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dimarts, 13 de desembre del 2016

La chispa y la pradera

Ya se ha sumado Madrid a la rebelión de la militancia del PSOE contra las arbitrariedades y los desmanes del Junta gestora la primera de las cuales es su propia existencia. Y la segunda, y más insoportable, su tendencia a marear la perdiz, dilatando la convocatoria del congreso y amagando con suprimir las primarias. Mientras su líder formal, Javier Fernández, dice sinsorgadas por los medios y su líder real, Susana Díaz, las hace.

De los tres movimientos que se manifiestan en el PSOE, el de los "susanistas", los "sanchistas" y los "congresistas" (esto es, partidarias de una convocatoria urgente de congreso y primarias sin referirse a candidatura alguna) lo más probable, entiendo, es que triunfe la tercera. Pero esa está plagada de "sanchistas", de forma que, en realidad, hay tres campos pero dos de ellos ("congresistas" y "sanchistas") está unidos en la lucha contra un enemigo común, los "susanistas". Es saber convencional sacado de innumerables experiencias que los seres humanos suelen ponerse de acuerdo sin reservas para ir contra otro. Para ir a favor, la cosa viene siendo más complicada. 

Sin duda, los elementos que tramaron y ejecutaron el golpe de los "chusqueros", sorprendidos y desconcertados por una reacción de rechazo masiva que no esperaban, están tomando sus medidas. Creyéndose en posesión del poder orgánico del partido, con el apoyo de los barones/caciques y el aliento sepulcral de las viejas glorias, han echado mano de una amplia panoplia que va desde las medidas sancionadoras máximas (600 machacantes de multa) a los diputados del "no", hasta las simples mentiras difundidas por las cuentas oficiales del PSOE en las redes, sosteniendo que en el encuentro con Sánchez en El Entrego (Asturias) hubo solo 300 asistentes, cuando todos los medios daban una cantidad entre 1.500 y 2.000. Sin excluir las intoxicaciones, arbitrariedades, desplantes como los que suele escenificar José Blanco, "susanista" converso, o simples amenazas. Baterías de medidas erróneas, mal intencionadas y fracasadas de antemano. Cuanto más reprima esta seudoautoridad provisional las manifestaciones contrarias de los otros sectores, mayor será su desprestigio. Hasta conseguir que, cuando haya primarias, la supriman de un plumazo.

Todo empezó con la chispa de la defenestración de Sánchez, que encendió la pradera de la indignación de la militancia. La idea de los juntistas de la gestora y su líder, Díaz, de que es fuerza dejar pasar el tiempo en la esperanza de que los agravios se olviden, los intereses se reafirmen y se recupere el ascendiente del aparato en todas sus manifestaciones sobre la militancia, retrata a quienes la han concebido y tratan de ponerla en práctica. La idea de que la movilización de las bases forzará la convocatoria del Congreso extraordinario y las primarias para la elección democrática del SG, que sostienen las plataformas, destacados militantes y algunos impertinentes opinadores externos, como Palinuro, también retrata a quienes las abrigamos y quisiéramos ver en práctica. Por lo demás, muy razonble, pues consiste en devolver el partido a sus verdaderos dueños, los militantes y los votantes. 

dilluns, 12 de desembre del 2016

La izquierda está por hacerse


Los editoriales de El País toman siempre partido por una línea política que cabe situar en algún nebuloso lugar entre el neoliberalismo y la socialdemocracia más reaccionaria, estilo Felipe González o Rubalcaba, ambos muy influyentes en el periódico. A veces lo hacen en un estilo tronitoso, en el espíritu de Cebrián, acostumbrado a que todos los auditorios se le prosternen, a veces con veneno disimulado, estilo Rubalcaba o a veces acumulando vulgaridades ramplonas como en esta ocasión. Pero siempre van en contra de la izquierda y, por supuesto de la unidad de esta, fenómeno que el diario considera el peor de todos los males. Probablemente lo único que ponga más de los nervios a estos ideólogos del periódico de PRISA es la idea de la independencia de Cataluña y la República Catalana. Ahí ya, directamente, los plumíferos muerden.

En esta ocasión, de lo que se trata es de meter la hoja del cuchillo en la herida del enfrentamiento entre Errejón e Iglesias, que ambos ocultan con un celo e insistencia que pregonan lo contrario. Como siempre en los partidos. Por cierto, empìeza a ser aburrido el recuento de los factores que prueban hasta qué punto este de Podemos es idéntico a los que pretendía desmantelar: misma mentira sistemática, ocultación, fabulación de realidades internas, propaganda, arbitrariedad en las decisiones, oportunismo y absoluta carencia de principios. E iban a comerse el mundo con promesas salvíficas y milenaristas que han quedado ridículas ante la gris realidad de pasarse los próximos cuatro años calentando el asiento y enfrascados en peleas de hemiciclo que solo interesan a los que opinamos en público.

Pero ese dato es irrelevante. La finalidad del editorial de El País, como dicho más arriba, es ahondar en la fractura de Podemos y apoyar a Errejón a pesar de que hable catalán. Apoyarlo ¿en qué? En la formulación de una línea más abierta, moderna y moderada de la izquierda. Frente ¿a qué o quién? Frente a una visión anquilosada, jerárquica y autoritaria del partido que tiene Iglesias que es una visión leninista. Cuando se ve el partido con los ojos de Lenin (que luego heredó Stalin), se ve del mismo modo todo lo demás: la democracia, la libertad, el debate, etc. La lucha de que habla el editorial de El País, aunque sin mucha idea, es la tradicional en la izquierda entre el socialismo democrático o socialdemocracia y el autoritario o comunismo. Es verdad que, según parece, Iglesias abandonó hace años su militancia comunista y que algunos de sus seguidores no son ni han sido nunca comunistas. Son algo peor, si cabe: compañeros de viaje o tontos útiles. Eso es lo que los lleva a considerar al iluminado Anguita un "referente intelectual".

La finalidad de El País es meridiana: cargarse a Podemos, alimentando las esperanzas de Errejón y los suyos para dejarlos luego en la estacada porque lo que no está dispuesto a admitir es una unión real de la izquierda. Si España fuera un país europeo normal, las broncas y/o desaveniencias internas que hay en los dos partidos de la izquierda podrían resolverse creando un tercero a base de sumar los militantes de izquierda de un PSOE convertido hoy en una banda de usurpadores y los democráticos de un Podemos, anclado en la inopia mental de un comunismo que está tan obsoleto como oculto. 

Pero en ambos casos es preciso que los políticos que podrían tomar la iniciativa de explorar un territorio nuevo y prometedor pierdan el miedo a romper las estúpidas ortodoxias que las burocracias partidistas tejen siempre en su propio interés.

diumenge, 11 de desembre del 2016

Sin raíz ni decoro

No puedo asegurarlo porque no tengo pruebas pero creo que debe de ser la primera vez que se interrumpe a un Secretario General del PSOE, afeándole su comportamiento, durante un alegato entre su gente. Y durante el acto de conmemoración anual del gran patriarca Pablo Iglesias por el que los militantes del PSOE sienten devoción, algo que no puede decirse de ningún otro político, socialista o no, de hace cien años. Muy crispados están los ánimos en el viejo partido para que suceda algo así. Muy crispados y con la crispación creciendo.

La gente del 1º vendimiario calculó mal el impacto de su confabulación para defenestrar a Sánchez, como si fuera Gaspar de Coligny. Acostumbrada a una política burocrática, de marrullerías, conciliábulos, mayorías, coaliciones de intereses, se olvidó de que el alma de un partido de izquierda es su militancia. Menospreció su capacidad de respuesta, una vez que hecho tan arbitrario y oscuro le había arrebatado de torticeros modos a su líder. En su lugar, una gestora de mediocridades que, dos meses después de no hacer nada salvo reprimir, acallar, callar y dar largas han conseguido algo insólito: que la increpen los suyos en un acto solemne en memoria del fundador.

La espontánea rebelión de la militancia -sistemáticamente boicoteada por el aparato del partido- se extiende, afianza y organiza, habiendo centralizado la coordinación en una plataforma de Andalucía. (Mañana mismo se constituye la de Madrid). Es curioso comprobar cómo a los militantes del PSOE no hace falta darles clases de "horizontalidad" y "asamblearismo". Se han auto-organizado sin necesitar dirigente alguno que "ilumine" su camino. Su objetivo es el congreso extraordinario inmdiato e inmediatas primarias. Nada más. Y nada menos, porque la exigencia suena a injuria y blasfemia a los caballeros de la junta gestora pues temen no les dé tiempo, para preparar el camino a la candidatura de Susana Díaz, la mujer del aparato y de la vieja guardia de socialistas casi peperos. 

La junta gestora carece de todo arraigo en el PSOE y no tiene decoro alguno. Está actuando en contra de la voluntad de su propio partido y con el solo apoyo de un puñado de barones o caciques de izquierda. Pero va ciega. No sabe qué hacer. Empieza ahora a darse cuenta de que ha encendido una rebelión que va a arrollarla. Y no las tiene ya todas consigo. La prueba es que Díaz aún no ha manifestado su deseo de postularse para la SG, cosa que lleva haciendo Sánchez desde el día siguiente a su defenestración. Ahora, la cuestión es averiguar si ella cuenta con algún respaldo fuera de los absolutamente pavorosos discursos de su cofrade Lambán. De no ser así, la suerte, en principio, podría decantarse por Sánchez. 

