémica. Sin embargo el libro es mucho más interesante y subjetivo precisamente por ser deslavazado, sin unidad orgánica y con una riquísima reflexión que, como los meandros de los ríos, a veces parece apartarnos de su objeto inicial.

diumenge, 19 de juliol del 2009

El Bigotes es un peligro.

Cabría pensar que siendo el Bigotes un caballero y siendo doña Rita Barberá una dama alcaldesa no iba a dejar el primero de agasajarla al igual que, al parecer, hacía con la señora del Curita a quien los regalos del Bigotes hasta parecían demasiado. No se ve por qué no. A ver si es que los granujas no han de tener su código del honor.

También podría pensarse que vaya con doña Rita que, cuando hablaba de las anchoas, tenía en la cabeza otro tipo de regalos y otro de regalados. Pero no hay por qué no aplicarle su propia doctrina: unos bolsos, unas anchoas, futesas. Nada que ver con los trajes al Curita. Porque, aunque la señora alcaldesa, agarrada a sus bolsos (por cierto, muy caros, de mucho lujo y espantosos) no quiera creerlo, lo grave del regalo del Curita es que es presunto cohecho y el que mejor lo prueba es el propio Bigotes.

¿No dice éste refiréndose a la alcaldesa que "no nos da nada, pero tampoco nos hace nada" como base para justificar sus regalos de bolsos de Vuiton? Eso quiere decir, claro, que a cambio de sus regalos en otras partes le daban algo. Por eso digo que el Bigotes es un peligro para los implicados en la trama Gürtel. Como siga hablando acaban todos entre rejas.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

Los misterios de la caza.

Según parece el señor Fernández Bermejo dice que "la izquierda no entiende la caza". Atónito me quedo. No sospechaba que hubiera algo que entender. Supongo que la transcripción de la entrevista tiene sus exigencias y que el entrevistado matizó su respuesta y dijo algo distinto, más elaborado, que "el poder desconoce la relación del hombre con el bosque" y otras fantasías que insinúan que la caza es como una recuperación de aquella relación feraz, primitiva, brutal del hombre con el medio en los orígenes pero en la época contemporánea lo que, obviamente, es absurdo. Poco hay que entender allí donde a unos pavos armados les sueltan doscientas perdices para que se líen a tiros con ellas. Y conste que por caza no se refiere uno solamente el hecho de andar por los montes escopeta en mano sino también a sus momentos y rituales. Puede saborearse acudiendo a un restaurante de cazadores, de esos de ambiente rústico, con mucha piedra ornamental, chimeneas y cabezas de ciervos y jabalíes por las paredes, algo sólo equiparable en su buen gusto a las cabezas de toros de los locales taurinos. O seguir su rastro por el de los galgos ahorcados en esos bosques de que habla el exministro. Casos aislados, por supuesto.

En fin que tiene razón don Mariano, que la izquierda no entiende la caza, y que siga Vd. por ahí dando tiros a cuanto se mueve pues al parecer lo realiza a Vd. mucho.

(La imagen es una foto de Lisergia, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 18 de juliol del 2009

¡Qué felicidad que los jueces te imputen un delito!

Decía Pío Baroja que los ingleses no tienen sentido del ridículo y los españoles es el único que tienen... menos el señor Bárcenas y sus colegas del PP que son verdaderos ingleses a juzgar por su falta del sentido del ridículo. LLegan las citaciones del Tribunal Supremo llamando a declarar como "imputados provisionales" a los señores Bárcenas y Merino de quienes se sospecha que hayan cometido cohecho y, en el caso de Bárcenas, defraudado a la Hacienda Pública. Pero ambos sostienen que están muy contentos porque así pueden aclarar todas las cuestiones, como si hasta ahora alguien se lo hubiera impedido. También la señora De Cospedal está encantada con la citación y el conjunto del PP, como los coros y danzas de la Sección Femenina, entona un hosanna por la suerte que ha tenido de que su tesorero y senador, así como el diputado Merino hayan de ir a declarar ante la justicia por la comisión de presuntos delitos. Realmente no tienen sentido del ridículo o son un conjunto de imbéciles.

Es de esperar que la alegría del señor Bárcenas resulte más consistente y veraz que la que manifestó en su día su compañero de partido y es posible que de fechorías, el Curita, de momento presidente de la Generalitat de Valencia. Éste dijo estar encantado de comparecer ante el juez porque así, por fin, podría aclarar todas las cuestiones de que se le acusa; pero luego se negó a declarar en sede judicial y trató -y sigue tratando- de paralizar el proceso y que se sobresea la causa. Así no tiene que prestar la declaración que afirma a los cuatro vientos que pretende hacer. Es decir, juega con dos barajas. Al señor Bárcenas le sucedió algo parecido: sin duda estaba deseando que el Tribunal Supremo lo citara para poder defenderse en uno de sus presuntos delitos, el del fraude a la Hacienda Pública. Y la cosa estuvo a punto de aguársele porque el delito estaba a pique de prescribir, lo que le habría dejado sin poder demostrar su inocencia. Claro que él no dijo nada para impedir la prescripción; ésta se ha interrumpido con la apertura del procedimiento en el Supremo, gracias a la cual la felicidad del señor Bárcenas es doble: por la presunta evasión fiscal y por el presunto cohecho.

Siguiendo la lógica de esta forma de razonar, tan abandonada de la mano del señor en cuanto a coherencia y claridad de objeto, el señor Bárcenas tendrá que tocar el cielo con la mano de pura alegría si llega el día en que lo condenan.

Y a todo esto, ¿no iba a dimitir el señor Bárcenas, transitoriamente claro está, mientras se aclaran todas estas lamentables cuestiones?

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

Tierra amada de todo español.

Por primera vez en la historia un gobernante español, el ministro de Asuntos Exteriores (AAEE), señor Moratinos, se dispone a visitar Gibraltar, con gran disgusto de los sectores más reciamente hispanos y derechistas, que no quieren que se produzca ese hecho por considerar que debilita la posición de España en el contencioso con Gran Bretaña sobre la soberanía del peñón.

Pero ¿qué se va a esperar de los rompeespañas, de los enemigos de la Patria sino el intento de asesinarla de consuno con la pérfida Albión?

Y la verdad es que algo de cierto hay en eso de la "pérfida Albión", sin que esta observación presuponga que uno condona el nacionalismo español más carpetovetónico. Veamos: igual que el Gobierno español (éste y todos antes que él) pide siempre la soberanía sobre el Peñón, lo mismo hizo en su día el Gobierno chino respecto a Hong Kong, exigiendo una retrocesión a su soberanía de la próspera colonia inglesa.

