divendres, 14 de desembre del 2007

El silencio de Dios.

Sigue el ciclo de Bergman en el Círculo de Bellas Artes que está muy bien. Aconsejo mucho visitarlo. La sala es muy cómoda y espaciosa y, como no va mucha gente, se está estupendamente. Es asombroso que escasísima asistencia tienen las salas de cine. Hasta ésta, que es de arte y ensayo, rara vez llega a la mitad del aforo. Además, el precio, cuatro euros, es francamente asequible.

Ayer pusieron Los comulgantes, de la que he encontrando este video en You Tube, que contiene los diálogos esenciales de la peli. Rodada en 1962, es una de esas historias algo manidas y premiosas de la pérdida de la fe de los cristianos, la existencia torturada, un film kierkegaardiano, angustiado, que da vueltas al sempiterno tema del "silencio de Dios", que ya estaba en el "Dios escondido" de Clemente de Alejandría y Dionisio Aeropagita y llega a nuestros días cuando el Papa Benedicto XIV, que debiera saber en dónde anda Aquel a quien él representa en la tierra, se pregunta que en dónde estaba Dios cuando sus compatriotas gaseaban a cientos de miles, millones de judíos. Tormentos de un pastor protestante que pierde la fe y se siente abandonado de Dios y su amante, una maestra solterona, que arde en deseos de casarse con él.

No obstante se ve con mucho agrado por la excelente fotografía y las magníficas actuaciones de esos grandes actores que son Ingrid Thulin, Gunnar Björstrand y, por supuesto, el incomparable Max von Sydow, aunque en esta peli tenga un papel modesto.

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