Pero es posible y, sin duda, deseable, que se presenten más candidatos. Por eso, aunque la carrera iniciada por Sánchez es prometedora y no cabe si no desearle éxito por su mucho tesón, la rebelión de la militancia no debe ir vinculada a su nombre. Su fuerza política y moral resid en ser una rebelión de las bases en contra de la dirección que si no es ilegal de origen lo es de ejercicio y en favor de la democracia, no en apoyo de persona alguna. La democracia de la base, que es la que cuenta. Donde reside la raíz y el decoro,  del PSOE, como decía Marañón hablando de España.

dissabte, 10 de desembre del 2016

La mona vestida de mona

Los partidos son instrumentos para alcanzar el poder. La política es lucha por el poder. Por supuesto, nadie lo deja ahí. Todos añaden que lo quieren en beneficio de otros, por el bien del pueblo, o del orden, o la ley. Por lo que sea, pero quieren el poder, luchan por él. Y en esa lucha vale todo. Por lógica, en los partidos, los instrumentos para alcanzar el poder, también vale todo. El PSOE está dando buena prueba de ello estos días. Y ahora se apresta a hacerlo Podemos que quiere sustituir al PSOE también como espectáculo. Los socialistas están en una gresca con tintes personalistas. Podemos abre el fuego en un plano superior: no se enfrentan personas sino concepciones, ideas, proyectos. Y eso, dice la doctrina oficial, lejos de dividirnos nos une más.

Las cosas que se dicen en política. Porque serán ideas, teorías, concepciones del mundo o de más mundos, pero están enfrentadas, están en lucha por prevalecer. En lucha por el poder dentro de la organización que lucha contra otras por el poder del Estado. Los partidos son campos de luchas de facciones, grupos, familias, escuelas, personas. Es inevitable.

Lo que aquí parece dilucidarse es una antigua polémica de la izquierda entre un sector más reformista, gradualista y posibilista que generalmente se ha identificado con la socialdemocracia y otro mas rupturista, revolucionario, doctrinario que suele identificarse con el comunismo y la doctrina leninista del partido. Esto es una simplificación, es obvio. Sobre todo porque los dos sectores apelan a una concepción nueva de la izquierda (tan nueva que ni se reconoce como izquierda), mezcla de concepciones populistas de carácter latinoamericano engranadas en las experiencias asamblearias del 15M.

En el fondo, la tradicional "tercera vía"que nunca cuaja, la "nueva izquierda", que sigue llamándose "nueva" cuando es vieja. Era la promesa inicial de Podemos, que la evolución del partido y el duro principio de la realidad obligó a olvidar. En efecto, al abandonar el curso medio entre la socialdemocracia y el comunismo y escorarse del lado de este en su fusión con IU, organización pantalla del PCE, Podemos reconocía su fracaso. Lo que ahora se pretende con ese congreso de Vistalegre es convertir el fracaso en rutina. Porque rellenar el vacío con más vacíos como el populismo y el asamblearismo no da juego.

Entre la socialdemocracia aburguesada y el comunismo anquilosado sigue habiendo un amplio campo que debieran ocupar los socialdemócratas de Podemos y los socialistas de izquierda del PSOE.

dijous, 8 de desembre del 2016

Los usurpadores se legitiman

Cuando el poder se siente inseguro o quiere mejorar de imagen o necesita justificarse o simplemente entretenerse, llama a los intelectuales. Desde que Platón pasara dos temporadas en la corte del tirano Dionisio de Siracusa hasta las otras dos que Philip Pettit estuvo asesorando a Zapatero sobre los arcanos del espíritu republicano, pasando por las divertidas relaciones de Destutt de Tracy con Napoleon o las de André Malraux con De Gaulle ,esta simbiosis de conveniencia se repite siempre con similares pobrísimos resultados.

Aunque no lo parezca, la Junta llamada Gestora es hoy el poder en el PSOE. No es más que poder porque otra cosa (legitimidad, ingenio, simpatía, inteligencia, audacia, valor, etc) no tiene. Y, como poder, llama a los sectores pensantes, los letrados, los antiguos clérigos, para que le expliquen el presente y le descifren el futuro, como hizo José con el faraón. Se trata de una vieja afición en el PSOE que, cada cierto tiempo, convoca a sus intelectuales, de los que tiene amplia provisión dado que dispone de medios para compensarlos. Lo hizo allá por los años 80/90 con el "Programa 2.000", volvió a hacerlo Zapatero con un "comité de sabios" para que lo asesorara sobre qué hacer con la RTV. Lo hizo después Rubalcaba, quien reunió una peña pensante, para redefinir el PSOE y lo mismo hace la junta golpista. Luego, normalmente, el poder ignora olímpicamente lo que las cabezas pensantes le recomiendan. Pero eso es lo de menos. El poder sabe siempre lo que quiere y no hace falta que venga ningún sabiondo a explicárselo.

Todo cuanto toca el poder lo instrumentaliza. Quiere ideas, no que sean verdaderas o justas, sino que lo legitimen y le den provecho. Así que el problema no es el propio poder que, además, en este caso, tampoco se ha molestado mucho en buscar. Los cuatro principales responsables de apacentar a los intelectuales/ideólogos para que fabriquen la doctrina son, según parece, Eduardo Madina, Rosa Conde, Ramón Jáuregui y Matilde Fernández. De los cuatro, tres han sido ministros socialistas en épocas remotas y tienen de intelectuales lo mismo que de misioneros mártires del Japón, quizá menos. El cuarto, Madina, ni ministro ni intelectual. Pero, aun así, insisto en que ese no es problema: el ámbito socialista hierve con las aspiraciones de gentes más jóvenes, deseosas de destacar, de aplicar sus saberes profesionales a vaticinar un futuro glorioso para el PSOE bajo el mando esclarecido de los golpistas que hoy detentan el poder.

No, no es el problema. El problema es cuál sea la dimensión moral de unos supuestos pensadores que se prestan a formar un coro de mistificaciones para ocultar un golpe de mano que ha sustituido la democracia interna y la legalidad del PSOE por un régimen de arbitrariedad, amenazas e incompetencia. Todavía más claro: cuál sea la dimensión moral y especulativa de unos intelectuales que se prestan a legitimar un golpe que, por el momento y las razones aducidas, en el fondo, era un segundo tamayazo. Lo que sucede es que, en vez de millones, aquí se prometieron sillones.

dimecres, 7 de desembre del 2016

Sigue la usurpación en el PSOE

En el PSOE está sucediendo algo insólito, algo que replantea mucho de lo convencionalmente admitido sobre los partidos y la política en general. De un lado, hace unos dos meses, se perpetró un golpe de mano contra el secretario general y su equipo que salió triunfante en su empeño de conseguir que el PSOE claudicara y permitiera un gobierno de la derecha. Según los golpistas ese gobierno quedaría rehén de la oposición al no tener mayoría absoluta.

 Hasta aquí nada que no haya pasado cientos de veces en conjuras y conspiraciones palaciegas, en luchas por el poder entre las oligarquías partidistas. Los golpistas han puesto una especie de Junta a la que llaman Gestora con la función de detentar el poder en el PSOE y prolongar la situación de incertidumbre. Quieren dar tiempo a que Susana Díaz, la inspiradora del golpe, se fabrique una imagen electoralmente aceptable haciendo olvidar sus maquinaciones e intrigas para defenestrar al secretario general con el secreto designio de ponerse en su lugar. De hecho ya va por el mundo usurpando la función y haciendo ver que es ella quien manda en la organización.

Lo verdaderamente insólito viene a continuación cuando se comprueba que, al estar el aparato y muchos de sus barones en la pomada golpista, las bases, la militancia se organizan de modo espontáneo para frustrar sus planes y devolver al PSOE su secretario general, aparte de su dignidad, perdida en la intriga del golpe del 1º vendimiario. Por lo demás, lejos de tener al gobierno como rehén, es rehén de ese mismo gobierno, al que basta con hablar de nuevas elecciones para que el PSOE enmudezca, aterrorizado.

La rebelión de las bases, algo con lo que los usurpadores de la Junta no contaban, plantea una situación inédita en Europa (en donde, generalmente, los militantes siguen fieles a sus mandatarios)  al mostrar que la democracia cala también en las formaciones políticas, al menos en algunas. La militancia no había significado mucho en el PSOE en el pasado y ahora se revela como su activo más firme y prometedor. Esa rebelión democrática tiene desconcertados a los de la junta golpista y los barones que parecen sumidos en un silencio temeroso, excepto Gullermo Fernández Vara, el auxiliar de campo de Susana Díaz que suelta doctrina de corte autoritario como corresponde a sus orígenes en Alianza Popular. 

Convencida Susana Díaz de que el mundo es de los audaces, sigue haciéndose su campaña electoral en el estilo Gran Dirigente hablando a cada vez más gente, más preparada y crítica. Es extraño que nadie le haya avisado de la negra sombra del hartazgo que se cierne sobre su  caso. Porque está bien claro en las encuestas: Pedro Sánchez triplica los apoyos de Díaz. Y más que lo hará de seguir las cosas como hasta ahora.

Los golpistas, acorralados por la movilización de las bases, tratan de postergar todo cuanto pueden, jugando con esa marrullería de tramposos, de hacer que un órgano anuncie sus actividades con un mes de anticipación o con varios, para dar la impresión de que se está actuando. Como hace el propio jefe, que sitúa el Congreso para "antes del verano", presentando así una vaguedad como una precisión. 