En el caso de Gibraltar, el Reino Unido afirmaba no estar en contra de la descolonización del Peñón, pero exigía que se consultara previamente a la población en un ejercicio del derecho de autodeterminación, procedimiento generoso, izquierdista, demócrata, a quien nadie podía obstaculizar por su carácter progresista. El gobierno español, sin embargo, ganado de mano por la diplomacia inglesa no puede hacer gran cosa porque la población gibraltareña, los llanitos, prefiere seguir siendo inglesa antes que española .

En el caso de Hong Kong, a la inversa, el Reino Unido no hizo nada parecido por más que era evidente que los cuatro millones de hongkoneses deberían decir algo, tampoco querían someterse a la jurisdicción china y preferían seguir siendo ingleses, aunque fuera de segunda, antes que chinos. Sin embargo, Gran Bretaña no aplicó derecho alguno de autodeterminación sino que, llegado el momento, se limitó a devolver Hong Kong a la China sin más explicaciones que alguna lágrima derramada cuando en 1997 se arrió la Union Jack en una escena romántica de fin de glorias imperiales. Obviamente la diferencia entre Gibraltar y Hong Kong no está en las naturalezas de sus respectivas poblaciones sino en las relaciones de fuerza entre China y el Reino Unido por un lado y el Reino Unido y España por otro. Y no hace falta seguir.

Moraleja: el derecho de autodeterminación se aplica cuando y si conviene a la parte más fuerte de todo conflicto.

divendres, 17 de juliol del 2009

Más sobre el morro del Curita.

El curita está enrocado en sus trece: que él pagó todos sus trajes en metálico pero que no tiene facturas. Niega parte de las pruebas pacientemente practicadas por el juez Flors e ignora las otras. Su petición es que el caso se sobresea. Para ello, al parecer, ha contratado los servicios de un abogado experto en sobreseimientos porque es el que consiguió que el señor Naseiro quedara libre a pesar de las abrumadoras pruebas contra él. En principio no hay nada que objetar a que un acusado se busque un buen penalista y organice su defensa por la línea que más pueda beneficiarle. Es muy lógico y todos haríamos lo mismo.

Lo que seguramente ya no haríamos todos es andar por ahí diciendo que estamos deseando aclararlo todo y que podamos ir a declarar ante el órgano judicial competente y eso al tiempo que se lucha bravamente por conseguir el sobreseimiento de la causa. Y no lo hacemos porque hacerlo es una sinvergonzada, un engaño, un embuste

Pues eso es lo que está haciendo el señor Camps. Las demás cuestiones de esta fabulosa trama de corrupción dirigida por Paco Gürtel, Beau Bummel) se substancian en el Tribunal Supremo y el Tribunal superior de Justicia de Madrid y es de esperar que estos fuercen al del País Valenciano a relacionar los regalos al Curita en Valencia con los beneficios ilícitos obtenidos en las adjudicaciones de la Generalitat a la empresa del Bigotes, el "amiguito del alma" del Curita. Porque no es de recibo que el Curita quede excluido del proceso en el que presuntamente tiene mucho que rascar por una triquiñuela de leguleyo.

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

El secular atraso.

Estamos en Carmona, a unos treinta kms de Sevilla, a donde he venido a participar en un curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide sobre los treinta años de democracia en España y de lo que a lo mejor comento algo mañana. El lugar desde luego es hermosísimo. Nos alojamos en el parador nacional del alcázar del Rey don Pedro ("el cruel") que es el antiguo alcázar árabe, una construcción amurallada que da sobre el valle del río Carbones y tiene unas vistas espléndidas. Está todo estupendo salvo que no hay conexión a internet en las habitaciones. Afirma la dirección del establecimiento que, sin embargo, hay un servicio wi-fi en la zona de recepción, pero eso tampoco es cierto; no lo hay. Cómo se puede tener un establecimiento hotelero sin conexión a internet a estas alturas es para mí incomprensible y cuando protesto me miran como si fuera un enajenado. Sin embargo insisto: no garantizar el acceso a internet en un hotel es como no garantizar agua corriente. No me extraña que el negocio de paradores sea ruinoso si quienes se ocupan de ellos muestran tal grado de ineptitud.

El parador dispone de un habitáculo de menos de un metro cuadrado con un ordenata con conexión a internet por cable y cabida lógicamente para una persona encaramada a un taburete, como los funcionarios públicos en la peli de Fritz Lang, Dr. Mabuse. Hace falta tener voluntad de bloguero impenitente para venir aquí a achicharrarse de calor, ya que, con 42º grados fuera, el gabinete de internet tiene enmoquetadas las paredes. Llevo años encontrándome en las más asombrosas situaciones en los hoteles españoles en lo que hace a internet, pero lo del parador de Carmona excede todo lo que he visto hasta la fecha. Pero España es esto y, más concretamente Andalucía, donde todo el mundo habla de la nuevas tecnologías pero la realidad sigue siendo la del atraso secular.

dijous, 16 de juliol del 2009

Rajoy por fin se explica... a su manera.

Después del lindo espectáculo del Consejo de Política Fiscal y Financiera en el que las Comunidades Autónomas (CCAA) del PP se abstuvieron porque el partido carece de una opinión única en materia de financiación autonómica, el señor Rajoy habló a los medios. Llevaba casi dos meses en meditativo silencio y ayer lo rompió con ánimo de disipar dudas sobre estos y otros temas candentes de la actualidad. Que lo haya conseguido o no es asunto distinto pues no depende de lo que él opine sino de lo que opinemos los demás. Y los demás, cuando menos Palinuro, creen que el señor Rajoy habló para no decir nada o, en todo caso, nada que lo beneficie.

Con respecto a la financiación de las CCAA su dictamen tremendista de que el "caos está servido" peca, como es habitual en él, de hiperbólico y bombástico, más en la línea de "España se rompe" que en la de la política racional, normal, de gestión de los asuntos públicos.

Con respecto al presunto cohechador, presunto apandador, presunto chantajista señor Bárcenas, tesorero del PP que preside el señor Rajoy éste se limitó a decir que el tal Bárcenas no lo chantajea y para demostrarlo aseguró retóricamente que si algo ha demostrado en política es que él no cede a presiones. Pero no ha dado un solo ejemplo concreto y yo no recuerdo que jamás lo hayan puesto a prueba. O sea que, por lo que sabemos, a estas alturas el señor Bárcenas puede estar devorando al señor Rajoy.

