dissabte, 26 de gener del 2008

Sábado negro.

Las primarias de hoy en Carolina del Sur son decisivas para el Partido Demócrata. El Republicano ya las hizo el 19 de enero y ganó McCain. Luego, ya sólo quedarán las de Florida y las de Maine para los republicanos antes del vendaval del cinco de febrero. Para el Partido demócrata es una primaria decisiva a causa del enfrentamiento entre la señora Clinton y el señor Obama en un Estado con un treinta por ciento de población negra que supone el cincuenta por ciento del electorado demócrata. El otro cincuenta por ciento se está escorando a favor de Mrs. Clinton. Así que, al final de todo, ¿habrá un voto partido racialmente? Es como para pensárselo.

Por cierto, sigue habiendo tres candidatos demócratas y el tercero, Mr. Edwards, cuenta con lucir bonito hoy en su Estado. Las encuestas le auguran un segundo puesto y muy trabajoso. En realidad, estos tres candidatos han monopolizado hasta ahora el interés del proceso estadounidense de nominación porque representan las tres líneas que cuentan en política con sus divisorias: ideología (derecha/izquierda), raza (blanca/mulato) y género (mujer/hombre) pero el factor ideología cuenta poco y Edwards quizá tenga que abandonar.

Los dos principales han reducido bastante el ruido de sus respectivas baterías y no se acusan ya -o no lo hacen con tanta virulencia- de cosas malas, falta de experiencia, complicidad con mafiosos, etc. Pero las cosas son como son. El venerable New York Times (NYT) acaba de hacer públicas sus preferencias en el campo demócrata y en el republicano: Hillary Clinton y John McCain. Y cuando el NYT habla el mundo retumba. Claro que la clientela del señor Obama entenderá que se trata del buen viejo establishment washingtoniano, del norte, vaya, que hace causa común contra la amenaza del cambio de verdad que representa él por su condición africana. La raza es una issue. Pero también puede ser verdad un cierre de filas wasp.

Con lo que el señor Obama no contaba era con el clan "Clanton" de OK. Corral, esto es, los Clinton. Hace poco lo decía, supongo que desazonado,: "a veces no sé con quién estoy compitiendo", si con el señor o la señora Clinton/Clanton, porque los dos están haciendo campaña. Incluso más el marido porque es al que le toca decir las cosas fuertes, hacer de policía malo, meterse con el señor Obama para que luego su mujer se permita el lujo de no mencionarlo. Inteligente, pero juego muy sucio. Para colmo de las desgracias de Mr. Obama, el señor Clinton es conocido como "el primer Presidente negro de los EEUU" por el gran apoyo que tenía de la población negra.

En efecto, será interesante ver qué sale de las primarias de hoy. Las de Florida el próximo 29 también lo serán pero en menor medida ya que los demócratas no se juegan allí delegado alguno pues el Comité Nacional del partido ha dejado al Estado sin delegados como castigo por convocar primarias demasiado pronto. Al día de hoy, si gana el señor Obama, esto le permitirá llegar al supermartes en condiciones de igualdad con su adversario. Si gana la señora Clinton será un golpe muy fuerte para el otro campo