divendres, 29 d’agost del 2008

Un discurso.

Mr. Obama es ya oficialmente el candidato demócrata a la presidencia de los EEUU en las próximas elecciones de noviembre que prometen ser emocionantes. Su discurso de aceptación en un estadio ante ochenta mil personas en directo y unos treinta millones por televisión, estuvo cortado en el estilo de retórica tradicional en los EEUU ("somos la tierra de la promesa", "el sueño americano", "Dios bendiga a América", "todos somos americanos", "nuestro país ante todo", etc, etc) y con el cuadro de enemigos asentado por hoy en el país (terrorismo, talibanes, agresión rusa, Irán) pero también fue directo al adversario y dibujó un programa de reformas económicas y sociales de carácter socialdemócrata. Lo hizo con un lenguaje simbólico pero lo hizo.

Se preocupó por dejar clara la unidad fundamental del Partido Demócrata, reconociendo expresamente las aportaciones de los Clinton y poniendo a estos y a él mismo en la estela de Roosevelt y Kennedy. Pero supo también ser suprapartidsta siempre que la ocasión lo reclamaba (soldados demócratas y republicanos luchando por un mismo país, etc) y hablar a un electorado sin partido.

Fue contundente en contra de la administración Bush (del que no es necesario recordar que pasa ya por ser el peor presidente en la historia del país) y tuvo buen cuidado en vincularlo en todo momento con su rival, Mr. McCain. Lo hizo con elegancia y caballerosidad, sin regatearle méritos patrióticos pero lo hizo presentándolo no como una mala persona de aviesas intenciones sino como un ignorante presa de los compromisos de su partido con las grandes empresas.

Consiguió ser específico y genérico al mismo tiempo, escueto y sentimental, lo que no es fácil. Concretó en qué se gastaría el dinero y cómo lo recaudaría y afirmó que bajaría los impuestos al 95% de la población. La economía, la política social y la exterior fueron los ejes de su discurso que tuvo momentos emotivos de narrativa biográfica personal pero en el que no se mencionó ni una vez la palabra raza ni apareció la cuestión de color.

Sólo hubo algo que todavía brilló más que la raza por su ausencia en el discurso del ya candidato: Europa, lo cual es tanto más sorprendente cuanto que hace poco estuvo de gira por Francia, Inglaterra y Alemania, en donde recibió un apoyo entusiasta y multitudinario. Dice estar preparado para un debate con Mr. McCain sobre política extrior pero es evidente que tendrá que prepararlo bien.

La imagen es una foto de tsevis, bajo licencia de Creative Commons).