Señor Rajoy que vuelve a salir en defensa del Curita con una línea patafísica de razonamiento: a) el señor Camps ha pagado sus trajes; y b) es estúpido pensar que lo haya hecho porque alguien así no se pringa por tan poco. Pues que diga el señor Rajoy por cuánto piensa él que es posible que se pringue el Curita pero estarlo lo está y por los 12.000 euríviris de los trajes a medida.

Incidentalmente cada vez se dibuja más la posibilidad de que en razón de la amistad del tribunal valenciano con el acusado señor Camps, haya un sobreseimiento de la causa: la trama Gürtel no ha actuado en Valencia, el Bigotes no se ha llevado millones de euros en adjudicaciones fraudulentas, el señor Correa no se ha levantado un pastuqui importante gestionando el Fórmula 1, el Curita no ha mentido cuando dijo que él no conocía al Bigotes. Si la justicia ignora esto no es justicia. Pero si lo ignora por aprecio del acusado será prevaricación.

(La imagen es una foto de Contando Estrelas, bajo licencia de Creative Commons).

¡Cómo somos los españoles!

Los datos del último barómetro del CIS, mes de junio, tienen rasgos de radiografía nacional, de la tribu, rasgos que todos conocemos, de los que a veces nos avergonzamos, pero que sólo acabamos por creer cuando los vemos negro sobre blanco. Sin ir más lejos, somos un pueblo de hipócritas o algo peor ya que el 76,1 por ciento dice ser católico pero a misa con la frecuencia requerida sólo va el 17,1 por ciento. Y aun esta cantidad es exagerada ya que los mandamientos de la Iglesia ordenan ir todos los domingos y fiestas de guardar y un 14,6 por ciento afirma ir casi todos los domingos y fiestas, mientras que un 57,8 por ciento reconoce no ir casi nunca. Y casi nunca, dada nuestra propensión a la mentira, quiere decir nunca. Unos católicos que no pisan la iglesia y cuyo cumplimiento del resto de preceptos religiosos será similar quiere decir un pueblo de hipócritas o de pancistas que se definen como algo que no practican probablemente por simple pereza mental.

Pereza mental que, no haya cuidado, no se sacuden leyendo. Un 21,2 por ciento dice no haber leído un libro nunca y un 18,2 por ciento casi nunca. En total, un 39,4 por ciento que, recordando lo que mentimos, ya será un 50 por ciento, no lee un libro así lo aspen. Este porcentaje sube a un 42,4 que no lee revistas nunca o casi nunca y baja a un 24,8 entre los que no leen casi nunca periódicos, cifra que tampoco me creo del todo y la atribuyo a que no leer libros no está mal visto del todo pero no leer ni periódicos ya parece demasiado. Un país que no lee pero en el que el 98,1 por ciento (o sea, casi todos) creen que ¡"se debe fomentar la lectura"! ¿Para qué diantres querrá fomentar la lectura gente que no lee?

No lee, pero tiene la nariz metida en algún tipo de pantalla: televisión, ordenador o videojuego. Según el último EGM, los españoles pasamos unos 227 minutos diarios ante el televisor. O sea, casi cuatro horas diarias. Un país en el que el 21,9 por ciento aduce falta de tiempo para leer. Falta de tiempo y dedica casi cuatro horas a ver la tele. O a navegar por internet. El 62,8 por ciento dice que se conecta a internet diariamente. Me da la impresión de que aquí la mentira es oceánica. El último EGM de internet reconoce un 38,2 por ciento de usuarios "ayer". La medición no coincide exactamente con la frecuencia de uso pero la encuentro más realista que la del CIS. Obviamente, queda mal decir al entrevistador que uno no navega.

Acerca de la propensión de los españoles (y, supongo, de los demás pueblos) a mentir da cuenta el mismo barómetro de junio del CIS. Preguntados los encuestados qué hicieron en las últimas elecciones generales de marzo de 2008, el 78,9 por ciento afirma que fue a votar y votó. Sin embargo, la participación real en aquellos comicios fue del 75,3 por ciento. Si se miente en el ejercicio del derecho del voto qué no se hará hablando de navegar por internet o de ser católico, ambas cosas mucho más etéreas.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dimecres, 15 de juliol del 2009

Hoy, día grande para el PP.

Hoy se reúne el Consejo de Política Fiscal y Financiera para considerar el nuevo modelo de financiación autonómica propuesto por el Gobierno. Y hoy se sabrá qué votan las autonomías gobernadas por el PP: si a favor, en contra o se abstienen. Porque ayer no habían conseguido cerrar una actitud común. Por eso, el señor Rajoy, siempre tan claro y contundente, les recomendó que miraran sobre todo por los "intereses de sus comunidades" que es como no decir nada pretendiendo que parezca algo. No va a pedir a sus huestes que voten en contra de los intereses de las comunidades que gobiernan. Y este hombre, incapaz de forjar un criterio único sobre una propuesta concreta es el que acusa al Gobierno de haber implantado el caos en el sistema de financiación autonómica.

Y hoy también comparece ante el juez el reprentante legal del señor Camps en la causa que se le sigue por un supuesto cohecho. El presidente de la Generalitat valenciana rehúye acudir en persona a declarar siguiendo su ya inveterada táctica de decir a voz en grito que está deseando que todo se aclare y poder hacerlo ante los organismos adecuados y maniobrar después para que no haya declaraciones, causa ni proceso, para impugnarlo, para evitar que siga y, así, no declarar. A estas alturas, la actitud del señor Camps, que, en la medida en que cabe colegir algo dado su mutismo, consiste en seguir negando que nadie le pagara los famosos trajes, choca con las apabullantes pruebas que aduce el juez instructor de que, en efecto, fueron otros quienes pagaron las prendas. En concreto la empresa del Bigotes, Orange Market, directamente implicada en la trama Gürtel. Esta circunstancia es la que lleva a quienes apoyan a Camps (el diario El Mundo, por ejemplo) a argumentar que se trata de un acto impropio menor y que, en consecuencia, procede el archivo de la causa, es decir, una decisión política.

Tiene gracia que la explicación y justificación de un mismo hecho sea a la vez que no se cometió y que se cometió pero que carece de importancia. Demuestra el estado de delicuescencia en que se encuentra el antaño robusto frente judicial del PP, dirigido por el desvanecido señor Trillo. Pero no tiene ninguna que un proceso judicial pueda zanjarse mediante una decisión política para salvar la cara a un presidente al que han pillado en actos y tejemanejes vergonzosos y merced a la amistad que lo une con el presidente del tribunal así como a la fraterna orientación política del acusado y los magistrados. Si ese archivo se produce (y en ello fía el señor Camps sus posibilidades) tiene toda la pinta de ser una decisión injusta a sabiendas, o sea, una prevaricación.

