dijous, 23 de novembre del 2006

CHUBASCOS GENERALIZADOS.

FE, ESPERANZA Y CARIDAD.


Las tres virtudes teologales. Es mucha la fe que han de tener sus votantes en doña Esperanza a la que han de demostrar ahora su caridad. Manuel Rico ha abierto una cuestación en favor de la señora Aguirre en su blog Periodismo Incendiario. Hoy lo he encontrado rebotado en 20 Minutos, con lo que me imagino que el blog de Manuel se llenará de comentarios.

Por otro lado, los de 20 Minutos, que califican la iniciativa de Rico de "delirante", tampoco dan bien la noticia. Se ve que no han mirado los comentarios. Vicio de periodista de papel. Si hubieran entrado habrían visto que la peña quedaba de acuerdo en que nada de 10 céntimos: un euríviri per capita; es más, la última vez que anduve por allí, "Neti" había registrado el sitio uneuroparaespe punto algo, imagino. O sea, colegas, a espabilar, que la blogosfera tiene sus reglas.


EL ÁCIDO BÓRICO AMPLÍA MERCADOS.

Internet es como una mar de poblada por muy diversos tipos de peces. Algunos muy curiosos. Los del InSurGente traen un video de Acebes vendiendo ácido bórico en la televisión australiana. Quien quiera verlo, que pinche en el título o en el logo.El mimo, por cierto, es fabuloso. Y hay que ver las cosas que algunos encuentran en la red. La subtitulación interpreta con ingenio. En fin, muy divertido. Estos del InSurGente se mueven mucho y me publican, de forma que, de vez en cuando, doy pruebas de imparcialidad hablando bien de ellos. Quien quiera ver a SS Mefisto XVI con un condón en vez de tiara que pinche aquí.


LOS GAL DE NUNCA ACABAR

Vamos a ver: el señor Rodríguez Galindo escribe un libro que, supongo, habrá que clasificar en el género "memorias" y en el que cita textos editoriales de Diario 16 cuando el señor Pedro J. era el director y artículos firmados por él en los que se defiende al Estado en la guerra sucia con ETA, se habla de que los etarras no tienen derechos humanos y se alienta a terminar con ellos como sea. Y esos textos existen. A continuación, el señor Pedro J., como un nuevo tribuno, se agarra un cabreo y dice, según parece, por los micros de la COPE que si está en la calle Rodríguez Galindo, que salga De Juana Chaos. Pues, mira, sí, es una idea: que salga, que ya cumplió con creces su condena y esta otra que le han impuesto después es una barbaridad de tal calibre que ya veremos cómo acaba la cosa

Lo anterior tiene poco que ver con el tema objeto del estudio, pero no sé yo si yo me pondría muy exigente con lo que cada cual decía en los años 80s (84, 86, 88...). Bueno, yo sí, porque publiqué un artículo en 1988 en el fallecido Independiente, de grata memoria, pidiendo que se aclarase judicialmente el asunto de los GAL cayera quien cayera. En cuanto lo encuentre, lo escaneo y lo cuelgo, como si fuera una medalla. Y recuerdo perfectamente que lo escribí porque un amigo me retó diciéndome que en Madrid nadie se atrevía a escribir en contra de los GAL por miedo al gobierno. Ya ven.


Zafarrancho, Ciutadans, que empieza la travesía.

He puesto el cartel del revés para señalar que estos de Ciutadans van ya de cabeza. Los hubiera puesto de culo, pero el señor Rivera no cayó en la conveniencia de fotografiarse a posadera descubierta. Y eso que hubiera facilitado las cosas. A quién se le ocurre apuntarse al PP y ocultarlo. Al chico le falta experiencia y le sobra malicia. Se fotografió desnudo con intención simbólica. No hubiera podido ponerse la toga candida, que era la de los candidatos, en símbolo de pureza y, eso, candidez, que no era el caso.

Tiene gracia que el mozalbete trate de disculpar su actitud diciendo que hay que distinguir entre un militante y un mero cotizante, si acaso. No sé si en la derecha le entenderán bien eso; en la izquierda, desde luego, porque es precisamente la cuestión sobre la que giró la controversia entre bolcheviques y mencheviques en el seno del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, posteriormente Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Lenin sostenía que sólo cabía considerar militante de un partido a quien pagara la cuotas, fuera activo en las tareas del partido y cumpliera sus consignas, mientras que Martov y sus aliados decían que era militante el que estaba al corriente en el pago de las cuotas.

O sea, según Lenin, el señor Rivera no fue militante del PP, pero a juicio de Martov, sí.

En todo caso, a estos se les va a plantear un problema de credibilidad.