diumenge, 15 de setembre del 2013

La verdadera carta de Rajoy a Mas.


Mireusté, Arturo, no sé ni cómo se atreve usté a escribirme una carta, con lo caro que va el papel y lo tacaños que son ustedes los polacos catalanes. Más les valdría ahorrar un poco que buena falta les hace, a ver si pagan a los proveedores y no usan las partidas presupuestarias para sus marranadas estilo Gürtel Palau.

En cuanto al contenido, le digo sinceramente que no he entendido nada. Es como si su carta estuviera escrita con mi letra. No sé qué dice de una consulta. ¿Quiere usté abrir una consulta? ¿De qué? ¿De negocios, de asuntos matrimoniales, de marketing? Tenga sentido común, hombre. Un poco más de sexy, de seny, de ese que tanto le alaba el ABC, el único periódico que puede leerse y yo le recomiendo por su bien, aunque no sea tan bueno como La Razón, que ese sí que es un periódico de verdá, dirigido por mi bravo Parranda, un perro de aguas muy lindo que compré en Pontevedra y da el pego perfeutamente, como si fuera un homiño. Déjese de algarabías, Arturo, tenga sentido común y sea previsible, como yo. Porque, a ver ¿qué quiere usté consultar? ¿Sobre la independencia de Cañañuña? ¿No ve, amigo mío, que eso no conduce a nada salvo a que algún primo de Morenés le parta la boca después de salir del gimnasio? Y ¿a quién quiere preguntar? ¿A los catalufos catalanes que de las piedras sacan panes? No sea demagogo, Mas; no sea más demagogo, Mas; sea Menos, llámese Arturo Menos y nos entenderemos. Aquí en La Moncloa, uno de mis seiscientos asesores, el único que sabe leer y escribir y es un antiguo rojo, lo llama usted Arturo Ui. No sé qué quiere decir ni me importa. Parece que es un nombre de un personaje de no sé qué autor de libros y, por si no lo sabe usté, yo, de libros, solo el de cheques para los sobresueldos.

Mireusté, sabeusté que la consulta esa no cabe en la Constitución y yo, desde luego, a nivel de presidente del gobierno le digo con toda sinceridad que en lo atingente a todo lo que es la gobernación del Estao que cae bajo mi responsabilidad, mientras sea presidente del gobierno y el gobierno que presido tenga la mayoría para cumplir y hacer cumplir la Constitución que protege al Estao estaré siempre vigilante como no podía ser de otra manera para evitar enfrentamientos inútiles que no conducen a nada y desprestigian la marca España porque en vez de sumar, como hacemos en el PP a base de sobresueldos, restan como hacen los sociatas y otros corruptos con lo que los chuches se venderán a su precio, se lo garantizo y todos a una Fuenteovejuna y a ocuparse de las cosas verdaderamente importantes y no de las algarabías que montan ustedes los botiflers, catalanes, solo por ganas de fastidiar.

Porque, mireusté, sabeusté, oigausté, Arturo, usté no es Cañañuña, mientras yo sí soy Ejpaña. Hay muchos polacos, catalanes que no le siguen, que se sienten osbornemente ejpañoles antes que cañañañes, dispuestos a marchar al Principao a dar un castigo a los separatistas. De momento los he frenao a la altura de Blanquerna pero mañana pueden estar en el Ebro y, claro, cuando los hijos de la Raza llegan a los límites del Imperio, puede pasar algo.

A ver, Arturo, daré su carta por no recibida -es una gracia que le hago por haber votado a favor de nuestra Ley de Opacidad-, pero redacte usté otra, más aceptable que pueda llevar al Parlamento. Por más aceptable entiendo más llana, más sumisa, menos arrogante. Cañañuña no tiene derechos que exigir sino solo gracias que darnos por nuestra magnanimidad ya que no hemos entrado todavía en Barcelona rompiendo cabezas ni la hemos bombardeado y han pasado ya más de cincuenta años desde que lo hiciera por última vez el Invicto.

Ande, Arturo, sea razonable. Escriba otra carta, pidiendo algunos dinerillos más para organizar un concurso de sardanas. Le aseguro que, aunque Montoro se niegue, yo se los conseguiré y, si preciso es, me quito de uno o dos sobres para pasárselos disimuladamente.

Venga, Arturo, sea fuerte.  Hacemos lo que podemos. ¡San Jorge y cierra Ejpaña!

(La imagen es una foto de La Moncloa en el dominio público).