Porque la cuestión no es solamente la de los trajes, aunque el juez instructor haya pretendido delimitarla a ellos deliberadamente. La cuestión tiene otras dos vertientes que dan la medida de la gravedad de este caso: de un lado la mentira continuada del señor Camps quien no solamente sigue afirmando que se pagó unos trajes que no pagó sino que llegó asimismo a sostener que no conocía al Bigotes a quien, según se supo después, "quería un huevo". Un presidente no puede mentir de esa manera y seguir siendo presidente.

De otro lado, la vinculación entre los famosos trajes y la trama Gürtel. Es literalmente absurdo pretender que los obsequios de trajes y otros "detalles" a la cónyuge del Curita no tienen nada que ver con la tupida red de adjudicaciones impropias de las que la trama de estos presuntos delincuentes estuvo viviendo durante años y causando por tanto un quebranto considerable al Hacienda pública y a la vida del país en su conjunto.

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

Amo Italia.

A pesar de Berlusconi, Italia sigue siendo un país de ingenio, inventiva y audacia. Aunque muchos ciudadanos, demasiados para mi gusto, voten al Cavaliere, que es como cuando aquí votaban a Aznar, su amigo y gracias a quien el partido de Berlusconi ingresó en el Partido Popular Europeo (PPE), muchos otros son originales, atrevidos y capaces de empresas nuevas que alegren la vida.

El cómico Beppe Grillo, un artista de la talla de Nanni Moretti y con similar tendencia de izquierda, quiere ingresar en el Partido Democrático (PS), esto es, el gran partido de la izquierda italiana, en el que se agrupan los restos del naufragio de los comunistas con los socialistas, socialdemócratas y varias personalidades y tendencias. Y quiere hacerlo para presentarse a las primarias y optar a la secretaría general del partido. Cuando la izquierda italiana se encuentra en sus horas más bajas, incapaz de articular una defensa frente al avance imparable de la mezcla de reaccionarismo, populismo, machismo y simple mal gusto que representa Berlusconi, la pretensión de Grillo equivale a una provocación en toda regla.

Al menos así lo entiende la dirección del PD que publica una artículo en su página web titulado Mi si nota di più se li insulto o se mi candido? en el que se rechaza indignadamente la intención del cómico, recordando que lleva años "insultando" al PD, que sólo busca publicidad, y que el partido es una cosa "seria" y no cabe burlarse de sus militantes y votantes. Cita a tres dirigentes (Fassano, Melandri y Bersani) cada uno de los cuales niega que el PD sea un taxi, en el que cabe subirse pagando un precio, un travía o un autobús. Lo que ha llevado a Grillo a la tesis de que no sabemos qué sea el PD sino solamente que no es un vehículo de motor. Pero nada más. El partido está desarbolado y votar por Franceschini, como antes por Veltroni o Dalema, políticos de vieja escuela, sin ímpetu, no sacará a la izquierda del marasmo.

Pero el PD se ha decidido oficialmente: no permitirá la inscripción de Grillo lo que, a mi modesto entender no es una decisión inteligente, aunque sea constitucional. Se entiende la incomodidad de los políticos a la antigua usanza partidista; pero no es justificable. Grillo es un revulsivo y las organizaciones que no pueden integrar revulsivos, están muertas. El cómico aportaría aire fresco al discurso político, puntos de vista originales y atrevidos, como ya lo viene haciendo, y ayudaría a la izquierda italiana a recuperar una voz y un prestigio que lleva años perdiendo. Supongo que habrá gente que lo apoye, especialmente en la blogosfera. Al menos desde aquí recomiendo al señor Grillo que trate de conseguir la afiliación vía internet registrando sus datos en la sección Tesseramento online. Y veremos qué sucede.

Ojalá prospere la candidatura de Grillo o, en caso contrario, sirva para promover un debate en la izquierda italiana que saque a ésta y, con ella, a la europea, de su modorra. Y espero asimismo que la blogosfera tenga también aquí una actitud relevante, como la que ha tenido al convocar la primera huelga de blogueros del mundo, que se produjo ayer, catorce de julio. Protestan los cibernautas italianos contra el proyecto de ley del ministro Alfano que endurece y, sobre todo, encarece el ejercicio del derecho a la libertad de expresión al establecer una obligación de rectificación y elevadas multas en el caso de rectificación. Me sumo a la protesta y coincido con la opinión de los blogueros italianos más decididos: basta con el código penal para prevenir y castigar los posibles delitos de injurias, calumnia o contra el buen nombre o el derecho a la intimidad.

(La primera imagen es una foto de rogimmi, bajo licencia de Creative Commons).

dimarts, 14 de juliol del 2009

A bofetadas.

Era de esperar: las amenazas del señor Bárcenas de llevarse más gente por delante si él cae, de "tirar de la manta", revelar información comprometida para otros dirigentes del PP, etc que por cierto suele ser táctica de los delincuentes habituales cuando ya se ven perdidos (y no estoy diciendo con ello que él lo sea) ha aumentado la inquina generalizada en su contra en su propio partido y hasta se dice que los miembros de la dirección pedirán colectivamente al señor Rajoy que lo destituya. Unos por unos motivos, otros por otros, todos parecen querer ver fuera ya al polémico tesorero quien se aferra al cargo como el peregrino sediento a la fuente del camino.

Parte del espectáculo la proporcionó ayer la redicha presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid quien se plantó ante la nube de grabadoras y micrófonos para pedir en tono achulapado que el señor Bárcenas cuente lo que sabe de ella, lo cual demuestra verdadera sangre fría cuando se ha accedido al cargo merced a un episodio como el conocido "tamayazo", gracias al voto presumiblemente comprado de dos tránsfugas del PSOE al lado de los cuales este Bárcenas es catedrático de ética o cuando se mantiene una en él a base de escandalos por la privatizacion de la sanidad pública, que ya se ha llevado por delante a una mujer y luego a su hijo póstumo.