Al tiempo los golpistas tratan también de salvar su honor y buen nombre aduciendo que no hay alianza con el PP en modo alguno. Ciertamente, porque no es necesaria. El PSOE facilitó el gobierno de la derecha por la convicción (falsa, engañosa) de que, si se iba a unas terceras elecciones, el resultado sería una catástrofe. Eso no tiene por qué ser cierto pero lo que no deja lugar a dudas es que, si necesario era que gobernase el PP, necesario será que continúe haciéndolo. Y a ello se presta este miserable remedo de partido controlado por los golpistas. 

Lo nunca visto en el PSOE: la militancia, actuando por su cuenta requiere el control de la organización frente a unos golpistas y, al alzarse está defendiendo las normas más elementales de la democracia: diálogo, legalidad,  respeto y juego limpio. 

dilluns, 5 de desembre del 2016

Pugna de líderes

Estos datos coinciden con el espíritu que se respira en las redes. Hay una especie de movilización de las bases, que encadenan reuniones, asambleas, consejos para transmitir la exigencia de Congreso y primarias inmediatos. Nadie duda de que Díaz cuenta con muy altos y poderosos apoyos, la complicidad de los barones y la sumisión del aparato y su provisional órgano gestor. Pero es convicción general que eso no le servirá de nada porque en las primarias votan los militantes y, según los sondeos, el 70 por ciento prefiere a Sánchez y el 30 por ciento a Díaz.

Que esta situación debe de ser así se prueba a contrario viendo que el sector "susanista" o golpista o como quiera llamársele no ha publicado sondeo alguno, aunque lo tendrán. Pero no será bueno. Por lo demás, la táctica dilatoria, dejar pasar el tiempo por si así se calman los ánimos y Susana Díaz recupera algo de imagen, no sirve más que para encrespar los ánimos ya que la junta gestora está excediéndose en sus atribuciones manifiestamente. Y las intervenciones de la vieja guardia socialista en favor de Díaz, sobre ser escasamente convincentes y movilizadoras también producen efectos contrarios. 

No hay si no convocar congreso y primarias inmediatas, dejar de hacer trampas y de utilizar el PSOE como un casino privado. 

dijous, 1 de desembre del 2016

Operación Sultana

La campaña para hacer tragar al PSOE a Susana Díaz como secretaria general va a plena máquina. Lo que no quiere decir que esté cosechando resultados optimos. Ni siquiera aceptables. Hace unos días, su gabinete de relaciones públicas le organizó un viaje a Bruselas sin ningún contenido concreto ni asunto específico que tratar. Simplemente, un paseíto por Europa a cuenta del erario y a hacerse unas fotos con los políticos y dignatarios más sobresalientes para dar a la señora Díaz, cuyos viajes por el extranjero y aun España no parecen haber sido cuantiosos, unos aires cosmopolitas de los que carece en absoluto. Del aparato de propaganda para ensalzar su figura como estadista de proyección europea, bien se ve, se encargó la Junta de Andalucía que subió unos tuits haciéndose lenguas de la importancia mundial de su jefa. El viaje carecía de sentido y, de ser algo, tendría carácter de partido porque la señora Díaz fue a Bruselas a entrevistarse con los socialistas. En realidad, tampoco el PSOE hubiera podido dar cuenta de la visita porque la mentada es presidenta de la Junta de Andalucía y Secretaria General del PSA, pero no del PSOE, aunque actúe como tal, cual buena usurpadora. La cuenta de twitter que debió informar del viaje de la Sultana debía haber sido la del PSA. Pero eso le parecía poco a la interesada.

Es esta confusión permanente de papeles, son estos sobreentendidos, estos disimulos y suplantaciones los que están convirtiendo lo que, de hecho, es la campaña electoral de Díaz a la SG del partido que tiene dividido y paralizado por sus intereses, en un ejemplo de manipulación y abuso verdaderamente sórdidos a la par que cómicos. El presidente de la Junta de golpistas del PSOE, allanado en todo a los deseos de Díaz, ha aplazado a enero la reunión del Comité Federal prevista para diciembre con el solo objetivo de dar tiempo a la buena señora a hacer olvidar su golpe de mano del 1º vendimiario para desalojar a Sánchez con ayuda del escuadrón pepero del PSOE, González, Rubalcaba, Corcuera, Bono, etc). Y tiempo también para fabricarse una imagen menos odiosa y estúpida de la que tiene y se ha ganado a pulso.

Tal era el objetivo del paseo por Bruselas en donde, según anunciaban encantados sus servidores, sería recibida por Martin Schulz y hablaría en algún lugar de particular relumbre. Del hablar nunca más se supo; la prensa no dice nada y, de haberse producido la charla, habrá sido al grupo socialista español porque parece que, siguiendo inveterada costumbre de los políticos españoles, la Sultana no habla más que su propia lengua.

Y, del encuentro con Schulz, nada de nada. Lo cual es lógico para cualquiera que sepa cómo funcionan los asuntos públicos en Europa, en donde el personal no está para hacerse fotos que luego puedan los becarios de turno (estilo Sultana) lucir en el patio propio para apuntalar sus pretensiones de hacerse con un cargo que, a todas luces, le viene grande. Así que Schulz no recibió a Diaz en su despacho por falta de tiempo y, al final accedió a verse con ella en un pasillo para hacerse una foto y durante tres minutos. Si descontamos el tiempo de la pose para la foto y el de los traductores, es obvio que los tres minutos se fueron en saludarse y no del todo: "Buenos días./Guten Tag, wie geht's Ihnen?/¿Cómo? ¡Ah, si! Andalucía es una región de España..." Fin. Tres minutos (la Junta afirma que fueron 15) y a la calle. Debe de ser la foto más cara que haya pagado la Junta de Andalucia. Porque las que se hicieron los tres politiquillos (Sánchez, Iglesias, Rivera) que fueron a la base de Torrejón a que Obama les diera una palmada en el hombro a la puerta del WC, las pagaron los gringos.

En realidad este viaje era completamente innecesario y solo obedece a la obsesión de la Sultana por contraprogramar a Sánchez quien, sin ningún tipo de ayuda de su propio partido, goza de un apoyo entre la militancia que Díaz no tiene. Al contrario, por donde va tiene la virtud de encalabrinar a la gente con esa marrullería infame, consistente en postularse para la SG contando con todos los medios y apoyos del aparato, pero sin decirlo claramente. Está esperando que la propaganda y el juego sucio de sus seguidores consigan lo que, por ahora, parece harto difícil: que la militancia cambie de afición y, en vez de apoyar al defenestrado, apoye a la defenestradora.

La tarea es ardua y los propagandistas de la Sultana no paran barras en los mayores dislates. Uno de estos correveidiles de la jefa, un señor Jiménez, ha tenido la desvergüenza de pedir a Sánchez que congele su candidatura, por supuesto mientras él mismo y el resto de los mandados de la junta golpista publicitan por doquier la candidatura de Díaz y esta, como se ve, utiliza todos los medios válidos o inválidos para imponerse. Esa petición es tan miserable e inmoral como la de pedir a un corredor que se ate los pies antes de comenzar la carrera.

Lo que faltaba a esta operación de coronar el golpe de mano contra el PSOE con una candidatura que acabará de hundirlo en la pesadilla de la España cañí era ver a la jefa de los golpistas haciendo el ridículo en Bruselas. 

dimarts, 29 de novembre del 2016

La guerra sucia en el PSOE

En política, las casualidades no existen. Tras el doble resonante éxito de Pedro Sánchez en Xirivella y Sueca, su taimada rival, Susana Díaz, que quiere ser candidata a la Secretaría General pero sin decirlo todavía, aprovecha su posición institucional para obtener ventajas con trampas y juego sucio, en los que, como buena política profesional que no ha trabajado nunca en la vida civil, es muy ducha. Para oscurecer el posible acto de masas que Sánchez y los suyos pretenden organizar en Sevilla el 16 de diciembre próximo, el gobierno de Andalucía, presidido por esta oportunista sin escrúpulos, está organizando otro acto en Jaén el mismo día, aprovechando que es el 10º aniversario de la aprobación de la Ley de Dependencia por un gobierno socialista. Podía haberse valido de cualquier otra circunstancia. El caso es contraprogramar a Sánchez. En el acto de Jaén quieren los seguidores de Díaz matar tres pájaros de un tiro: 1º) montan un acto institucional con uso (y probable abuso) de los medios públicos para ello; 2º) también es un acto de partido en la federación jiennense -caninamente fiel a Sánchez- con los medios del propio partido que fletará autobuses de todas partes mientras que no dará ni un euro para Sánchez; 3º) será un acto a la mayor gloria del personaje, presentado como alguien con liderazgo y apoyo entre las bases y no solo entre sus clientes y paniaguados.

No, no hay casualidades. El interés de Díaz está claro: terminar la sórdida faena que empezó con el golpe de mano de 1º vendimiario para postularse a su vez como la única salvadora de un PSOE que ella misma ha destruido. No tan clara parece ser la participación de Rodríguez Zapatero en el acto de Jaén. La excusa oficial es que la dicha ley de Dependencia se aprobó en su gobierno pero parece más cierto que le mueve el despecho y la envidia personales. Zapatero está al servicio del descarado arribismo de la andaluza porque le fastidia que otro -Sánchez- sea mejor que él en todos los sentidos y trata de destruirlo como pueda. Obedece así también los designios del cogollo de ex-mandatarios del PSOE, los González, Rubalcaba, Leguina, Bono, Corcuera, etc., esto es, gente convertida en aliada objetiva (y también subjetiva) de la derecha, auténticos submarinos del PP en el PSOE, pero que no puede aparecer en público porque se notaría mucho que están todos movidos por igual odio a Sánchez y la pretensión de este de rescatar un PSOE de izquierdas.

