dissabte, 25 de juny del 2011

Crónicas de la revolución indignada (IX).

Hasta Bob Esponja


Tiene gracia la imagen, aunque no sé si es muy apropiada. Bob Esponja es un buen chico y, aunque el señor Congrejo lo explote en el Krusty Krab como si fuera una dependienta de Wal Mart, acaba consiguiendo siempre una liberación por la vía del marxismo de los hermanos Marx. Y no sé si está indignado. Pero es estupendo que los indignados lo empleen como uno de los iconos del movimiento ya que es ubicuo. Tanto como el propio movimiento. Por cierto, no sé cómo se tomará el creador del famoso monigote que los indignados se valgan de su imagen; digo, a los efectos de los derechos consabidos. En el 15-M hay, creo, un ambiente favorable a la piratería. De hecho, en parte, su origen está en la movida en la red en contra de la Ley Sinde. Supongo que se habrá pensado en esto y en el mejor modo de resolver el conflicto que puede crearse al emplear una imagen que es producto del trabajo de otro al que, cuando menos, habrá que citar.

El 15-M está ya en todas partes. Ayer Palinuro decía que en el PSOE hay un sentimiento de simpatía hacía los indignados y resulta que uno de sus militantes en Extremadura me ha remitido un manifiesto que han colgado en la red abierto a las firmas de otros militantes, pidiendo, entre otras cosas relacionadas con una reanimación democrática de su partido que éste haga suyas muchas de las reivindicaciones del 15-M. Naturalmente. Es lo menos que cabe esperar del PSOE a fuer de partido democrático con una tradición de la que no puede olvidarse que él, como partido, empezó de modo muy similar al 15-M, esto es, como una organización extraparlamentaria. A juicio de Palinuro lo más interesante que podría hacer el PSOE es abanderar una reforma electoral que fijara como objetivo último llegar a un sistema calcado del alemán, uno de los más proporcionales del mundo.

Decía también ayer Palinuro que la actitud de la derecha frente al 15-M es de furibunda hostilidad. Aquí hay que hacer una salvedad y no sé por qué lado: Falange Española de las JONS dice estar del lado del 15-M en una catarata de afirmaciones nacional-sindicalistas con puntos socialistas, ecológicos, en fin, el habitual batiburrillo ideológico de los que se pasaron cuarenta años hablando de una revolución pendiente. Y llevan setenta y dos. Los de los muertos en las cunetas.



Por último, el 15-M es una realidad proteica. A veces toma la forma de acampadas, a veces marchas, a veces actuaciones de Anonymous, como esa declaración dirigida a los tertulianos y mamporreros del corporativismo mediático. Hoy, cuando todos los políticos cortejan los medios de comunicación, ¿se quiere una prueba más palpable del carácter nuevo del 15-M que ese ataque a los medios? ¡Que habilidad tiene la gente para dar la vuelta a las consignas basadas en sesudas cavilaciones! Por ejemplo la convicción acerca de la inmensa capacidad de manipulación de los medios. Al borrar manifestantes con Photshop, como hizo La Razón o emplear las imágenes de Atenas para informar de Madrid, con el fin de engañar a la audiencia sobre falsos hechos violentos, como hizo Telemadrid, los medios se alinean con esa policía capaz de enviar provocadores a las manifas para iniciar alborotos que justifiquen luego la represión, se convierten en sicarios del poder; efectivamente, en mamporreros. Su capacidad para embaucar a la gente desaparece y su utilidad como empresas y armas del poder contra la democracia, también.

(La imagen es una foto de Ana_Rey, bajo licencia de Creative Commons).