La cuestión no reside en entretenerse contemplando cómo los militantes del partido de la derecha se lían a mojicones entre sí en una escena de película de los Comedy capers sino en ver cómo resuelve esta crisis en la que se ha metido sólo el principal partido de la oposición. Si en lugar de entender absolutamente todo en la vida en términos de la dialéctica amigo/enemigo según la cual los nuestros son siempre intachables, honrados, sacrificados y generosos mientras que los adversarios son unos sinvergüenzas egoístas, los dirigentes del PP admitieran que en asuntos de moralidad personal la cosa está muy repartida y tantos chorizos y mangantes hay en el PP como en el PSOE, el resultado habría sido muy distinto. Si a las primeras acusaciones al señor Bárcenas (a) "Luis el Cabrón" y al señor Camps (a) "el Curita" ambos hubieran presentado su dimisión o los jefes les hubieran obligado a ello en lugar de creer que todo era una sucia maniobra del adversario, no estaría el partido viviendo estos momentos amargos, vinculado a los destinos procesales de dos presuntos delincuentes.

La táctica tópicamente gallega del señor Rajoy de hacer que pase el tiempo sin tomar decisiones ni postular criterios, en la esperanza de que los asuntos se resuelvan por sí solos ha demostrado ser un disparate, una alucinación de cazurro irresponsable que no tiene por qué costar las próximas elecciones al PP ya que, como se ve por los sondeos, el partido tiene un suelo firme de votantes de los que cabe decir que incrementan su participación cuando los escándalos de corrupción afectan a sus principales dirigentes, pero tampoco le permite despegarse del PSOE en los sondeos de intención de voto, a pesar de que éste está lidiando con la peor situación ecómica del último siglo.

De momento la petición unánime es que el señor Bárcenas dimita del cargo de tesorero. De seguir las cosas como hasta aquí puede ampliarse a la de que el señor Rajoy dimita del suyo de presidente del PP.


(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

Meditación de bloguero.

Decir de un blog que es un diario es decir una vulgaridad que está en boca de todos. Es un diario del que cada cual hace el uso que quiere en cuanto a su periodicidad. Hay gente que escribe cada día y gente que lo hace de cuando en cuando. La diferencia real, sin embargo, es que el blog es un diario en público. Según van escribiéndose las entradas, se van publicando y las leen unos lectores, ojos ajenos, quizá de otros países. Los diarios escritos se mantienen privados (o, todo lo más, accesibles a algún miembro de la familia) hasta el momento en que su autor decide publicarlos y son entonces públicos como los del blog pero no entrada por entrada sino todas de golpe.

Esta observación no pretende demostrar la importancia o el interés de los blogs sino reseñar el aspecto de estos que me parece más digno de atención: el intercambio público, la exposición pública de algo escrito en el ámbito privado. Lo de intercambio viene a propósito de que el blog, como todo cuanto habita el ciberespacio cuenta asimismo con la ventaja de la llamada interactividad, esto es: las entradas y apuntes del diario no sólo se hacen públicos de inmediato sino que l@s lector@s pueden comentarlos ipso facto, produciéndose así a veces situaciones de animada controversia.

Hace un par de semanas, cuando estaba gestándose el último golpe de Estado de Honduras, se me ocurrió colgar una entrada poniendo en solfa al señor Zelaya y diciendo que, en el fondo, era él quien estaba rompiendo la legalidad que, por otro lado, era la de una república bananera. Los acontecimientos se precipitaron y en esa misma noche, el ejército hondureño pasó a la acción y dio un golpe de Estado también de república bananera, cogiendo al mandatario legítimo y deportándolo en pijama a El Salvador. Mi entrada quedaba ligeramente descolocada e, inmediatamente, el ejército de salvación de censores de la moralidad de la izquierda me bombardeó con comentarios diciendo que estaba justificando el golpe de Estado y salió por ahí trompeteando mi "justificación" en la habitual escandalera de gazmoños de pensamiento único.

No era cierto, pero a la vista de tan bronca interactividad, los insultos y la petición de linchamiento, consideré oportuno retirar la entrada en cuestión y sustituirla por otra condenando sin ambages el golpe de Estado real. En días posteriores fui elaborando más mi posición, consistente en condenar, desde luego, la intentona golpista de los milicos pero explicando al mismo tiempo por qué me parecía que la situación era de república bananera y por qué el señor Zelaya, un oligarca reaccionario convertido de la noche a la mañana en "socialista del siglo XXI", "progre" y "chavista" de estricta obediencia, no era pájaro de mi devoción.

Hoy, cuando hasta los chavistas más vocingleros empiezan a renegar del señor Zelaya, al que llaman de todo, incluso pataruco o sea, cobarde, afirmando que "Clinton le lavó el cerebro", todo empieza a tomar otro color y yo me arrepiento de haber borrado aquella entrada que, escrita al calor de los acontecimientos y pecando algo de extemporaneidad, decía cosas muy puestas en razón y más de las que estoy empezando a leer ahora entre los mismos comisarios políticos y guardianes de la ortodoxia que entonces me acusaron de justificar el golpe. Por supuesto, éste es execrable, radicalmente condenable y requiere la acción de la Comunidad Internacional para restablecer en su puesto al presidente legítimo, pero ya va quedando claro que el tal presidente legítimo no era trigo totalmente limpio. Cuando termine la mediación de Óscar Arias y se haya llegado a una situación de compromiso, volveré a colgar una entrada comentando las más insignes estupideces que pueda leer y sin duda escribirán los citados guardianes denigrando ahora a quien hace una luna ensalzaban con idéntico conocimiento de causa en ambos casos: cero.

Es una pena que borrara aquella entrada que no estaba nada mal, aunque era demasiado adelantada, porque el borrado fue tan completo que hasta quité el caché, cosa que aprendí a hacer gracias a la inspiración de mi musa informática. Por cierto, si alguien quiere saber cómo se borra un caché de Google, basta con que pregunte.

Salud.

(La imagen es una foto de ¡Qué comunismo!, bajo licencia de Creative Commons).

dilluns, 13 de juliol del 2009

Chantaje.

Según El Mundo, un diario que suele saber qué pasa en el PP porque muchas veces es él quien decide lo que pasa en el PP, según El Mundo, digo, el señor Bárcenas está chantajeando al presidente del Partido para que no lo expulse. Dice que sabe muchas cosas comprometadoras para muchos altos cargos del PP, empezando por la señora Aguirre, a la que profesa particular inquina, y que se ha llevado a su casa nueve cajas de documentos con lo que todo el mundo debe de echarse a temblar.