No. no hay causalidades. La burócrata andaluza necesita tiempo para mostrar que también tiene apoyo de las bases antes de anunciar su candidatura a la SG. Y tiempo es lo que le dan los criados que tiene en la Junta de golpistas,  cuyo presidente ya ha aplazado el próximo Comité Federal, previsto para diciembre, a mediados de enero. Así. su jefa, dispondrá de un plazo mayor para seguir practicando el juego sucio institucional contra su rival, Sánchez, que no tiene los recursos de un gobierno autonómico y a quien el aparato del partido no quiere ayudar en modo alguno.

Es un juego sucio, un abuso de poder descarado y detestable, un desequilibrio tan evidente que será extraño no consiga lo contrario de lo que se propone, esto es, que la militancia cierre filas más estrechamente aun con Sánchez. 

En la actual crisis del PSOE emergen los habituales tres bandos en estos casos: los apoyos y partidarios de Díaz, clientes de sus prácticas de gobierno, cargos del partido directa o indirectamente dependientes de ella y paniaguados en general de la estructura del PSOE, también con intereses personales y materiales que guardar en otros lugares y gentes del aparato. Todos ellos en nómina de la habitual oligarquía coronada por las mencionadas viejas glorias, que son quienes mueven los hilos en las sombras. 

Por otro lado, los seguidores de Sánchez, sin una estructura a la vista, sin ninguna base de poder, perseguidos por el aparato, unidos por la indignación al ver que el "NO es NO" de la dignidad del partido se convertía en su contrario a cambio de un plato de lentejas. Gentes movidas por la indignación de verse burladas por una oligarquía partidista que, en el fondo, quiere ponerlo al servicio de la derecha y hasta ahora va consiguiéndolo. Y gente por tanto que quiere elegir un SG de izquierdas para dar un golpe de timón antes de que el PSOE se hunda del todo.

Por último, el habitual grupo de "equidistantes". Tengo buenos amigos entre ellos (y entre los seguidores de Sánchez y hasta algún "susanista") y escucho atento sus razones sensatas, equilibradas, amparadas en la experiencia, el sentido común y la preocupación por su partido. Pero no puedo por menos de observar que, si este ánimo podía ser razonable al comienzo del conflicto, cuando ambas partes estaban más o menos escindidas pero tenían similar poder, no lo es ahora, cuando una de las partes -la agresora- tiene medios en abundancia, recursos de todo tipo y a su exclusivo servicio. Decir que se es equidistante entre dos contendientes uno de los cuales tiene todo el poder, la institución detrás de  él y la fuerza de la costumbre y el otro nada, no es una posición éticamente sostenible. Por supuesto, el hecho de encontrarte en inferioridad de condiciones en una contendienda no te convierte en portador de la razón, pero sí en digno de que se te respete y no se abuse de ti y el hecho de combatir en manifiesta superioridad de medios materiales tampoco te priva de ella, pero sí te convierte en cómplice y quién sabe si beneficiario de una injusticia.

Es posible que la aventura de Sánchez falle, que le falten fuerzas o que no disponga de los recursos necesarios para hacer frente a la guerra sucia del aparato institucional, los intereses creados y el sistemático boicoteo a que ya lo están sometiendo. La injusta desigualdad de posibilidades es patente en la orientación de los medios. Casi todos apoyan a Susana Díaz a pesar de ser de la derecha (o quizá por ello)  y el resto a Podemos. Pero todos están unidos en la hostilidad hacia la candidatura de Sánchez, enfrentada a un escandaloso silencio mediático. Sin embargo, si el PSOE tiene alguna posibilidad de reconstruirse como un partido de izquierda hegemónico con vocación de gobierno será mediante el triunfo de esa candidatura. Cosa que se dará si se confirma la tendencia iniciada en Xirivella y Sueca, esto es, que cuenta con el apoyo de las bases.

dilluns, 28 de novembre del 2016

Entrevista a Palinuro en "Ara Balears"

Había un resol tremendo y parezco medio cegato, pero no es así. Tengo buena vista.

El título, "El triunfo de la extrema derecha es la derrota de la globalización" está acertadamente escogido. La extrema derecha es nacionalista también extrema, excluyente, nada partidaria del multilateralismo, menos del multiculturalismo y lleva muy mal la globalización. Admito, claro, que esto debe matizarse mucho.

Releyendo la entrevista solo matizaría otra respuesta. A la pregunta de si preveo una legislatura corta respondo "cortísima". Demasiado contundente para un vaticinio. También puede ser larga y, ¿quién sabe? hasta completarse. El inicio augura mucha turbulencia parlamentaria, pero todo dependerá de cómo los actores la gestionen. Teniendo en cuenta que uno de ellos, el PSOE, atraviesa una crisis profunda y otro, Podemos, es novato. Además, en el horizonte está la cuestión catalana, que no sabemos en qué sentido influirá. Así pues, matizada queda la respuesta. Casi me atrevería a decir, anulada. 

El resto de la entrevista está aquí

Sigue la traducción al castellano:

¿Tiene futuro la socialdemocracia?
Por supuesto. Es la doctrina política más rica y más integradora. La prueba es que está en la centralidad política.

¿Hablamos de una socialdemocracia teórica o de lo que tenemos ahora, algo más diluida?
Siempre lo ha sido. Quizás al principio hubo un excesivo optimismo por la parte más radical de la socialdemocracia. Pero el capitalismo probablemente no es superable porque no es un modo de producción que se haya sacado alguien de la cabeza, como le ocurre al comunismo; es una forma natural de organización de las sociedades humanas desde hace cientos de años. Es un sistema muy injusto y requiere reformas y hay un sector de la socialdemocracia que dice que lo que hay que hacer es ordenar el capitalismo, en un sentido de igualdad. Y esto tiene muchísimo futuro porque al capitalismo también le va bien.

Más allá de la socialdemocracia, la izquierda europea está cambiando.
No hay una izquierda europea, hay muchas. El mismo enunciado de izquierda europea te desconcierta un poco porque ... ¿De qué Europa estamos hablando? Hemos tenido la izquierda espartaquista, la revolución alemana, la soviética, 68 ... Ahora mismo, en el Bundestag alemán hay un partido de izquierdas que se llama Die Linke, La Izquierda. Claro, es el eterno problema: los de Podemos también dicen que los del PSOE no son de izquierdas y los de PSOE dicen lo mismo de los comunistas. Creo que las izquierdas europeas están estupendamente. Por otra parte, esta reacción de la derecha, este desbarajuste de la extrema derecha triunfante demuestra el fracaso de la ideología de la globalización. Quién se cargará la globalización serán Le Pen, Trump ... Han puesto en marcha un monstruo y ahora se los comerá porque la globalización es el fin del estado nacional. Nos harán el trabajo.

Sigue habiendo quien reivindica la internacionalización de la izquierda, como Varoufakis. ¿Es un acierto?
Esto es antiquísimo, ya sale al Manifiesto Comunista. La idea era que la clase obrera se internacionaliza, pero finalmente lo que se ha internacionalizado es el capital. Seguimos pensando en los límites de las fronteras de nuestros Estados y esto es un fracaso para la izquierda.

¿Lo que es nuevo es la forma de hacer política, quizás ahora sí que traspasa fronteras y interpela más directamente a la gente?
La ciberpolítica afecta a todos los países. Las redes dan voz a los ciudadanos y obligan a la clase política a actuar en un contexto de constante acción-reacción. Los políticos están en las redes por obligación, como Pedro Sánchez, quien tuitea todos los días. Y claro, cuando uno tuitea se expone a que cualquiera le conteste. Las redes han establecido un diálogo o "multílogo" entre políticos y ciudadanía.

Mencionaba a Pedro Sánchez. ¿Qué ha pasado con él?
Demuestra que alguien stá vivo, que reacciona. Yo lo comparo mucho con la fabula del General della Rovere. Los alemanes están luchando contra la resistencia italiana y matan a su jefe, el general della Rovere. Ven que han metido la pata porque han matado una fuente de información y deciden encontrar a alguien que se le parezca, meterlo en la cárcel y hacer que él dirija la resistencia desde allí para pasarlos información. Hacen el trato con un estafador, que va a la cárcel y poco a poco va viendo que la resistencia tiene una fibra moral muy fuerte. Acaba convirtiéndose en el General della Rovere de verdad y, incluso, se deja fusilar por los alemanes. Esto es lo que le ha pasado a Pedro Sánchez. Entró de la mano de Rubalcaba y cuatro más que querían tapar el camino a Madina, pero se ha ido incorporando al papel del general. Es el momento en que el defenestrado se crece.

De hecho, ya comenzó su campaña hablando de los poderes fácticos la misma semana que le hicieron dimitir
Dijo otras cosas ...! Le preguntaron si Cataluña era una nación y él dijo "sí". Se ha lanzado a una piscina llena de tiburones!

Puede haber un presidente del gobierno que defienda el derecho a la autodeterminación?
Claro. Es lo que pasa, pero no se atreven a decirlo. Es obvio que Cataluña es una nación: el 70% de la población quiere un referéndum y el 50% quiere la independencia. Si no es una nación, qué es, ¿una pedanía?

