divendres, 22 d’abril del 2016

El sueño del sorpasso

Quieren unirse, aliarse, fusionarse. Aún no saben cómo, pero quieren juntarse. Van a ocultar las siglas de IU y, por supuesto, las de PCE. Los dos estarán presentes, pero escondidos. La alianza se llamará "Podemos-En común" o "Podemos-Unidad Popular", o algo así, siempre plagiado de fórmulas de éxito. Pero ocultarán las siglas perdedoras y le dirán a Anguita que aparezca poco o que se vaya de vacaciones. ¿Por qué? Porque saben que están engañando, mintiendo; porque saben que están abusando de la buena fe de la gente

Nadie que no quiera mentir oculta sus siglas, esconde su marca o su nombre.

¿Por qué lo hacen? Por lo dicho, para trampear y porque dicen estar convencidos de que van a ganar al sumar los votos de Podemos con el millón de IU y lo que se lleven de superaditividad y beneficio del sistema d'Hondt. Esto puede ser cierto o no. Ellos mismos y los "analistas" y comentaristas que escriben a su dictado lo dan por seguro. Sin la más mínima prueba empírica, sin seguridad alguna, porque toman sus deseos por realidades y tratan de marear a la buena gente con sus cuentos. Sin embargo es la evidencia misma que los votos no se transfieren mecánicamente así como así de una opción a otra. Quienes votaron en 2015 a IU no votaron a Podemos; quienes votaron a Podemos, no lo hicieron a IU. Puede pasar tranquilamente que la suma de votos de Podemos e IU sea inferior a los que obtuvo entonces Podemos.

Para prueba, lo que sucedió en las elecciones del 27 de septiembre de 2015 en Cataluña en donde Catalunya Sí Que Es Pot, esto es, la suma de Podem e IU (o sea, EUiA-Els Verds) obtuvo menos votos que IU por sí sola en la votación anterior. A la gente suele molestarle que intenten engañarla y venderle la moto de la vieja política del chanchullo y la ocultación por la nueva.

En verdad, si hay charlas para la confluencia es porque los de Podemos están nerviosos. Más que nervioso, Iglesias está indignado de que la gente sea tan bruta y esté tan alienada como para tenerlo en la más baja valoración de los políticos, a la altura del sobresueldos. Por eso se ha puesto a insultar a los periodistas. Algo que prueba sus escasas luces porque si criticar con toda dureza los medios de comunicación como empresas que son está muy puesto en razón, emprenderla a mamporros con los periodistas es inmoral y estúpido. Los periodistas, en su inmensa mayoría, aquellos a los que Iglesias ha insultado, son currantes, maltratados por sus empresas. Las mismas de las que el secretario general de Podemos no habla porque algunas de ellas son sus portvoces, por ejemplo, el diario Público, repleto de enchufados, amigos y parientes de gente de Podemos o cercanas a él.

Añádase que es posible que las confluencias periféricas no se repitan por diferentes causas y se tendrá un cuadro nublado de preocupaciones para Podemos. Y esas preocupaciones no se disipan porque Podemos lance sus legiones de trolls en las redes a hostigar a quienes no comulgan con sus ideas, supuesto que tengan alguna. Al contrario, añaden nuevos tonos de preocupación a la hora de estudiar el talante de estos trolls, todos ellos muy cercanos ya al fascismo.

Por fortuna para Podemos, el sorpasso puede ser a pesar de todo posible porque lo que tiene enfrente es algo aun peor que él mismo. Después del mandato de Rubalcaba y el de su muñeco, Sánchez, el PSOE está en estado catatónico y, si no reacciona, puede quedar por debajo de Podemos, pero no porque este obtenga una gran cantidad de votos sino porque al PSOE acabe por no votarlo nadie.