Ya sólo por esto el señor Rajoy debiera ponerlo de piños en la calle. Sabemos que quien se somete a un chantaje firma su sentencia de muerte, muerte lenta, cuando a otro le parece bien. El chantajeado que quiera fulminar el chantaje tiene que confesar el hecho que da origen la extorsión que normalmente es para ponerse una vez amarillo y no mil colorado porque sólo así, haciendo público el problema, perde el chantajista su fuerza. El Presidente del PP no puede tolerar chantaje alguno, del PP o del no PP porque no es concebible que quepa chantajear a quien aspira a ser presidente del Gobierno español. Así es que lo que procede es que diga al señor Bárcenas que haga el favor de meterse en sus cosas y lo despida sin contemplaciones. Porque si tal cosa no sucede, la gente empezará a pensar con razón que hay algo en las amenazas de Bárcenas, algo que éste, convertido en conocedor de secretos inconfesables, puede utlizar en provecho propio, siempre con exigencias imposibles para la otra parte.

Pero, además, el señor Bárcenas dice que se ha llevado a su casa nueve cajas con información con material con el que debe de querer chantajear más. ¿Se puede hacer eso en el PP? ¿A quién pertenecen las cajas? ¿Un empleado, un cargo del PP puede llevarse a su casa la documentación del partido sin que le suceda nada? Lo que está haciendo, entiendo, el señor Bárcenas es alardear de un hurto que dice haber cometido. Hay que pedirle el material de vuelta sin dilación alguna. Asimismo el partido debe querellarse contra el señor Bárcenas por hurto y echarlo ya por bocazas. No hacerlo es ponerse en sus manos, inclinar la colectiva cerviz ante la extorsión e iniciar así el camino de la catástrofe.

(La imagen es una foto de Contando Estrelas, bajo licencia de Creative Commons).

La política del terror.

Un libro este (Alejandro García (Ed.), 2009, Los crímenes de Estado y su gestión. Dos experiencias postraumáticas y una aproximación a la justicia penal internacional, Madrid, Ediciones La Catarata, 198 págs.) compuesto por tres trabajos de muy desigual longitud, concepción, materia y metodología, pero todos ellos interesantes por la temática que abordan.

Alejandro García (Colombia y sus guerras) traza un cuadro de la evolución del país al que algunos bromistas llaman "Locombia" desde los orígenes de la llamada La Violencia, que siguió al Bogotazo del 9 de abril de 1948, cuando cayó asesinado el dirigente liberal Jorge Eliezer Gaitán, una especie de apóstol de los pobres. Este crimen disparó una oleada de violencia, la conocida como La Violencia y en diferentes etapas, llega hasta nuestros días. La Violencia sacudió al país en muchos aspectos. Muchos liberales que no estaban seguros si seguían viviendo donde siempre constituyeron guerrillas y empezó una guerra de guerrillas. Al final de la dictadura militar de Rojas Pinilla (1953-1957) conservadores y liberales se pusieron de acuerdo en Sitges en un pacto de alternancia, también llamado Frente Nacional (1958-1974). Este Frente Nacional fue un cierre en falso de La Violencia. Los asesinatos y crímenes siguieron y enlazaron con la siguiente ola de violencia en 1980 hasta hoy. Habla el autor de una "nueva frontera" para los que se ven obligados a desaparecer de las ciudades y se organizan en movimientos de resistencia en una zona del Magdalena Medio, centro geográfico de Colombia. En esa zona será donde surjan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los guerrilleros pusieron orden de gobierno en la zona y la situación enraizó en la población campesina y así vino funcionando hasta los años ochenta. En 1982, en Puerto Boyacá se crea la primera organización de Autodefensa. Ya el ejército había luchado contra las FARC, pero no era capaz de arradicarlas. Los grupos paramilitares de autodefensa se reunieron en Medellín en 1982 y pusieron en marcha el mecanismo para acabar con las FARC. Lo que hicieron con la ayuda del ejército fue una especie de "solución final" con exterminio de la población campesina planeado a conciencia. En esta tarea de exterminio resultaron de gran utilidad los jefes de las FARC que desertaban y se pasaban al enemigo, siendo muy conveniente la información que facilitaban. El momento álgido de las masacres se dio en 1985. En 1987 algo empezó a cambiar con la creación de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC), que no querían saber nada de la violencia y se enfrentaban por igual a guerrilleros y a paramilitares, intentando superar la Ley del silencio que los autedefensas habían impuesto en el Magdalena Medio. Hasta que unos pistoleros asesinaron a tiros a su dirigente, Josué Vargas juntamente con el secretario general Saúl Castañeda, el ingeniero y asesor Miguel Ángel Barajas y la periodista Silvia Duzán, que iba a contar la verdad de lo que pasaba. A partir de este momento, la guerra se hizo global (de todos contra todos) y surgió el narcotráfico como otro escalón en el camino. Sin embargo, en 1990 las guerrillas estaban más fuertes que nunca. Con la elección de Álvaro Uribe (que recibió muchos votos de los paramilitares) comenzaron las negociaciones. En junio de 2005 se promulga la Ley de Justicia y Paz que legitima a la impunidad y olvida a las víctimas. Todo el sistema está podrido. Más de la mitad de los senadores y diputados deben su escaño a la AUC. A ello se ha añadido el narcotráfico, ya mencionado. Recordando la novela de José Eustasio Rivera, La vorágine el autor llega a la conclusión de que en Colombia se impone la vorágine.

Gabriela Águila y Laura Luciani (Argentina: crímenes de Estado y memoria) presentan un trabajo que es el único que hace honor al título. Los crímenes en la Argentina, en efecto, lo fueron de Estado, de gobierno. Los de Colombia, en su mayor parte, son de los paramilitares que sólo indirectamente cabe considerar Estado. En la Argentina, sí, vino de la mano de la "nueva dictadura" de 1976 a 1983, una dictadura que planifica y lleva a cabo el exterminio de sus oponentes políticos y de mucha gente corriente y moliente. Aunque comenzó contando con cierto apoyo tácito de la población, hacia 1981 ya empezó a organizarse la oposición a través de la Multipartidaria, a la que se unieron la Unión Cívica Rdical y el Partido Justicialista. La junta del General Galtieri (los sucesivos generales de esta siniestra Junta fueron Videla, Viola, Galtieri y Bignone) declara la guerra de Las Malvinas, que pierde. La Multipartidaria convoca en septiembre de 1983 una marcha por la Democracia y la Reconstrucción Nacional a la que acuden 100.000 personas. Las fuerzas armadas deciden abandonar el poder pero antes promulgan una Ley de Pacificación por la que intentan garantizar la impunidad de quienes participaron en la represión. La dictadura cae en diciembre de 1983. Sigue el gobierno radical de Raúl Alfonsín (1983-1989), el breve período radical de Fernando de la Rúa hasta 2003 en que se elige a Néstor Kirchner y en la actualidad, su mujer gobierna. En un primer momento Alfonsín hizo derogar la ley de autoamnistía de los militares y creó la comisión de la verdad, presidida por Ernesto Sábato con el título oficial de Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). El informe Sábato documenta el caso de nueve mil. En la segunda mitad del gobierno de Alfonsín este empezó a ceder a las presiones de los militares con lo que en 1986 se promulga la Ley de Punto Final y en 1987 la Ley de Obediencia Debida (llamadas "leyes de impunidad"). Finalmente en 2001 el juez Cavallo decretó la inconstitucionalidad de las dos citadas leyes y el Congreso las anuló en 2003.