Sánchez también decía que debería haber pactado con Podemos. ¿Le habría beneficiado?
Sí, pero no era posible. Podemos nunca ha buscado la alianza con el PSOE, sino destruirlo. Y esto es un error.

Hay territorios donde gobiernan juntos, como en Mallorca. Podría funcionar a nivel estatal?
Mientras la cuestión sean peculiaridades locales es posible, pero hay un eje central, que es la concepción leninista que late en el fondo de las propuestas de los dirigentes de Podemos, básicamente el sector que dicen pablista. Ahí hay una idea centralista, bolchevique, jacobina que desde el primer momento vio el PSOE como algo por destruir

Ha criticado abiertamente la figura de Iglesias, ¿es él la gran error?
Si caes mal a la gente cuando le pides el voto, la culpa es tuya y un 50% de la población dice que nunca votaría a Podemos. Pero el error principal está en la misma constitución de Podemos, basada en el oportunismo de tratar de constituirse en los herederos del 15M para luego recuperar el viejo discurso comunista leninista. Además, Podemos es fruto de una casualidad. Si en las primeras elecciones a las que se presentaron no hubieran sido las europeas, no habrían salido. En las europeas hay colegio nacional y la gente vota para fastidiar. Como eran los freakies, los votaron y ellos, a pesar de ser politólogos, acabaron pensando que tienen un soporte que no tienen.

Los ha visto nacer. Fue profesor de Iglesias, Errejón y Monedero. ¿Qué les hizo lanzarse a por las europeas?
La idea de que tanto la izquierda comunista como la socialdemocracia habían fracasado y que ahora venían ellos a dar una respuesta que aún está pendiente. La respuesta podría salir del PSOE. Si Sánchez demuestra tener valor, puede plantear una lucha por las siglas y reorientar el PSOE o formar un partido como Die Linke. Creo que no tiene capacidad, pero se está rodeando de gente que sí la tiene. Hay un aburguesamiento de la socialdemocracia muy claro: falta significarse.

En la última campaña, Podemos se definió como socialdemócrata ...
Sí, pero era una mentira pablista. La socialdemocracia tiene una capacidad para tejer entendimientos en las sociedades que no tienen otras ideologías. Pero no deja de ser una impostura, sobre todo si dices que tu referente intelectual es Anguita.

Politològicament ¿tenía sentido querer crear un movimiento aglutinador y populista, de las clases populares?
Ya estamos con el populismo. Populista era Vera Zasulich, Theodore Roosevelt, Berlusconi, Perón ... ¿Qué tienen en común? Nada. ¿Qué es el populismo? Nada. Un cajón de sastre. Funciona allí donde, como y cuando funciona. No se pueden trasplantar los modelos como quien trasplanta geranios.

¿Prevé una legislatura corta o larga?
Cortísima.

Y ¿qué pasará en las nuevas elecciones?
Depende de cuando se convoquen. Si el PSOE se recompone y lo hace bien (con una secretaría general que dé seguridad y confianza, con un programa claramente de izquierdas ...) veo un resultado bastante aceptable para el PSOE, un estancamiento del PP y un retroceso de Podemos.

¿Volveríamos al bipartidismo?
Nadie quiere salir del bipartidismo. Los de Podemos, que se lo quieren cargar, en realidad quieren cargarse el PSOE y ser ellos la segunda pata del bipartidismo. Pero ¿qué tiene la gente contra el bipartidismo? ¡Hay que ser ignorante! Algunos de los países más importantes del mundo son bipartidistas. En un país multipartidista puedes tener un partido donde todos piensen como el jefe, pero en un país bipartidista tendrás dos partidos que en realidad serán dos conglomerados. La riqueza de las manifestaciones políticas no tiene nada que ver con el número de partidos.

diumenge, 27 de novembre del 2016

Dos estilos

Uno es el de los secreteos, las intrigas, las covachuelas, el juego sucio, las maniobras, las zancadillas, las trampas, los comités, las votaciones trucadas, las amañadas, la compra de voluntades, los enchufes, los chantajes, las complicidades, la marrullería, los pactos sotto voce, los infundios, los pelotas, las traiciones, los favoritismos, la ocultación, las decisiones oligárquicas, la censura, el abuso, el silenciamiento de la militancia, el interés de los viejos bonzos, la falsedad, la mentira, la manipulación, el abuso de poder, la miseria moral, el miedo a la competencia y la libre confrontación, los resultados falseados, la protección de los poderosos.

Es el estilo de Susana Díaz y quienes la han convencido de que, poniendo todas las malas artes y chapucerías posibles tras un golpe de mano de auténticos truhanes, puede ahora escalar la máxima responsabilidad del PSOE y su máxima incompetencia.

El otro es el estilo abierto, franco, sincero, democrático, dialogante, íntegro, la palabra dada, los acuerdos, las decisiones consensuadas, el reconocimiento de los errores, la modestia, el juego limpio, la asunción de responsabilidades, el recurso a la militancia, la confianza en las bases, la implicación personal, la lealtad, el respeto, el poder compartido, la moralidad en la acción, el libre juego de la competencia, el respeto a los resultados, el enfrentamiento con los intereses creados, el desafío a los poderosos, el logro de la autonomía, la originalidad de planteamientos, las decisiones compartidas, la asunción de riesgos.

Es el estilo de Pedro Sánchez y quienes, afrontando las decisiones represivas de la junta de golpistas y los castigos arbitrarios así como las campañas mediáticas movidas por los agentes del PP en el socialismo, los incrustados en los medios a su servicio y los "intelectuales" orgánicos, se han puesto a su lado para reconstruir el PSOE como un partido de izquierdas, autónomo, socialdemócrata, radical, independiente de la derecha y no rehén de ella.

Y, de momento, en la primera confrontación, el resultado ha sido triunfo para el sector renovador, democrático, apoyado por las bases de Sánchez. Y una derrota humillante para los paniaguados del aparato del partido, con ese espantajo al frente que es Susana Díaz, pertrechada por todos los apoyos de los barones (aunque a distancia porque ya empiezan a maliciarse que esto no terminará bien) y los mediáticos de la derecha. Y, por supuesto, derrota de ese sector a la sombra de los veteranos del PSOE, González, Bono, Rubalcaba, hoy convertidos en carcamales voceros de la derecha.

Una pequeña e irónica reflexión: ¿quién iba a decirle al decrépito Isidoro que, andando el tiempo, él sería el reaccionario Llopis, defensor de un PSOE desdentado, tratando de cerrar el paso a la renovación del proyecto de una izquierda democrática y socialista? ¿Quién que el Isidoro de entonces se llama hoy Pedro y la anquilosada y vieja guardia del exilio de antaño es la media docena de submarinos peperos, los Rubalcaba, Madina, Díaz, etc que tratan de impedir la renovación del único partido de la izquierda democrática que ha hecho algo positivo y volverá a hacerlo en España?

Por supuesto, esta aventura de recuperación del PSOE para su militancia, con un programa de izquierda sin tapujos ni temores puede frustrarse. Puede que a Sánchez le falte constancia, iniciativa, tesón o no tenga clara las ideas o fracase en el cálculo de sus apoyos, en cuyo caso perderá y, con el, desaparecerá la última posibilidad de reconstrucción del PSOE porque lo que aportan sus contrincantes no merece la pena ni la consideración.

La inmoralidad de sus adversarios, dentro y fuera del PSOE, puede hacer descarrilar el proyecto. Pero algo ha quedado ya claro: todas las mentiras de esta reata de burócratas acobardados, voces de sus amos, enchufados y aprovechados al servicio de un sistema corrompido, han quedado al descubierto. El tiempo pertenece al proyecto de Sánchez quien, si mantiene el rumbo y el tesón, reconstruirá un partido independiente de la derecha y hegemónico de la izquiera. Contará con la lealtad de mucha otra gente que ahora conmenzará a sumarse a la empresa y contará también con la deserción de todos los supuestos "aliados" de Díaz que la abandonarán al ver el cariz que van tomando las cosas. A saber cuántos barones -además de sus siervos extremeño y  castellano-machego- acuden al próximo llamado de esta impresentable aspirante a un puesto para el que a todas luces no vale.

dissabte, 26 de novembre del 2016

Derogar las leyes inicuas

La oposición comienza a tumbar una tras otra las leyes tiránicas que la mayoría absoluta del PP impuso sin diálogo alguno en la pasada legislatura. Normas arbitrarias, autoritarias, represivas, profundamente reaccionarias, producto de mentes enfermas, bien por su fanatismo religioso (Fernández Díaz), bien por su repulsivo cinismo jesuítico (Wert), que fueron el puntal de aquel gobierno compuesto básicamente por franquistas nacionalcatólicos y ultrarreaccionarios. Cualquiera pensaría que, así las cosas, si la oposición prosigue su excelente tarea de derogar todas las barbaridades del gobierno anterior, Rajoy podría hartarse, disolver las Cortes y convocar elecciones nuevas (dice, en tono amenazador, que no le faltan ganas). Pero no se dará el caso. Este hombre carece de principio alguno que no sea amparar corruptos y ampararse a sí mismo de paso y, con tal de seguir en el poder, le da igual que le deroguen todo lo legislado. Protestará pro forma, pero nada más. Su falta de conciencia y escrúpulos morales -bien patentes en el ejercicio de hipocresía en la muerte de Barberá- le permite gobernar con una ley de educación favorable a los curas o contraria a ellos. Le es indiferente porque, en realidad, tampoco sabe qué sea eso de la educación.

