dissabte, 23 de setembre del 2006

LA ALIANZA GUERRERA DE LAS CIVILIZACIONES

Casi me da algo

Digo, cuando me vi en la portada del Insurgente, anunciado a bombo y platillo, como si fuera alguien y flanqueado por figuras de mucho peso. Bien, me dije, aquí estoy y a ver cómo va esto. Hay que dialogar. El sombrero, desde luego, es una pasada. Lo había puesto aquí, en el blog, donde no cantaba tanto. El mar de atrás es el Mediterráneo. Y el caso es que lo he perdido, el gorro, quiero decir. Lo dejé sobre el capó del coche, me olvidé de él, arranqué...y me quedé sin sombrero. He cambiado la foto del blog. Ya no hacen los coches para gente con sombrero. Se dice que los famosos taxis londinenses tenían aquella curiosa altura (creo que también se está cambiando esa costumbre) para que los gentlemen pudieran entrar y salir de ellos sin quitarse la chistera. Ahora no entras en los coches ni con boina capada.

Luego me llamó la atención la definición que Iñaki recoge y es mía. Me llamó la atención por lo insuficiente. "Socialdemócrata de izquierdas". ¿Se puede ser sólo una cosa, aun matizada? A mi menú le añadiría un fuerte elemento liberal con cierta simpatía por el libertarismo estilo yankee, de ese que se llama también "anarcocapitalista". El respeto incondicionado a la libertad del individuo; eso que me hace pensar (y decir) que no hay derecho a alimentar a alguien a la fuerza, en contra de su voluntad.

En fin, que ya me estoy estudiando sesudos informes, a ver si soy capaz de dar cuenta del dilema moral que tenemos con la llamada "guerra mundial contra el terrorismo", que es el tema de nuestro tiempo y gira en torno a la tortura.


A ver quién pide aquí perdón.

Eso se ve en España también donde, por encima del barullo del ácido bórico (enésimo avatar de la famosa mochila), vuelve a oírse el poderoso verbo aznarino por una radio inglesa: que los musulmanes pidan perdón por la conquista y ocupación de ocho siglos de España. El País trae el audio donde también se dice que la alianza de las civilizaciones es una estupidez. Sí señor, alto y claro. Tan alto como el auxilio de Santiago Matamoros en el cuadro de Carreño (1660) en el Museo de Bellas Artes de Budapest. Un Matamoros muy infuido por el San Jorge de Rubens. Pedir perdón por ocho siglos de ocupación de España. ¿De España? Pero ¿no quedamos en que a España la hacen los Reyes Católicos? O sea, lo que los musulmanes conquistaron era otra cosa. Se trata de uno de los puntos más interesantes y controvertidos de la historiografía española y resolverlo al modo "Clavijo", como hace el señor Aznar, no ayuda a nada.

Pero esa es la dimensión española. Hay una perspectiva mundial más interesante, tanto por el peso de los argumentos como por sus consecuencias reales. La invasión y ocupación del Irak no sólo es una guerra perdida, sino el pantano en el que están hundiéndose los valores de imperio de la ley y democracia que, en teoría, defiende Occidente. La piedra de toque, como siempre, son los derechos humanos y, muy concretamente, la depravada práctica de la tortura. Esta se da ya por supuesta y admitida. En un artículo de ayer en el NYT, Lawrence Wright, conocido periodista, escritor y guionista, daba unas pautas de lo que hay que hacer con Bin Laden cuando lo cojan a los efectos de evitar que se convierta en un mártir, y uno de los consejos que da es que no se le envíe a Guantánamo ni sea sometido a tortura, dando por descontado que tal cosa es moneda corriente en el Imperio.

Y de hecho lo es. Ese tira y afloja entre la Casa Blanca y el Congreso sobre una ley que regule el tratamiento de los "enemigos combatientes" presos (un circunloquio para no llamarlos "prisioneros de guerra" y no aplicarles las Convenciones de Ginebra) es una vergüenza. Se reducen, escatiman o niegan los derechos de los detenidos, tanto a la integridad física como al proceso justo. Al final, parece que hay un acuerdo entre la Casa Blanca y el Congreso. Malo, malo. Siempre que eso pasa, pierde el Congreso. Por esta vez no se tocará la interpretación oficial de las susodichas Convenciones, pero el Presidente -este Presidente- tendrá mayor autonomía para decidir cuándo hay que aplicar a un detenido un interrogatorio más duro, es decir: estamos legislando a favor de la tortura en los procedimientos penales. Si eso no es una involución, ¿qué lo es?

Traigo a colación el famoso "suplicio del judío", uno de los frescos con los que Piero de la Francesca decoró la iglesia de San Francesco en Arezzo hacia 1455. Éste en concreto, es obra de su discípulo Giovanni da Piamonte, pero los colores y la composición son claramente francesquianos. El judío Judá pende del trepalium y ya se ve lo que los verdugos y el funcionario legal están haciendo con él. Todos los frescos de la capilla mayor cuentan la fábula de la Santa Cruz, sacada de la Leyenda áurea, de Jacopo da Voragine (siglo XIII), que es un libro fascinante. La tortura se justificaba entonces porque Judá sabía en dónde estaba la Santa Cruz. Ahora se justifica por otras razones. Pero sigue justificándose.

Que los musulmanes pidan perdón por haber conquistado y ocupado durante 800 años España es una necedad egregia, de las que suelta el señor Aznar en cuanto le ponen cerca un micrófono. ¿Está dispuesto el señor Aznar a pedir perdón a los descendientes de los indios de América por la conquista y colonización españolas de aquel continente durante tres siglos?