Teresa Vicente (La justicia universal como justicia reparativa postconflicto) sostiene que hasta la fecha hay tres formas de materializar la jurisdicción penal universal: la Corte Penal Internacional (CPI), la creación de tribunales ad hoc como órganos subsidiarios del Consejo de Seguridad y los Tribunales Penales mixtos. La CPI se crea en la Conferencia diplomática de Roma el 17 de julio de 1998 y el tratado entró en vigor en julio de 2002 mientras que la Corte quedó constituida en 2003, ratificada por 106 países. La más firme oposición a cualquier forma de ejercicio del derecho a la justicia universal son los Estados Unidos, cosa que hacen a través de tres vías: a) presionar al Consejo de Seguridad de la ONU para obtener resoluciones que garanticen que la Corte se abstendrá de actuar sobre sus nacionales; b) la conclusión de tratados bilaterales de no extradición o entrega a la CPI; y c) establecimiento de una legislación interna (p. 179). El derecho internacional atribuye a los estados competencias extraterritoriales que sólo son obligatorias si los presuntos criminales se encuentran en el territorio del Estado. Analiza luego la autora el caso de España con los llamados "juicios de Madrid" y su impacto sobre la Argentina. No obstante el trabajo se redactó antes de que el Congreso aprobara una modificación de la normativa restringiendo mucho el alcance de la jurisdicción universal en el caso de España. Igualmente hace una valoración sucinta de la situación en Colombia y la Argentina. A ella añado yo la idea de que se trata de casos contrapuestos: en Argentina, aunque de modo tortuoso y con ayuda exterior, se siguió el camino de la ley y, al final, se ha podido arbitrar una solución razonable para los problemas de la restitución de las víctimas, la recuperación de la memoria, el castigo de los culpables. En Colombia nada de eso ha sucedido. Al contrario, gracias a la estrecha connivencia entre los paramilitares, el narcotráfico y las instancias institucionales, la situación es de legitimación y perpetuación de la injusticia.

diumenge, 12 de juliol del 2009

Los chanchullos del Curita y el Bigotes.

Hace ya unos días que Palinuro colgó una entrada preguntándose si en el asunto de los trajes que el Bigotes regaló al Curita sólo había trajes, titulada ¿Sólo son trajes?, maliciándose que los regalos de los ternos al presidente de la Generalitat ocultaban asuntos de mayor envergadura y que el señor Camps le echaba morro al asunto y no dimitía a pesar de haber mentido cada vez que le han preguntado por ello porque así creía ocultar esos otros asuntos delictivos y de mayor enjundia.

En el auto en que convoca al Curita, el juez Flors infiere por su cuenta que los regalos del Bigotes no tienen contraprestación evidente con lo que no serían cohecho en sentido estricto. Pero es que sí lo son. La misma Generalitat, en un informe, reconoce que otorgó contratos a la firma del Bigotes por millones de euros, una pasta gansa, adjudicándolos a dedo por el procedimiento de fraccionarlos para que estuvieran todos por debajo de los 12.000 y fueran de libre adjudicación. Y "libre" quería decir, del Bigotes. Luego, el Bigotes regalaba trajes a medida y bastante caros al Curita pero no porque estuviera agradecido por los tropecientos contratos por millones de euros sino porque le gusta jugar a Beau Brummel y quiere darse el gustazo de contemplar la elegancia, sobre todo la financiada por él paseando por el palau de la Generalitat.

Quienes dicen que en los trajes sólo hay trajes, entre ellos según parece los tres jueces muy favorables al Curita, sostienen que los regalos a las autoridades son frecuentes y usuales en nuestro sistema latino y mediterráneo de regalo al cacique, que es, si acaso, cuestión de mal gusto, pero una pequeñez, una fruslería, algo que no puede tenerse en cuenta. Esta misma gente dirá que la adjudicación de docenas de contratos por debajo de los 12.000 euros es perfectamente legal y hasta, si se apura, aleatoria. Ha querido el destino que sea así y no hay más que hablar.

La estrategia del PP es salvar al Curita a base de torticerías procesales (cuando éste dice que arde en deseos de aclararlo todo pero luego rehúye el bujlto, manda a su abogado y trata de paralizar la causa como sea) y en la esperanza de que la intensa amistad entre el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia y el mismo Curita, así como la orientación política conservadora de los otros dos magistrados permita dar carpetazo al asunto. Una estrategia que está peligrosamente cerca de la prevaricación y que, de producirse, dará lugar a un escándalo mayúsculo. Porque a estas alturas, después de infinitas mentiras y jeremiadas del Curita, a cualquiera se alcanza, excluido el juez de instrucción, que hay un lazo causal entre los contratos de la Generalitat y los ternos de sus barandas, pagados por la misma empresa que recibía los contratos y que el quebranto de esta estafa para la Hacienda Pública basado en el fraude de ley del troceamiento de las adjudicaciones es considerable.

Nada de una fruslería; un cohecho como un piano (presunto, por supuesto) y por el cual no solamente Camps tendría que haber dimitido ya sino que media docena de los responsables tendría que estar en la cárcel. Preventivamente, desde luego.

(La imagen es una foto de Público, bajo licencia de Creative Commons).

El perdón de la Iglesia.

No seré yo quien minimice o cuestione el gesto de la Iglesia vasca a la hora de pedir perdón por su silencio respecto al asesinato de catorce curas cometido por los franquistas en 1936. Y no lo seré porque ya sólo este gesto provoca una difícil contradicción en el seno del conjunto de la Iglesia española, dedicada en cuerpo y alma a honrar la memoria de los "mártires" de la guerra civil, entendiendo por tales exclusivamente a las personas, religiosas o no, fusiladas y/o asesinadas por las diversas facciones del bando republicano; es decir dedicada en cuerpo y alma a seguir glorificando al fascismo, al que sirvió, legitimó y del que se benefició durante los cuarenta años de la dictadura, calificando la guerra civil como "cruzada" y sirviendo de sustento al franquismo bajo la forma del nacionalcatolicismo. Ahora, esta decisión de la jerarquía vasca viene a romper el silencio cómplice la Iglesia y a poner de relieve su función de sostén de la dictadura, quebrando la unidad de criterio que había venido siendo sacrosanta.