Con Wert bien enchufado a costa de los contribuyentes en París, a Rajoy  no le importa lo que pase con su ley. Méndez de Vigo, el ministro de turno, con tanta idea de educación como del sistema nervioso de la anguila, tampoco está dispuesto a dejarse la piel por los intereses de los curas porque, a fuer de católico, sabe de sobra que estos, los curas, tampoco son de fiar y pueden dejarte tirado en un momento de apuro.

El mismo destino aguarda a la Ley Mordaza, criatura de los dos desequilibrados que dominaron Interior durante cuatro años, Fernández Díaz y Cosidó.  Una norma monstruosa que daba impunidad a la policía en la calle y criminalizaba y castigaba con penas enormes el ejercicio de los derechos ciudadanos, una ley que avergüenza a quien la lea. Queda así claro que, al menos de momento, los partidos de la oposición podrán impedir que se consolide este revival del franquismo, algo digno de encomio. No hemos podido quitarnos de encima al Sobresueldos debido a la impericia de la izquierda pero, con un poco de suerte, no tendremos que padecer las consecuencias de su insoportable neofranquismo.

Por lo demás, esta práctica derogatoria parece que imprimirá carácter a la legislatura. No en el sentido en que prometían los golpistas del PSOE cuando echaron a Sánchez, sino de forma muy distinta. Con la LOMCE en el punto de mira de una especie de triple entente entre PP, PSCE y C's, parece configurarse una especie de frente derogatorio que aislará a Podemos, dejándolo en la irrelevancia. Este podrá presumir de ser la única oposición real a la derecha y acusará al PSOE de subalternidad frente al PP. Y se quedará corto. El PSOE, descabezado, desnortado y a punto de caer en manos de una mujer cuya inteligencia es inversamente proporcional a su ambición, en realidad el PSOE es un rehén del PP. Por eso tampoco cree el Sobresueldos que le convenga convocar elecciones. La amenaza de estas ya tiene a los socialistas paralizados, dispuestos a aceptar y apoyar todas las barbaridades que haga la derecha en el asunto catalán que, en realidad, es lo único importante en este momento. Mientras el PSOE siga siendo, antes que nada, profundamente español en sentido centralista y reaccionario, el PP le permitirá derogar sus leyes más tiránicas y absurdas. Y el PSOE venderá esas derogaciones que, en todo caso, lo serán "controladas" como prueba de su valiente y decidida oposición al Gobierno frente a Podemos, a quien acusará de demagogo e irrelevante. Y también con acierto.

Es lo malo de la división de la izquierda: que todos los bandos aciertan en las críticas que se hacen mutuamente. Razón por la cual seguirán divididos. Razón por la cual seguirá gobernando la derecha. Razón por la cual los catalanes se largarán. Y harán bien.

dijous, 24 de novembre del 2016

El héroe dubitativo

Vaya, vaya. El drama del PSOE, ya casi culebrón, da siempre alguna sorpresa. La entrada en campaña de los dos contendientes putativos, Díaz y Sánchez, no ha podido ser más dispar: la de Díaz, planificada, con asesoría de comunicación, apoyo y difusión en los medios, planes de altura para Andalucía, España y Europa. Campaña clásica, doctrinal, en la que no se dice literalmente nada.

Sánchez, que no cuenta con los medios de Díaz, pues es un afuereño al aparato (que controla el acceso institucional a las redes) ha ido más por lo personal, íntimo y sincero. Pero con ideas y ánimo rompedor. Es otro mundo. Los medios lo comparan con don Quijote, por eso de hacerse la carretera. Pero don Quijote estaba armado de una convicción firmísima en la bondad de su propósito. Ni una duda le hizo jamás tomar los gigantes por molinos. Mientras que Sánchez ha mejorado de cabalgadura (ahora tiene coche) pero ha empeorado de ánimo. Duda. Es un héroe dubitativo, como Orestes dudaba si matar a su madre o no; como Hamlet si hacer lo propio con la suya y su amante, asesino de su padre; como Raskolnikov si matar o no a la vieja usurera y es de esperar que nadie vea aquí alusión alguna; como Emanuele Bardone duda entre morir como Emanuele Bardone o como el General della Rovere.Tanto duda que casi parece un antihéroe. Y eso que cuenta con el explícito respaldo de Pérez-Tapias, antaño su adversario y que hoy puede ser el Pílades de Orestes, el Horacio de Hamlet, la mujer a quien Raskolnikov confiesa su crimen, su alter ego.

Aun así, Sánchez duda y quiere pulsar la actitud de la militancia antes de proclamar su candidatura. Eso está bien e indica prudencia y realismo. Pero, para que la militancia tenga alguna actitud que pulsar es preciso ofrecerle algo sobre lo que pronunciarse. Ideas, vamos, propuestas. Y aquí es donde el candidato a candidato debe pararse a pensar y elaborar un discurso (un relato, según se dice hoy) coherente para la mayoría del personal. Esto es, algo armado, congruente, identificable como parte de un proyecto y no consignas aisladas carentes de significado. Eso del proyecto colectivo, que huele a Podemos por la vía asamblearia, hay que dejarlo para el final. Si el pretendiente presenta sus propuestas, ya se animará la gente (o no) a tomar decisiones colectivas. Y si ese programa no es el de una izquierda socialdemócrata reformista de izquierda moderada (que no conservadora) que Palinuro viene proponiendo, sería estupendo conocer cuál es el programa. Sobre todo para que el héroe dubitativo saque de la duda a sus posibles apoyos, que son muchos, a juzgar por lo que se detecta en las redes.

Por cierto, si quieren encontrar un contexto histórico para simbolizar el momento, lo tienen en la sublevación contra el francés de 1808 y la consiguiente guerra de independencia. Las juntas provinciales, negando obediencia al rey, pedían la convocatoria urgente de una Asamblea Nacional o Cortes Constituyentes. Igual que las federaciones y agrupaciones del PSOE, negando obediencia a la Gestora, exigen un Congreso urgente y primarias. Si hay que aconsejar a nuestro dubitativo héroe un modelo por imitar, nadie mejor que Juan Martín Díez, El Empecinado, héroe del momento y notable ejemplo de obstinación hasta el martirio en su lucha contra el invasor y luego contra el absolutismo, que era otra forma de invasor. Pero no llegarán las cosas a esos extremo. Es de suponer que en el PSOE haya la flexibilidad suficiente para apoyar un programa de este tipo frente al acartonado colaboracionismo con la derecha que proponen la actual dirección material e intelectual así como sus grandes focos mediáticos y sus intelectuales orgánicos.

dimecres, 23 de novembre del 2016

Por Andalucía libre, España y la Humanidad

Allá va la nación andaluza a competir con las otras naciones españolas pero algo renegadas. Al impulso se ha sumado Teresa Rodríguez, la líder de Podemos, avisando de que Andalucía es de algún modo una nación. Como si no supiera en dónde está o en qué consiste. Y le interesa encontrarla pronto porque, para cuando lo haga, Díaz está ya en Bruselas, a hacerse ver en la Humanidad del himno de Blas Infante, el de "tierra y libertad".

El País, convertido en gaceta oficial de la campaña de Díaz por la SG, hace lo que puede por darle imagen Y para ello nada mejor que mostrarla sumergida en un mar de cámaras y micrófonos, como si fuera Clinton. No solo informa sobre el presente de su pupila sino también sobre el futuro, pues anuncia una viaje nada menos que a la UE que, como tal, carece de toda localización precisa por ser un ente de razón que habita en lugares tan distantes como Helsinki o Atenas. El problema de El País es que a la candidata a la SG no la votan los electores ni sus lectores, sino los militantes. Entre estos, Díaz tiene malísima prensa por el golpe de mano que lideró para deponer a Sánchez. Y eso no se arregla yendo a Bruselas, si es a Bruselas a donde va.

En todo caso, parece perfilarse, de momento, un duelo a dos por la SG. El otro, Sánchez, que se estrena el sábado, casi como si fuera un rally, el comienzo de una cruzada. Todavía puede añadirse alguien más a la contienda (y no es descartable la posibilidad de Pérez-Tapias, quien ya compitió contra Sánchez en otra ocasión) y hacerla más reñida.

La candidatura de Sánchez parece tener el apoyo de las bases que no están con su adversaria. Pero solo lo parece. Ahora hay que materializar ese apoyo de algún modo, hacerlo visible durante cuatro o cinco o seis meses, hasta la convocatoria de las primarias. Es decir, Sánchez necesita nombres, símbolos, una identidad, un logo. No puede ser solamente "el hombre que devolverá el PSOE a los militantes". Porque, sobre no decir nada, no es lo que los militantes quieren; quieren elegir un SG del que no tengan que avergonzarse. Además de la identidad el llamado "proyecto" de Sánchez necesita un programa. Sucinto y claro: regeneración del Estado, fin de la corrupción y profundización democrática. Reforma constitucional que afecte a la Corona (con inclusión de un referéndum) y al status de la iglesia católica. Constitución económica en la que se establezca un sistema de protección de las nuevas capas de trabajadores en una etapa de intensificación de la explotación capitalista. En cuanto a Cataluña, apertura de una negociación para un referéndum pactado de autodeterminación de los catalanes.

Un programa de izquierda moderada, reformista, típicamente socialdemócrata.

dilluns, 21 de novembre del 2016

El laberinto del PSOE

Los dioses del Olimpo lanzaron a Teseo Fernández al laberinto del PSOE, a acabar con el izquierdista Minotauro Sánchez. Realizada la faena, Teseo no consigue salir del laberinto y, aunque Ariadna Díaz le dio un hilo, se lo ha cambiado varias veces y él lo ha perdido otras tantas.

La situación del principal partido de la oposición es calamitosa. Como oposición y como partido. El sentido común manda poner témino cuanto antes a este desbarajuste. Pero justamente ese no parece ser el criterio de la junta, sino todo lo contrario: hay que dilatar los tiempos. Nadie sabe quién toma las decisiones en el PSOE, aunque parece que son cosa de dos, Díaz y Fernández, con ocasional intervención de un tercero y el amparo simbólico del gran jarrón parlante.

Todo es confusión. Hay una movilización de la militancia en las redes con exigencia de congreso y primarias ya. Lo que no está claro es su envergadura. Los de El Plural sostienen que no es mucha, por la escasa asistencia a las reuniones. Por eso es bueno que Sánchez inicie ya su cabalgadura por los páramos de España, a ver cuántos apoyos suscita. Pero no solo a su persona sino a la propuesta que traiga, a su programa. Eso es inexcusable. Ese programa tiene que trazar una línea entre el caracter dinástico del PSOE y el ultraizquierdismo de Podemos. Tiene que ser el programa clásico de la socialdemocracia, de izquierda reformista. Y tiene que decir qué se propone reformar. Lo primero de todo, el tabú de que en España haya asuntos de los que no se puede hablar: la monarquía, la Iglesia y la unidad nacional. El relato propio de la izquierda consiste en proponer alternativa republicana a la primera y solución negociada de común acuerdo a las otras dos cuestiones. Por supuesto, se incluye la defensa del Estado del bienestar a ultranza pero con flexibilidad para las transformaciones. La izquierda debe incidir en una reforma contitucional específica, una del título VII entero, que no suele mencionarse, para sustituirlo por una verdadera "constitución económica", en la estela de la de la Constitución de Weimar de 1919 que, en cierto modo, dio origen al derecho del trabajo. Con mayor razón ahora en que el concepto mismo de trabajo está cambiando (y más que lo hará con la robótica) y hay que regular jurídicamente nuevas relaciones laborales que afectan al conjunto de la sociedad civil, al capital y al trabajo.

Ignoro si alguien en el PSOE apostaría por un programa así e ignoro igualmente si Sánchez tiene algo parecido en sus propósitos porque, de momento, estos son desconocidos y solo consisten en espórádicos tuits. Pero lo que tengo claro es que una opción de este tipo, entre el PSOE y Podemos existe y, en el caso de que no se reintegre en su partido (bien porque haya triunfado como variante o porque haya claudicado) podrá ejercer como polo de atracción para la fracción de Podemos que se resiste a la guerra de trincheras con el PSOE. Una hipotética fusión entre la "izquierda" del PSOE y la "derecha" de Podemos es un capítulo de política-ficción o utopía. Pero recuérdese eso tan famoso de que las utopías son verdades prematuras.

diumenge, 20 de novembre del 2016

No se quieren

Entre Podemos y el PSOE saltan chispas. Las mismas que saltaban entre el PSOE y el PCE, entre los socialistas y los comunistas. Las mismas. Vamos a ahorrarnos las habituales explicaciones de la visceralidad aquí y allí, del mayor peso de la ideología al contrario de la derecha en la que priman los intereses, de la lealtad a unos u otros valores. El hecho resumido es que saltan chispas. Las izquierdas no pueden verse. Ni en el Estado ni en sus pedanías. Puede haber algún gobierno de coalición subestatal, autonómico, municipal, pero es inseguro y siempre sobresaltado por la mucha inquina que ambas se profesan.

Sin embargo, si quieren llegar unos al gobierno y otros repetir en él, tendrán que ponerse de acuerdo. De seguir las cosas como hasta ahora, ninguno de los dos tiene perspectivas reales de ganar las elecciones. Podemos porque se ha fusionado o va a fusionarse con IU y, aunque no lo crea, comienza su retorno a los porcentajes de voto de la antigua IU. Las imágenes duran más que las realidades. El PSOE porque se encuentra en estado comatoso y de ningún modo puede afrontar unas elecciones anticipadas. Pero, al mismo tiempo, la lentitud de la junta y su creciente irrelevancia  como oposición claudicante, contribuyen más a que los socialistas no se recuperen.

La idea de mantener la hostilidad en Podemos para asestar el golpe definitivo al PSOE tiene pinta de ser un espejismo. Podemos despierta mucho rechazo en la opinión. Y este no disminuirá por el hecho de que radicalice sus actitudes. Al contrario. Hasta los desencantados del PSOE prefieren marcharse a su casa antes que cambiar su voto.

El mantenimiento de la antigua ojeriza entre las dos izquierdas es tan suicida como siempre. Pero ahora es peor ya que la pérdida de Cataluña supone una merma considerable en los apoyos electorales del PSOE de forma que es probable que ni sumando sus votos a los de Podemos lleguen a la mayoría absoluta. No se sabe qué puede salir de la confrontación de las dos izquierdas. Quizá una reacción en el PSOE que lo haga recuperarse, aunque, a día de hoy, no se vislumbran sino chispas. Quizá también, ¿por qué no? una escisión del PSOE. De hecho, los socialistas no se miran entre sí con mejores ojos que a los de Podemos. Y muchos de los actos de la junta parecen provocaciones que buscaran constituir un grupo escisionista en el partido. Probablemente para ponerle puente de plata, sobre todo si estuviera encabezado porr Pedro Sánchez.

divendres, 18 de novembre del 2016

El rosario de la aurora roja

Muy bueno el artículo de Ibon Uría en Infolibre: Palinuro lleva un mes preguntándoselo también: ¿quién toma las decisiones en el PSOE? Hay quien dice que Felipe González y, según parece, hasta él lo cree. Respalda a su paisana Díaz, pero vergonzantemente, como si no lo hiciera. Mal debe ver las cosas la pretendienta para recurrir a un jarrón cuyo prestigio ha caído en picado en los últimos años.

Otros aseguran que manda la gestora, cuya gestión, dicho sea de paso, ha sido ya impugnada ante los tribunales. Y bien impugnada porque es un atropello desde el principio, no ya a los estatutos de su partido, sino a las normas más elementales de la educación y el buen trato entre gentes que profesan idénticos ideales. Amenazas, destituciones, represalias, arbitrariedad, hostigamiento. Es una purga colectiva con aromas de otros tiempos.

Pero, ¿quien es la gestora, o sea la junta, para tomar medidas disciplinarias? Y no preguntemos ya quién para invitar a un proceso de reflexión teórica de meses para aplazar el congreso que, por cierto, es el único punto de su mandato y el único que no cumple.

Tienen al partido en ascuas, en práctico estado de insurrección y se empeñan en actuar como un sucedáneo, no solo arrogándose competencias que no poseen sino también capacidad para llevarlas a cabo que aun poseen menos. El resultado es una parálisis que amenaza con hundirlo todo, grupo parlamentario y partido. Unas elecciones anticipadas, posibles en cualquier momento, podrían aniquilar al PSOE o reducirlo a la irrelevancia, dejando libre un considerable sector del voto de la izquierda.

Y justo ese es el momento en que, según parece, Podemos decide radicalizarse, absorber a IU, endurecer su actitud y descartar toda relación con el PSOE que no sea la confrontación. Chapeau. Porque si algo puede revitalizar a un PSOE languideciente, quizá incluso a dos, es esa radicalización del mensaje de un partido que es un conglomerado de facciones.

dijous, 17 de novembre del 2016

El jarrón tonante

Menuda andanada de Felipe González contra la izquierda. Es en el curso de una larga entrevista publicada en Politique Internationale, muy larga, por cierto, y muy matizada y en la que habla de muchas otras cosas con mayor o menor tino.

Su breve, despectiva observación sobre Sánchez (al que el discurso sobre España no le da para media hora) revela una animadversión insólita. Ya antes del golpe de mano en el PSOE había dicho que "se sentía engañado por Sánchez". En lo de la abstención, se entiende. El partido debía aceptar su punto de vista: que gobierne quien pueda hacerlo, el PP, aunque no lo merezca. Porque lo manda él, Dios, pero un Dios necio y malévolo. Sánchez no solo no lo entendió así, sino que levantó sospechas de estrar en contubernio con el enemigo de la unidad de España, los temidos indepes catalanes. Y esa fue su perdición. Con la unidad nacional no se juega, como les dejó Franco dicho a todos. Según parece el mismo González informó a Rajoy del golpe que estaba tramando en el PSOE. Se llama unión nacional. O sea, lo de siempre. 

Todo esto huele a juego sucio. Sin duda Felipe González está en su derecho de decir lo que opina. Pero la suya no es una opinión cualquiera. Y menos en el PSOE, en un momento de crisis en que están enfrentándose dos bandos (la junta y las bases) y en el que, tarde o temprano, habrá que elegir un líder o lideresa. Eso no es de su incumbencia. Él es un ciudadano privado con militancia de partido y pasado de gobernante que emite su opinión. Opinión sin duda animada por un recio sentido patriótico que, a diferencia de Sánchez, le hace poner los intereses de España sobre los de su partido y, en general, de la izquierda.