Se trata desde luego de una decisión encomiable que debe airearse cuanto se pueda en honor de esas catorce víctimas de la vesania fascista ante todo y en beneficio de sus deudos y allegados. Pero es insuficiente. Entiéndase, es mucho más de lo que cabe esperar de la jerarquía española, presidida por un nostálgico del fascismo como Rouco Varela y poblada de petimetres demagogos de extrema derecha como monseñor Martínez Camino. Pero es insuficiente.

¿Qué pasa, por ejemplo, con los otros asesinados por los fascistas y no eran estos catorce religiosos? ¿Hay que entender que estuvieron bien asesinados? El silencio de la Iglesia sobre ellos, ¿no molesta a la jerarquía vasca? ¿Son menos víctimas los republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas, nacionalistas asesinados durante la guerra civil y en la posguerra por los fascistas por el hecho de no ser curas?

Y es insuficiente por otro asunto nada baladí: porque la Iglesia (la española en general y la vasca en particular) no se limitó a callar ante el crimen y la barbarie sino que, en muchas ocasiones, fue parte activa de ellos. Cuando no fueron los mismos curas quienes delataron y asesinaron a los republicanos, estuvieron muchas veces presentes en su ministerio sacerdotal para legitimar la locura genocida y son tan responsables de ella como quienes la perpetraron directamente. No basta con pedir perdón por su silencio ante los asesinatos sino por haberlos cometido directa o indirectamente; por formar parte de los asesinos o de sus cómplices y encubridores. Reitero: la petición de perdón por un silencio culpable está muy bien. Pero la Iglesia no se limitó a callar cuando debió hablar sino que, al haber sido parte combatiente en el conflicto, cometió los mismos crímenes frente a los que ahora dice no poder callar o los encubrió y amparó. A los creyentes sinceros, a los cristianos de los de la otra mejilla puede resultarles chocante la idea de una Iglesia asesina pero eso es lo que hubo y no en un momento de desvarío, sino como consecuencia de una política deliberada de genocidio de los republicanos practicada durante los tres años de la guerra civil y los casi cuarenta de dictadura.

(La imagen es una foto de 20 Minutos, bajo licencia de Creative Commons).

dissabte, 11 de juliol del 2009

Un cielo tachonado de perlas.

Erradicar el racismo del corazón de la gente parece un programa hermoso pero temo que irrealizable. Para demostrarlo basta con pedir a cada cual que mire en el suyo y que mire a fondo, no en los habitáculos de la autocomplacencia que es en donde mora la mayor parte de los comentaristas y analistas. En habitáculos de verdadera indigencia intelectual, en uno de los cuales se dice que el racismo está mal y es condenable y eso es lo que se supone que piensa cualquiera que expone su parecer en público por los medios que sea. Pero, luego, siempre que la realidad fenoménica se manifiesta, las cosas son las contrarias. Hoy estar "a la última" consiste básicamente en ser demócrata, nada racista y estar en contra de la corrección política en nombre de una rebeldía que coincide ce por be con el contenido de alguna nueva marujada. Por ejemplo, en el machismo, que es una forma más del racismo, la diferenciación de trato a las mujeres señalando si están casadas o solteras, no falta nunca quien, diciendo que rompe la tiranía borreguil de lo políticamente correcto, subscribe el trato alternativo señora/señorita y revierte veinte años la situación. El racismo, el machismo, el jingoísmo y otros comportamientos odiosos; todos los repudiamos y todos los practicamos. (La imagen es una foto de Hiperkarma, bajo licencia de Creative Commons).


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Aplaudo la decisión del señor Camps de no comparecer el jueves ante el juez y acogerse al privilegio de los aforados. Es cierto: la primera obligación del señor Camps es hacer la compra de lo que la señora Camps vaya a almorzar, luego ya se verá si le queda tiempo para comparecencias. Pero este pavo ¿no es el que decía que estaba deseando que hubiera cauces legales para aliviar su necesidad de declararlo todo? ¿No es el que se alegraba de que lo imputaran porque así por fin podía acudir ante un juez a contarlo todo lleno de felicidad? Es el mismo, sí, pero ha evitado siempre ir al juez, no ha comparecido y no tiene la menor intención de hacerlo. Al contrario, sus abogados tratan de que descarríe el proceso, impugnan todas las decisiones y recurren todo lo que obligue a Camps a comparecer. Es decir, este habla de comparecer, pero lo evita siempre. Porque lo que tiene el Curita, ya se ha dicho en Palinuro, es mucho morro.(La imagen es una foto de Público, con licencia de Creative Commons).

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Dice el Público de hoy que Los monos viven más si consumen menos calorías, según han demostrado unos científicos de no sé dónde. He aquí la prueba incontestable de que el orden social conservador coincide no solamente con los mandatos de Dios sino con los ultimísimos avances de la ciencia. Así queda claro, pues probado está ya en nuestros antepasados darwinianos que, cuando las clases dominantes mantenían (y mantienen) a las subalternas como casi esclavas con salarios de hambre sólo buscaban prolongarles la vida. Si luego ésta no era tan larga como debiera según el razonable aporte calórico, ello se debía a otros factores como el consumo del alcohol o estupefacientes o la costumbre de trabajar sin la suficiente protección. Y los pobres siempre obstinados en pensar lo contrario. Los pobres son todos tan malpensados...(La imagen es una foto de My Web Page, bajo licencia de Creative Commons).

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Dizque el señor Bárcenas dimitirá de "forma transitoria" si continúa el proceso. Algo es algo. "Transitorio" quiere aquí decir que si, tras ser procesado, se demostrara su inocencia, podría volver a ser tesorero del PP que es, obviamente, lo que le gusta. O sea, es una dimisión con reserva de plaza; casi una excedencia. Es lo que tiene esta gente de orden, siempre precavida. Como además cuenta en su defensa con la sapiencia procesal del señor Trillo, quien ha conseguido no ser procesado él mismo, tiene buenas esperanzas ya que lo importante no es demostrar la inocencia sino tener la capacidad necesaria para acumular triquiñuelas de leguleyo para que hasta el más granuja pueda irse de rositas.

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