Los militantes y los votantes recibirán esta opinión del jarrón tonante con sentimientos encontrados. Habrá quien crea que es un hombre de Estado de izquierda y, en consecuencia, hace bien en prestar su experimentado consejo. Habrá en cambio quien lo vea más como el portavoz de un conglomerado financiero, empresarial, mediático de un neoliberalismo "civilizado" e intensamente español y, por lo tanto, sus opiniones son juego sucio.  El juicio es libre.

Pero los hechos, no. Y a ellos debemos remitirnos. González habla como persona privada. Pero si los medios lo buscan es precisamente porque no lo es. Su vida es en muy buena medida, pública y esa parte pública, los consejos de administración, las oscuras mediaciones venezolanas, deja mucho que desear. Y no califica a su protagonista como persona de fiar.

González y los suyos en esta operación de secuestro del PSOE tienen un apoyo mediático constante y total. Tanto como el que tiene Podemos, de quien probablemente lo han copiado porque González lo señala en la entrevista. Sin embargo, en el otro extremo, Sánchez está sometido a una especie de bloqueo informativo y mediático. El hombre se explica por tuits que, por ahora, recogen los medios. Hay un evidente desequilibrio; Sánchez está en absoluta desventaja. Ese es otro hecho.

Por último, González no opina como ciudadano privado ajeno a la contienda porque es parte de ella. Apoya la candidatura de Susana Díaz, lo cual no está ni bien ni mal, salvo que demuestra muy baja ralea atacar al posible adversario sin confesarse parte. Y eso explica también la afrenta que dirije a Sánchez: tras haberlo acusado de engañador, ahora lo hace de ignorante o zascandil. Es difícil ser más duro con un compañero de partido. Y más injusto y peor persona. Porque si Sánchez le parece tan inadecuado, superficial, tornadizo y poco español, ¿puede explicar en qué aventaja al mismo Sánchez Susana Díaz? ¿Es mejor, más adecuada, más profunda, menos tornadiza o, antes bien, es más densa, completamente trivial y sin otro criterio propio que hacer la pelota al jarrón tonante y los que ella presume que son el poder en el partido? En lo único en que seguramente la andaluza aventaja a Sánchez es en ser "muy y mucho española", como les gusta a Felipe González y a Mariano Rajoy que en esto, como en muchas otras cosas, y ya se ha visto, coinciden. 

Se me hace cuesta arriba creer que estas declaraciones de González no susciten un sentimiento de indignación que fortalezca el incipiente campo de Sánchez.  

dimarts, 15 de novembre del 2016

El hundimiento del PSOE

Desde el humillante paso por las horcas caudinas de la abstención, el PSOE se ha sumergido en un desbarajuste sin ningún sentido que puede acabar con su desaparición a medio, quizá corto plazo. Hay una junta provisional (que no es lícito llamar "gestora" porque no gestiona nada ni cumple su mandato), pero nadie sabe quién toma las decisiones; ni siquiera si se toman decisiones. Los distintos integrantes de este órgano de tan pintoresca acción, así como su principal valedora y líder in pectore, andan por los medios, cada uno a su bola, dando por supuesto que tienen meses por delante para caer simpáticos a una díscola militancia.

El señor Hernando se prodiga en balbuceantes explicaciones sobre su reciente decisión de cambiar de chaqueta táctica. En este país de conversos, de reconversos o relapsos y hasta de falsos conversos, como los llamados marranos, eso de chaquetear es moneda corriente. Dice el de la nueva chaqueta que ha perdido crédito. Sí, todo. Juzgue él mismo qué crédito puede merecer su "no es no" a los presupuestos después de que su anterior "no es no" se trocara en un servil "no es sí".

Lady Macbeth del Sur ha entrado en Madrid a través de un par de programas de la TV de máxima audiencia. Ha venido a coser el partido y a presentarse como la fuente última de autoridad en el PSOE, la real, la oculta, pero auténtica. Y con los medios de la oligarquía  (que son todas las televisiones, pues no hay que engañarse) batiendo palmas a la sarta de necedades prepotentes que esta señora ensarta. Ahora queda a la espera de que se le pida la candidatura por aclamación. Su discurso es patriotismo de partido sin una sola referencia clara a alguno de los problemas reales del país y de su propia organización.

Javier Fernández, el auriga de esta increíble operación, pacta con Iceta el nombramiento de una comisión, esto es, lo que hay que nombrar para dejar que un problema se pudra, y se da también unos meses para intercambiar opiniones. Esta gente no sabe en dónde está. ¿Cree Fernández que él y sus amigos pueden decidir sobre el destino de un protocolo que lleva cuarenta años funcionando y se aprobó en un congreso? La política emborracha y es capaz de convertir en mitómanos y megalómanos a gentes que, en su vida normal, no se harían notar en su abrumadora vulgaridad.

Llama la atención la pasividad con que la militancia está aceptando esta situación. Es verdad que hay una rebeldía generalizada; lo reconocen todos. Se ve en las redes: cartas, grupos, plataformas, decisiones de agrupaciones, firmas. Es una efervescencia. Pero si la junta se obstina en seguir su hoja de ruta de aplazar sine die el congreso, ¿qué puede hacer esta movilización? ¿Apagarse lentamente? La alternativa, esto es, formar otra comisión gestora que se oponga a esta y sirva para coordinar el movimiento en pro del congreso extraordinario parece muy difícil por falta de vías orgánicas.

Ese es el angosto paso que se ofrece a la candidatura posible de Pedro Sánchez, cuyo silencio vuelve a ser extraño: el de erigirse en el centro de referencia del movimiento de las bases para recuperar el partido. Les guste o no a los militantes esta es una pugna decisiva entre la izquierda y la derecha en el PSOE, algo que puede acabar en escisión. En la derecha están los miembros de la junta y sus asesores, su inspiradora, Susana Díaz y quienes están detrás de ella, Felipe González y, muy especialmente, Rubalcaba. Es la escisión en la que el filo de la navaja es Cataluña y, va de suyo, la unidad de España. Cuando se juega la unidad de España, Rubalcaba no lo duda, no distingue entre buenos y malos solo está la Patria que, como dice muy bien su discípula Díaz, al igual que el PSOE, no es de izquierda ni de derecha. O sea, es de derecha y de derecha rancia, carpetovetónica, taurina, católica y por lo que hace a Rubalcaba, ladina y siniestra. El PSOE es un partido patriótico llamado a desplazar al PP por el bien de España. Todo esto es cuestión de Estado.

Efectivamente, es el discurso de la derecha, nítido, y el PSOE puede caminar por ahí. Ya lo hace, desde el momento en que, al abstenerse, se sometió al PP. La promesa de que eso era a cambio de estabilidad y tener una oposición dura es falsa. Un PSOE en el estado en que se encuentra no puede articular oposición alguna pues unas elecciones anticipadas lo dejarían en los huesos y cargado de deudas, sin lugar en dónde colocar a tanto paniaguado como ha ido sumándose a lo largo de los años de una complaciente seudoposición. Es un problema de desmovilización de una clase política que lleva diez o veinte años ocupando cargos. Un problema de "cesantes", al estilo de Pérez Galdós.

El discurso de la iquierda, a fuer de complejo, es más difícil de articular. Pero no imposible. La visión de izquierda del PSOE comienza por rescatar el valor de la socialdemocracia de izquierda, la única que ha funcionado y sigue funcionando en los países nórdicos y otros de Europa central. Y es socialdemocracia de mercado, algo posible si todos hacen juego limpio. Junto a ello es iquierda asimismo plantear la cuestión de la forma de Estado, si monarquía o república. Y, por supuesto, proponer la clara y rotunda separación de la Iglesia y el Estado. La Iglesia debe someterse al régimen jurídico ordinario de las asociaciones privadas. La cuestión territorial española solo puede empezar a resolverse negociando un referéndum en Cataluña, como solicita entre un 70 y un 80 por ciento de la población catalana, espera la opinión internacional y los nacionalistas españoles saben que no tienen otro remedio que permitir. 

La cuestión es averiguar cuál es el contenido del giro a la izquierda de Sánchez, que él propone para recuperar el electorado perdido hacia esa orientación. Hasta dónde llega. Hasta dónde a atreve a llegar en un partido con un arraigado nacionalismo español. Sin embargo, esa es la clave sobre la que puede apoyarse un programa de izquierda democrática, un programa socialdemócrata. De no intentarse siquiera, ya sabemos cuál es el inmediato futuro del PSOE: legitimar los disparates que la derecha seguirá haciendo en Cataluña, colaborar en el intento de involución de España. 

Esa es la cuestión en último término: el gobierno considera que el conflicto catalán es un asunto de orden público. Y obviamente no calibra a dónde puede llevarle su decisión. A generalizar la desobediencia y enconar las cosas. Rajoy invita a Puigdemont a la conferencia de presidentes de las CCAA (organismo que, si no yerro, instituyó Zapatero) con el feble, casi irrisorio argumento de que "no se pierde nada". En el caso de Puigdemont, sin embargo, sí se pierde; se pierde el honor pues el catalán ya había anunciado que no acudiría a esa conferencia. Si lo hiciera, incumpliría su palabra. Claro que, para Rajoy, eso es irrelevante. Él carece de ella. Como Hernando.

Tanto huir de la "gran coalición" para encontrarse al final en un miserable contubernio de mediocres y embusteros.